Folleto 05 Cristo

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FOLLETO 5 CRISTO
CRISTO
1.- NOTA INTRODUCTORIA.
Estos folletos contienen el desarrollo de las pláticas tal y como vienen en el Manual Básico.
Son una opción para que el Auxiliar y/o el Asesor tengan una idea de cómo desarrollar su
plática. Habrá que adaptar algunas cosas según las circunstancias específicas de cada grupo.
Siempre será necesario releer lo que el Manual Básico dice sobre esta plática, en especial las
págs 20-27,. 80-81, 103-105 152-53. Sólo así podrán entenderse el objetivo y contenido de este
folleto.
2.- EXPLICACIÓN DE LA PLÁTICA
A.- OBJETIVO.
El Manual Básico nos habla del objetivo de está plática: Mostrar al joven la persona de Cristo
como la Plenitud del Amor de Dios hacia la humanidad, Hijo de Dios hecho hombre
(verdadero Dios y verdadero Hombre), por el cual se nos ofrece la salvación. Motivar a
seguirlo como Camino, Verdad y Vida.
B.- LOS CRITERIOS ESENCIALES.
Dentro del proceso de conversión que vive cada joven asistente a la Jornada, la plática de
CRISTO es una de las más importantes, y seguramente una de las que más fácilmente se
distorsionan y/o manipulan. Por toda una serie de razones (hacer la plática atractiva, falta de
preparación y de asesoría, deseo de introducir ideas novedosas, "ser original") a menudo se
ha distorsionado el sentido de esta plática, vaciándola de su contenido y presentando una
visión distorsionada de Cristo. En particular es popular, en muchos lugares, la idea de
"Cristo Amigo", presentando a Cristo como "un amigo", pero dejando peligrosamente de lado
su divinidad, su salvación, y sobre todo su relación profunda con el creyente por medio de la
Fe. Muchos grupos enfatizan un aspecto solamente de Cristo y de su mensaje, dejando fuera
aspectos esenciales de su Misión. Si bien este aspecto de la figura de Cristo es importante, no
deberá oscurecer otros aspectos más importantes, como son su Filiación Divina, la Salvación
que nos ofrece y su Presencia Viva en medio de nosotros, especialmente en la eucaristía
Por todo esto, conviene recordar algunos criterios que la Iglesia nos ofrece: "La
Evangelización también debe contener siempre -como base, centro y a la vez cúlmen de su
dinamismo- una clara proclamación de que en Jesucristo, Hijo de Dios hecho hombre, muerto
y resucitado, se ofrece la salvación a todos los hombres, como don de la Gracia y de la
Misericordia de Dios." (E.N. 27). "La evangelización comprende además la predicación de la
esperanza en las promesas hechas por Dios mediante la nueva alianza en Jesucristo; la
predicación del amor hacia Dios para con nosotros y de nuestro amor hacia Dios; la
predicación del amor fraterno para con todos los hombres- capacidad de donación y de
perdón, de renuncia, de ayuda al hermano- que, por descender del amor de Dios, es el núcleo
del Evangelio" (E.N. 28). Es necesario que en la Jornada el joven reciba el mensaje con
fidelidad y tenga todos los momentos adecuados para que exprese su respuesta y pueda
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convertirse plenamente al Señor Jesús. No tenemos derecho a ofrecer un Evangelio
incompleto y/o distorcionado.
C.- LOS APOYOS TECNICOS.
Siempre serán útiles algunos apoyos técnicos que hagan más interesante y amena la plática:
Un retrato de Cristo, un Crucifijo, la utilización de la Biblia o del Nuevo Testamento, incluso
algún canto o sonorama. Sin embargo, deberán usarse con cierta prudencia, y respetando
algunos criterios sencillos: Estas dinámicas o apoyos NUNCA deberán reemplazar o usarse
como sustituto de la plática. en efecto, siempre existe la tentación de irse por lo más fácil, y
pasar unas filminas o película en vez de dar una buena plática, bien preparada y profesional.
O bien se pone una canción con mensaje (no siempre) cristiano, ahorrándose el expositor el
trabajo de estudiar su tema.
En muchos lugares se ha hecho presente una cierta "flojera intelectual", se rechaza el
esfuerzo necesario para una buena presentación, y bajo pretextos como "somos jóvenes", "las
pláticas aburren", "no hay que cansar al joven", se le niega al Jornadista la oportunidad de
escuchar la Palabra de Salvación que Cristo quiere ofrecerle.
En ningún momento se deberán crear situaciones de sentimentalismo o presión, buscando
provocar el llanto o la emoción con presiones artificiales; Será siempre recomendable que el
Asesor del Grupo, junto con lo coordinadores, examinen el contenido de la dinámica y/o
canción que se pretenda utilizar. Más de una vez los Auxiliares quieren usar la canción de
moda, o alguna vagamente cristiana ("Jesucristo Superestrella"!) que pueden traer
inexactitudes teológicas, e incluso falsedades.
D.- LA PALABRA DE DIOS.
Nunca deberá faltar, en esta plática más que en otras, el contacto con la Palabra de Dios. En
efecto, Cristo es el Verbo Eterno hecho hombre por nosotros. El joven tiene derecho a
escuchar de viva voz la Palabra que salva, y no simples reminiscencias o recuerdos vagos. Por
eso se recomienda que el expositor sea auxiliado por un lector, quien leerá en los momentos
que el expositor le indique, las lecturas del Evangelio adecuadas (Hemos indicado esas
lecturas en el presente folleto). Esto, si ha sido bien preparado y ensayado, le dará gran
agilidad a la plática y pondrá al joven en contacto directo con la Palabra de Dios.
3.-CONTENIDO DE ESTE FOLLETO.
El lector encontrará dos secciones en este folleto:
1.- PRIMERA SECCIÓN.
Un desarrollo práctico, ya dado en Jornadas de Vida Cristiana El texto de la plática viene en
letra normal. Lo que viene en negrita son los títulos del esquema del Manual Básico Nacional
del M.J.V.C. (No es necesario leerlos al dar la plática). Lo que viene en Graphite Light son
algunas ideas adicionales que pueden insertarse en la plática o no, a juicio del expositor,
según el auditorio a quien se dirija. Las citas Bíblicas viene en UNICORN.
2.- SEGUNDA SECCIÓN.
Textos tomados del Magisterio de la Iglesia, para un estudio más a fondo.
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4.- OTRAS INDICACIONES PRÁCTICAS.
El esquema de la plática se encuentra en el Manual Básico Nacional del M.J.V.C., en las
págs. 104-105. No consideramos necesario repetirlo aquí El desarrollo que ponemos aquí es
bastante libre, muy movido. Busca mostrar al joven que la figura de Cristo es actual y
atractiva, y que Su mensaje sigue vivo y tiene mucho que darle a su vida. Como lo marca el
horario del Manual, generalmente es bueno tener Corrillos después de la plática (cfr. Manual
Básico, p.174) para resolver dudas y orientar mejor a los chicos. Los auxiliares deberán estar
bien preparados para poder llevar adecuadamente los Corrillos. Las preguntas para los
corrillos se encuentran en el Anexo del Manual Básico del M.J.V.C.
DESARROLLO DE LA PLÁTICA
I.- Introducción.
Quisiera iniciar esta plática con estas palabras tomadas de la Primera Carta de San Juan: Lo
que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que
hemos contemplado y han tocado nuestras manos acerca de la vida de la palabra, -pues la
vida se manifestó y nosotros la hemos visto y damos testimonio, y os anunciamos la vida
eterna que estaba junto al Padre y se nos manifestó-, lo que hemos visto y oído os lo
anunciamos para que también vosotros estéis en comunión con nosotros.1 Jn 1, 1-4
Esta ha sido siempre la misión de la Iglesia: Anunciar a Cristo, anunciar la Salvación que
Dios nos ofrece por medio de El.
1.1. Enlace con Historia de la Salvación.
Ya vimos en la plática anterior cómo Dios ha ido escribiendo una Historia de la Salvación. Él
ha ido guiando a la humanidad entera hacia este encuentro con Él Mismo, como un Padre
amoroso que llama a sus hijos.
1.2. En la plenitud de los tiempos Dios, interviene de una
manera total en la historia de la humanidad, en la persona
de Cristo.
El Pueblo de Israel, portador de todas las promesas de Dios, esperaba la venida del Mesías.
Cuando llega el momento adecuado, "en la plenitud de los tiempos, como dice San Pablo
tiempos, Dios envió a su hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la Ley, para salvar a los que
estábamos bajo la Ley" (Gal, 4,4). Así pues, ahora nos toca descubrir quién es este Jesús de
Nazareth, el cual se dice ser el Mesías, es más, afirma ser Dios mismo! En él descubrimos la
totalidad del Amor de Dios hacia nosotros, porque el lo da todo, incluso la misma vida, por ti
y por mí.
1.3 La totalidad del Amor de Dios se refleja en la Persona
de Cristo.
La Encarnación del Verbo es un acontecimiento central y culminante. Él inicia una NUEVA
CREACION. Dios entra así de modo decisivo en la historia para que el hombre alcance su
destino trascendental. Es la expresión definitiva del Amor Salvífico de Dios al hombre.
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1.4. Diversidad de conceptos de Cristo.
En torno a la figura de Cristo, vemos desafortunadamente muchos errores, mucha
ignorancia, incluso entre los cristianos. Hay quienes lo reducen a un profeta, un Maestro con
una doctrina maravillosa; hay quienes ven el Él solamente un curandero, un milagrero, pero
negando Su Divinidad, su trascendencia; hay otros que manipulan su mensaje, negando su
Cruz, negando su Iglesia, haciendo de El un guerrillero, un reformador social. Todo esto nos
lleva a buscar a Jesús, a querer conocer su verdad plena. Cada uno de nosotros debe dejarse
tocar personalmente por la pregunta: "Y tú, ¿quién dices que soy? Tú, que oyes hablar de mí,
¿Quién soy de verdad para ti? Mi único deseo es que puedas dar una respuesta libre y
personal, y que esa plática te ayude a ello.
