El libro de Jueces - iglesiaemanuelsion.org

Anuncio
EL LIBRO
DE
JUECES
UN COMENTARIO
VERSÍCULO POR VERSÍCULO
Dr. Brian J. Bailey
Título Original: “The Book of Judges: a Verse by Verse
Commentary”.
© 2000 Brian J. Bailey
Título en español: “El Libro de Jueces: un comentario
versículo por versículo”.
Traducción: Marian Belmonte, 2006.
Edición: equipo de trabajo de
Instituto Bíblico Jesucristo, 2006.
© 2000 Brian J. Bailey
Todos los derechos reservados.
Impreso octubre 2009 por:
Zion Christian Publishers
P.O. Box 70
Waverly, NY 14892
A menos que se indique lo contrario,
todas las referencias bíblicas
han sido tomadas de la versión Reina Valera 1960,
© Sociedades Bíblicas Unidas.
Ninguna parte de este libro puede ser reproducida,
almacenada en un sistema de reproducción
o transmitida por cualquier vía o bajo ninguna forma,
electrónica, mecánica, fotocopiado,
grabado o cualquier otra, sin la autorización por escrito del
autor o sus designatarios.
ISBN 1-59665-266-7
AGRADECIMIENTOS
A Marian Belmonte por la traducción de este libro al
castellano. Al equipo de trabajo de Instituto Bíblico
Jesucristo, Guatemala por su ardua labor en la edición y
revisión final de la edición en castellano.
Al equipo editorial de ZCP: Carla Borges, Suzette Erb,
Justin Kropf, Sarah Kropf, Raquel Pineda, Caroline Tham
y Suzanne Ying.
Deseamos darle las gracias a estos amados, ya que sin su
ayuda invaluable de muchas horas, este libro no hubiera
sido posible. Estamos verdaderamente agradecidos por
su diligencia, creatividad y excelencia en la recopilación
de este libro para la gloria de Dios.
ÍNDICE
Prefacio
Trasfondo histórico y cronología
Bosquejo del libro de Jueces
Capítulo 1
Introducción
Capítulo 2
Otoniel
Capítulo 3
Aod
Capítulo 4
Samgar
Capítulo 5
Débora
Capítulo 6
Gedeón
Capítulo 7
Abimelec
Capítulo 8
Tola
Capítulo 9
Jair
Capítulo 10 Jefté
Capítulo 11 Ibzán
Capítulo 12 Elón
Capítulo 13 Abdón
Capítulo 14 Sansón
Capítulo 15 La idolatría de Micaía
Capítulo 16 La maldad de Dan
Capítulo 17 La muerte de una concubina
Capítulo 18 Venganza sobre Benjamín
Capítulo 19 La restauración de Benjamín
Epílogo
19
55
59
69
73
99
135
155
157
159
175
177
179
181
205
209
217
225
233
237
PREFACIO
El libro de Jueces es un registro de la historia de Israel
desde poco después de su entrada a la Tierra Prometida
hasta los tiempos del sumo sacerdote Elí y del profeta
Samuel. El libro de Jueces es uno de los libros históricos
de la Biblia junto con Josué, Rut, 1º y 2º Samuel, 1º y
2º Reyes y 1º y 2º Crónicas. Muchos eruditos de la Biblia
creen que Samuel fue el autor del libro de Jueces.
Jueces está situado cronológicamente entre Josué y 1º
Samuel, y cubre un periodo de unos 350 años. El libro de
Rut se desarrolló en el tiempo de los Jueces, durante la
invasión madianita y la tregua que obtuvo Gedeón. El
periodo de los Jueces fue un tiempo en el que los hijos de
Israel “hacían lo que les parecía bien en su propia
opinión”. El estado caótico resultante ilustra de una forma
conmovedora lo que ocurre cuando el hombre actúa por
su propia cuenta y hace lo que le parece. Lo que parecería
ser un relato histórico imposible de ser aplicado hoy, está
lleno de grandes lecciones espirituales de las que puede
aprender el buscador diligente. Se nos muestran
claramente los efectos y consecuencias del pecado y de
hacer malas alianzas. También vemos el fruto del
arrepentimiento, el reposo.
Únicamente por las intervenciones del Todopoderoso fue
que Israel logró levantarse como una nación, después de
esta época en su historia, ya que el periodo de los Jueces
estuvo caracterizado por ciclos de rebelión. Este es
básicamente el tema del libro, Jue. 2:16-19. Sus repetidos
ciclos de rebelión hicieron que el Señor trajera opresores
sobre ellos. A su vez, esto indujo a Su pueblo a clamar a Él
en su esclavitud. Cuando clamaban al Señor, Él levantaba
un juez para traer liberación. Después de cada nueva
liberación de sus enemigos, Israel disfrutaba de un periodo
de reposo y tranquilidad. Después, lamentablemente, se
volvían a olvidar del Señor y no caminaban en Sus caminos.
El ciclo completo se volvía a repetir.
Había siete etapas en cada uno de estos ciclos: reposo,
rebelión, represión, arrepentimiento, gobernante, liberación
y reposo. Hay que notar que cada ciclo comienza y termina
con reposo. Cuando los hijos de Israel comenzaban a
olvidarse del Señor y abandonaban Sus caminos, empezaban
su sendero descendente. Solamente cuando verdaderamente
se arrepentían de corazón, el Señor comenzaba a restaurarlos
y a levantarlos nuevamente hasta llegar de nuevo al reposo.
Estos ciclos se podrían ilustrar como sigue:
Reposo
Rebelión
Gobernante
Represión
Al gobernante levantado por Dios para traer liberación a
los hijos de Israel cuando estaban en esclavitud, era
llamado Juez. La palabra hebrea que se traduce como
“juez” es “shofetim”. Otras naciones llamaban a sus
gobernadores “shofetim”; por lo tanto, aunque se ha
traducido como “juez” en la Biblia en español, la palabra
“juez” no comunica el sentido completo de este oficio.
Era una posición de alto rango en el gobierno que
conllevaba la responsabilidad de gobernar el territorio bajo
su mando.
En Asiria este oficio se obtenía, en términos generales,
por nobleza y la persona era nombrada por el rey para
representarlo y reinar en su lugar, en cierta área de su reino.
Esto no era así con los jueces israelitas, pues ellos eran
levantados por el Señor, y su poder y autoridad residían
en la unción que el Señor les daba. Eran esencialmente
líderes militares que derrotaban a los opresores de su
pueblo y después gobernaban los asuntos civiles durante
el siguiente periodo de reposo. Hubo trece jueces que
gobernaron sobre Israel en el libro de los Jueces.
Dr. Brian J. Bailey
TRASFONDO
HISTÓRICO Y CRONOLOGÍA
Para poder apreciar realmente el marco del libro de los
Jueces, primero debemos considerar el trasfondo histórico
y la cronología. Algunas fechas nos ayudarán a entender la
secuencia de estos acontecimientos en las Santas Escrituras.
El reinado del rey Salomón comenzó en el año 971 a.C.
Esta es una fecha precisa y clave en la historia, a partir
de la cual se pueden calcular otros acontecimientos. Esta
fecha es raramente discutida porque está muy bien
documentada. 1º de Reyes 6:1 dice: “En el año
cuatrocientos ochenta después que los hijos de Israel
salieron de Egipto, el cuarto año del principio del reino
de Salomón sobre Israel, en el mes de Zif, que es el mes
segundo, comenzó él a edificar la casa de Jehová”. La
construcción del templo de Salomón, que inició en el
cuarto año de su reinado (967 a.C.), ocurrió 480 años
después del éxodo de los hijos de Israel de Egipto. Esto
sitúa el éxodo en el año 1447 a.C. Antes de esto hubo
430 años de cautividad, calculada desde el tiempo del
descenso de Abraham a Egipto hasta el tiempo del éxodo.
Éxodo 12:40 dice: “El tiempo que los hijos de Israel
habitaron en Egipto fue cuatrocientos treinta años”.
En Hechos 13:17-20. el apóstol Pablo nos da un registro
muy preciso de la historia de los hijos de Israel desde su
estancia en Egipto hasta su conquista de la tierra de Canaán.
La versión Reina Valera 1960 de Hechos 13:17-20 no es
tan clara, por lo tanto citaremos la Nueva Versión
Internacional: “El Dios de este pueblo de Israel escogió
a nuestros antepasados y engrandeció al pueblo mientras
vivían como extranjeros en Egipto. Con gran poder los
sacó de aquella tierra y soportó su mal proceder en el
desierto unos cuarenta años. Luego de destruir siete
naciones en Canaán, dio a su pueblo la tierra de ellas
en herencia. Todo esto duró unos cuatrocientos
cincuenta años”.
Al leer Hechos 13:20 en la RV 1960, dice que el período
de los jueces fue de 450 años, cuando en realidad este
periodo fue el tiempo que precedió al periodo de los jueces.
La NVI aclara esto al hacer notar que el periodo de 450
años incluye 400 años en Egipto, 40 años en el desierto
hasta el cruce del Jordán, seguido de 10 años de conquista
de la tierra de Canaán hasta Otoniel, el primer juez.
Con Otoniel comienza el reinado de los Jueces, un periodo
de unos 350 años hasta el tiempo del profeta Samuel (hacia
el 1400 a.C. – 1050 a.C.). El rey Saúl comenzó a reinar
alrededor del 1051/1050 a.C., y reinó durante 40 años,
seguidos por el reinado de David de otros 40 años (1010
a.C. – 971/970 a.C.). Luego, como ya hemos dicho antes,
Salomón comenzó su reinado en el año 971 a.C.
Volviendo ahora a la cronología del libro de Jueces,
nos ayudan las declaraciones de Jefté, quien dijo en
Jueces 11:26: “Cuando Israel ha estado habitando por
trescientos años a Hesbón y sus aldeas, a Aroer y sus
aldeas, y todas las ciudades que están en el territorio de
Arnón, ¿por qué no las habéis recobrado en ese tiempo?”
(Hacia el 1110 a.C.).
En realidad, la cronología de Jueces comienza en el libro
de Josué, ya que hay porciones que se solapan,
específicamente con respecto al relato de la toma de
Hebrón por Caleb y Otoniel. La captura de Hebrón está
narrada tanto en Josué 15:16-17 como en Jueces 1:12-13.
“Y dijo Caleb: al que atacare a Quiriat-sefer, y la tomare,
yo le daré mi hija Acsa por mujer. Y la tomó Otoniel, hijo
de Cenaz hermano de Caleb; y él Le dio su hija Acsa por
mujer”, Jos. 15:16-17.
Podemos determinar así la fecha de la toma de Hebrón.
El Éxodo ocurrió en el 1447 a.C. Los hijos de Israel
llegaron a Cades-barnea dos años después, en el 1445 a.C.
En ese tiempo Caleb tenía cuarenta años, Josué 14:7.
Cuando entraron en la Tierra Prometida, treinta y ocho
años después, él tendría setenta y ocho años de edad (1407
a.C.). Sin embargo, siete años después, cuando pidió
Hebrón, Josué 14:10-15, Caleb tenía ochenta y cinco años,
queriendo decir esto que Hebrón fue capturada
aproximadamente en el año 1400 a.C.
Por tanto, los acontecimientos de este libro cubren el
turbulento periodo de la historia de Israel desde el año
1400 a.C. hasta el 1050 a.C. aproximadamente, desde la
conquista de Palestina hasta los comienzos de la
monarquía. Aunque la tierra había sido, en general,
conquistada y ocupada bajo el mando de Josué, muchas
fortalezas cananeas importantes se habían pasado por alto,
dejando su subyugación a las tribus individuales israelitas.
El libro de Jueces describe esta guerra, cuando los hebreos
intentaron completar su ocupación de la tierra. Los jueces
eran líderes militares y civiles que gobernaron durante
este tiempo en el que la nación era una confederación
indefinida. Algunos de los jueces gobernaron al mismo
tiempo, ya que no todos gobernaban sobre toda la tierra.
BOSQUEJO
Introducción
1:1–3:7
Otoniel
El Primer Juez
3:8-11
Aod
El Segundo Juez
3:12-30
Samgar
El Tercer Juez
3:31
Débora
El Cuarto Juez
4:1–5:31
Gedeón
El Quinto Juez
6:1–8:35
Abimelec
El Sexto Juez
9:1-57
Tola
El Séptimo Juez
10:1-2
Jair
El Octavo Juez
10:3-5
Jefté
El Noveno Juez
10:6–12:7
Ibzan
El Décimo Juez
12:8-10
Elon
El Decimoprimer Juez
12:11-12
Abdón
El Decimosegundo Juez
12:13-15
Sansón
El Decimotercer Juez
13:1–16:31
La idolatría de Micaía
17:1-13
La maldad de Dan
18:1-31
La muerte de una concubina
19:1-30
Venganza sobre Benjamín
20:1-48
La restauración de Benjamín
21:1-25
Principales Ciudades y Regiones
de Palestina en el Tiempo de los Jueces
●
Lais
(más tarde la ciudad de Dan)
Hazor ●
Ajalón
●
●
Cedes
Tabor ●
Saananim
●
Ofra ● More
● Bet-sitá
Bet-sán ●
Haroset-goim ●
●
Galaad
Siquem
Sucot
●
Peniel
Saretán
● Jogbeha
Estaol Betel ● Jericó
● Oreb
Gezer ● Ramá ●
●
● Hesbón
Bet-Bará
●
Timna ● ● Jerusalén
●
●
Lehi
Belén
Piratón●
Gaza
●
●
●
●
●
●
Hebrón
Carcor
Debir
●
●
Arad
Fronteras Tribales en
la Tierra Prometida
Números 32 y Josué 14-21
Neftalí
Aser
Manasés
(Occidente)
ló
b u
Z a
n
Sea of
Galilee
Manasés
Efraín
Ma
Gad
Be n
ja m
ín
Dan
Jerusalén
Judá
Simeón
M a r M ue rto
rM
edi
te rr
áne
o
Isacar
Rubén
19
CAPÍTULO 1
INTRODUCCIÓN
1:1 – 3:7
El libro de Jueces comienza con la declaración que Josué
ha muerto (ver también Jueces 2:8). Luego se nos da un
modus operandi (método de operación) de los hijos de
Israel en la tierra de Canaán. Aunque la tierra de Canaán
había sido conquistada durante el tiempo de Josué, Israel
nunca llegó a poseer su herencia completa. Cada una de
las tribus de Israel era responsable de subyugar a sus
enemigos en sus propias porciones de tierra, pero todavía
había muchas fortalezas cananeas que estaban en poder
de sus enemigos. También debemos notar que estos
capítulos de apertura no son secuenciales en su
presentación, y algunos de los acontecimientos ocurren
antes de la muerte de Josué.
La tribu de Judá posee
su herencia, 1:1-20
1:1 - “Aconteció después de la muerte de Josué, que los
hijos de Israel consultaron a Jehová, diciendo: ¿Quién
de nosotros subirá primero a pelear contra los
cananeos?” El libro de Jueces abre con una escena que
tuvo lugar después de la muerte de Josué. Después de la
20
EL LIBRO DE JUECES
muerte de Josué, los ancianos y los israelitas le pidieron
dirección al Señor para escoger a la tribu que debía ir
primero a luchar contra los cananeos.
1:2 - “Y Jehová respondió: Judá subirá; he aquí que yo
he entregado la tierra en sus manos”. El Señor escogió
a la tribu de Judá para ir primero. Esto fue el
cumplimiento de la profecía dada por el patriarca Jacob
sobre su hijo Judá. Él había profetizado que el cetro (o
liderazgo) no sería quitado de Judá, Gn. 49:10. Además,
Dios prometió que Él lucharía por Judá y entregaría a
sus enemigos en sus manos.
1:3 - “Y Judá dijo a Simeón su hermano: Sube conmigo
al territorio que se me ha adjudicado, y peleemos contra
el cananeo, y yo también iré contigo al tuyo. Y Simeón
fue con él”. Judá le pide ayuda a Simeón en su batalla
contra los cananeos. El apego que la tribu de Judá tenía
por la tribu de Simeón es explicado en Génesis 49:7,
cuando Jacob, su padre, declara que Simeón sería
dispersado entre las tribus de Israel. Gran parte de la
herencia de la tribu de Simeón estaba dentro de la tribu
de Judá. Josué 19:9 dice: “De la suerte de los hijos de
Judá fue sacada la heredad de los hijos de Simeón por
cuanto la parte de los hijos de Judá era excesiva para
ellos; así que los hijos de Simeón tuvieron su heredad en
medio de la de Judá”.
1:4 - “Y subió Judá, y Jehová entregó en sus manos al
cananeo y al ferezeo; e hirieron de ellos en Bezec a diez
mil hombres”. Los cananeos eran descendientes de
Canaán, hijo de Cam, hijo de Noé, Gn. 10:6. De hecho, la
CAPÍTULO 1
21
mayoría de los habitantes de Canaán eran descendientes
de Cam, quien había sido maldecido. Sus descendientes
incluyen las siguientes diez naciones: jebuseos, amorreos,
gergeseos, heveos, araceos, sineos, arvadeos, zemareos,
hamateos y cananeos, Gn. 10:15-20. Todos ellos ocupaban
la tierra que Dios había prometido a Abraham y su
simiente. Ellos se habían asentado en el área entre el mar
Mediterráneo y el río Jordán.
El nombre cananeos, con el tiempo, vino a ser sinónimo
de mercaderes, pero ellos también fueron agricultores (cf.
Zac. 14:21. Ver Strong H3669). Los ferezeos moraban en
los pueblos, mientras que los cananeos moraban en su
mayoría en las ciudades amuralladas. La ciudad de Bezec
estaba cerca de Gaza, aproximadamente a unos treinta
kilómetros de Jerusalén.
1:5-7 - “Y hallaron a Adoni-bezec en Bezec, y pelearon contra
él; y derrotaron al cananeo y al ferezeo. Mas Adoni-bezec huyó;
y le siguieron y le prendieron, y le cortaron los pulgares de las
manos y de los pies. Entonces dijo Adoni-bezec: Setenta reyes,
cortados los pulgares de sus manos y de sus pies, recogían las
migajas debajo de mi mesa; como yo hice, así me ha pagado
Dios. Y le llevaron a Jerusalén, donde murió”.
Adoni-bezec, que significa señor de Bezec, era su rey.
Los israelitas lo persiguieron y cuando lo agarraron, le
cortaron los pulgares y los dedos gordos de los pies.
Es interesante que los israelitas castigaron a Adonibezec de la misma forma en que él había castigado a
otros setenta reyes. Este castigo lo incapacitaba para
usar armas.
22
EL LIBRO DE JUECES
El castigo de Adoni-bezec ilustra una de las verdades más
importantes en la Palabra de Dios. Se repite una y otra
vez en las Escrituras desde Génesis hasta Apocalipsis:
Cosechamos lo que sembramos. Si sembramos el bien
cosecharemos el bien, pero si sembramos el mal
cosecharemos el mal, como lo hizo Adoni-bezec.
Pablo dice en Gálatas 6:7: “No os engañéis; Dios no puede
ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso
también segará”. Si matamos a espada, a espada
moriremos, Ap. 13:10. No debemos engañarnos pensando
que no segaremos las consecuencias de nuestras acciones.
El Señor da el castigo adecuado al delito, tanto en esta
vida como en la venidera, Ap. 20:12.
1:8 - “Y combatieron los hijos de Judá a Jerusalén y la
tomaron, y pasaron a sus habitantes a filo de espada y
pusieron fuego a la ciudad”. Aquí se declara que
Jerusalén fue tomada por Judá, pero evidentemente no
la retuvieron por mucho tiempo. Los jebuseos
obviamente volvieron a ocupar Jerusalén cuando los
benjamitas intentaron adquirir su territorio. De hecho,
los jebuseos permanecieron allí hasta la época de David,
cuando éste conquistó la ciudad, 2º S. 5:6-9.
La conquista de Hebrón
La conquista de Hebrón fue un acontecimiento muy
importante en la historia de Israel. Hebrón, que significa
literalmente “asiento de asociación”, era la morada de
Abraham y Sara y fue también el lugar dónde los
CAPÍTULO 1
23
enterraron. Después fue dado a Caleb como su herencia,
y como Caleb siguió al Señor fielmente, Nm. 32:12,
Hebrón habla de la herencia de aquellos que son sinceros.
Años después, el rey David reinó durante siete años y
medio en Hebrón antes de tomar el monte Sion, la herencia
final y la morada de Dios. Estas dos ciudades (y montes)
hablan de experiencias y herencias espirituales. Como
creyentes, antes de poder ascender al monte santo de Dios,
el monte Sion, primero debemos aprender todas las
lecciones de Hebrón y ser sinceros con el Señor.
1:9 - “Después los hijos de Judá descendieron para
pelear contra el cananeo que habitaba en las montañas,
en el Neguev, y en los llanos”. Después de conquistar
Jerusalén y a los jebuseos, los ejércitos de Judá y Simeón
volvieron al sur de Hebrón, ciudad situada a 900 mts.
sobre el nivel del mar, a unos treinta kilómetros al sur
de Jerusalén.
1:10 - “Y marchó Judá contra el cananeo que habitaba en
Hebrón, la cual se llamaba antes Quiriat-arba; e hirieron
a Sesai, a Ahimán y a Talmai”. “Quiriat-arba” significa
la ciudad de Arba. Arba era un destacado guerrero entre
los anaceos, una tribu de gigantes con el cuello muy largo.
También era el padre de Anac, Jos. 14:15; 15:13.Estos
gigantes (o nefilims en hebreo) eran de la misma tribu
que los diez espías israelitas habían visto cuarenta años
antes cuando fueron a reconocer la tierra. Leemos en
Números 13:22: “Y subieron al Neguev [los espías
hebreos] y vinieron hasta Hebrón; y allí estaban Ahimán,
Sesai y Talmai, hijos de Anac”. En ese entonces Israel
24
EL LIBRO DE JUECES
estaba lleno de incredulidad y no entraron en la tierra
prometida en Cades-barnea, Nm. 13:32-33. Fue después,
durante el tiempo de Josué, que estos gigantes recibieron
un trato severo. Fue Caleb quien mató a estos tres
gigantes, como lo registra Josué 15:13-14: “Mas a Caleb
hijo de Jefone dio su parte entre los hijos de Judá,
conforme al mandamiento de Jehová a Josué: la ciudad
de Quiriat-arba padre de Anac, que es Hebrón. Y Caleb
echó de allí a los tres hijos de Anac, a Sesai, Ahimán y
Talmai, hijos de Anac”. Caleb era de la tribu de Judá,
Nm. 13:6 por lo que probablemente fue el comandante
del ejército de Judá.
Es un hecho solemne que si no cumplimos los propósitos
de Dios, Él levantará a alguien más para llevar a cabo la
tarea. Prestemos la máxima atención a la advertencia de
Hebreos 4:1: “Temamos pues, no sea que permaneciendo
aún la promesa de entrar en su reposo, alguno de vosotros
parezca no haberlo alcanzado”.
1:11-12 - “De allí fue a los que habitaban en Debir, que
antes se llamaba Quiriat-sefer. Y dijo Caleb: El que
atacare a Quiriat-sefer y la tomare, yo le daré Acsa mi
hija por mujer”. Quiriat-sefer, otro nombre para Debir,
significa “la ciudad del libro”. Sin duda, era una ciudad
donde se congregaban escritores.
Judá atacó Debir, que está a unos diecisiete kilómetros al
sudoeste de Hebrón. La antigua ciudad de Debir está
asociada con la ciudad actual de Tell Beit Mirsim. Esta
ciudad todavía conserva las dos fuentes de agua fría que
proporcionan agua para los granjeros locales.
CAPÍTULO 1
25
Josué 15:15-16 dice: “De aquí subió contra los que
moraban en Debir; y el nombre de Debir era antes
Quiriat-sefer. Y dijo Caleb: Al que atacare a Quiriatsefer, y la tomare, yo le daré mi hija Acsa por mujer”.
Estos versículos son idénticos a los de Jueces 1:11-12.
Por lo tanto, podemos asumir que el orden cronológico
aquí cambia. Este acontecimiento ocurrió durante la vida
de Josué, varios años después de que Caleb pidiera
Hebrón como su herencia.
1:13-15 - “Y tomola Othoniel hijo de Cenez, hermano
menor de Caleb: y él le dio a Acsa su hija por mujer. Y
cuando la llevaban, persuadióle que pidiese a su padre
un campo. Y ella se apeó del asno, y Caleb le dijo: ¿Qué
tienes? Ella entonces le respondió: Dame una bendición:
que pues me has dado tierra de secadal, me des también
fuentes de aguas. Entonces Caleb le dió las fuentes de
arriba y las fuentes de abajo” (RV 1909). Ahora se nos
presenta el hermoso personaje de Acsa.
Hace unos treinta años hablé sobre esta hermosa mujer
de Dios en cierto Instituto Bíblico. Uno de los estudiantes,
cuya esposa estaba entonces embarazada, llamó a su
primera hija Acsa. Ella es ahora una hermosa señorita y
muy digna de llevar el nombre que le dieron.
La razón por la que he elogiado el personaje de Acsa es
simplemente porque ella encaminó a su esposo en la
dirección correcta: buscar todo lo que el Señor tenía
para ellos. Ella le sugirió a Otoniel que pidiera la
herencia que Dios tenía para él: las fuentes de arriba y
las fuentes de abajo. El Señor nos dio el mandamiento
26
EL LIBRO DE JUECES
en el Salmo 2:8: “Pídeme, y te daré por herencia las
naciones, y como posesión tuya los confines de la tierra”.
Una mujer tiene una influencia tremenda sobre su esposo.
Ella lo fortalecerá en el camino correcto o en el incorrecto.
Jezabel, por ejemplo, animó a su marido a hacer el mal.
1º Reyes 21:25 dice: “A la verdad ninguno fue como
Acab, que se vendió para hacer lo malo ante los ojos
de Jehová; porque Jezabel su mujer lo incitaba”. De
hecho, Jezabel incitó o empujó a su marido Acab a hacer
cosas malas.
Por tanto, las esposas deben entender que ellas son el
estímulo detrás de las acciones de sus maridos, y que o
bien afirmarán a sus maridos en el camino de Dios o en el
camino de la maldad.
Acsa quería que Otoniel recibiera todo lo que Dios tenía
para él, que obtuviera “toda la bendición” de Dios. Todas
las esposas deberían procurar imitar el carácter de Acsa
para que, por medio de la oración y del estímulo piadoso,
animen a sus esposos a avanzar para alcanzar todo lo que
Dios tiene para ellos. Esta es una verdadera compañera.
“Entonces Caleb le dio las fuentes de arriba y las fuentes
de abajo”. Estas dos fuentes pueden tener un paralelismo
con las dos lluvias de Israel: la temprana (fuente inferior)
y la tardía (fuente superior). La lluvia temprana es la
lluvia inicial que ablanda la tierra para que se pueda
sembrar la semilla, y la lluvia tardía es la lluvia fuerte
que llega hacia el final de la cosecha para darle madurez
a la siembra.
CAPÍTULO 1
27
Espiritualmente, la lluvia temprana representa el
derramamiento inicial del Espíritu Santo en el día de
Pentecostés (cuando la Era de la Iglesia inició y la semilla
del Evangelio fue sembrada). La lluvia tardía representa
el avivamiento de los últimos días, cuando la Iglesia en
todo el mundo celebrará espiritualmente la fiesta de los
Tabernáculos, Jl. 2:23, llevando a la Iglesia a madurez y
preparándola para la Segunda Venida de Cristo.
1:16 - “Y los hijos del ceneo, suegro de Moisés, subieron
de la ciudad de las palmeras con los hijos de Judá al
desierto de Judá, que está en el Neguev cerca de Arad; y
fueron y habitaron con el pueblo”. Los hijos del suegro
de Moisés, Jetro, Nm. 10:29-32; Jue. 4:11, dejaron su
morada en el país montañoso de Judá para vivir entre la
tribu de Judá. Los ceneos eran una tribu nómada y casi
todos ellos herreros, porque la palabra ceneo significa
“herrero”. La ciudad de las palmeras se refiere a Jericó,
Dt. 34:3; 2º Cr. 28:15.
1:17 - “Y fue Judá con su hermano Simeón, y derrotaron
al cananeo que habitaba en Sefat, y la asolaron; y pusieron
por nombre a la ciudad, Horma”. Esta es una ciudad al
suroeste de Judá cerca de Arvad. Su significado original
era “atalaya”, pero su nombre se cambió a Horma, la
cual fue condenada a la destrucción. Fue en Horma donde
los israelitas fueron derrotados cuando intentaron
presuntuosamente entrar en la tierra después de que
Moisés se lo prohibiera, Nm. 14:45.
1:18 - “Tomó también Judá a Gaza con su territorio,
Ascalón con su territorio y Ecrón con su territorio”. Judá
28
EL LIBRO DE JUECES
expulsó a los filisteos de Gaza, una ciudad localizada en
la planicie costera de Israel y como a cinco kilómetros
del mar Mediterráneo. Sin embargo, los israelitas no los
destruyeron completamente, ya que éstos surgieron de
nuevo en los días de Sansón y también de David.
Por el orden de las ciudades, vemos claramente que los
hijos de Judá llegaron al sur a través de Jerusalén; luego, a
través del desierto, se abrieron paso hacia el oeste y después
tomaron el territorio desde el sur. Conquistaron estas
ciudades, pero como ya hemos dicho, para el tiempo de
Sansón todas estaban nuevamente en manos de los filisteos.
Este versículo tiene una gran importancia y significado
para la actualidad. Gaza, la cual hoy es conocida como la
franja de Gaza en Palestina, fue entregada por Dios a la
tribu de Judá como su herencia, Jos. 15:20, 47. Los
habitantes originales de Gaza, los filisteos (hoy conocidos
como los palestinos), fueron rechazados por Dios, y el
Señor le dio sus tierras a Israel.
Por lo tanto, cuando los políticos de hoy intentan
devolver Gaza a los palestinos para lograr la paz, no
saben lo que están haciendo. Están intentando deshacerse
de la tierra santa de Dios. Dios le prometió la tierra de
Israel a la descendencia de Abraham (los judíos), y
cualquiera que intente quitársela será severamente
castigado por Dios, en esta vida y en la eternidad.
Los políticos no se dan cuenta de que habrá consecuencias
eternas por las acciones que tomen con relación a la tierra de
Israel. El Señor habla en Joel 3:2 acerca del hecho de que la
CAPÍTULO 1
29
tierra de Israel será dividida en nuestros días: “...y repartieron
mi tierra”. El Señor sigue hablando en Joel capítulo 3 del
juicio sobre aquellos que dividen Su tierra santa.
1:19 - “Y Jehová estaba con Judá, quien arrojó a los de
las montañas; mas no pudo arrojar a los que habitaban
en los llanos, los cuales tenían carros herrados”. Los
habitantes del valle sin duda estaban muy bien equipados
militarmente. Incluso en aquellos días, unos 1,400 años
antes de Cristo, tenían carros herrados, que aparentemente
impidieron que los hijos de Judá avanzaran y entraran en
la plenitud de su herencia.
La pregunta surge en el corazón de los piadosos: ¿Por qué
Judá no pudo entrar plenamente a su herencia, siendo que
Dios se la había dado? La respuesta es que el enemigo era
demasiado fuerte para ellos en aquel entonces. Hay una
situación similar más adelante en la historia cuando Dios le
entregó Tiro a Nabucodonosor, pero él no pudo tomarla. De
estos dos incidentes, vemos que debemos ser fuertes para
poder entrar en nuestra herencia. Por lo tanto, deberíamos
enfocarnos en el Espíritu de poder del Señor para poder vencer
a nuestros enemigos, Is. 11:2. Esta es una unción por la cual
debemos orar, pero también viene conforme caminamos en
obediencia a los mandamientos del Señor.
1:20 - “Y dieron Hebrón a Caleb, como Moisés había dicho;
y él arrojó de allí a los tres hijos de Anac”. Esta es una
simple reiteración del hecho de que a Caleb se le concedió
Hebrón como su herencia, pero que el hecho se produjo en
los días de Moisés, dando a entender que se le recompensó
con Hebrón por su fiel informe en Cades-barnea.
30
EL LIBRO DE JUECES
La tribu de Benjamín
1:21 - “Mas al jebuseo que habitaba en Jerusalén no lo
arrojaron los hijos de Benjamín, y el jebuseo habitó con los
hijos de Benjamín en Jerusalén hasta hoy”. La línea divisoria
entre las tribus de Benjamín y Judá estaba en Jerusalén. Este
es un pasaje difícil, porque Josué había matado al rey de
Jerusalén, Jos. 10:23-26, y más tarde Judá había quemado la
ciudad. Sin embargo, como los jebuseos permanecieron hasta
el reinado de David, deducimos que los jebuseos volvieron
a la ciudad unos pocos años después, y los benjamitas fueron
incapaces de sacarlos de sus fortalezas.
El último enemigo en ser derrotado en la tierra fueron los
jebuseos. Finalmente fueron derrotados para siempre en los
días del rey David. Los jebuseos fueron el último enemigo
que David derrotó antes de tomar el monte Sion en Jerusalén.
Los jebuseos no solamente son un pueblo histórico, sino que
tienen un gran significado espiritual para nosotros hoy. Ellos
representan a los que siembran discordia entre los hermanos.
La razón para decir esto es que en Deuteronomio 7:1-2, el
Señor enumera las siete naciones que habitaban la tierra
de Canaán. Estas eran las naciones que ellos debían echar
fuera. Él las aborrecía y eran una abominación para Él,
Dt. 7:25; 12:31; 18:9-12. Luego, en Proverbios 6:16-19,
Dios enumera los siete pecados que Él aborrece y que
son abominación para Él. La séptima nación enumerada
en Deuteronomio 7:1 son los jebuseos, y la séptima cosa
que Dios aborrece, enumerada en Proverbios 6:19, son
los que siembran discordia entre los hermanos.
31
CAPÍTULO 1
Por lo tanto, los jebuseos espiritualmente representan a
los que siembran discordia entre los hermanos. Este es el
último enemigo que la Iglesia debe vencer antes de que
entre en el avivamiento de la fiesta de los Tabernáculos y
ascienda al monte Sion espiritual. Este es el enemigo más
difícil de desalojar, porque residen dentro de la Iglesia y
se llaman a sí mismos cristianos. Pero Dios va a arrancar
toda la “cizaña” que se deleita en tal maldad, y la Iglesia
será presentada sin mancha, Ef. 5:25-27.
La casa de José
1:22 - “También la casa de José subió contra Bet-el;
y Jehová estaba con ellos”. Ahora se menciona la casa
de José, quien tenía la doble porción. La casa de José
abarca dos tribus: la tribu de Efraín y la tribu de
Manasés. Josué era de la tribu de Efraín, Nm. 13:8. La
casa de José salió para tomar Bet-el, la cual está
asociada con la actual villa de Beitin. Bet-el estaba
localizada en un cruce de caminos, y era muy fértil ya
que tenía muchos manantiales.
Bet-el tomó significado cuando Abraham construyó allí
un altar, Gn. 12:8. Su nieto Jacob tuvo el extraordinario
sueño de la escalera al cielo, y el pacto de Abraham le fue
confirmado allí. Debido a esta experiencia, Jacob cambió
el nombre de la ciudad de Luz a Bet-el, que quiere decir
“casa de Dios”, Gn. 28:10-22. Años después, cuando
Jacob pasó nuevamente por Bet-el con su familia, el Señor
se le apareció y luchó con él. Luego el Señor cambió su
nombre a Israel, Gn. 32:24-32; Os. 12:4-5.
32
EL LIBRO DE JUECES
1:23 - “Y la casa de José puso espías en Bet-el, ciudad
que antes se llamaba Luz”. Antiguamente Bet-el era
conocida como Luz. Génesis 28:19 dice: “Y llamó el
nombre de aquel lugar Bet-el, aunque Luz era el nombre
de la ciudad primero”. Aparentemente habían dos lugares
distintos con el mismo nombre, porque Josué 16:2 dice:
“Y de Bet-el sale la Luz, y pasa a lo largo del territorio
de los arquitas hasta Atarot”.
1:24 - “Y los que espiaban vieron a un hombre que salía
de la ciudad, y le dijeron: Muéstranos ahora la entrada
de la ciudad, y haremos contigo misericordia”. Es
interesante que esta es la tercera vez que los hijos de Israel
usan espías en la batalla: la primera en Cades-barnea, y la
segunda justo antes de cruzar el río Jordán. Los israelitas
escogieron mostrar misericordia a un hombre que salió
de la ciudad si les mostraba la entrada a la ciudad. De
igual manera, Rahab la ramera fue perdonada cuando los
hijos de Israel atacaron Jericó.
1:25-26 - “Y él les mostró la entrada a la ciudad, y la
hirieron a filo de espada; pero dejaron ir a aquel hombre
con toda su familia. Y se fue el hombre a la tierra de los
heteos, y edificó una ciudad a la cual llamó Luz; y este es
su nombre hasta hoy”. La casa de Judá mató a los habitantes
de la ciudad de Luz y únicamente perdonaron la vida del
hombre que les mostró la entrada a la ciudad. ¿Cómo les
pagó este hombre su amabilidad? Fue a la tierra de los heteos
y construyó otra ciudad pagana con el nombre de Luz.
Este relato nos sirve para ilustrar el hecho que uno produce
de acuerdo a su especie. Este hombre era de Luz, así que
33
CAPÍTULO 1
¿qué hizo cuando se fue? Desde luego construyó otra Luz.
Lo mismo ocurrió en muchas partes del nuevo mundo
cuando los inmigrantes de toda Europa vinieron a América
en el siglo XVII y construyeron ciudades con los mismos
nombres de sus ciudades natales. No sólo trajeron con
ellos el nombre de su ciudad, sino también el espíritu de
sus ciudades. Debemos darnos cuenta que vamos a
reproducir en otros lo que somos. Por lo tanto, necesitamos
ser puros y santos.
Esta es una lección muy importante para todos los
cristianos, pero especialmente para los pastores. Los
pastores (y los líderes en general) son responsables de
sus iglesias. Cuando un pastor
hace malas alianzas con
personas que no están
Vamos a reproducir
caminando en integridad, esto
en otros lo que
afecta a los miembros de su
somos. Por lo tanto,
congregación. Los pastores
necesitamos ser
deben ser especialmente
puros y santos
cautos y cuidadosos acerca de
a quién dejan ministrar en sus
púlpitos, porque si dan sus púlpitos a las personas erróneas,
ellos sembrarán malas semillas en el corazón de su gente.
Pastores, tengan mucho cuidado. Al igual que el hombre
de Luz, las personas reproducirán en el corazón de su
pueblo exactamente lo que ellos son.
La tribu de Manasés
1:27 - “Tampoco Manasés arrojó a los de Bet-seán, ni a
los de sus aldeas, ni a los de Taanac y sus aldeas, ni a los
34
EL LIBRO DE JUECES
de Dor y sus aldeas, ni a los habitantes de Ibleam y sus
aldeas, ni a los que habitan en Meguido y en sus aldeas;
y el cananeo persistía en habitar en aquella tierra”. El
libro de Jueces ahora recoge la triste historia de las tribus
que no hicieron completamente la voluntad de Dios. Al
igual que Saúl años más tarde, ellos permitieron que el
enemigo morara dentro de los territorios que Dios les había
dado. Como veremos más adelante, ese fue un grave error.
No podemos coexistir con la maldad sin sufrir las
consecuencias. Inevitablemente, si coexistimos con el
enemigo, seremos contaminados. Por eso es que Dios
advirtió a Israel una y otra vez mucho antes de que entraran
a la tierra de Canaán, a que no hicieran pactos con el
enemigo sino que lo destruyeran totalmente, Dt. 7:1-5.
Sin embargo, Israel no prestó atención a las advertencias
del Señor, y fue corrompido por el enemigo, sufriendo
las consecuencias.
1:28 - “Pero cuando Israel se sintió fuerte hizo al cananeo
tributario, mas no lo arrojó.” Cuando aumentó su fuerza,
los israelitas sometieron a los cananeos. En vez de destruir
a los cananeos, como el Señor les había dicho, los israelitas
los hicieron sus siervos. Aunque económicamente esto
era productivo, espiritualmente era fatal.
Esto fue su ruina. Dios se enojó con Saúl porque Él le
había dicho que destruyera completamente a los
amalecitas, pero Saúl perdonó a Agag, el rey de los
amalecitas, 1º S.15:1-11. ¡Nunca debemos establecer
acuerdos con el enemigo natural o espiritual! En nuestra
vida espiritual, debemos ser muy cuidadosos de no
35
CAPÍTULO 1
permitir que los enemigos, que están dentro de nuestro
corazón, permanezcan allí, cosas como el enojo, los celos,
el rencor y el engaño.
La tribu de Efraín
1:29 - “Tampoco Efraín arrojó al cananeo que habitaba
en Gezer, sino que habitó el cananeo en medio de ellos
en Gezer”. La tribu de Efraín, de igual forma, no poseyó
toda su tierra ni destruyó a todos sus enemigos. Los de
Efraín no fueron capaces de expulsar a los cananeos de
la ciudad de Gezer, la cual era parte de su herencia,
Jos. 16:1-10. Los cananeos habitaron entre ellos como
tributarios, y no fue sino hasta muchos años después que
David finalmente tomó por completo el control de la
ciudad de los filisteos, 2º S. 5:25.
La tribu de Zabulón
1:30 - “Tampoco Zabulón arrojó a los que habitaban en
Quitrón, ni a los que habitaban en Naalal, sino que el
cananeo habitó en medio de él, y le fue tributario”. Así
pues, los cananeos ocuparon muchas áreas de la tierra de
Palestina, años después de la primera invasión. La tribu
de Zabulón no pudo conquistar a sus enemigos.
La tribu de Aser
1:31-32 - “Tampoco Aser arrojó a los que habitaban en
Aco, ni a los que habitaban en Sidón, en Ahlab, en Aczib,
en Helba, en Afec y en Rehob. Y moró Aser entre los
36
EL LIBRO DE JUECES
cananeos que habitaban en la tierra; pues no los arrojó”.
Claramente, la intención del Señor era darle a Aser las áreas
costeras de Fenicia, pero ellos no pudieron conquistar la
tierra. Esta era la tierra de su herencia, Jos. 19:24-31. Aser
habitó en la costa mediterránea desde Tiro hasta el monte
Carmelo, pero no pudieron expulsar a sus enemigos. Los
cananeos tomaron la delantera y eran más poderosos que
la tribu de Aser.
