HALLAZGOS PERMANENTES DE LA EUCARISTÍA POR MEDIO DE LA CONTEMPLACIÓN LIBRO II – 8ª PARTE ÍNDICE INTRODUCCIÓN 3 ALGUNAS INTUICIONES TEOLÓGICAS RECIENTES LA ADORACIÓN EUCARÍSTICA 3 LA EUCARISTÍA EN LA EXPERIENCIA DE MARÍA DE LA PASIÓN 5 LECTURA ADICIONAL 7 LA EUCARISTÍA, LA ADORACIÓN EUCARÍSTICA EN EL CARISMA FMM HOY 7 LECTURA ADICIONAL 10 CONCLUSIÓN 10 NOTAS AL FINAL 11 2 LA CONTEMPLACIÓN EUCARÍSTICA EN LA EXPERIENCIA DE MARÍA DE LA PASIÓN Y DE LAS FMM HOY INTRODUCCIÓN María de la Pasión insiste en la centralidad de la adoración Eucarística como prolongación de la celebración de la Misa en la vida de cada Franciscana Misionera de María. Este enfoque en la Eucaristía es un espacio de contemplación profunda y base fundamental de la llamada del Instituto a la Misión Universal. Consideraremos brevemente algunas intuiciones sobre la Eucaristía y la adoración Eucarística. Observaremos que el don de la Eucaristía se despliega para María de la Pasión mediante un hallazgo permanente, y finalmente cómo este don de la Eucaristía continua desplegándose para nosotras en nuestra época ALGUNAS INTUICIONES TEOLÓGICAS RECIENTES – LA ADORACIÓN EUCARÍSTICA “Prolongando la celebración de la Eucaristía, la adoración es contemplación y reconocimiento de la presencia real y sacramental de Cristo en las Sagradas especies de pan y vino, fuera de la celebración de la Misa. La Eucaristía penetra en la vida cuando se deja un tiempo a parte y la oportunidad de ahondar y descubrir todo lo que la liturgia expresa, celebra y vive. La adoración va dirigida a Dios Padre por Jesucristo en el Espíritu Santo. Es el culto a la Trinidad que expresa la acción de gracias y la maravilla por el amor de Dios Padre, la mediación salvadora de Cristo, el gozoso don y el consuelo del Espíritu. 1 … En la adoración entramos en un verdadero diálogo en el que nos abrimos a la contemplación, maravillados en silencio ante la experiencia de Dios, el gozo y deleite de la fe, de la que recibimos la energía para un mayor compromiso y sentido de responsabilidad en nuestros esfuerzos de evangelización.…La 3 adoración es al igual, un signo de solidaridad con los más necesitados y desfavorecidos de todo el mundo …este vínculo de oración fortalece el sentido de justicia y fraternidad (sic).… La relación de la vida cristiana con la Eucaristía no se restringe a la celebración de la Misa y a la adoración, sino que abarca toda la existencia. La liturgia Eucarística está íntimamente unida a ‘la liturgia’ de la vida. …La celebración y adoración Eucarísticas deben llevar a los cristianos a vivir la Eucaristía.” “Vivir la Eucaristía significa que cada aspecto de la existencia humana refleja y manifiesta lo que se celebra y contempla. Por esta razón, como fue expresado de diferentes maneras en el Concilio Vaticano, la liturgia de la Eucaristía se prolonga en la liturgia de la vida para que los creyentes, en cada momento, estén capacitados a ser ‘adoradores en espíritu y en verdad’… La Eucaristía es alimento y vida, cumbre y fuente de evangelización… de hecho en la Eucaristía vivimos el poder del Evangelio, hacemos la experiencia de peregrinos del Evangelio, y aspiramos a la plenitud evangélica que solamente se realizará en los últimos tiempos. Como la Iglesia, la evangelización también brota de la Eucaristía como el que ‘ya está ahí’ pero al mismo tiempo ‘no todavía’ que involucra y mantiene la tensión de la esperanza.” 2 “… La adoración Eucarística es… la dimensión vertical en la que coinciden el sacerdocio universal y especial. Si la distinción de las dos llamadas se expresa de diferente manera durante la Misa, en la adoración vemos que los dos se unen: todos hemos recibido de este sacramento y lo único que podemos hacer es estar ante él, y adorarlo.… La comunión y la adoración no van juntos pero tampoco están opuestos, sino que son indivisiblemente uno. Comulgar significa entrar en amistad. Por eso la Comunión y la contemplación van juntas… Comulgar con Cristo nos pide por consiguiente mirarle fijamente, permitir que Él nos mire, escucharle, llegar a conocerle” 3 4 LA EUCARISTÍA EN LA EXPERIENCIA DE MARÍA DE LA PASIÓN Estudiando las palabras de María de la Pasión acerca de la Eucaristía y de su lugar específico en el carisma FMM, se hace evidente que para una Franciscana Misionera de María, la Eucaristía no es una devoción; es un estilo de vida. En la vida de María de la Pasión la Misa y su Adoración ante la Eucaristía llegaron a ser, cada vez más, parte de su manera de ver, su manera de vivir. “Todo lo que abarca la existencia humana se convierte en ‘Sacramento' por la Eucaristía.” 