Pero para nosotros en esta Jornada, la persona de Jesús es motivo de estudio y de oración,
porque El es quien debe cambiar nuestra vida.
Te invito pues a que recorramos juntos este camino, que vayamos descubriendo todo lo que
hizo y dijo Cristo, para que tú también puedas abrirle las puertas de tu corazón. Pero te
invito a que lo recorras con AMOR, abriendo tu mente, tu espíritu, todo tu ser a lo que Cristo
te propone. Y recuerda esto: Nadie puede obligarte a seguir a Cristo: Debe ser una decisión
libre y personal. Depende solo de ti. Pero al mismo tiempo te invito, a ti que eres joven, a que
no tengas miedo, a que abras tu corazón a Cristo. Miles, millones lo han hecho ya. ¡Yo lo hice
cuando viví mi jornada, y esta es ahora tu oportunidad!
II.- CRISTO-HOMBRE.
Sabemos por la Fe que Cristo es Verdadero Dios y Verdadero Hombre. Empezaremos por ver
qué significa que Cristo sea Verdadero Hombre, para poder comprender cómo Dios mismo
quiso compartir con nosotros nuestra propia humanidad, ser semejante a nosotros en todo
menos en el pecado.
2.1 Características iguales a las de todo hombre.
En primer lugar debemos afirmar que Cristo fue verdadero Hombre. Tuvo todas las
características de un ser humano. No fingió ser hombre, sino que fue verdadero Hombre. El
que Dios haya querido hacerse hombre es una de las maravillas de su Amor hacia nosotros.
2.2. Nace de una mujer (Lc 1, 26-38; Lc 2, 6-7).
Anunciación a María.
Jesús es Hombre en primer lugar porque, como todos nosotros, nace de una mujer.
Anunciación a María. Ya el Padre nos habló de como Dios envió al Arcángel Gabriel a casa de
María para anunciarle la venida del Mesías.
Conviene escuchar de nuevo el texto: Lc. 1,26-38)
Al sexto mes, envió Dios al ángel Gabriel a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una
joven prometida a un hombre llamado José, de la estirpe de David; el nombre de la joven era
María. El ángel entró donde estaba María y le dijo: -Dios te salve, llena de gracia, el Señor
está contigo. Al oír estas palabras, ella se turbó y se preguntaba qué significaba tal saludo. El
ángel le dijo: -No temas, María, pues Dios te ha concedido su favor. Concebirás y darás a luz
un hijo, al que pondrás por nombre Jesús. El será grande, será llamado Hijo de] Altísimo; el
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Señor Dios le dará el trono de David, su padre, 33 reinará sobre la estirpe de Jacob por
siempre y su reino no tendrá fin. María dijo al ángel: -¿Cómo será esto, si yo no tengo
relaciones con ningún hombre? El ángel le contestó: -El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el
poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso, el que va a nacer será santo y se llamará
Hijo de Dios. Mira, tu pariente Isabel también ha concebido un hijo en su vejez, y ya está de
seis meses la que todos tenían por estéril; porque para Dios nada hay imposible. María dijo: Aquí está la esclava del Señor, que me suceda según dices. Y el ángel la dejó.
Se cumple así la profecía de Isaias, pronunciada 720 años antes del nacimiento de Cristo:
He aquí que una virgen concebirá y dará a luz a un hijo, y se llamará Emmanuel, que
significa 'Dios con nosotros' (Is. 7,14).
Notarás que la misma Palabra de Dios precisa que "María concibió al Hijo de Dios por obra
del Espíritu Santo 'sin conocer varón'" (Lc.1,34). Esta es una verdad basada en el Nuevo
Testamento y afirmada por la Iglesia desde los tiempos apostólicos, especialmente en el V
Concilio Ecuménico en 553 D.C. Así se pone de relieve la verdad de que Él es el Hijo de Dios,
de modo que, al hacerse hombre, su Padre continúa siendo exclusivamente Dios. La venida
de Cristo no es fruto del esfuerzo humano, sino que es una libre iniciativa de Dios: ¡Cristo no
tenía por qué venir! ¡Él quiso venir, y ser uno de nosotros! El nacimiento virginal de Jesús
significa que Dios ha hecho nacer en medio de la humanidad, estéril y desesperada, el
germen viviente de una nueva humanidad. Fíjate en la actitud de María ante la anunciación:
Apertura, disponibilidad a la acción de Dios en su vida. No duda, pregunta para comprender
mejor a voluntad de Dios: Dios respeta su libertad y personalidad. Un evento tan
extraordinario como la venida del Salvador debía estar marcado por un nacimiento
extraordinario: Por eso Dios nace de una Virgen.
Nacimiento: Criterios de Humildad y sencillez desde el nacimiento.
Si la Concepción es extraordinaria, el nacimiento fue de lo más pobre y ordinario. Debido al
censo dictado por el emperador, que mandaba a cada uno registrarse en su ciudad natal. José
junto con María tienen que ir a Belén. Ahí no hay lugar para ellos en las posadas, por lo que
tienen que quedarse en una cueva y Jesús nace en una pesebre (lo recordamos en Navidad).
Desde su nacimiento nos remarca los criterios para saber vivir Sencillez, Humildad y
Pobreza, camino seguro para alcanzar la felicidad.. Se cumple la profecía de Miqueas, lugar
exacto donde nacería 500 años antes Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres, ni mucho menos, la
menor entre las ciudades principales de Judá; Porque de ti saldrá un jefe, que será pastor de
mi pueblo Israel (Miq. 5,1).
2.3. Jesús asume todas las características de una persona.
Vive una situación concreta en el tiempo y el espacio.
Jesús nace en medio del Pueblo de Israel, crece en su religión y en su cultura. Es un
verdadero israelita, y sigue las costumbres de su pueblo. Por eso Jesús fue circuncidado
según la Ley de Israel, entrando así oficialmente a ser parte del Pueblo de la Alianza.
Cuando se hubieron cumplido los ocho días para circuncidar al niño, le dieron el nombre de
Jesús (Lc.2,21)
NOTA: ¿Porqué la Biblia no nos habla mucho de la infancia de Jesús? ¿Porqué sabemos tan
poco de su infancia y juventud? Este período está cubierto de silencio porque es una "vida
Oculta", de humildad y silencio, en espera del momento de Dios. Lo que sucedió ahí no es
importante para nuestra salvación, basta con saber que Jesús "crecía en sabiduría y gracia
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ante Dios y ante los hombres" (Lc.2, 52). Todos los acontecimientos con que Lucas y Mateo
nos narran la infancia y juventud de Jesús, no pretenden entregarnos una biografía, sino
más bien comunicarnos la fe que las primeras comunidades cristianas tenían acerca del
origen misterioso de Jesús, sobre la base de relatos transmitidos a los redactores de estos
Evangelios por personas dignas de fe; veamos: * Podemos mencionar rápidamente algunos
acontecimientos de la infancia de Jesús:
La perplejidad de María y las dudas de José (Mt 1,18, 25). El viaje a Belén y el nacimiento
cuando no tenían donde cobijarse (Lc. 2, 4-7). La huida a Egipto (Mt 2, 13-14) La vuelta al
pueblo humilde de Nazareth (Mt. 2, 19-23). El viaje a Jerusalén para la fiesta de Pascua (Lc.
2, 41-50) y los percances del regreso. Su crecimiento espiritual y físico (Lc. 2, 51-52). La
Biblia nos narra un solo pasaje importante en esta época. Escuchemos el relato: Lc. 2,41-52).
Sus padres iban cada año a Jerusalén, por la fiesta de pascua. Cuando el niño cumplió doce
años, subieron a celebrar la fiesta, según la costumbre. Terminada la fiesta, cuando
regresaban, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin saberlo sus padres. Estos creían que iba
en la comitiva, y al terminar la primera jornada lo buscaron entre los parientes y conocidos.
Al no hallarlo, volvieron a Jerusalén en su busca. Al cabo de tres días, lo encontraron en el
templo sentado en medio de los doctores, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Todos los
que le oían estaban sorprendidos de su inteligencia y de sus respuestas. Al verlo, se quedaron
perplejos, y su madre le dijo: -Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Tu padre y yo te hemos
buscado angustiados. El les contestó: -¿Por qué me buscabais? ¿,No sabíais que yo debo
ocuparme de los asuntos de mi Padre? Pero ellos no comprendieron lo que les decía. Bajó con
ellos a Nazaret, y vivió bajo su tutela. Su madre guardaba todo,,; estos recuerdos en su
corazón. Y Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en aprecio ante Dios y ante los
hombres.
2.4 Se desarrolla en el seno de una familia.
Jesús nace como toda persona humana, en un lugar concreto: Belén; en un país llamado
Israel, que vive un momento histórico especial porque es colonia romana, cuyo jefe es el
emperador Cesar Augusto, bajo el reinado nominal de Herodes. De San José aprende el oficio
de carpintero. Pasó su infancia y juventud junto a sus padres, a quienes obedecía (Cf. Lc. 2,
51).
Es sencillo y humilde, habla con la gente, le gustan los niños (Mc.10,14), acoge con respeto a
la mujer (Cf. Lc.8,1 -3; 36-50). Pasa los días caminando y predicando. Con frecuencia,
aprovecha la noches para dialogar con su Padre. Come y bebe, asiste a bodas. Se compadece
de quienes no tienen.
2.5 Se sujeta a las costumbres y leyes de su pueblo (Lc 2, 5-7. 21-23. -43. 51-52).
Ya vimos cómo fue circuncidado, sometiéndose a la Ley de Moisés. Come, juega, se viste igual
que todos los niños judíos. Podemos decir que va madurando como cualquiera de nosotros.
