“LA PARROQUIA COMO LUGAR DE LA INICIACIÓN EN EL ENCUENTRO CON JESUCRISTO, Y DE LA FORMACIÓN PERMANENTE DE LOS DISCÍPULOS MISIONEROS” 1 LA PARROQUIA COMO LUGAR DE LA INICIACIÓN EN EL ENCUENTRO CON JESUCRISTO, Y DE LA FORMACIÓN PERMANENTE DE LOS DISCÍPULOS MISIONEROS 1. La categoría “discípulos misioneros” a) Es una de las claves de Aparecida. Quiere decir que desde ella pueden: Comprenderse Vivirse Las dimensiones fundamentales de la vida cristiana. b) Remite directamente a la persona, antes que a la organización, planes o doctrina. Hoy, valoración de la subjetividad individual (DA 44): o Positivo: reconocimiento de la libertad y dignidad de la persona. o Negativo: subjetivismo individualista. Discípulo Misionero: la persona que libremente se adhiere a Jesucristo. c) Remite a la persona de Jesucristo. DA 243: “¿Cuál es el inicio de ese sujeto nuevo que emerge en la historia y al que llamamos discípulo?” “El acontecimiento de Cristo”. En el “ver” hablaron ustedes de: o Falta de identidad cristiana o Relativismo e indiferentismo Aparecida nos dice que: “No resiste los embates del cambio una fe reducida a: normas, devocionalismos, adhesiones selectivas, participación ocasional en los sacramentos, etc. (Cfr. DA 12 ) Por eso, es necesario “recomenzar desde Cristo” y novedad de vida en Cristo (DA 11 y 13). “revitalizar” la 2 2. ¿Dónde se hace este discípulo misionero? El discípulo misionero “no nace, se hace” (Tertuliano) ¿Dónde?: En la comunidad de discípulos ya existente: es decir EN LA IGLESIA. “El encuentro con Cristo, gracias a la acción del Espíritu Santo se realiza en la fe recibida, vivida en la Iglesia” (DA 246). La Iglesia se vive y realiza con diversos Círculos Concéntricos: Comunidades Eclesiales Comunidades locales Parroquias Diócesis Iglesia Universal 3 La parroquia: Comunidad de Discípulos Misioneros en la que viven y se forman los nuevos Discípulos Misioneros (DA 170). La Iglesia “madre” en cuyo seno se forman los cristianos. Muy diferentes parroquias por extensión, número de habitantes, clase social, etc. En parroquias tan grandes como las nuestras existe el peligro del anonimato. Por eso son muy convenientes los “sectores pastorales” y las “comunidades locales”. 3. Cómo se hace el Discípulo Misionero Tesis: Por medio de la iniciación cristiana (DA 287). La parroquia es el espacio de la iniciación (DA 170). Analicemos estas dos afirmaciones. a) La iniciación cristiana (DA, 286-294) Aparecida parte de un HECHO (DA 286): Muchos creyentes bautizados que: o No recibieron con regularidad los sacramentos (eucaristía). o No se insertan activamente en la comunidad eclesial. o Con una identidad débil y vulnerable. o Sin conciencia de su misión de ser sal y levadura. Habría que añadir a los no-bautizados, que en las grandes ciudades cada vez son más. Un desafío: Esto nos interpela profundamente (DA 286). “Constituye un desafío que cuestiona a fondo nuestra pastoral” (DA 287). “O iniciamos en el encuentro con Cristo o no cumplimos nuestra misión”. Una tarea: Se impone la tarea irrenunciable de ofrecer una modalidad operativa de iniciación cristiana (DA 287). Una forma de iniciación es el catecumenado de adultos (DA 288): Catecumenado 4 o Bautismal para los no bautizados. o Post-bautismal, para los bautizados (alejados). no catequizados b) La parroquia y la iniciación cristiana Tesis: “La parroquia ha de ser el lugar donde se asegure la iniciación cristiana”. “Tendrá como tareas irrenunciable: o Iniciar en la vida cristiana a adultos bautizados no evangelizados. o Educar en la fe a los niños bautizados, en un proceso hacia la madurez. o Iniciar en la vida cristiana a adultos no bautizados” (DA 293). Comentario: La comunidad parroquial es, pues, una comunidad iniciática. Iniciar o reiniciar en la fe es hoy la tarea más urgente e importante. Y la parroquia entendida como “comunidad de comunidades” no como mera institución ni como estación de servicio. Cambios culturales profundos, rápidos, globales, (DA 39) En un contexto de tradición y de cristiandad, la misma cultura era mediación de la fe. Hoy los cambios profundos, rápidos, complejos traen: o Una crisis de sentido global. o Una crisis de mediación para transmitir los valores, incluidos los religiosos. Esta crisis de transmisión afecta incluso a la misma familia. De ahí la necesidad de “comunidades iniciáticas en la vida cristiana” “Es necesario asumir la dinámica catequética de iniciación cristiana” (DA 291). c) Teología y pastoral de la iniciación cristiana En el nº 289 describe el proceso de iniciación: kerigma-encuentroseguimiento-comunidad-sacramentos. 