NEGLIGENCIA SINDICAL. INEXISTENCIA DE PERJUICIO AL CONCURSO. REMOCIÓN DEL SÍNDICO: IMPROCEDENCIA. En la ciudad de Mar el Plata, a los 24 días del mes de febrero del año dos mil cuatro, reunida la Excma. Cámara de Apelación en lo Civil y Comercial, Sala Segunda, en acuerdo ordinario a los efectos de dictar sentencia en los autos: “DENEGRI ENRIQUE S/ CONCURSO”, habiéndose practicado oportunamente el sorteo prescripto por los artículos 168 de la Constitución de la Provincia y 263 del Código de Procedimientos en lo Civil y Comercial, resultó del mismo que la votación debía ser en el siguiente orden: Dres. Raúl O. Dalmasso, Nélida I. Zampini y Rafael F. Oteriño.//El Tribunal resolvió plantear y votar las siguientes cuestiones: CUESTIONES 1ª ¿ Es justa la sentencia de fs. 735/7?2ª ¿ Qué pronunciamiento corresponde dictar? A LA PRIMERA CUESTION EL SR. JUEZ DR. DALMASSO DIJO: I)) Dicta sentencia el Sr. Juez “a quo” a fs. 735/7 disponiendo la remoción del síndico interviniente -CPN Víctor Francisco Iriarte-, por la conducta observada en este proceso, con más la reducción de los honorarios que se regulen en su oportunidad en un cincuenta por ciento y con la inhabilitación para desempeñarse en dicho cargo por el plazo de 4 años.- Dicho pronunciamiento es apelado a fs. 739 por la sindicatura, quien en su memoria se agravia del decisorio en crisis por entender que el “a quo” ha llegado a una conclusión desafortunada, haciendo cargar sobre la sindicatura las irregularidades del presente proceso.- Explica que en su desempeño como profesional en 17 años nunca recibió reproche alguno por sus actuaciones en sede judicial.Esgrime en su defensa que, en estos autos, ha sufrido muchas dificultades para llevar adelante su tarea sindical, esencialmente por la poca colaboración del concursado.- Precisamente indica que la sanción ahora recurrida devino como consecuencia de la renuencia del deudor en colaborar con la sindicatura.- Finalmente indica que la punición impuesta es desproporcionada, toda vez que con un simple apercibimiento hubiese sido suficiente para provocar la corrección de la omisión en la que incurrió el órgano sindical.- Atento a ello y a sus antecedentes personales, el recurrente solicita que esta Alzada morigere adecuadamente la censura impuesta, dejándola sin efecto.II) Sabido es que “...el síndico, como todo funcionario designado por el juez, está sometido a un régimen disciplinario, siendo posible su remoción por mal desempeño del cargo” (MARTORELL, Ernesto, Tratado de Concursos y Quiebras, T II-A, pág. 210, ed. Depalma, 1999).- En otras palabras, la estabilidad de su función esta condicionada a su buena conducta puesto página 1 que, de ocurrir lo contrario, queda sujeto al régimen disciplinario establecido por la ley concursal en el art. 255. En ese orden de ideas, la labor sindical es objeto de análisis no sólo por parte del Juez, sino también por el concursado y los acreedores.-Ahora, si bien la ley falencial prevé la posibilidad de que se remueva a la sindicatura por mal desempeño de sus funciones, ello no () implica que dicha sanción sea la única que prevé el ordenamiento legal para encausar la deficiente conducta de aquel órgano, puesto que existen otras que son menos severas.- Lo dicho encuentra fundamento en el cuarto párrafo del art. 255 de la LCQ, que dispone que “...puede aplicarse también, según las circunstancias, apercibimiento o multa hasta el equivalente a la remuneración mensual del Juez de primera instancia”.- Ello nos lleva a pensar que la norma citada pretende castigar las faltas no excesivamente graves, debiendo seguirse una gradación o escala sancionatoria ascendente previo a la remoción del síndico (argto. MARTORELL, E., op. cit, pág. 215).- Ahora bien, sabido es que “...a los efectos de evaluar la conducta del síndico y determinar si la reprochabilidad de ella justifica su remoción, no hay un criterio unánimemente aceptado, sino una serie de lineamientos que -sobre la base de las “ideas fuerza” establecidas en el art. 255 de la ley 24.522- deberán ser objeto de prudente análisis, ponderando la situación de cada síndico en concreto” (MARTORELL, op. cit., pág. 214).-En tal sentido se ha expedido la jurisprudencia al establecer que “al ponderar la conducta del síndico con vista a la aplicación a él de medidas disciplinarias, no sólo se deberá valorar su conducta en el concurso o quiebra de que se trate, sino también su historial y antecedentes que registra en el desempeño de funciones semejantes” (Cám. Nac. Com., Sala A, 6/4/1979 in re “Fasa S.A. s/ Quiebra”, pub. en LL 1979-B-495).