HALLAZGOS ACERCA DE LA CRUCIFIXIÓN DE JESUCRISTO Hallazgos acerca de la crucifixión de Jesucristo “Habiendo, pues, resucitado Jesús por la mañana, el primer día de la semana, apareció primeramente a María Magdalena, de quien había echado siete demonios” (Mar. 16:9). Tres días antes de su resurrección, Cristo murió en una de las formas más terribles e inhumanas de ejecución, la crucifixión. Hallazgos históricos: Son varios los hallazgos históricos que justifican la crucifixión de Cristo, uno de ellos es un grafiti que data de poco después del año 200 D.C., tomado de las paredes del Palatino Romano, y que es conocido como “El grafito de Alexámenos” o “El grafito del Palatino”. Es un dibujo de un asno crucificado, una burla hacia un prisionero cristiano que adoraba a Cristo. Los romanos sin duda se divertían al pensar que los cristianos adoraban a Jesucristo a quien ellos habían colgado de un madero. En junio de 1968, los buldóceres que trabajan al norte de Jerusalén accidentalmente se toparon con varias tumbas que datan entre el siglo I A.C. al siglo I D.C. El arqueólogo griego Vasilius Tzaferis fue instruido por el Departamento de Antigüedades Israelí a excavar cuidadosamente aquellas tumbas. Así fue como, posteriormente, uno de los hallazgos más interesantes de los últimos tiempos fue descubierto - los primeros restos óseos de un hombre crucificado. El factor más importante de este hallazgo es que data de los tiempos de Cristo. El esqueleto era de un hombre llamado Yehohanan hijo de Chaggol, que había sido crucificado entre los años 24 y 28 del primer siglo. El Sr. Tzaferis escribió un artículo en Enero/Febrero de 1985 en la revista Biblical Archaeology Review (BAR). Aquí están algunos de sus comentarios que atañen a la crucifixión en los tiempos de Cristo: A finales del siglo primero, los romanos adoptaron la crucifixión ya como un castigo oficial para los no romanos por ciertas transgresiones limitadas. Inicialmente, la crucifixión fue utilizada más que como un método de ejecución, como un castigo. Por otra parte, sólo los esclavos convictos de ciertos crímenes eran castigados en la cruz. Durante este primer período, una viga de madera, conocida como “furca” o “patíbulum” fue colocada en el lomo del convicto y atado a sus brazos. …Cuando la procesión llegaba al lugar de la ejecución, una estaca vertical se fijaba en el suelo. A veces, la víctima estaba unida a la cruz sólo con cuerdas, y en tal caso, el patíbulum o travesaño, donde ya estaban los brazos de la víctima atados, simplemente se fijaban a la viga vertical. Los pies de la víctima se aseguraban a la viga vertical con unas cuantas vueltas de la cuerda. Pero, si la víctima era crucificada por medio de clavos entonces sería recostada boca arriba en el suelo con sus hombros sobre el travesaño, sus brazos serían extendidos y aseguradas sus manos con clavos al patíbulum para luego ser alzada a la unión del travesaño y la viga vertical, luego los pies eran clavados a la viga vertical. *** Por Josué Hernández www.JosueEvangelista.com 1 HALLAZGOS ACERCA DE LA CRUCIFIXIÓN DE JESUCRISTO Con le fin de alargar la agonía, los verdugos romanos idearon dos instrumentos que mantenían a la víctima con vida en la cruz por largos periodos de tiempo. Uno de ellos era el “sedile”, un pequeño asiento de madera unido a la parte delantera de la cruz, en la parte media de la viga vertical. Éste dispositivo proveía algún tipo de apoyo para el cuerpo de la víctima y explica la frase romana “sentarse en la cruz”. Tanto Justino Mártir como Ireneo describen la cruz como teniendo cinco extremos, en lugar de cuatro, el quinto fue probablemente el “sedile”. (p.48, 49) Luego, en un artículo de seguimiento de éste hallazgo arqueológico, Noviembre/Diciembre la Biblical Archaeology Review, hizo la siguiente declaración: De acuerdo a las fuentes literarios romanas, nunca los condenados a la crucifixión cargaron la cruz completa, a pesar de la creencia común que lo contradice, y a pesar de las múltiples recreaciones de la caminata de Jesús al Gólgota. En realidad sólo el travesaño era cargado, mientras que el madero vertical se encontraba en un lugar permanente para ser utilizado en ejecuciones posteriores. Como señaló Josefo, un historiador judío del primer siglo, la madera era tan escasa en Jerusalén durante el primer siglo que los romanos se vieron obligados a viajar hasta diez kilómetros de Jerusalén para obtener madera para su maquinaria de asedio. (p.21) en Son similares los detalles suplidos en el “New International Dictionary of New Testament Theology”: Es cierto que sólo los romanos practicaban esta forma de ejecución. Pero es más probable que el “staurus” tenía un corte transversal en