Desde niño muestra su gran sabiduría, pasaje cuando se pierde en el templo.
Imagínate la escena: Jesús sentado en medio de los sabios de Israel, en el Templo de
Jerusalén, ocupado "en las cosas de su Padre". Jesús está muy consciente de su origen divino,
de la misión que ha de cumplir.
2.6. Adolescencia y Juventud normal.(Lc 2,52).
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Al hacerse hombre, tiene que seguir el proceso del hombre y llevar una vida normal, como el
común de los jóvenes de su tierra y época.
2.7. Tiene necesidades y características humanas.
¿Recuerdas la plática de Madurez? Pues bien, analiza la personalidad de Jesús en base al
esquema de Madurez.
Madurez Física. Es un hombre como nosotros. Por su oficio de carpintero podemos suponer
una gran fortaleza física. El Evangelio narra que hacia caminatas muy largas para predicar
la palabra de Dios. Pudo cargar la Cruz, lo cual demuestra su fortaleza física. Su voz. La
potencia de su voz, cuando sube al monte; en el lago de Tiberiades, se contaban 5 mil
personas y todos escuchaban. Hablaba con autoridad. Tenía necesidades igual que nosotros:
Hambre (Mt 11,18-19).
Porque vino Juan, que no comía ni bebía, y dicen: «Está endemoniado». Viene el Hijo del
hombre, que come y bebe, y dicen: Ahí tenéis un comilón y borracho, amigo de publicanos y
pecadores». Pero la sabiduría ha quedado acreditada por sus obras.
Sed (Jn 4,7; Jn 19,28).
En eso, una mujer samaritana se acercó al pozo para sacar agua. Jesús le dijo: "dame de
beber".
Sueño (Mt 8,23-27).
Jesús subió a una barca y sus discípulos lo siguieron. 24 De pronto, se alborotó el lago de tal
manera que las olas cubrían la barca, pero Jesús estaba dormido. Cansancio (Jn 4,6) Jesús,
fatigado por la caminata, se sentó junto al pozo. Era cerca del mediodía.
Cansancio (Jn 4,6).
Duerme en la barca (Lc.8,23).
2.8. Características de su psicología.
2.8.1. Inteligencia.
Veamos algo de su inteligencia. El pasaje que ya vimos, cuando está en el Templo, muestra
cómo impresionó a los Sabios de Israel con su inteligencia. Conoce perfectamente la Palabra
de Dios y las tradiciones de su Pueblo, y sabe descubrir en ellas la riqueza que contienen
para comunicarla a los demás.
Capacidad de relación. Se relacionaba con todo tipo de personas.
Explicar como era la sociedad Judía.
El sabe relacionarse con todo tipo de personas. Trata igual con gente rica que con los pobres,
aunque estos son sus preferidos. No condena a la prostituta, sino que la perdona y la hace
cambiar de vida. Acepta a la gente como es, comiendo con pecadores y prostitutas, y sabe
invitarlos a la conversión.
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Busca la sencillez (Mt 12,25-26 y Mc 9,33-37). Habla con sencillez. Parábolas
Jesús es un hombre sencillo, que sabe enseñar a la gente sencilla. Usaba comparaciones y
ejemplos fáciles de entender. Veamos un ejemplo: Jesús se dio cuenta de lo que pensaban y
les dijo: -Todo reino dividido acaba en la ruina; ninguna ciudad o casa dividida puede
subsistir. Si Satanás expulsa a Satanás, está dividido. ¿Cómo, pues, subsistirá su reino?
Enseñaba con ejemplos muy concretos y fáciles de entender: Llegaron a Cafarnaúm y, una
vez en casa, les preguntó: -¿De qué discutíais por el camino'? Ellos callaban, pues por el
camino habían discutido sobre quién era el más importante. Jesús se sentó, llamó a los doce y
les dijo: -El que quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos. Luego
tomó a un niño, lo puso en medio de ellos y, abrazándolo, les dijo: "El que acoge a un niño
como éste en mi nombre, a mí me acoge-, y el que me acoge a mí, no es a mí a quien acoge,
sino al que me ha enviado.
A menudo enseñaba con pequeñas historias, llamadas parábolas: Y les expuso muchas cosas
por medio de parábolas. Decía:
-Sucede con el reino de los cielos lo que con un grano de mostaza que un hombre toma y
siembra en su campo. Es la más pequeña de todas las semillas, pero cuando crece es mayor
que las hortalizas y se hace como un árbol, hasta el punto de que las aves del cielo pueden
andar en sus ramas.
Les dijo otra parábola: -Sucede con el reino de los cielos lo que con la levadura que una mujer
toma y mete en tres medidas de harina, hasta que todo fermenta.
Profundo en sus juicios (Mt 7,1-6).
Era profundo en sus juicios, sin dejarse llevar por las apariencias. No juzguéis, para que Dios
no os juzgue; porque Dios os juzgará del mismo modo que vosotros hayáis juzgado y, os
medirá con la medida con que hayáis medido a los demás.. ¿,Cómo es que ves la mota en el
ojo de tu hermano y no adviertes la viga que hay en el tuyo? o -cómo dices a tu hermano:
"Deja que te á que la mota del ojo", si tienes una viga en el tuyo -¡Hipócrita, saca primero la
viga de tu ojo v entonces podrás ver para sacar la mota del ojo de tu hermano. No deis lo
santo a los perros, ni echéis vuestras perlas a los puercos, no sea que las pisoteen, se vuelvan
contra vosotros y os destrocen.
Da a cada cosa su valor (Lc 13, 10-16).
Jesús sabe valorar las situaciones, incluso cuando parece contradecir los mandamientos de
Dios, Él sabe que las personas son más importantes que las cosas. Escuchemos un ejemplo:
Un sábado estaba Jesús enseñando en una sinagoga, y había allí una mujer, que desde hacía
dieciocho años estaba poseída por un espíritu que le producía una enfermedad; estaba
encorvado y no podía enderezarse del todo. Jesús, al verla, la llamó y le dijo: -Mujer, quedas
libre de tu enfermedad. Le impuso las manos, y en el acto se enderezó y se puso a alabar a
Dios. El jefe de la sinagoga, indignado porque Jesús curaba en sábado, empezó a decir a la
gente: -Hay seis días en que se puede trabajar. Venid a curaros en esos días y no en sábado.
El Señor le respondió: -¡Hipócritas! ¿No suelta cada uno de vosotros su buey o su asno del
pesebre en sábado para llevarlo a beber? Y a ésta, que es una hija de Abraham, a la que
Satanás tenía atada hace dieciocho años, ¿no se la podía soltar de su atadura en sábado?
¿Cómo ves, se requiere valor e inteligencia para defender sus acciones en público! Él busca el
bien de todos, y no le teme a nadie.
Desprecia la hipocresía (Mt 23, 13-32).
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Desprecia la hipocresía (Mt 23, 23-28
Rara vez vemos a Jesús enojarse. Pero cuando lo hace, ¡cuidado! Se enojó en una ocasión en
contra de los fariseos, reprochándoles sus hipocresía. Escuchemos: ¡Ay de vosotros, maestros
de la ley y fariseos hipócritas, que pagáis el diezmo de la menta, del anís y del comino, y
descuidáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe! Hay que hacer esto,
sin descuidar aquello. ¡Guías ciegos, que coláis el mosquito y os tragáis el camello! ¡Ay de
vosotros, maestros de la ley y fariseos hipócritas, que limpiáis por fuera el vaso y el plato,
mientras que por dentro siguen llenos de rapiña y ambición! ¡Fariseo ciego, limpia primero
por dentro el vaso, para que también por fuera quede limpio! ¡Ay de vosotros, maestros de la
ley y fariseos hipócritas, que os parecéis a sepulcros blanqueados: por fuera parecen bonitos,
pero por dentro están llenos de huesos de muerto y podredumbre! Lo mismo pasa con
vosotros: por fuera parecéis justos ante los hombres, pero por dentro estáis llenos de
hipocresía y de maldad.
Busca la esencia de las situaciones.(Mt 6,32-34).
Jesús conoce y ama profundamente a su Padre Celestial, y sabe que todos estamos en sus
manos, por lo que nos enseña a confiar en su Providencia: Así que no os preocupeis diciendo:
"¿qué comeremos'? ¿Qué beberemos? ¿Con qué nos vestiremos? Esas son las cosas por las que
se preocupan los paganos. Ya sabe su padre celestial que las necesitáis. Buscad ante todo el
reino de Dios y lo que es propio de él, y Dios os dará lo demás. No andéis preocupados por el
día le mañana, que el mañana traerá su propia preocupación. A cada día le basta su propio
afán.
Conoce al hombre y sus intenciones (Mt 22,16).
El Evangelio nos dice una frase muy interesante: Entonces los fariseos se pusieron de
acuerdo para buscar algún motivo de acusación en sus palabras, y le enviaron discípulos
suyos con los partidarios de Herodes a decirle: -Maestro, sabemos que eres sincero, que
enseñas con verdad el camino de Dios y que no te dejas influir por nadie, pues no miras las
apariencias de las personas. Sus mismos enemigos reconocen que Jesús no juzga por
apariencias, ni se deja influir por nadie. Él sabe lo que hay en cada uno de nosotros, y no
ama!
El se declara como la VERDAD misma (Jn 14, 5).
Jesús, en la Última Cena, se declara como la Verdad misma "Yo
soy el camino, la Verdad y la Vida. Nadie puede llegar hasta el Padre, sino por Mí." Y en otro
pasaje: Pasarán el cielo y la tierra pero mis palabras no pasarán Mat. 24, 35
2.5.2. Voluntad.
Predica con el ejemplo. Hay coherencia entre sus palabras y sus actos antes de predicar la
vive (Jn.15,13).
Nadie tiene Amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Eso es
precisamente lo que Jesús hizo. ¡No sólo lo dijo, sino que lo hizo!
