HORA SANTA EN LA CAPILLA DEL OBISPADO ORANDO POR QUIEN SERÁ EL PRÓXIMO OBISPO DE NUESTRA DIÓCESIS 1. Monición Introductoria: Queridos hermanos: estamos reunidos para ofrecer a Jesús Sacramentado una hora de presencia adorante, para implorarle que vaya modelando el corazón de Padre y de Maestro de la fe de quien será el nuevo Pastor de nuestra Iglesia Diocesana; es también una hora de oración por nosotros mismos, para que seamos dóciles y abiertos a la voluntad de Dios. Con estos sentimientos, nos disponemos a comenzar nuestra hora Santa cantando. 2. Canto Eucarístico para la exposición del Santísimo Sacramento 3. Alabanzas a Jesús Sacramentado: GUÍA: Alabado sea Jesús Sacramentado TODOS: Sea por siempre Bendito y Alabado Se reza un Padre Nuestro, Ave María y Gloria, y se repite todo por tres veces. Al finalizar, el guía dice: Oremos: Señor Jesús, que permaneces con nosotros en este admirable Sacramento de la Eucaristía, concédenos vivir íntimamente unidos a tu Pasión redentora y fortalecidos con tu gracia, hasta el día en que nos llames a gozar de la comunión eterna contigo, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén. 4. Monición: El Beato Papa Juan Pablo II nos ha enseñado que “recitar el Rosario es, en realidad, contemplar con María el rostro de Cristo”. Unidos, entonces, a nuestra Madre celestial, contemplemos a Jesús y oremos para que Él nos envíe pronto un Pastor según su corazón. Para que nuestra oración sea agradable en la presencia de Dios, pidamos humildemente perdón por nuestras faltas: Yo confieso… 5. Rezo del Santo Rosario En el primer misterio glorioso contemplamos la Resurrección de Jesús “Cada Obispo tiene el cometido de anunciar al mundo la esperanza, partiendo de la predicación del Evangelio de Jesucristo… A él le corresponde, en particular, la tarea de ser profeta, testigo y servidor de la esperanza” (PG. 3) Oremos para que nuestro próximo Obispo pueda ser auténtico mensajero de esperanza en medio nuestro, ayudándonos a construir la sociedad con los ojos fijos en el triunfo de Jesús. Canto En el segundo misterio glorioso contemplamos la Ascensión de Jesús al cielo. “A través de los Obispos y de los presbíteros que los ayudan, el Señor Jesucristo, aunque está sentado a la derecha de Dios Padre, continúa estando presente entre los creyentes. El buen Pastor no abandona a su rebaño, sino que lo custodia y los protege siempre mediante aquellos que son constituidos como vicarios y embajadores suyos” (PG. 6) Oremos para que todos los fieles de esta Iglesia Diocesana tengamos una mirada limpia para descubrir, en quien sea nombrado Obispo, al buen Pastor que custodia y protege siempre a su rebaño. Canto En el tercer misterio glorioso contemplamos la venida del Espíritu Santo sobre María Santísima y los Apóstoles, en el día de Pentecostés “Sólo con la luz y el consuelo que provienen del Evangelio, consigue un Obispo mantener viva la propia esperanza y alimentarla en quienes han sido confiados a sus cuidados de pastor. Por tanto, ha de imitar a la Virgen María, Madre de la Esperanza, la cual creyó que las palabras del Señor se cumplirían” (PG.3). Roguemos a María que proteja a quien está llamado a ser, en esta Diócesis, el Padre y Pastor que mantenga viva la llama de nuestra esperanza. Canto En el cuarto misterio glorioso contemplamos la Asunción de María a los cielos “La esperanza anima al Obispo a discernir, en el contexto donde ejerce su ministerio, los signos de vida capaces de derrotar los gérmenes nocivos y mortales. La esperanza le anima también a transformar incluso los conflictos en ocasiones de crecimiento, proponiendo la perspectiva de la reconciliación. Finalmente, la esperanza en Jesús, el buen Pastor, es la que llena su corazón de compasión, impulsándolo a acercarse al dolor de cada hombre y mujer que sufre, para aliviar sus llagas, confiando siempre en que podrá encontrar a la oveja extraviada” (PG. 4) Oremos para que María, desde el cielo, anime a quien será nuestro próximo Obispo, y lo ayude a discernir los signos de vida que le permitan derrotar todo conflicto y división entre nosotros. Canto En el quinto misterio glorioso contemplamos la Coronación de María como Reina y Señora de todo lo creado. “La figura ideal del Obispo con la que la Iglesia sigue contando es la del pastor que, configurado con Cristo en la santidad de vida, se entrega generosamente por la Iglesia que se le ha encomendado, llevando al mismo tiempo en el corazón la solicitud por todas las Iglesias del mundo ” (PG. 1) Oremos para que todos los Obispos, y especialmente quien será el nuestro, puedan ser para sus fieles y para el mundo entero pastores verdaderamente configurados con Cristo por la santidad de sus vidas. Canto Rezamos ahora - por las intenciones y necesidades del Santo Padre Benedicto XVI, - por nuestros Obispos eméritos Alejandro Antonio y Juan Carlos, para que el Señor les recompense su entrega generosa entre nosotros y les conceda ánimo y fortaleza en su enfermedad; - y por nuestro Administrador Apostólico Miguel Ángel, para que el Espíritu Santo lo colme de sabiduría para la misión que le ha encomendado en esta Iglesia Diocesana: un Padre Nuestro, tres Avemarías y un Gloria. Finalizamos el Santo Rosario rezando la Salve 6. Aclamaciones Eucarísticas Se toma alguna de las fórmulas del Ritual Romano de los Sacramentos (en hoja aparte). Luego se termina con la siguiente oración: Dios y Pastor eterno de tus fieles, que gobiernas a la Iglesia con providencia y amor, te rogamos nos concedas un Pastor que nos presida en nombre de tu Hijo y que sea para nosotros Maestro fiel de la verdad, sacerdote digno de la sagrada liturgia y guía seguro de esta Iglesia Diocesana de Río Gallegos. Te lo pedimos por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén 7. Canto para la Reserva del Santísimo