4 María de la Pasión, escribe a sus hermanas sobre la Eucaristía en el libro de las Constituciones: “La adoración del Santísimo Sacramento es el sello de nuestra vocación… quisiera que mis hijas comprendiesen bien que, tanto en la adoración como en la santa Misa, están en todo el esplendor de su vocación”. 5 Más informal y espontáneamente escribe en Diario de una madre a sus hijas : “A veces me pregunto qué podría hacer para que mis hijas comprendiesen bien esta vocación de víctimas adoratrices del Santísimo Sacramento que, para mí, predomina sobre todas las demás en el Instituto y de la que nuestra vida misionera no es más que una consecuencia.” 6 Y en su correspondencia oficial al Instituto, especifica nuevamente este aspecto de la vocación FMM: “La Virgen María ha suscitado a sus misioneras, víctimas, adoratrices del Santísimo Sacramento, para implorar la misericordia de su Hijo… y atraer una nueva efusión del reino de Jesús.”7 El carisma que María de la Pasión recibió como don en el momento de la fundación del Instituto de las Franciscanas Misioneras de María, fue al mismo tiempo, un camino personal de fe y descubrimiento, continuado a lo largo de su vida. Durante un retiro en mayo de 1891 recuerda: “No hay palabras humanas para expresar lo que he contemplado a propósito de la gracia. Jesús sólo nos puede obtener la gracia; así pues, sin Él no somos nada respecto a la gracia, sólo podemos 5 obtenerla por Él. Él está vivo en el Santo Sacrificio y en la Eucaristía. La gracia vivificante fluye sin cesar sobre el mundo; de esto puedo decir algo, pero lo demás no puedo expresarlo. La Trinidad me dejó contemplar un instante su belleza: el amor es, se conoce, se manifiesta.” 8 Durante el mismo retiro escribe: “Estoy sobrecogida por esta palabra: “Tengo en mí la oración al Dios de mi vida”. Jesús víctima en mí, es una oración viviente por la Eucaristía. Veo de una forma que no puedo explicar a Jesús unido a María por la Eucaristía. Quien mejor que María puede decir: “Tengo en mí la oración al Dios de mi vida” … Dios me manifiesta que Jesús ora en mí, como fuera de mí. Ante el tabernáculo veo que se adueña de mis caminos y toda la mística de este relato misterioso parece más transparente, aunque todo esté lejos de ser revelado.”9 María de la Pasión continúa con sus notas escritas, regresando con su mente a la experiencia en el Claustro de las Clarisas de Nantes, escenario de aquella gracia misteriosa del 23 de enero de 1961, cuando sintió que su corazón ardía al pensar en los mártires, tomó en su regazo el Libro de los Evangelios, y unos momentos después cuando fue al Coro a buscar el tratado de la obediencia para la Maestra de Novicias, cómo se sintió aferrada por la toma de conciencia de que Dios la llamaba a ofrecerse – “María, víctima de Jesús y de Jesús Crucificado. Ella comenta: Desde entonces siento que ‘tengo en mí la oración al Dios de mi vida.” 10 Estas notas nos ofrecen alguna luz sobre la forma en que María de la Pasión experimentó a Dios en su vida, su comprensión de la Eucaristía nos muestra como vio que su vida procedía en la fe hacia un descubrimiento cada vez más profundo. Para ella este descubrimiento permanente en la contemplación, sobre todo en la Eucaristía, le conduce a arraigarse firmemente en el carisma que ha recibido como don, no sólo para ella sino para la Iglesia y el pueblo de Dios, por medio de las jóvenes que entrarían en el Instituto. 6 LECTURA ADICIONAL Juan Pablo II Encíclica Dominum et Vivificantem , sobre el Espíritu Santo en la Vida de la Iglesia y del Mundo - 1986. no. 62 Juan Pablo II. – Ecclesia de Eucharistia. - .Sobre la Eucaristía en su relación con la Iglesia 2003, en su totalidad, especialmente los nos. 25, 53-58. Benedicto XVI. – Encíclica Deus Caritas Est - Dios es Amor 2005, sobre todo los nos. 12-15, 41-42. María de la Pasión. Retiro del 23 de enero al 4 de febrero, 1888 y el Retiro 7 - 16 mayo, 1891 , ¿A dónde me conduces? Grottaferrata: Franciscanas Misioneras de María, 1979. Pg. 1 - 67 y 140-187 Marie-Thérèse de Maleissye, FMM. “La Eucaristía, Sacramento de la Misión” en Quince días de oración con María de la Pasión. San Pablo 2000. 