La tribu de Neftalí
1:33 - “Tampoco Neftalí arrojó a los que habitaban en
Bet-semes, ni a los que habitaban en Bet-anat, sino que
moró entre los cananeos que habitaban en la tierra; mas
le fueron tributarios los moradores de Bet-semes y los
moradores de Bet-anat”. La localización exacta de estos
lugares es desconocida. La herencia de Neftalí, sin
embargo, estaba situada al noroeste del mar de Galilea y
al este de la herencia de Aser, Jos. 19:32-39.
La tribu de Dan
1:34 - “Los amorreos acosaron a los hijos de Dan hasta
el monte, y no los dejaron descender a los llanos”.
Debido a que el territorio de los de Dan estaba casi
exclusivamente en la planicie, los amorreos les
impidieron entrar en su heredad. Esto, como vemos más
adelante en Jueces capítulo 18, hizo que parte de la
tribu de Dan buscara una herencia al norte de Palestina
en Lais, la cual nombraron Dan, conforme al progenitor
de la tribu.
CAPÍTULO 1
37
1:35 - “Y el amorreo persistió en habitar en el monte de
Heres, en Ajalón y en Saalbim; pero cuando la casa de
José cobró fuerzas, lo hizo tributario”. Parece que después
las tribus más poderosas de Efraín y Manasés mantuvieron
a los amorreos en sujeción.
1:36 - “Y el límite del amorreo fue desde la subida de
Acrabim, desde Sela hacia arriba”. La extensión del
territorio de los amorreos era verdaderamente grande.
Estos afligieron a Dan no sólo en el norte, sino también
en el extremo sur de su tierra. Esto hace referencia a la
línea sobresaliente y repentina de riscos en el área del
mar Muerto hasta la roca en el desierto de Zin.
El ángel de Jehová en Boquim
En este pasaje tenemos el relato de un ángel enviado por
el Señor para amonestar a los hijos de Israel. Con
frecuencia en las Santas Escrituras, el Señor utilizó ángeles
para comunicar Su voluntad a los hijos de los hombres.
No debemos pensar que este es un evento extraordinario,
ya que incluso en el Nuevo Testamento, el libro entero de
Apocalipsis fue comunicado al apóstol Juan por un ángel.
Esta porción de Jueces, al igual que otras porciones, parece
traslaparse con el libro de Josué.
2:1 - “El ángel de Jehová subió de Gilgal a Boquim, y
dijo: Yo os saqué de Egipto, y os introduje en la tierra de
la cual había jurando a vuestros padres, diciendo: No
invalidaré jamás mi pacto con vosotros”. Cuando Israel
cruzó el río Jordán por primera vez bajo la dirección de
Josué, ellos llegaron a Gilgal. El Arca del Pacto
38
EL LIBRO DE JUECES
permaneció en Gilgal, la cual funcionó por un tiempo
como la capital religiosa y administrativa de la nación,
hasta que más tarde, Silo tuvo este honor, Jos. 18:1. En
Josué 9:6; 10:6, 9, 15, 43 y 14:6, se menciona a Gilgal
como el campamento del pueblo.
Se cree que el mismo ángel que fue delante de los hijos
de Israel y los introdujo a la tierra, fue el que los reprendió
en Boquim. A Boquim (que significa “llorones”) se le
identifica a veces con Bet-el porque Alón-bacut, la encina
del llanto, estaba allí. Génesis 35:8 dice: “Entonces murió
Débora, ama de Rebeca, y fue sepultada al pie de Bet-el,
debajo de una encina, la cual fue llamada Alón-bacut”.
2:2 - “Con tal que vosotros no hagáis pacto con los
moradores de esta tierra, cuyos altares habéis de derribar;
mas vosotros no habéis atendido a mi voz. ¿Por qué habéis
hecho esto?” Para mantener la pureza de su alabanza y
de su ley, era esencial que la nación de Israel se separara
de las naciones que eran paganas e idólatras. Aliarse traería
como resultado una mezcla y no produciría el carácter de
Dios en la vida de Su pueblo. Es un hecho que nos
volvemos semejantes a aquello que adoramos.
Salmos 115:8 dice: “Semejantes a ellos [los ídolos]
son los que los hacen, y cualquiera que confía en ellos”.
A veces mis ojos espirituales han sido abiertos para
ver diversas deidades paganas demoníacas, y
ciertamente las personas que las adoran adquieren las
características de esos demonios. Los ángeles caídos
que gobiernan países musulmanes implantan su imagen
en los seguidores del islam.
CAPÍTULO 1
39
2:3 - “Por tanto, yo también digo: No los echaré de
delante de vosotros, sino que serán azotes para vuestros
costados, y sus dioses os serán tropezadero”. Aquí
tenemos una lección espiritual de profunda importancia
para nuestra vida. Aquello con lo que no tratamos en
nuestra vida, se convierte en una atadura y en una espina
en nuestro costado. Por lo tanto, no debemos permitir
que permanezca en nuestra vida o en nuestro hogar nada
que sea desagradable para el Señor. Si lo hacemos, se
convertirá en un obstáculo severo para nosotros. Me
refiero a cosas tales como programas impíos de televisión,
revistas inapropiadas, fumar, alcohol y comer demasiado.
De hecho, cualquier cosa que guíe nuestra vida y nos
gobierne puede ser una atadura.
2:4 - “Cuando el ángel de Jehová habló estas palabras a
todos los hijos de Israel, el pueblo alzó su voz y lloró”.
Cuando el ángel los reprendió, los hijos de Israel lloraron.
Existe la tristeza divina por el pecado, la cual es buena,
como vemos en las palabras de Pablo en 2ª Corintios 7:10:
“Porque la tristeza que es según Dios produce
arrepentimiento para salvación, de que no hay que
arrepentirse...” Sin embargo, es discutible si los hijos de
Israel verdaderamente se arrepintieron de sus pecados, ya
que ciclos sucesivos de rebelión continuaron por muchos
años. No hubo un fruto duradero de su dolor. El verdadero
arrepentimiento significa cambio. Juan el Bautista enseñó
a los pecadores que dieran frutos dignos de
arrepentimiento, Mt. 3:8. Una y otra vez, he visto personas
que lloran por su pecado pero nunca se arrepienten
verdaderamente ni lo corrigen. Como resultado, pronto
retroceden a sus viejas costumbres. Estoy seguro de que
40
EL LIBRO DE JUECES
hay muchos en el infierno hoy, que podrían decir: “Se
nos dieron oportunidades para enmendar nuestro camino,
pero no lo hicimos”.
2:5 - “Y llamaron el nombre de aquel lugar Boquim, y
ofrecieron allí sacrificios a Jehová”. El hecho de que los
israelitas ofrecieran sacrificios al Señor en Boquim le da
crédito a la creencia de que Boquim fue otro nombre para
Bet-el, ya que fue en Bet-el donde los sacrificios fueron
ofrecidos. Aparentemente el evento anterior tuvo lugar
mientras Josué aún vivía, porque nuevamente leemos
acerca de Josué en el versículo 6.
2:6 - “Porque ya Josué había despedido al pueblo, y los
hijos de Israel se habían ido cada uno a su heredad para
poseerla”. Este versículo comienza en el mismo punto
en el cual cierra el libro de Josué: el último sermón de
Josué al pueblo, advirtiendo claramente acerca de los
peligros de la idolatría y de abandonar al Señor (ver el
capítulo 24 de Josué).
Luego sigue una repetición de Josué 24:29-31, aunque
no en orden perfecto. Sin embargo, la diferencia en
secuencia es de poca importancia, excepto que muestra
que el autor de Jueces debe haber estado muy
familiarizado con el libro de Josué y, de hecho, pudo
haber escrito ambos. Se cree que el profeta Samuel fue el
autor de Jueces, y que también completó el libro de Josué.
2:7-8 - “Y el pueblo había servido a Jehová todo el tiempo
de Josué, y todo el tiempo de los ancianos que
sobrevivieron a Josué, los cuales habían visto todas las
CAPÍTULO 1
41
grandes obras de Jehová, que él había hecho por Israel.
Pero murió Josué hijo de Nun, siervo de Jehová, siendo
de ciento diez años”. Josué probablemente debe haber
muerto en el año 1375 a.C. Esto se calcula basándose en
lo siguiente: Josué probablemente tenía aproximadamente
la misma edad que Caleb (40 años) cuando fueron a espiar
la tierra de Cades-barnea (1445 a.C.). Luego, setenta años
después, Josué murió en la tierra de Canaán, alrededor
del año 1375 a.C.
2:9 - “Y lo sepultaron en su heredad en Timnat-sera, en
el monte de Efraín, al norte del monte de Gaas”. Es
notable que todos los patriarcas dieron instrucciones
acerca de su lugar de sepultura. Sin excepción, todos ellos
fueron enterrados en la tierra de su heredad.
El libro de Josué termina con el relato de Josué 24:32-33:
“Y enterraron en Siquem los huesos de José, que los hijos
de Israel habían traído de Egipto, en la parte del campo
que Jacob compró de los hijos de Hamor padre de Siquem,
por cien piezas de dinero; y fue posesión de los hijos de
José. También murió Eleazar hijo de Aarón, y lo
enterraron en el collado de Finees su hijo, que le fue dado
en el monte de Efraín”.
Podemos concluir que nuestro lugar de sepultura tiene
importancia. También es digno de atención el hecho de
que los profetas que profetizaron de la Segunda Venida,
Malaquías y Zacarías, y también Hageo, están todos
sepultados en el monte de los Olivos. Cuando el Señor
regrese, vendrá y afirmará Sus pies en el monte de los
Olivos, Zac. 14:3-4.
42
EL LIBRO DE JUECES
2:10 - “Y toda aquella generación también fue reunida a
sus padres. Y se levantó después de ellos otra generación
que no conocía a Jehová, ni la obra que él había hecho
por Israel”. La frase “reunida a sus padres” es una
expresión que señala lo que sucede en la muerte. Cuando
un cristiano muere, sus parientes le dan la bienvenida en
el cielo, y ellos lo ayudan a entrar en la vida futura.
A algunos les sorprende que en el cielo estaremos con
aquellos con los que ministramos aquí en la tierra, si
calificamos para estar en el mismo lugar. Dios ha abierto
mis ojos para ver la realidad que al morir, nos unimos a
aquellos con los que estamos unidos en la tierra. Por lo
tanto, es importante que nos alineemos y tengamos
compañerismo con aquellos que tienen una visión
semejante, para que en la eternidad estemos en el lugar
que el Señor ha designado para nosotros.
La frase “la generación que no conoció a José” es
rememorativa del faraón que no conoció a José. Es
significativo que muchos en el pueblo de Dios son
influenciados y caminan rectamente en compañía de los
piadosos, pero se extravían cuando se quedan solos. El rey
Joás ilustra esto al máximo, como lo registra 2º Reyes 12:2:
“Y Joás hizo lo recto ante los ojos de Jehová todo el
tiempo que le dirigió el sacerdote Joiada”. Joás hizo lo
recto, mientras el piadoso sacerdote Joiada estuvo vivo.
Sin embargo, cuando murió Joiada, Joás mató a Zacarías,
hijo de Joiada.
2º Crónicas 24:22 dice: “Así el rey Joás no se acordó de
la misericordia que Joiada padre de Zacarías había hecho
CAPÍTULO 1
43
con él, antes mató a su hijo,
quien dijo al morir: Jehová lo
No llegaremos al
vea y lo demande”. Muy pocos
cielo por la justicia
pueden perseverar solos.
de otro. Debemos
Cuando su influencia piadosa
tener nuestra
los abandona, recurren a las
propia relación con
sendas del pecado. Que nuestra
el Señor
fuente sea el Señor y no otros.
No debemos vivir en la
experiencia de alguien más. No llegaremos al cielo por la
justicia de otro. Debemos tener nuestra propia relación
con el Señor. Muchos niños y adolescentes piensan que
pueden caminar por las sendas del pecado, y que a pesar
de eso estarán bien debido a que sus padres son cristianos.
Pero la Palabra de Dios es clara que no podemos llegar al
cielo por la experiencia de otra persona.
Ezequiel 18:20 deja claro esto: “El alma que pecare, esa
morirá; el hijo no llevará el pecado del padre, ni el padre
llevará el pecado del hijo; la justicia del justo será sobre
él, y la impiedad del impío será sobre él”. Aquellos que
pecaren morirán. Aquellos que hagan lo recto vivirán y
tendrán vida eterna.
“...Y se levantó después de ellos otra generación que no
conocía a Jehová, ni la obra que él había hecho por
Israel”. Cada generación debe avanzar con Dios, porque
Dios avanza constantemente. Los hijos de Israel
experimentaron un mover y un avivamiento frescos en
los días de Josué, pero después de que él murió, dejaron
de avanzar. Como resultado, no conocieron al Señor ni la
obra que Dios había hecho por Israel.
44
EL LIBRO DE JUECES
También es muy importante que no vivamos en las
experiencias de ayer. A los hijos de Israel se les prohibió
comer maná del día anterior, Ex. 16:19. Tenían que
comer maná fresco cada día. Aquellos que comieron
maná viejo perecieron. Es igual con nosotros como
creyentes. Los momentos de testimonios son
maravillosos, pero a menudo las personas dan su
testimonio de lo que Dios hizo por ellos hace veinte
años. La pregunta es: ¿Qué ha hecho Dios por tí hoy?
¿Tienes una relación progresiva con el Señor? ¿Te has
encontrado con el Señor hoy?
No debemos ser como la iglesia de Sardis en
Apocalipsis 3:1-3. Esta iglesia tenía nombre de que
vivían, pero estaban muertos. Estaban viviendo en la gloria
de su maravilloso pasado, pero cuando el Señor se dirigió
a ellos, estaban muertos espiritualmente. El rey Joás
caminó con Dios en los días de Joiada, pero después no
continuó caminando con el Señor. ¡Hoy debemos vivir
nuestra vida para Jesús!
La historia de los hijos de Israel
durante el periodo de los Jueces
2:11 - “Después los hijos de Israel hicieron lo malo ante
los ojos de Jehová, y sirvieron a los baales”. Debido a
que los israelitas no obedecieron el mandamiento del
Señor de destruir todos sus enemigos en la tierra, ellos
aprendieron de sus costumbres paganas y sirvieron a sus
dioses paganos, especialmente a Baal, el dios de la
fertilidad. Dios le advirtió a Israel en Deuteronomio 7:4
CAPÍTULO 1
45
que si ellos no destruían las naciones paganas “ellos
apartarán a tus hijos de seguirme para servir a otros
dioses; entonces la ira del SEÑOR se encenderá contra
ti, y Él pronto te destruirá” (LBLA).
2:12 - “Dejaron a Jehová el Dios de sus padres, que los
había sacado de la tierra de Egipto, y se fueron tras otros
dioses, los dioses de los pueblos que estaban en sus
alrededores, a los cuales adoraron; y provocaron a ira a
Jehová”. Al alejarse del único y verdadero Dios, los
israelitas provocaron al Padre de luz y vida, en cuya mano
descansa el universo entero. Provocaron a ira al Señor, y
Él se convirtió en enemigo de ellos, en vez de amigo.
2:13 - “Y dejaron a Jehová, y adoraron a Baal y a
Astarot”. Astarot (forma plural de Astoret) era la diosa
cananea de la fertilidad, el amor y la guerra, 1º S. 7:3;
1º R. 11:5. De acuerdo con la mitología cananea, Astarot
era la esposa de Baal, el dios de la fertilidad. El paganismo
está asociado con la inmoralidad sexual más vil y extrema,
porque adoran a demonios que provocan esos
pensamientos, ideas y prácticas.
2:14 - “Y se encendió contra Israel el furor de Jehová, el
cual los entregó en manos de robadores que los
despojaron, y los vendió en mano de sus enemigos de
alrededor; y no pudieron ya hacer frente a sus enemigos”.
El deseo de Dios es bendecir y satisfacer a Su pueblo con
la fertilidad de la tierra. Sin embargo, cuando
desobedecemos, en Su bondad Él levanta enemigos y
saquea nuestras siembras y nuestra cosecha para que
clamemos a Él en arrepentimiento.
46
EL LIBRO DE JUECES
2:15 - “Por dondequiera que salían, la mano de Jehová
estaba contra ellos para mal, como Jehová había dicho,
y como Jehová se lo había jurado; y tuvieron gran
aflicción”. Esto es en referencia a los pasajes de la ley,
como está registrado en Levítico 26:14,17: “Pero si no
me oyereis, ni hiciereis todos estos mis mandamientos, ...
Pondré mi rostro contra vosotros, y seréis heridos delante
de vuestros enemigos; y los que os aborrecen se
enseñorearán de vosotros, y huiréis sin que haya quien
os persiga”. Pero en Su infinita misericordia, el Señor
tuvo compasión de ellos cuando se arrepintieron.
2:16 - “Y Jehová levantó jueces que los librasen de
mano de los que les despojaban”. Este libro se llama
el libro de los Jueces porque se trata principalmente de
los jueces que Dios levantó para librar a Su pueblo del
cautiverio. Registra las hazañas de rescate de trece
hombres de poder.
2:17 - “Con todo no escucharon a sus jueces, porque se
prostituyeron siguiendo a otros dioses, y se postraron ante
ellos. Se apartaron pronto del camino en que sus padres
habían andado en obediencia a los mandamientos del
SEÑOR; no hicieron como sus padres” (LBLA).
Desafortunadamente, en raras ocasiones la humanidad
aprende de la historia y de experiencias pasadas. Después de
ser liberados por un juez, los hijos de Israel se apartaban
nuevamente, y el círculo completo de juicio, arrepentimiento,
liberación y restauración comenzaba otra vez.
La frase “se prostituyeron siguiendo a otros dioses” ilustra
la actitud de Dios hacia aquellos que cometen el pecado
CAPÍTULO 1
47
de idolatría. Los idólatras están clasificados como infieles
de la misma manera que una persona casada que comete
adulterio es llamada ramera.
2:18 - “Y cuando Jehová les levantaba jueces, Jehová
estaba con el juez, y los libraba de mano de los enemigos
todo el tiempo de aquel juez; porque Jehová era movido
a misericordia por sus gemidos a causa de los que los
oprimían y afligían”. Como ya hemos observado, estos
hombres llamados jueces eran diferentes a los jueces de
los tiempos modernos. Aquellos hombres eran líderes
militares. Después que derrotaban a sus enemigos, se
convertían en gobernadores del territorio que les era
asignado por Dios. Estos jueces eran levantados a
instancia del pueblo, cuando clamaban al Señor para que
los liberara de las crueles y opresoras naciones
extranjeras, las cuales, en realidad, habían sido
levantadas por Dios para afligirlos para su bien.
2:19 - “Mas acontecía que al morir el juez, ellos volvían
atrás, y se corrompían más que sus padres, siguiendo a
dioses ajenos para servirles, e inclinándose delante de
ellos; y no se apartaban de sus obras, ni de su obstinado
camino”. El oficio de un juez no era hereditario como lo
fue con los últimos reyes de Judá. Los jueces eran elegidos
por Dios para ejercer su oficio solamente durante su vida
y el manto no era transferido a sus hijos. Cuando el juez
moría, no había nadie que refrenara a los hijos de Israel y
ellos regresaban a sus caminos de prostitución. Esto es
típico en muchas personas. Cuando no hay restricciones
de los padres o de la iglesia, las personas a menudo se
van a los caminos del mundo. Por lo tanto, los hijos de
48
EL LIBRO DE JUECES
Dios, especialmente los jóvenes, necesitan supervisión
estricta, que los guíe por los caminos de Dios.
2:20 - “Y la ira de Jehová se encendió contra Israel, y
dijo: Por cuanto este pueblo traspasa mi pacto que ordené
a sus padres, y no obedece a mi voz...” La ira divina de
Dios es real. No es cólera, más bien es un flujo controlado.
A veces he sentido esta ira divina del Señor fluir a través
de mis venas en contra de aquellos que obran iniquidad.
Fluye desde el mismo trono del Altísimo, como lava
caliente y líquida, cuando Su longanimidad se ha agotado.
2:21 - “...Tampoco yo volveré más a arrojar de delante
de ellos a ninguna de las naciones que dejó Josué cuando
murió...” Debido a que los hijos de Israel no atendieron a
la voz del Señor, el Señor les negó el permiso para que
tuvieran reposo. En lugar de eso, Él preservó las naciones
que no fueron sacadas de la tierra durante el tiempo de
Josué. Esas naciones están registradas en Jueces 3:3.
2:22 - “...Para probar con ellas a Israel, si procurarían
o no seguir el camino de Jehová, andando en él, como lo
siguieron sus padres”. Así, a veces el Señor permite que
venga la tentación a nuestra vida para probarnos y
examinarnos, y ver si hay algún camino de maldad en
nosotros que nos aleje de la santidad de Dios.
2:23 - “Por esto dejó Jehová a aquellas naciones, sin
arrojarlas de una vez, y no las entregó en mano de
Josué”. De este versículo podemos deducir que las
rebeliones y el tiempo de los Jueces se traslaparon con
la vida de Josué. Así, presentamos una cronología de
CAPÍTULO 1
49
eventos que de ninguna manera son simples. Pablo
declara en Hechos 13:20 que Israel sufrió cuatrocientos
años bajo la cautividad egipcia y luego cuarenta años en
el desierto seguidos de diez años hasta el tiempo de los
jueces. Basándonos en esto vemos que Josué debe haber
estado con vida en el tiempo del primer juez, Otoniel. Lo
importante a entender aquí es que Dios les dio a los
israelitas períodos de reposo durante el reinado de los
Jueces, pero era un reposo temporal. Reposo, en este
sentido, significa cese de guerra. El deseo y la meta de
Dios desde el principio era darle a Israel toda la tierra de
Canaán y sacar de ella a todos los enemigos. Dios quería
que Israel morara en la tierra en reposo, sin enemigos.
Sin embargo, aunque Josué introdujo a Israel en la Tierra
Prometida y venció a muchas de las naciones de la región,
él nunca llevó a Israel a un reposo completo. Él no destruyó
a todos los enemigos de la tierra.
Leemos en Hebreos 4:4-6, 8-9: “Porque en cierto lugar
dijo así del séptimo día: Y reposó Dios de todas sus obras
en el séptimo día. Y otra vez aquí: No entrarán en mi
reposo. Por lo tanto, puesto que falta que algunos entren
en él, y aquellos a quienes primero se les anunció la
buena nueva no entraron por causa de desobediencia...
Porque si Josué les hubiera dado el reposo, no hablaría
después de otro día. Por tanto, queda un reposo para el
pueblo de Dios”.
Por lo tanto, cuando leemos que los israelitas disfrutaron
un tiempo de reposo durante el período de los Jueces,
debemos recordar que éste fue temporal debido a su
desobediencia, y que no fue el reposo pleno que Dios les
50
EL LIBRO DE JUECES
había prometido. Fue el rey David quien llevó a Israel al
reposo total al derrotar a todos los enemigos en la tierra.
Esto tiene gran importancia espiritual para el creyente. Pablo
dijo en Hebreos 4:9: “Por tanto, queda un reposo para el
pueblo de Dios”. Existe un reposo espiritual interno y el
Señor quiere que cada creyente entre en él. Este reposo nos
habla de cesar de hacer nuestras propias obras.
Así como el Señor descansó de Sus obras en el séptimo
día, llamado el día de reposo, así Él quiere que cesemos
de nuestras propias obras y que entremos en el día de
reposo espiritual. El Señor dijo en Isaías 58:13: “Si
retrajeres del día de reposo tu pie, de hacer tu voluntad
en mi día santo, y lo llamares delicia, santo, glorioso de
Jehová; y lo venerares, no andando en tus propios
caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando tus
propias palabras...”
Para entrar en el reposo, debemos dejar de esforzarnos
en hacer nuestras propias obras y permitirle al Señor que
Él obre en y a través de nosotros. También debemos tratar
con todos y cada uno de los enemigos que hay en nuestra
vida. Recordemos que todas las naciones de la Tierra
Prometida hablan de diversas áreas de pecado y rebelión
en nuestra vida, y queremos cercenar esos pecados y
sacarlos de nuestro corazón. Esforcémonos, amados, para
entrar en este bendito reposo, como Pablo nos exhorta
en Hebreos 4:11: “Procuremos, pues, entrar en aquel
reposo, para que ninguno caiga en semejante ejemplo
de desobediencia”.
CAPÍTULO 1
51
Las naciones que
fueron dejadas en la tierra
3:1 - “Estas, pues, son las naciones que dejó Jehová para
probar con ellas a Israel, a todos aquellos que no habían
conocido todas las guerras de Canaán...” El Señor
permitió que las naciones paganas se quedaran en la tierra
para enseñarles el arte de la guerra a todos los hombres
jóvenes que no habían participado en el servicio activo
en las batallas en contra de los cananeos. Estas naciones
fueron reservadas para ese propósito específico. Es
también por esta razón que el Señor ha dejado a Satanás
aquí en la tierra, aun cuando Él ya lo venció en la cruz. El
Señor quiere que Su pueblo aprenda la guerra espiritual,
y no podemos aprender a pelear si no tenemos un enemigo.
3:2 - “...Solamente para que el linaje de los hijos de
Israel conociese la guerra, para que la enseñasen a los
que antes no la habían conocido...” Una de las primeras
lecciones que los hijos de Israel tuvieron que aprender
fue que la batalla no dependía del poder y la fuerza de
sus soldados, sino del Señor. La victoria, como dijo el
Señor en Zacarías 4:6, no es “Ni con ejército, ni con
fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los
ejércitos”. En 2º Crónicas 16:9 se le dijo al rey Asa:
“Porque los ojos de Jehová contemplan toda la tierra,
para mostrar su poder a favor de los que tienen corazón
perfecto para con él”.
3:3 - “...Los cinco príncipes de los filisteos, todos los
cananeos, los sidonios, y los heveos que habitaban en el
52
EL LIBRO DE JUECES
monte Líbano, desde el monte de Baal-hermón hasta
llegar a Hamat”. Ahora se nos da una lista de las naciones
que fueron dejadas en la tierra. Este pasaje se entiende si
se relaciona con Josué 13:2-5: “Esta es la tierra que
queda: todos los territorios de los filisteos, y todos los de
los gesureos; desde Sihor, que está al oriente de Egipto,
hasta el límite de Ecrón al norte, que se considera de los
cananeos; de los cinco príncipes de los filisteos, el gazeo, el
asdodeo, el ascaloneo, el geteo y el ecroneo; también los
aveos; al sur toda la tierra de los cananeos, y Mehara, que
es de los sidonios, hasta Afec, hasta los límites del amorreo;
la tierra de los giblitas, y todo el Líbano hacia donde sale el
sol, desde Baalgad al pie del monte Hermón, hasta la entrada
de Hamat”. Había muchos territorios y pueblos que los
israelitas no conquistaron, así como también muchas naciones
a las que no sometieron, que habitaban en medio de ellos.
3:4 - “Y fueron para probar con ellos a Israel, para saber
si obedecerían a los mandamientos de Jehová, que él había
dado a sus padres por mano de Moisés”. Aquí hay otra
razón por la cual el Señor no quitó a esas naciones: Él estaba
probando a Israel para ver si guardarían Sus mandamientos.
Pero como veremos ahora, ellos fallaron esta prueba.
3:5-6 - “Así los hijos de Israel habitaban entre los
cananeos, heteos, amorreos, ferezeos, heveos y
jebuseos. Y tomaron de sus hijas por mujeres, y dieron
sus hijas a los hijos de ellos, y sirvieron a sus dioses”.
Los israelitas hicieron justamente los que Dios les había
prohibido hacer en Deuteronomio 7:3-4: “Y no
emparentarás con ellas; no darás tu hija a su hijo, ni
tomarás a su hija para tu hijo. Porque desviará a tu
CAPÍTULO 1
53
hijo de en pos de mí, y servirán a dioses ajenos; y el
furor de Jehová se encenderá sobre vosotros, y te
destruirá pronto”. Debido a los matrimonios de los
hijos de Israel con personas de los pueblos paganos de
la tierra, la nación entera de Israel se alejó de Dios para
servir al paganismo.
Es por esa razón que Pablo advierte en 2ª Corintios 6:14:
“No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque
¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y
qué comunión la luz con las tinieblas?” Los matrimonios
con aquellos que sirven a otros dioses siempre alejan el
corazón del pueblo de Dios. Fueron sus esposas, que servían
a dioses paganos, quienes apartaron el corazón del rey
Salomón del único Dios verdadero. Leemos en 1º Reyes 11:4:
“Y cuando Salomón era ya viejo, sus mujeres inclinaron
su corazón tras dioses ajenos...”
El tema del matrimonio es muy importante. En la iglesia
donde yo pastoreo, y en nuestra hermandad de iglesias,
enfatizamos en elegir la pareja correcta para el matrimonio.
Durante mis cuarenta años en el ministerio, he visto las
terribles angustias de los que no se casan con aquella
persona que es la elección de Dios. Nuestro cónyuge puede
llevarnos al camino del Señor o alejarnos de servir al Señor.
Los padres y los pastores juegan un papel muy importante
en determinar con quién se casa un hijo o una hija. Deben
buscar cómo proteger al joven de casarse con la persona
equivocada. Los hijos no siempre escuchan a sus padres
o a sus pastores, sin embargo, la decisión de un hijo está
profundamente influenciada por el consejo de ellos.
54
EL LIBRO DE JUECES
3:7 - “Hicieron, pues, los hijos de Israel lo malo en ojos de
Jehová: y olvidados de Jehová su Dios, sirvieron á los Baales,
y a los ídolos de los bosques” (RV1909). En los bosques era
donde se levantaban los ídolos. Allí se practicaban toda
clase de actos de inmoralidad asociada con la idolatría.
55
CAPÍTULO 2
OTONIEL
3:8-11
3:8 - “Y la ira de Jehová se encendió contra Israel, y
los vendió en manos de Cusan-risataim rey de
Mesopotamia; y sirvieron los hijos de Israel a Cusanrisataim ocho años”. El título o nombre de este
gobernador significa “Cusan de doble iniquidad” o
“Cusan doblemente impío”. Muy probablemente, este
era un epíteto que se añadió debido a su terrible
reputación. ¿Le gustaría ser conocido por su gran
maldad? Todos queremos brillar como luces en el
mundo y tener la reputación de hombres y mujeres de
Dios, íntegros.
El cruel rey de Mesopotamia, el cual fue hecho señor de
Israel, los oprimió grandemente. Mesopotamia es el
territorio entre los ríos Tigris y Eufrates, y fue también
región de Asiria y Babilonia.
Para comenzar este estudio de los ciclos de rebelión,
represión, arrepentimiento y reposo, debemos comprender
que todo poder y autoridad son ordenados por Dios.
Romanos 13:1 dice: “Sométase toda persona a las
autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de
Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas”.
56
EL LIBRO DE JUECES
Asimismo, leemos en el Salmo 75:6-8: “Porque ni de
oriente ni de occidente, ni del desierto viene el
enaltecimiento. Mas Dios es el juez; a éste humilla, y a
aquel enaltece. Porque el cáliz está en la mano de Jehová,
y el vino está fermentado, lleno de mistura; y él derrama
del mismo; hasta el fondo lo apurarán, y lo beberán todos
los impíos de la tierra”.
También Daniel, escribió en Daniel 4:17: “La sentencia
es por decreto de los vigilantes, y por dicho de los
santos la resolución, para que conozcan los vivientes
que el Altísimo gobierna el reino de los hombres, y que
a quien él quiere lo da, y constituye sobre él al más
bajo de los hombres”.
3:9 - “Entonces clamaron los hijos de Israel a Jehová; y
Jehová levantó un libertador a los hijos de Israel y los libró;
esto es, a Otoniel hijo de Cenaz, hermano menor de Caleb”.
Aquí tenemos la tercera parte del ciclo de este libro. Después
de la rebelión y de un gobernador represivo, el pueblo de
Dios clamó a Él y se arrepintió. Cuando el Señor escuchó
su clamor, levantó a Otoniel, el primer juez, quién los liberó
del yugo del enemigo. Otoniel, cuyo nombre significa “Dios
es poderoso”, manifestó el gran poder del Señor al derrotar
al enemigo. Como leímos en Jueces 1, Caleb le dio a Otoniel
a su hija Acsa en matrimonio, porque Otoniel conquistó la
ciudad de Debir, Jos.15:13-19; Jue. 1:11-15.
3:10-11 - “Y el Espíritu de Jehová vino sobre él, y juzgó
a Israel, y salió a batalla, y Jehová entregó en su mano a
Cusan-risataim rey de Siria, y prevaleció su mano contra
Cusan-risataim. Y reposó la tierra cuarenta años; y murió
CAPÍTULO 2
57
Otoniel hijo de Cenaz”. Así Cusan-risataim tuvo que salir
del territorio de Judá y volver a su propia tierra. Antes de
morir, Otoniel le dio a la tierra un reposo de cuarenta años.
Lecciones de la vida de Otoniel
A través de la vida de Otoniel vemos los frutos de la
justicia. Él obtuvo una mujer sabia y prudente quien fue
una compañera de gran bendición. Ella lo animó a
obtener la abundante bendición de Dios para su vida.
Después, debido a su valentía, fue nombrado gobernador
sobre el pueblo de Dios y buscó el bien de ellos,
trayéndoles liberación.
Así pues, la vida de Otoniel nos inspira a ser honorables,
fluyendo con la esposa que Dios ha escogido para nosotros.
Seguramente, con el Señor como cabeza, una persona hará
huir a mil y dos, unidos en un mismo propósito en
matrimonio, a diez mil. Un cordón de tres dobleces no se
rompe pronto, Ec. 4:12. Cuando estamos unidos al Señor,
quien es la Cabeza de nuestra casa, obtendremos todo lo que
el Señor ha preparado para nuestra vida, como lo hizo Otoniel.
59
CAPÍTULO 3
AOD
3:12-30
3:12 - “Volvieron los hijos de Israel a hacer lo malo ante
los ojos de Jehová; y Jehová fortaleció a Eglón rey de
Moab contra Israel, por cuanto habían hecho lo malo
ante los ojos de Jehová”. Durante el reinado del primer
juez Otoniel, los hijos de Israel caminaron con Dios y
disfrutaron de un largo periodo de reposo. Sin embargo,
volvieron a alejarse de los caminos del Señor. Como
resultado, el Señor (nótese que fue el Señor) fortaleció a
Eglón, rey de Moab, para ir contra Israel.
En esta constante recitación del Señor levantando
enemigos para oprimir a Israel, notemos que siempre
fueron aquellos más malvados que el propio pueblo de
Dios, quienes eran usados para oprimirlos.
La actitud del malvado se expresa cuando Dios habló de los
babilonios en relación a Israel. Leemos en Habacuc 1:11-12:
“Luego pasará como el huracán, y ofenderá atribuyendo
su fuerza a su dios. ¿No eres tú desde el principio, oh
Jehová, Dios mío, Santo mío? No moriremos. Oh Jehová,
para juicio lo pusiste; y tú, oh Roca, lo fundaste para
castigar”. Los malos son levantados por Dios no sólo para
juzgar a Su pueblo, sino también para instruirlos.
60
EL LIBRO DE JUECES
El final del asunto es que Dios siempre lucha por Su pueblo
y juzga al malvado, como se expresa en Habacuc 3:12-13:
“Con ira hollaste la tierra, con furor trillaste las naciones.
Saliste para socorrer a tu pueblo, para socorrer a tu
ungido. Traspasaste la cabeza de la casa del impío,
descubriendo el cimiento hasta la roca”.
3:13 - “Este juntó consigo a los hijos de Amón y de Amalec,
y vino e hirió a Israel, y tomó la ciudad de las palmeras”.
El rey Eglón de Moab unió fuerzas con los amalecitas y los
amonitas y asoló a los israelitas, quitándoles la ciudad de
las palmeras. La ciudad de las palmeras es el nombre común
de Jericó. Había sido reconstruida por los israelitas, pero
no había sido fortificada debido a la maldición que Josué
pronunció sobre ella en Josué 6:26: “En aquel tiempo hizo
Josué un juramento, diciendo: Maldito delante de Jehová
el hombre que se levantare y reedificare esta ciudad de
Jericó. Sobre su primogénito eche los cimientos de ella, y
sobre su hijo menor asiente sus puertas”.
Muchos años después, durante le reinado del malvado rey
Acab, cierto hombre llamado Hiel intentó reconstruir
Jericó. Por desafiar el mandato de Dios de no reconstruir
Jericó, sus dos hijos murieron. “En su tiempo Hiel de
Bet-el reedificó a Jericó. A precio de la vida de Abiram
su primogénito echó el cimiento, y a precio de la vida
de Segub su hijo menor puso sus puertas, conforme a la
palabra que Jehová había hablado por Josué hijo de
Nun”, 1º R. 16:34. La ciudad de Jericó fue fácilmente
tomada por Eglón, rey de los moabitas, junto con sus
aliados los amonitas y los amalecitas. Los moabitas eran
los descendientes de Lot producto de su incestuosa
CAPÍTULO 3
61
relación con su hija primogénita, y los hijos de Amón
eran los descendientes de su incestuosa relación con su
segunda hija, Gn. 19:30-38.
Los amalecitas eran los descendientes de Amalec, el
nieto de Esaú, Gn. 36:12. Ellos eran los que Dios había
dicho que debían ser borrados de debajo del cielo.
Deuteronomio 25:17-19 dice: “Acuérdate de lo que hizo
Amalec contigo en el camino, cuando salías de Egipto;
de cómo te salió al encuentro en el camino, y te desbarató
la retaguardia de todos los débiles que iban detrás de
ti, cuando tú estabas cansado y trabajado; y no tuvo
ningún temor de Dios. Por tanto cuando Jehová tu Dios
te dé descanso de todos tus enemigos alrededor, en la
tierra que Jehová tu Dios te da por heredad para que la
poseas, borrarás la memoria de Amalec de debajo del
cielo; no lo olvides”.
3:14 - “Y sirvieron los hijos de Israel a Eglón rey de los
moabitas dieciocho años”. Aunque no debemos llevar
los números en el libro de Jueces a un extremo, no obstante
podemos dar una interpretación bíblica y darles su
significado en el contexto de los versículos en los que
aparecen. Por lo tanto, ya que el número dieciocho
simboliza fuerza (ver 1º R. 7:15, podemos sugerir este
pensamiento: durante estos años las fuerzas de Israel
fueron socavadas por sus enemigos.
3:15 - “Y clamaron los hijos de Israel a Jehová; y Jehová
les levantó un libertador, a Aod hijo de Gera, benjamita,
el cual era zurdo. Y los hijos de Israel enviaron con él un
presente a Eglón rey de Moab”. Ahora se reanuda el ciclo
62
EL LIBRO DE JUECES
espiritual por el que se conoce el libro de Jueces. Su
rebelión es seguida de arrepentimiento. Después de
dieciocho años de esclavitud bajo los moabitas, los hijos
de Israel se arrepintieron y clamaron al Señor. El Señor
levantó a Aod, el segundo juez y libertador, para liberar a
los israelitas de la opresión moabita.
Aod es un personaje muy interesante. Las Escrituras
nos dicen que Aod era zurdo, lo cual no significa que
fuera zurdo en el sentido de manejar su mano izquierda
más hábilmente que su mano derecha. Esta frase indica
que de hecho era incapaz de usar su mano derecha,
posiblemente porque estaba lisiado. Sin embargo,
muchos de los hombres de guerra de los de Benjamín
eran zurdos, según Jueces 20:15-16: “Y fueron contados
en aquel tiempo los hijos de Benjamín de las ciudades,
veintiséis mil hombres que sacaban espada, sin los que
moraban en Gabaa, que fueron por cuenta setecientos
hombres escogidos. De toda aquella gente había
setecientos hombres escogidos, que eran zurdos todos
los cuales tiraban una piedra con la honda a un cabello,
y no erraban”.
Es interesante pensar en las personas que Dios escoge
para traer liberación. Al igual que Aod, muchos de los
libertadores de Israel tenían incapacidades. La razón por
la cual Dios escogió a hombres como Aod y Moisés (quien
tenía un impedimento en el habla) fue para mostrar que la
liberación es del Señor, y no por la fuerza del hombre. En
esto hay una lección muy importante para cada uno de
nosotros. Lo que cuenta no es lo que nosotros seamos,
sino en las manos de Quién estamos. No importa lo débiles
CAPÍTULO 3
63
que podamos ser, si estamos en las manos del
Todopoderoso, nada es imposible y todo es posible.
También vale la pena resaltar que Aod era de la tribu de
Benjamín. Él era el hijo (o descendiente) de Gera y nieto
de Bela, que era el primogénito de Benjamín, 1º Cr. 8:1-3.
El hecho de que Aod fuera de la tribu de Benjamín (al sur)
y que Aod más tarde reuniera a Israel en el monte Efraín (al
norte) sugiere que el rey de Moab había subyugado
virtualmente a toda la nación y territorio de Israel.
El regalo que los israelitas enviaron al rey de Moab
evidentemente fue de grandes proporciones. Se requirió
de varios hombres para llevar el regalo, y Aod tan
simplemente supervisó la presentación. Esto da lugar a
otro pensamiento interesante: que Aod evidentemente
debió haber sido un hombre notable, para que se le confiara
este regalo como el representante de toda la nación.
3:16 - “Y Aod se había hecho un puñal de dos filos, de un
codo de largo; y se lo ciñó debajo de sus vestidos a su lado
derecho”. Aod se hizo un puñal de dos filos y lo escondió
bajo sus vestidos en su muslo derecho. Este era un lugar
poco habitual para esconder un puñal. Evidentemente los
hijos de Israel desconocían el plan de Aod.
Sin embargo, es obvio que Aod estaba siendo guiado aquí
por el Señor para acabar con el rey. A menudo, no podemos
compartir con otros ciertas cosas que Dios ha dicho que desea
hacer en y por medio de nuestra vida. Mejor, al igual que
María quien guardaba todas estas cosas y las meditaba en su
corazón, Lc. 2:19, debemos guardar silencio al respecto.
64
EL LIBRO DE JUECES
3:17-18 -”Y entregó el presente a Eglón rey de Moab; y era
Eglón hombre muy grueso. Y luego que hubo entregado el
presente, despidió a la gente que lo había traído”. La
constitución física del rey Eglón es un hecho importante con
relación a su muerte (lo cual se volverá a mencionar más
tarde). Después de haber entregado el presente, se fueron de
la presencia del rey y ahora estaban regresando a su casa.
3:19 - “Mas él se volvió desde los ídolos que están en
Gilgal, y dijo: Rey, una palabra secreta tengo que
decirte. El entonces dijo: Calla. Y salieron de delante
de él todos los que con él estaban” Este lugar traducido
como ídolos era en realidad el lugar de imágenes talladas
o piedras esculpidas con los rasgos del rey Eglón para
delimitar la frontera de su dominio o residencia. Este
lugar estaba cerca de Gilgal, que estaba apenas a un par
de kilómetros de Jericó.