Su voluntad lo lleva a rechazar las tentaciones (Mt.4,1-11)..
Su voluntad la lleva a
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rechazar las tentaciones (Mt.4,1-11)
Todos sabemos lo difícil que es resistir las tentaciones. A menudo nos falta voluntad. Pero no
sucede así con Jesús. Su voluntad la lleva a rechazar las tentaciones, incluso las más
difíciles:
Entonces el Espíritu llevó a Jesús al desierto, para que el diablo lo pusiera a prueba. Después
de ayunar cuarenta días y cuarenta noches, sintió hambre. El tentador se acercó entonces y
le dijo: -Si eres Hijo de Dios, manda que estas piedras se conviertan en panes. Jesús le
respondió: -Está escrito: No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la
boca de Dios. Después el diablo lo llevó a la ciudad santa, lo puso en el alero del templo y le
dijo: -Si eres Hijo de Dios, tírate abajo; porque está escrito: Dará órdenes a sus ángeles para
que te lleven en brazos, de modo que tu pie no tropiece en piedra alguna. Jesús le dijo: También está escrito: No tentarás al Señor tu Dios. De nuevo lo llevó consigo el diablo a un
monte muy alto, le mostró todos los reinos del mundo con su gloria v le dijo: -Todo esto te
daré, si te postras y me adoras. Entonces Jesús le dijo: -Aléjate, Satanás, porque está escrito:
Adorarás al Señor tu Dios y sólo a él le darás culto.
Su Voluntad es la del Padre (Mt.26,39; Jn.4,34).
Jesús vive una plena comunión Con Su Padre, y sabe que todo lo que Dios manda es para
nuestro bien. A Él se le va la vida en hacer lo que su Padre quiere: Mi alimento es hacer la
voluntad del que me envió y llevar a cabo su obra de salvación Incluso en los momentos en
que la debilidad humana parece vencerlo, Jesús hace lo que Su Padre le ha mandado: Padre
mío, si es posible, que pase de mí esta copa de amargura; pero que no sea como yo quiero,
sino como tú quieres.
Su voluntad madura lo lleva a ser el BIEN mismo.
Su voluntad madura lo lleva a ser el BIEN mismo. Su voluntad madura lo lleva a ser el
BIEN mismo y a buscar siempre el bien de los demás, ayudándonos a vencer las dificultades
y las cargas de cada día: Vengan a mí los que se sienten cargados y agobiados, porque yo los
aliviaré. Carguen con mi yugo y aprendan de mí que soy paciente de corazón y humilde, y sus
almas encontrarán alivio. Pues mi yugo es blando y carga es liviana. Mt 11, 28-29
2.5.3. Afectividad.
Todo lo auténticamente humano aparece en Jesús. Goza (Jn.15,11), se enoja (Mc.11,15), llora
(Jn.11,32). se alegra (Lc 10, 17-22). Su afectividad y su voluntad lo llevan a amar. Ama a sus
enemigos (Mt.6,43) Ama al hombre hasta el extremo. (Jn 15, 13) y (Gal 2, 20) Jesús ama
sobre todo a los rechazados por la sociedad: los pecadores, los publicanos, las prostitutas. No
le importa el "qué dirán?", Él solo ve a la persona humana que necesita de Él. Jesús siente
auténtico dolor frente a los necesitados, frente a los enfermos. Busca sanar todas las
enfermedades y dolencias: Mt. 9,35: Jesús recorría todos los pueblos y aldeas, enseñando en
sus sinagogas, anunciando la buena noticia del reino y curando todas las enfermedades y
dolencias. Mt. 15, 30-31: Se le acercó mucha gente trayendo cojos, ciegos, sordos, mancos y
otros muchos enfermos; los pusieron a sus pies y Jesús los curó. La gente se maravillaba al
ver que los mudos hablaban, los mancos quedaban sanos, los cojos caminaban y los ciegos
recobraban la vista; y se pusieron a alabar al Dios de Israel.
Todo lo auténticamente humano aparece en Jesús. Goza (Jn.15,11), se enoja (Mc.11,15), llora
(Jn.11,32).
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Su afectividad y su voluntad lo llevan a amar.
Ama a sus enemigos (Mt.6,43).
Ama al hombre hasta el extremo (Jn 15, 13) y (Gal 2, 20).
_¡Qué interesante! Cristo, quien nuca tuvo pecado, se acerca a los pecadores para alejarlos
del pecado: "El Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido" (Lc.
19,10)
El gran amor de Cristo al hombre, lo interpela, y provoca en éste una respuesta personal, que
en muchas ocasiones es una respuesta de amor. Ejemplo: los discípulos.
Es su gran Amor hacia su Padre y hacia los hombres que lo lleva a escoger a los pecadores, a
los enfermos, a los que nadie quiere. A mí siempre me cuestiona pensar que Jesús sabe lo que
dentro de cada uno de nosotros, y nos ama profundamente a pesar de nuestras fallas o
pecados.
Su afectividad madura lo lleva a ser la BONDAD Y LA BELLEZA misma.
Su afectividad madura lo lleva a ser la BONDAD Y LA BELLEZA misma.
En la Cruz muere amando y perdonando (Lc.23,34).
El amor y el perdón son el núcleo de su predicación. ¿Quién necesita al médico los sanos o los
enfermos?
2.6 Jesús es verdadero hombre.
"Trabajó con manos de Hombre, pensó con Inteligencia de hombre, obró con voluntad de
hombre, amó con corazón de hombre, nacido de la Virgen María... Se hizo verdaderamente
uno de nosotros, excepto en el pecado" (G.S. 22).
III.- CRISTO DIOS
3.1. Un hombre libre y libertador.
Cristo es un hombre auténticamente libre.
Cristo es un hombre auténticamente libre. Libera al hombre integralmente de todo aquello
que lo oprime ,esclaviza. y no lo deja ser auténtico (Pecado, resentimientos, odios, temores,
etc.). Lc 5 Cristo nos amó y se entregó por nosotros. (Gal 2, 20). Nos hace libres y plenos con
el Amor (Jn.15,13) y la Verdad.(Jn 8,32)
3.2 La liberación viene de Dios.Lc 5, 17-26
Aquí hay que afirmarlo claramente: La auténtica liberación puede venir solamente de Dios:
Solamente Dios es absolutamente libre. Toda liberación humana es necesariamente limitada:
¿Qué hombre puede perdonar los pecados, curar a los enfermos, resucitar a los muertos?
Nadie, fuera de Dios, tiene esos poderes.. Solo Dios es Eterno y Omnipotente. El hombre que
reconoce que es esclavo de la enfermedad, ve en Jesús al liberador.
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3.3. Cristo el Hijo de Dios. Dios que se hace hombre, no un hombre que se hace Dios. En
Cristo se unen las dos naturalezas, la humana y la divina. Verdadero Dios y Verdadero
Hombre.
Cristo utilizó muchas veces la expresión "Hijo del Hombre", para hablar de sí mismo. Con eso
afirmaba que era realmente Hombre. Pero poco a poco, Jesús va llevando a sus discípulos al
descubrimiento de que el "Hijo del Hombre" era al mismo tiempo el verdadero Hijo de Dios.
Cristo utiliza una pedagogía, la "pedagogía de la Fe" para revelarnos cosas cada vez más
sublimes. Que Jesús se viera a sí mismo como igual a Dios, es muy claro en la Sagrada
Escritura: "Antes que Abraham naciese, YO SOY" (Jn. 8, 58) "Si no creen que Yo Soy,
morirán en su pecado" (Jn. 8,24). "Desde ahora se los digo, antes de que suceda, para que,
cuando suceda, crean que YO SOY" (Jn. 13,19)
"Entonces conoceréis que YO SOY" Ver también Mt.28, 20; Lc. 24,39) "¿YO SOY" quién? "Yo
soy YO SOY", es decir, Yo soy YAVE, yo soy Dios! Los mismos judíos lo entendieron muy
bien, pues al escuchar que Jesús afirma ser Hijo de Dios, quieren apedrearlo: "Por ninguna
obra buena te apedreamos, sino por blasfemia, porque tú, siendo hombre, te haces Dios" (Jn.
10,33).
De la misma manera, cuando es juzgado, el Sumo Sacerdote y el Sanedrín lo condenan por
blasfemo: "Ha blasfemado... Acaban de oir la blasfemia.. Es reo de muerte" (Mt.26,65-66)
Efectivamente, leemos en el Libro del Levítico: "Quien blasfemare el nombre de Yavé será
castigado con la muerte; toda la asamblea lo lapidará" (Lev. 24,16). Jesús, al declarar ser el
Verdadero Hijo de Dios, pronuncia, según los judíos, una blasfemia: Llamarse a sí mismo
"Hijo de Dios" quería decir "hacerse Dios". Cristo lo afirma sin ambigüedades, y sus
discípulos y los judíos en general lo entendieron muy bien: Yo soy aquel a quien compete el
nombre de Dios: "Mi Padre y Yo somos una sola cosa" (Jn.10,30)
La Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo son pruebas contundentes de su DIVINIDAD.
Sabemos ya desde ahora que Dios es Amor, y por lo tanto Cristo, si bien manifestó su Amor
hacia nosotros de muchas maneras, va a amarnos "hasta el extremo". El siente la necesidad
de darlo todo, de entregar su misma Vida por nosotros. Por eso, y lo veremos más en detalle
mañana, los últimos días de su vida, su Pasión, Muerte y Resurrección son las pruebas
contundentes de su DIVINIDAD. ¿Porqué? Porque solo Dios podía morir por todos los
hombres! Porque solo Dios podía entregar su Vida totalmente. Porque solo Dios podía vencer
a la Muerte y resucitar a una Vida Nueva.
3.5. Testimonios de personas que confiesan su divinidad,.
Tenemos también, en el Evangelio, numerosos testimonios y declaraciones de personas que
proclaman la Divinidad de Cristo.