87-95 LA EUCARISTÍA Y LA CONTEMPLACIÓN EUCARÍSTICA EN EL CARISMA FMM HOY Cada joven llamada a ser Franciscana Misionera de María recibe igualmente el don del carisma FMM. Cada una entra en un camino de fe. Aunque no es posible describir este camino de fe para cada FMM, las Constituciones revisadas después del Vaticano II y los documentos que surgieron de los Capítulos Generales hasta nuestros días, especifican los hallazgos profundos sobre el significado de la Eucaristía en el carisma del Instituto. Éstos representan las experiencias vividas de los miembros del Instituto hoy. La revisión de las Constituciones comenzó en el Capítulo General de 1972-73, continuada en el Capítulo General de 1978-79 y finalizada en el Capítulo General de 1984. La relación fundamental entre la celebración litúrgica de la Eucaristía y la 7 Adoración Eucarística, que María de la Pasión había recalcado encontró su expresión en las Constituciones revisadas:“El misterio de salvación se actualiza en la Eucaristía; de la celebración y adoración eucarísticas brota el dinamismo contemplativo y misionero de toda nuestra vida.”11 Y la relación entre la Eucaristía, la Misa, la Adoración, y las personas a quienes somos enviadas, evidenciada en los documentos de la Iglesia, y en los escritos de María de la Pasión, se expresa claramente en el mismo artículo de las Constituciones: “Cristo a quien contemplamos nos envía a nuestros hermanos, en los que descubrimos su presencia oculta, y ellos a su vez, nos envían a la contemplación de Cristo.” 12 En 1984, el Capítulo general, comenzando por la experiencia vivida de las FMM por todo el mundo, afirmó la llamada del Instituto a ser una comunidad evangelizadora, llamada a contemplar, cada día y de nuevo a Cristo en la Eucaristía, fuente de nuestra comunión y dinamismo misionero. 13 La Eucaristía fue el enfoque del Capítulo General de 1990. El Documento del Capítulo señaló varias convicciones importantes vividas o deseadas por las FMM. Este Capítulo, haciendo eco de la experiencia de las FMM por todo el mundo, expresó fuertes convicciones que se reflejaron en un profundo compartir antes y durante el Capítulo. 14 Los miembros del Capítulo reconocieron su encuentro con la realidad del mundo y, experimentaron el desafío de una mayor necesidad de unidad de vida, radicalidad, comunión y minoridad. Delineando el carisma FMM , afirmaron la necesidad de revalorizar nuestra contemplación dando de nuevo a la adoración su lugar vital, integrando en la celebración de la Eucarística toda la realidad que vivimos. El Capítulo articuló la relación entre Eucaristía y Ofrenda para cada FMM, explicitando la esperanza que nuestra ‘pasión por la Eucaristía’ nos compromete a una ofrenda radical de nosotras mismas… dejando que la Eucaristía marque profundamente nuestras opciones como mujeres consagradas, nuestro estilo de vida y compromisos…15 8 Los miembros del Capítulo expresaron el deseo profundo de que nuestro servicio misionero saque de la Eucaristía, un nuevo dinamismo para la transformación del mundo en el espíritu franciscano.16 El Capítulo General de 1996, describió nuestra identidad Misionera, declarando que La contemplación Eucarística está en el centro de nuestra misión. Las referencias del Capítulo sobre esta declaración: Constituciones artículos 3,13,35,39 y el Documento del Capítulo General precedente, de 1990, p 12. Las tres orientaciones de este Capítulo se desprenden de nuestra Identidad Misionera FMM: Vivir la justicia como artífices de paz; participar en el encuentro del Evangelio con las culturas; colaborar con la comunión con vistas al Reino de Dios. La realidad de que la contemplación Eucarística está al centro de nuestra misión, arraiga estas orientaciones en los elementos del carisma FMM. En el Capítulo General 2002, Discípulas enviadas a la Misión universal en el mundo de hoy , el carisma FMM fue reconocido y ratificado por la Iglesia al