Aod tuvo la oportunidad de tener acceso fácil al rey, ya
que apenas había terminado la primera visita y
probablemente el rey todavía estaba contemplando el
regalo. El rey estaba en un estado de falsa seguridad, y
despidió a sus guardaespaldas.
3:20-21 - “Y se le acercó Aod, estando él sentado solo en
su sala de verano. Y Aod dijo: Tengo palabra de Dios
para ti. El entonces se levantó de la silla. Entonces alargó
Aod su mano izquierda, y tomó el puñal de su lado
derecho, y se lo metió por el vientre,” Cuando el rey Eglón
estaba sentado solo en su sala de verano, Aod le dijo que
tenía un mensaje de Dios para el rey, y cuando el rey se
levantó de su silla para escuchar el mensaje, Aod metió el
CAPÍTULO 3
65
puñal en su vientre. Como Eglón era un hombre muy
gordo, Aod no tuvo ningún problema en meter ese puñal
profundamente en las capas de grasa de su abdomen.
3:22-23 - “Y la empuñadura entró también tras la hoja, y
la gordura se cerró sobre la hoja, pues no sacó la espada
de su vientre; y se le salieron los excrementos. Entonces
salió Aod al corredor, cerró tras sí las puertas de la sala
de la terraza y les pasó el cerrojo” (LBLA). El puñal fue
firmemente plantado en el abdomen del rey. Como dice
otra traducción de este mismo pasaje, el rey no pudo sacar
el puñal de su cuerpo.
3:24-26 - “Después de haber salido, vinieron los siervos y
miraron, y he aquí, las puertas de la sala de la terraza tenían
pasado el cerrojo, y dijeron: Sin duda está haciendo su necesidad
en la sala de verano. Y esperaron hasta sentir inquietud, pues
he aquí que él no abría las puertas de la sala de la terraza.
Entonces tomaron la llave y las abrieron, y he aquí, su señor
caído en el suelo, muerto. Mas Aod había escapado mientras
ellos esperaban; pasando por los ídolos, había escapado a
Seirat” (LBLA). Muy probablemente, a juzgar por el texto,
esta sala de verano estaba construida sobre el tejado de su
palacio. Los siervos debieron haber estado esperando en una
habitación en la planta inferior, mientras que Aod se había
escapado por otra salida. Para cumplir los propósitos de Dios,
ellos esperaron demasiado, y en el ínterin Aod escapó hacia
una pequeña ciudad del territorio de Efraín, llamada Seirat.
3:27 - “Y cuando había entrado, tocó el cuerno en el
monte de Efraín, y los hijos de Israel descendieron con él
del monte, y él iba delante de ellos”. Es significativo que
66
EL LIBRO DE JUECES
cuando el mensajero del Señor camina en obediencia a
Su voluntad, entonces el Señor también se mueve en el
corazón de las personas y les da un corazón dispuesto a
seguir y a obedecer los mandatos del líder que Él ha
escogido. Como está escrito en el Salmo 110:3: “Tu pueblo
se te ofrecerá voluntariamente en el día de tu poder...”.
3:28 - “Entonces él les dijo: Seguidme, porque Jehová
ha entregado a vuestros enemigos los moabitas en vuestras
manos. Y descendieron en pos de él, y tomaron los vados
del Jordán a Moab, y no dejaron pasar a ninguno”. Aod,
el ungido del Señor, hizo la valiente declaración a los hijos
de Israel de que Dios había entregado a sus enemigos en
sus manos. Como dice Job 22:28: “Determinarás
asimismo una cosa, y te será firme, y sobre tus caminos
resplandecerá tu luz”. El Señor respaldó las palabras de
Aod y derrotó a sus enemigos.
3:29 - “Y en aquel tiempo mataron de los moabitas como
diez mil hombres, todos valientes y todos hombres de
guerra; no escapó ninguno.” Lo mejor del ejército de
Moab fue diezmado cuando intentaban huir de los
israelitas. Sin embargo, deberíamos detenernos y
considerar este suceso. El Señor había sido responsable
de inquietar a los moabitas y darles el dominio sobre la
nación de Israel.
Ahora, con el cambio de acontecimientos, el Señor estaba
luchando por Su propio pueblo para que la fuerza y el
valor de los guerreros se apartara de los moabitas. Ellos
huyeron, buscando refugio en su propia tierra, al otro lado
del Jordán. Sin embargo, el Señor no les permitió escapar.
CAPÍTULO 3
67
Los israelitas tomaron los vados por donde los moabitas
iban a cruzar de regreso a Moab, y mataron a los moabitas
cuando intentaron cruzar.
Según la opinión general, Israel debe haber tenido una
formación variada de soldados. Probablemente, los
soldados israelitas sabían muy poco de guerra, ya que no
habían tenido entrenamiento militar por casi dieciocho
años, debido a la subyugación de Moab. Pero Dios dio la
victoria a aquellos a quienes Él había designado, casi de
la misma manera en que el poderoso ejército francés fue
derrotado en Agincourt con relativamente pocos soldados,
al mando del rey Enrique V, de Inglaterra.
3:30 - “Así fue subyugado Moab aquel día bajo la mano
de Israel; y reposó la tierra ochenta años”. Dios
totalmente le dio la vuelta a las cosas. Mientras que antes
Israel había sido siervo de Moab, los moabitas ahora se
convirtieron en los siervos de Israel. Muchos años después
se repetiría una escena similar en los días de Ester, reina
de Persia. Ester 9:1 dice: “En el mes duodécimo, que es
el mes de Adar, a los trece días del mismo mes, cuando
debía ser ejecutado el mandamiento del rey y su decreto,
el mismo día en que los enemigos de los judíos esperaban
enseñorearse de ellos, sucedió lo contrario; porque los
judíos se enseñorearon de los que los aborrecían”.
Después de que los israelitas subyugaron a Moab,
disfrutaron ochenta años de reposo y paz en la tierra.
Este periodo de ochenta años de reposo fue el periodo
más largo sin guerra en la historia de Israel.
68
EL LIBRO DE JUECES
Lecciones de la vida de Aod
Aod estaba listo y presto para hacer la voluntad de Dios.
El hecho de que estaba aparentemente lisiado nos muestra
que Dios puede usarnos a pesar de todos nuestros
impedimentos físicos. Si caminamos en obediencia a Sus
mandamientos, haciendo caso omiso de nuestras aparentes
insuficiencias o incapacidades, Él nos usará. Al igual que
Aod, nosotros, si es la voluntad de Dios, podemos
convertirnos en líderes prudentes y valientes que puedan
agregar a otros a la causa justa de Dios.
Lo que cuenta no es lo que
nosotros seamos, sino en
las manos de Quién
estamos
69
CAPÍTULO 4
SAMGAR
3:31
3:31 - “Después de él fue Samgar hijo de Anat, el cual
mató a seiscientos hombres de los filisteos con una
aguijada de bueyes; y él también salvó a Israel.” Ahora,
se nos presenta a Samgar, el tercer juez de Israel. No hay
otra referencia de la genealogía de este guerrero del Señor.
Lo único que sabemos es que era el hijo de Anat. Samgar
se menciona sólo una vez más en las Escrituras, en el
cántico de Débora en Jueces 5:6: “En los días de Samgar
hijo de Anat, en los días de Jael, quedaron abandonados
los caminos, y los que andaban por las sendas se
apartaban por senderos torcidos”.
Como vemos en el cántico de Débora, los días en los que
Samgar vivió fueron tiempos de una gran opresión por
parte de los filisteos. Los filisteos dominaban a la nación
de Israel de manera tal que todo el que viajaba se veía
obligado a ir por rutas oscuras y muy poco usadas. Por
temor del enemigo, todos viajaban por senderos alejados
y tortuosos.
La liberación vino por medio de Samgar, cuya única arma
era un trozo afilado de madera, posiblemente de unos dos
metros y medio de longitud, que se usaba para pinchar y
70
EL LIBRO DE JUECES
empujar a los bueyes. La aguijada era usada básicamente
para entrenar, y literalmente conducir a los bueyes jóvenes
por el camino escogido por el yuntero (posiblemente la
ocupación de Samgar). Con esa puya de bueyes, Samgar
mató a seiscientos filisteos.
Este acontecimiento me recuerda al célebre violinista
Frintz Kreisler. Mientras interpretaba ante un auditorio
repleto de aficionados, comenzó, para asombro de todos,
a romper una tras otra las cuerdas de su violín, al mismo
tiempo que tocaba extasiadamente. Luego, cuando sólo
le quedaba una cuerda, le dijo al público asistente: “No
es el violín. Es Fritz Kreisler quien hace la música”.
Podemos decir que no es el instrumento o la persona,
sino en las manos de quién está ese instrumento o esa
persona. Pensemos en el niño que tenía cinco panes y
dos peces, Mt. 14:17. No fue lo que ese pequeño tenía
en su mano, sino el hecho de que lo que tenía se lo
ofreció al Señor, lo que trajo una milagrosa provisión
que alimentó a más de cinco mil hombres ese día. No
es lo que somos o lo que tenemos, sino lo que importa
y hace la diferencia es nuestra disposición a ser usados
por Dios. Por lo tanto, todos debemos estar dispuestos
y anhelantes a ser usados por Dios y ofrecerle nuestra
vida. Entonces nada será imposible para aquellos que
obedecen Sus santos mandamientos.
El libro de Jueces está lleno de lecciones espirituales para
los cristianos. Sin embargo, sólo los estudiantes diligentes
de la Palabra de Dios las encuentran. Están escondidas en
pequeños versículos como el versículo 31. Vemos en un
71
CAPÍTULO 4
versículo esta maravillosa verdad de ofrecernos a nosotros
mismos al Señor. Hay muchos mensajes que se pueden
predicar del libro de Jueces, y animo a los ministros y a
los estudiantes de Institutos Bíblicos a estudiar el libro de
Jueces, porque, al hacerlo, descubrirán muchas verdades
maravillosas que enriquecerán su vida y la vida de aquellos
a quienes ministran.
Lecciones de la vida de Samgar
No es ni la riqueza ni el poder ni la capacidad lo que
determina la victoria sobre el enemigo, sino el que nuestra
vida esté totalmente situada en las manos de Dios. Por
tanto, aunque un hombre tenga muy poco, Dios es todo
suficiente para llevar a cabo Su voluntad.
No es lo que
somos o lo que
tenemos, sino lo
que importa y
hace la diferencia
es nuestra
disposición a ser
usados por Dios
73
CAPÍTULO 5
DÉBORA
4:1 – 5:31
4:1 - “Después de la muerte de Aod, los hijos de Israel
volvieron a hacer lo malo ante los ojos de Jehová”. Ahora
el tercer ciclo comienza con una declaración sencilla pero
conmovedora: el pueblo escogido de Dios hizo lo malo
ante Sus ojos. Qué triste debió haber estado el corazón de
Dios, porque como leemos en los profetas, Él espera, casi
contra toda esperanza, que Su pueblo camine de una
manera digna de su supremo y santo llamamiento.
Isaías 63:8-10 dice: “Porque dijo: Ciertamente mi pueblo
son, hijos que no mienten; y fue su Salvador. En toda
angustia de ellos él fue angustiado, y el ángel de su faz
los salvó; en su amor y en su clemencia los redimió, y
los trajo, y los levantó todos los días de la antigüedad.
Mas ellos fueron rebeldes, e hicieron enojar su santo
espíritu; por lo cual se les volvió enemigo, y él mismo
peleó contra ellos”.
4:2 - “Y Jehová los vendió en mano de Jabín rey de
Canaán, el cual reinó en Hazor; y el capitán de su ejército
se llamaba Sísara, el cual habitaba en Haroset-goim”.
Por causa de su rebelión contra el Señor, Dios levantó un
opresor para oprimir a Israel. Esta vez, el opresor fue Jabín,
74
EL LIBRO DE JUECES
rey de Canaán, y Sísara el capitán de su ejército. Jabín
reinó en Azor, y Sísara vivió en Haroset-goim.
Identificar estos lugares geográficos no es tarea fácil, pero
con la idea general de su ubicación podemos entender la
influencia de estos hombres. Jabín, rey de toda el área de
Canaán, vivía en Azor, su capital. Azor estaba en el
territorio de Neftalí justo al norte del lago Hule, a unos
quince kilómetros al norte del mar de Galilea. Su tirano
capitán, Sísara, habitaba en Haroset-goim, que está en las
proximidades del monte Carmelo.
Históricamente, hubo otro rey Jabín quien fue asesinado
en tiempos de Josué. Josué 11:1 dice: “Cuando oyó esto
Jabín rey de Azor, envió mensaje a Jobab rey de Madón,
al rey de Simrón, al rey de Acsaf”. Josué 11:10 dice: “Y
volviendo Josué, tomó en el mismo tiempo a Azor, y mató
a espada a su rey; pues Azor había sido antes cabeza de
todos estos reinos”. Este Jabín reinó unos cien años antes
del que se menciona en Jueces capítulo cuatro. A menudo,
esto es común con los reyes que toman los nombres de
sus predecesores así como sigue siendo común en la
familia real inglesa.
El problema que existía en aquellos tiempos era que, aunque
Josué había obtenido el control de la tierra, posteriormente
los hijos de Israel perdieron ese territorio porque no
exterminaron a los pueblos paganos que moraban allí. Como
resultado, generaciones posteriores de los impíos se alzaron
de nuevo y fueron capaces de subyugar a los hijos de Israel.
El rey David, por el contrario, persiguió a sus enemigos
hasta que “le volvieron las espaldas”, un eufemismo para
CAPÍTULO 5
75
decir que los mató a todos. David le dijo al Señor, en
2º Samuel 22:41: “Y has hecho que mis enemigos me
vuelvan las espaldas, para que yo destruyese a los que me
aborrecen”. Esta es una lección solemne para cada uno
de nosotros: si toleramos los malos deseos en nuestra
vida, un día seremos oprimidos por ellos. Obtengamos
la victoria completa sobre todos nuestros enemigos,
¡tanto los interiores como los exteriores!
4:3 - “Entonces los hijos de Israel clamaron a Jehová,
porque aquél tenía novecientos carros herrados, y había
oprimido con crueldad a los hijos de Israel por veinte
años” Jabín oprimió a Israel durante veinte años, y con
novecientos carros herrados, Jabín y Sísara fueron capaces
de mantener su dominio y reinado de terror sobre los
territorios del norte de Israel.
Para la milicia de aquellos días, estos carros herrados se
podrían haber comparado con los tanques modernos.
Tener novecientos carros debe haber sido formidable.
Incluso unos cien años antes del tiempo de Jueces
capítulo cuatro, Josué hizo mención de los carros de los
cananeos, Jos. 17:16.
4:4 - “Gobernaba en aquel tiempo a Israel una mujer,
Débora, profetisa, mujer de Lapidot...” Durante ese
tiempo de dominio cananeo, Dios levantó a Débora, quien
era una profetisa. Ella fluía bajo el manto profético del
Señor y también era juez.
Hubo una coexistencia en la que Jabín y Sísara gobernaban
juntos con un gobierno de terror sobre Israel. Sin embargo,
76
EL LIBRO DE JUECES
en Israel había una forma de gobierno teocrático a través
del ministerio y oficio de la profetisa Débora. Ella juzgó
a Israel bajo la unción y la guía del Señor. Parece que los
cananeos usaban a los judíos para juzgar a la gente.
En un sentido, esto es similar a los tiempos romanos,
cuando el gobierno político era Roma, pero al mismo
tiempo se permitía que funcionara una corte religiosa en
Israel, llamada el Sanedrín. Sin embargo, el Sanedrín tenía
poderes muy limitados, como se evidenció cuando el
Sanedrín buscaba matar a Jesús. Los sacerdotes del
Sanedrín estaban obligados a reconocer que la prerrogativa
de matar a Jesús residía solamente en Roma, en la persona
del procurador Poncio Pilato.
Es digno de destacar que se menciona el nombre del esposo
de Débora: Lapidot. Lamentablemente con frecuencia,
cuando una mujer recibe un ministerio superior al ministerio
de su esposo, existe la tendencia a degradar la posición de
su esposo. Esto no es bíblico porque el hombre es siempre
la cabeza del hogar y está en autoridad sobre su esposa,
independientemente del ministerio de la esposa. Una mujer
siempre debe estar sujeta a su esposo en el hogar.
Tenemos que reconocer que algunas veces Dios levanta a
mujeres para ser usadas por Él en el ministerio, mientras
que a sus esposos no. Mi esposa y yo conocimos a cierta
ministra quien era la pastora de una iglesia. Su esposo no
fue llamado a ser pastor, ella sí. Sin embargo, el esposo
estaba en el consejo de la iglesia. Cuando ella estaba en el
púlpito, era la encargada, pero en el hogar y en los asuntos
de su familia, él era el cabeza y el que tomaba las decisiones.
CAPÍTULO 5
77
Muchos en la Iglesia, hoy, necesitan reconocer que Dios sí
usa a las mujeres. Él usó a Débora. Él usó a Ester, a Rut y a
muchas otras mujeres en la Biblia. Dios ungió
poderosamente a Katheryn Kuhlman y esta mujer tenía un
ministerio muy poderoso que fue una bendición para
muchas personas. Mi esposa y yo fuimos a varias de sus
reuniones, y el poder de Dios en sus servicios era tremendo.
4:5 - “...y acostumbraba sentarse bajo la palmera de
Débora, entre Ramá y Bet-el, en el monte de Efraín; y los
hijos de Israel subían a ella a juicio”. Los hijos de Israel
venían a Débora para arreglar sus disputas. Esta palmera
bajo la cual ella se sentaba, habla de justicia y equidad.
Esto es algo que los líderes, y especialmente aquellos que
son llamados a juzgar al pueblo de Dios, deben tener.
Nuestro juicio debe ser justo e imparcial. Débora fue una
juez modelo que juzgó a Israel con justicia y equidad.
4:6 - “Y ella envió a llamar a Barac hijo de Abinoam, de
Cedes de Neftalí, y le dijo: ¿No te ha mandado Jehová Dios
de Israel, diciendo: Ve, junta a tu gente en el monte de Tabor,
y toma contigo diez mil hombres de la tribu de Neftalí y de la
tribu de Zabulón...?” Bajo la dirección del Señor, Débora le
encargó a Barac que levantara un ejército para derrotar a las
fuerzas del ejército de Jabín. Barac significa “rayo” y Débora
significa “abeja obrera”. Las abejas obreras son vigorosas,
organizadas, fructíferas y cuidan bien a sus crías y a su
panal. El fruto de su trabajo es muy dulce. Parece que
Débora verdaderamente vivía conforme a su nombre.
Cedes de Neftalí era una ciudad cananea en el este de
Galilea. Fue derrotada por Josué, Jos. 12:22, dada a la a
78
EL LIBRO DE JUECES
tribu de Neptalí, Jos. 19:32,37, y llamada Cedes de Neftalí;
Cedes, aparentemente, era la ciudad natal de Barac. El
monte Tabor, en el cual Débora mandó a Barac a reunir
las tropas, está a unos quince kilómetros del extremo sur
del mar de Galilea, por el oeste.
4:7 - “...y yo atraeré hacia ti al arroyo de Cisón a Sísara,
capitán del ejército de Jabín, con sus carros y su ejército,
y lo entregaré en tus manos”. El río Cisón está formado
por los arroyos que descienden del monte Tabor y luego
fluyen como un río en dirección noroeste a través del valle
de Jezreel, desembocando en la bahía de Acca bajo el
monte Carmelo. La confianza con la que Débora le da la
orden a Barac nació del Espíritu, y se tiene que
experimentar para verdaderamente poder apreciarla.
4:8 - “Barac le respondió: Si tú fueres conmigo, yo iré;
pero si no fueres conmigo, no iré”. Sin embargo, a pesar
de la confianza de Débora, Barac quería que ella estuviera
allí con él. De ninguna manera fue ese un acto de cobardía.
No es cierto, como aseguran algunos, que el capitán de
Israel, necesitaba una mujer que le ayudara a luchar contra
las fuerzas cananeas. Decir esto sería muy degradante para
un hombre noble como él. Era la unción del Señor que
estaba sobre Débora lo que Barac respetaba, pues Barac
dependía de la unción de Dios para ganar sus batallas, y
nosotros debemos hacer lo mismo.
4:9 - “Ella dijo: Iré contigo; mas no será tuya la gloria
de la jornada que emprendes, porque en mano de mujer
venderá Jehová a Sísara. Y levantándose Débora, fue
con Barac a Cedes”. Entonces Débora le da a Barac la
CAPÍTULO 5
79
certeza de la presencia de Dios a través de la unción
que estaba sobre ella.
Para asegurarse que le ejército de Israel, que tenía diez
mil hombres, no recibiera el honor, el Señor declara, por
medio de Débora, que una mujer mataría a Sísara. El
ejército de Israel no iba a recibir los honores de esta
poderosa victoria. Toda la gloria se le daría al Señor.
4:10 - “Y juntó Barac a Zabulón y a Neftalí en Cedes, y
subió con diez mil hombres a su mando; y Débora subió
con él”. Cedes de Neftalí era el lugar escogido por el Señor
para la batalla. Era una colina un poco más alta que el
monte Tabor, el cual tenía una altura de trescientos metros,
y estaba en las proximidades. Sin embargo, antes del relato
de la batalla, tenemos un informe de traición.
4:11 - “Y Heber ceneo, de los hijos de Hobab suegro de
Moisés, se había apartado de los ceneos, y había plantado
sus tiendas en el valle de Zaanaim, que está junto a Cedes”.
Zaanaim se menciona también en Josué 19:33 como una
de las ciudades fronterizas de Neftalí. Es una tragedia
cuando hombres y mujeres se separan del fluir de lo que
Dios está obrando, raras veces es para bien. Con frecuencia
el mal es el resultado final. Aquí ellos se alinearon con el
enemigo del Señor y de Su pueblo. Los ceneos estaban
relacionados con los israelitas por medio de matrimonios.
4:12 - “Vinieron, pues, a Sísara las nuevas de que
Barac hijo de Abinoam había subido al monte de
Tabor”. Heber le enseñó a Sísara los planes de Barac,
pero en los propósitos de Dios todas las cosas ayudan a
80
EL LIBRO DE JUECES
bien a los que le aman y siguen Sus caminos, Ro. 8:28.
Por tanto, esto fue usado por el Señor para destruir a
Sísara y a su ejército.
4:13 - “Y reunió Sísara todos sus carros, novecientos
carros herrados, con todo el pueblo que con él estaba,
desde Haroset-goim hasta el arroyo de Cisón”.
Obviamente, los cananeos controlaban la parte norte de
Israel en ese momento. Sus tropas y su ayuda vinieron de
ese territorio, que estaba al norte del río Cisón.
4:14 - “Entonces Débora dijo a Barac: Levántate,
porque este es el día en que Jehová ha entregado a Sísara
en tus manos. ¿No ha salido Jehová delante de ti? Y
Barac descendió del monte de Tabor, y diez mil hombres
en pos de él”. A la orden del Señor por medio de la
profetisa, Barac descendió con sus tropas sobre los
enemigos que estaban abajo.
4:15 - “Y Jehová quebrantó a Sísara, a todos sus carros
y a todo su ejército, a filo de espada delante de Barac; y
Sísara descendió del carro, y huyó a pie”. Aunque la
manera precisa en la que el Señor ayudó a Israel no se
menciona aquí, podemos concluir, basándonos en el
cántico de Débora, que cayó una lluvia poderosa la cual
hizo que el río Cisón se desbordara. Esto ablandó el terreno
del valle por donde los carros cananeos estaban avanzando.
Las ruedas de los pesados carros herrados se hundieron
en el terreno y Sísara tuvo que abandonarlos y huir a pie.
4:16 - “Mas Barac siguió los carros y el ejército hasta
Haroset- goim, y todo el ejército de Sísara cayó a filo de
CAPÍTULO 5
81
espada, hasta no quedar ni uno”. Fue una victoria completa.
Esta es la clase de victoria que necesitamos en nuestra propia
vida. Las victorias parciales sólo son temporales, y después
viene otra batalla. Quizá la segunda vez seamos derrotados
por nuestros enemigos espirituales. La caída del rey Saúl
vino porque no destruyó totalmente a los amalecitas.
Como usted recordará, fue un amalecita quien lo mató.
4:17 - “Y Sísara huyó a pie a la tienda de Jael mujer
de Heber ceneo; porque había paz entre Jabín rey de
Hazor y la casa de Heber ceneo”. Aquí hay un misterio.
Heber había traicionado a Israel cuando debería haber
permanecido fiel y leal. En vez de eso, estaba viviendo
en paz con el enemigo implacable y opresor del pueblo
de Dios. Sin embargo, su mujer evidentemente tenía
una opinión diferente. Parece que Heber tenía varias
esposas, ya que Jael tenía su propia tienda y Heber tenía
la suya.
4:18 - “Y saliendo Jael a recibir a Sísara, le dijo: Ven,
señor mío, ven a mí, no tengas temor. Y él vino a ella a
la tienda, y ella le cubrió con una manta”. Estaba claro
que Jael estaba preparada para este acto de venganza. Como
eran amigos, ella convenció a Sísara para que entrara en su
tienda, aunque lo hizo con una excusa. Debido a que estaba
fatigado, Sísara no estuvo alerta al peligro que le esperaba
dentro de la tienda, y aceptó lo que pensó sería un refugio
seguro en medio de su desesperación.
4:19 - “Y él le dijo: Te ruego me des de beber un poco
de agua, pues tengo sed. Y ella abrió un odre de leche y
le dio de beber, y le volvió a cubrir”. En vez de darle
82
EL LIBRO DE JUECES
agua a Sísara (lo cual habría mantenido su mente
despierta), ella le dio leche (que tiende a causar un efecto
somnífero en una persona cansada y débil). Luego Jael
lo cubrió con una manta.
4:20 - “Y él le dijo: Estate a la puerta de la tienda; y si
alguien viniere, y te preguntare, diciendo: ¿Hay aquí
alguno? tú responderás que no”. Después, tomando la
última precaución de un guerrero, Sísara le pidió a Jael
que desviara cualquier indagación, y con esto,
aparentemente él se quedó profundamente dormido.
4:21 - “Pero Jael mujer de Heber tomó una estaca de la
tienda, y poniendo un mazo en su mano, se le acercó
calladamente y le metió la estaca por las sienes, y la
enclavó en la tierra, pues él estaba cargado de sueño y
cansado; y así murió”. Así, el enemigo del Señor fue
muerto por una mujer. Jael me recuerda a Abigail, esposa
de Nabal, un hombre malvado quien también trató a David
con desprecio, mientras que su esposa Abigail intentaba
ayudar al rey, 1º S. 25:1-35.
Es una lección para nosotros saber que el Señor apruebe
a la esposa que compensa el comportamiento malvado
de su esposo. Por cierto, aquí con Jael y Heber, tenemos
un cuadro de un matrimonio entre dos personas que están
en yugo desigual. No cabe duda que durante su
matrimonio, Jael procuró caminar en los caminos del
Señor y, al igual que Abigail, fue recompensada con un
lugar honorable en las Escrituras, y con un nombre y un
testimonio que han animado a muchas mujeres, a través
de muchas generaciones.
CAPÍTULO 5
83
Las mujeres deberían recibir ánimo a través de Jael y darse
cuenta de que Dios está atento a los deseos de su corazón,
incluso cuando no tienen la oportunidad de expresarlos
debido a que su esposo se los prohíbe. Dios recuerda, y si
usted espera pacientemente, Él le dará oportunidades de
ser fructífera para hacer el bien.
4:22 - “Y siguiendo Barac a Sísara, Jael salió a recibirlo,
y le dijo: Ven, y te mostraré al varón que tú buscas. Y él
entró donde ella estaba, y he aquí Sísara yacía muerto
con la estaca por la sien”. Jael tuvo el privilegio de estar
en la presencia del hombre de Dios. Ella fue exaltada en
el cántico de Débora por su valiente hazaña.
4:23-24 - “Así abatió Dios aquel día a Jabín, rey de
Canaán, delante de los hijos de Israel. Y la mano de los
hijos de Israel fue endureciéndose más y más contra Jabín
rey de Canaán, hasta que lo destruyeron”. Así el ejército
de Jabín fue conquistado y destruido, y se abrió el camino
para avanzar hacia la fortaleza del rey. Después de una
victoria sobre un ejército enemigo, siempre hay que dar
muerte al rey. Hemos de recordar esto para nuestra propia
vida. Siempre que tengamos una victoria en alguna área de
nuestra vida, debemos asegurarnos de tratar con la raíz de
ese problema para que no pueda atormentarnos otra vez.
El cántico de Débora y Barac
Debido al poderoso triunfo de Dios en ese día, Débora y
Barac cantaron una canción de agradecimiento al Señor
por librar a Israel de sus enemigos.
84
EL LIBRO DE JUECES
5:1-2 - “Aquel día cantó Débora con Barac hijo de
Abinoam, diciendo: Por haberse puesto al frente los
caudillos en Israel, por haberse ofrecido voluntariamente
el pueblo, Load a Jehová”. El pueblo de Dios ha
prorrumpido desde antaño en cantos de alabanza a su
glorioso Señor en tiempos de victoria. Otra expresión de
alabanza en tiempos de liberación es el cántico de Moisés,
Ex. 15:1-9. El caballo y el jinete fueron echados a la mar
y el faraón y sus hordas fueron consumidos por el mar
Rojo. Así pues, Moisés cantó que el Señor había triunfado
gloriosamente.
Luego en Apocalipsis tenemos la canción más sublime
de todas: el cántico del Cordero. Apocalipsis 15:3-4 dice:
“Y cantan el cántico de Moisés siervo de Dios, y el cántico
del Cordero, diciendo: Grandes y maravillosas son tus
obras, Señor Dios Todopoderoso; justos y verdaderos son
tus caminos, Rey de los santos. ¿Quién no te temerá, oh
Señor, y glorificará tu nombre? Pues sólo tú eres santo;
por lo cual todas las naciones vendrán y te adorarán,
porque tus juicios se han manifestado”. Esta es una de
las maravillosas facetas del avivamiento, que cuando llega
el tiempo en el que el Señor se mueve, Su pueblo responde
al unísono, moviéndose como si fuera un solo hombre. El
Salmo 110:3 dice: “Tu pueblo se te ofrecerá
voluntariamente en el día de tu poder”. Cuando el poder
de Dios viene, queremos estar dispuestos y listos para ser
usados poderosamente por el Señor.
5:3 - “Oíd, reyes; escuchad, oh príncipes; yo cantaré
a Jehová, cantaré salmos a Jehová, el Dios de Israel”.
Este es un mensaje para los gobernantes de la tierra,
CAPÍTULO 5
85
como a menudo vemos en las Escrituras, el cual será
claramente evidenciado en la Segunda Venida. Leemos
en el Salmo 2:2-5: “Se levantarán los reyes de la tierra,
y príncipes consultarán unidos contra Jehová y contra
su ungido, diciendo: Rompamos sus ligaduras, y echemos
de nosotros sus cuerdas. El que mora en los cielos se reirá;
el Señor se burlará de ellos. Luego hablará a ellos en su
furor, y los turbará con su ira”.
5:4-5 - “Cuando saliste de Seir, oh Jehová, cuando te
marchaste de los campos de Edom, la tierra tembló, y los
cielos destilaron, y las nubes gotearon aguas. Los montes
temblaron delante de Jehová, aquel Sinaí, delante de
Jehová Dios de Israel.” Ahora Débora recuerda victorias
pasadas del Señor. Ella está recordando el tiempo cuando
Israel se convirtió en una nación en el monte Sinaí.
El Señor descendió sobre el monte Sinaí como está
registrado en Éxodo 19. También, Deuteronomio 33:2 dice:
“... Jehová vino de Sinaí, y de Seir les esclareció;
resplandeció desde el monte de Parán, y vino de entre diez
millares de santos, con la ley de fuego a su mano derecha”.
5:6 - “En los días de Samgar hijo de Anat, en los días de
Jael, quedaron abandonados los caminos, y los que andaban
por las sendas se apartaban por senderos torcidos”.
Habiendo examinado algunas de las glorias pasadas de Israel,
Débora ahora habla de los tiempos previos a esta grande y
maravillosa victoria sobre Jabín. Jael, la heroína, está
vinculada con Samgar, quien debió haber vivido un poquito
antes del ministerio de Débora. Esos tiempos de gran
degradación de la nación se expresan en términos de temor,
86
EL LIBRO DE JUECES
en los que los caminos eran inseguros debido a la opresión
cananea, los cuales sin duda alguna robaban a los viajeros.
5:7 - “Las aldeas quedaron abandonadas en Israel,
habían decaído, hasta que yo Débora me levanté, me
levanté como madre en Israel”. Incluso las aldeas fueron
abandonadas y la gente huyó a los bosques de Efraín y
Neftalí, algo parecido a los días descritos por el apóstol
Pablo en Hebreos 11:37-38: “Fueron apedreados,
aserrados, puestos a prueba, muertos a filo de espada;
anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de ovejas
y de cabras, pobres, angustiados, maltratados; de los
cuales el mundo no era digno; errando por los desiertos,
por los montes, por las cuevas y por las cavernas de la
tierra”. Como una madre en Israel, Débora fue levantada
por Dios para ser una líder y una libertadora del pueblo
escogido del Señor, junto a Barac.
5:8 - “Cuando escogían nuevos dioses, la guerra estaba
a las puertas; ¿Se veía escudo o lanza entre cuarenta mil
en Israel?” Esta lamentable condición de las ciudades y
aldeas de Israel fue debida al hecho de que ellos habían
rechazado a Dios y se habían hecho para ellos mismos
dioses que no eran dioses. Así, entre la elite de los jóvenes
de Israel no había ninguno que llevara armas de guerra.
En otras palabras, no había ejército al que el pueblo pudiera
confiar su defensa y el enemigo llegó hasta las mismas
puertas de sus moradas.
5:9 - “Mi corazón es para vosotros, jefes de Israel, para
los que voluntariamente os ofrecisteis entre el pueblo.
Load a Jehová”. Entre los líderes estaban los que
CAPÍTULO 5
87
siguieron sincera y gustosamente el llamado de la
profetisa cuando ésta se levantó para reunir al pueblo
para la batalla. El rango de algunos de ellos se notaba
por el color de sus asnas, ya que el blanco era el color
usual para los gobernantes.
5:10 - “Los que cabalgáis en asnas blancas, los que os
sentáis en ricos tapices, los que viajáis por el camino,
cantad” (LBLA). En el texto original, hay tres clases de
personas que se mencionan aquí. La elite y gobernantes
montaban sobre asnas blancas. Las asnas blancas eran
muy cotizadas entre los hebreos y los árabes. La segunda
clase de personas era la clase media. Estos tenían sillas
de montar o alfombras en sus asnos, sobre las que se
sentaban. La última clase de personas eran los que
estaban obligados a caminar.
5:11 - “Lejos del ruido de los arqueros, en los
abrevaderos, allí repetirán los triunfos de Jehová, los
triunfos de sus aldeas en Israel; entonces marchará hacia
las puertas el pueblo de Jehová.” Este versículo es un
poco difícil de entender en el texto original. Se podría
explicar mejor de la siguiente manera: después de ser
liberado de Sísara, el pueblo pudo nuevamente salir de
su escondite en los bosques e ir a las puertas para
escuchar las victoriosas proezas de los arqueros que
volvían de la batalla.
5:12 - “Despierta, despierta, Débora; despierta,
despierta, entona cántico. Levántate, Barac, y lleva tus
cautivos, hijo de Abinoam.” Con este versículo comienza
la segunda parte del cántico de Débora, el cual es una
88
EL LIBRO DE JUECES
descripción del conflicto y la victoria sobre Sísara y Jabín.
El tenor de la canción se remonta cuando Débora ordena
a Barac que lleve a sus prisioneros en una procesión
solemne, debidamente atados.
En los siguientes tres versículos se traza la secuencia de
la batalla. Hemos cambiado a la Nueva Versión
Internacional, ya que creo que da una mayor claridad a
este pasaje.
5:13 - “Los sobrevivientes descendieron con los nobles;
el ejército del Señor vino a mí con los valientes” (NVI).
Los que aún estaban viviendo en el territorio y no habían
huido a otras partes de Israel, ni se habían ido de la Tierra
Prometida, oyeron el llamado de Débora. Al sonido del
cuerno de Barac sobre el monte Tabor, ellos bajaron de
sus escondites y se reunieron bajo el mando de sus nobles.
5:14 - “Algunos venían de Efraín, cuyas raíces estaban
en Amalec; Benjamín estaba con el pueblo que te seguía.
Desde Maquir bajaron capitanes; desde Zabulón, los que
llevan el bastón de mando” (NVI). Es evidente, según
este pasaje, que solamente unos pocos respondieron al
llamado de Dios a través de Barac. Fueron los de la tribu
de Efraín que habían morado entre los amalecitas y, por
tanto habrían estado situados al sur de los campos de
batalla, casi en medio de la nación. Por esto, reunir las
tropas para la batalla no pudo haber sucedido de la noche
a la mañana, sino que debió haber durado algunos días.
Esto podría coincidir con el hecho que Heber hubiera
tenido tiempo de advertir a Sísara de la reunión de las
tropas israelíes. Con este aviso, Sísara rápidamente cambió
CAPÍTULO 5
89
la posición de sus novecientos carros herrados en el valle
de Jezreel para hacer frente al ataque israelí.
Maquir era el único hijo de Manasés, el cual había recibido
su herencia del lado de Efraín en la orilla oeste. De la
tribu de Zabulón, la cual marchaba en una larga procesión,
había algunos que ocupaban posiciones de mando y tenían
la responsabilidad de contar las tropas.
La frase en la NVI “los que llevan el bastón de mando”
se ha traducido en la versión Reina Valera “los que tenían
vara de mando” y en la versión King James dice “los que
tenían la pluma del escritor”. La complicación de las
varias traducciones de esta frase en las diferentes versiones
se puede aclarar viendo el original hebreo. Básicamente
significa los que contaban las tropas.
5:15 - “Con Débora estaban los príncipes de Isacar;
Isacar estaba con Barac, y tras él se lanzó hasta el valle.
En los distritos de Rubén hay grandes resoluciones”
(NVI). El territorio de Isacar estaba al sur del río Cisón.
Por lo tanto, podrían ser descritos apropiadamente como
aquellos que se apresuraron a bajar al valle para ayudar,
porque habitaban sobre los montes del sur. Pero la tribu
de Rubén, que habitaba al otro lado del Jordán, no estaba
tan dispuesta, como sus hermanos, a unirse a la batalla.
5:16 - “¿Por qué permaneciste entre las fogatas
escuchando los silbidos para llamar a los rebaños? En
los distritos de Rubén hay grandes titubeos” (NVI).
Había, de hecho, en la naturaleza de la tribu de Rubén
ese contentamiento, que no viene de Dios, de permanecer
90
EL LIBRO DE JUECES
en un nivel inferior y de no responder al llamado de llegar
más arriba. Inicialmente, ellos optaron por quedarse en
las praderas, donde su ganado podía pacer, al otro lado
del Jordán.
Los de Rubén no tenían ningún deseo de cruzar a poseer
su herencia en la Tierra Prometida. Ahora, cuando llegó
el toque del clarín para desalojar a los enemigos del Señor,
ellos se quedaron con sus rebaños. La tribu de Rubén tenía
su corazón dividido, Sal. 78:9-10. Su corazón quería estar
en el mundo. Habían puesto sus ojos en los tesoros
terrenales. Tengamos cuidado con las posesiones
terrenales, porque pueden dividir nuestro corazón y
robarnos el deseo de cumplir con el supremo llamamiento
de Dios en Cristo Jesús.
5:17 - “Galaad se quedó al otro lado del Jordán; y Dan,
¿por qué se estuvo junto a las naves? Se mantuvo Aser a
la ribera del mar, y se quedó en sus puertos”. La lista de
los que se quedaron atrás va creciendo. Galaad, el nieto
de Manasés, representa la otra mitad de la tribu de
Manasés, los cuales no cruzaron el Jordán. A diferencia
de sus hermanos que habitaban en la Tierra Prometida y
respondieron al llamado, ellos también se quedaron en su
heredad y no ayudaron a sus hermanos. Dan, cuyo territorio
incluía el puerto de Jope, continuó su intercambio y
comercio marítimo con los fenicios.
Los de Aser no se movieron para ir a ayudar a sus
hermanos y quitar el yugo de su esclavitud. Muchas
personas son así. Prefieren continuar en sus cautiverios
y sus costumbres mundanas. Su dios es su bienestar
91
CAPÍTULO 5
económico. ¿Cuántos cristianos son así? Tan sólo hay
que observar las elecciones democráticas para ver cuánta
gente sirve al dios del dinero. Las elecciones se
determinan no por qué partido es justo o bueno, sino por
cuál partido va a hacer que la gente esté mas a gusto y
obtenga más beneficio económico.
Por lo tanto, como pueden ver, hubo un gran número de
israelitas que no acudieron al llamado de Dios para ir a
luchar junto a Débora, ya que estaban muy ocupados en
sus propios asuntos. Se dará cuenta de que esto mismo
sucederá en el tiempo del avivamiento. Los cristianos que
estén muy ocupados disfrutando de su vida, que no tengan
tiempo para el Señor, no responderán al llamado del
Espíritu, en tiempos del avivamiento.
5:18 - “El pueblo de Zabulón expuso su vida a la muerte,
y Neftalí en las alturas del campo”. Sin embargo, la gente
que estaba afligida no dudó en entregarse de todo corazón
a la lucha y arriesgar su vida
por la libertad. Estas fueron
Tengamos cuidado
las tribus de Zabulón y
con las posesiones
Neftalí, las dos tribus que
terrenales, porque
fueron las principales
pueden dividir
víctimas de las políticas
nuestro corazón y
opresivas de Sísara y Jabín.
robarnos el deseo
5:19 - “Vinieron reyes y
pelearon;
entonces
pelearon los reyes de
Canaán, en Taanac, junto a
las aguas de Meguido, mas
de cumplir con el
supremo
llamamiento de
Dios en Cristo
Jesús
92
EL LIBRO DE JUECES
no llevaron ganancia alguna de dinero”. Los reyes en
cuestión eran aquellos cuyos territorios limitaban con
los territorios de Jabín, ya que Jabín, al igual que su
antecesor, había formado alianzas con otros reyes del
norte de Canaán, Jos. 11:1. El lugar exacto de la batalla
se nos dice que fue Taanac, uno de los lugares en la
pendiente norte de la cordillera del monte Carmelo, que
protegía los accesos desde la llanura de Esdralón hacia
la región de Samaria. Irbid, Meguido y Taanac protegen
cada una un paso estratégico a través de la cordillera
del Carmelo.