Declaración solemne del Padre (Mc 1, 11).Declaración solemne del Padre (Mc 1, 11) En
primer lugar, Dios Padre declara en favor de su Hijo: ser bautizado, Jesús salió del agua y,
mientras salía, se abrieron los cielos y vio al Espíritu de Dios que bajaba como una paloma y
venía sobre él. Y una voz del cielo decía: -Este es mi Hijo amado, en quien me complazco.
Confesión de los demonios. (Mc.1, 24).
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Los mismos demonios, al ser expulsados por Cristo, reconocen y proclaman su Divinidad:
"¿Qué quieres tú con nosotros, Jesús de Nazareth? ¿Has venido a destruirnos? Sabemos bien
quien eres: el Santo de Dios!" Mc.1, 24
Confesión de Pedro (Mt.16, 16).
Confesión de Pedro (Mt.16, 16) San Pedro, el pescador de Galilea, lo declara solemnemente.
Escucha este pasaje, que es seguramente uno de los más importantes del Nuevo Testamento:
(LEER MT.16,13-20) De camino hacia la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus
discípulos: -¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre? Ellos le contestaron: -Unos que
Juan el Bautista; otros que Elías; otros que Jeremías o uno de los profetas. Jesús les
preguntó: -Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Simón Pedro respondió: Tú eres el Mesías, el
Hijo de Dios vivo. Jesús le dijo: -Dichoso tú, Simón, hijo de Juan, porque eso no te lo ha
revelado ningún mortal, sino mi Padre que está en los cielos. Yo te digo: tú eres Pedro, y
sobre esta piedra edificaré mi iglesia, y el poder del abismo no la hará perecer. Te daré las
llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y lo que
desates en la tierra quedará desatado en el cielo. Entonces mandó a sus discípulos que no
dijesen a nadie que él era el Mesías. Pedro, inspirado por el Padre Celestial, confiesa
valientemente la Divinidad de Cristo: "Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios Vivo". Recuerda que
estas palabras las dice un judío, alguien que desde pequeño fue educado en la fe judía. Lo
primero que aprendía un niño judío era el "Credo" israelita: "Shema Israel, Yavé Elohenu,
Yavé Ejad: Escucha Israel, el Señor es tu Dios, el Señor es Uno!" Para que San Pedro pudiera
afirmar que Dios tenía un hijo, significaba para él un cambio radical, una nueva fe, una
nueva relación con Dios.
Confesión propia ante Caifás (Mt.26,64).
El mismo Jesús afirma su divinidad, en el momento mismo en que su vida está en peligro, al
ser juzgado por Caifás. Escucha el pasaje: El Sumo Sacerdote le dijo: Te conjuro por Dios
vivo: Dinos si tú eres el Mesías, el Hijo de Dios. Jesús le respondió: Tú lo has dicho. Mt.
26,63-64 Ya mencionamos varios textos del Nuevo Testamento que afirman la divinidad de
Cristo. Aquí hay otros más:
Evangelio San Juan. Jn. 1,1: En el Principio ya existía la Palabra, y la Palabra estaba con
Dios, y la Palabra era Dios
Jn.1, 14: Y la Palabra se hizo carne, y habitó entre nosotros, y hemos visto su Gloria, la
Gloria propia del Hijo Único del Padre, lleno de gracia y de Verdad.
San Pablo. Cartas de Colosenses y Filipenses.Col. 1, 15-17: Cristo es la imagen del Dios
invisible, el primogénito de toda criatura. En él fueron creadas todas las cosas, las del cielo y
las de la tierra, las visibles y las invisibles: tronos, dominaciones, principados, potestades,
todo lo ha creado Dios por él y para él. Cristo existe antes que todas las cosas y todas tienen
en él su consistencia.
Fil. 2,5-7
Tengan los sentimientos que corresponden a quienes está unidos a Cristo Jesús, el cual,
siendo de condición divina, no consideró como presa codiciable el ser igual a Dios, al
contrario, se despojó de su grandeza y tomó la condición de esclavo y se hizo semejante a los
hombres.
13
3.6. Respuesta de amor de Cristo al hombre: sus milagros.
Jesucristo no fue solamente un maestro: sus enseñanzas estaban acompañadas de "milagros,
prodigios y señales" (hech. 2,23) estos hechos maravillosos vienen a confirmar la divinidad de
Cristo. Testifican que aquel que las realizaba era verdaderamente el hijo de Dios.
NOTA: Me permito hacerte notar que estos relatos fueron escritos por testigos oculares, que
estuvieron presentes en el momento del suceso. No son inventos posteriores. Son prueba
fehaciente de que Jesús es Dios.
dominio sobre la materia (Mt 14,15-21). (Mt 14,15-21) Solo Dios puede dominar la materia,
como leemos en Mt.14, 15- 21
Al anochecer, sus discípulos se acercaron a decirle: -El lugar está despoblado v es ya tarde.
despide a la gente para que' vayan a las aldeas y se compren comida. Pero Jesús les dijo: -No
necesitan marcharse; dadies vosotros de comer. Le dijeron: -No tenemos aquí más que cinco
panes y dos peces. El les dijo: -Traédmelos aquí. Y después de mandar que la gente se
sentase en la hierba, tomó los cinco panes y los dos peces, levantó los ojos al cielo, pronunció
la bendición, partió los panes, se los dio a los discípulos y éstos a la gente. Comieron todos
hasta hartarse, y recogieron doce canastos llenos de los trozos sobrantes. Los que comieron
eran unos cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños.
Ese día, Jesús demostró claramente a sus discípulos que Él era Dios. La gente lo malentendió
y querían hacerlo Rey. Nosotros debemos tener cuidado de comprender bien quién es Jesús, y
no tergiversar su mensaje.
dominio sobre las enfermedades.(Mt 15,29).Jesús también domina las enfermedades, y su
inmenso amor por los hombres lo llevaba a curar todo tipo de enfermedades: Jesús partió de
allí y se fue a la orilla del lago de Galilea; subió al monte y se sentó allí. Se le acercó mucha
gente trayendo cojos, ciegos, sordos, mancos y otros muchos enfermos; los pusieron a sus pies
y Jesús los curó. La gente se maravillaba al ver que los mudos hablaban, los mancos
quedaban sanos, los cojos caminaban y los ciegos recobraban la vista; y se pusieron a alabar
al Dios de Israel.
dominio sobre la naturaleza.(Mt 8,23-27).
Es muy significativo cómo se manifiesta su dominio sobre las fuerzas de la naturaleza.
Veamos por ejemplo la Tempestad calmada: Jesús, despertando, mandó al viento y dijo al
mar: Calla, enmudece. Y se aquietó el viento y se hizo completa calma... Y sobrecogidos de
gran temor, se decían unos a otros: ¿Quién será este, que hasta el viento y el mar le
obedecen?" (Mc.4,37-41).
Otro ejemplo son las pescas milagrosas, cuando, después de varios intentos infructuosos,
obedecen la orden de Jesús y llenan sus redes. Lc.5,4-9: Cuando terminó de hablar, dijo a
Simón: -Rema lago adentro y echad vuestras redes para pescar. Simón respondió: -Maestro,
hemos estado toda la noche trabajando sin pescar nada, pero puesto que tú lo dices, echaré
las redes. Lo hicieron y capturaron una gran cantidad de peces. Corno las redes se rompían,
hicieron señas a sus compañeros de la otra barca para que vinieran a ayudarlos. Vinieron y
llenaron las dos barcas, hasta el punto de que casi se hundían. Al verlo, Siméon Pedro cayó a
los pies de Jesús diciendo: -Apártate de mí, Señor, que soy un pecador. Pues tanto él como
sus hombres estaban sobrecogidos de estupor ante la cantidad de peces que habían
capturado.
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Pedro en ese momento reconoce intuitivamente algo maravilloso en Cristo.
dominio sobre la muerte (Jn 11). Finalmente, Jesús también tiene dominio sobre la muerte,
cosa absolutamente imposible para el hombre común. La resurrección de Lázaro fue para
muchos judíos motivo de conversión, pues iban a Betania a verlo a Betania y creían en Jesús
Jn.11, 38-44.
Jesús, de nuevo profundamente emocionado, se acercó más al sepulcro. Era una cueva, cuya
entrada estaba tapada con una gran piedra. Jesús les ordenó: -Rodad la piedra hacia un lado.
Marta le advirtió: -Señor, tiene que oler muy mal, porque ya hace cuatro días que murió.
Jesús le contestó: -¿No te he dicho que, si tienes fe, verás la gloria de Dios? Cuando rodaron
la piedra, Jesús, mirando al cielo, exclamó: -Padre, te doy gracias, porque me has escuchado.
Yo sé muy bien que me escuchas siempre; si hablo así es por los que están aquí, para que
crean que tú me has enviado. Terminada esta oración, exclamó Jesús con voz potente: Lázaro, sal fuera. El muerto salió del sepulcro. Tenía las manos y los pies vendados y la cara
envuelta en un sudario. Jesús les dijo: -Quitadle las vendas para que pueda andar.
Esta resurrección fue un signo que preparaba el mayor de los milagros, el milagro de
Milagros: Su propia resurrección, la cual veremos mañana. ¡No fueron eventos aislados! Los
Evangelios hablan en forma resumida de los numerosos milagros que Jesús hacía: "Curó a
muchos pacientes de diversas enfermedades y echó muchos demonios" (Mc.1, 34); "Salía de El
una virtud que sanaba a todos" (Lc.6,19).
IV.- CRISTO, LA PLENITUD DEL HOMBRE
4.1. Da al hombre Criterio para ser pleno. Sermón de la Montaña.
Como puedes ver, Cristo da a cada hombre los criterios para alcanzar la plenitud, la
verdadera felicidad. En el Sermón de la Montaña,
4.2. Llamado a seguirlo. El es el Camino.
Por eso yo también te hago en este momento ese llamado a seguirlo. El es el Camino. Sólo Él
te puede llevar a la plenitud de la felicidad.
