10 ABRIL 20 E Mujeres en el ejercicio de su ciudadanía n nuestro país, generalmente, cuando hablamos de ciudadanía nos referimos a la condición que se adquiere a los 18 años y que incluye especialmente tener la tarjeta de identidad que nos habilita, entre otras cosas, para ejercer el sufragio. Sin embargo, el contenido de la ciudadanía va más allá: pasa por un ejercicio real de los derechos humanos civiles, políticos, sociales y económicos. Esta edición de nuestro boletín Tiempo de Leer la dedicamos a las mujeres quienes, conscientes de los peligros de expresar públicamente sus ideas y posiciones en contra del poder en el marco de un gobierno usurpador y violador de los derechos humanos, han dado un paso adelante en el ejercicio de su ciudadanía. Sus palabras, sus testimonios, dan contenido a este boletín. En los últimos años, antes del 28 de junio de 2009, de alguna manera se reconocían formalmente los derechos civiles y políticos. Sin embargo, derechos fundamentales como el derecho a la alimentación, a la salud, a la vivienda digna, a un trabajo digno y a un salario justo, se continuaban violando abiertamente. Las estadísticas oficiales dan cuenta de la enorme brecha que existe entre ricos y pobres1, la que cada vez crece y visibiliza 1 Según datos de la EPHPM –mayo 2009 el 58.8% de la población de Honduras está en situación de pobreza y el 36.4% en extrema pobreza. CDM Tegucigalpa: Col. Lara Norte, Calle Lara, Casa No. 834. Teléfono y Fax: (504) 221-0459 y 221-0657. Apartado Postal No. 4562, Tegucigalpa M.D.C., Honduras, C.A. E-mails: [email protected] / [email protected] las enormes desigualdades y la exclusión social, mostrando que falta mucho para alcanzar los derechos sociales y económicos. Después del 28 de junio, el pueblo hondureño constató con tristeza e indignación que ya no teníamos ni el reconocimiento formal de nuestros derechos civiles y políticos. Se dio cuenta de que el legítimo derecho del pueblo a ser consultado había sido confiscado y que la clase política nos estaba dando “atol con el dedo”. El pueblo hondureño comprendió que le habían vendido la palabra democracia vacía de contenido, que realmente quienes tomaban las decisiones más importantes en el país era la clase política en contubernio con el poder económico nacional y transnacional, haciendo prevalecer sus intereses por sobre los de un pueblo ingenuo y empobrecido. » Nos quitaron una venda de los ojos, pensábamos que en verdad vivíamos en un estado de derecho, que habíamos conquistado la democracia, creíamos que los organismos internacionales funcionaban y nos situábamos en otro mundo totalmente diferente y en el momento del golpe de Estado nos damos cuenta que nada de lo que pensábamos tener es lo que tenemos. LIO, Tegucigalpa. Levantándonos y haciéndonos escuchar A raíz del 28 de junio de 2009, las mujeres expresamos nuestra opinión manifestándonos en las calles en contra de la injusticia y de las decisiones inconstitucionales tomadas por el Congreso Nacional, la Corte Suprema de Justicia, el Ministerio Público, entre otras instancias del Estado. » Al momento del golpe de Estado me encontra- En ese despertar de conciencia, las mujeres2 no se quedaron atrás. Mujeres jóvenes, maduras, ancianas, negras, indígenas, mestizas, blancas, pobladoras, campesinas, obreras, profesionales, feministas y no feministas, con opciones sexuales diferentes, salimos a las calles a manifestarnos en contra de lo que nos estaban arrebatando: la débil democracia en proceso de construcción. Las mujeres hemos estado siempre en resistencia, desde el seno del hogar en contra de las opresiones por parte de la pareja, el padre, el hermano, hasta las luchas de las feministas por la participación política o por el derecho a decidir sobre nuestro cuerpo. En el marco de las acciones de resistencia en contra del golpe de Estado, las mujeres nos posicionamos públicamente con análisis críticos como sujetas políticas: nos opusimos al rompimiento del orden constitucional; y, además, colocamos nuestros temas, como el derecho a una vida sin violencia, un imperativo de la democracia y de la ciudadanía plena, que significa que las mujeres tengamos el derecho de opinar, reflexionar, evaluar, criticar, proponer, auditar y exigir transparencia y cumplimiento por parte de las instancias del gobierno. Para que un pueblo tenga la condición de ciudadanía no basta con el deseo o los esfuerzos de la ciudadana o el ciudadano, se necesita que el Estado y su aparato de gobierno la garanticen, la promuevan e inviertan esfuerzos en protegerla, en respetarla. 