4 HERALDO DE ARAGON tercer MILENIO n este primer n˙mero del curso, la nueva secciÛn que nos acompaÒar· en la p·gina 8, ´Ciencia soÒadaª, salta a las p·ginas centrales. Estrenamos ese apartado con la colaboraciÛn especial de uno de los mayores Ciegos a la gravedad expertos en FÌsica E TeÛrica, a quien pedimos que ´soÒaraª con el futuro de su rama de la ciencia. Dado que su especialidad es la GravitaciÛn y CosmologÌa, eligiÛ como anhelo cientÌfico ´la detecciÛn directa de la radiaciÛn gravitatoriaª. La ´domesticaciÛnª de los fenÛmenos gravitatorios podrÌa abrirnos horizontes que apenas podemos imaginar. El Universo, tan oscuro hoy desde nuestros telescopios, se aparecerÌa ante nosotros en todo su esplendor. E Zaragoza Martes, 17 de octubre de 2000 Número 233 tercer MILENIO El Encuentro ´Ciencia y periodismoª, organizado por la Universidad Internacional MenÈndez Pelayo, reuniÛ en Formigal a profesionales de diversos medios de comunicaciÛn que reflexionaron sobre la relaciÛn entre periodistas y cientÌficos, asÌ como sobre las posibles fÛrmulas de acercar la ciencia a la sociedad. Las neurociencias constituyen un apasionante campo de investigaciÛn todavÌa lleno de desafÌos. Si, a finales del siglo pasado, RamÛn y Cajal logrÛ entender cÛmo eran las neuronas y cu·les eran sus funciones, hoy el principal reto se sit˙a en llegar a comprender las bases biolÛgicas de la consciencia y los procesos mentales. Un Universo oscuro ante los ojos En p·gina En p·gina 3 NCSA 8 A las puertas del siglo XXI, la detecciÛn directa de radiaciÛn gravitatoria es uno de los sueÒos de la ciencia actual n ciencia no todo son resultados. TodavÌa hay retos por delante, sueÒos cientÌficos, fenÛmenos que se resisten a ser domesticados. Este es el caso de los fenÛmenos gravitatorios. Sabemos que las cosas se caen, y que esto se debe a la atracciÛn gravitatoria que ejerce la Tierra sobre ellas, pero a˙n no estamos capacitados pa- ra observar directamente la radiaciÛn gravitatoria. Igualmente, tampoco sabemos producir con suficiente intensidad ondas de este tipo en laboratorios terrestres. Sufrimos una ´gravicegueraª que coloca ante nuestros ojos un Universo oscuro, del que nuestros telescopios adivinan una mÌnima parte. Llegar a dominar la radiaciÛn gravitatoria ñen cuyo estudio se trabaja intensamente en varios laboratorios del mundoñ supondrÌa abrir una ventana a un Universo lleno de objetos que hoy no podemos siquiera imaginar. CIENCIA APLICADA, CREATIVIDAD Y EMPRESAS TERCER MILENIO es un suplemento de ciencia aplicada y creatividad editado por HERALDO DE ARAGON y pensado para el mundo de la investigaciÛn, la empresa aragonesa y la enseÒanza media y superior, a los que llega con la colaboraciÛn del Instituto TecnolÛgico de AragÛn y del Banco Central Hispano. AsesorÌa cientÌfica: Instituto TecnolÛgico de AragÛn, Vicerrectorado de InvestigaciÛn de la Universidad de Zaragoza y Miguel Angel Sabadell. Coordina: MarÌa Pilar Perla Mateo. http://milenio.heraldo.es 17 DE OCTUBRE DE 2000, MARTES E-mail: [email protected] JosÈ MarÌa MartÌn Senovilla maginemos una bellÌsima, extensa y frondosa selva que sÛlo podemos divisar desde el exterior lejano. La selva est· plagada de insectos, aves, reptiles, mamÌferos y toda clase de especies animales. Los rÌos I surcan los suelos, y los lagos, charcas y aguas subterr·neas se esparcen por el territorio aleatoriamente, llenando de vida sus m·s remotos lugares. La vegetaciÛn es ubÈrrima, con grandiosos ·rboles e innumerables plantas de mayor o menor tamaÒo. Sin embargo, desafortunadamente, desde nuestra ¿EXISTE? Una certeza que viene de la teorÌa y la observaciÛn Ûmo estamos seguros de que la radiaciÛn gravitatoria existe, si no hemos sido capaces de observarla hasta ahora? La respuesta afirmativa procede de dos frentes distintos. Uno teÛrico y el otro observacional. C ´Prediccionesª El primero simplemente se basa en que todas las teorÌas que