4.3. Maestro. El es la Verdad.
El mismo lo afirmó: Es El Maestro por excelencia, porque Él es. la Verdad misma. En Él no
hay mentira ni engaño. Y viene a revelar la verdad plena y total. Después de Él ya no hay
otra Revelación.
4.4 Modelo de vida. El es la Vida.
Es también un Modelo de vida. Es más, El es la Vida misma. No solo después de la muerte,
sino ya desde ahora, nos ofrece una vida plena. Si el pecado ha sembrado la muerte en tu
vida, si la oscuridad ha ido ganando terreno, ahora es cuando debes acudir a Cristo, para
encontrar en Él la plenitud de la Vida.
4.5 Tienes que dar una respuesta ¿Para ti quién es Cristo? ¿Qué significa Cristo en tu vida?
Ejemplo de Los Discípulos, y muchas personas a lo largo de la Historia.
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Pero para eso, tienes que dar una respuesta ¿Para ti quien es Cristo? ¿Qué significa Cristo en
tu vida? Has escuchado el ejemplo de Los Discípulos, de sus primeros seguidores. Muchas
personas a lo largo de la Historia se han hecho discípulos de Cristo. Por eso te pregunto:
¿Quieres tú también ser discípulo de Cristo y seguir sus huellas?
V.- CONCLUSIÓN:
Cristo, la plenitud del hombre. Cristo, Dios y Hombre. Exhortación a conocerlo y seguirlo,
como el Camino, la Verdad y la Vida.
Sólo en Él encontramos la felicidad, pues Cristo es Dios y Hombre. Te exhorto a conocerlo y
seguirlo, como el Camino, la Verdad y la Vida.
TEXTOS DEL MAGISTERIO
I.- Introducción.
La misión de Evangelizar que Cristo encargó a Su Iglesia es la misión misma del Movimiento
de Jornadas de Vida Cristiana: Somos testigos de Jesucristo entre los jóvenes de nuestra
patria en el Siglo XXI. De ahí la necesidad de ser siempre fieles a la Misión que Cristo nos ha
encomendado. El Espíritu Santo de Dios ha enriquecido a su Iglesia a través de la enseñanza
perenne transmitida por la Tradición de la Iglesia. Tenemos en especial en nuestro Papa,
S.S: Juan Pablo II, un tesoro de enseñanza y doctrina dirigida especialmente a los jóvenes.
Ponemos estos textos a continuación, para que el Auxiliar los use libremente, insertándolos
en su esquema y/o adaptándolos a sus oyentes. Estamos seguros que el Movimiento de
Jornadas de Vida Cristiana encontrará así un medio de ser más fieles a Cristo y a Su Iglesia.
Los textos se ponen a continuación deberán de ser estudiados cuidadosamente. No pretenden
reemplazar la plática; tampoco deberán incorporarse indiscriminadamente al esquema. En la
línea del mismo Catecismo Universal, deberán constituir la base sólida sobre la que edifica
nuestro esfuerzo evangelizador. Hemos querido poner en un sólo folleto toda la información
necesaria para dar un buen tema. No olvidemos que este folleto deberá usarse junto con el
Manual Básico Nacional del Movimiento de Jornadas de Vida Cristiana.
TEXTOS DE S.S. JUAN PABLO II
1. Estén dispuestos para encontrar a veces oposición, desprecio, mofa. Los verdaderos
discípulos no van a ser menos que el Maestro. Sus cruces son como la pasión y la cruz
de Cristo: fuente misteriosa de fecundidad.
2. Del mismo modo que la ley fue revelada a Moisés en el Monte Sinaí, también Jesús,
el nuevo Legislador, ofrece a todos los hombres en este sermón de la montaña un
nuevo estilo de vida, una carta de vida cristiana. un nuevo camino de vida, que cada
hombre está invitado a seguir..
3. Por tanto, nuestra fidelidad a Jesucristo nos urge a hacer más, orar más y amar más.
4. Los dejo ahora con esta oración: que el Señor Jesús se les revele a todos ustedes, que
les conceda fortaleza para manifestar y profesar su condición de cristianos, que les
muestre que sólo El es capaz de saciar sus corazones. 6. En cualquier caso, los
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cristianos ni pueden ni quieren preparar este mundo de verdad y de justicia con el
odio, sino sólo con el dinamismo del amor.
5. ¡Siéntanse orgullosos de ser cristianos! ¡Demuéstrenlo siempre con la palabra, con el
comportamiento, en el ambiente del trabajo, en la familia, en la profesión, sin respeto
humano alguno.
6. Y puesto que son cristianos, sean los primeros en vivir el sentido de las
Bienaventuranzas, haciéndose en su vida promotores decididos de misericordia, de
justicia, de moralidad, de obras en favor de la paz.
7. No rechacen a Cristo: ¡Él es la piedra angular!".
8. Ese Pastor, que va en busca del hombre por las oscuras calles de su soledad y su
extravío para conducirlo a la luz, es Cristo. Él es el Buen Pastor. Siempre se halla
presente en el oculto centro del "misterio del mal" y se encarga personalmente de los
graves asuntos de la existencia humana en la tierra.
9. Jesucristo, el Hijo de Dios hecho hombre, ha vivido todo lo que constituye el valor de
nuestra naturaleza humana.
10. No se puede aprender el cristianismo como una lección compuesta de numerosos y
diversos capítulos, sino que hay que enlazarlo siempre con una Persona, con una
persona viviente: con Jesucristo. Jesucristo es el guía, es el modelo. Se le puede
imitar de diversos modos y en diversas medidas. Se puede, de diversos modos y en
diversas medidas, hacer de El la "regla" de la propia vida.
11. Su llamada es exigente porque nos enseña lo que significa ser verdaderamente
humanos. Sin atender a la llamada de Jesús, no les será posible comprender la
plenitud de vuestra propia humanidad.
12. Quiero insistir y exhortarlos a que siempre estén atentos a la llamada de Cristo,
porque sólo El puede enseñarles el verdadero significado de la vida y de todas las
realidades temporales.
13. Abran las puertas a Cristo, abran completamente los corazones a Cristo.
14. El mensaje es vida. Cristo anunció la Buena Nueva, la salvación y la felicidad:
"Bienaventurados los pobres de Espíritu, bienaventurados los mansos,
bienaventurados los perseguidos..." (cf. Mt 5,3-11); y además: "Les dejo mi paz, les
doy mi alegría" (cf. Jn 14,27; 15,11). Las multitudes lo escuchaban porque veían en él
la esperanza y la plenitud de la vida (cf. Jn 10,10).
16. El Evangelio no agrada siempre a los hombres. No puede gustarles siempre. A los oyentes
les parecerá "palabras duras", y quien lo anuncia y lo confiesa se convertirá en "signo de
contradicción". Pues esta verdad divina, esta buena noticia encierra de hecho una fuerte
tensión en su interior. En ella se condensa la oposición entre aquello que viene de Dios y
aquello que viene del mundo. Cristo dice: "Si fueran del mundo, el mundo amaría lo suyo,
pero por que no son del mundo, sino que yo los escogí del mundo, por eso el mundo los
aborrece" (Jn 15,19).
17
TEXTOS DEL CATECISMO UNIVERSAL DE
LA IGLESIA CATÓLICA.
INTRODUCCIÓN.
Incluimos algunos textos del Catecismo Universal de la Iglesia Católica con u doble
propósito: Por un lado, dar una base doctrinal y escriturística más sólida a la plática de
"CRISTO"; por otro lado, ayudar a la formación del Auxiliar que expone la plática y, en forma
más amplia, a toda la Escuela de Auxiliares. En efecto, el mismo Catecismo Universal nos
señala la importancia de "aprender a Cristo" y transmitirlo fielmente.
422 "Pero, al llegar plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido
bajo la ley, para rescatar a los que se hallaban bajo la ley, y para que recibiéramos la filiación
adoptiva" (Ga 4, 45). He aquí "la Buena Nueva de Jesucristo, Hijo de Dios" (Mc 1, 1): Dios ha
visitado a su pueblo (cf. Lc 1, 68), ha cumplido las promesas hechas a Abraham y a su
descendencia (cf. Lc 1, 55); lo ha hecho más allá de toda expectativa: Él ha enviado a su "Hijo
amado" (Mc 1, 11).
423 Nosotros creemos y confesamos que Jesús de Nazaret, nacido judío de una hija de Israel,
en Belén; en el tiempo del rey Herodes el Grande y del emperador Cesar Augusto; de oficio
carpintero, muerto crucificado en Jerusalén, bajo el procurador Poncio Pilato, durante el
reinado del emperador Tiberio, es el Hijo eterno de Dios hecho hombre, que ha "salido de
Dios" (Jn 13, 3), "bajá del cielo" (Jn 3, 13; 6, 33), "ha venido en carne" (1 Jn 4, 2), porque "la
Palabra se hizo carne, y puso su morada entre nosotros, y hemos visto su gloria, gloria que
recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracias y de verdad... Pues de su plenitud hemos
recibido todos, y gracia por gracia" (Jn 1, 14.16).