Así pues, Taanac se situaba en una bifurcación de la ruta
principal norte-sur que atravesaba la antigua Palestina,
generalmente llamada Vía Maris. También se situaba en
un camino este-oeste que iba desde el valle del Jordán
hasta el mar Mediterráneo, cerca de la actual Jaifa. Las
aguas de Meguido hacen alusión a los arroyos que separan
las dos ciudades, las cuales estaban apenas a 8 kilómetros.
Los reyes obviamente fueron a la batalla esperando obtener
un buen botín, pero no tomaron ni una pieza de plata.
5:20 - “Desde los cielos pelearon las estrellas; desde sus
órbitas pelearon contra Sísara”. No fue sólo Barac quien
peleó contra Sísara y los reyes, sino también los poderes
del cielo (las estrellas que son ángeles). En tiempos
modernos en el Oriente Medio, los ejércitos que se han
enfrentado a Israel han testificado que han visto ángeles
que van delante de las fuerzas israelíes.
Aquí podemos ver la clave para la victoria. No era sólo
un ejército el que venía contra Sísara sino dos: el ejército
CAPÍTULO 5
93
de Israel y el ejército de Dios en los cielos. Estos dos
ejércitos se estaban moviendo al unísono y en armonía.
El ejército terrenal se movía según le dirigía el ejército
celestial. Sísara no fue derrotado por los israelitas, sino
por el ejército de los cielos quien luchó a favor de Israel.
Esto es algo muy parecido a lo que ocurrió en las islas
Malvinas hace varios años. Las islas Malvinas, un grupo
de islas al sur del océano Atlántico, justo al este del
estrecho de Magallanes, habían sido controladas por Gran
Bretaña desde el año 1830. El 2 de abril de 1982, Argentina
invadió las islas Malvinas, iniciando la guerra de las
Malvinas, la cual duró hasta el 14 de junio, cuando el
comandante argentino firmó un documento de rendición.
La armada británica estaba siendo atacada por el ejército
argentino, el cual había comprado varios aviones de caza
franceses Mirage. Los británicos no podían ver los Mirage
en sus radares y estaban recibiendo una paliza. Entonces
se produjo un avivamiento en los barcos británicos.
Muchos de los marineros británicos estaban siendo
bautizados en el Espíritu Santo y Dios se estaba moviendo
de una manera poderosa en sus barcos.
Debido a que los corazones de los británicos se volvieron
al Señor, Dios intervino a su favor y envió una paloma en
medio de la acción. Esta paloma fue enviada por el Señor.
La paloma aparecía delante de los aviones de caza,
advirtiendo a los británicos que los Mirage no estaban
lejos. Este aviso alertaba a los artilleros británicos justo a
tiempo para prepararse para atacar a los Mirage. De esta
manera extraordinaria, el Señor luchó por el ejército
94
EL LIBRO DE JUECES
británico. Fue por medio de la intervención del Señor que
también Israel ganó la batalla contra el ejército de Sísara.
5:21-22 - “Los barrió el torrente de Cisón, el antiguo
torrente, el torrente de Cisón. Marcha, oh alma mía, con
poder. Entonces resonaron los cascos de los caballos por
el galopar, por el galopar de sus valientes”. Debido a
que la batalla se peleó entre las ciudades de Taanac y
Meguido (al sur del río Cisón), los que huyeron deben
haber retornado hacia el norte, hacia sus hogares. Por
consiguiente, deben haber tenido que cruzar el río Cisón,
el cual se había desbordado en ese tiempo, y muchos se
deben haber ahogado allí. Después se escuchó el sonido
de los caballos galopando, huyendo de las fuerzas israelíes.
5:23 - “Maldecid a Meroz, dijo el ángel de Jehová;
maldecid severamente a sus moradores, porque no
vinieron al socorro de Jehová, al socorro de Jehová
contra los fuertes”. El ángel encargado del ejército
angelical ahora pronuncia una maldición sobre la gente
de Meroz, porque pudiendo haber cortado el paso a las
fuerzas cananeas en su huida, no lo hicieron. Meroz es
una ciudad israelí en Neftalí, situada en las proximidades
del monte Tabor en su ladera sur. Otras ciudades fueron
castigadas duramente por no ayudar en las batallas del
Señor, Jueces 8:15-17; 21:5-10.
5:24-25 - “Bendita sea entre las mujeres Jael, mujer
de Heber ceneo; sobre las mujeres bendita sea en la
tienda. El pidió agua, y ella le dio leche; en tazón de
nobles le presentó crema”. Ahora Débora alaba a Jael
por su acto heroico. Se deduce que Jael le dio a Sísara
CAPÍTULO 5
95
(el cual Débora no menciona por nombre ya que por el
contexto no es necesario) una vasija de plata con leche
espesa y cremosa, la cual debe haber causado que éste
se durmiera rápidamente.
5:26-27 - “Tendió su mano a la estaca, y su diestra al
mazo de trabajadores, y golpeó a Sísara; hirió su cabeza,
y le horadó, y atravesó sus sienes. Cayó encorvado entre
sus pies, quedó tendido; entre sus pies cayó encorvado;
donde se encorvó, allí cayó muerto”. Ahora se nos da
información adicional con relación a la muerte del
guerrero. El golpe con el que Jael clavó la estaca con el
pesado mazo fue tan fuerte que el cráneo de Sísara quedó
completamente destrozado. Así murió el tirano, y su
cuerpo, después de recibir tan duro golpe, cayó encorvado,
y no volvió a moverse.
5:28 - “La madre de Sísara se asoma a la ventana, y por
entre las celosías a voces dice: ¿Por qué tarda su carro
en venir? ¿Por qué las ruedas de sus carros se detienen?”
El lastimero lloro de la madre de Sísara se nos describe
ahora. Ella no oía el sonido de las ruedas de su carro en la
distancia ni tampoco las de su séquito.
5:29-30 - “Las más avisadas de sus damas le
respondían, y aun ella se respondía a sí misma: ¿No
han hallado botín, y lo están repartiendo? A cada uno
una doncella, o dos; las vestiduras de colores para
Sísara, las vestiduras bordadas de colores; la ropa de
color bordada de ambos lados, para los jefes de los que
tomaron el botín”. Sus princesas trataban de consolarla,
pero la madre de Sísara se repetía una y otra vez la misma
96
EL LIBRO DE JUECES
pregunta con un gran presentimiento. Las damas sabias
eran las que, debido a su sabiduría, obtuvieron la posición
de consejeras de la reina madre.
Las princesas intentaron calmar los temores de la reina
madre sugiriendo que el botín era tan grande que les estaría
llevando mucho tiempo reunir las mujeres de los captores
con el resto del botín, y ahora el cántico de Débora termina
con un refrán:
5:31 - “Así perezcan todos tus enemigos, oh Jehová; mas
los que te aman, sean como el sol cuando sale en su fuerza.
Y la tierra reposó cuarenta años”. La frase “como el sol
cuando sale en su fuerza” es usada para un novio que
muestra su fuerza, por lo que nos habla de la valentía de
los justos de Dios que han puesto su confianza en Él.
Lecciones de la vida de Débora
Es evidente en las Escrituras, y en la vida de Débora, que
las mujeres pueden ser usadas por Dios de forma poderosa,
incluso obtener altos rangos ministeriales en la medida
que ellas se consagran de todo corazón al Señor. También
pueden ser usadas a pesar de que sus esposos no sigan los
caminos de Dios.
Sin embargo, la cualidad excepcional de estas mujeres es
que ellas siempre obedecen sumisamente, incluso a sus
maridos inconversos, para que el Señor sea glorificado
en todo momento en la vida de ellas. Son verdaderas y
benditas madres en Israel, y un ejemplo a seguir para todas
las mujeres llamadas al ministerio.
CAPÍTULO 5
97
La presión sobre los líderes es la de adaptarse a los deseos
de la gente. Esta es una presión muy fuerte, a la cual
muchos líderes sucumben por falta de firmeza y fuerza
de carácter. Muchos líderes son aguados como las
medusas, se dejan llevar por lo que los demás quieren, en
lugar de declararse a favor de lo que es correcto. Como
líderes en la Iglesia de Cristo, debemos tener la fuerza de
carácter para defender la justicia y no vacilar, aunque
enfrentemos oposición y rechazo. Me he dado cuenta que
cuando un pastor comienza a dejar que la iglesia, por
medio de consenso democrático, tome las decisiones
“cruciales”, pronto perderá su visión y será gobernada
por la gente. Esto trae como resultado el caos. El pastor
es quien pastorea la iglesia y Cristo es la Cabeza de la
Iglesia. Es el Señor, por medio del pastor, quien debe guiar
y dirigir a la iglesia, y no al revés.
Esta gran batalla de los tiempos contra el conformismo se
puede ilustrar muy bien con la historia inglesa. La línea
real de Inglaterra, que se remonta al año 1066, ha
continuado durante los años a excepción de un periodo,
cuando fue cortada por Oliver Cromwell (1599-1658), el
político y puritano líder religioso que dirigió la victoria
parlamentaria en la Guerra Civil inglesa (1642-1649). Fue
Cromwell quien destronó al rey Carlos I (que era un
hombre muy malvado) y lo hizo ejecutar.
Luego estuvo el periodo conocido como el Protectorado,
en el que Oliver Cromwell gobernó Inglaterra como Lord
Protector (1653-1658). La iglesia reinó en Inglaterra (no
la iglesia establecida sino la iglesia puritana). Los
puritanos intentaron capturar al heredero al trono, Carlos
98
EL LIBRO DE JUECES
II, pero fracasaron. El príncipe Carlos fue salvado por un
cuáquero, quien le ayudó a escapar a Francia, donde
permaneció hasta que cayó el Protectorado.
Después de esto, el pueblo inglés decidió traer de regreso al
príncipe Carlos II y coronarlo rey. Este reinó sobre Inglaterra
y también fue la cabeza de la Iglesia de Inglaterra, pero era
un hombre muy malvado. Carlos II hacía cualquier cosa que
la iglesia establecida quisiera con tal de tener contentos a los
líderes religiosos. La iglesia verdadera, los puritanos, se
rebelaron contra la iglesia establecida y se les conocía como
“no conformistas”N.T.. No se amoldaban a las doctrinas y
prácticas de la Iglesia establecida, la Iglesia de Inglaterra.
Muchos de los puritanos y de los cuáqueros fueron
encarcelados durante aquella época porque no se
amoldaban. Cuando el príncipe Carlos II les preguntó a
estos “no conformistas” el por qué rehusaban
conformarse, ellos contestaron: “Porque nuestra
conciencia no nos lo permite”. A pesar de la prisión e
incluso de la muerte, estos hombres y mujeres nobles no
cedieron ante la presión de someterse a algo que no creían.
Como cristianos, en este mundo pagano e incluso en la Iglesia,
la cual ha permitido que se infiltre la mundanalidad, seremos
presionados a adaptarnos a los caminos del mundo. Pablo
nos advirtió con sinceridad sobre esto, en Romanos 12:2:
“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio
de la renovación de vuestro entendimiento...”. Esto es
especialmente importante para los líderes.
N.T. Los protestantes que no se conformaban a las prácticas y disciplina de la
iglesia de Inglaterra. Las principales denominaciones “no conformistas” eran los
puritanos, cuáqueros, bautistas, congregacionalistas y presbiterianos.
99
CAPÍTULO 6
GEDEÓN
6:1 – 8:35
6:1 - “Los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos
de Jehová; y Jehová los entregó en mano de Madián
por siete años”. Esto ocurrió después de los días de
Débora. En este mismo periodo comienza el libro de
Rut, cuando Noemí y su esposo dejan su pueblo natal de
Belén para ir a Moab en busca de sustento. Rut 1:1 dice:
“Aconteció en los días que gobernaban los jueces, que
hubo hambre en la tierra. Y un varón de Belén de Judá
fue a morar en los campos de Moab, él y su mujer, y dos
hijos suyos”.
6:2 - “Y la mano de Madián prevaleció contra Israel.
Y los hijos de Israel, por causa de los madianitas, se
hicieron cuevas en los montes, y cavernas, y lugares
fortificados”. Durante siete años los madianitas
causaron grandes estragos en Israel. El apóstol Pablo hace
alusión a esto en Hebreos 11:37-38.
6:3 - “Pues sucedía que cuando Israel había sembrado,
subían los madianitas y amalecitas y los hijos del oriente
contra ellos; subían y los atacaban”. Los madianitas
subieron contra Israel con los amalecitas. Los madianitas
son los descendientes de Madián, hijo de Abraham y
100
EL LIBRO DE JUECES
Cetura, Gn. 25:2. Ellos habitaban principalmente en el
este, al otro lado del río Jordán, al sur de Edom.
Los amalecitas son los descendientes de Amalec, nieto de
Esaú, Gn. 36:12. Esaú, hijo de Isaac, era nieto de Abraham.
Así pues, tanto los madianitas como los amalecitas eran
descendientes de Abraham, pero no eran herederos de la
promesa de Abraham. Se aliaron para atacar a los hijos de
Israel (también descendientes de Abraham), quienes eran
sus familiares lejanos. Los hijos de Israel, por medio de
Jacob e Isaac, eran herederos de todas las promesas que
Dios le había hecho a Abraham. Abraham envió a todos
sus otros hijos lejos de él con regalos, pero su herencia se
la dio a Isaac, Gn. 25:6.
Nótese que quienes no tienen las promesas siempre
envidian a los que las tienen. Ismael envidió a Isaac toda
su vida, como también Esaú envidió a Jacob. Los que
no tienen las promesas siempre atacan a los que las
tienen. Pablo dice en Gálatas 4:29: “Pero como entonces
el que había nacido según la carne perseguía al que
había nacido según el Espíritu, así también ahora”. Esto
se cumple hoy en la Iglesia. Muchos nacen de nuevo,
son bautizadas en agua y son llenos del Espíritu Santo,
pero son carnales y persiguen a los íntegros. Estos
cristianos carnales procuran causar división y
disensiones, lo cual Pablo nos dice que es necesario:
“Porque preciso es que haya entre vosotros aun herejías,
para que los que son probados se manifiesten entre
vosotros” (RV1909). La palabra herejías se puede
traducir mejor como cismas, ya que no todas las
divisiones son causadas por diferencias doctrinales.
CAPÍTULO 6
101
6:4 - “Y acampando contra ellos destruían los frutos de
la tierra, hasta llegar a Gaza; y no dejaban qué comer
en Israel, ni ovejas, ni bueyes, ni asnos”. La opinión de
los eruditos es que los madianitas habían penetrado en
la tierra de Israel por el valle de Jezreel y luego
descendieron hacia el sur, hasta que llegaron al territorio
filisteo de Gaza. Estas tribus beduinas estaban más
interesadas en el robo y el saqueo que en matar a los
habitantes de la tierra. Por lo que hicieron un gran daño
a la tierra y al ganado, pero al parecer, no trataban de
exterminar a los israelitas.
6:5 - “Porque subían ellos y sus ganados, y venían con
sus tiendas en grande multitud como langostas; ellos y
sus camellos eran innumerables; así venían a la tierra
para devastarla”. Las manadas de camellos, que son la
principal fuente de transporte y sin duda de subsistencia
de las tribus beduinas saqueadoras, consumen una
extraordinaria cantidad de forraje; por lo cual, si son
muchos, los camellos pueden echar a perder la tierra.
Subsistiendo incluso de los chaparrales más dispersos,
debieron haber desnudado la tierra de toda la vegetación.
6:6 - “De este modo empobrecía Israel en gran manera
por causa de Madián; y los hijos de Israel clamaron a
Jehová”. Toda la nación se encontraba en el estado más
miserable de pobreza. Por lo tanto, como el hijo pródigo
de tiempos posteriores (el cual, mientras comía las
algarrobas con las que se alimentaba a los cerdos, volvió
en sí y regresó con su padre en Lucas 15:16-20), ellos
también volvieron en sí y se volvieron al Señor con
todo su corazón.
102
EL LIBRO DE JUECES
6:7-10 - “Y cuando los hijos de Israel clamaron a
Jehová, a causa de los madianitas, Jehová envió a los
hijos de Israel un varón profeta, el cual les dijo: Así ha
dicho Jehová Dios de Israel: Yo os hice salir de Egipto,
y os saqué de la casa de servidumbre. Os libré de mano
de los egipcios, y de mano de todos los que os afligieron,
a los cuales eché de delante de vosotros, y os di su tierra;
y os dije: Yo soy Jehová vuestro Dios; no temáis a los
dioses de los amorreos, en cuya tierra habitáis; pero no
habéis obedecido a mi voz”. El Señor fue muy
misericordioso, primero, al hacer que los madianitas
vinieran sobre la tierra y pusieran a los israelitas de
rodillas en arrepentimiento, y después al enviar un
profeta para corregirlos. Que seamos capaces de ver,
queridos lectores, la mano de un Padre Celestial amoroso
y compasivo, cuya preocupación es siempre el bienestar
de sus hijos errantes. Él está buscando traerlos de regreso
a Él, la única Fuente de vida y felicidad.
6:11 - “Y vino el ángel de Jehová, y se sentó debajo de
la encina que está en Ofra, la cual era de Joás
abiezerita; y su hijo Gedeón estaba sacudiendo el trigo
en el lagar, para esconderlo de los madianitas”. Cada
vez que un país es ocupado por un enemigo, los
habitantes de ese país desarrollan tácticas ingeniosas
para poder proteger su producto de las fuerzas
invasoras. Recuerdo bien las historias del ingenio de
los franceses en la época de la ocupación nazi. Ellos
alimentaban en secreto cerdos domésticos con el
desperdicio de la comunidad, y los escondían para el
día de la matanza, para compartir las chuletas de cerdo,
el jamón y el tocino.
CAPÍTULO 6
103
Una de estas cerdas fue nutrida cuidadosamente por la
fuerza de policía local francesa y expuesta a todos los que
fielmente habían dado sus desperdicios para alimentar a
este inmenso animal. Lamentablemente, cuando todos
estaban contemplando con admiración el delicioso plato
que iba a adornar sus mesas como resultado de su cuidadosa
planificación, un miembro del servicio secreto alemán entró
casualmente y confiscó al animal; así que las chuletas fueron
consumidas por los captores y no por los vasallos franceses.
6:12 - “Y el ángel de Jehová se le apareció, y le dijo:
Jehová está contigo, varón esforzado y valiente”. El Señor
puede ver de antemano el final de Su obra en nosotros y
pasa por alto el trabajo de gracia intermedio que es
necesario para llevarnos a sus propósitos para nuestra vida.
6:13 - “Y Gedeón le respondió: Ah, señor mío, si Jehová
está con nosotros, ¿por qué nos ha sobrevenido todo esto?
¿Y dónde están todas sus maravillas, que nuestros padres
nos han contado, diciendo: ¿No nos sacó Jehová de
Egipto? Y ahora Jehová nos ha desamparado, y nos ha
entregado en mano de los madianitas”. Gedeón,
indiscutiblemente, estaba haciendo eco del clamor del
corazón de los israelitas piadosos en aquel día.
Ciertamente, ellos deben haber visto retrospectivamente
y considerado los grandes avivamientos del ayer. Así pues,
al contemplar su situación actual, estaban horrorizados
por la tierra desierta, las aldeas desnudas y las ciudades
vacías, que una vez estuvieron llenas de gente.
La consternación y la confusión reinaban en el corazón de
la población, ya que lo único que podían ver era que la
104
EL LIBRO DE JUECES
mano de Dios se había levantado de sobre la nación.
Algunos pudieron haber discernido correctamente la causa,
y Gedeón obviamente no estaba entre ellos. El clamor de
los piadosos a través de los tiempos cuando ha habido
hambre espiritual ha sido: “Oh Señor, envía
arrepentimiento”. El Salmo 80:3 dice: “Oh Dios,
restáuranos; haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos”.
6:14 - “Y mirándole Jehová, le dijo: Ve con esta tu fuerza,
y salvarás a Israel de la mano de los madianitas. ¿No te
envío yo?” El sentido de “ir con Su fuerza” era, sin duda,
la idea de ir en el poder de la Palabra hablada de Dios,
pero para Gedeón esto no fue suficiente.
6:15 - “Entonces le respondió: Ah, señor mío, ¿con qué
salvaré yo a Israel? He aquí que mi familia es pobre en
Manasés, y yo el menor en la casa de mi padre”. En
este momento Gedeón no podía ver cualidades en su
familia, en su tribu ni en él mismo. Ciertamente, según
Josué 17:2 y 1º Crónicas 7:18, la de Abiezer era una
familia pequeña en la tribu de Manasés, una tribu que
en sí misma no tenía grandes promesas del Señor como
la de producir un libertador para la nación. Por lo tanto,
Gedeón buscó algunas confirmaciones para su llamado.
Gedeón estaba mirando las circunstancias externas, en
vez de mirar a Dios. Esto es humano, y todos tendemos
a hacerlo. No obstante, Gedeón debió haber sido un
hombre fuerte. Aunque en ese momento era un hombre
valiente sólo a los ojos de Dios, Él estaba hablando
proféticamente de lo que haría en Gedeón. El Señor
puede hablar de esta manera porque Él no nos ve como
CAPÍTULO 6
105
somos, sino como seremos bajo Su mano. Por lo tanto,
en fe, debemos recibir lo que Él dice sobre nosotros, y
creer que lo que Él dice lo hará.
6:16 - “Jehová le dijo: Ciertamente yo estaré contigo, y
derrotarás a los madianitas como a un solo hombre”. El
Señor ahora reitera su promesa a Gedeón, pero según su
opinión, esto no es suficiente.
6:17 - “Y él respondió: Yo te ruego que si he hallado
gracia delante de ti, me des señal de que tú has hablado
conmigo”. Lamentablemente, este deseo de una señal es
un tema que fluye a través de la vida de este juez,
convirtiéndose en una trampa para toda la nación en años
postreros de su vida.
6:18 - “Te ruego que no te vayas de aquí hasta que vuelva
a ti, y saque mi ofrenda y la ponga delante de ti. Y él
respondió: Yo esperaré hasta que vuelvas”. El Señor aquí
está consintiendo al deseo de Gedeón de una señal, y de
aquí deberíamos aprender una lección muy importante para
nuestra vida espiritual. El hecho de que el Señor se acomode
nuestras peticiones no siempre
significa que las apruebe. Después
En fe, debemos
de todo, Jesús dijo a Sus discípulos
recibir lo que
en Juan 20:29: “Bienaventurados
Él dice sobre
los que no vieron, y creyeron”.
6:19 - “Y entrando Gedeón,
preparó un cabrito, y panes sin
levadura de un efa de harina; y
puso la carne en un canastillo, y
nosotros, y
creer que lo
que Él dice lo
hará
106
EL LIBRO DE JUECES
el caldo en una olla, y sacándolo se lo presentó debajo de
aquella encina”. Obviamente, la familia había tenido mucho
éxito al esconder algo de su ganado de los madianitas
intrusos, y la ofrenda, a la luz de las circunstancias de
extrema pobreza en la tierra, fue muy generosa. Después
el ángel dio las instrucciones, de acuerdo a la ley levítica
con relación a la presentación de la ofrenda, diciendo que
el altar para la oblación no debía ser tocado por manos de
hombres. Éxodo 20:25 dice: “Y si me hicieres altar de
piedras, no la labres de cantería; porque si alzares
herramienta sobre él, lo profanarás”.
6:20 - “Entonces el ángel de Dios le dijo: Toma la carne
y los panes sin levadura, y ponlos sobre esta peña, y vierte
el caldo. Y él lo hizo así”. Salió fuego del báculo del ángel,
un indicativo de la naturaleza de Dios y de su aceptación
de la ofrenda.
6:21 - “Y extendiendo el ángel de Jehová el báculo que
tenía en su mano, tocó con la punta la carne y los panes
sin levadura; y subió fuego de la peña, el cual consumió
la carne y los panes sin levadura. Y el ángel de Jehová
desapareció de su vista”. No fue sino hasta la desaparición
sobrenatural del ángel que Gedeón entra en razón y se da
cuenta de que está hablando con un ángel del Señor. Sin
embargo, en vez de llenarse de gozo, tiene un
presentimiento no natural en su corazón. Este sentimiento
es a menudo lo que les ocurre a quienes son dirigidos por
sus emociones y no por el Espíritu.
6:22 - “Viendo entonces Gedeón que era el ángel de
Jehová, dijo: Ah, Señor Jehová, que he visto al ángel de
CAPÍTULO 6
107
Jehová cara a cara”. Sin embargo, el Señor fue bondadoso
al contestarle rápidamente para tranquilizar a Gedeón.
6:23 - “Pero Jehová le dijo: Paz a ti; no tengas temor, no
morirás”. La paciencia del Señor y su longanimidad hacia
nosotros son sorprendentes. Él conoce nuestras
debilidades y temores, y aunque a veces actuamos como
bebés, Él es tan comprensivo que muchas veces nos
sentimos avergonzados de nosotros mismos.
6:24 - “Y edificó allí Gedeón altar a Jehová, y lo llamó
Jehová-salom; el cual permanece hasta hoy en Ofra de
los abiezeritas”. Por medio de esta experiencia al Señor
se le conoció con un nuevo nombre, uno que todavía no
había sido revelado a los hijos de los hombres: el Señor
nuestra Paz.
El altar estaba situado en Ofra en Abiezer. La ubicación
fue dada específicamente para distinguirla de Ofra en
Benjamín. Joas, el padre de Gedeón, era probablemente
el líder de esa aldea funcionando como cabeza de familia
en aquel tiempo. El altar fue llamado “el Señor nuestra
paz” porque Gedeón había visto el ángel del Señor cara a
cara y había vivido. Luego el Señor comienza darle
instrucciones. Para Dios una cosa es decir: “Haré esto
por medio de ti”, pero también debes tener las indicaciones
y el plan de batalla. Obviamente no se puede ir a la batalla
sin tener un plan.
6:25 - “Y aconteció que la misma noche le dijo Jehová:
Toma un toro del hato de tu padre, y otro toro de siete
años, y derriba el altar de Baal que tu padre tiene, y corta
108
EL LIBRO DE JUECES
también el bosque que está junto á él…” (RV1909). Para
que Gedeón pudiera ser el libertador de Israel, era
necesario que primero fuera santificado y que purificara
de toda idolatría la casa de su padre. Este versículo es
complejo y su significado exacto ha preocupado a los
comentaristas. Sin embargo, parece que se mencionan dos
toros, uno joven y otro de siete años. Aparentemente, se
necesitaban ambos para destruir el altar. Un bosque a veces
era un grupo de árboles asociado con la adoración de
deidades idólatras, pero también era un nombre para Asera,
una deidad femenina de los cananeos.
6:26 - “Y edifica altar a Jehová tu Dios en la cumbre
de este peñasco en lugar conveniente; y tomando el
segundo toro, sacrifícalo en holocausto con la madera
de la imagen de Asera que habrás cortado”. Ahora se
ve la razón del porqué sacrificar el segundo toro de
siete años, evidentemente para expiar los siete años de
la opresión madianita.
Hemos de ver el significado espiritual aquí. Para que Dios
pudiera actuar, el ídolo tenía que ser derribado. Muchas veces
para que Dios se mueva en una iglesia, hay algo que tiene
que ser quitado, y tenemos que encontrar lo que es. En Nueva
Zelanda, cuando fuimos a una iglesia pequeña que pastoreaba
un amigo nuestro, Dios dijo: “Voy a darles un avivamiento”,
y nada ocurrió. Sin embargo, el Señor explicó: “Quiero
que oren cada mañana de seis a seis y media”.
El pastor había estado orando durante unas pocas semanas,
y se dirigía a la iglesia cuando el Señor le dio una visión.
En la visión había un enorme lago, sobre el cual había un
CAPÍTULO 6
109
enorme demonio. Este demonio obviamente estaba
controlando el área espiritual, pero según el pastor seguía
orando, continuaba teniendo visiones de este demonio
cayendo cada vez más y más bajo. Finalmente desapareció,
el avivamiento se desató y la iglesia empezó a crecer.
Cuando la congregación ya no cabía en el edificio de la
iglesia, tuvimos el gozo de poder dedicar el nuevo edificio.
6:27 - “Entonces Gedeón tomó diez hombres de sus
siervos, e hizo como Jehová le dijo. Mas temiendo
hacerlo de día, por la familia de su padre y por los
hombres de la ciudad, lo hizo de noche”. El hecho de
que Gedeón tuviera a su disposición diez siervos
evidencia que la familia disfrutaba de cierta posición y
riquezas en esa aldea. También, el hecho de que llevaran
a cabo el mandato del Señor de noche, evidencia que la
gente de esa villa, incluyendo su propio padre, eran
devotos adoradores de Baal. Por tanto, Gedeón temía
que se enojaran y lo castigaran.
6:28 - “Por la mañana, cuando los de la ciudad se
levantaron, he aquí que el altar de Baal estaba derribado,
y cortada la imagen de Asera que estaba junto a él, y el
segundo toro había sido ofrecido en holocausto sobre el
altar edificado”. De esta forma, la gente fue confrontada
con un hecho consumado. Este es a veces el mejor
método de obediencia a la palabra del Señor ya que,
raramente si es que llega a ocurrir, se obtiene
consentimiento en los comités.
6:29 - “Y se dijeron unos a otros: ¿Quién ha hecho esto?
Y buscando e inquiriendo, les dijeron: Gedeón hijo de
110
EL LIBRO DE JUECES
Joás lo ha hecho. Entonces los hombres de la ciudad
dijeron a Joás:” Todo lo que se hace a escondidas será
hecho manifiesto a la luz; por tanto, nuestras obras (ya
sean buenas o malas) nunca se pueden esconder. Este fue
el caso con los que destruyeron el altar de Baal.
6:30 - “Saca a tu hijo para que muera, porque ha derribado
el altar de Baal y ha cortado la imagen de Asera que estaba
junto a él”. Aquí podemos ver el fanatismo de los idólatras,
que buscan la muerte de aquellos que profanan sus ídolos.
El espíritu que les inspira es el espíritu del maligno, como
dice el Señor: “El ladrón (Satanás) no viene sino para hurtar
y matar y destruir”, Jn. 10:10. Recuerden, estos eran
israelitas que iban a matar a un miembro de su propio pueblo
porque había destruido el altar de un dios extranjero.
6:31 - “Y Joás respondió a todos los que estaban junto a
él: ¿Contenderéis vosotros por Baal? ¿Defenderéis su
causa? Cualquiera que contienda por él, que muera esta
mañana. Si es un dios, contienda por sí mismo con el que
derribó su altar”.
Parece por la respuesta de Joas, que el Señor ya estaba
uniendo un grupo de corazones a Gedeón, para levantarlo
como su héroe nacional. Joas, como se ve indicado por el
lenguaje que usa, debió haber sido el magistrado jefe de
la aldea. Él fue inspirado obviamente por el acto atrevido
de su hijo; por tanto, en efecto, él estaba apelando a la
deidad para que ésta tomara la decisión por sí misma.
6:32 - “Aquel día Gedeón fue llamado Jerobaal, esto es:
Contienda Baal contra él, por cuanto derribó su altar.”
CAPÍTULO 6
111
Jerobaal (“que Baal luche o decida”) más tarde se
convirtió en un nombre de honor, pues era evidente que
Gedeón había atacado a Baal y Baal no pudo responder.
6:33 - “Pero todos los madianitas y amalecitas y los del
oriente se juntaron a una, y pasando acamparon en el
valle de Jezreel”. Cuando los opresores se juntaron en un
solo lugar, en el valle de Jezreel, donde se llevaron a cabo
muchos actos valientes en la historia de Israel, era el
tiempo del Señor para su liberación. El Señor escogió no
quitar a los madianitas por grupos, quitándolos uno por
uno, sino los venció cuando toda su fuerza estaba reunida,
para obtener para Sí mismo un nombre glorioso.
6:34 - “Entonces el Espíritu de Jehová vino sobre Gedeón,
y cuando éste tocó el cuerno, los abiezeritas se reunieron
con él”.
“No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha
dicho Jehová de los ejércitos”, Zac. 4:6. El Espíritu del
Señor fue quien inició la obra de Dios para la liberación
de Israel.
6:35 - “Y envió mensajeros por todo Manasés, y ellos
también se juntaron con él; asimismo envió mensajeros a
Aser, a Zabulón y a Neftalí, los cuales salieron a
encontrarles”. La localización de los madianitas y los
amalecitas era tal, que de nuevo, las tribus del norte y el
centro fueron involucradas en el llamado a las armas.
6:36 - “Y Gedeón dijo a Dios: Si has de salvar a Israel
por mi mano, como has dicho”, Después de que la unción
112
EL LIBRO DE JUECES
del Señor había hecho que las tribus respondieran al
llamado de la trompeta, todavía quedaba duda en el
corazón de Gedeón en relación a su papel como libertador
principal de su nación.
6:37 - “He aquí que yo pondré un vellón de lana en la
era; y si el rocío estuviere en el vellón solamente,
quedando seca toda la otra tierra, entonces entenderé
que salvarás a Israel por mi mano, como lo has dicho”.
Este acto de Gedeón verdaderamente se ha convertido en
parte del lenguaje de todo hijo piadoso de Dios desde ese
momento en adelante. Pedirle a Dios un vellón ha sido,
sin duda, la norma en muchas vidas. Sin embargo,
seguramente lo que más placer le da al Señor es que
nosotros simplemente confiemos en Su Palabra. Sin
embargo, el Señor, teniendo compasión de sus flaquezas,
respondió a la petición de Gedeón.
6:38 - “Y aconteció así, pues cuando se levantó de
mañana, exprimió el vellón y sacó de él el rocío, un tazón
lleno de agua”. La señal había sido concedida de una
manera indudablemente divina, pero aún así Gedeón no
estaba seguro, así que repitió su petición, esta vez a la
inversa de la primera señal.
6:39 - “Mas Gedeón dijo a Dios: No se encienda tu ira
contra mí, si aún hablare esta vez; solamente probaré
ahora otra vez con el vellón. Te ruego que solamente el
vellón quede seco, y el rocío sobre la tierra”. De nuevo
mostrando Su compasión y comprensión de los temores
que tan fácilmente se apoderan de la raza humana, el Señor
acepta el clamor de Gedeón y no lo censura por ello.
CAPÍTULO 6
113
6:40 - “Y aquella noche lo hizo Dios así; sólo el vellón
quedó seco, y en toda la tierra hubo rocío”. ¡Qué grande
es nuestro Dios, Quién deja a un lado nuestras debilidades
y persevera con nosotros, a pesar de nuestra manifiesta falta
de confianza en Su palabra!
Se acercan los frentes de batalla
7:1 - “Levantándose, pues, de mañana Jerobaal, el cual
es Gedeón, y todo el pueblo que estaba con él,
acamparon junto a la fuente de Harod; y tenía el
campamento de los madianitas al norte, más allá del
collado de More, en el valle”. Gedeón, con su nuevo
título, estableció su puesto de mando en la fuente de
Harod, llamada así porque significa “temblor” (que casi
con toda probabilidad reflejaba la actitud de los hombres
de Israel en aquel momento).
El enemigo había entrado de nuevo en la tierra y había
acampado en este valle fértil de Jezreel, el cual se extiende
desde el monte Carmelo, en la costa mediterránea, hasta
el valle del Jordán. Era la parte más deseable de Israel
para los que buscaban sustento para sus ejércitos y
ganados. More es el collado opuesto al monte Gilboa en
el valle de Jezreel.
7:2 - “Y Jehová dijo a Gedeón: El pueblo que está contigo
es mucho para que yo entregue a los madianitas en su
mano, no sea que se alabe Israel contra mí, diciendo: Mi
mano me ha salvado”. Ahora, la preocupación es que el
Señor se lleve la gloria siempre, porque Él ha dicho que
114
EL LIBRO DE JUECES
no compartirá Su gloria con nadie; por tanto, conociendo
el corazón de todo hombre, el Señor estimó necesario dar
una liberación milagrosa.
7:3 - “Ahora, pues, haz pregonar en oídos del pueblo,
diciendo: Quien tema y se estremezca, madrugue y
devuélvase desde el monte de Galaad. Y se devolvieron
de los del pueblo veintidós mil, y quedaron diez mil”. La
misma debilidad que exhibió Gedeón (la debilidad del
temor), ahora probó a las tropas de la nación. Esto, en sí
mismo puede ser una lección para nosotros como líderes;
no permitamos que nuestras debilidades sean pasadas a
aquellos de quienes somos responsables. Es por eso que
un líder debe buscar ser purificado de todas las debilidades
que puedan impedirle alcanzar el supremo llamado de Dios
para su vida.
7:4 - “Y Jehová dijo a Gedeón: Aún es mucho el pueblo;
llévalos a las aguas, y allí te los probaré; y del que yo te
diga: Vaya éste contigo, irá contigo; mas de cualquiera
que yo te diga: Este no vaya contigo, el tal no irá”. Ahí
quedaron los diez mil que, de nuevo y según los planes de
Dios, eran demasiados para la batalla, ya que Israel todavía
podía decir que habían ganado ese día por su propia fuerza.
Por tanto, el Señor tuvo que elegir a los que Él iba a usar.
Esto es sin duda increíble, porque hoy pasa lo mismo: el
Señor escoge a aquellos que quiere tener a su servicio.
Debemos entender que es por la soberana gracia de Dios
el hecho que estemos en el ministerio del Señor. Muchos
son llamados, pero pocos son escogidos. Es una gran
bendición ser escogido por Dios y por esto deberíamos
CAPÍTULO 6
115
responder con un profundo agradecimiento y humildad a
nuestro Señor Soberano, por el honor que nos otorga.
Es una alerta solemne para nosotros que Dios dijera que
probaría a los hombres de Gedeón. Es Él quien prueba
nuestro corazón, y ¡es mejor que aprobemos el examen!
Sólo Gedeón, el líder, sabía que el Señor iba a probar al
pueblo. Ellos mismos no estaban conscientes del examen.
¡Pongamos atención!
7:5 - “Entonces llevó el pueblo a las aguas; y Jehová
dijo a Gedeón: Cualquiera que lamiere las aguas con su
lengua como lame el perro, a aquél pondrás aparte;
asimismo a cualquiera que se doblare sobre sus rodillas
para beber”. Este examen reveló dramáticamente los
corazones del pueblo. Aquellos que lamieron como perros
eran los que mostraron estar alerta al mantener sus ojos
en el enemigo y en la tarea que el Señor tenía para ellos.
Los otros, quienes se inclinaron para beber enfocados en
el agua frente a ellos, mostraron que estaban más
preocupados de sus propias necesidades que del llamado
de Dios. Y así pasa con nosotros, amados, debemos tener
siempre presente en nuestro corazón y mente el llamado
del Señor y la tarea que Él nos ha encomendado, en vez
de nuestros propios deseos.
7:6 - “Y fue el número de los que lamieron llevando el
agua con la mano a su boca, trescientos hombres; y todo
el resto del pueblo se dobló sobre sus rodillas para beber
las aguas”. El número mismo de los que fueron escogidos
confirma esta verdad, porque en la Escritura trescientos
es el número que se refiere a los que caminan con Dios.
116
EL LIBRO DE JUECES
El número aparece primero en la vida de Enoc quien, se
nos dice, caminó con Dios durante trescientos años. Por
tanto, según la ley de la primera mención, tenemos la
interpretación bíblica del número trescientos. De todos
los hombres de los ejércitos del norte, sólo trescientos
fueron hallados dignos. Que Dios nos conceda el que
podamos estar entre el número de los que caminan con
Dios, los que son llamados, escogidos y fieles.
7:7 - “Entonces Jehová dijo a Gedeón: Con estos trescientos
hombres que lamieron el agua os salvaré, y entregaré a los
madianitas en tus manos; y váyase toda la demás gente cada
uno a su lugar”. Siempre hemos de recordar que la salvación
es del Señor. Este pasaje nos enseña (entre otras cosas) que
el Señor puede salvar con muchos o con pocos.
7:8 - “Y habiendo tomado provisiones para el pueblo, y
sus trompetas, envió a todos los israelitas cada uno a su
tienda, y retuvo a aquellos trescientos hombres; y tenía el
campamento de Madián abajo en el valle”. Los hombres
que quedaron estaban en lo alto de la colina de More justo
enfrente del monte Gilboa, y en el valle de Jezreel hacia
el norte estaban los ejércitos de los madianitas.
7:9 - “Aconteció que aquella noche Jehová le dijo:
Levántate, y desciende al campamento; porque yo lo he
entregado en tus manos”. La orden del Señor se dio de
una forma muy clara, pero a la vez el Señor (conociendo
la fragilidad de Gedeón, que había sido acosado por el
temor) tomó en cuenta la inseguridad y el temor de
Gedeón, diciéndole a Gedeón y su siervo que bajaran y
escucharan lo que estaban diciendo los enemigos.
CAPÍTULO 6
117
7:10-11 - “Y si tienes temor de descender, baja tú con
Fura tu criado al campamento, y oirás lo que hablan;
y entonces tus manos se esforzarán, y descenderás al
campamento. Y él descendió con Fura su criado hasta
los puestos avanzados de la gente armada que estaba
en el campamento”. Aquí el Señor le dio una nueva
oportunidad a Gedeón de vencer su temor. El Señor
orquestó todo en el campamento enemigo para
fortalecer las manos de Gedeón. ¡Qué maravilloso es
nuestro Dios!
7:12 - “Y los madianitas, los amalecitas y los hijos del
oriente estaban tendidos en el valle como langostas en
multitud, y sus camellos eran innumerables como la arena
que está a la ribera del mar en multitud”. En esta
narrativa, el Espíritu Santo subraya de nuevo las
imposibles probabilidades naturales que enfrentó la
pequeña fuerza de Gedeón, lo hace para que nos
imaginemos que el enemigo consistía simplemente en unas
pocas caravanas de intrusos.
7:13 - “Cuando llegó Gedeón, he aquí que un hombre
estaba contando a su compañero un sueño, diciendo:
He aquí yo soñé un sueño: Veía un pan de cebada que
rodaba hasta el campamento de Madián, y llegó a la
tienda, y la golpeó de tal manera que cayó, y la
trastornó de arriba abajo, y la tienda cayó”. Es notable
cómo el Señor usa a otros para desarrollar los planes
que tienen para Su pueblo elegido. Esto nos recuerda
los sueños que Dios le dio a Faraón para que José
pudiera ser exaltado. Dios le dio al enemigo un sueño
para desmoralizarlo.