beatificar a María de la Pasión durante el Capítulo:17 Este Capítulo no entró en los detalles de los elementos del carisma FMM; más bien asumió el carisma en las orientaciones tomadas: Revitalizar el encuentro con Jesucristo - vivir como discípulas apasionadas por Cristo, sencillas, transformadas por la Palabra; Enviadas a la Misión Universal; En el mundo de hoy 18 Los mismos temas fundamentales surgieron del Consejo General Plenario de 2006, que trató de centrar las energías del Instituto en la preparación del próximo Capítulo General 2008: Franciscanas llamadas a vivir la kénosis de Cristo en fidelidad creativa y 9 solidaridad con el mundo que sufre. Esta ofrenda está íntimamente asociada al carisma FMM con la contemplación Eucarística: “Ser Franciscana Misionera de María es un don de Dios. Es una llamada para anunciar la Buena Noticia. Este don nos invita a participar en la ofrenda de Cristo. Vivimos esta ofrenda, como María, en gozosa y completa disponibilidad, prontas a ir dondequiera que seamos enviadas. La contemplación Eucarística está en el centro de nuestra misión.” 19 LECTURA ADICIONAL Luigia Vittoria Alini, fmm ‘El Don de Dios’: el Carisma de las Franciscanas Misioneras de María. La Sorgente, Roma, 1996. Pp.21 24 Capítulo General 1990. El Camino de Emaús: Hacia un Nuevo Ímpetu en nuestra Espiritualidad Misionera Centrado en la Eucaristía. Anne de la Bouillerie, fmm. Iniciación a la oración franciscana y FMM. Librito nº VII - 'Contemplar y vivir el Misterio del Cristo Eucarístico. Capítulo general 1990. La Eucaristía - Fuente de un nuevo ímpetu. CONCLUSIÓN María de la Pasión comprendió claramente que la vocación FMM es un don, dado y recibido libremente - pero este don, una vez aceptado, tiene sus consecuencias. Está arraigado en la opción por Cristo descrita en Filipenses 2, 5-11, y continúa en la Eucaristía. Francisco de Asís cita este misterio en su Carta a toda la Orden: “¡Oh celsitud admirable y condescendencia asombrosa! ¡Oh sublime humildad! ¡Oh humilde sublimidad, que el Señor del universo, Dios e Hijo, se humilla hasta el punto de esconderse, para nuestra salvación , bajo una pequeña forma de pan!”.20 10 Sólo la fe conduce a las palabras yo creo, y la fuerza de este yo creo engendra nueva vida. Toda Franciscana Misionera de María ha recibido el don del carisma y tiene la responsabilidad de hacer que este don continúe en el mundo ahora. Cada una, cualquiera que sea su condición de vida, es responsable de mantener este misterio que se le ha confiado - mantenerlo para el mundo. No deberíamos cesar de explorar Y al final de toda nuestra exploración Será para llegar adonde empezamos Y conocer el lugar por primera vez. 21 La contemplación Eucarística es parte vital y creativa del carisma FMM, que nos llama a una relación más profunda y cada vez más dinámica con Dios y con nuestras hermanas y hermanos a quienes somos enviadas. NOTAS AL FINAL 1 Eucharistic Congress Commitee, P. Poupard, J.M.R. Tillard. Eucharist the Heart of Evangelization. Québec: Editions Paulines, 1992.53 (H. 222) 2 Ibid. 55-56 3 J. Ratzinger. God is Near Us: The Eucharist, the Heart of Life. San Francisco: Ignatius Press, 2001. 96-97 4 Eucharist the Heart of Life. Op.cit. 56 5 CT/ 1, 28 6 JO 425 7 CR/1,40 8 María de la Pasión 10 de mayo 1891, A dónde me conduces. Notas del Retiro personal 1888, 1891, 1903. Traducido del francés en 1979. FMM Grottaferrata, 1979 Pg. 161 9 Ibid. Pg. 147-149 10 Ibid. 149 11 11 Constituciones del Instituto de las Franciscanas Misioneras de María. 1984. Art.3 12 Ibid. 13 Prosigamos nuestro caminar… Orientaciones del Capítulo general 1984, p. 8 14 La Eucaristía – Fuente de nuevo impulso. Documento capitular, 1990. p. 4 15 Ibid. p.10 16 Ibid. p. 14 17 En el umbral de este Nuevo milenio, con la Beatificación de María de la Pasión, la Iglesia ha confirmado el valor de nuestro carisma, “un don” para el mundo. En nuestras manos llevamos este “tesoro” del que todas somos responsables, y lo compartimos gozosamente con las nuevas generaciones de fmm. (Introducción – Documento Capitular 2002) 18 Documento Capitular 2002 19 Documento Capitular 1996, art.2 20 Francisco de Asís, Carta a toda la Orden nº 27: 21 TS Eliot. The Four Quartets – Little Gidding 12