424 Movidos por la gracia del Espíritu Santo y atraídos por el Padre, nosotros creemos y
confesamos a propósito de Jesús: "Tu eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo" (Mt 16, 16). Sobre la
roca de esta fe, confesada por san Pedro, Cristo has construido su Iglesia (cf. Mt 16, 18; san
León Magno, serm. 4, 3; 51, 1; 62, 2; 83, 3). "Anunciar... La inescrutable riqueza de Cristo"
(Ef 3, 8)
425 La transmisión de la fe cristiana es ante todo el anuncio de Jesucristo para llevar a la fe
en El. Desde el principio, los primeros discípulos ardieron en deseos de anunciar a Cristo:
"No podemos nosotros dejar de hablar de lo que hemos visto y oído" (Hch 4, 20). Y ellos
mismos invitan a los hombres de todos los tiempos a entrar en la alegría de su comunión con
Cristo:
426 "En el centro de la catequesis encontramos esencialmente una Persona, la de Jesús de
Nazaret, Unigénito del Padre, que ha sufrido y ha muerto por nosotros y que ahora,
resucitado, vive para siempre con nosotros... Catequizar es... descubrir en la Persona de
Cristo el designio eterno de Dios... Se trata de procurar comprender el significado de los
gestos y de las palabras de Cristo, los signos realizados por El mismo" (CT 5). El fin de la
catequesis: "conducir a la comunión con Jesucristo: sólo El puede conducirnos al amor del
Padre en el Espíritu y hacernos partícipes de la vida de la Santísima Trinidad" (ibíd.).
427 "En la catequesis lo que se enseña es a Cristo, el Verbo encarnado e Hijo de Dios y todo lo
demás en referencia a El; el único que enseña es Cristo, y cualquier otro lo hace en la medida
en que es portavoz suyo, permitiendo que Cristo enseñe por su boca... Todo catequista
18
debería poder aplicarse a si mismo la misteriosa palabra de Jesús: 'Mi doctrina no es mía,
sino del que me ha enviado (Jn 7, 16)" (ibíd.. 6).
428 El que esta llamado a "enseñar a Cristo" debe por tanto, ante todo, buscar esta "ganancia
sublime que es el conocimiento de Cristo"; es necesario "aceptar perder todas las cosas... para
ganar a Cristo, y ser hallado en el" y "conocerlo a El, el poder de su resurrección y la
comunión en sus padecimientos hasta hacerme semejante a el en su muerte, tratando de
llegar a la resurrección de entre los muertos" (Flp 3, 8-11).
429 De este conocimiento amoroso de Cristo es de donde brota el deseo de anunciarlo, de
"evangelizar", y de llevar a otros al "si" de la fe en Jesucristo. Y al mismo tiempo se hace
sentir la necesidad de conocer siempre mejor esta fe.
441 Hijo de Dios, en el Antiguo Testamento, es un título dado a los ángeles (cf. Dt 32, 8; Jb 1,
6), al pueblo elegido (cf. Ex 4, 22; Os 11, 1; Jr 3, 19; Si 36, 11; Sb 18, 13), a los hijos de Israel
(cf. Dt 14, 1; Os 2, 1) y a sus reyes (cf. 2 S 7, 14; Sal 82, 6). Significa entonces una filiación
adoptiva que establece entre Dios y su criatura unas relaciones de una intimidad particular.
Cuando el Rey-Mesías prometido es llamado "hijo de Dios" (cf. 1 Cro 17, 13; Sal 2, 7), no
implica necesariamente, según el sentido literal de esos textos, que sea más que humano. Los
que designaron así a Jesús en cuanto Mesías de Israel (cf. Mt 27, 54), quizá no quisieron
decir nada más (cf. Lc 23, 47).
442 No ocurre así con Pedro cuando confiesa a Jesús como "el Cristo, el Hijo de Dios vivo" (Mt
16, 16) porque este le responde con solemnidad "No te ha revelado esto ni la carne ni la
sangre, sino mi Padre que esta en los cielos" (Mt 16, 17). Paralelamente Pablo dirá a
propósito de su conversión en el camino de Damasco: "Cuando Aquel que me separó desde el
seno de mi madre y me llamó por su gracia, tuvo a bien revelar en mi a su Hijo para que lo
anunciase entre los gentiles..." (Ga 1, 15-16). "Y en seguida se puso a predicar a Jesús en las
sinagogas: que él era el Hijo de Dios" (Hch 9, 20). Este será, desde el principio (cf. 1 Ts 1, 10),
el centro de la fe apostólica (cf. Jn 20, 31) profesada en primer lugar por Pedro como cimiento
de la Iglesia (cf. Mt 16, 18).
444 Los Evangelios narran en dos momentos solemnes, el bautismo y la transfiguración de
Cristo, que la voz del Padre lo designa como su "Hijo amado" (Mt 3, 17; 17, 5). Jesús se
designa a si mismo como "el Hijo Único de Dios" (Jn 3, 16) y afirma mediante este título su
preexistencia eterna (cf Jn 10, 36). Pide la fe en "el Nombre del Hijo Único de Dios" (Jn 3, 18).
Esta confesión cristiana aparece ya en la exclamación del centurión delante de Jesús en la
cruz: "Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios" (Mc 15, 39), porque es solamente en el
misterio pascual donde el creyente puede alcanzar el sentido pleno del título "Hijo de Dios".
470 Puesto que en la unión misteriosa de la encarnación "la naturaleza humana ha sido
asumida, no absorbida" (GS 22, 2), la Iglesia ha llegado a confesar con el correr de los siglos,
la plena realidad del alma humana, con sus operaciones de inteligencia y de voluntad, y del
cuerpo humano de Cristo. Pero paralelamente ha tenido que recordar en cada ocasión que la
naturaleza humana de Cristo pertenece propiamente a la persona divina del Hijo de Dios que
la ha asumido. Todo lo que es y hace en ella pertenece a "uno de la Trinidad". El Hijo de Dios
comunica, pues, a su humanidad su propio modo personal de existir en la Trinidad. Así, en su
alma como en su cuerpo, Cristo expresa humanamente las costumbres divinas de la Trinidad
(cf. Jn 14, 9-10).
515 Los Evangelios fueron escritos por hombres que pertenecieron al grupo de los primeros
que tuvieron fe (cf. Mc 1, 1; Jn 21, 24) y quisieron compartirla con otros. Habiendo conocido
por la fe quien es Jesús, pudieron ver y hacer ver los rasgos de su misterio durante toda su
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vida terrena. Desde los pañales de su natividad (Lc 2, 7) hasta el vinagre de su Pasión (cf. Mt
27,48) y el sudario de su resurrección (cf. Jn 20, 7), todo en la vida de Jesús es signo de su
misterio. A través de sus gestos, sus milagros y sus palabras, se ha revelado que "en el reside
toda la Plenitud de la Divinidad corporalmente" (Col 2, 9). Su humanidad aparece así como el
"sacramento", es decir, el signo y el instrumento de su divinidad y de la salvación que trae
consigo: lo que había de visible en su vida terrena conduce al ministerio invisible de su
filiación divina y de su misión redentora.
Los rasgos comunes en los misterios de Jesús
516 Toda la vida de Cristo es Revelación del Padre: sus palabras y sus obras, sus silencios y
sus sufrimientos, su manera de ser y de hablar. Jesús puede decir: "Quien me ve a mí, ve al
Padre" (Jn 14, 9), y el Padre: "Este es mi Hijo amado; escuchadlo" (Lc 9, 35). Nuestro Señor,
al haberse hecho para cumplir la voluntad del Padre (cf. Hb 10, 57), nos "manifestó el amor
que nos tiene" (1 Jn 4, 9) con los menores rasgos de sus misterios.
517 Toda la vida de Cristo es misterio de redención. La redención nos viene ante todo por la
sangre de la cruz (cf. Ef 1, 7; Col 1, 13-14; 1 P 1, 18-19), pero este misterio está actuando en
toda la vida de Cristo: ya en su encarnación porque haciéndose pobre nos enriquece con su
pobreza (cf. 2 Co 8, 9); en su vida oculta donde repara nuestra insumisión mediante su
sometimiento (cf. Lc 2, 51); en su palabra que purifica a sus oyentes (cf. Jn 15, 3); en sus
curaciones y en sus exorcismos, por los cuales "el tomó nuestras flaquezas y cargó con
nuestras enfermedades" (Mt 8, 17; cf. Is 53, 4); en su resurrección, por medio de la cual nos
justifica (cf. Rm 4, 25).
520 Toda su vida, Jesús se muestra como nuestro modelo (cf. Rm 15, 5; Flp 2, 5): El es el
"hombre perfecto" (GS 38) que nos invita a ser sus discípulos y a seguirlo; con su
anonadamiento, nos ha dado un ejemplo que imitar (cf. Jn 13, 15); con su oración atrae a la
oración (cf. Lc 11, 1); con su pobreza, llama a aceptar libremente la privación y las 521 Todo
lo que Cristo vivió hace que podamos vivirlo en El y que El lo viva en nosotros. "El Hijo de
Dios con su encarnación se ha unido en cierto modo con todo hombre" (GS 22, 2). Estamos
llamados a no ser mas que una sola cosa con El; nos hace comulgar en cuanto miembros de su
Cuerpo en lo que El vivió en su carne por nosotros y como modelo nuestro.
Debemos continuar y cumplir en nosotros los estados y misterios de Jesús, y pedirle
con frecuencia que los realice y lleve a plenitud en nosotros y en toda su Iglesia...
Porque el Hijo de Dios tiene el designio de hacer participar y de extender y
continuar sus misterios en nosotros y en toda su Iglesia por las gracias que El
quiere comunicamos y por los efectos que quiere obrar en nosotros gracias a estos
misterios. Y por este medio quiere cumplirlos en nosotros (S. Juan Eudes, regn.)
persecuciones (cf. Mt 5, 11-12).
Nota: Aunque esta sección no viene en el Manual Básico, pensamos que conviene decir una
palabra sobre su personalidad: Su personalidad Jesús tenía una personalidad muy atrayente.
Cuando predicaba, no cabían en el lugar en donde se encontraba Jesús. Con cuatro palabras
cambiaba el sentido y el destino de muchas personas, "Tu ven y sígueme"
A veces sus discípulos se desanimaban. Pero pronto comprendían que sólo en Cristo se
encuentra el hombre con Dios: "Señor, ¿a quién iremos? Sólo tu tienes palabras de vida
eterna." A los que lo han dejado todo por él, Cristo promete una recompensa plena: "Todo el
que deja casa, hermanos, hermanas, padre , madre, hijos y propiedades, por el reino de Dios,
recibirá cien veces lo que dejó y más en la vida eterna."