118
EL LIBRO DE JUECES
7:14 - “Y su compañero respondió y dijo: Esto no es otra
cosa sino la espada de Gedeón hijo de Joás, varón de
Israel. Dios ha entregado en sus manos a los madianitas
con todo el campamento”. Es sorprendente que los
madianitas estuvieran conscientes de la existencia de
Gedeón, pero que este madianita reconociera que la
Palabra del Señor estaba con Gedeón, probaba que ellos
se habían dado cuenta de que eran enemigos del pueblo
de Dios. El pan de cebada, que simboliza a Israel, es natural
ya que era la comida de los pobres. Esto hablaba de la
pobreza de Israel en ese tiempo. Obviamente, Gedeón
ahora se animó grandemente.
7:15 - “Cuando Gedeón oyó el relato del sueño y su
interpretación, adoró; y vuelto al campamento de Israel,
dijo: Levantaos, porque Jehová ha entregado el
campamento de Madián en vuestras manos”. Este
pensamiento de la adoración de Gedeón después de que
Dios le había manifestado de nuevo la grandeza del
Señor, es una lección muy importante para nosotros. En
el acto de adoración hay una impartición a nuestra alma
de la revelación que Dios nos ha dado. De esta manera,
Gedeón estaba sellando en su propio espíritu esta gloriosa
verdad y la estaba haciendo parte de sí mismo. Haríamos
bien en seguir este ejemplo cada vez que recibamos una
revelación fresca, ya sea por medio de una visión o una
palabra del Señor acerca de Su maravilloso carácter, que
se hace vida en nosotros. De esta forma, nos hacemos
más y más como nuestro precioso Señor.
7:16 - “Y repartiendo los trescientos hombres en tres
escuadrones, dio a todos ellos trompetas en sus manos, y
CAPÍTULO 6
119
cántaros vacíos con teas ardiendo dentro de los cántaros”.
Tres compañías, representando cristianos que rinden el
ciento por uno, ahora se prepararon para ir a la batalla.
Una trompeta simboliza la voz del Señor, y una luz, aunque
escondida, representa a Dios, quién es Luz. Esto es, en un
sentido, emblemático de un cristiano, quien es la voz de
Dios y que tiene dentro de su corazón la Luz del Mundo,
como Cristo se llamó a sí mismo en el Nuevo Testamento.
7:17 - “Y les dijo: Miradme a mí, y haced como hago
yo; he aquí que cuando yo llegue al extremo del
campamento, haréis vosotros como hago yo”. Bajo el
perfecto control de su líder, los trescientos soldados
avanzaron. El plan de batalla obviamente había sido dado
por Dios. ¿Quién sino Dios habría enviado Sus tropas a
la batalla con tal armamento? Eran un ejército
perfectamente coordinado, como deberían ser los
cristianos, aunque raramente lo sean.
7:18 - “Yo tocaré la trompeta, y todos los que estarán
conmigo; y vosotros tocaréis entonces las trompetas
alrededor de todo el campamento, y diréis: ¡Por Jehová
y por Gedeón!” Y fue develado el plan de batalla, y las
tropas avanzaron por cada lado del campamento de los
madianitas, preparándose para hacer sonar la Palabra
del Señor.
7:19 - “Llegaron, pues, Gedeón y los cien hombres que
llevaba consigo, al extremo del campamento, al
principio de la guardia de la medianoche, cuando
acababan de renovar los centinelas; y tocaron las
trompetas, y quebraron los cántaros que llevaban en
120
EL LIBRO DE JUECES
sus manos”. La sincronización fue perfecta, ya que la
guardia que estaba por salir debía estar exhausta y
profundamente dormida, mientras que los ojos de la
nueva guardia todavía no se habrían acostumbrado a la
oscuridad de la noche.
Cuando los israelitas rodearon el campamento en mitad
de la noche mientras venía la nueva guardia, los centinelas
dieron la impresión de que un gran ejército rodeaba el
campamento. Por tanto, en la confusión de tener que
ajustarse a la repentina luz, el enemigo fue incapaz de
observar que eran sólo unos pocos los que constituían el
ejército de Gedeón y, como resultado, los madianitas se
llenaron de temor y confusión.
7:20 - “Y los tres escuadrones tocaron las trompetas, y
quebrando los cántaros tomaron en la mano izquierda
las teas, y en la derecha las trompetas con que tocaban, y
gritaron: ¡Por la espada de Jehová y de Gedeón!”
Cualquiera que haya estado en el ejército en tiempo de
guerra conoce la tensión que hay en la noche cuando uno
se imagina la actividad del enemigo. También, habiendo
sido despertado repentinamente del sueño, los sentidos
nunca están bien, serenos y calmados. Con el repentino
ruido, se tomaron decisiones apresuradas. La calma del
ejército de Gedeón añadió a la confusión de los madianitas.
7:21 - “Y se estuvieron firmes cada uno en su puesto en
derredor del campamento; entonces todo el ejército echó
a correr dando gritos y huyendo”. Aunque la reacción de
los madianitas fue la de un pánico natural, no debemos
quitar el aspecto sobrenatural de la batalla. Dios dio gran
CAPÍTULO 6
121
valentía a Gedeón y a su ejército y envió un espíritu de
confusión al campamento de los madianitas.
7:22 - “Y los trescientos tocaban las trompetas; y Jehová
puso la espada de cada uno contra su compañero en
todo el campamento. Y el ejército huyó hasta Bet-sita,
en dirección de Zerera, y hasta la frontera de Abelmehola en Tabat”. Por tanto, el Señor hizo que los
madianitas y los amalecitas se mataran unos a otros y
los que quedaron huyeron hacia el sureste, hacia Abelmehola, que está en las planicies del Jordán (el territorio
de Efraín), a unos veinticinco kilómetros al noreste de
Siquem y veinticinco kilómetros al sur de Betsán. Estos
huyeron al territorio de Efraín.
7:23 - “Y juntándose los de Israel, de Neftalí, de Aser y
de todo Manasés, siguieron a los madianitas”. Los del
norte corrieron tras el enemigo en su huída.
7:24 - “Gedeón también envió mensajeros por todo el monte
de Efraín, diciendo: Descended al encuentro de los
madianitas, y tomad los vados de Bet-bara y del Jordán antes
que ellos lleguen. Y juntos todos los hombres de Efraín,
tomaron los vados de Bet-bara y del Jordán”. Después
Gedeón hizo un llamado a los de Efraín para que ayudaran a
prevenir que los madianitas se escaparan atravesando el
Jordán. Los de Efraín se podían desplazar más rápido que
los madianitas en su huída, quienes se tenían que mover
lentamente por la gran cantidad de ganado y ovejas que tenían.
Ellos obviamente estaban buscando la mejor ruta para sus
animales y, por esta razón, no habían cruzado antes el
122
EL LIBRO DE JUECES
Jordán. Fueron atrasados por los numerosos arroyos que
fluían de las montañas de Efraín hasta el río. Los de Efraín
respondieron como así:
7:25 - “Y tomaron a dos príncipes de los madianitas, Oreb
y Zeeb; y mataron a Oreb en la peña de Oreb, y a Zeeb lo
mataron en el lagar de Zeeb; y después que siguieron a
los madianitas, trajeron las cabezas de Oreb y de Zeeb a
Gedeón al otro lado del Jordán”. Esta fue una gran
victoria, mencionada en Isaías 10:26: “Y levantará Jehová
de los ejércitos azote contra él como la matanza de Madián
en la peña de Oreb”.
Oreb y Zeeb, cuyos nombres significan “cuervo” y “lobo”,
eran príncipes nómadas del desierto que representaban a los
dos reyes de Madián, Zeba y Zalmuna. El tener dos reyes
reinando a la vez era una costumbre del Oriente utilizada
para evitar una monarquía absoluta. Debido a que sus muertes
fueron notables, sus nombres fueron usados para nombrar la
roca y el lagar donde murieron. Habían sido capturados antes
de que pasaran el Jordán hacia Bet-bara, lugar donde más
tarde bautizaría Juan. Sus cabezas fueron llevadas del
Jordán a Gedeón, quien estaba todavía persiguiendo a los
madianitas que habían cruzado hacia el norte.
8:1 - “Pero los hombres de Efraín le dijeron: ¿Qué es esto
que has hecho con nosotros, no llamándonos cuando ibas a
la guerra contra Madián? Y le reconvinieron fuertemente”.
Los hombres de Efraín, con el orgullo herido, se quejaron
vehementemente a Gedeón por no haber sido convocados
para la batalla antes. Sin embargo, esto era claro en los planes
de Dios, porque si hubieran sido llamados antes, tendrían
CAPÍTULO 6
123
que haberse vuelto como los demás ya que si no, su número
hubiera sido demasiado grande como para permitirle al
Señor llevarse la gloria de la victoria sobre los madianitas.
8:2 - “A los cuales él respondió: ¿Qué he hecho yo ahora
comparado con vosotros? ¿No es el rebusco de Efraín
mejor que la vendimia de Abiezer?” En el papel de líder,
Gedeón no sólo tuvo que contender con el enemigo, sino
también con su propia gente y con su descontento. Sin
duda es, de cierta manera, más agotador tratar con el
pueblo de Dios que no está viviendo en victoria, que luchar
con el enemigo. Requiere, sin duda alguna, más gracia y
hasta más sabiduría. Por tanto, Gedeón tuvo que adoptar
la mansedumbre e intentar derramar aceite y vino en las
heridas de los de Efraín. Les dijo que al matar a los
príncipes de Madián lograron más que él y los trescientos
hombres de su ciudad natal de Abiezer. Básicamente, esta
fue una declaración de humildad, dicha para intentar
apaciguar a los hombres de Efraín.
8:3 - “Dios ha entregado en vuestras manos a Oreb y a
Zeeb, príncipes de Madián; ¿y qué he podido yo hacer
comparado con vosotros? Entonces el enojo de ellos
contra él se aplacó, luego que él habló esta palabra”.
Ellos quedaron satisfechos. Es importante para un líder
cuidar a los bebés espirituales e intentar eliminar las ofensas,
para que se puedan reconciliar con los otros miembros del
cuerpo de Cristo y con la iglesia local en particular.
8:4 - “Y vino Gedeón al Jordán, y pasó él y los trescientos
hombres que traía consigo, cansados, mas todavía
persiguiendo”. Los guerreros originales que calificaron
124
EL LIBRO DE JUECES
para ser parte de esta primera y maravillosa victoria
nocturna en las planicies de Jezreel retuvieron su
posición cerca del líder.
8:5 - “Y dijo a los de Sucot: Yo os ruego que deis a la
gente que me sigue algunos bocados de pan; porque están
cansados, y yo persigo a Zeba y Zalmuna, reyes de
Madián”. Y ahora yendo a Sucot (que está en la región de
Galaad, justo al norte del río Jaboc donde tuerce hacia el
sur para entrar en el río Jordán), Gedeón les pide ayuda,
para poder destruir a los dos reyes de Madián. Estos
hombres de Sucot eran de la tribu de Manasés, la cual
eligió permanecer en el lado este del Jordán y, por tanto,
lógicamente deberían haber apoyado a Gedeón.
8:6 - “Y los principales de Sucot respondieron: ¿Están
ya Zeba y Zalmuna en tu mano, para que demos pan a tu
ejército?” Esta actitud de los príncipes de Sucot recuerda
mucho a los que se quedan esperando al margen en los
conflictos. De hecho, esa fue la actitud de sus antepasados,
los cuales quisieron recibir su herencia en aquellas
exuberantes praderas de Galaad, en vez de seguir todo el
camino hasta la tierra que el Señor les había prometido al
otro lado del Jordán.
8:7 - “Y Gedeón dijo: Cuando Jehová haya entregado en
mi mano a Zeba y a Zalmuna, yo trillaré vuestra carne
con espinos y abrojos del desierto”. Gedeón no sólo
pronunció juicio sobre estos burladores que intentaron
minar la fe de sus hombres, sino que también declaró con
confianza que el Señor le entregaría a los reyes de Madián
en su mano. ¡Qué bendita transformación la que ocurrió
CAPÍTULO 6
125
en el corazón y en la vida de Gedeón! Ahora él era un
hombre de fe y valentía.
8:8 - “De allí subió a Peniel, y les dijo las mismas
palabras. Y los de Peniel le respondieron como habían
respondido los de Sucot”. Los hombres de Peniel, al igual
que los hombres de Manasés, habitaban quizás a menos
de ocho kilómetros al este de Sucot en el banco norte del
río Jaboc, y también rehusaron darle ayuda a Gedeón.
8:9 - “Y él habló también a los de Peniel, diciendo:
Cuando yo vuelva en paz, derribaré esta torre”. Gedeón
pronunció un juicio similar sobre ellos por su falta de
disponibilidad para cooperar con él y ayudar a sus
cansados guerreros.
8:10 - “Y Zeba y Zalmuna estaban en Carcor, y con ellos
su ejército como de quince mil hombres, todos los que
habían quedado de todo el ejército de los hijos del
oriente; pues habían caído ciento veinte mil hombres
que sacaban espada”.
Cualquier nación que pierda un ejército de unos ciento
veinte mil hombres en un corto período de tiempo lo
consideraría una pérdida catastrófica. Cuando
consideramos además que la derrota de las fuerzas
madianitas representó la pérdida de más del ochenta por
ciento de su fuerza total, podemos apreciar la plenitud
de la victoria que el Señor le dio a Gedeón y a su ejército.
8:11 - “Subiendo, pues, Gedeón por el camino de los que
habitaban en tiendas al oriente de Noba y de Jogbeha,
126
EL LIBRO DE JUECES
atacó el campamento, porque el ejército no estaba en
guardia”. Aunque Carcor se menciona sólo esta vez en la
Biblia, su localización puede determinarse por las otras
ciudades de Noba y Jogbeha, esta última situada a unos
once kilómetros al noroeste de Rabat-amón, capital de la
actual Jordania. Aparentemente los madianitas se habían
sentido muy seguros allí, pero Gedeón los derrotó, y los
quince mil hombres de guerra restantes fueron derrotados
y huyeron aterrados.
8:12 - “Y huyendo Zeba y Zalmuna, él los siguió; y prendió
a los dos reyes de Madián, Zeba y Zalmuna, y llenó de
espanto a todo el ejército”. Los dos reyes, sin embargo,
fueron capturados y, así, las fuerzas de los madianitas
fueron vencidas por muchas generaciones.
De hecho, en las Escrituras se hace alusión en varias
ocasiones a esta aniquilación de los madianitas, cuando
el pueblo de Dios clamó a Dios para que Él se vengara
sobre sus enemigos como lo hizo con los madianitas,
Salmo 83:9; Isaías 9:4.
8:13 - “Entonces Gedeón hijo de Joás volvió de la batalla
antes que el sol subiese”, Esto se podría traducir mejor
como “volviendo por el paso de Hecheres”, un lugar frente
a la ciudad de Sucot. Algunos traductores traducen esta
frase como: “antes que el sol subiese” porque “cheres”
es una palabra usada en el hebreo para “sol”.
8:14 - “Y tomó a un joven de los hombres de Sucot, y le
preguntó; y él le dio por escrito los nombres de los
principales y de los ancianos de Sucot, setenta y siete
CAPÍTULO 6
127
varones”. El joven le dio la descripción de estos setenta y
siete ancianos a Gedeón, para que fueran rápidamente
identificados y se perdonara a los inocentes. Sucot estaba
gobernada por un sanedrín de setenta ancianos, con siete
adicionales con el rango de príncipe.
8:15 - “Y entrando a los hombres de Sucot, dijo: He aquí
a Zeba y a Zalmuna, acerca de los cuales me zaheristeis,
diciendo: ¿Están ya en tu mano Zeba y Zalmuna, para
que demos nosotros pan a tus hombres cansados?” La
acusación que Gedeón está dirigiendo en contra de los
ancianos de Sucot es justificable y, sin lugar a duda, muy
seria. Ellos habían actuado traicioneramente al no
alimentar a sus hombres en camino a la batalla contra los
reyes de Madián. Su trato despectivo hacia Gedeón
también fue en contra del Señor, ya que claramente el
Señor le había demostrado a la nación que Él estaba con
Gedeón. Al ser ahora el juez de Israel, era tarea de Gedeón
castigar a los hombres de Sucot y Peniel.
8:16 - “Y tomó a los ancianos de la ciudad, y espinos y
abrojos del desierto, y castigó con ellos a los de Sucot”.
Indudablemente, Gedeón les castigó con muchos golpes
de varas de espinos.
8:17 - “Asimismo derribó la torre de Peniel, y mató a los
de la ciudad”. El juicio fue mucho más serio con los
hombres de Peniel, ya que sus burlas les costó la vida.
8:18 - “Luego dijo a Zeba y a Zalmuna: ¿Qué aspecto
tenían aquellos hombres que matasteis en Tabor? Y ellos
respondieron: Como tú, así eran ellos; cada uno parecía
128
EL LIBRO DE JUECES
hijo de rey”. Del contexto de este verso entendemos que
los reyes habían matado a los hermanos de Gedeón en
Tabor de una manera muy cruel.
8:19 - “Y él dijo: Mis hermanos eran, hijos de mi madre.
¡Vive Jehová, que si les hubierais conservado la vida, yo
no os mataría!” Así pues, como juez, Gedeón pronunció
la sentencia sobre los reyes; como ellos hicieron con otros,
así les sería hecho a ellos.
8:20 - “Y dijo a Jeter su primogénito: Levántate, y mátalos.
Pero el joven no desenvainó su espada, porque tenía temor,
pues era aún muchacho”. El propósito de mandar a su joven
hijo que les matara era el de añadir insulto a la injuria,
haciendo que un simple joven hiciera caer a un rey. La
manera en la que un guerrero muere es muy importante
para él, como podemos ver en la vida de Saúl, quien no
quería que le mataran sus enemigos los filisteos.
8:21 - “Entonces dijeron Zeba y Zalmuna: Levántate tú, y
mátanos; porque como es el varón, tal es su valentía. Y
Gedeón se levantó, y mató a Zeba y a Zalmuna; y tomó los
adornos de lunetas que sus camellos traían al cuello”. La
respuesta de los reyes fue simplemente que la fuerza para
matar reside en un hombre, no en un niño. Por lo tanto,
ellos le suplicaron a Gedeón que los matara. No podemos
pasar por alto este versículo sin reconocer su actitud de
realeza a la hora de morir, la cual, aparte de todas sus
malas acciones, nos dice mucho de la nobleza de su rango,
incluso en los últimos instantes de su vida. Que afrontemos
nosotros la muerte con el mismo grado de dignidad y
ecuanimidad, tal como lo hizo nuestro Salvador.
CAPÍTULO 6
129
8:22 - “Y los israelitas dijeron a Gedeón: Sé nuestro señor,
tú, y tu hijo, y tu nieto; pues que nos has librado de mano
de Madián”. Dios ahora le puso una prueba más a Gedeón,
la cual muchos no han pasado: la prueba de la posición.
8:23 - “Mas Gedeón respondió: No seré señor sobre
vosotros, ni mi hijo os señoreará: Jehová señoreará sobre
vosotros”. Esta respuesta precedió a la respuesta del Señor
a Satanás cuando éste le ofreció a Jesús los reinos del
mundo, y también cuando la multitud intentaba hacerle
rey en Juan 6:15: “Pero entendiendo Jesús que iban a
venir para apoderarse de él y hacerle rey, volvió a
retirarse al monte él solo”.
8:24 - “Y les dijo Gedeón: Quiero haceros una petición;
que cada uno me dé los zarcillos de su botín (pues traían
zarcillos de oro, porque eran ismaelitas)”. Ahora,
lamentablemente, Gedeón cometió un error de juicio que
le costó a Israel, al pedirle los pendientes de oro de esos
ismaelitas (los madianitas eran parte de las tribus
nómadas a las que se les aplicaba la apelación general
de ismaelitas).
8:25 - “Ellos respondieron: De buena gana te los daremos.
Y tendiendo un manto, echó allí cada uno los zarcillos de
su botín”. El botín de los ismaelitas fue puesto a los pies
de Gedeón.
8:26 - “Y fue el peso de los zarcillos de oro que él
pidió, mil setecientos siclos de oro, sin las planchas y
joyeles y vestidos de púrpura que traían los reyes de
Madián, y sin los collares que traían sus camellos al
130
EL LIBRO DE JUECES
cuello”. Un siclo es aproximadamente cuatro décimas
partes de una onza; por tanto, el peso de los pendientes
de oro se traduciría en un poco más de cuarenta libras
de oro. El valor hubiera sido aproximadamente de un
cuarto de millón de dólares.
8:27 - “Y Gedeón hizo de ellos un efod, el cual hizo guardar
en su ciudad de Ofra; y todo Israel se prostituyó tras de
ese efod en aquel lugar; y fue tropezadero a Gedeón y a su
casa”. Un efod era una vestidura que el sumo sacerdote de
Israel se ponía bajo la coraza. Tenía una bolsa, en la cual se
ponían dos piedras llamadas el Urim y el Tumim. El
sacerdote ungido de Israel, quien vestía el efod, era a quien
la gente acudía para consejería. El sacerdote metía su mano
en la bolsa y sacaba una piedra para determinar si la
respuesta era sí o no. Sin embargo, esta túnica a veces se
convertía en un objeto de idolatría, siendo puesta sobre una
imagen y adorada. Obviamente, las respuestas obtenidas
de esta manera no serían inspiradas por Dios.
Así fue en los días de Gedeón. Este efod no fue hecho
siguiendo la dirección de Dios, y el verdadero efod estaba
en Silo en el tabernáculo de Moisés. Ningún sacerdote
ungido vestía el efod de Gedeón, el cual era, sin duda,
idólatra por naturaleza. Las tribus del norte acudían allí
para consejería en la ciudad de Ofra. Este deseo de buscar
la voluntad de Dios, sin hacerlo a través de los canales
estipulados por Dios, es una trampa para la raza humana,
y hace que muchas personas consulten a brujas y otros a
agoreros o cartas de adivinación. Así pues, este efod era
un ídolo. Después de la muerte de Gedeón, éste hizo que
los israelitas volvieran, una vez más, a adorar a Baal.
CAPÍTULO 6
131
Por lo tanto, Gedeón se convirtió en un canal para que Israel
volviera al mismo pecado del cual él los había liberado. Su
debilidad se reprodujo y se extendió por toda la nación de
Israel. Hemos de aprender estas lecciones ahora, para que
cuando lleguemos a ser ancianos preservemos la fe y así
capacitemos a la gente para continuar en los caminos de
Dios después de nuestra propia muerte.
8:28 - “Así fue subyugado Madián delante de los hijos de
Israel, y nunca más volvió a levantar cabeza. Y reposó la
tierra cuarenta años en los días de Gedeón”. No hay
constancia histórica de que los madianitas afligieran a
Israel después de esto; por tanto, esta guerra fue decisiva.
Los últimos años de Gedeón
8:29 - “Luego Jerobaal hijo de Joás fue y habitó en su
casa”. Parece que se asentó en su propia casa y juzgó a
Israel desde allí. Ciertamente Israel no volvió a la idolatría
durante el tiempo que vivió Gedeón.
8:30 - “Y tuvo Gedeón setenta hijos que constituyeron su
descendencia, porque tuvo muchas mujeres”. Aquí vemos
otra de las debilidades de Gedeón: se dedicó, como los reyes
solían hacer, a los placeres sensuales. No quedó fruto
duradero de todos estos hijos excepto la parábola de Jotam,
la cual veremos en el capítulo nueve. De hecho, uno de sus
hijos se convirtió en un tipo del Anticristo. El Señor dejó
claro que los reyes y gobernadores no debían tomar muchas
mujeres para sí. Deuteronomio 17:17 dice: “Ni tomará para
sí muchas mujeres, para que su corazón no se desvíe; ni
plata ni oro amontonará para sí en abundancia”.
132
EL LIBRO DE JUECES
8:31 - “También su concubina que estaba en Siquem le
dio un hijo, y le puso por nombre Abimelec”.
Desgraciadamente, Gedeón tuvo una relación ilícita, con
trágicos resultados. Abimelec significa: “mi padre el rey”.
Gedeón le dio su nombre a su hijo porque su hijo manifestó
cualidades reales. Es como el Anticristo, quien tendrá la
apariencia de un rey cuando interiormente será un lobo
feroz y un asesino.
8:32 - “Y murió Gedeón hijo de Joás en buena vejez, y
fue sepultado en el sepulcro de su padre Joás, en Ofra
de los abiezeritas”. Dios recompensó a Gedeón con
larga vida por todos sus valientes hechos a favor de
Dios y de Israel.
8:33 - “Pero aconteció que cuando murió Gedeón, los
hijos de Israel volvieron a prostituirse yendo tras los
baales, y escogieron por dios a Baal-berit”. Es una
característica triste de la raza humana el que seamos tan
fácilmente influenciados por las compañías. Cuando el
justo Gedeón estaba vivo ellos caminaron con Dios, pero
a su muerte ellos se volvieron a Baal.
8:34 - “Y no se acordaron los hijos de Israel de Jehová
su Dios, que los había librado de todos sus enemigos en
derredor”; Escogieron no retener a Dios en sus mentes,
como leemos en Romanos 1:28: “Y como ellos no
aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a
una mente reprobada, para hacer cosas que no
convienen”. Así pues, ellos se involucraron
profundamente en la idolatría, así como en todos sus
caminos pecaminosos.
CAPÍTULO 6
133
8:35 - “Ni se mostraron agradecidos con la casa de
Jerobaal, el cual es Gedeón, conforme a todo el bien que
él había hecho a Israel”. Con su retorno a la idolatría, se
volvieron malagradecidos y, consecuentemente, mataron
a los hijos de Gedeón, como leeremos más adelante.
Lecciones de la vida de Gedeón
Gedeón es una persona muy compleja. Fue ciertamente
un valiente guerrero pero, como ocurre con muchos
hombres de valor, no estaba exento del temor. También
era honorable, devoto y humilde; de hecho renunció al
honor de ser nombrado rey. Sin embargo, tenía dos
debilidades: primero su deseo de recibir señales, lo cual
finalmente hizo que la nación volviera a hundirse en la
idolatría y el espiritismo, y en segundo lugar estaba la
sensualidad. No era sólo el hecho que tuviera muchas
mujeres, sino que también tuvo una concubina con la que
tuvo un hijo: Abimelec. Abimelec fue un asesino que
destruyó cualquier herencia permanente que Gedeón
hubiera podido tener a través de sus hijos.
Por tanto, recibamos el consejo, reconozcamos nuestras
debilidades y procuremos ser limpiados de estas, para que
nuestros defectos no manchen ni destruyan nuestro buen
carácter y buenas obras. Que podamos ser purificados por
el Señor para que no seamos recordados por nuestras
debilidades y fallos, como Sansón, en vez de ser
recordados por nuestra bondad, como el rey David.
135
CAPÍTULO 7
ABIMELEC
9:1-57
9:1 - “Abimelec hijo de Jerobaal fue a Siquem, a los
hermanos de su madre, y habló con ellos, y con toda la
familia de la casa del padre de su madre, diciendo:” Las
trágicas consecuencias del pecado no son sólo evidentes
en la vida del que ha cometido el pecado, sino que
continúan en generaciones posteriores. Gedeón ahora
estaba muerto, pero el haber tenido un hijo con una
concubina causó problemas para toda la nación e hizo
que muchos fueran probados y hallados faltos.
9:2 - “Yo os ruego que digáis en oídos de todos los de
Siquem: ¿Qué os parece mejor, que os gobiernen setenta
hombres, todos los hijos de Jerobaal, o que os gobierne
un solo hombre? Acordaos que yo soy hueso vuestro, y
carne vuestra”. La actitud de Abimelec revela quizá
toda una vida de complejo de inferioridad. El hecho de
que su madre, una sirvienta, sedujera a Gedeón, hizo
que Abimelec nunca se sintiera igual que los hijos
legítimos de Gedeón. Esta actitud fue alimentada
durante toda su vida.
Con la muerte de su padre, se presentó por sí sola la
ocasión para que él asumiera el papel tan deseado de líder,
136
EL LIBRO DE JUECES
ya que no había un líder fuerte entre los otros hijos. Fue
por medio de astucia e ingenio al dirigirse a los hombres
de Siquem, que consiguió ese papel. Sus familiares en
Siquem quizá también se sentían inferiores ante los
hombres de Abiezer, la ciudad natal de Gedeón. El llamado
de Abimelec evidentemente encontró una respuesta en el
corazón y la mente de los familiares de su madre, como
vemos en el siguiente versículo.
9:3 - “Y hablaron por él los hermanos de su madre en
oídos de todos los de Siquem todas estas palabras; y el
corazón de ellos se inclinó a favor de Abimelec, porque
decían: Nuestro hermano es…” Estos lazos familiares tan
estrechos no se entienden fácilmente en el mundo
occidental pero en el Oriente Medio, muchas veces, son
más importantes que el bien y el mal. En este caso, los
hermanos de su madre estaban dispuestos a asesinar
porque Abimelec era su hermano (aunque en un sentido
estricto ellos eran sus tíos).
9:4 - “Y le dieron setenta siclos de plata del templo de
Baal-berit, con los cuales Abimelec alquiló hombres
ociosos y vagabundos, que le siguieron”. Los habitantes
de Siquem obviamente se habían vuelto a Baal y, como
era la costumbre no sólo en aquellos días sino también en
los nuestros, los tesoros de los templos idólatras se usaban
para financiar objetivos políticos. Con este dinero, no era
difícil para Abimelec pagar a hombres de mala reputación
para llevar a cabo sus planes.
9:5 - “Y viniendo a la casa de su padre en Ofra, mató a sus
hermanos los hijos de Jerobaal, setenta varones, sobre una
CAPÍTULO 7
137
misma piedra; pero quedó Jotam el hijo menor de Jerobaal,
que se escondió”. Este es uno de los crímenes más viles de
la historia bíblica. Abimelec profanó el honor de su padre
de tal manera que cortó su herencia al matar a sus propios
hermanos. Lo más probable es que Abimelec haya vivido
bajo su sombra, siendo el hijo ilegítimo del padre, pero
esto no excusa el cometer un crimen de esta envergadura.
9:6 - “Entonces se juntaron todos los de Siquem con toda
la casa de Milo, y fueron y eligieron a Abimelec por rey,
cerca de la llanura del pilar que estaba en Siquem”. Los
hombres de Siquem fueron cómplices de estos asesinatos
y, como tales, fueron castigados debidamente por el Señor,
como veremos más tarde. La casa de Milo (Bet –Milo
significa “casa de relleno”) fue un lugar o plataforma
sobre la que se construyó un santuario o torre cananea. El
pilar era como el que Josué alzó cuando renovó el pacto
con Israel, en Josué 24:1-27.
Los versículos 26 y 27 dicen: “Y escribió Josué estas
palabras en una gran piedra, la levantó allí debajo de la encina
que estaba junto al santuario de Jehová. Y dijo Josué a todo
el pueblo: He aquí esta piedra nos servirá de testigo, porque
ella ha oído todas las palabras que Jehová nos ha hablado;
será, pues, testigo contra vosotros, para que no mintáis
contra vuestro Dios”. Fue ahí, también en Siquem, donde
habitó Jeroboam I, 1º R. 12:25 y donde toda su descendencia
fue muerta, 1º R. 15:29. Por lo tanto, el lugar está asociado
con mucho duelo y derramamiento de sangre.
Abimelec fue un juez auto impuesto y es tipo del anticristo.
Siempre hay alguien que busca poder que no le ha sido
138
EL LIBRO DE JUECES
dado por Dios. Si buscamos a lo largo de toda la Palabra
de Dios, vemos trece tribus (de las cuales Dan fue la
apóstata); trece jueces (de los cuales Abimelec fue el
apóstata); y trece discípulos (de los cuales Judas fue el
apóstata). Abimelec se hizo a sí mismo juez, pero al
hacerlo tuvo que matar a los setenta hijos de su padre.
Gedeón perdió a todos sus hijos, a excepción de dos,
Abimelec y Jotam, el menor, que consiguió escapar. Los
hombres malvados de Siquem hicieron una alianza con
Abimelec, pero Jotam consiguió escapar.
9:7 - “Cuando se lo dijeron a Jotam, fue y se puso en
la cumbre del monte de Gerizim, y alzando su voz clamó
y les dijo: Oídme, varones de Siquem, y así os oiga
Dios”. La distancia entre el monte Gerizim y Siquem
es corta. El monte Gerizim se alza como una pared
afilada de roca unos doscientos setenta y cinco metros
sobre Siquem, el cual está situado en el valle abajo.
Jotam hizo llegar su voz fácilmente hasta los que
estaban en la ciudad, ya que la montaña forma un
anfiteatro natural.
La parábola de Jotam, 9:8-20
9:8-9 - “Fueron una vez los árboles a elegir rey sobre sí,
y dijeron al olivo: Reina sobre nosotros. Mas el olivo
respondió: ¿He de dejar mi aceite, con el cual en mí se
honra a Dios y a los hombres, para ir a ser grande sobre
los árboles?” La primera parábola de la Palabra de Dios
es muy interesante. Los árboles, por supuesto, representan
al hombre, mostrando, en lenguaje simbólico, que la gente
CAPÍTULO 7
139
quería un rey. Los jueces anteriores, como Otoniel, Débora
y Gedeón en particular, rechazaron este honor pero el vil
Abimelec lo aceptó.
Sin embargo, hay una más amplia y más apropiada
interpretación, y es que las familias o personas más
nobles que dan fruto para el Señor en el llamamiento y
posición que Dios les ha dado, promueven la prosperidad
y el bien de la gente. Las personas que, como el olivo,
irradian paz y prosperidad en sabiduría, no quieren tomar
sobre ellos una posición a la que el Señor no les ha
llamado, perdiendo así su paz, la cual ha sido una fuente
de bendición para mucha gente.
Yo he descubierto en la vida que es mucho más sencillo
mantener un ministerio espiritual que una posición
administrativa que demanda muchas horas de tediosos
detalles y escuchar las quejas de los no santificados. Sin
embargo, si el lugar de una persona es ser un administrador,
que nunca olvide pasar tiempo en la Palabra, alimentando
su propia alma por medio de la dulce comunión con el Señor.
El olivo, un símbolo de paz, trae prosperidad. Donde hay
paz, no hay fricción; por tanto, todas las actividades se
pueden dedicar al propósito principal de hacer la voluntad
de Dios y avanzar en el camino de la vida, libre de
obstáculos que roban tiempo y energía y lo desvían a uno
del objetivo del ministerio. Ese bendito ministerio es
producir aceite de oliva, que evita la fricción entre los santos.
9:10 - “Y dijeron los árboles a la higuera: Anda tú,
reina sobre nosotros”. A continuación, los impíos se
140
EL LIBRO DE JUECES
dirigen a otro árbol, o persona, para que reine sobre
ellos, después de la sabia renuncia del olivo.
9:11 - “Y respondió la higuera: ¿He de dejar mi dulzura
y mi buen fruto, para ir a ser grande sobre los árboles?”
El ejemplo de la higuera ha sido una bendición para mi
propia vida. Un día, siendo un pastor joven en el sur de
Francia, caminaba por una calle en la que las ramas de
una higuera sobresalían hasta la acera, con lo que los que
pasaban por allí tenían fácil acceso a ella.
Recuerdo bien cómo me estiré para tomar un jugoso
higo. Mientras me lo estaba comiendo, mi sed,
producida por los rayos del ardiente sol mediterráneo,
fue saciada. Sin embargo, el Señor me habló en relación
a una lección que tenía que aprender de esta higuera.
Sus ramas estaban siempre a la misma altura; esto
permitía que el enfadado, el dócil, el envidioso, el
encantador y todos por igual tuvieran acceso a comer
de sus frutos. No levantando sus ramas más cuando
pasara el desagradable y bajándolas para el amable.
Nosotros deberíamos ser dulces y amables con todos,
tratando a toda la humanidad tal como el Señor lo haría.
9:12-13 - “Dijeron luego los árboles a la vid: Pues ven
tú, reina sobre nosotros. Y la vid les respondió: ¿He de
dejar mi mosto, que alegra a Dios y a los hombres, para
ir a ser grande sobre los árboles?” Después fueron a
buscar a otro ministerio. El viñedo o el vino, su producto,
es un símbolo del gozo. Qué bendición es estar rodeado
de aquellos que emanan el gozo de Jesús continuamente,
desde lo más profundo de su ser. Sin embargo, estas
CAPÍTULO 7
personas, cuando se involucran
en cosas que no son las que
Dios ha mandado, pierden su
gozo y, por tanto, dejan de
glorificar a Dios y de fortalecer
a sus compañeros de camino
durante el viaje de la vida.
Estos árboles están diciendo:
“No quiero perder mi paz; no
quiero perder mi dulzura; no
quiero perder mi gozo para ser
rey sobre ustedes”.
141
Debemos ser
dulces y
amables con
todos, tratando
a toda la
humanidad tal
como el Señor
lo haría
9:14 - “Dijeron entonces todos los árboles a la zarza:
Anda tú, reina sobre nosotros”. Aquí viene ahora uno
que no da fruto para perfección y que está lleno de los
deseos y afanes de esta vida, buscando sólo su propia
satisfacción.
9:15 - “Y la zarza respondió a los árboles: Si en verdad
me elegís por rey sobre vosotros, venid, abrigaos bajo
de mi sombra; y si no, salga fuego de la zarza y devore
a los cedros del Líbano…” Esta es la actitud del que
ama tener una posición y tener a otros que dependan de
él. Sin embargo, a los que rechazan a este hombre
indigno, él puede incendiarse y consumir lo mejor del
pueblo de Dios, al igual que la zarza arde rápidamente y
puede destruir un bosque.
9:16 - “Ahora, pues, si con verdad y con integridad habéis
procedido en hacer rey a Abimelec, y si habéis actuado
bien con Jerobaal y con su casa, y si le habéis pagado
142
EL LIBRO DE JUECES
conforme a la obra de sus manos”; Esto es ironía poética,
ya que los hombres de Siquem, a quienes iba dirigida esta
parábola, sabían bien que ellos no habían hecho lo correcto
en este asunto.
9:17 - “(Porque mi padre peleó por vosotros, y expuso su
vida al peligro para libraros de mano de Madián”, Jotam
evoca el recuerdo de las obras de su padre porque, como
suele ser el caso, el género humano tiene una memoria
muy corta de los favores recibidos. Sin embargo, esta
generación, muy probablemente, no había vivido durante
el tiempo de la opresión madianita.
9:18 - “Y vosotros os habéis levantado hoy contra la casa
de mi padre, y habéis matado a sus hijos, setenta varones
sobre una misma piedra; y habéis puesto por rey sobre
los de Siquem a Abimelec hijo de su criada, por cuanto
es vuestro hermano)”. Ahora su pecado es expuesto
delante de ellos y, con toda certeza, ese pecado fue vil:
asesinar por interés propio.
9:19 - “Si con verdad y con integridad habéis procedido
hoy con Jerobaal y con su casa, que gocéis de Abimelec,
y él goce de vosotros”. Es imposible encontrar otra
interpretación, aparte de asesinos malvados, que se les
pueda atribuir. Por tanto, ellos ya conocían su destino.
9:20 - “Y si no, fuego salga de Abimelec, que consuma a
los de Siquem y a la casa de Milo, y fuego salga de los de
Siquem y de la casa de Milo, que consuma a Abimelec”.
La palabra profética de Jotam se cumpliría en su totalidad,
como veremos más adelante. Este acontecimiento en la
CAPÍTULO 7
143
historia de los hijos de Israel, ilustra nuevamente que lo
que sembramos, eso mismo recogeremos.
9:21 - “Y escapó Jotam y huyó, y se fue a Beer, y allí se
estuvo por miedo de Abimelec su hermano”. Así, Jotam
se fue huyendo a Beer que era, probablemente, una fuente
situada cerca de Bet-semes.
9:22 - “Después que Abimelec hubo dominado sobre
Israel tres años”. El tirano asesino no disfrutó durante
mucho tiempo su posición mal adquirida como rey de las
tribus, porque Dios había puesto término a sus días.
9:23 - “Envió Dios un mal espíritu entre Abimelec y los
hombres de Siquem, y los de Siquem se levantaron contra
Abimelec”; El uso de espíritus malos por el Señor ocurre
muchas veces en la Escritura. Podemos citar el caso de
Job, cuando satanás personalmente fue usado para llevar
a cabo los planes de Dios en la vida de ese patriarca. Otro
ejemplo puede encontrarse en 1º Reyes 22:20-23, donde
un espíritu malo entró en la boca de los profetas en los
días de Acab.
Si vamos a participar de los sufrimientos de Cristo,
entonces debemos ser traicionados, como Él lo fue. La
razón para que seamos traicionados por un Judas, un
Absalón o un Coré es para que podamos conocer el
corazón del Padre. Piense en el corazón del Padre cuando
Lucifer, Su más hermosa creación, se rebeló contra Él.
Tenemos que conocer el quebranto del corazón del Padre
para poder tener comunión con Él. Así, todos vamos a
tener a alguien que se vuelva en contra de nosotros como
144
EL LIBRO DE JUECES
Absalón o Judas, pero que Dios nos conceda que ninguno
de nosotros nos convirtamos nunca en un Absalón o en
un Judas. En nuestra vida se nos dará oportunidad de ser
un Absalón, para probarnos.
En al menos tres ocasiones mi esposa y yo tuvimos la
oportunidad de tomar el liderazgo de obras que no nos habían
sido dadas, pero no quisimos. Con el tiempo, Dios lo dejó
muy claro, diciendo: “Si hubierais tomado eso, hubierais
sido un Absalón”. A lo largo de nuestra vida tendremos la
oportunidad de ser Absalón, y si calificamos por escoger no
ser un Absalón, entonces tendremos un Absalón que se
levantará en contra de nosotros. Ellos son veneno, ¡pero gloria
a Dios! Pasa la prueba y Dios se encargará del Absalón.
Dios se ocupó de Abimelec. Él comenzó a enviar un
espíritu malo entre los hombres de Siquem y Abimelec.
Debido a que Abimelec era un traidor, él recibió asimismo
la traición sobre él. El Señor dijo que con el perverso, Él
sería severo, Sal. 18:26.
9:24 - “Para que la violencia hecha a los setenta hijos de
Jerobaal, y la sangre de ellos, recayera sobre Abimelec
su hermano que los mató, y sobre los hombres de Siquem
que fortalecieron las manos de él para matar a sus
hermanos”. Así pues, el escenario estaba armado para el
cumplimiento de la profecía de Jotam.