- Por otro lado, si el síndico viene incurriendo en conductas morosas, omisivas, y de absoluta indiferencia en el cumplimiento de las mandas legales y judiciales, basta la peligrosidad de su conducta para sancionarlo, no siendo necesario acreditar -como conditio sine qua non para que se lo sancione- que él ha causado perjuicio a la masa: basta su mera peligrosidad” (SEGAL, Rubén, Sanciones aplicables y responsabilidad del síndico en la ley concursal” pub. en LL, 150, pág. 851 y MARTORELL, op. cit, pág. 217).Desde esta perspectiva, luego de efectuar un análisis de los actuados llego a la conclusión de que la sanción impuesta es excesiva.- En efecto, sin perjuicio de tener en cuenta el trámite irregular del presente concurso (adviértase que el expediente es una reconstrucción, que a fs. 588/90 se separó al concursado de la administración, y que el acuerdo preventivo fue homologado en el año 1986), considero -con un criterio distinto al del primer sentenciante- que la conducta del síndico no trasunta una gravedad tal de la que haya devenido un perjuicio evidente para el concurso, sino que, por el contrario, ha sido la peligrosidad de su conducta la que potencialmente podría llegar a causarlos.- Efectivamente, obsérvese que el único punto que puede objetarse en la actuación de la sindicatura es su morosidad en contestar la intimación de fs. 730, toda vez que con el escrito de fs. 729 -presentado en la Secretaría del Juzgado el mismo día en que se despachó la intimación aludida (v.gr. 20 de mayo de 2003)-, el órgano sindical había cumplido parcialmente con la página 2 providencia de fs. 727.-Es evidente, entonces, que dicha actuación merece reproches, pero no tan severos como los que presupone la aplicación de la grave sanción impuesta.- Así las cosas, siendo que la normativa disciplinaria queda sometida al libre arbitrio y prudencia del Juez actuante, estimo que el apercibimiento y la pérdida de un porcentaje de los honorarios a percibir son remedios suficientemente adecuados para contrarrestar la negligencia sindical (arts. 274 y 255 de la LCQ).-Por otro lado, no se ha imputado a la sindicatura un actuar doloso en el ejercicio de su función, ni se encuentran asentados en los actuados otros incumplimientos anteriores, por lo que castigarlo con la remoción sin más, por haber “descuidado” el trámite concursal, sería establecer -desde mi óptica- una sanción desproporcionada a la conducta sindical objeto de reproche (argto. MARTORELL, op. cit. pág. 217).-Considero entonces que -por los motivos expuestos- corresponde modificar el pronunciamiento impugnado, aplicando al CPN Iriarte un apercibimiento a la sindicatura, condenándolo a la pérdida de un 10% de los honorarios que le correspondan percibir como consecuencia de su labor en el presente juicio.- Sin perjuicio de lo expuesto, estimo que, de entenderlo menester, el Magistrado de la instancia de origen podrá arbitrar las medidas que estime pertinentes para que el órgano sindical de cabal cumplimiento a lo ordenado a fs. 272 y 730.-Así lo voto.Los Sres. Jueces Dres. Nélida I. Zampini y Rafael Oteriño votaron en igual sentido y por los mismos fundamentos.A LA SEGUNDA CUESTION EL SR. JUEZ DR. DALMASSO DIJO: Corresponde: I) Modificar la resolución de fs. 735/7, aplicando a la Sindicatura -CPN Víctor Francisco Iriarte las sanciones de apercibimiento y pérdida de un 10% de los Honorarios que le corresponda percibir, dejando sin efecto la remoción y la inhabilitación para poder ejercer la actividad sindical durante 4 años y II) Propongo que no se impongan costas de la Alzada atento a la forma en que se resuelve el recurso articulado (art. 68 2ª parte del CPC).- ASI LO VOTO.Los Sres. Jueces Dres. Nélida I. Zampini y Rafael Oteriño votaron en igual sentido y por los mismos fundamentos.En consecuencia se dicta la siguiente SENTENCIA Por los fundamentos expuestos en el precedente acuerdo se resuelve: I) Modificar la resolución de fs. 735/7, aplicando a la Sindicatura -CPN Víctor página 3 Francisco Iriarte las sanciones de apercibimiento y pérdida de un 10% de los Honorarios que le corresponda percibir, dejando sin efecto la remoción y la inhabilitación para poder ejercer la actividad sindical durante 4 años y II) No se imponen costas de Alzada atento a la forma en que se resuelve el recurso articulado (art. 68 2ª parte del CPC).- Notifíquese personalmente o por cédula (art. 135 inc. 12 del CPC).- Devuélvase.//FDO.: RAFAEL F. OTERIÑO - RAUL O. DALMASSO - NELIDA I. ZAMPINI página 4