forma de un travesaño. Las fuentes seculares no permiten ninguna conclusión en cuanto a la forma precisa de la cruz, en cuanto a si era una “crux immissa (+)” o una “crux commissa (T)”, pues no era muy común el colocar un “titlos” (sobre inscripción, del latín “titulus”), no necesariamente la cruz tenía la forma de una “crux immissa”. Había dos maneras posibles de erigir el “staurus”. El condenado podía ser fijado a la cruz en el suelo en el lugar de la ejecución, y luego alzado a la cruz. Alternativamente, era usual tener la estaca en el suelo, ya implantada en el lugar de la ejecución. La víctima era atada al madero transversal y luego alzada con éste travesaño a la estaca vertical. Este era la forma más simple del levantamiento del condenado, y el acto de cargar el travesaño (patíbulum) probablemente estaba conectado con el castigo de los esclavos. Por lo tanto, la “crux commissa” se puede tomar como una practica habitual. La cruz fue probablemente no más alta que la altura de un hombre. (Vol.1, p.392) Otros hallazgos arqueológicos: Además de los hallazgos arqueológicos más recientes, hay algunos otros de interés que vamos a tomar en cuenta. Por ejemplo: En 1873, el famoso erudito francés Charles Clermant-Ganneau reportó el hallazgo de una cámara funeraria o sepulcro en el Monte de los Olivos, dentro del cual había unos 30 osarios (cajas rectangulares de piedra) donde se conservaban restos óseos después que el tejido más blando del cuerpo se había desintegrado. Uno de estos osarios tenía el nombre “Judá” asociado con una cruz con brazos de igual longitud. Además el nombre “Jesús” apareció tres veces, y dos veces asociado con una cruz. *** Por Josué Hernández www.JosueEvangelista.com 2 HALLAZGOS ACERCA DE LA CRUCIFIXIÓN DE JESUCRISTO Sería muy poco probable que judíos cristianos hubiesen sido sepultados en ésa zona después del 135 D.C. cuando los romanos prohibieron a los judíos la entrada al Aelia Capitolina… después de la segunda revuelta judía (Ancient Times, Vol. 3, No. 1, July 1958, p.3). En 1939 las excavaciones en Herculano, la ciudad hermana de Pompeya (destruida en el 78 D.C. por el Vesubio) produjeron el descubrimiento de una casa donde había una cruz de madera clavada en la pared de una habitación. De acuerdo a “Buried History” (Vol. 10, No. 1, Marzo 1974 p.15): Debajo de ésta (la cruz) había una especie de pequeño armario, un paso más adelante, el cual se ha considerado que es algún tipo de altar, pero bien podría haber correspondido simplemente a un lugar de oración. Si ésta interpretación es correcta, y los excavadores está fuertemente a favor de la significación cristiana del símbolo y el mobiliario, entonces aquí tenemos el ejemplo de la casa de una iglesia primitiva. En 1945 una tumba familiar fue descubierta por el profesor E.L. Sukenik del Museo de Antigüedades Judías de la Universidad Hebrea. El Sr. Sukenik es la principal autoridad mundial en lo relacionado a los osarios judíos. Por lo tanto, tenga en cuenta sus conclusiones: Dos de los osarios llevan el nombre “Jesús” en griego… El segundo de ellos tiene también cuatro cruces grandes dibujadas… (El Prof. Sukenik) concluyó que las inscripciones y las cruces estaban relacionadas, siendo las expresiones de dolor por la crucifixión de Jesús, escritas acerca de ese tiempo… Profesor Sukenik señala… (que) la cruz puede representar una “expresión pictórica de la crucifixión, equivalente a exclamar ¡Él fue crucificado!” La tumba está fechada por la cerámica, las lámparas y el carácter de las letras utilizadas en las inscripciones - del primer siglo A.C a más tardar a mediados del siglo I D.C. lo cual significa que las inscripciones caen dentro de dos décadas de la Crucifixión a más tardar. (Ancient Times, Vol.3, No.1, July 1958, p.35 - Véase también Vol.5, No.3, March 1961, p.13.) La crucifixión de Cristo: Hace 2.000 años atrás, mientras Cristo colgaba de la cruz, su sangre goteaba sobre el suelo de Judea. Por unos 1000 años, incluso antes, los profetas de Jehová Dios predijeron este evento horrible (Ej.: Salmo 22:1-18 y Mateo 27:27-39; Isaías 53:1-12 y 1 Pedro 2:21-25; Zacarías 11:12-13 y Mateo 27:1-10). Tal vez la profecía más gráfica de la crucifixión se encuentra en el Salmo 22:16-17 “Porque perros me han rodeado; me ha cercado cuadrilla de malignos; horadaron mis manos y mis pies. Contar puedo todos mis huesos; entre tanto, ellos me miran y me observan”. Sabemos que esto se cumplió en Juan 19:31-37 cuando Cristo fue sujetado con clavos a la cruz por sus manos y pies. Con este tipo de detalle profético sólo los ciegos voluntariamente rechazan la inspiración de la Biblia. Un hecho poco conocido es que Pilato, el gobernador romano, no quería que Jesús