9:25 - “Y los de Siquem pusieron en las cumbres de
los montes acechadores que robaban a todos los que
pasaban junto a ellos por el camino; de lo cual fue
dado aviso a Abimelec”. El gobierno de Abimelec
CAPÍTULO 7
145
obtuvo una mala reputación porque organizaron el robo
sistemático a los hombres que pasaban por las cumbres
de las montañas de Gerizim y Ebal, entre las que estaba
situado Siquem. Dios se toma su tiempo para orquestar
la caída de alguien como Abimelec o Absalón. Hemos
de ser pacientes. Las ruedas de la justicia de Dios giran
lentas pero seguras.
9:26 - “Y Gaal hijo de Ebed vino con sus hermanos y se
pasaron a Siquem, y los de Siquem pusieron en él su
confianza”. No se nos dice quién era Gaal, pero la
implicación es que era un mercenario a quien los
gobernantes de la ciudad de Siquem confiaron que les
ayudara para destronar a Abimelec.
9:27 - “Y saliendo al campo, vendimiaron sus viñedos, y
pisaron la uva e hicieron fiesta; y entrando en el templo
de sus dioses, comieron y bebieron, y maldijeron a
Abimelec”. Así, con su confianza puesta en Gaal, se
emborracharon y entraron en la casa que habían construido
para su dios pagano.
9:28 - “Y Gaal hijo de Ebed dijo: ¿Quién es Abimelec, y
qué es Siquem, para que nosotros le sirvamos? ¿No es
hijo de Jerobaal, y no es Zebul ayudante suyo? Servid a
los varones de Hamor padre de Siquem; pero ¿por qué le
hemos de servir a él?” Gaal aviva las llamas de la revuelta
contra Abimelec y contra Zebul, el gobernador de la ciudad
nombrado por Abimelec. La revuelta, sin embargo, era en
contra de Gedeón, quien había derribado los ídolos de
Baal, a los que adoraban los de Siquem. Gaal sugiere que
sus orígenes se remontan a Amor, el príncipe heveo que
146
EL LIBRO DE JUECES
construyó la ciudad. El hijo de Amor era Siquem, cuyo
nombre fue dado a la ciudad, Gn. 33:19. Jacob compró de
Siquem una parcela de terreno.
9:29 - “Ojalá estuviera este pueblo bajo mi mano, pues
yo arrojaría luego a Abimelec, y diría a Abimelec:
Aumenta tus ejércitos, y sal”. Así el Señor levantó a
alguien con una disposición como la de Abimelec, para
que Él pudiera juzgar a Abimelec. Este principio se ve
expresado en la regla de oro en Mateo 7:12: “Así que,
todas las cosas que queráis que los hombres hagan con
vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque
esto es la ley y los profetas”. Como Gaal no seguía al
Señor, fue derrotado y asimismo fue engañado por cuanto
él mismo era un engañador. Como Gaal traicionó a
Abimelec, así también el gobernador de Siquem lo
traicionó a él. La traición se auto propaga.
9:30 - “Cuando Zebul gobernador de la ciudad oyó las
palabras de Gaal hijo de Ebed, se encendió en ira”. Por
tanto, Zebul, el gobernador, fue el instrumento del Señor
para llevar a cabo la destrucción de los hombres de
Siquem, por medio de Abimelec.
9:31 - “Y envió secretamente mensajeros a Abimelec,
diciendo: He aquí que Gaal hijo de Ebed y sus hermanos
han venido a Siquem, y he aquí que están sublevando la
ciudad contra ti”. Él continuó con esto, avisando a Abimelec
del plan de batalla, porque sabía las intenciones de Gaal.
9:32 - “Levántate, pues, ahora de noche, tú y el pueblo
que está contigo, y pon emboscadas en el campo”. La
CAPÍTULO 7
147
intención era que Gaal saliera de mañana, sin saber que el
ejército de Abimelec lo estaría esperando; él no estaría
preparado para la batalla.
9:33 - “Y por la mañana al salir el sol madruga y cae
sobre la ciudad; y cuando él y el pueblo que está con él
salgan contra ti, tú harás con él según se presente la
ocasión”. Zebul estaba diciendo, en efecto, que Abimelec
debía causar tanto daño como pudiera con este ataque
sorpresa sobre las fuerzas de Gaal.
9:34 - “Levantándose, pues, de noche Abimelec y todo el
pueblo que con él estaba, pusieron emboscada contra
Siquem con cuatro compañías”. Ahora Abimelec puso
atención al consejo de Zebul y se preparó prudentemente
para atacar al amanecer.
9:35 - “Y Gaal hijo de Ebed salió, y se puso a la entrada
de la puerta de la ciudad; y Abimelec y todo el pueblo
que con él estaba, se levantaron de la emboscada”. En
este relato se ve claramente que Gaal no estaba de ninguna
manera anticipando la guerra.
9:36 - “Y viendo Gaal al pueblo, dijo a Zebul: He allí gente
que desciende de las cumbres de los montes. Y Zebul le
respondió: Tú ves la sombra de los montes como si fueran
hombres”. Aquí Gaal, que había actuado traicioneramente
con Abimelec, ahora recibe la traición de otro.
9:37 - “Volvió Gaal a hablar, y dijo: He allí gente que
desciende de en medio de la tierra, y una tropa viene por
el camino de la encina de los adivinos”. Ahora Gaal puede
148
EL LIBRO DE JUECES
ver con más claridad y describe compañías que vienen en
varias direcciones. La encina de los adivinos (que
practicaban su brujería y a quien los habitantes de Siquem
consultaban) estaba situada en la llanura de Meonenim.
9:38 - “Y Zebul le respondió: ¿Dónde está ahora tu
boca con que decías: ¿Quién es Abimelec para que le
sirvamos? ¿No es este el pueblo que tenías en poco?
Sal pues, ahora, y pelea con él”. Zebul, sabiendo que
Abimelec había llegado, estaba con Gaal, ganando
tiempo para que Abimelec ganara ímpetu para el ataque
contra Gaal. Por el contexto de los comentarios de
Zebul, podemos ver que Gaal era un conocido fanfarrón,
quien ahora se enfrenta a la realidad de batallar contra
fuerzas superiores.
9:39-40 - “Y Gaal salió delante de los de Siquem, y peleó
contra Abimelec. Mas lo persiguió Abimelec, y Gaal
huyó delante de él; y cayeron heridos muchos hasta la
entrada de la puerta”. La movilización de las fuerzas
de Siquem debió haber sido muy rápida y sin duda
alguna, incompleta. Así, la batalla fue librada y los
adversarios del malvado Abimelec fueron, sin duda,
perjudicados en esta campaña. Dios usó a los malos para
tratar con el malo, al igual que usó a Irak para castigar a
Irán en los años noventa.
9:41 - “Y Abimelec se quedó en Aruma; y Zebul echó
fuera a Gaal y a sus hermanos, para que no morasen en
Siquem”. Abimelec estaba contento como para,
literalmente, sentarse con su ejército en una aldea cercana,
mientras que Zebul echó a Gaal y sus tropas mercenarias.
CAPÍTULO 7
149
9:42 - “Aconteció el siguiente día, que el pueblo salió al
campo; y fue dado aviso a Abimelec”. Ahora, al día
siguiente, la gente de Siquem salió, no a pelear, sino que se
quedó a trabajar en el campo y fue dado aviso a Abimelec.
9:43 - “El cual, tomando gente, la repartió en tres
compañías, y puso emboscadas en el campo; y cuando
miró, he aquí el pueblo que salía de la ciudad; y se levantó
contra ellos y los atacó”. Y cuando la gente de Siquem
estaba totalmente desprevenida, Abimelec los atacó.
9:44 - “Porque Abimelec y la compañía que estaba con
él acometieron con ímpetu, y se detuvieron a la entrada
de la puerta de la ciudad, y las otras dos compañías
acometieron a todos los que estaban en el campo, y los
mataron”. Primero Abimelec tomó la puerta, impidiendo
así que se refugiaran en la ciudad, para que los que estaban
en el campo fueron muertos, no teniendo dónde refugiarse
de las otras dos compañías.
En otras palabras, Zebul no estaba siendo fiel a Gaal.
Cuando Dios une a grupos traicioneros, tarde o
temprano, se ensañarán unos contra otros. Hay que
dejarlos en manos de Dios, Quien dice: “Mía es la
venganza; yo pagaré”. Todos eran traidores; ninguno
era sincero con el otro. El resultado fue que Abimelec
luchó contra la ciudad.
9:45 - “Y Abimelec peleó contra la ciudad todo aquel
día, y tomó la ciudad, y mató al pueblo que en ella
estaba; y asoló la ciudad, y la sembró de sal”.
Volviéndose contra los que estaban en la ciudad,
150
EL LIBRO DE JUECES
Abimelec luchó contra ellos y, finalmente, al término
del día, finalizó con éxito tomando la ciudad. Sembrar
de sal es un acto simbólico, que significa que la ciudad
sería para siempre árida y estéril.
9:46 - “Cuando oyeron esto todos los que estaban en la
torre de Siquem, se metieron en la fortaleza del templo
del dios Berit”. Los que quedaron huyeron, buscando
refugio en la casa de su dios pagano, no dudaron de su
protección bajo su techo; pero todo fue en vano.
9:47-48 - “Y fue dado aviso a Abimelec, de que estaban
reunidos todos los hombres de la torre de Siquem.
Entonces subió Abimelec al monte de Salmón, él y toda
la gente que con él estaba; y tomó Abimelec un hacha en
su mano, y cortó una rama de los árboles, y levantándola
se la puso sobre sus hombros, diciendo al pueblo que
estaba con él: Lo que me habéis visto hacer, apresuraos
a hacerlo como yo”. Había un área espesa de árboles
llamada monte Salmón en las proximidades de Siquem,
a la cual Abimelec y la gente fueron para cortar algunas
ramas. Esto lo hicieron rápidamente para que los
hombres de Siquem, que estaban en la torre, no trataran
de escaparse.
9:49 - “Y todo el pueblo cortó también cada uno su rama,
y siguieron a Abimelec, y las pusieron junto a la fortaleza,
y prendieron fuego con ellas a la fortaleza, de modo que
todos los de la torre de Siquem murieron, como unos mil
hombres y mujeres”. Así trajo Dios, por medio de
Abimelec, el juicio sobre los que habían participado en la
matanza de los hijos de Gedeón.
CAPÍTULO 7
151
9:50 - “Después Abimelec se fue a Tebes, y puso sitio a
Tebes, y la tomó”. Tebes era una pequeña ciudad a unos
veinte kilómetros al norte de Siquem. Aparentemente,
ellos se habían aliado con los hombres de Siquem y se
escondieron en su torre para protegerse.
9:51 - “En medio de aquella ciudad había una torre
fortificada, a la cual se retiraron todos los hombres y
las mujeres, y todos los señores de la ciudad; y cerrando
tras sí las puertas, se subieron al techo de la torre”. El
plan de ataque contra esas torres era llegar hasta la puerta
de la torre, la cual estaba hecha de madera. Los
defensores naturalmente harían todo lo posible desde
arriba, tirando piedras y cosas similares, también
lanzando una lluvia de flechas sobre los atacantes para
impedirles llegar hasta la puerta. Como Abimelec había
llevado a cabo el juicio de Dios en la torre de Siquem,
pensó que iba a hacer lo mismo aquí.
9:53 - “Mas una mujer dejó caer un pedazo de una rueda
de molino sobre la cabeza de Abimelec, y le rompió el
cráneo”. Abimelec, no habiendo tomado la precaución
de llevar un escudo para proteger su cabeza, fue alcanzado
y herido de muerte por este pesado pedazo de piedra. Él
debió haber visto a la mujer tirándole esta piedra debido
a sus subsiguientes comentarios.
9:54 - “Entonces llamó apresuradamente a su escudero,
y le dijo: Saca tu espada y mátame, para que no se diga
de mí: Una mujer lo mató. Y su escudero le atravesó, y
murió”. Para un guerrero, especialmente un rey guerrero,
era deshonroso morir en batalla en manos de una mujer.
152
EL LIBRO DE JUECES
Tanto Sísara, en los días de Débora, como Abimelec,
debido a su maldad, fueron muertos en manos de mujeres
para añadir así un insulto al mal que habían recibido.
9:55 - “Y cuando los israelitas vieron muerto a Abimelec,
se fueron cada uno a su casa”. Ahora que su líder estaba
muerto, los hombres de Israel volvieron a su casa. Su
causa, la cual había sido establecer el reino bajo la mano
de Abimelec, había cesado con su muerte. Es muy
importante para nosotros no tener nuestras causas
arraigadas en la visión de un hombre, ya que terminarían
con su muerte. En vez de esto, tengamos nuestras causas
firmemente arraigadas en Dios y en Su propósito, el cual
es eterno y continúa de generación en generación.
9:56-57 - “Así pagó Dios a Abimelec el mal que hizo
contra su padre, matando a sus setenta hermanos. Y todo
el mal de los hombres de Siquem lo hizo Dios volver sobre
sus cabezas, y vino sobre ellos la maldición de Jotam hijo
de Jerobaal”. La historia confirma que lo que el hombre
siembra eso también segará. De esta manera, Abimelec
está en la línea de Hamán y Joab, quienes intentaron matar
o mataron a los justos y, por consiguiente, pagaron la pena
suprema por sus malas obras.
Lecciones de la vida de Abimelec
Abimelec, que fue un asesino y un traidor como Judas, da
solemnes lecciones a todos los que aspiran a algo que
Dios no les ha dado.
CAPÍTULO 7
153
•
Abimelec no luchó legalmente y, por tanto, en
palabras escritas siglos después por el apóstol
Pablo, no fue coronado, queriendo decir que
no retuvo su posición.
•
Por traicionar a otros, Abimelec fue también
traicionado.
•
Como él había matado a otros, su vida fue
también cortada rápidamente muriendo
vergonzosamente.
Si alguna vez ha habido alguien en las Escrituras que
muestre los frutos y el juicio de la envidia, este es
Abimelec. Tan solo piense en esto: si no hubiera sido
por la lascivia de la pasión descontrolada de un padre,
nunca hubiera nacido y el infierno tendría un alma menos
que atormentar.
155
CAPÍTULO 8
TOLA
10:1-2
10:1-2 - “Después de Abimelec, se levantó para librar a
Israel Tola hijo de Fúa, hijo de Dodo, varón de Isacar, el
cual habitaba en Samir en el monte de Efraín. Y juzgó a
Israel veintitrés años; y murió, y fue sepultado en Samir”.
Los jueces tenían un ministerio local, y no se da una razón
para que se levantase Tola. No había opresión en la tierra,
pero él era obviamente un hombre sabio a quien el pueblo
de esa área buscaba para recibir consejo y juicio
concerniente a sus disputas.
Lecciones de la vida de Tola
Un hombre que gobernó en época de paz representa la
imagen de quien, al hacer el bien pacientemente, hereda
la vida eterna. Si somos bendecidos viviendo en
circunstancias serenas, seamos agradecidos y vivamos de
tal manera que mostremos gratitud a Dios mediante una
caminata santa y sabia.
157
CAPÍTULO 9
JAIR
10:3-5
10:3-5 - “Tras él se levantó Jair galaadita, el cual juzgó
a Israel veintidós años. Este tuvo treinta hijos, que
cabalgaban sobre treinta asnos; y tenían treinta ciudades,
que se llaman las ciudades de Jair hasta hoy, las cuales
están en la tierra de Galaad. Y murió Jair, y fue sepultado
en Camón”. Estos hijos de Jair habitaron en un grupo de
aldeas que se llamaba Havot-jair.
Estas ciudades habían estado en manos de los israelitas
desde los tiempos de Moisés en Números 32:40-41: “Y
Moisés dio Galaad a Maquir hijo de Manasés, el cual
habitó en ella. También Jair hijo de Manasés fue y tomó
sus aldeas, y les puso por nombre Havot-jair”. En tiempo
de los jueces, los israelitas tenían pocos caballos. Los
asnos eran el modo de transporte, siendo los blancos una
señal de dignidad para estos treinta hijos de Jair, los cuales
ayudaron a su padre a gobernar estas ciudades.
Lecciones de la vida de Jair
Algunos jueces se levantaron simplemente para defender
Israel, y están anotados en la lista de jueces sin que se
haya escrito mucho acerca de ellos. Esto es similar al
158
EL LIBRO DE JUECES
comentario de Pablo en Romanos con relación a los
apóstoles. Él dijo: “Estos destacaron entre los
apóstoles”. Hay algunos apóstoles del Cordero muy
destacados, como Pablo y Bernabé. Pero hay apóstoles
que, aunque tienen el manto de un apóstol, no llegaron a
dar la estatura de Pablo.
Aquí tenemos dos jueces, Tola y Jair, quienes reinaron
unos veintitrés años cada uno, pero no están en la misma
categoría de algunos de los otros. Puede que fueran
hombres bastante buenos, pero simplemente no hubo nada
notable que escribir sobre ellos. Sin embargo, los hijos de
Jair aparentemente estaban bien entrenados por su padre
y estaban capacitados para gobernar ciudades.
159
CAPÍTULO 10
JEFTÉ
10:6 - 12:7
10:6 - “Pero los hijos de Israel volvieron a hacer lo malo
ante los ojos de Jehová, y sirvieron a los baales y a Astarot,
a los dioses de Siria, a los dioses de Sidón, a los dioses
de Moab, a los dioses de los hijos de Amón y a los dioses
de los filisteos; y dejaron a Jehová, y no le sirvieron”. De
nuevo, los hijos de Israel entraron a una adoración idólatra
de los dioses de las naciones paganas que los rodeaban.
10:7 - “Y se encendió la ira de Jehová contra Israel, y
los entregó en mano de los filisteos, y en mano de los
hijos de Amón”; El principio que dice que el Señor
hace que reinen sobre nosotros aquellos a quienes
adoramos, se extiende por toda la Biblia. De esta forma,
las naciones a cuyos dioses ellos adoraban reinaban
sobre ellos y los oprimían.
10:8 - “Los cuales oprimieron y quebrantaron a los hijos
de Israel en aquel tiempo dieciocho años, a todos los hijos
de Israel que estaban al otro lado del Jordán en la tierra
del amorreo, que está en Galaad” Las tribus de Rubén,
Gad y la media tribu de Manasés (la cual no entró en la
tierra prometida) estaban oprimidas por los amorreos en
Galaad, al este del Jordán.
160
EL LIBRO DE JUECES
10:9 - “Y los hijos de Amón pasaron el Jordán para hacer
también guerra contra Judá y contra Benjamín y la casa
de Efraín, y fue afligido Israel en gran manera”. Durante
muchos años, mientras que las tribus del norte eran
presionadas por el enemigo, Judá y Benjamín habían sido
librados, pero ahora estaban incluidos en el castigo.
10:10 - “Entonces los hijos de Israel clamaron a Jehová,
diciendo: Nosotros hemos pecado contra ti; porque hemos
dejado a nuestro Dios, y servido a los baales”. Una vez
más, nos encontramos con el ciclo regular de
acontecimientos: caída, opresión y arrepentimiento.
10:11 - “Y Jehová respondió a los hijos de Israel: ¿No
habéis sido oprimidos de Egipto, de los amorreos, de los
amonitas, de los filisteos”. Ahora el Señor relató Sus
poderosos actos a su favor, comenzando con su liberación
de la cautividad egipcia. Las victorias amorreas se refieren
a Sehon y Og, dos reyes que resistieron a Israel en su marcha
hacia la Tierra Prometida, Nm. 21:21-35. Los hijos de Amón
fueron derrotados y sometidos en los días de Aod, quien los
derrotó, tanto a ellos como a Eglón, rey de Moab, Jue. 3:13.
Los filisteos fueron derrotados por Samgar, Jue. 3:31.
10:12 - “de los de Sidón, de Amalec y de Maón, y
clamando a mí no os libré de sus manos?” Los de Sidón
fueron derrotados por Barac cuando formaban parte de
la gran confederación de cananeos bajo Jabín, rey de
Hazor, como fue el caso un siglo antes en los días de
Josué 11:1-8. Los amalecitas fueron derrotados, Ex. 17:8-16
cuando los israelitas salieron de Egipto, y fueron
exterminados para siempre, Dt. 25:17-19. Los maonitas,
CAPÍTULO 10
161
árabes del distrito de Ma’an cerca del mar Muerto, están
asociados con los madianitas. El nombre es Gur-baal en
2º Crónicas 26:7 y, por tanto, esto se podría referir a la
victoria de Gedeón sobre los madianitas.
10:13 - “Mas vosotros me habéis dejado, y habéis servido
a dioses ajenos; por tanto, yo no os libraré más”. Una de
las realidades de la relación entre el Señor y Su pueblo es
que hay veces cuando Él dice: “Ya es suficiente”. Sin
embargo, el Señor se arrepentirá debido a su misericordia
si clamamos a Él, como lo hizo con los israelitas.
10:14 - “Andad y clamad a los dioses que os habéis
elegido; que os libren ellos en el tiempo de vuestra
aflicción”. Pareciera que Él se está burlando de ellos
diciendo: “Bien, ahora deberían acudir a esos ídolos
paganos en los que ponen su confianza”.
10:15 - “Y los hijos de Israel respondieron a Jehová:
Hemos pecado; haz tú con nosotros como bien te parezca;
sólo te rogamos que nos libres en este día”. Los hijos de
Israel se postraron ante la misericordia de Dios, quien se
arrepintió de su desagrado hacia ellos.
10:16 - “Y quitaron de entre sí los dioses ajenos, y sirvieron
a Jehová; y él fue angustiado a causa de la aflicción de
Israel”. Después Israel dio pasos positivos hacia el Señor,
como el apóstol Santiago dice en Santiago 4:8: “Acercaos
a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad
las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad
vuestros corazones”. Dios los oyó y levantó a Jefté, como
veremos muy pronto.
162
EL LIBRO DE JUECES
10:17-18 - “Entonces se juntaron los hijos de Amón, y
acamparon en Galaad; se juntaron asimismo los hijos
de Israel, y acamparon en Mizpa. Y los príncipes y el
pueblo de Galaad dijeron el uno al otro: ¿Quién
comenzará la batalla contra los hijos de Amón? Será
caudillo sobre todos los que habitan en Galaad”. Los
hijos de Amón, con el único propósito de tomar esas
partes del banco oriental que pertenecían a Rubén, Gad
y Manasés, se reunieron para el asalto, mientras que los
hijos de Israel fueron a Mizpa, que quiere decir una torre
de vigilancia o una fortaleza, situada sobre el monte
Galaad. Entonces Israel buscó un líder para asumir el
mando de sus fuerzas en la batalla.
11:1 - “Jefté galaadita era esforzado y valeroso; era hijo
de una mujer ramera, y el padre de Jefté era Galaad”.
La ilegitimidad entre el pueblo de Dios es trágica, y no
podemos sino hacer una pausa para aquellos lectores que
puedan estar en situaciones similares. Por un lado tenemos
a Abimelec, hijo ilegítimo de Gedeón, que se convirtió en
un traidor, y por otro lado tenemos a Jefté, que se convirtió
en libertador. Por tanto, nuestra habilidad para vencer los
pecados de nuestros antepasados depende de nuestra
respuesta a la gracia de Dios.
11:2 - “Pero la mujer de Galaad le dio hijos, los cuales,
cuando crecieron, echaron fuera a Jefté, diciéndole: No
heredarás en la casa de nuestro padre, porque eres hijo
de otra mujer”. Era una práctica muy normal para los
hijos verdaderos expulsar al hijo ilegítimo con el propósito
de esconder la vergüenza de las acciones de su padre. Sin
embargo, esta vez Dios usó al hijo ilegítimo.
CAPÍTULO 10
163
11:3 - “Huyó, pues, Jefté de sus hermanos, y habitó en
tierra de Tob; y se juntaron con él hombres ociosos, los
cuales salían con él”. En Tob, situado al norte de Galaad,
se manifestó la naturaleza libertina de Jefté, al asociarse
con los vagabundos que se acercaban a él.
11:4-5 - “Aconteció andando el tiempo, que los hijos de
Amón hicieron guerra contra Israel. Y cuando los hijos
de Amón hicieron guerra contra Israel, los ancianos de
Galaad fueron a traer a Jefté de la tierra de Tob”. Ahora
al acercarse la guerra, los ancianos buscaban un líder. Su
elección cayó sobre ese renegado llanero solitario que
atrajo la compañía de los indeseables. Cuando nos
preguntamos por qué el Señor escoge y, sin duda, tolera
tener este tipo de personas como líderes sobre su herencia,
debemos volver al libro de Daniel para encontrar la
respuesta. Daniel 4:17 dice: “La sentencia es por decreto
de los vigilantes, y por dicho de los santos la resolución,
para que conozcan los vivientes que el Altísimo gobierna
el reino de los hombres, y que a quien él quiere lo da, y
constituye sobre él al más bajo de los hombres”.
11:6 -7 “Y dijeron a Jefté: Ven, y serás nuestro jefe, para
que peleemos contra los hijos de Amón. Jefté respondió
a los ancianos de Galaad: ¿No me aborrecisteis
vosotros, y me echasteis de la casa de mi padre? ¿Por
qué, pues, venís ahora a mí cuando estáis en aflicción?”
El alegato de Jefté es justo y a su vez, como su carácter
nos deja ver, nos damos cuenta que los ancianos estaban
mirando sólo sus capacidades militares, porque él
ciertamente no era un hombre al que ellos escogerían
como modelo para sus hijos. En esta vida tenemos que
164
EL LIBRO DE JUECES
darnos cuenta que, en su sabiduría, Dios da habilidades a
personas que son de lo más indeseables a nuestros ojos.
11:8 - “Y los ancianos de Galaad respondieron a Jefté:
Por esta misma causa volvemos ahora a ti, para que
vengas con nosotros y pelees contra los hijos de Amón, y
seas caudillo de todos los que moramos en Galaad”. Los
ancianos, presionados para obtener un líder para el ejército
de Israel, ahora comprometieron sus principios.
11:9 - “Jefté entonces dijo a los ancianos de Galaad: Si
me hacéis volver para que pelee contra los hijos de Amón,
y Jehová los entregare delante de mí, ¿seré yo vuestro
caudillo?” Ahora vemos la actitud de soberbia en el corazón
Jefté; él buscó posición y reconocimiento en vez de servicio.
11:10 - “Y los ancianos de Galaad respondieron a
Jefté: Jehová sea testigo entre nosotros, si no
hiciéremos como tú dices”. Ahora, en realidad, los
ancianos se ataron con un juramento de hacer a Jefté el
juez de Galaad. Ellos han jurado en daño suyo y no
deben cambiar, según el Salmo 15:4.
11:11 - “Entonces Jefté vino con los ancianos de
Galaad, y el pueblo lo eligió por su caudillo y jefe; y
Jefté habló todas sus palabras delante de Jehová en
Mizpa”. Esta frase simplemente significa que Jefté
confirmó su palabra con un juramento, como si
estuviera en la presencia del Señor.
11:12 - “Y envió Jefté mensajeros al rey de los amonitas,
diciendo: ¿Qué tienes tú conmigo, que has venido a mí
CAPÍTULO 10
165
para hacer guerra contra mi tierra?” Ahora, habiendo
asumido el liderazgo, Jefté habló a favor de las tribus en
el territorio oriental.
11:13 - “El rey de los amonitas respondió a los mensajeros
de Jefté: Por cuanto Israel tomó mi tierra, cuando subió
de Egipto, desde Arnón hasta Jaboc y el Jordán; ahora,
pues, devuélvela en paz”. Esta fue una declaración errónea
de los amonitas. Jefté envió su respuesta de vuelta,
corrigiendo su error.
11:14-15 - “Y Jefté volvió a enviar otros mensajeros al
rey de los amonitas, para decirle: Jefté ha dicho así:
Israel no tomó tierra de Moab, ni tierra de los hijos de
Amón”. El razonamiento detrás de los argumentos de
Jefté era que la tierra que los israelitas ocuparon nunca
perteneció a Amón, como Jefté declaró claramente en el
siguiente versículo.
11:16-18 - “Porque cuando Israel subió de Egipto, anduvo
por el desierto hasta el Mar Rojo, y llegó a Cades.
Entonces Israel envió mensajeros al rey de Edom,
diciendo: Yo te ruego que me dejes pasar por tu tierra;
pero el rey de Edom no los escuchó. Envió también al rey
de Moab, el cual tampoco quiso; se quedó, por tanto,
Israel en Cades. Después, yendo por el desierto, rodeó la
tierra de Edom y la tierra de Moab, y viniendo por el
lado oriental de la tierra de Moab, acampó al otro lado
de Arnón, y no entró en territorio de Moab; porque Arnón
es territorio de Moab”. Jefté le recordó al rey de los
amonitas que los hijos de Israel no tocaron la herencia de
Amón y Moab, la cual había sido dada a los hijos de Lot.
166
EL LIBRO DE JUECES
11:19-20 - “Y envió Israel mensajeros a Sehón rey de los
amorreos, rey de Hesbón, diciéndole: Te ruego que me
dejes pasar por tu tierra hasta mi lugar. Mas Sehón no se
fió de Israel para darle paso por su territorio, sino que
reuniendo Sehón toda su gente, acampó en Jahaza, y peleó
contra Israel”. Era la tierra perteneciente a los amorreos
por la cual luchaba Israel, porque el rey de los amorreos
vino contra ellos para hacer guerra.
11:21 - “Pero Jehová Dios de Israel entregó a Sehón y a
todo su pueblo en mano de Israel, y los derrotó; y se
apoderó Israel de toda la tierra de los amorreos que
habitaban en aquel país”. Por tanto, como ya hemos
dicho, fue la tierra de los amorreos la que los hijos de
Israel habían ocupado legítimamente, por medio de una
conquista piadosa.
11:22-23 - “Se apoderaron también de todo el territorio
del amorreo desde Arnón hasta Jaboc, y desde el desierto
hasta el Jordán. Así que, lo que Jehová Dios de Israel
desposeyó al amorreo delante de su pueblo Israel,
¿pretendes tú apoderarte de él?” Los malos a menudo
distorsionan los hechos a su favor, por lo que es peligroso
a veces entrar en diálogo con ellos.
11:24 - “Lo que te hiciere poseer Quemos tu dios, ¿no
lo poseerías tú? Así, todo lo que desposeyó Jehová
nuestro Dios delante de nosotros, nosotros lo
poseeremos”. Aquí el reto a los amorreos era puramente
espiritual, porque Dios les dio a los hijos de Israel la
tierra de Galaad, la cual había pertenecido antes a los
amorreos. Jefté les preguntó a los amorreos si ellos
CAPÍTULO 10
167
pensaban que su dios iba a echar a los hijos de Israel de
la tierra que el Señor les había dado. Después Jefté apeló
a acontecimientos históricos.
11:25 - “¿Eres tú ahora mejor en algo que Balac hijo de
Zipor, rey de Moab? ¿Tuvo él cuestión contra Israel, o
hizo guerra contra ellos?”, O sea, si iban ellos a alinearse
contra Israel como hizo su antiguo rey Balac quien, aunque
peleó contra Israel, no salió para combatirles, Nm. 22:24.
11:26 - “Cuando Israel ha estado habitando por
trescientos años a Hesbón y sus aldeas, a Aroer y sus
aldeas, y todas las ciudades que están en el territorio
de Arnón, ¿por qué no las habéis recobrado en ese
tiempo?” Estos acontecimientos con relación a Balac y
la derrota de los reyes de los amorreos, ocurrieron
trescientos años antes de esta secuencia de eventos, lo
cual nos permite comprobar nuestra cronología del libro
de Jueces hasta este punto.
11:27 - “Así que, yo nada he pecado contra ti, mas tú haces
mal conmigo peleando contra mí. Jehová, que es el juez,
juzgue hoy entre los hijos de Israel y los hijos de Amón”.
Este conocimiento de los acontecimientos históricos es
notable en una persona réproba como Jefté, ya que ahora
asumía prerrogativas casi reales cuando se dirigía al rey de
Amón, al hablar en nombre de toda la nación.
11:28 - “Mas el rey de los hijos de Amón no atendió a las
razones que Jefté le envió”. En este caso, el Señor no le
dio al rey un oído atento. De hecho, Él endureció el
corazón del rey para que Jefté no pudiera razonar con él.
168
EL LIBRO DE JUECES
11:29 - “Y el Espíritu de Jehová vino sobre Jefté; y pasó
por Galaad y Manasés, y de allí pasó a Mizpa de Galaad,
y de Mizpa de Galaad pasó a los hijos de Amón”. El Señor
ungió al nuevo líder de Su pueblo. En relación a esto, de
nuevo debemos decir que ser usado por el Señor no
significa necesariamente que su aprobación esté sobre la
vida de una persona.
11:30 - “Y Jefté hizo voto a Jehová, diciendo: Si entregares
a los amonitas en mis manos”. Ahora es una tontería hacer
votos, porque uno lo hace queriendo mover la mano del
Señor a su favor. Seguramente esto es regatear, lo cual es
criminal con un Dios santo. Este voto le costó mucho a
Jefté. Muchas veces uno hace un voto debido a su
debilidad e inseguridad.
11:31 - “Cualquiera que saliere de las puertas de mi casa
a recibirme, cuando regrese victorioso de los amonitas,
será de Jehová, y lo ofreceré en holocausto”. Este fue un
voto temerario, y el hecho que conllevara la vida de otra
persona seguro que, en sí mismo, estaba mal.
11:32 - “Y fue Jefté hacia los hijos de Amón para pelear
contra ellos; y Jehová los entregó en su mano”. El Señor
no había sido movido por el voto, sino por su compasión
por la aflicción de los hijos de Israel, Jue. 10:16.
11:33 - “Y desde Aroer hasta llegar a Minit, veinte
ciudades, y hasta la vega de las viñas, los derrotó con
muy grande estrago. Así fueron sometidos los amonitas
por los hijos de Israel”. Descendiendo del norte sobre el
valle fértil que queda debajo, él capturó las veinte
CAPÍTULO 10
169
pequeñas ciudades que comprendían la mayoría de la tierra
que los amorreos poseían. Aroer y las otras ciudades
mencionadas están situadas en el río Arnón, el cual fluye
hasta, más o menos, el punto medio del mar Muerto. Así,
Israel reconquistó el territorio que Amón había tomado.
11:34 - “Entonces volvió Jefté a Mizpa, a su casa; y he
aquí su hija que salía a recibirle con panderos y danzas,
y ella era sola, su hija única; no tenía fuera de ella
hijo ni hija”. Ahora la insensatez de su voto alcanzó a
Jefté, porque ella era su única hija, quien era especial
y querida por él. La construcción de este versículo fue
usada por Dios para describir la afinidad que Abraham
tenía con Isaac.
11:35 - “Y cuando él la vio, rompió sus vestidos, diciendo:
¡Ay, hija mía! en verdad me has abatido, y tú misma has
venido a ser causa de mi dolor; porque le he dado palabra
a Jehová, y no podré retractarme”. Josefo caracteriza este
voto como no siendo ni acorde a la ley mosaica ni
aceptable ante Dios. Es, en un sentido, pagano en su
origen. Esto se puede entender por la réplica de la hija.
11:36 - “Ella entonces le respondió: Padre mío, si le has
dado palabra a Jehová, haz de mí conforme a lo que
prometiste, ya que Jehová ha hecho venganza en tus
enemigos los hijos de Amón”. La extrema piedad de la hija
es encomiable, y a la vez este acto de ofrecerla como un
sacrificio es pagano en origen y contrario a la ley de Dios.
11:37 - “Y volvió a decir a su padre: Concédeme esto:
déjame por dos meses que vaya y descienda por los
170
EL LIBRO DE JUECES
montes, y llore mi virginidad, yo y mis compañeras”.
Por tanto, durante dos meses ella se preparó para la
suprema prueba de obediencia de ser sacrificada, a lo
cual Jefté consintió.
11:38 - “El entonces dijo: Ve. Y la dejó por dos meses. Y
ella fue con sus compañeras, y lloró su virginidad por los
montes”. Era un hecho solemne en Israel que alguien que
no estaba casada y no hubiera dado descendencia se la
tuviera por maldita. Por tanto, por esa razón ella lloraba
y se lamentaba con sus compañeras.
11:39 - “Pasados los dos meses volvió a su padre, quien
hizo de ella conforme al voto que había hecho. Y ella
nunca conoció varón”. De este modo, Jefté honró su voto
pagano con el resultado que su hija fue recordada en Israel.
11:40 - “Y se hizo costumbre en Israel, que de año en año
fueran las doncellas de Israel a endechar a la hija de
Jefté galaadita, cuatro días en el año”. Es digno de
mención que ella fuera honrada así y no su padre. Su voto
ha sido llamado necio, pagano y contrario a la ley de Dios
por todos los teólogos y rabinos distinguidos.
Los últimos años de Jefté
12:1 - “Entonces se reunieron los varones de Efraín, y
pasaron hacia el norte, y dijeron a Jefté: ¿Por qué fuiste
a hacer guerra contra los hijos de Amón, y no nos llamaste
para que fuéramos contigo? Nosotros quemaremos tu casa
contigo”. Los de Efraín tenían una peculiaridad en su
carácter. Si no les llamaban para pelear junto con las otras
CAPÍTULO 10
171
tribus, las cuales habían sido victoriosas en la batalla, se
ofendían y después buscaban la venganza contra el líder
victorioso, por haber sido despreciados. Esta fue su actitud
hacia Gedeón, y ahora hacia Jefté. Lo podemos ver con
claridad en la respuesta de Jefté.
12:2 - “Y Jefté les respondió: Yo y mi pueblo teníamos
una gran contienda con los hijos de Amón, y os llamé, y
no me defendisteis de su mano”. Se ve claro que los de
Efraín esperaron hasta ver como procedía la batalla, y no
habían respondido al primer llamado para ayudar a Jefté.
Por tanto, él tuvo que librarse solo, sin su ayuda.
12:3 - “Viendo, pues, que no me defendíais, arriesgué mi
vida, y pasé contra los hijos de Amón, y Jehová me los
entregó; ¿por qué, pues, habéis subido hoy contra mí para
pelear conmigo?” La causa justa de esta siguiente batalla
le correspondía a Jefté. Por tanto, el Señor peleó por Galaad.
12:4 - “Entonces reunió Jefté a todos los varones de
Galaad, y peleó contra Efraín; y los de Galaad derrotaron
a Efraín, porque habían dicho: Vosotros sois fugitivos de
Efraín, vosotros los galaaditas, en medio de Efraín y de
Manasés”. Este pasaje es difícil de entender pero
generalmente se acepta que significa que los que estaban
con Jefté eran hombres poco nobles, de mala reputación
a quienes, sin embargo, el Señor les dio la victoria sobre
los amonitas. Efraín estaba ciertamente lleno de envidia
y este lenguaje retador le costó mucho dolor.
12:5-7 - “Y los galaaditas tomaron los vados del Jordán
a los de Efraín; y aconteció que cuando decían los
172
EL LIBRO DE JUECES
fugitivos de Efraín: Quiero pasar, los de Galaad les
preguntaban: ¿Eres tú efrateo? Si él respondía: No,
entonces le decían: Ahora, pues, di Shibolet. Y él decía
Sibolet; porque no podía pronunciarlo correctamente.
Entonces le echaban mano, y le degollaban junto a los
vados del Jordán. Y murieron entonces de los de Efraín
cuarenta y dos mil. Y Jefté juzgó a Israel seis años; y
murió Jefté galaadita, y fue sepultado en una de las
ciudades de Galaad”. Los efrateos que escaparon del
campo de batalla fueron muertos en asesinatos a sangre
fría. Es interesante que el efecto de la separación de las
tribus había producido una diferencia lingüística en su
habilidad para pronunciar palabras, con lo cual eran
separados fácilmente los que tenían que morir.
Lecciones de la vida de Jefté
El valor del carácter de Jefté es, por supuesto, una
estimación que sólo Dios puede determinar, pero mirando
históricamente su vida, podemos ver por un lado, un
valiente guerrero. Él está incluido en los héroes de la fe
de Hebreos 11. Por otro lado, estaba inmerso en el
paganismo y la crueldad. El hecho que juzgó a Israel
durante seis años parece denotar favor divino, pero no le
sitúa en un lugar destacado entre los jueces.
Hemos de ser muy cuidadosos en no caer en la trampa en
que cayó Jefté. Muchas personas hacen votos con mucha
ligereza, tales como: “Señor, si haces esto, yo haré esto
otro”. Eclesiastés habla de esto en el 5:1-2, 4-6: “Cuando
fueres a la casa de Dios, guarda tu pie; y acércate más
para oír que para ofrecer el sacrificio de los necios;
CAPÍTULO 10
173
porque no saben que hacen mal. No te des prisa con tu
boca, ni tu corazón se apresure a proferir palabra delante
de Dios; porque Dios está en el cielo, y tú sobre la tierra;
por tanto, sean pocas tus palabras. Cuando a Dios haces
promesa, no tardes en cumplirla; porque él no se complace
en los insensatos. Cumple lo que prometes. Mejor es que
no prometas, y no que prometas y no cumplas. No dejes
que tu boca te haga pecar, ni digas delante del ángel, que
fue ignorancia. ¿Por qué harás que Dios se enoje a causa
de tu voz y que destruya la obra de tus manos?”
Es mejor no hacer voto. ¿Por qué hacer un voto? Es casi
como si Jefté no estuviera seguro, y quisiera la seguridad
de una atadura. Quería asegurarse de que Dios haría lo
que él quería que Dios hiciera y, por consiguiente, hizo
un voto muy absurdo. Por favor, no haga votos. Pueden
ser muy costosos. Algunas veces pueden casi llegar a
destruirlos. No hagan votos, amados, a menos que Dios
les mueva a hacerlo.
175
CAPÍTULO 11
IBZÁN
12:8-10
12:8-10 - “Después de él juzgó a Israel Ibzán de Belén,
el cual tuvo treinta hijos y treinta hijas, las cuales casó
fuera, y tomó de fuera treinta hijas para sus hijos; y juzgó
a Israel siete años. Y murió Ibzán, y fue sepultado en
Belén”. Es probable que este Belén no fuera el Belén de
Judá, sino que fuera el de la tribu de Zabulón, ya que los
jueces eran básicamente de los territorios del norte y eran
sucesores unos de otros. Es un registro no distinguido de
la vida de este hombre, que la única nota de distinción es
que tuvo treinta hijos e hijas a los que envió fuera del
territorio y después tomó treinta hijas para sus hijos.
