FEEDBACK Y FEEDFORWARD, DOS HERRAMIENTAS DE COACHING Ángel Álvarez Rodríguez de la Torre Inducta [email protected] www.inducta.es RESUMEN Si definimos el coaching como el proceso de desarrollar una relación y un entorno a través del cual las personas pueden descubrir su grandeza, enfrentarse con sus deficiencias y lados oscuros, lograr más de su potencial y alcanzar sus objetivos en el trabajo y en su carrera, una de las cosas más valiosas que cualquier persona puede obtener de un coach es el feedback (retroalimentación). A través de él recibimos información sobre algo que hemos hecho, dicho, o simplemente “somos”, y que usado de forma correcta, tanto por la parte que lo da como por la parte que lo recibe, se convierte en una potente arma de desarrollo personal. Sin embargo, y desafortunadamente, la mayoría de las personas, especialmente en nuestro contexto cultural, confunden el feedback con la crítica destructiva. Y por procesos del ego y razones personales de quien lo recibe, suele tomarse como un ataque directo a su persona o a sus ideas. Además, todos los tipos de feedback son limitados, al centrarse en el pasado, en lo que ya ocurrió, en lugar de ser expansivos y dinámicos y contemplar la enorme variedad de oportunidades que depara el futuro. Precisamente para evitar estos inconvenientes, en los últimos años, desde que fuera creado por Marshall Goldsmith, se ha popularizado un nuevo modo de dar información: el feedforward o “alimentar hacia adelante”, que es una forma estructurada de ayudar a las personas a encontrar ideas nuevas con respecto a una situación. No podemos cambiar el pasado pero sí el futuro. El feedforward ayuda a la gente a centrarse en un futuro positivo, no en un pasado lleno de errores. Se pueden aumentar las opciones futuras de éxito, generando ideas acerca de cómo se pueden alcanzar mejores resultados. En este proceso se busca que surjan todo tipo de ideas, desde las más disparatadas a las más interesantes, porque no hay manera de saber, a priori, qué será lo adecuado para la situación y lo atrayente para la persona. Además, el feedforward, es casi siempre recibido como positivo porque se focaliza en soluciones y no en problemas. Es más productivo ayudar a hacer lo adecuado que probar lo que se había hecho mal. En resumen, no se trata de abandonar la práctica del feedback sino de darse cuenta de que, en muchos casos, el feedforward puede ser preferible, más eficiente y, sobre todo, mejor recibido. JIMCUE´10 - V Jornadas Internacionales Mentoring & Coaching: Universidad – Empresa (23, 24 y 25 noviembre, Madrid) Págs. 21 21