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Tan atrayente era, que la gente la quería proclamar Rey. Hoy en día, Cristo sigue atrayendo
a grandes multitudes, en especial a jóvenes como tú y yo. No falta quien diga que ha muerto,
que su mensaje no tiene relevancia; pero eso no es cierto. Cristo sigue atrayendo a los
corazones hacia Él, especialmente los más necesitados, los más pobres, los más lastimados. Y
Cristo te quiere atraer a ti en esta Jornada!
3.3 Cristo el Hijo de Dios. Dios que se hace hombre, no un hombre que se hace Dios.
En Cristo se unen las dos naturalezas, la humana y la Divina.
Si Pedro pudo reconocer el carácter trascendente de la filiación divina Jesús Mesías, es
porque este lo dejó entender claramente. Ante el Sanedrín, a la pregunta de sus acusadores:
"Entonces, ¿tú eres el Hijo de Dios?", Jesús ha respondido: "Vosotros lo decís: yo soy" (Lc 22,
70; cf. Mt 26, 64; Mc 14, 61). Ya mucho antes, El se designó como el "Hijo" que conoce al
Padre (cf. Mt 11, 27; 21, 37-38), que es distinto de los "siervos" que Dios envió antes a su
pueblo (cf. Mt 21, 34-36), superior a los propios ángeles (cf. Mt 24, 36). Distinguió su filiación
de la de sus discípulos, no diciendo jamás "nuestro Padre" (cf. Mt 5, 48; 6, 8; 7, 21; Lc 11, 13)
salvo para ordenarles: "Vosotros, pues, orad así: padrenuestro" (Mt 6, 9); y subrayó esta
distinción: "Mi Padre y vuestro Padre" (Jn 20, 17).
541 "Después que Juan fue preso, marchó Jesús a Galilea; y proclamaba la Buena Nueva de
Dios: 'El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios esta cerca; convertíos y creed en la Buena
Nueva" (Mc 1, 15).
"Cristo, por tanto, para hacer la voluntad del Padre, inauguró en la tierra el Reino de los
Cielos" (LG 3). Pues bien, la voluntad del Padre es "elevar a los hombres a la participación de
la vida divina" (LG 2). Lo hace reuniendo a los hombres en torno a su Hijo, Jesucristo. esta
reunión es la Iglesia, que es sobre la Tierra "el germen y el comienzo de este Reino" (LG 5).
El anuncio del Reino de Dios
543 Todos los hombres están llamados a entrar en el Reino. Anunciado en primer lugar a los
hijos de Israel (cf. Mt 10, 57), este reino mesiánico esta destinado a acoger a los hombres de
todas las naciones (cf. Mt 8, 11; 28, 29). Para entrar en el, es necesario acoger la palabra de
Jesús:
544 El Reino pertenece a los pobres y a los pequeños, es decir a los que lo acogen con un
corazón humilde. Jesús fue enviado para "anunciar la Buena Nueva a los pobres" (Lc 4, 18;
cf. 7, 22). Los declara bienaventurados porque de "ellos es el Reino de los cielos" (Mt 5, 3); a
los pequeños es a quienes el Padre se ha dignado revelar las cosas que ha ocultado a los
sabios y prudentes (cf. Mt 11, 25). Jesús, desde el pesebre hasta la cruz comparte la vida de
los pobres; conoce el hambre (cf. Mc 2, 23-26; Mt 21, 18), la sed (cf. Jn 4, 67; 19-28) y la
privación (cf. Lc 9, 58). Aun mas; se identifica con los pobres de todas clases y hace el amor
activo hacia ellos la condición para entrar en su Reino (cf. Mt 25, 31-46).
545 Jesús invita a los pecadores al banquete del Reino: "No he venido a llamar a justos sino a
pecadores" (Mc 2, 17; cf. 1 Tm 1, 15). Les invita a la conversión, sin la cual no se puede entrar
en el Reino, pero les muestra de palabra y con hechos la misericordia sin limites de su Padre
hacia ellos (cf. Lc 15, 11-32) y la inmensa "alegría en el cielo por un solo pecador que se
convierta" (Lc 15, 7). La prueba suprema de este amor será el sacrificio de su propia vida
"para remisión de los pecados" (Mt 26, 28).
Los signos del Reino de Dios
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547 Jesús acompaña sus palabras con numerosos "milagros, prodigios y signos" (Hch 2, 22)
que manifiestan que el Reino esta presente en El. Ellos atestiguan que Jesús es el Mesías
anunciado (cf. Lc 7, 18-23).
548 Los signos que lleva a cabo Jesús testimonian que el Padre lo ha enviado (cf. Jn 5, 36; 10,
25). Invitan a creer en Jesús (cf Jn 10, 38). Concede lo que le piden a los que acuden a El con
fe (cf. Mc 5, 25-34; 10, 52). Por tanto, los milagros fortalecen la fe en Aquel que hace las obras
de su Padre: éstas testimonian que El es Hijo de Dios (cf. Jn 10, 31-38). Pero también pueden
ser "ocasión de escándalo" (Mt 11, 6). No pretenden satisfacer la curiosidad ni los deseos
mágicos. A pesar de tan evidentes milagros, Jesús es rechazado por algunos (cf. Jn 11, 47-48);
incluso se lo acusa de obrar movido por los demonios (cf. Mc 3, 22
549 Al liberar a algunos hombres de los males terrenos del hambre (cf. Jn 6, 5-15), de la
injusticia (cf. Lc 19, 8), de la enfermedad y de la muerte (cf. Mt 11, 5), Jesús realizó unos
signos mesiánicos; no obstante, no vino para abolir todos los males aquí abajo (cf. Lc 12, 13.
14; Jn 18, 36), sino a liberar a los hombres de la esclavitud más grave, la del pecado (cf. Jn 8,
34-36), que es el obstáculo en su vocación de hijos de Dios y causa de todas sus servidumbres
humanas.
550 La venida del Reino de Dios es la derrota del reino de Satanás (cf. Mt 12, 26): "Pero si por
el Espíritu de Dios expulso yo los demonios, es que ha llegado a vosotros el Reino de Dios"
(Mt 12, 28). Los exorcismos de Jesús liberan a los hombres del dominio de los demonios (cf.
Lc 8, 26-39). Anticipan la gran victoria de Jesús sobre "el príncipe de este mundo" (Jn 12, 31).
Por la cruz de Cristo será definitivamente establecido el Reino de Dios: Regnavit a ligno Deus
("Dios reinó desde el madero de la cruz", himno Vexilla Regis).
"Las llaves del Reino"
551 Desde el comienzo de su vida pública Jesús eligió unos hombres, en numero de doce, para
estar con El y participar en
su misión (cf. Mc 3, 13-l9); les hizo partícipes de su autoridad "y los envió a proclamar el
Reino de Dios y a curar" (Lc 9, 2). Ellos permanecen para siempre asociados al Reino de
Cristo porque por medio de ellos dirige su Iglesia: "Yo, por mi parte, dispongo el Reino para
vosotros como mí Padre lo dispuso para mi, para que comáis y bebáis a mi mesa en mi Reino
y os sentéis sobre tronos para juzgar a las doce tribus de Israel" (Lc 22, 29-30) 546 Jesús
llama a entrar en el Reino a través de las parábolas, rasgo típico de su enseñanza (cf. Mc 4,
33-34). Por medio de ellas invita al banquete del Reino (cf. Mt 22, 1-14), pero exige también
una elección radical para alcanzar el Reino: es necesario darlo todo (cf. Mt 13, 44-45), las
palabras no bastan, hacen falta obras (cf. Mt 21, 28-32). Las parábolas son como un espejo
para el hombre: ¿acoge la palabra como un suelo duro o como una buena tierra? (cf. Mt 13,
39) ¿Qué hace con los talentos recibidos (cf. Mt 25, 14-30)? Jesús y la presencia del Reino en
este mundo están secretamente en el corazón de las parábolas. Es preciso entrar en el Reino,
es decir, hacerse discípulo de Cristo para "conocer los misterios del Reino de los cielos" (Mt
13, 11). Para los que están "fuera" (Mc 4, 11), la enseñanza de las parábolas es algo
enigmático (cf. Mt 13. 10-15
555 Por un instante, Jesús muestra su gloria divina, confirmando así la confesión de Pedro.
Muestra también que para "entrar en su gloria" (Lc 24, 26), es necesario pasar por la cruz en
Jerusalén. Moisés y Elías habían visto la gloria de Dios en la montaña; la Ley y los profetas
habían anunciado los sufrimientos del Mesías (cf. Lc 24, 27).
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La nube indica la presencia del Espíritu Santo: Tota Trinitas apparuit: Pater in voce, Filius
in homine, Spiritus in nube clara ("Apareció toda la Trinidad: el Padre en la voz, el Hijo en el
hombre, el Espíritu en la nube luminosa", santo Tomás, s. th. 3, 45, 4, ad 2).
Tú te has transfigurado en la montaña y, en la medida en que ellos eran capaces, tus
discípulos han contemplado tu gloria, oh Cristo Dios, a fin de que cuando te vieran
crucificado comprendiesen que tu pasión era voluntaria, y anunciasen al mundo que Tú eres
verdaderamente la irradiación del Padre (Liturgia bizantina, Kontakion de la fiesta de la
transfiguración).
La Palabra de Dios se compara a una semilla sembrada en el campo: los que escuchan con fe
y se unen al pequeño rebaño de Cristo han acogido el Reino; después la semilla, por sí misma,
germina y crece hasta el tiempo de la siega (LG 5).
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