La gripe porcina o influenza porcina es una enfermedad infecciosa, una enfermedad infecciosa es la manifestación clínica consecuente a una infección (infección es el término clínico para la colonización de un organismo huésped por especies exteriores) provocada por un microorganismo —como bacterias, hongos, virus, protozoos, etc., o por priones. En el caso de agentes biológicos patógenos de tamaño microscópico, no se habla de infección sino de infestación. Causada por un virus perteneciente a la familia Orthomyxoviridae y que afecta fundamentalmente a poblaciones porcinas. Estas cepas virales son conocidas como virus de la influenza porcina o SIV, por las siglas en inglés de Swine Influenza Viruses, aunque esta distinción no está basada en filogenia. Las cepas de SIV detectadas hasta la fecha han sido clasificadas como parte del género Influenza virus C o alguno de los subtipos del género Influenza virus A.1 Los virus de la influenza porcina por lo general no infectan a los seres humanos. Sin embargo, han ocurrido casos esporádicos de infecciones de influenza porcina en seres humanos. Por lo general, estos casos se presentan en personas que tienen exposición directa a los cerdos (es decir, niños que se acercan a los cerdos en ferias o trabajadores de la industria porcina). Además, ha habido algunos casos documentados de personas que han contagiado el virus de la influenza porcina a otras. Por ejemplo, en 1988, un presunto brote infeccioso de influenza porcina en cerdos en Wisconsin causó múltiples infecciones en seres humanos y, aunque no ocurrió un brote en la comunidad, se identificaron anticuerpos que comprobaron la transmisión del virus de un paciente a personal de atención médica que habían tenido contacto cercano con él. Los síntomas de la influenza porcina en las personas son similares a los de la influenza estacional común en seres humanos y entre estos se incluyen un cuadro febril agudo con temperaturas superior a los 39 grados, letargo, falta de apetito, dolor muscular y de cabeza, tos, ojos enrojecidos y flujo nasal. Algunas personas con influenza porcina han reportado también dolor de garganta, náuseas, vómitos y diarrea. Diagnóstico de la influenza Es muy difícil distinguir la influenza de otras infecciones solamente con base en los síntomas. Probablemente sea necesario que lo vea un médico para determinar si tiene influenza o una complicación de esta enfermedad. Existen pruebas que pueden determinar si usted tiene influenza, siempre y cuando se realicen dentro de los primeros 2 o 3 días después de contraer la enfermedad. Si tiene los síntomas de la influenza y le preocupa que tenga la enfermedad, especialmente si tiene un riesgo alto de sufrir complicaciones a causa de la influenza, debe consultar a su proveedor de atención médica. Entre aquellos más propensos a sufrir complicaciones están las personas de 65 años de edad o más, las que tienen afecciones crónicas (como asma, diabetes o enfermedades cardiacas), las mujeres embarazadas y los niños pequeños. ¿Cómo se propaga la influenza porcina? Los virus de la influenza se pueden transmitir directamente de los cerdos a las personas y de las personas a los cerdos. Las infecciones en seres humanos por los virus de la influenza provenientes de los cerdos tienen más probabilidad de ocurrir en las personas que están en contacto cercano con cerdos infectados, como las que trabajan en criaderos de cerdos y las que participan en las casetas de cerdos en las ferias de exhibiciones de animales de cría. La transmisión de la influenza porcina de persona a persona también puede ocurrir. Se cree que esta transmisión es igual a la de la influenza estacional en las personas, es decir principalmente de persona a persona cuando las personas infectadas por el virus de la influenza tosen o estornudan. Las personas pueden infectarse al tocar algo que tenga el virus de la influenza y luego llevarse las manos a la boca o la nariz. ¿El virus de la influenza porcina H1N1 es igual a los virus H1N1 de la influenza en seres humanos? No. Los virus de la influenza porcina H1N1 son antigénicamente muy diferentes de los virus H1N1 de los seres humanos, por consiguiente las vacunas de la influenza estacional para las personas no proporcionan protección contra los virus de la influenza porcina H1N1. Fuente: Versión en español aprobada por CDC Multilingual Services – Order # 6309 RECOMENDACIONES: Entre las recomendaciones oficiales a la población figuran medidas como evitar aglomeraciones, lavarse las manos constantemente, no saludar de mano o con un beso, no compartir cubiertos con otras personas y proteger a la población más vulnerable como niños y mayores de 50 años. Lavar las manos frecuentemente con jabón o gel antibacterial. Mantenerse alejados de las personas que presenten cuadros de infección respiratoria. No saludar de mano o de beso a ninguna persona. Cubrirse nariz y boca al toser o estornudar. Evitar compartir alimentos, bebidas y utensilios, así como objetos de uso personal. Ventilar y permitir la entrada de sol a las casas, oficinas y a todos los lugares cerrados. Abrigarse y evitar cambios bruscos de temperatura. Comer frutas y verduras ricas en vitaminas A y C. Utilizar tapa bocas, tirar el pañuelo desechable en una bolsa de plástico y estornudar sobre el ángulo interno del codo. Evitar exposición a contaminantes ambientales y no fumar en lugares cerrados ni cerca de niños, ancianos y enfermos. Evitar asistir a eventos masivos sobre todo en sitios cerrados (cines, conciertos, reuniones, etcétera). Mantener limpias las cubiertas de cocina y baño, manijas y barandales, así como juguetes, teléfonos u objetos de uso común. En caso de presentar un cuadro de fiebre alta de manera repentina, tos, dolor de cabeza, muscular y de articulaciones, se deberá de acudir de inmediato a su médico o a su unidad de salud. En caso de corroborarse la enfermedad, para no contagiar a otros, se recomienda visitar al médico para que establezca el diagnóstico y tratamiento, y en ningún caso automedicarse. Ing. Leonardo Gutiérrez Cruz (ESO) Programa de Salud Ocupacional UPTC