2 Se calcula que el 60% de las personas que se manifestaron públicamente en contra del golpe de Estado y de la dictadura político–militar eran mujeres. ba rodeada de personas que al igual que yo pensaban que fue una injusticia total, una violación a los derechos humanos, así que ir a las calles para mi no era cuestionable… Ponerme en resistencia fue como la práctica de todo lo que he creído, para mi era como obligación, no se podía agachar la cabeza cuando habíamos esperado tanto por los cambios. LIO, Tegucigalpa. » Yo pienso que a los empresarios o a quienes tienen el poder político y económico no les conviene que el pueblo tenga una participación real y eso es lo que ellos quieren impedir porque serían tocados muchos de sus intereses. MSD, Marcala. Evaluando y asumiendo posturas críticas ante las actuaciones del gobierno L » a toma de conciencia ciudadana de las mujeres pasó por el análisis crítico de la situación política, sociocultural y económica del país: No puedo como mujer con conciencia política y conciencia de clase esperar que la burguesía me de participación ciudadana; esa participación ciudadana que da la burguesía es para la burguesía. MM, SPS. También el ejercicio de analizar lo que ocurre a nuestro alrededor nos hizo ver lo positivo y los avances dentro del caos o del conflicto: » Qué mal que pasó, pero sin el golpe de Estado no estaríamos tan reflexivos, tan críticos, no estaríamos pensando en fortalecimiento, no estaríamos viendo hacia La Constituyente. LIO, Tegucigalpa. Tenemos derecho a ser consultadas y a participar L a participación ciudadana se entiende también como la intervención e influencia de la población en todos aquellos espacios de toma de decisiones públicas, para hacer valer intereses sociales y colectivos, incluyendo el derecho a la consulta: » Yo me involucré en esta lucha desde antes del golpe de Estado, estuve participando desde enero haciendo propuestas de cómo debería hacerse la consulta popular, porque mucha gente confundía dos cosas: una es la consulta popular y otra la cuarta urna. El 28 de junio era la consulta popular a la que teníamos derecho como ciudadanos y ciudadanas a ejercerla; la cuarta urna era lo que iba a suceder el 29 de noviembre cuando se iba a colocar una cuarta urna para decir si estábamos o no de acuerdo con la constituyente, desde entonces ando involucrada para lograr que nuestra población entendiera qué era una consulta popular y qué era la cuarta urna. Posteriormente al 28 de junio, cuando el golpe, me involucré de lleno todos los días y todo el tiempo. MM, SPS sistema patriarcal, neoliberal, capitalista y que hagamos la ingobernabilidad, a seguir evidenciando que esto no funciona para la vida de nadie.” LIO, Tegucigalpa. ¿Qué ganamos las mujeres después del 28 de junio? L a teoría de transformación de conflictos afirma que los conflictos y las dificultades dan la oportunidad a las humanas y humanos de crecer y fortalecerse a partir de la experiencia vivida y los aprendizajes alcanzados, y eso es precisamente lo que expresan las mujeres entrevistadas que han participado en las acciones convocadas por el Frente Nacional de Resistencia Popular. » Han despertado muchas cosas que antes estaban dormidas en mí, no esa ciudadanía plena como la deberíamos vivir las mujeres, porque aún hay muchas cosas que nos restringen, que no podemos sacar, sí siento que hay cosas que he podido despertar, han nacido nuevas cosas en mí. MLS, Lempira. » Haciendo una valoración positiva de toda esta situación creo que las mujeres, al igual que toda la ciudadanía, vamos a tener mayor conciencia y sin saberlo vamos a practicar más la ciudadanía y esto ha servido para fortalecerla porque nos hemos dado cuenta que tenemos derecho de manifestarnos, de exigir, de protestar. MEA, Siguatepeque. Proponiendo y exigiendo transparencia y cumplimiento L a participación de las mujeres en favor de las transformaciones democráticas quedó de manifiesto no sólo en el hecho de su participación en las manifestaciones públicas, o por haber sido objeto de la violación de derechos humanos, sino también en su capacidad para proponer, para organizar, para construir. » Soy lideresa del Frente, he participado en todas » las acciones del Frente, después de la represión que tuvimos en la Plaza La Libertad, fue cuando nos reunimos y tomamos la determinación de iniciar el trabajo de concientización y movilización de los barrios, llegamos como Frente a los barrios y movilizamos hasta 30,000 personas… MM, SPS De aquí parto a buscar compañeras de luchas que quieran aprender, estudiar, que quieran reconocerse, que quieran darle la vuelta a este Además, la lucha por una verdadera democracia y por la justicia, ha fortalecido nuestra autoestima y nos afirma como sujetas de derecho. » Hemos perdido el miedo, siento que tengo más fuerzas para luchar, siento que dentro de mí hay una mujer más segura de lo que soy CE, SPS. » Había un temor, como que no queríamos darnos » a conocer, expresarnos. Ahora yo me siento con más libertad, siento que puedo salir y participar más. Libertad entre comillas porque si bien es cierto uno se da esa libertad puede ser que haya otro que se la restrinja. MLS, Lempira …son colección de cosas que me han hecho ser la que hoy soy, puede ser extraño pero en este contexto he crecido en tolerancia, he crecido en Preparándonos para el ejercicio de la ciudadanía de las mujeres en nuestro país E l reconocimiento de la ciudadanía es un reto para las mujeres, debe empezar por el cuestionamiento de las condiciones de injusticia, desigualdad y opresión en las que cada una de nosotras vivimos, asumiendo ese cambio personal sin perder de vista la situación de las otras mujeres. Luego supone la necesidad de tomar acciones conjuntas, procurando espacios de análisis y reflexión y construyendo un tejido social que nos permita emprender acciones en beneficio de los intereses de las mujeres. » Deberíamos luchar » para no dejar morir lo que hicimos nacer en esta temporada, porque las mujeres nos hemos salido de nuestras casas donde estábamos escondidas, hemos salido a las calles donde sea que haya una jornada, si hacemos vivir esto y no dejamos que esto desaparezca, yo creo que se prevé un buen futuro para las mujeres, pero hay que trabajar mucho y exigir que nuestros derechos se respeten. MLS, Lempira. Hoy en día la mujer ha ido avanzando y abandona las cuatro paredes donde ha estado metida por muchos años, ahora sale con libertad sabiendo que tiene un derecho que no se lo puede violar su esposo, ni el alcalde, ni el gobernador: sabe que tiene derecho a protestar, ningún militar ni policía tiene potestad de golpear ni humillar a esa mujer. FR, Lempira Tenemos un gran trabajo de cara al fortalecimiento del ejercicio de la ciudadanía de las mujeres. Apoyar a las compañeras a que transgredan, a que se apropien de sus propios cuerpos y sus vidas y decidan por ellas mismas. También el reto es buscar fortalecer nuestras organizaciones. » Porque creo que la lucha no puedo hacerla sola, los cambios son para las masas, y creo que ese es el reto que tenemos en Honduras, porque somos una sociedad individualista. Las cosas se van a ser con la multitud con la gente que necesita al igual que yo decir, gritar, hablar y protestar en contra del golpe de Estado, de la militarización, en contra de la represión. Ponernos en resistencia fue la respuesta, creo que una sola puede hacer por una misma, pero si de verdad querés construir, renovar o reinventar algo no lo podés hacer sola, tenés que hacerlo con más gente. Podés brindar las ideas pero tenés que acompañarte de otras personas.LIO, Tegucigalpa Una nueva voz: las mujeres ciudadanas en resistencia S ólo se producirá un cambio en nuestro país si las mujeres, en todos los niveles, plenamente conscientes de nuestros derechos y de nuestras responsabilidades, expresamos colectivamente nuestras convicciones y elevamos nuestra voz con propuestas concretas. Estamos seguras que nuestra voz será diferente: trataremos más de integrar que de excluir, de promover la justicia en lugar de la injusticia, de promover la convergencia en lugar de la separación, de fomentar el respeto a las diferencias en lugar de la discriminación. Esta es una publicación del Centro de Derechos de Mujeres, organización que trabaja en la promoción y defensa de los derechos de las mujeres hondureñas. Ha sido publicada con el apoyo de: Diseño: Edmundo Lobo respeto y creo que ha sido por los encontronazos que he tenido con diferentes posiciones o con la discriminación directa que le hacen al pensamiento feminista. LIO, Tegucigalpa.