177
CAPÍTULO 12
ELÓN
12:11-12
12:11-12 - “Después de él juzgó a Israel Elón zabulonita,
el cual juzgó a Israel diez años. Y murió Elón zabulonita,
y fue sepultado en Ajalón en la tierra de Zabulón”. De
Elón no se registró nada notable, aunque esta tribu
sobresalía en valentía en los días de Barac.
179
CAPÍTULO 13
ABDÓN
12:13-15
12:13-15 - “Después de él juzgó a Israel Abdón hijo de
Hilel, piratonita. Este tuvo cuarenta hijos y treinta nietos,
que cabalgaban sobre setenta asnos; y juzgó a Israel ocho
años. Y murió Abdón hijo de Hilel piratonita, y fue
sepultado en Piratón, en la tierra de Efraín, en el monte
de Amalec”. Este era de la tribu de Efraín, como vemos
en 1º Crónicas 27:14. Este periodo de veinticinco años
fue uno de aparente prosperidad y paz en Israel, ya que
todo lo que se registra de dos de los jueces es su boyante
vida familiar. Este no será el caso durante el tiempo del
próximo y último juez.
181
CAPÍTULO 14
SANSÓN
13:1 - 16:31
13:1 - “Los hijos de Israel volvieron a hacer lo malo ante los
ojos de Jehová; y Jehová los entregó en mano de los filisteos
por cuarenta años”. La siguiente información es de carácter
histórico. La opresión filistea duró cuarenta años. Sansón sólo
comenzó a liberar a Israel del dominio filisteo, pero nunca
llegó a terminar esta tarea. El orden cronológico de
acontecimientos en este tiempo es muy complejo. Es seguro
que hay algunos acontecimientos que se traslapan; por lo tanto,
Sansón bien pudo haber vivido en los días del sumo sacerdote
Elí. La opresión filistea sólo fue quebrantada durante el
mandato de Samuel y el reinado de Saúl, 1º S. 13-14:23.
13:2 - “Y había un hombre de Zora, de la tribu de Dan, el
cual se llamaba Manoa; y su mujer era estéril, y nunca
había tenido hijos”. Zora era una ciudad a unos
veinticuatro kilómetros al este de Jerusalén. Como ocurre
con las otras seis mujeres estériles de la Biblia (Sara,
Rebeca, Raquel, Ana, Rut y Elisabet) la mujer de Manoa
fue probada, teniendo que soportar el reproche del vientre
estéril. La mujer de Manoa, la única de quien no se da el
nombre, también dio a luz un libertador, un hijo de
promesa: Sansón. Las otras, en orden cronológico, dieron
a luz a Isaac, Jacob, José, Samuel, Obed y Juan el Bautista.
182
EL LIBRO DE JUECES
13:3 - “A esta mujer apareció el ángel de Jehová, y le
dijo: He aquí que tú eres estéril, y nunca has tenido
hijos; pero concebirás y darás a luz un hijo”. Se dieron
instrucciones particularmente estrictas con relación a
su hijo.
13:4 - “Ahora, pues, no bebas vino ni sidra, ni comas
cosa inmunda”. Primero, antes de la concepción y durante
el periodo de gestación, la madre no tenía que
contaminarse con bebidas alcohólicas ni comer cualquier
animal inmundo; en otras palabras, ella se tenía que ceñir
estrictamente a las leyes levíticas.
13:5 - “Pues he aquí que concebirás y darás a luz un
hijo; y navaja no pasará sobre su cabeza, porque el niño
será nazareo a Dios desde su nacimiento, y él comenzará
a salvar a Israel de mano de los filisteos”. El voto
nazareo se describe en Números 6:2-21 y consiste en
abstenerse de beber vino y bebidas alcohólicas y no
cortarse el cabello o raparse la cabeza. La mayoría de
los votos se hacían por un tiempo específico, pero tanto
Sansón como Samuel fueron nazareos de por vida. Ahora
cambiamos el formato de nuestros estudios para que no
tengamos que hacer un análisis exegético versículo a
versículo del sórdido relato de la vida de Sansón. En
vez de eso, repasaremos los milagros y las debilidades
de su vida episodio por episodio, y sacaremos de ellos
ánimo y advertencias.
183
CAPÍTULO 14
La aparición del ángel a Manoa,
13:6-21
13:6-7 - “Y la mujer vino y se lo contó a su marido,
diciendo: Un varón de Dios vino a mí, cuyo aspecto era
como el aspecto de un ángel de Dios, temible en gran
manera; y no le pregunté de dónde ni quién era, ni tampoco
él me dijo su nombre. Y me dijo: He aquí que tú concebirás,
y darás a luz un hijo; por tanto, ahora no bebas vino, ni
sidra, ni comas cosa inmunda, porque este niño será
nazareo a Dios desde su nacimiento hasta el día de su
muerte”. Es común en la Santa Escritura que a menudo,
una revelación le es dada primero a la mujer. Este fue el
caso de Ana, Rebeca y María. Sin embargo la revelación
primero se le dio a Abraham con relación a Isaac, y a
Zacarías con relación a Juan el Bautista. Ahora la mujer de
Manoa hizo lo que toda mujer sabia debería hacer en
circunstancias como estas. Fue a buscar a su marido. Si
Eva hubiera hecho esto, la humanidad no habría caído.
La oración de Manoa
13:8 - “Entonces oró Manoa a Jehová, y dijo: Ah, Señor
mío, yo te ruego que aquel varón de Dios que enviaste, vuelva
ahora a venir a nosotros, y nos enseñe lo que hayamos de
hacer con el niño que ha de nacer”. Aquí, el marido tomó el
control de la situación y le pidió a Dios una revelación
progresiva de Sus propósitos para el niño. Esta es la sabiduría
que todos los padres necesitan para poder educar a sus hijos
en el temor del Señor, para que puedan cumplir las tareas
que Dios tiene preparadas para ellos en la vida.
184
EL LIBRO DE JUECES
La segunda aparición del ángel
13:9-11 - “Y Dios oyó la voz de Manoa; y el ángel de
Dios volvió otra vez a la mujer, estando ella en el campo;
mas su marido Manoa no estaba con ella. Y la mujer
corrió prontamente a avisarle a su marido, diciéndole:
Mira que se me ha aparecido aquel varón que vino a mí
el otro día. Y se levantó Manoa, y siguió a su mujer; y
vino al varón y le dijo: ¿Eres tú aquel varón que habló a
la mujer? Y él dijo: Yo soy”. Habiendo sido contestada
su oración, Manoa buscó más iluminación para criar al
niño, puesto que era un niño de visión.
Instrucciones concernientes
a la crianza del niño
13:12-14 - “Entonces Manoa dijo: Cuando tus
palabras se cumplan, ¿cómo debe ser la manera de
vivir del niño, y qué debemos hacer con él? Y el ángel
de Jehová respondió a Manoa: La mujer se guardará
de todas las cosas que yo le dije. No tomará nada que
proceda de la vid; no beberá vino ni sidra, y no comerá
cosa inmunda; guardará todo lo que le mandé”. Es
digno de mención que la santificación de Sansón tenía
que ser en lo externo, no en lo interno. Ninguna
advertencia le fue dada en relación a la inmoralidad,
como David le dio a Salomón.
185
CAPÍTULO 14
Hospitalidad para con el ángel
13:15-18 - “Entonces Manoa dijo al ángel de Jehová: Te
ruego nos permitas detenerte, y te prepararemos un
cabrito. Y el ángel de Jehová respondió a Manoa: Aunque
me detengas, no comeré de tu pan; mas si quieres hacer
holocausto, ofrécelo a Jehová. Y no sabía Manoa que
aquél fuese ángel de Jehová. Entonces dijo Manoa al
ángel de Jehová: ¿Cuál es tu nombre, para que cuando
se cumpla tu palabra te honremos? Y el ángel de Jehová
respondió: ¿Por qué preguntas por mi nombre, que es
admirable?”. La respuesta del ángel es interesante, ya
que la palabra hebrea utilizada aquí se traduce como
“admirable”, aunque su significado completo se le dio a
David en el Salmo 139:6, que dice: “Tal conocimiento es
demasiado maravilloso para mí; alto es, no lo puedo
comprender”. Por tanto, la revelación del nombre habría
estado más allá de la comprensión de Manoa, porque era
increíblemente maravillosa. Igualmente, no está en el
propósito de los ángeles el revelar su nombre, porque la
atención de los hombres se debe enfocar en el Señor, no
en los ángeles, Col. 2:18.
La ofrenda al Señor
13:19-20 - “Y Manoa tomó un cabrito y una ofrenda, y
los ofreció sobre una peña a Jehová; y el ángel hizo
milagro ante los ojos de Manoa y de su mujer. Porque
aconteció que cuando la llama subía del altar hacia el
cielo, el ángel de Jehová subió en la llama del altar ante
los ojos de Manoa y de su mujer, los cuales se postraron
186
EL LIBRO DE JUECES
en tierra”. El hecho de que el ángel hiciera un milagro,
en realidad, reafirma que era admirable.
Algunos sienten que este era nuestro Señor, ya que Su
nombre es Admirable. Sin embargo, nosotros sentimos
que sin duda era un ángel al que se le habían dado algunas
de las características de nuestro Señor. El hecho que el
ángel ascendiera en la llama de fuego, sustenta que, como
Pablo dice, citando de los Salmos, sus ministros son llamas
de fuego, He. 1:7.
La preocupación de Manoa
13:21-23 - “Y el ángel de Jehová no volvió a aparecer
a Manoa ni a su mujer. Entonces conoció Manoa que
era el ángel de Jehová. Y dijo Manoa a su mujer:
Ciertamente moriremos, porque a Dios hemos visto. Y
su mujer le respondió: Si Jehová nos quisiera matar,
no aceptaría de nuestras manos el holocausto y la
ofrenda, ni nos hubiera mostrado todas estas cosas, ni
ahora nos habría anunciado esto.” Manoa, en su temor
de la aparición del ángel, sintió que iban a morir, al
equiparar al ángel con Dios, mientras que su mujer le
reafirmó que de ser así la ofrenda no habría sido
aceptada si el Señor hubiera estado ofendido con ellos.
El ángel probablemente se le apareció primero a la
mujer porque ella parecía tener más entendimiento
espiritual que su marido. Sin embargo, como su nombre
no se menciona en la Biblia, su carácter no es tan digno
de notar como el de su marido.
187
CAPÍTULO 14
El nacimiento de Sansón
13:24-25 - “Y la mujer dio a luz un hijo, y le puso por
nombre Sansón. Y el niño creció, y Jehová lo bendijo. Y
el Espíritu de Jehová comenzó a manifestarse en él en los
campamentos de Dan, entre Zora y Estaol”. A temprana
edad Sansón, que quiere decir “rayo de luz”, comienza a
experimentar la unción del Espíritu del Señor sobre su
vida. Esto comenzó a producir la fe y la confianza en el
Señor que serían necesarias para su ministerio posterior.
De igual forma, es importante que nosotros desarrollemos
una relación con Dios que a su vez nos capacitará para el
ministerio en particular que el Señor tenga para nosotros.
La mujer de Timnat
El ministerio de Sansón comienza con un relato de la
sordidez que lo destruyó al final de sus días.
14:1-4 - “Descendió Sansón a Timnat, y vio en Timnat a
una mujer de las hijas de los filisteos. Y subió, y lo declaró
a su padre y a su madre, diciendo: Yo he visto en Timnat
una mujer de las hijas de los filisteos; os ruego que me la
toméis por mujer. Y su padre y su madre le dijeron: ¿No
hay mujer entre las hijas de tus hermanos, ni en todo
nuestro pueblo, para que vayas tú a tomar mujer de los
filisteos incircuncisos? Y Sansón respondió a su padre:
Tómame ésta por mujer, porque ella me agrada. Mas su
padre y su madre no sabían que esto venía de Jehová,
porque él buscaba ocasión contra los filisteos; pues en
aquel tiempo los filisteos dominaban sobre Israel”.
188
EL LIBRO DE JUECES
No debemos nunca torcer las Escrituras para nuestra propia
destrucción, como hicieron algunas personas en los días de
Pablo. En vez de eso debemos declarar con una advertencia
profética que el uso de Dios de las debilidades de Sansón no
constituye en manera alguna una aprobación divina de la
lujuria y la inmoralidad. Sansón permanece para todas las
generaciones como un hombre poderosamente dotado por
Dios de fuerza, pero lamentablemente falto de sabiduría.
Dios conoce el final desde el principio. Está muy claro
que Dios usó esta terrible debilidad en Sansón para sus
propósitos. Sin embargo, al final esa debilidad fue la
que mató a Sansón.
La muerte del león
14:5-7 - “Y Sansón descendió con su padre y con su madre
a Timnat; y cuando llegaron a las viñas de Timnat, he aquí
un león joven que venía rugiendo hacia él. Y el Espíritu de
Jehová vino sobre Sansón, quien despedazó al león como
quien despedaza un cabrito, sin tener nada en su mano; y
no declaró ni a su padre ni a su madre lo que había hecho.
Descendió, pues, y habló a la mujer; y ella agradó a
Sansón”. Es trágico que alguien tan poderosamente usado
por Dios degeneró en inmoralidad y se unió en yugo
desigual con un enemigo de su propio país. Aunque Dios
usó a Sansón, su comportamiento pecaminoso nunca puede
ser usado como modelo para una vida cristiana.
14:8-9 - “Y volviendo después de algunos días para
tomarla, se apartó del camino para ver el cuerpo muerto
del león; y he aquí que en el cuerpo del león había un
189
CAPÍTULO 14
enjambre de abejas, y un panal de miel. Y tomándolo en
sus manos, se fue comiéndolo por el camino; y cuando
alcanzó a su padre y a su madre, les dio también a ellos
que comiesen; mas no les descubrió que había tomado
aquella miel del cuerpo del león.
“Del fuerte salió dulzura” Esta frase expresa una
importante verdad de la vida. Que los fuertes son dulces se
puede ilustrar en el reino animal. Hace muchos años cuando
yo estaba viajando con mi querida esposa, fuimos a un
restaurante en el que había dos perros. Uno, un enorme
danés negro, estaba tumbado en el suelo, donde los niños
estaban jugando con él. Cuando nosotros entramos él apenas
abrió sus ojos. Sin embargo, había también un pequeño
foxterrier en la esquina de la habitación y, cuando entramos,
él comenzó a ladrar y ladrar de miedo, intentando asegurarse
de que no nos acercáramos a él.
La fiesta de bodas
14:10-11 - “Vino, pues, su padre adonde estaba la mujer,
y Sansón hizo allí banquete; porque así solían hacer los
jóvenes. Y aconteció que cuando ellos le vieron, tomaron
treinta compañeros para que estuviesen con él”. Estos
treinta compañeros parece que eran filisteos contra quienes
Sansón, siendo israelita, tenía un antagonismo natural.
La adivinanza
14:12-14 - “Y Sansón les dijo: Yo os propondré ahora un
enigma, y si en los siete días del banquete me lo declaráis
190
EL LIBRO DE JUECES
y descifráis, yo os daré treinta vestidos de lino y treinta
vestidos de fiesta. Mas si no me lo podéis declarar,
entonces vosotros me daréis a mí los treinta vestidos de
lino y los vestidos de fiesta. Y ellos respondieron: Propón
tu enigma, y lo oiremos. Entonces les dijo: Del devorador
salió comida, y del fuerte salió dulzura. Y ellos no
pudieron declararle el enigma en tres días”. Ellos, por
supuesto, no pudieron responder a la adivinanza.
Entonces, los jóvenes amenazaron a la mujer de Sansón.
Obviamente ellos eran unos filisteos muy malvados de
casta muy baja, característica de ese pueblo a lo largo de
todas las generaciones.
14:15-18 - “Al séptimo día dijeron a la mujer de Sansón:
Induce a tu marido a que nos declare este enigma, para
que no te quememos a ti y a la casa de tu padre. ¿Nos
habéis llamado aquí para despojarnos? Y lloró la mujer
de Sansón en presencia de él, y dijo: Solamente me
aborreces, y no me amas, pues no me declaras el enigma
que propusiste a los hijos de mi pueblo. Y él respondió:
He aquí que ni a mi padre ni a mi madre lo he declarado,
¿y te lo había de declarar a ti? Y ella lloró en presencia
de él los siete días que ellos tuvieron banquete; mas al
séptimo día él se lo declaró, porque le presionaba; y ella
lo declaró a los hijos de su pueblo. Al séptimo día, antes
que el sol se pusiese, los de la ciudad le dijeron: ¿Qué
cosa más dulce que la miel? ¿Y qué cosa más fuerte que
el león? Y él les respondió: Si no araseis con mi novilla,
nunca hubierais descubierto mi enigma”.
El hecho que la mujer hubiera estado durante siete días,
quizá debido a la curiosidad femenina, preguntándole a
CAPÍTULO 14
191
Sansón la respuesta del acertijo, no cambia el sentido de
que al séptimo día ella intensificó sus demandas. Ella
intentó destrozarlo con lágrimas y reproches, como suele
ser a menudo el método de las mujeres paganas. Ella
debería haberle contado abiertamente su situación a su
marido, quien se hubiera ocupado enseguida de los
compañeros. El uso de una salida a su problema al final
le costaría muy caro.
14:19-20 - “Y el Espíritu de Jehová vino sobre él, y
descendió a Ascalón y mató a treinta hombres de ellos; y
tomando sus despojos, dio las mudas de vestidos a los
que habían explicado el enigma; y encendido en enojo se
volvió a la casa de su padre. Y la mujer de Sansón fue
dada a su compañero, al cual él había tratado como su
amigo”. Sansón abandonó a su mujer enfadado, pero en
un abuso de confianza, los padres de la mujer la entregaron
al amigo filisteo de Sansón. Es evidente que Sansón
intentó reconciliarse con su mujer un poco de tiempo
después. Dios usa esto para encontrar una ocasión contra
los filisteos. A la mujer de Sansón se le permitió quedarse
con el otro hombre porque Sansón, obviamente, había
perdido su confianza en ella.
15:1-2 - “Aconteció después de algún tiempo, que en los
días de la siega del trigo Sansón visitó a su mujer con un
cabrito, diciendo: Entraré a mi mujer en el aposento. Mas
el padre de ella no lo dejó entrar. Y dijo el padre de ella:
Me persuadí de que la aborrecías, y la di a tu compañero.
Mas su hermana menor, ¿no es más hermosa que ella?
Tómala, pues, en su lugar”.
192
EL LIBRO DE JUECES
Las trescientas zorras
15:3-5 - “Entonces le dijo Sansón: Sin culpa seré esta
vez respecto de los filisteos, si mal les hiciere. Y fue Sansón
y cazó trescientas zorras, y tomó teas, y juntó cola con
cola, y puso una tea entre cada dos colas. Después,
encendiendo las teas, soltó las zorras en los sembrados
de los filisteos, y quemó las mieses amontonadas y en
pie, viñas y olivares”. Este es un milagro muy notable.
Trescientas zorras fueron reunidas por el Espíritu de Dios,
parecido a la manera en que los animales entraron en el
arca, de dos en dos. El hecho de que hubiera trescientas
zorras nos habla de caminar con Dios. Sansón, a pesar de
todas sus faltas, estaba cumpliendo la voluntad de Dios.
Este es a menudo el caso de muchos de los hijos de Dios:
su compromiso con Dios es sólo parcial. Que seamos
diferentes y tengamos una consagración completa por Su
Gracia, no sólo en nuestro ministerio, ¡sino también en
nuestro carácter! Que nuestra naturaleza sea refinada tanto
que seamos como Él.
La respuesta de los filisteos
15:6 - “Y dijeron los filisteos: ¿Quién hizo esto? Y les
contestaron: Sansón, el yerno del timnateo, porque le
quitó su mujer y la dio a su compañero. Y vinieron los
filisteos y la quemaron a ella y a su padre.” De esta
manera, la mujer que intentó salvar su vida traicionando
a su marido terminó perdiéndola a manos de esos
palestinos rapaces.
CAPÍTULO 14
193
La matanza de los filisteos
15:7-8 - “Entonces Sansón les dijo: Ya que así habéis
hecho, juro que me vengaré de vosotros, y después
desistiré. Y los hirió cadera y muslo con gran mortandad;
y descendió y habitó en la cueva de la peña de Etam”.
Por lo tanto, Sansón efectivamente castigó a los filisteos
por su maldad. Es la vieja premisa: las ruedas de la justicia
de Dios giran despacio, pero giran.
Los tres mil hombres de Judá
El hecho que se necesitaran tres mil hombres para atar a
Sansón es extraordinario. Qué testimonio de la fuerza de
Sansón y el poder de Dios en él.
15:9-13 - “Entonces los filisteos subieron y acamparon en
Judá, y se extendieron por Lehi. Y los varones de Judá les
dijeron: ¿Por qué habéis subido contra nosotros? Y ellos
respondieron: A prender a Sansón hemos subido, para
hacerle como él nos ha hecho. Y vinieron tres mil hombres
de Judá a la cueva de la peña de Etam, y dijeron a Sansón:
¿No sabes tú que los filisteos dominan sobre nosotros? ¿Por
qué nos has hecho esto? Y él les respondió: Yo les he hecho
como ellos me hicieron. Ellos entonces le dijeron: Nosotros
hemos venido para prenderte y entregarte en mano de los
filisteos. Y Sansón les respondió: Juradme que vosotros no
me mataréis. Y ellos le respondieron, diciendo: No;
solamente te prenderemos, y te entregaremos en sus manos;
mas no te mataremos. Entonces le ataron con dos cuerdas
nuevas, y le hicieron venir de la peña”.
194
EL LIBRO DE JUECES
Es digno de mención que los hombres de Judá, en vez de
alegrarse por las victorias de Sansón, aceptaban la
esclavitud de los filisteos. Esto nos trae a una verdad de
gran importancia por el hecho que Sansón, a diferencia
de los otros jueces, obtuvo victorias personales limitadas
sobre los filisteos, pero no guió a la nación de Israel hacia
la libertad. La tribu de Judá estaba todavía en la misma
situación después de su muerte que antes. Debemos buscar
ser libertadores del pueblo de Dios y dejarlo en una mejor
situación de la que estaba antes de llegar nosotros.
La quijada de asno
15:14-17 - “Y así que vino hasta Lehi, los filisteos salieron
gritando a su encuentro; pero el Espíritu de Jehová vino
sobre él, y las cuerdas que estaban en sus brazos se volvieron
como lino quemado con fuego, y las ataduras se cayeron de
sus manos. Y hallando una quijada de asno fresca aún,
extendió la mano y la tomó, y mató con ella a mil hombres.
Entonces Sansón dijo: Con la quijada de un asno, un montón,
dos montones; con la quijada de un asno maté a mil hombres.
Y acabando de hablar, arrojó de su mano la quijada, y llamó
a aquel lugar Ramat-leh”. Este hecho ilustra un número de
principios espirituales interesantes:
• La tremenda fuerza sobrenatural que Dios le
había dado a Sansón.
• Su confianza en Dios para defenderle ante sus
enemigos al permitir a los hombres de Judá lo
ataran.
195
CAPÍTULO 14
• El respeto con el que los hombres de Judá
trataron a Sansón, viniendo con un grupo de
tres mil hombres para atar a un hombre.
• El instrumento de batalla, la quijada de un
asno, un arma con el que nadie iría a la guerra.
No es el arma lo que cuenta, sino las manos que sujetan el
arma. Así podemos decir que también nosotros podemos
ser muy insignificantes, pero a la vez Dios puede hacer
cosas poderosas por medio de nosotros para la gloria de
Su voluntad.
Podemos ver otras dos situaciones en las que cosas
insignificantes traen gloria a Dios:
• La honda y la piedra con la que David mató a
Goliat, 1º S. 17:40, 49-50.
• Los cinco panes y los dos peces que Jesús usó
para alimentar a la multitud, Jn. 6:9-13.
El milagro del agua
15:18-20 - “Y teniendo gran sed, clamó luego a Jehová,
y dijo: Tú has dado esta grande salvación por mano de tu
siervo; ¿y moriré yo ahora de sed, y caeré en mano de los
incircuncisos? Entonces abrió Dios la cuenca que hay en
Lehi; y salió de allí agua, y él bebió, y recobró su espíritu,
y se reanimó. Por esto llamó el nombre de aquel lugar,
En-hacore, el cual está en Lehi, hasta hoy. Y juzgó a Israel
en los días de los filisteos veinte años”.
196
EL LIBRO DE JUECES
Sansón, sediento, clama por agua y el Señor hace un
milagro. Una fuente de agua sale de este “lugar de la
quijada”, que es el significado de Lehi. Enhacore significa
“la fuente del que clama” porque Dios hizo que las aguas
salieran como resultado del clamor de Sansón. De esta
manera Sansón, quien probablemente comenzó su
ministerio a la edad de veinte años, juzgó a Israel por
veinte años, lo que habría cubierto el tiempo de la opresión
filistea de este periodo. Ahora llegamos al relato del trágico
final de su vida a la edad de cuarenta años. Por veinte
años él juzgó a Israel, pero nunca se juzgó a sí mismo, ni
trató con sus debilidades. Así, esta debilidad fue el
instrumento que trajo su muerte.
La ramera de Gaza
16:1-3 - “Fue Sansón a Gaza, y vio allí a una mujer
ramera, y se llegó a ella. Y fue dicho a los de Gaza:
Sansón ha venido acá. Y lo rodearon, y acecharon toda
aquella noche a la puerta de la ciudad; y estuvieron
callados toda aquella noche, diciendo: Hasta la luz de
la mañana; entonces lo mataremos. Mas Sansón durmió
hasta la medianoche; y a la medianoche se levantó, y
tomando las puertas de la ciudad con sus dos pilares y
su cerrojo, se las echó al hombro, y se fue y las subió a
la cumbre del monte que está delante de Hebrón”. Es
un hecho trágico que alguien tan bendecido y usado por
Dios lleve una vida tan libertina. Rebajarse a relaciones
con prostitutas es algo impensable en la vida de un
hombre de Dios. Tan lujuriosa era la naturaleza de Sansón
que aunque tenía una fuerza sobrenatural tremenda para
197
CAPÍTULO 14
la batalla, no tenía fuerza para controlar sus apetitos
sexuales. Después del pecado de Sansón con esta mujer,
el Espíritu de Dios todavía descendió sobre él para que
con sus propias manos pudiera ser capaz de quitar las
puertas de la ciudad y llevarla a unos quince kilómetros
de distancia, desde Gaza hasta el monte que está delante
de Hebrón, el cual por tradición es el Montar.
Sin embargo, el hecho que el Espíritu de Dios cayera sobre
Sansón no constituye una aprobación divina de su
conducta pecaminosa. El hecho que Dios usara esta
circunstancia para dar gloria a Su nombre no se debe
interpretar como que esto será algo tolerado en la vida de
los santos del Nuevo Testamento.
Sansón y Dalila
Al comienzo de este relato de la caída final de Sansón,
debemos entender que si coqueteamos con el pecado,
finalmente se convertirá en nuestro señor y nuestra ruina,
como fue el caso de Sansón. ¡Amados, permanezcan tan
lejos como puedan del pecado! Huyan de las pasiones
juveniles, como Pablo amonestó a Timoteo.
16:4-5 - “Después de esto aconteció que se enamoró de
una mujer en el valle de Sorec, la cual se llamaba Dalila.
Y vinieron a ella los príncipes de los filisteos, y le dijeron:
Engáñale e infórmate en qué consiste su gran fuerza, y
cómo lo podríamos vencer, para que lo atemos y lo
dominemos; y cada uno de nosotros te dará mil cien siclos
de plata”. Es un hecho el que las mujeres con las que
198
EL LIBRO DE JUECES
Sansón estuvo fueron mujeres paganas, relaciones que les
estaban prohibidas por Dios a los hombres de Israel. Se
nos dice que no nos unamos en yugo desigual con los
incrédulos. Salomón y todos los demás que
desobedecieron este mandamiento divino, cayeron.
De esta manera, el escenario estaba dispuesto para la
trágica caída de Sansón. La mujer con quien él estaba
teniendo relaciones sexuales le era infiel. Incluso como
está escrito en Miqueas 7:5: “No creáis en amigo, ni
confiéis en príncipe; de la que duerme a tu lado cuídate,
no abras tu boca”.
La primera respuesta
16:6-9 - “Y Dalila dijo a Sansón: Yo te ruego que me
declares en qué consiste tu gran fuerza, y cómo podrás ser
atado para ser dominado. Y le respondió Sansón: Si me
ataren con siete mimbres verdes que aún no estén enjutos,
entonces me debilitaré y seré como cualquiera de los
hombres. Y los príncipes de los filisteos le trajeron siete
mimbres verdes que aún no estaban enjutos, y ella le ató
con ellos. Y ella tenía hombres en acecho en el aposento.
Entonces ella le dijo: ¡Sansón, los filisteos contra ti! Y él
rompió los mimbres, como se rompe una cuerda de estopa
cuando toca el fuego; y no se supo el secreto de su fuerza”.
Esa pequeña frase (“y no se supo el secreto de su fuerza”)
ilustra lo importante que es no echar las perlas a los cerdos.
Seguramente llegado este punto, Sansón debió haber
tenido el tino de dejar a Dalila, pero la atadura de lascivia
en su vida era muy fuerte.
199
CAPÍTULO 14
La segunda respuesta
16:10-12 - “Entonces Dalila dijo a Sansón: He aquí tú
me has engañado, y me has dicho mentiras; descúbreme,
pues, ahora, te ruego, cómo podrás ser atado. Y él le
dijo: Si me ataren fuertemente con cuerdas nuevas que
no se hayan usado, yo me debilitaré, y seré como
cualquiera de los hombres. Y Dalila tomó cuerdas
nuevas, y le ató con ellas, y le dijo: ¡Sansón, los filisteos
sobre ti! Y los espías estaban en el aposento. Mas él las
rompió de sus brazos como un hilo”. El hecho que Dalila
lo atara por segunda vez debió ser evidencia más que
suficiente de que ella no era su amiga sino su enemiga;
sin embargo, la lascivia ciega.
La tercera respuesta
16:13-14 - “Y Dalila dijo a Sansón: Hasta ahora me
engañas, y tratas conmigo con mentiras. Descúbreme,
pues, ahora, cómo podrás ser atado. El entonces le dijo:
Si tejieres siete guedejas de mi cabeza con la tela y las
asegurares con la estaca. Y ella las aseguró con la estaca,
y le dijo: ¡Sansón, los filisteos sobre ti! Mas despertando
él de su sueño, arrancó la estaca del telar con la tela”.
Todo el tiempo que él confesaba su amor por esta malvada
mujer, su respuesta era
intentar destruirlo. Sin
¡Amados,
embargo, uno no puede
permanezcan tan lejos
jugar en terreno del
como puedan del
enemigo sin convertirse
pecado!
en esclavo del enemigo.
200
EL LIBRO DE JUECES
Los enfados de una mujer cruel
16:15-16 - “Y ella le dijo: ¿Cómo dices: Yo te amo, cuando
tu corazón no está conmigo? Ya me has engañado tres
veces, y no me has descubierto aún en qué consiste tu
gran fuerza. Y aconteció que, presionándole ella cada
día con sus palabras e importunándole, su alma fue
reducida a mortal angustia”. El poder de la inoportunidad,
para bien o para mal, no se puede subestimar. El Señor
elogia la inoportunidad con respecto a nuestro deseo de
dones espirituales y bendiciones que promueven el
bienestar del individuo y de la iglesia; sin embargo, en
este caso la inoportunidad de Dalila provocó la muerte de
un hombre poderosamente usado por Dios. “Fornicación,
vino y mosto quitan el juicio”, dice Oseas 4:11, y por eso
se nos manda guardar nuestro corazón con toda diligencia,
Pr. 4:23. Sansón había perdido todo sentido de peligro
por su unión con Dalila.
16:17-19 - “Le descubrió, pues, todo su corazón, y le dijo:
Nunca a mi cabeza llegó navaja; porque soy nazareo de
Dios desde el vientre de mi madre. Si fuere rapado, mi fuerza
se apartará de mí, y me debilitaré y seré como todos los
hombres. Viendo Dalila que él le había descubierto todo
su corazón, envió a llamar a los principales de los filisteos,
diciendo: Venid esta vez, porque él me ha descubierto todo
su corazón. Y los principales de los filisteos vinieron a
ella, trayendo en su mano el dinero. Y ella hizo que él se
durmiese sobre sus rodillas, y llamó a un hombre, quien
le rapó las siete guedejas de su cabeza; y ella comenzó a
afligirlo, pues su fuerza se apartó de él”.
CAPÍTULO 14
201
La resistencia de Sansón se había desgastado, y en el
estupor de su sensual lujuria por esta mujer malvada, él
le reveló el secreto del poder que Dios le había dado. De
esta manera, quedó desamparado ante el enemigo, a la
vez sin saber que su fuerza se había ido. Tal es el engaño
del pecado.
16:20 - “Y le dijo: ¡Sansón, los filisteos sobre ti! Y luego
que despertó él de su sueño, se dijo: Esta vez saldré como
las otras y me escaparé. Pero él no sabía que Jehová ya
se había apartado de él”. Los filisteos consiguieron su
malvado objetivo y no perdieron el tiempo, lo dejaron
incapacitado de por vida, sacándole los ojos.
16:21 - “Mas los filisteos le echaron mano, y le sacaron
los ojos, y le llevaron a Gaza; y le ataron con cadenas
para que moliese en la cárcel”. Sin embargo, los dones y
el llamamiento de Dios son irrevocables, Ro. 11:29.
16:22 - “Y el cabello de su cabeza comenzó a crecer,
después que fue rapado”. El tiempo no se nos da aquí,
pero asumiendo que ellos solamente le cortaron los
mechones, hubieran sido necesarios algunos meses,
periodo en que Sansón tuvo que moler en la cárcel. Su
forma de consagración volvió a Él cuando sus mechones
nazareos crecieron. Santiago 4:8 dice que si nos acercamos
a Dios, Él se acercará a nosotros.
202
EL LIBRO DE JUECES
Los filisteos se regocijan
prematuramente
16:23-25 - “Entonces los principales de los filisteos se
juntaron para ofrecer sacrificio a Dagón su dios y para
alegrarse; y dijeron: Nuestro dios entregó en nuestras manos
a Sansón nuestro enemigo. Y viéndolo el pueblo, alabaron
a su dios, diciendo: Nuestro dios entregó en nuestras manos
a nuestro enemigo, y al destruidor de nuestra tierra, el cual
había dado muerte a muchos de nosotros. \Y aconteció que
cuando sintieron alegría en su corazón, dijeron: Llamad a
Sansón, para que nos divierta. Y llamaron a Sansón de la
cárcel, y sirvió de juguete delante de ellos; y lo pusieron
entre las columnas”. La gloria se le atribuyó no a la justicia
divina de Dios que abandonó a Sansón cuando se rompió
su consagración y voto nazareo, sino a su dios Dagón.
Ahora con el regreso del cabello, que indicaba el voto del
nazareo, la escena estaba preparada para que el furor
divino se desatara sobre aquellos filisteos impíos.
16:26-28 - “Entonces Sansón dijo al joven que le guiaba
de la mano: Acércame, y hazme palpar las columnas
sobre las que descansa la casa, para que me apoye sobre
ellas. Y la casa estaba llena de hombres y mujeres, y
todos los principales de los filisteos estaban allí; y en el
piso alto había como tres mil hombres y mujeres, que
estaban mirando el escarnio de Sansón. Entonces clamó
Sansón a Jehová, y dijo: Señor Jehová, acuérdate ahora
de mí, y fortaléceme, te ruego, solamente esta vez, oh
Dios, para que de una vez tome venganza de los filisteos
por mis dos ojos”. Sansón se dio cuenta de que su vida
203
CAPÍTULO 14
y ministerio habían terminado, y por eso oró que tan
sólo una vez mas Dios fuera misericordioso y le
devolviera su fuerza. A esto, el Señor misericordiosamente
accedió. Es un testimonio de Su bondad, que Él no se
apartó de Sansón para siempre por sus caminos
libertinos. Nuestro Dios es misericordioso. Sin embargo
no hagamos de esto una ocasión para que cualquiera que
viva en nuestros días y nuestra generación tiente a Dios
con un estilo de vida de esta índole.
La muerte de Sansón
16:29-30 - “Asió luego Sansón las dos columnas de en
medio, sobre las que descansaba la casa, y echó todo su
peso sobre ellas, su mano derecha sobre una y su mano
izquierda sobre la otra. Y dijo Sansón: Muera yo con los
filisteos. Entonces se inclinó con toda su fuerza, y cayó la
casa sobre los principales, y sobre todo el pueblo que
estaba en ella. Y los que mató al morir fueron muchos
más que los que había matado durante su vida”. De esta
forma Sansón triunfó de una manera gloriosa pero, a la
vez, su vida no fue ningún modelo a imitar ni por sus
compatriotas ni por las generaciones que siguieron.
Su lugar de sepultura
16:31 - “Y descendieron sus hermanos y toda la casa de
su padre, y le tomaron, y le llevaron, y le sepultaron entre
Zora y Estaol, en el sepulcro de su padre Manoa. Y él
juzgó a Israel veinte años”. No podemos dejar pasar este
relato de la vida de Sansón sin comentar sus
204
EL LIBRO DE JUECES
inconsistencias. Nadie lo ha expresado mejor que
Ambrosio (340-397 d.C.), cuando declaró: “Sansón,
cuando era fuerte y valiente, estranguló a un león, pero
no pudo estrangular a su propia amante. Rompió las
cuerdas de sus enemigos, pero no los cordones de su
propia lujuria. Quemó los campos de otros, y perdió
los frutos de su propia virtud cuando se encendió con la
llama que encendió una sola mujer”. Que podamos
nosotros animar a todos nuestros lectores a huir de las
pasiones juveniles y a vivir una vida santa, pura y justa
para la gloria de nuestro Padre Celestial, su amado Hijo
y el Espíritu Santo.
205
CAPÍTULO 15
LA IDOLATRÍA
DE MICAÍA
17:1-13
Los capítulos 17 al 21 forman una especie de apéndice al
libro de los Jueces y nos dan una idea de cómo la nación
se convirtió en idólatra y vivió una vida sin un gobierno
que los refrenara. Este periodo se caracteriza por la frase
en Jueces 21:25: “En estos días no había rey en Israel;
cada uno hacía lo que bien le parecía”. Este relato en
particular en la historia de los hijos de Israel ocurrió hacia
los comienzos de la era de los jueces.
Aunque muchos de los detalles y eventos en estos
capítulos no son agradables, tienen una lección de gran
valor y muy apropiada para nuestra generación. Muchas
veces cuando viene el avivamiento, la gente tiende a
minimizar la importancia de los pastores y líderes de la
iglesia. Hoy existe un movimiento en contra de la iglesia
establecida y en contra del liderazgo dentro de muchos
círculos cristianos. Sin el liderazgo que Dios ha
establecido en la iglesia, la gente retrocede a la misma
condición que había en los días de los jueces: cada uno
hacía lo que bien le parecía.
206
EL LIBRO DE JUECES
Necesitamos ver lo que ocurrió durante la era de los jueces
con Israel sin un líder, porque hay un avivamiento en el
horizonte, y podemos esperar que muchos minimizarán
la importancia de los líderes en la Iglesia. Cuando falta
un liderazgo sólido, como ocurre hoy en Estados Unidos,
ya sea a nivel político o religioso, surge el caos. Por lo
tanto, estos capítulos tienen un mensaje muy importante
para la Iglesia de hoy y son una advertencia para que
caminemos en los senderos de Dios.
La casa de Micaía
17:1-5 - “Hubo un hombre del monte de Efraín, que se
llamaba Micaía, el cual dijo a su madre: Los mil cien
siclos de plata que te fueron hurtados, acerca de los
cuales maldijiste, y de los cuales me hablaste, he aquí
el dinero está en mi poder; yo lo tomé. Entonces la madre
dijo: Bendito seas de Jehová, hijo mío. Y él devolvió los
mil cien siclos de plata a su madre; y su madre dijo: En
verdad he dedicado el dinero a Jehová por mi hijo, para
hacer una imagen de talla y una de fundición; ahora,
pues, yo te lo devuelvo. Mas él devolvió el dinero a su
madre, y tomó su madre doscientos siclos de plata y los
dio al fundidor, quien hizo de ellos una imagen de talla
y una de fundición, la cual fue puesta en la casa de
Micaía. Y este hombre Micaía tuvo casa de dioses, e
hizo efod y terafines, y consagró a uno de sus hijos para
que fuera su sacerdote”.
En este sencillo y pequeño relato vemos hasta el extremo
en el que muchos en Israel habían sucumbido ante la
idolatría. Micaía, como ladrón, no refleja ser un hombre
207
CAPÍTULO 15
de integridad. Su madre era una mujer de honda
superstición que no tenía una relación viva con el Señor.
Había una mezcla de la verdad con lo idólatra y como esta
sección termina con la frase: “En aquellos días no había
rey en Israel; cada uno hacía lo que bien le parecía”,
Jue. 17:6, encontramos pues la explicación del caótico
estado en el que se encontraba la tierra.
La llegada del levita
17:8-9 - “Este hombre partió de la ciudad de Belén de
Judá para ir a vivir donde pudiera encontrar lugar; y
llegando en su camino al monte de Efraín, vino a casa
de Micaía. Y Micaía le dijo: ¿De dónde vienes? Y el
levita le respondió: Soy de Belén de Judá, y voy a vivir
donde pueda encontrar lugar”. Aquí tenemos a un levita
que estaba vagando sin una morada fija. Obviamente, el
sacerdocio no estaba establecido en este tiempo o quizá
había levitas que no habían sido colocados o no habían
encontrado su llamado.
17:10-12 - “Entonces Micaía le dijo: Quédate en mi casa,
y serás para mí padre y sacerdote; y yo te daré diez siclos
de plata por año, vestidos y comida. Y el levita se quedó.
Agradó, pues, al levita morar con aquel hombre, y fue
para él como uno de sus hijos. Y Micaía consagró al levita,
y aquel joven le servía de sacerdote, y permaneció en
casa de Micaía”. Cuando el levita aceptó la invitación de
Micaía de ser su sacerdote, allí mismo se produjo una
terrible mezcla. Un verdadero sacerdote se asoció con la
idolatría. El comentario de Micaía implica que él tampoco
tenía una visión clara al respecto.
208
EL LIBRO DE JUECES
17:13 - “Y Micaía dijo: Ahora sé que Jehová me prosperará,
porque tengo un levita por sacerdote”. Se sabía que el Señor
había ordenado a la tribu de Leví para el sacerdocio, pero
había una ignorancia total en aquellos días sobre los
requisitos del sacerdocio y de los sacrificios que eran
aceptables para Dios, aunque el monte Efraín estaba
relativamente cerca de Silo donde el tabernáculo de
Moisés había sido colocado por Josué. Es un comentario
trágico de lo que ocurre cuando la gente hace lo que bien
le parece y no obra conforme a la ley del Señor.