tenemos actualmente para describir correctamente el campo gravitatorio, y en particular la Relatividad General de Einstein, ´predicenª la existencia de tal radiaciÛn y tambiÈn que su velocidad de propagaciÛn es la misma que la de la luz. Esta es la misma situaciÛn en que se encontraba la FÌsica desde la predicciÛn teÛrica de Maxwell y antes del descubrimiento de Hertz. MÈtodo indirecto El observacional se basa en el hecho de que la radiaciÛn gravitatoria ya ha sido detectada ´indirectamenteª. El radiop˙lsar PSR1913+16 y su estrella de neutrones compaÒera, en la constelaciÛn del Aguila, forman un sistema estelar binario fuertemente acoplado del que, por mÈtodos sofisticados, sabemos medir los diferentes periodos orbitales y de rotaciÛn. Se observa un descenso en el periodo de rotaciÛn que se interpreta como debido a una disminuciÛn del tamaÒo de la Ûrbita causado por ´emisiÛn de ondas gravitatoriasª. Las dos estrellas que componen este sistema son de neutrones. La ´visibleª desde la Tierra lo es por emisiones de radio. La compaÒera sÛlo es posible detectarla de forma indirecta. El acuerdo entre los c·lculos basados en la Relatividad General y lo observado es excelente, y nadie duda de que ello indica que la radiaciÛn gravitatoria existe. De hecho, Hulse y Taylor recibieron el premio Nobel de FÌsica en 1993 por este descubrimiento. lejana posiciÛn no somos capaces de ver nada de lo que la selva tiene en su interior. Ni siquiera usando los m·s sofisticados telescopios podemos adentrarnos en ella, ya que toda la luz que recibimos (la luz es lo que ven los telescopios) proviene del exterior de la selva, es emitida por los ·rboles m·s altos. El resto de luz ha quedado atrapado en el interior de la selva, por la opacidad de las cosas. Podemos suponer que hay agua, porque vemos las copas de los ·rboles, pero no sabemos cu·nta, ni dÛnde. No oÌmos los ruidos emitidos por las cataratas, ni los cantos de los p·jaros, ni las estampidas de los animales. No sabemos, de hecho, si hay fauna... En definitiva, no sabemos apenas nada del maravilloso mundo que esconde tal selva. Pues bien, digan lo que digan los informativos diarios y algunos cientÌficos entusiastas, Èse es pura y llanamente nuestro actual conocimiento del Universo (la selva). No sabemos casi nada de Èl ni de lo que contiene, salvo los grandes rasgos, porque todo lo que conocemos lo ´vemosª con nuestros telescopios, que miden la luz y otras ondas electromagnÈticas (ondas de radio, microondas, rayos X, gamma, etc.), pero parece ser que la mayor parte del Universo (pongamos el 90 por ciento) est· formado por materia oscura, o sea, materia ´invisibleª para dichos telescopios. Tenemos ante nosotros la m·s fant·stica selva, y no hemos podido a˙n adivinar siquiera quÈ contiene, ni cÛmo se desenvuelve. Somos unos supinos ignorantes. -----------------JosÈ MarÌa MartÌn Senovilla es catedr·tico de FÌsica TeÛrica de la Universidad del PaÌs Vasco e investigador en el Laboratorio de FÌsica Matem·tica de la Societat Catalana de FÌsica, IEC, de Barcelona. [email protected] La graviceguera, øun ´malª sin cura? xisten fenÛmenos en la Naturaleza ante los que hemos sido ´ciegosª durante aÒos ñlos electromagnÈticos, por ejemploñ y otros ante los que seguimos siÈndolo, como es el caso de los gravitacionales. Para comprender lo que podrÌa suponer curar nuestra ´gravicegueraª resultar· muy ˙til un breve repaso histÛrico y una comparaciÛn. Fue Maxwell quiÈn, en el siglo pasado (el XIX queremos decir), y bas·ndose en resultados previos de Faraday, consiguiÛ la primera unificaciÛn en la historia de la FÌsica: la de los fenÛmenos elÈctricos con los magnÈticos. El resultado es lo que desde entonces se llama ´Electromagnetismoª. Todo el mundo sabe lo que es un im·n (magnetismo) y tambiÈn ha recibido una descarga elÈctrica. Pues bien, desde Maxwell sabemos que esas dos cosas no son m·s que diferentes manifestaciones