Solubilidad Dos definciones de solubilidad: Medida de la cantidad máxima de soluto que puede disolverse en una cantidad determinada de disolvente y a una temperatura dada. La máxima concentración que puede alcanzar un soluto a una temperatura dada. Las unidades en que se expresa la solubilidad son variadas, en general se expresa en: gramos/ l de disolución moles/l de disolución gramos/100 g de disolución gramos/litro de disolvente gramos/100 g de disolvente Ejemplo: La solubilidad de la sal común (cloruro de sodio) es de 360 g/l en agua a 20ºC. Este valor indica que en un litro de agua a 20ºC, la cantidad máxima de cloruro de sodio que se puede disolver es 360 g. NOTAS Si disolvemos dos solutos en un mismo disolvente, la sustancia de mayor solubilidad desplaza de la disolución a la de menor solubilidad, ejemplo: al agregar sal a una bebida carbónica, se produce el escape del gas disuelto en ella. Si un soluto es soluble en dos disolventes inmiscibles entre sí, el soluto se disuelve en ambos disolventes distribuyéndose proporcionalmente de acuerdo a sus solubilidades en ambos disolventes. Tipos de disoluciones Insaturada: Es aquella en que la cantidad de soluto disuelto es inferior a la que indica su solubilidad. Según sea la cantidad de soluto se habla de disoluciones diluidas, cuando la cantidas de soluto está alejada de la solubilidad y concentradas cuando la cantidad de soluto es cercana a la solubilidad. Saturada: Es aquella en que la cantidad de soluto disuelto es igual a la que indica su solubilidad. Sobresaturada: Es aquella en que la cantidad de soluto disuelto es mayor a la que indica su solubilidad. Este tipo de disolución es inestable ya que al agitarla o al agregar un pequeño cristal de soluto (cristal de siembra o semilla de cristal) se provoca la cristalización del exceso de soluto disuelto. Factores que condicionan o modifican la solubilidad Agitación. Mejora la dispersión del soluto en el seno del disolvente. Pulverización del soluto. Aumenta la superficie de contacto del soluto con el disolvente. Temperatura. o Líquidos. No sufren ninguna alteración en su solubilidad. o Sólidos. En general, un aumento de la temperatura provoca un aumento de la solubilidad, ya que el aumento de la temperatura produce, por agitación térmica, que las moléculas de soluto se separen. Así mismo ocurrirá con las de disolvente, permitiendo la dispersión de las moléculas de soluto en el seno del disolvente. o Gases. Un aumento de la temperatura produce una disminución de la solubilidad, debido a que la mayor agitación térmica produce el escape de las moléculas del gas. Presión. o Líquidos. No sufren ninguna alteración en su solubilidad. o Sólidos. No sufren ninguna alteración en su solubilidad o Gases. A temperatura constante, un aumento de la presión producirá siempre un aumento de la solubilidad del gas. Ley de Henry: S= k·P. Así las bebidas gaseosas, estas contienen CO2 disuelto a una alta presión, sobre todo el champagne, de ahí que al abrirlos se produzca una disminución de la presión y el gas escape violentamente de la solución. o Naturaleza química del soluto y el disolvente. Una sustancia puede que sea muy soluble en un determinado disolvente, pero no en otros. Para ilustrar este hecho observemos la siguiente tabla de solubilidad de azúcar y yodo en agua y alcohol. Las medidas vienen dadas en g/100g de disolvente a 20ºC. DISOLVENTE AZUCAR YODO AGUA 179 0.029 ALCOHOL 0.9 20.5