209
CAPÍTULO 16
LA MALDAD DE DAN
18:1-31
La llegada de los hombres de Dan
18:1-2 - “En aquellos días no había rey en Israel. Y en
aquellos días la tribu de Dan buscaba posesión para sí
donde habitar, porque hasta entonces no había tenido
posesión entre las tribus de Israel. Y los hijos de Dan
enviaron de su tribu cinco hombres de entre ellos, hombres
valientes, de Zora y Estaol, para que reconociesen y
explorasen bien la tierra; y les dijeron: Id y reconoced la
tierra. Estos vinieron al monte de Efraín, hasta la casa
de Micaía, y allí posaron”.
Los de Dan, quienes moraban al sur, cerca de Jerusalén
en el territorio de Judá, buscaban su propia herencia en el
norte. Inicialmente venían tan lejos como el monte Efraín,
donde vivía Micaía. En su casa encontraron al levita, a
quien ellos debían haber conocido con anterioridad, ya
que era de su misma región.
18:3-4 - “Cuando estaban cerca de la casa de Micaía,
reconocieron la voz del joven levita; y llegando allá, le
dijeron: ¿Quién te ha traído acá? ¿Y qué haces aquí? ¿y
qué tienes tú por aquí? Él les respondió: De esta y de
210
EL LIBRO DE JUECES
esta manera ha hecho conmigo Micaía, y me ha tomado
para que sea su sacerdote”. De esta manera el joven
sacerdote confesó que estaba contratado. Esta admisión
en sí misma es significativa y explica su conducta futura.
18:5-6 - “Y ellos le dijeron: Pregunta, pues, ahora a Dios,
para que sepamos si ha de prosperar este viaje que
hacemos. Y el sacerdote les respondió: Id en paz; delante
de Jehová está vuestro camino en que andáis”. La fuente
de la guía del levita es, sin duda alguna, cuestionable.
Estaba esperando en un ídolo; por tanto, debemos concluir
que estaba recibiendo dirección de otro espíritu aunque
él estaba invocando a Dios.
El informe de los espías de su tribu
18:7 - “Entonces aquellos cinco hombres salieron, y
vinieron a Lais; y vieron que el pueblo que habitaba en
ella estaba seguro, ocioso y confiado, conforme a la
costumbre de los de Sidón, sin que nadie en aquella región
les perturbase en cosa alguna, ni había quien poseyese el
reino. Y estaban lejos de los sidonios, y no tenían negocios
con nadie”. Lais estaba habitada por los sidonios y, según
la costumbre de los de Sidón, estaban más preocupados
por su prosperidad económica que por su seguridad militar.
Esto era muy arriesgado a la luz de los tiempos en los que
estaban viviendo.
18:8-10 - “Volviendo, pues, ellos a sus hermanos en Zora
y Estaol, sus hermanos les dijeron: ¿Qué hay? Y ellos
respondieron: Levantaos, subamos contra ellos; porque
CAPÍTULO 16
211
nosotros hemos explorado la región, y hemos visto que es
muy buena; ¿y vosotros no haréis nada? No seáis
perezosos en poneros en marcha para ir a tomar posesión
de la tierra. Cuando vayáis, llegaréis a un pueblo confiado
y a una tierra muy espaciosa, pues Dios la ha entregado
en vuestras manos; lugar donde no hay falta de cosa
alguna que haya en la tierra”. Como la ciudad estaba en
un valle muy fértil, lejos de la poderosa ciudad de Sidón,
y evidentemente no tenía apoyo militar, había muy poca
oposición a su captura.
La llegada del ejército de
Dan a la casa de Micaía
18:11-13 - “Entonces salieron de allí, de Zora y de Estaol,
seiscientos hombres de la familia de Dan, armados de
armas de guerra. Fueron y acamparon en Quiriat-jearim
en Judá, por lo cual llamaron a aquel lugar el
campamento de Dan, hasta hoy; está al occidente de
Quiriat-jearim. Y de allí pasaron al monte de Efraín, y
vinieron hasta la casa de Micaía”. Fue aquí, en el
campamento de Dan, donde descansaron en el camino
hacia la casa de Micaía.
El robo de la imagen de
la casa de Micaía
18:14-17 - “Entonces aquellos cinco hombres que habían
ido a reconocer la tierra de Lais dijeron a sus hermanos:
¿No sabéis que en estas casas hay efod y terafines, y una
212
EL LIBRO DE JUECES
imagen de talla y una de fundición? Mirad, por tanto, lo
que habéis de hacer. Cuando llegaron allá, vinieron a la
casa del joven levita, en casa de Micaía, y le preguntaron
cómo estaba. Y los seiscientos hombres, que eran de los
hijos de Dan, estaban armados de sus armas de guerra a
la entrada de la puerta. Y subiendo los cinco hombres
que habían ido a reconocer la tierra, entraron allá y
tomaron la imagen de talla, el efod, los terafines y la
imagen de fundición, mientras estaba el sacerdote a la
entrada de la puerta con los seiscientos hombres armados
de armas de guerra”.
Deberíamos notar que la tribu de Dan tenía un gran
respeto por las imágenes y que más adelante en su
historia fue en Dan donde se colocó uno de los becerros
de oro de Jeroboam para que Israel lo adorara. También,
Dan era conocido por su traición: “será Dan serpiente
junto al camino... que muerde los talones del caballo,
y hace caer hacia atrás al jinete”, según la profecía de
su padre, Gn. 49:17.
El encanto del levita
18:18-20 - “Entrando, pues, aquellos en la casa de
Micaía, tomaron la imagen de talla, el efod, los terafines
y la imagen de fundición. Y el sacerdote les dijo: ¿Qué
hacéis vosotros? Y ellos le respondieron: Calla, pon la
mano sobre tu boca, y vente con nosotros, para que seas
nuestro padre y sacerdote. ¿Es mejor que seas tú sacerdote
en casa de un solo hombre, que de una tribu y familia de
Israel? Y se alegró el corazón del sacerdote, el cual tomó
el efod y los terafines y la imagen, y se fue en medio del
CAPÍTULO 16
213
pueblo.” No queda duda que el levita era un asalariado,
por lo tanto era un hombre sin noción de la justicia.
18:21 - “Y ellos se volvieron y partieron, y pusieron los
niños, el ganado y el bagaje por delante”. Obviamente
los hombres de guerra tenían mucha confianza en su
misión, porque se llevaron con ellos sus familias y ganado,
seguros que saldrían victoriosos en su conquista al intentar
ocupar su heredad.
Micaía y sus vecinos alcanzan
a los de Dan
18:22-26 - “Cuando ya se habían alejado de la casa de
Micaía, los hombres que habitaban en las casas cercanas
a la casa de Micaía se juntaron y siguieron a los hijos de
Dan. Y dando voces a los de Dan, éstos volvieron sus
rostros, y dijeron a Micaía: ¿Qué tienes, que has juntado
gente? Él respondió: Tomasteis mis dioses que yo hice y al
sacerdote, y os vais; ¿qué más me queda? ¿Por qué, pues,
me decís: ¿Qué tienes? Y los hijos de Dan le dijeron: No
des voces tras nosotros, no sea que los de ánimo colérico
os acometan, y pierdas también tu vida y la vida de los
tuyos. Y prosiguieron los hijos de Dan su camino, y Micaía,
viendo que eran más fuertes que él, volvió y regresó a su
casa”. Así pues, la fuerza de Dan era su seguridad, y por
esta fuerza fueron capaces de amenazar a Micaía y a sus
amigos para que no les reclamaran su robo.
214
EL LIBRO DE JUECES
La toma de Lais
18:27-29 - “Y ellos, llevando las cosas que había hecho
Micaía, juntamente con el sacerdote que tenía, llegaron
a Lais, al pueblo tranquilo y confiado; y los hirieron a
filo de espada, y quemaron la ciudad. Y no hubo quien
los defendiese, porque estaban lejos de Sidón, y no tenían
negocios con nadie. Y la ciudad estaba en el valle que
hay junto a Bet-rehob. Luego reedificaron la ciudad, y
habitaron en ella. Y llamaron el nombre de aquella ciudad
Dan, conforme al nombre de Dan su padre, hijo de Israel,
bien que antes se llamaba la ciudad Lais”
Ellos destruyeron esta ciudad sidonia, la cual curiosamente
estaba dentro de su territorio según Josué 19:47: “Y les
faltó territorio a los hijos de Dan; y subieron los hijos
de Dan y combatieron a Lesem, y tomándola la hirieron
a filo de espada, y tomaron posesión de ella y habitaron
en ella; y llamaron a Lesem, Dan, del nombre de Dan
su padre”. Por esto, debemos colocar este relato, como
ya hemos dicho antes, en los comienzos de la era de
los jueces.
El centro idólatra de Dan
18:30-31 - “Y los hijos de Dan levantaron para sí la
imagen de talla; y Jonatán hijo de Gersón, hijo de Moisés,
él y sus hijos fueron sacerdotes en la tribu de Dan, hasta
el día del cautiverio de la tierra. Así tuvieron levantada
entre ellos la imagen de talla que Micaía había hecho,
todo el tiempo que la casa de Dios estuvo en Silo”. Así,
CAPÍTULO 16
215
Dan se volvió en pos de la idolatría, incluso aunque el
centro de adoración de Jehová estaba en Silo. No parece
que la idolatría fuera erradicada de Dan hasta el reinado
de David, quien sometió a toda la tierra y exterminó la
idolatría por un tiempo.
En conclusión, podemos decir que las raíces son de gran
importancia. Deberíamos buscar extirpar todas las raíces
de iniquidad de nuestra vida y de nuestra iglesia, para que
no puedan brotar ni reproducirse después, como ocurrió
en la tribu de Dan, la cual se hizo idólatra inmediatamente
después del reinado de Salomón.
217
CAPÍTULO 17
LA MUERTE DE UNA
CONCUBINA
19:1-30
Estos capítulos contienen el relato de la sórdida muerte
de una concubina que pertenecía a un levita. Resumiremos
estos incidentes en un lenguaje que, confiamos, será de
mejor gusto para nuestros lectores, y al mismo tiempo
buscaremos resaltar las sabias lecciones que están
contenidas en ellos. Estos últimos capítulos revelan la
terrible maldad de la tribu de Benjamín.
El levita y su concubina
19:1-2 - “En aquellos días, cuando no había rey en Israel,
hubo un levita que moraba como forastero en la parte
más remota del monte de Efraín, el cual había tomado
para sí mujer concubina de Belén de Judá. Y su concubina
le fue infiel, y se fue de él a casa de su padre, a Belén de
Judá, y estuvo allá durante cuatro meses”.
Primero se nos da a conocer el hecho de que no había rey
en esos días, una declaración que se repite vez tras vez en
estos últimos capítulos. Era un tiempo sin ley en el que
cada uno hacía lo que quería. El concubinato es deplorable,
218
EL LIBRO DE JUECES
pero en los días del Antiguo Testamento era casi la norma,
practicada tanto por rey como por plebeyo, como vemos
en los días de David y Salomón. Debemos notar que el
Señor mismo dejó muy claras sus normas cuando dijo en
Mateo 19:4-9 que en el principio Dios creó al hombre y a
la mujer para que fueran una sola carne cuando se casaran.
Por tanto, los que dejan a un lado una esposa y se casan
otra vez, cometen adulterio.
La pureza sexual ha estado unida siempre a las Santas
Escrituras. Proverbios 9:10 dice: “El temor de Jehová es
el principio de la sabiduría, y el conocimiento del
Santísimo es la inteligencia”. La prostitución y la
impureza sexual quitan el corazón consagrado a Dios y
nublan el discernimiento de los caminos de Dios. Esta
era, la situación en Israel en ese entonces, y aquí está uno
de los hombres de la tribu de Leví, la tribu sacerdotal,
involucrado en concubinato.
Su concubina se prostituyó y lo dejó, para volver con
su padre. Aunque el carácter de la concubina no era
algo deseable, el levita (quien indudablemente había
sido cautivado por el espíritu lujurioso de ella) se fue a
casa del padre de ella para traerla de nuevo con él. La
lujuria sexual es muy fuerte y los que son cautivados
por ella raramente pueden escapar, a no ser por medio
de la gracia de Dios.
Tenemos que poder decir, como con el apóstol Pablo en
1ª Corintios 7:25: “En cuanto a las vírgenes no tengo
mandamiento del Señor; mas doy mi parecer, como quien
ha alcanzado misericordia del Señor para ser fiel”.
CAPÍTULO 17
219
19:3-15 - “Y se levantó su marido y la siguió, para
hablarle amorosamente y hacerla volver; y llevaba
consigo un criado, y un par de asnos; y ella le hizo entrar
en la casa de su padre. Y viéndole el padre de la joven,
salió a recibirle gozoso; y le detuvo su suegro, el padre
de la joven, y quedó en su casa tres días, comiendo y
bebiendo y alojándose allí. Al cuarto día, cuando se
levantaron de mañana, se levantó también el levita para
irse; y el padre de la joven dijo a su yerno: Conforta tu
corazón con un bocado de pan, y después os iréis. Y se
sentaron ellos dos juntos, y comieron y bebieron. Y el
padre de la joven dijo al varón: Yo te ruego que quieras
pasar aquí la noche, y se alegrará tu corazón. Y se levantó
el varón para irse, pero insistió su suegro, y volvió a pasar
allí la noche. Al quinto día, levantándose de mañana para
irse, le dijo el padre de la joven: Conforta ahora tu
corazón, y aguarda hasta que decline el día. Y comieron
ambos juntos. Luego se levantó el varón para irse, él y su
concubina y su criado. Entonces su suegro, el padre de la
joven, le dijo: He aquí ya el día declina para anochecer,
te ruego que paséis aquí la noche; he aquí que el día se
acaba, duerme aquí, para que se alegre tu corazón; y
mañana os levantaréis temprano a vuestro camino y te
irás a tu casa. Mas el hombre no quiso pasar allí la noche,
sino que se levantó y se fue, y llegó hasta enfrente de
Jebús, que es Jerusalén, con su par de asnos ensillados,
y su concubina. 1Y estando ya junto a Jebús, el día había
declinado mucho; y dijo el criado a su señor: Ven ahora,
y vámonos a esta ciudad de los jebuseos, para que
pasemos en ella la noche. Y su señor le respondió: No
iremos a ninguna ciudad de extranjeros, que no sea de
los hijos de Israel, sino que pasaremos hasta Gabaa. Y
220
EL LIBRO DE JUECES
dijo a su criado: Ven, sigamos hasta uno de esos lugares,
para pasar la noche en Gabaa o en Ramá. Pasando, pues,
caminaron, y se les puso el sol junto a Gabaa que era de
Benjamín. Y se apartaron del camino para entrar a pasar
allí la noche en Gabaa; y entrando, se sentaron en la
plaza de la ciudad, porque no hubo quien los acogiese en
casa para pasar la noche”.
Habiendo sido retenido en la casa del padre, el levita
sale tarde en el día, por lo que tuvo que alojarse en Gabaa.
Este fue otro error de juicio, salir tan tarde que no pudo
terminar su viaje desde Belén-Judá hasta el monte Efraín,
por lo que se vio obligado a buscar alojamiento para
pasar la noche.
La horrenda noche en la
casa del anciano
19:16-21 - “Y he aquí un hombre viejo que venía de su
trabajo del campo al anochecer, el cual era del monte de
Efraín, y moraba como forastero en Gabaa; pero los
moradores de aquel lugar eran hijos de Benjamín. Y
alzando el viejo los ojos, vio a aquel caminante en la
plaza de la ciudad, y le dijo: ¿A dónde vas, y de dónde
vienes? Y él respondió: Pasamos de Belén de Judá a la
parte más remota del monte de Efraín, de donde soy; y
había ido a Belén de Judá; mas ahora voy a la casa de
Jehová, y no hay quien me reciba en casa. Nosotros
tenemos paja y forraje para nuestros asnos, y también
tenemos pan y vino para mí y para tu sierva, y para el
criado que está con tu siervo; no nos hace falta nada. Y
el hombre anciano dijo: Paz sea contigo; tu necesidad
221
CAPÍTULO 17
toda quede solamente a mi cargo, con tal que no pases la
noche en la plaza. Y los trajo a su casa, y dio de comer a
sus asnos; y se lavaron los pies, y comieron y bebieron”.
Cuando el levita no pudo encontrar hospitalidad en la
ciudad, un hombre de su ciudad natal le ofreció que se
quedara con él a pasar la noche, ya que quedarse en la calle
de noche era peligroso.
Los hijos de Belial
19:22-28 - “Pero cuando estaban gozosos, he aquí que
los hombres de aquella ciudad, hombres perversos,
rodearon la casa, golpeando a la puerta; y hablaron al
anciano, dueño de la casa, diciendo: Saca al hombre que
ha entrado en tu casa, para que lo conozcamos. Y salió a
ellos el dueño de la casa y les dijo: No, hermanos míos,
os ruego que no cometáis este mal; ya que este hombre
ha entrado en mi casa, no hagáis esta maldad. He aquí
mi hija virgen, y la concubina de él; yo os las sacaré
ahora; humilladlas y haced con ellas como os parezca, y
no hagáis a este hombre cosa tan infame. Mas aquellos
hombres no le quisieron oír; por lo que tomando aquel
hombre a su concubina, la sacó; y entraron a ella, y
abusaron de ella toda la noche hasta la mañana, y la
dejaron cuando apuntaba el alba. Y cuando ya amanecía,
vino la mujer, y cayó delante de la puerta de la casa de
aquel hombre donde su señor estaba, hasta que fue de
día. Y se levantó por la mañana su señor, y abrió las
puertas de la casa, y salió para seguir su camino; y he
aquí la mujer su concubina estaba tendida delante de la
puerta de la casa, con las manos sobre el umbral. El le
222
EL LIBRO DE JUECES
dijo: Levántate, y vámonos; pero ella no respondió.
Entonces la levantó el varón, y echándola sobre su asno,
se levantó y se fue a su lugar”.
Los hombres que llegaron a la puerta de la casa
evidentemente eran sodomitas, porque querían conocer al
hombre de una forma inmoral. La reacción del anfitrión y
el levita es incomprensible y muestra la actitud degradante
que los hombres de aquellos días tenían hacia las mujeres.
El hombre ofreció a su propia hija para el placer de aquellos
hijos del diablo y el levita ofreció a su propia concubina.
En aquellos días las mujeres eran tratadas casi como perros,
y hoy en países paganos son tratadas sólo un poco mejor.
Vemos, por tanto, cómo el cristianismo ha elevado a las
mujeres. El resultado fue que la concubina fue ofrecida a
esas bestias y abusaron de tal manera de ella, que por la
mañana la encontraron muerta.
La disección de la concubina,
19:29-30
19:29-30 - “Y llegando a su casa, tomó un cuchillo, y
echó mano de su concubina, y la partió por sus huesos en
doce partes, y la envió por todo el territorio de Israel. Y
todo el que veía aquello, decía: Jamás se ha hecho ni
visto tal cosa, desde el tiempo en que los hijos de Israel
subieron de la tierra de Egipto hasta hoy. Considerad
esto, tomad consejo, y hablad”.
El levita después llevó su cuerpo a su ciudad natal y la
cortó en doce pedazos, los cuales envió a las doce tribus
CAPÍTULO 17
223
de Israel como evidencia del crimen de aquellos hombres
de Gabaa. De nuevo se puede ver el poco respeto que se
tenía hacia los muertos en este asunto. La lascivia destruye
toda la sensibilidad hacia el afecto natural.
225
CAPÍTULO 18
VENGANZA SOBRE
BENJAMÍN
20:1-48
La respuesta de las doce tribus
20:1-11 - “Entonces salieron todos los hijos de Israel, y
se reunió la congregación como un solo hombre, desde
Dan hasta Beerseba y la tierra de Galaad, a Jehová en
Mizpa. Y los jefes de todo el pueblo, de todas las tribus
de Israel, se hallaron presentes en la reunión del pueblo
de Dios, cuatrocientos mil hombres de a pie que sacaban
espada. Y los hijos de Benjamín oyeron que los hijos de
Israel habían subido a Mizpa. Y dijeron los hijos de Israel:
Decid cómo fue esta maldad. Entonces el varón levita,
marido de la mujer muerta, respondió y dijo: Yo llegué a
Gabaa de Benjamín con mi concubina, para pasar allí la
noche. Y levantándose contra mí los de Gabaa, rodearon
contra mí la casa por la noche, con idea de matarme, y a
mi concubina la humillaron de tal manera que murió.
Entonces tomando yo mi concubina, la corté en pedazos,
y la envié por todo el territorio de la posesión de Israel,
por cuanto han hecho maldad y crimen en Israel. He aquí
todos vosotros sois hijos de Israel; dad aquí vuestro
parecer y consejo. Entonces todo el pueblo, como un solo
226
EL LIBRO DE JUECES
hombre, se levantó, y dijeron: Ninguno de nosotros irá a
su tienda, ni volverá ninguno de nosotros a su casa. Mas
esto es ahora lo que haremos a Gabaa: contra ella
subiremos por sorteo. Tomaremos diez hombres de cada
ciento por todas las tribus de Israel, y ciento de cada mil,
y mil de cada diez mil, que lleven víveres para el pueblo,
para que yendo a Gabaa de Benjamín le hagan conforme
a toda la abominación que ha cometido en Israel. Y se
juntaron todos los hombres de Israel contra la ciudad,
ligados como un solo hombre”.
Los jefes de las tribus tomaron consejo con el levita
en relación al crimen y reunieron un poderoso
ejército, Jue. 20:1-7. Los hombres de Israel incluso
hicieron un juramento de vengar el crimen de los
hombres de Gabaa, Jue. 20:8-11. Es una fuente de
consuelo el que los hombres de Israel estuvieran tan
ofendidos por el crimen que estuvieran dispuestos a
arriesgar su propia vida para vengarlo.
Mensajeros enviados
a la tribu de Benjamín
20:12-17 - “Y las tribus de Israel enviaron varones por
toda la tribu de Benjamín, diciendo: ¿Qué maldad es
esta que ha sido hecha entre vosotros? Entregad, pues,
ahora a aquellos hombres perversos que están en Gabaa,
para que los matemos, y quitemos el mal de Israel. Mas
los de Benjamín no quisieron oír la voz de sus hermanos
los hijos de Israel, sino que los de Benjamín se juntaron
de las ciudades en Gabaa, para salir a pelear contra
CAPÍTULO 18
227
los hijos de Israel. Y fueron contados en aquel tiempo
los hijos de Benjamín de las ciudades, veintiséis mil
hombres que sacaban espada, sin los que moraban en
Gabaa, que fueron por cuenta setecientos hombres
escogidos. De toda aquella gente había setecientos
hombres escogidos, que eran zurdos, todos los cuales
tiraban una piedra con la honda a un cabello, y no
erraban. Y fueron contados los varones de Israel, fuera
de Benjamín, cuatrocientos mil hombres que sacaban
espada, todos estos hombres de guerra”.
Pedir la cooperación de los de Benjamín para tratar con
estos hombres de Belial fue una manera muy natural,
honesta y justa de tratar con el problema; sin embargo, la
tribu de Benjamín se puso del bando de los hombres de
Belial, estos hijos de Satanás, un indicio del carácter de
esta tribu en ese tiempo. Esta era una tribu cruel y esto se
puede observar en las actitudes del rey Saúl en su odio
hacia David.
El apóstol Pablo, otro de la tribu de Benjamín, en su celo
religioso antes de su conversión, torturó a creyentes,
haciéndoles blasfemar el amado nombre de Jesús.
Ciertamente los de Benjamín vivieron conforme a la
profecía que Jacob su padre les dio en el lecho de la muerte.
Génesis 49:27 dice: “Benjamín es lobo arrebatador; a la
mañana comerá la presa, y a la tarde repartirá los
despojos”. Por tanto, los hijos de Benjamín reunieron sus
tropas en contra de los de las otras tribus.
228
EL LIBRO DE JUECES
Las dos batallas iniciales
20:18-25 - “Luego se levantaron los hijos de Israel, y
subieron a la casa de Dios y consultaron a Dios, diciendo:
¿Quién subirá de nosotros el primero en la guerra contra
los hijos de Benjamín? Y Jehová respondió: Judá será el
primero. Se levantaron, pues, los hijos de Israel por la
mañana, contra Gabaa. Y salieron los hijos de Israel a
combatir contra Benjamín, y los varones de Israel
ordenaron la batalla contra ellos junto a Gabaa. Saliendo
entonces de Gabaa los hijos de Benjamín, derribaron por
tierra aquel día veintidós mil hombres de los hijos de
Israel. Mas reanimándose el pueblo, los varones de Israel
volvieron a ordenar la batalla en el mismo lugar donde
la habían ordenado el primer día. Porque los hijos de
Israel subieron y lloraron delante de Jehová hasta la
noche, y consultaron a Jehová, diciendo: ¿Volveremos a
pelear con los hijos de Benjamín nuestros hermanos? Y
Jehová les respondió: Subid contra ellos. Por lo cual se
acercaron los hijos de Israel contra los hijos de Benjamín
el segundo día. Y aquel segundo día, saliendo Benjamín
de Gabaa contra ellos, derribaron por tierra otros
dieciocho mil hombres de los hijos de Israel, todos los
cuales sacaban espada”.
Después de haber tomado el consejo delante del Señor,
preguntándole cómo debían ordenar su ejército y habiendo
recibido guía de Él, uno pensaría que deberían haber
obtenido la victoria. Sin embargo, en los dos primeros
conflictos perdieron, en días sucesivos, veintidós mil
hombres y dieciocho mil hombres. Esto sería suficiente
para desmoralizar a cualquier ejército.
CAPÍTULO 18
229
La tercera y última batalla
Israel consulta de nuevo al Señor
20:26-28 - “Entonces subieron todos los hijos de Israel,
y todo el pueblo, y vinieron a la casa de Dios; y lloraron,
y se sentaron allí en presencia de Jehová, y ayunaron
aquel día hasta la noche; y ofrecieron holocaustos y
ofrendas de paz delante de Jehová. Y los hijos de Israel
preguntaron a Jehová (pues el arca del pacto de Dios
estaba allí en aquellos días, y Finees hijo de Eleazar,
hijo de Aarón, ministraba delante de ella en aquellos
días), y dijeron: ¿Volveremos aún a salir contra los hijos
de Benjamín nuestros hermanos, para pelear, o
desistiremos? Y Jehová dijo: Subid, porque mañana yo
os los entregaré”.
Los hijos de Israel después fueron a consultar al Señor en
Silo ante el arca del pacto y Finees, el sumo sacerdote,
presentó holocaustos y ofrendas de paz. El hecho que
Finees se mencione como sumo sacerdote nos ayuda a
determinar el periodo de tiempo, ya que Finees el hijo de
Eleazar vivió inmediatamente después de la muerte de
Josué. El último versículo del libro de Josué menciona la
muerte de Eleazar, el padre de Finees.
Esto sitúa el evento unos veinte años después de la muerte
de Josué. El país había caído en un estado lamentable en
tan sólo unos pocos años después de sus gloriosas victorias
con Josué. Este hecho demuestra que un pueblo no puede
vivir del pasado, sino debe tener visitaciones continuas
230
EL LIBRO DE JUECES
de Dios para permanecer fiel. Somos guardados únicamente
por el poder de Dios. Esto ocurre al principio de Jueces.
Tumbados a la espera
20:29-40 - “Y puso Israel emboscadas alrededor de
Gabaa. Subiendo entonces los hijos de Israel contra los
hijos de Benjamín el tercer día, ordenaron la batalla
delante de Gabaa, como las otras veces. Y salieron los
hijos de Benjamín al encuentro del pueblo, alejándose de
la ciudad; y comenzaron a herir a algunos del pueblo,
matándolos como las otras veces por los caminos, uno de
los cuales sube a Bet-el, y el otro a Gabaa en el campo; y
mataron unos treinta hombres de Israel. Y los hijos de
Benjamín decían: Vencidos son delante de nosotros, como
antes. Mas los hijos de Israel decían: Huiremos, y los
alejaremos de la ciudad hasta los caminos. Entonces se
levantaron todos los de Israel de su lugar, y se pusieron
en orden de batalla en Baal-tamar; y también las
emboscadas de Israel salieron de su lugar, de la pradera
de Gabaa. Y vinieron contra Gabaa diez mil hombres
escogidos de todo Israel, y la batalla arreciaba; mas ellos
no sabían que ya el desastre se acercaba a ellos. Y derrotó
Jehová a Benjamín delante de Israel; y mataron los hijos
de Israel aquel día a veinticinco mil cien hombres de
Benjamín, todos los cuales sacaban espada. Y vieron los
hijos de Benjamín que eran derrotados; y los hijos de
Israel cedieron campo a Benjamín, porque estaban
confiados en las emboscadas que habían puesto detrás
de Gabaa. Y los hombres de las emboscadas acometieron
prontamente a Gabaa, y avanzaron e hirieron a filo de
espada a toda la ciudad. Y era la señal concertada entre
231
CAPÍTULO 18
los hombres de Israel y las emboscadas, que hiciesen subir
una gran humareda de la ciudad. Luego, pues, que los de
Israel retrocedieron en la batalla, los de Benjamín
comenzaron a herir y matar a la gente de Israel como
treinta hombres, y ya decían: Ciertamente ellos han caído
delante de nosotros, como en la primera batalla. Mas
cuando la columna de humo comenzó a subir de la ciudad,
los de Benjamín miraron hacia atrás; y he aquí que el
humo de la ciudad subía al cielo”.
Esta vez los hijos de Israel adoptaron una estrategia
totalmente diferente, queriendo apartar a los de Benjamín,
de la ciudad de Gabaa. Esto lo lograron huyendo delante
de los de Benjamín mientras que los que estaban tumbados
esperando destruyeron la ciudad de Gabaa, quemándola
hasta los cimientos.
La aniquilación final de los
ejércitos de Benjamín
20:41-48 - “Entonces se volvieron los hombres de Israel,
y los de Benjamín se llenaron de temor, porque vieron
que el desastre había venido sobre ellos. Volvieron, por
tanto, la espalda delante de Israel hacia el camino del
desierto; pero la batalla los alcanzó, y los que salían de
las ciudades los destruían en medio de ellos. Así cercaron
a los de Benjamín, y los acosaron y hollaron desde
Menúha hasta enfrente de Gabaa hacia donde nace el
sol. Y cayeron de Benjamín dieciocho mil hombres, todos
ellos hombres de guerra. Volviéndose luego, huyeron
hacia el desierto, a la peña de Rimón, y de ellos fueron
abatidos cinco mil hombres en los caminos; y fueron
232
EL LIBRO DE JUECES
persiguiéndolos aun hasta Gidom, y mataron de ellos a
dos mil hombres. Fueron todos los que de Benjamín
murieron aquel día, veinticinco mil hombres que sacaban
espada, todos ellos hombres de guerra. Pero se volvieron
y huyeron al desierto a la peña de Rimón seiscientos
hombres, los cuales estuvieron en la peña de Rimón cuatro
meses. Y los hombres de Israel volvieron sobre los hijos
de Benjamín, y los hirieron a filo de espada, así a los
hombres de cada ciudad como a las bestias y todo lo que
fue hallado; asimismo pusieron fuego a todas las ciudades
que hallaban”.
Después fue fácil para los ejércitos de Israel destruir a
todas las demás ciudades de Benjamín y sólo escaparon
seiscientos hombres de todo el ejército de Benjamín.
233
CAPÍTULO 19
LA RESTAURACION
DE BENJAMÍN
21:1-25
Israel se arrepiente
21:1-7 - “Los varones de Israel habían jurado en Mizpa,
diciendo: Ninguno de nosotros dará su hija a los de
Benjamín por mujer. Y vino el pueblo a la casa de Dios, y
se estuvieron allí hasta la noche en presencia de Dios; y
alzando su voz hicieron gran llanto, y dijeron: Oh Jehová
Dios de Israel, ¿por qué ha sucedido esto en Israel, que
falte hoy de Israel una tribu? Y al día siguiente el pueblo
se levantó de mañana, y edificaron allí altar, y ofrecieron
holocaustos y ofrendas de paz. Y dijeron los hijos de
Israel: ¿Quién de todas las tribus de Israel no subió a la
reunión delante de Jehová? Porque se había hecho gran
juramento contra el que no subiese a Jehová en Mizpa,
diciendo: Sufrirá la muerte. Y los hijos de Israel se
arrepintieron a causa de Benjamín su hermano, y dijeron:
Cortada es hoy de Israel una tribu. ¿Qué haremos en
cuanto a mujeres para los que han quedado? Nosotros
hemos jurado por Jehová que no les daremos nuestras
hijas por mujeres”.
234
EL LIBRO DE JUECES
Habiendo destruido a los hijos e Benjamín en la batalla,
las tribus restantes se dieron cuenta de que ahora se había
cortado una tribu de la nación, y lloraron grandemente
ante la casa de Dios en Silo.
La destrucción de los
hombres de Jabes Galaad
21:8-11 - “Y dijeron: ¿Hay alguno de las tribus de Israel
que no haya subido a Jehová en Mizpa? Y hallaron que
ninguno de Jabes-galaad había venido al campamento,
a la reunión. Porque fue contado el pueblo, y no hubo
allí varón de los moradores de Jabes-galaad. Entonces
la congregación envió allá a doce mil hombres de los
más valientes, y les mandaron, diciendo: Id y herid a
filo de espada a los moradores de Jabes-galaad, con las
mujeres y niños. Pero haréis de esta manera: mataréis
a todo varón, y a toda mujer que haya conocido
ayuntamiento de varón”.
Debido a que no había representantes de Jabes Galaad
entre los ejércitos que fueron a luchar contra Benjamín,
los hijos de Israel destruyeron a todos los habitantes de
esa ciudad, salvando sólo a las jóvenes vírgenes.
La entrega de las vírgenes de Jabes
Galaad a los hombres de Benjamín
21:12-15 - “Y hallaron de los moradores de Jabes-galaad
cuatrocientas doncellas que no habían conocido
ayuntamiento de varón, y las trajeron al campamento en
CAPÍTULO 19
235
Silo, que está en la tierra de Canaán. Toda la
congregación envió luego a hablar a los hijos de Benjamín
que estaban en la peña de Rimón, y los llamaron en paz.
Y volvieron entonces los de Benjamín, y les dieron por
mujeres las que habían guardado vivas de las mujeres de
Jabes-galaad; mas no les bastaron éstas. Y el pueblo tuvo
compasión de Benjamín, porque Jehová había abierto una
brecha entre las tribus de Israel”.
Aunque se salvó a cuatrocientas vírgenes de Jabes Galaad,
éstas no eran suficientes para todos los guerreros que había
de Benjamín.
La entrega de las hijas en Silo
21:16-25 - “Entonces los ancianos de la congregación
dijeron: ¿Qué haremos respecto de mujeres para los que
han quedado? Porque fueron muertas las mujeres de
Benjamín. Y dijeron: Tenga Benjamín herencia en los que
han escapado, y no sea exterminada una tribu de Israel.
Pero nosotros no les podemos dar mujeres de nuestras
hijas, porque los hijos de Israel han jurado diciendo:
Maldito el que diere mujer a los benjamitas. Ahora bien,
dijeron, he aquí cada año hay fiesta solemne de Jehová
en Silo, que está al norte de Bet-el, y al lado oriental del
camino que sube de Bet-el a Siquem, y al sur de Lebona.
Y mandaron a los hijos de Benjamín, diciendo: Id, y poned
emboscadas en las viñas, y estad atentos; y cuando veáis
salir a las hijas de Silo a bailar en corros, salid de las
viñas, y arrebatad cada uno mujer para sí de las hijas de
Silo, e idos a tierra de Benjamín. Y si vinieren los padres
de ellas o sus hermanos a demandárnoslas, nosotros les
236
EL LIBRO DE JUECES
diremos: Hacednos la merced de concedérnoslas, pues
que nosotros en la guerra no tomamos mujeres para todos;
además, no sois vosotros los que se las disteis, para que
ahora seáis culpados. Y los hijos de Benjamín lo hicieron
así; y tomaron mujeres conforme a su número, robándolas
de entre las que danzaban; y se fueron, y volvieron a su
heredad, y reedificaron las ciudades, y habitaron en ellas.
Entonces los hijos de Israel se fueron también de allí,
cada uno a su tribu y a su familia, saliendo de allí cada
uno a su heredad. En estos días no había rey en Israel;
cada uno hacía lo que bien le parecía”.
Hubo un baile que se celebraba anualmente en Silo durante
el cual las vírgenes de la ciudad danzaban. Para resolver
el problema de obtener esposas para todos los que habían
quedado de Benjamín, los hijos de Israel hicieron algunos
arreglos para estos hombres de Benjamín, pudiendo tomar
a las que quisieran por mujeres de entre las bailarinas
vírgenes, y así se preservó la tribu de Benjamín.
237
EPÍLOGO
Al concluir nuestro estudio, nos damos cuenta que el libro
de los Jueces es un testimonio del hombre cuando es dejado
para que se las arregle solo. A pesar de los numerosos avisos
e intervenciones divinas, Israel se rebeló. Es un testimonio
de la benignidad de Dios y de Su gracia para soportar, ya
que Él no abandonó a Su nación escogida.
Como Él dijo siglos después, en Oseas 11:7-9: “Entre
tanto, mi pueblo está adherido a la rebelión contra mí;
aunque me llaman el Altísimo, ninguno absolutamente
me quiere enaltecer. ¿Cómo podré abandonarte, oh
Efraín? ¿Te entregaré yo, Israel? ¿Cómo podré yo hacerte
como Adma, o ponerte como a Zeboim? Mi corazón se
conmueve dentro de mí, se inflama toda mi compasión.
No ejecutaré el ardor de mi ira, ni volveré para destruir
a Efraín; porque Dios soy, y no hombre, el Santo en medio
de ti; y no entraré en la ciudad”.
Sin embargo, nosotros que hemos leído y estudiado el libro
de Jueces, no deberíamos presumir de su aguante y
longanimidad, sino que deberíamos escuchar las
advertencias de Dios en Oseas 14:9, donde dice: “¿Quién
es sabio para que entienda esto, y prudente par que lo sepa?
Porque los caminos de Jehová son rectos, y los justos
andarán por ellos; mas los rebeldes caerán en ellos”.
Atendamos las advertencias del libro de Jueces. Los que
caminan en sus propios caminos y acorde a su propio
238
EL LIBRO DE JUECES
corazón, como hizo Sansón, naufragaran en su vida. Por
el contrario, los que caminen rectamente, como lo hizo
Débora, heredarán gloria. ¡Que seamos contados entre
los que perseveran pacientemente en buscar la gloria y
el honor y la inmortalidad, y haciendo esto reciben la
vida eterna!
Yo oro para que este breve comentario del libro de Jueces
sea una bendición para usted, y que lo haga caminar en
el temor del Señor todos los días de su vida. ¡Dios lo
bendiga querido lector!
Libros por el Dr. Brian J. Bailey
Comentarios sobre los libros de la Biblia
Génesis: El libro de los orígenes
Fiestas y Ofrendas, el libro de Levítico
Rut: La novia gentil de Cristo
Las tres casas de Esther
Salmos I: Capítulos 1-50
Salmos II: Capítulos 51-100
Salmos III: Capítulos 101-150
El libro de lamentaciones
El carro del trono de Dios: Una exposición del libro de
Ezequiel
Daniel
Profetas Menores I: La restauración de los caídos (Oseas)
Profetas Menores II: Joel – Sofonías
Profetas Menores III: Hageo – Zacarías
El Evangelio de Mateo
El Evangelio de Juan
El Evangelio de Lucas
Romanos: Más que vencedores
Soldados de Cristo: Una exposición de la epístola de Pablo
a los Efesios
Dando en el blanco: Una exposición de la epístola a los
Filipenses
Colosenses y Filemón: La Senda de la Santidad
Hebreos: Detrás del velo
La Era de la Restauración
Las dos Sabidurías: La epístola de Santiago
Las Epístolas de Juan
Apocalipsis
Otros libros
Conozca su Biblia
El Viaje de Israel
El Tabernáculo de Moisés
Estudios sobre las vidas de David y Salomón
Pilares de la fe
El Espíritu Santo
La Cruz y la Resurrección de Cristo
La vida de Cristo
La Segunda Venida: Una exposición de la segunda venida
del Señor
Liderazgo
Los Nombres de Dios
Maestros de Justicia
Preparación para el Avivamiento
Para obtener más información o ejemplares adicionales,
diríjase a:
Los EE. UU.
Zion Fellowship International
PO Box 70
Waverly, NY 14892
Tel: (607) 565-2801
Fax: (607)565-3329
www.zionfellowship.org
[email protected]
[email protected]
México
Instituto Sion A.C.
Presa las Julianas #49
San Juan Totoltepec
Naucalpan, Edo. de México
CP 53270 MEXICO
Tel/Fax: (55) 2640-8849
Email [email protected]
Guatemala
Instituto Bíblico Jesucristo
Apartado Postal 910-A
Guatemala, Centroamérica
Tels: 5219-0444 y 45
E-mail: [email protected]
[email protected], [email protected]
Página web: www.ibj-guatemala.org
EL SALVADOR
Para la edificación Publicaciones
Urb. Buenos Aires 1
Av. San Carlos #131
San Salvador, El Salvador C.A.
Tel: 503 2226-8845
Fax: 503 2235-1156
[email protected]
HONDURAS
Instituto Bíblico Jesucristo
31 Calle entre 1a y 2a Avenida
Entre Juzgados y el Centro Médico
Col. La Granja, Tegucigalpa
Honduras, Centro América
Tel: (504) 225-6649
e-mail: [email protected]
COSTA RICA
Ministerio Cristiano
Sion
2377-3000
Heredia, Costa Rica,
C.A.
Tel: (506) 387-0681
Email
[email protected]
BOLIVIA
Instituto Bíblico Sion
Casilla 4252
Cochabamba
BOLIVIA
Tel: (591) 4 448-7562
[email protected]
ARGENTINA
Instituto Ministerial
Sion
Bermudez 455
1407-Buenos Aires
ARGENTINA
Phone: (5411)
46.36.2595
Fax: (5411) 46.72.6541
Email:
[email protected]
[email protected]
PARAGUAY
Instituto Ministerial
Sion Paraguay
Teniente Riquelme 369
esquina Carios
Asunción, Paraguay.
Tel: 595 (021) 558-766
[email protected]
Descargar