de lo mismo. Pero, adem·s, los estudios de Maxwell para comprender estas interacciones condujeron a una predicciÛn maravillosa e insospechada: ese campo unificado parecÌa tener que manifestarse a veces en forma de propagaciÛn de ondas E http://www.ligo.caltech.edu/ http://www.virgo.infn.it/ http://www.geo600.uni-hannover.de/ http://tamago.mtk.nao.ac.jp/ (como se propagan las olas del mar) que transportaban puro campo ´electromagnÈticoª. M·s a˙n, la velocidad de propagaciÛn de dichas ondas coincidÌa con la que se habÌa observado para la propagaciÛn de la luz. No sÛlo los fenÛmenos elÈctricos y magnÈticos, sino tambiÈn la luz, eran la misma cosa. Ondas Poco despuÈs, Hertz conseguÌa ´emitir y recibir en el laboratorioª ondas electromagnÈticas (llamadas a menudo ondas hertzianas) similares a las luminosas, pero de diferente frecuencia. Las ondas electromagnÈticas que creÛ Hertz son del tipo de las que hoy se usan en la radio. Maxwell y Hertz lograron la ´domesticaciÛnª del campo electromagnÈtico y, en particular, de su manifestaciÛn en forma de ondas, llamada ´radiaciÛn electromagnÈticaª. Desde entonces, estos fenÛmenos han estado a nuestra disposiciÛn y, hoy en dÌa, es pr·cticamente imposible imaginar nuestra civilizaciÛn y la sociedad sin ellos. Los fenÛmenos electromagnÈticos y su radiaciÛn son cotidianamente ubicuos. Adem·s de la electricidad que llega a las casas, se pueden citar los aparatos electrodomÈsticos, telefonÌa, mandos a distancia, radio, televisiÛn, comunicaciones, computadoras, radar, aparatos de rayos X, hornos de microondas, Internet, fibra Ûptica, megafonÌa, alumbrado, puertas autom·ticas, l·seres y un larguÌsimo etcÈtera. La influencia de la revoluciÛn electromagnÈtica en nuestras vidas es enorme, quÈ duda cabe. øAlguien puede imaginarse su vida sin tales avances? No hay sÛlo fenÛmenos electromagnÈticos en la vida cotidiana, empero. Existe otra clase de fenÛmenos fÌsicos habituales, de la experiencia diaria: los gravitatorios. Todos sabemos que las cosas ´se caenª si se sueltan: esto se debe a la atracciÛn gravitatoria que ejerce la Tierra sobre ellas. Y aquÌ es donde viene la comparaciÛn antes aludida: por lo que hoy se conoce, el campo que crea la interacciÛn gravitatoria tambiÈn se manifiesta en forma de ondas (la ´radiaciÛn gravitatoriaª). Desafortunadamente, no sabemos, y quiz·s no sepamos nunca, producirlas con suficiente intensidad en laboratorios terrestres. Y tampoco hemos sido capaces de observarlas ´directamenteª. Es en este sentido que la humanidad no est· capacitada para ´gravimirarª o ´graviescu- HERALDO DE ARAGON tercer 17 DE OCTUBRE DE 2000, MARTES MILENIO 5 PROYECTOS charª, como se prefiera, o sea, para observar la radiaciÛn gravitatoria. Si alg˙n dÌa conseguimos arreglar esta ceguera, øquÈ ocurrir·? øConseguiremos domesticar la radiaciÛn gravitatoria en la medida que lo hemos hecho con la electromagnÈtica? La revoluciÛn consiguiente, øser· del mismo calibre? LIGO/NCSA/REUTER/EFE/NASA De izquierda a derecha y de arriba a abajo: laboratorio LIGO en Hanford, EE. UU., sus brazos miden 4 kilÛmetros cada uno; simulaciÛn de ondas gravitatorias de tipo Brill; un inmenso agujero negro eyecta masa desde el centro de la galaxia M87; agujero negro en el corazÛn de una galaxia espiral POSIBILIDADES InterferometrÌa l·ser a la caza de nuevas ondas øQuÈ nos traer· el dominio de la radiaciÛn gravitatoria? Lo que queda ahora es acabar con nuestra ´gravicegueraª. Necesitamos detectar directamente y domeÒar la radiaciÛn gravitatoria. Y se est·n invirtiendo muchÌsimos esfuerzos en ello. El pionero en tratar de detectar esta radiaciÛn fue Weber en 1960, pero los medios a su alcance en esa Època hacÌan imposible el Èxito. Weber utilizÛ ´barras resonantesª, enormes cilindros met·licos que deberÌan vibrar al paso de una onda gravitatoria. TodavÌa hoy se persigue la detecciÛn de esas ondas con este tipo de barras, o tambiÈn con esferas, a temperaturas cercanas al cero absoluto y con mÈtodos de filtrado de seÒales muy modernos. M·s posibilidades de Èxito tienen, no obstante, los experimentos que se est·n preparando con enormes aparatos de interferometrÌa l·ser. Estos se basan en la medida de interferencias luminosas ñ°incluso aquÌ aparecen las ondas electromagnÈticas!