5 La explicación más amplia de: La catequesis de iniciación cristiana. Del catecumenado de adultos, bautismal o post-bautismal la encontramos en: o DGC:Directorio General de Catequesis o RICA: Ritual de la Iniciación Cristiana de Adultos No puedo detenerme a explicar todo esto, sólo me queda añadir: o DGC: nos dice que el catecumenado bautismal de adultos es el modelo de toda iniciación y de toda la catequesis (Cap. III. Pag. 97) o Aparecida 294: propone que este proceso catequético adoptado por la iglesia para la iniciación de la vida cristiana sea asumido por todo el continente como la: Manera ordinaria Manera indispensable de introducir en la vida cristiana 4. Iniciación en el encuentro y seguimiento de Jesucristo a) Iniciar ¿en qué? Dos textos claros: “La iniciación cristiana es la manera práctica de poner en contacto con Jesucristo e iniciar en el discipulado” (DA 288). “La iniciación cristiana conduce a un encuentro personal, cada vez mayor, con Jesucristo…” (DA 289) Iniciados ¿en qué? En la relación con la persona de Jesucristo: Recordemos lo dicho con fuerza por el Papa Benedicto XVI: “Se comienza a ser cristiano por el encuentro con un acontecimiento, con una persona, Jesucristo” (DA 12, 243). La iniciación cristiana nos introduce en este acontecimiento de la persona de Jesucristo. “Esta es la naturaleza misma del cristianismo” no una ley, un orden, una doctrina, sino Jesucristo (DA 244). b) Categorías de Aparecida para expresar la relación con Jesucristo: seguimiento, encuentro, vida 6 Seguimiento (DA Cap. 4) comporta: Adhesión a la persona de Jesucristo. Síganme. Configuración con su mundo interior. Imitación de su modo de vida histórica. Participación en su misión y destino. Encuentro: Categoría de E. in A.: “El encuentro con Jesucristo camino de conversión, de comunión y de solidaridad”. Categoría de Aparecida, (DA 6.1): “una espiritualidad trinitaria del encuentro con Jesucristo”. Encuentro por la fe amorosa con el Señor Resucitado que tiene su paradigma en el encuentro histórico que narran los evangelios. Con la explicación de los lugares de encuentro hoy: la Iglesia, la Palabra, la Eucaristía, la comunidad, los pobres. Vida en Cristo: Quienes se adhieren a Jesucristo participan de su vida, que es la vida Trinitaria del Padre-Hijo-Espíritu Santo (DA 348). Iniciar en la vida en Cristo. c) Iniciación sacramental La Iniciación Cristiana “nos da la oportunidad de fortalecer la unidad de los tres sacramentos de la iniciación y profundizar en su rico sentido” (DA 288). La Iniciación Cristiana culmina con la celebración de los tres sacramentos de la iniciación: bautismo, confirmación y eucaristía. La pastoral de estos sacramentos, replanteados desde la iniciación o reiniciación de adultos, tendrá consecuencias muy importantes en toda la pastoral sacramental y en la catequesis. Es muy distinto hacer girar la vida parroquial: o En el “bautismo de niños” o en el de adultos. o En la mínima evangelización o en un proceso de iniciación cristiana. o En una catequesis “para el sacramento” o para el “discipulado misionero”. 7 5) La formación de los discípulos misioneros (6.2) (276-785) a) Afirmaciones de Aparecida “La vocación y el compromiso de ser hoy un discípulo misionero en América Latina requiere una clara y decidida opción por la formación de todos los discípulos misioneros”. (DA 276) “La parroquia: comunidad eclesial en la que se forman los discípulos misioneros”. (DA 170) “Los mejores esfuerzos de las parroquias, en este inicio del tercer milenio, deben estar en la convocatoria y formación de los laicos misioneros. (DA 247) b) La realidad de nuestra iglesia hondureña Por una parte: la Iglesia de Honduras en los últimos 44 años ha realizado una gran labor de formación e incorporación de los laicos. Pero aún quedan muchos católicos poco catequizados y poco formados. Además, el cambio cultural afecta profundamente a la fe y requiere una fe cada vez más formada. En conclusión, es urgente y prioritaria la formación de los discípulos misioneros, especialmente de los laicos. c) Desarrollo en el documento Aparecida desarrolla con bastante amplitud la naturaleza, los pasos y los criterios de la formación (6.2). Explica también cuáles son los lugares de formación, entre los que señala a la parroquia (DA 6.4). Pero luego dice muy poco de la parroquia en cuanto formadora (DA 305306). La razón estriba en que el apartado 6.4.2 formaba parte del capítulo de la “comunión” en el texto anterior y al pasarlo a “la formación” no se hizo bien la adaptación. 8 Por tanto, deja a las parroquias la forma concreta de organizar esta formación, si bien el Documento se detiene a señalar los criterios que la han de regir. El gráfico adjunto nos ofrece la visión general. 9 GRÁFICO 10 Conclusión Creo que lo que más necesitamos es una formación de los laicos: Sistemática, Progresiva, Integral, Planificada. Vale la pena que los presbíteros invirtamos tiempo en esto, pues seremos “agentes multiplicadores” de nuevos agentes cualificados. + Ángel Garachana Pérez, CMF Obispo de San Pedro Sula