fuese crucificado, porque él sabía que Jesús era inocente. Pero Pilato, el “político”, fue movido por el deseo de complacer al pueblo, y entregó a Jesús para que fuese crucificado en la farsa más grande de la historia de la humanidad. Así es como leemos: “Ahora bien, en el día de la fiesta acostumbraba el gobernador soltar al pueblo un preso, el que quisiesen. Y tenían entonces un preso famoso llamado Barrabás. Reunidos, pues, ellos, les dijo Pilato: ¿A quién queréis que os suelte: a Barrabás, o a Jesús, llamado el Cristo? Porque sabía que por envidia le habían entregado. Y estando él *** Por Josué Hernández www.JosueEvangelista.com 3 HALLAZGOS ACERCA DE LA CRUCIFIXIÓN DE JESUCRISTO sentado en el tribunal, su mujer le mandó decir: No tengas nada que ver con ese justo; porque hoy he padecido mucho en sueños por causa de él. Pero los principales sacerdotes y los ancianos persuadieron a la multitud que pidiese a Barrabás, y que Jesús fuese muerto. Y respondiendo el gobernador, les dijo: ¿A cuál de los dos queréis que os suelte? Y ellos dijeron: A Barrabás. Pilato les dijo: ¿Qué, pues, haré de Jesús, llamado el Cristo? Todos le dijeron: ¡Sea crucificado! Y el gobernador les dijo: Pues ¿qué mal ha hecho? Pero ellos gritaban aún más, diciendo: ¡Sea crucificado! Viendo Pilato que nada adelantaba, sino que se hacía más alboroto, tomó agua y se lavó las manos delante del pueblo, diciendo: Inocente soy yo de la sangre de este justo; allá vosotros. Y respondiendo todo el pueblo, dijo: Su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos. Entonces les soltó a Barrabás; y habiendo azotado a Jesús, le entregó para ser crucificado” (Mat. 27:15-26). Lo que es interesante es que, unos meses más tarde, éstas mismas personas que dijeron a Pilato: “Su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos” cambiaron de opinión, leamos: “Cuando los trajeron [a los apóstoles], los presentaron en el concilio, y el sumo sacerdote les preguntó, diciendo: ¿No os mandamos estrictamente que no enseñaseis en ese nombre? Y ahora habéis llenado a Jerusalén de vuestra doctrina, y queréis echar sobre nosotros la sangre de ese hombre” (Hech. 5:27-28). Pero los hechos de la historia son innegables y Esteban acusó a los mismos dirigentes en “¿A cuál de los profetas no persiguieron vuestros padres? Y mataron a los que anunciaron de antemano la venida del Justo, de quien vosotros ahora habéis sido entregadores y matadores; vosotros que recibisteis la ley por disposición de ángeles, y no la guardasteis” (Hech. 7:52-53). La crucifixión de los cristianos Al igual que Cristo, todos los que desean ser sus seguidores deben morir, pero no literalmente, sino simbólicamente, cuando se sumergen en el agua del bautismo. Así es como Pablo dijo por el Espíritu: “En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él? ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva. Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección; sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado” (Rom. 6:2-6) Cristo había dicho “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame” (Mat. 16:24). A lo cual, el apóstol Pablo agregó “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí” (Gal. 2:20). “Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos” (Gal. 5:24). Cristianos que crucifican a Cristo A pesar de todo lo anterior, algunos “cristianos” (en el más amplio sentido de la palabra) podrían dejar de serlo y ser culpables de crucificar a Jesús al rechazarlo completamente identificándose con los que le crucificaron en el Calvario. “Porque es imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron del don celestial, y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, y asimismo gustaron de la buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero, y recayeron, sean otra vez renovados para *** Por Josué Hernández www.JosueEvangelista.com 4 HALLAZGOS ACERCA DE LA CRUCIFIXIÓN DE JESUCRISTO arrepentimiento, crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios y exponiéndole a vituperio” (Heb. 6:4-6). “Ciertamente, si habiéndose ellos escapado de las contaminaciones del mundo, por el conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo, enredándose otra vez en ellas son vencidos, su postrer estado viene a ser peor que el primero. Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que después de haberlo conocido, volverse atrás del santo mandamiento que les fue dado. Pero les ha acontecido lo del verdadero proverbio: El perro vuelve a su vómito, y la puerca lavada a revolcarse en el cieno” (2 Ped. 2:20-22). 5 Traducido y adaptado de la obra “Have You Crucified Jesus?” escrita por Steve Rudd. *** Por Josué Hernández www.JosueEvangelista.com