ñ en rayos l·ser que siguen parcialmente diferentes caminos y finalmente se reencuentran. Si una onda gravitatoria arriba adonde est· el interferÛmetro, produce un cambio en los l·seres, distinto seg˙n el camino del l·ser y la orientaciÛn de la onda, que se manifiesta en un patrÛn de interferencia como el que se produce cuando dos o m·s olas marinas chocan. Existen varios proyectos faraÛnicos y carÌsimos en construcciÛn. Podemos citar LIGO, que tiene en marcha tres interferÛmetros en dos lugares de los EE.UU. O tambiÈn VIRGO, que construye el suyo en Pisa, Italia. Asimismo GEO600, un detector m·s pequeÒo en Alemania. O, a˙n menor, el TAMA300 en JapÛn. Todos ellos esperan estar a pleno funcionamiento en la prÛxima dÈcada. Si las prestaciones de estos aparatos son las que aseguran sus defensores, no cabe duda de que tendr·n la sensibilidad adecuada para medir las ondas emitidas en grandÌsimos cataclismos cÛsmicos, como la explosiÛn de supernovas o el colapso de agujeros negros. Pero no est· de m·s la prudencia, ya que la tecnologÌa necesaria no parece estar completamente desarrollada y llevamos ya m·s de una dÈcada esperando resultados preliminares sin Èxito. øquÈ podemos prever que nos deparar· el dominio de la radiaciÛn gravitatoria? Podemos citar, entre muchos otros, los siguientes puntos, aunque predecir siempre es difÌcil y lo que encontraremos ser· en su mayor parte inesperado. • La informaciÛn nos llegar· sin corromper, ya que las ondas gravitatorias viajan por el espacio sin apenas interaccionar con la materia. Por ejemplo, nos permitir· saber cÛmo es el interior de las supernovas o conocer el Universo muy lejano (es decir, muy antiguo). • Adem·s, debe existir una radiaciÛn de fondo ´gravitatoriaª remanente de la gran explosiÛn inicial, an·loga a la ya conocida de microondas. Esta radiaciÛn nos permitir· conocer la historia del Universo hasta tiempos increÌblemente pequeÒos, muy prÛximos al tiempo de la gran explosiÛn (unos 10-24 segundos). Esto es de importancia para el estudio del origen del Universo. • Nos dar· informaciÛn nueva sobre objetos colapsantes y muy compactos, incluyendo por ejemplo los agujeros negros si es que existen. • Nos confirmar· la teorÌa m·s apropiada para describir la gravedad y, en particular, ser· un test definitivo para la Relatividad General. • Pero quiz·s lo m·s importante, esperanzador y sugerente es que nos proporcionar· evidencias sobre la existencia de muchos objetos que no sabemos nombrar ahora, que no imaginamos que existen ni cÛmo pueden ser, pero de cuyas propiedades, localizaciÛn e historia obtendremos suficiente informaciÛn. En pocas palabras, se aparecerÌa el Universo ante nosotros, novedoso y pleno como la selva que mencion·bamos a principio del reportaje. Parece lÛgico pensar que, cuando menos, la revoluciÛn serÌa una ´nueva e independienteª ventana abierta al Universo. Y ello porque todas las cosas que existen, sean visibles o invisibles electromagnÈticamente, ´gravitanª. PerderÌamos la ´gravicegueraª y el Universo dejarÌa de ser mayormente desconocido. Lo que se descubrir· seguro que es apasionante, impredecible y muy sorprendente. Veremos y podremos escuchar la selva por dentro. Cambiar· toda nuestra cosmovisiÛn. øAlguien da m·s? Y NCSA/GEO600 De arriba a abajo: simulaciÛn de las Ûrbitas de un sistema binario de estrellas de neutrones; dos de los espejos del interferÛmetro GEO600, en Hannover, Alemania, cuyos brazos miden 600 metros cada uno; vista del interior de uno de los tanques en este mismo laboratorio, la zona roja es uno de los l·seres