164 Breviario para mis nietos Ibrahim González-Urbaneja La Página de los Jueves Copyright © TXu 1-703-206 DIAMANTES Edición: Norka Salas DIAMANTES E n mineralogía, el diamante, del griego antiguo áäÜìáó, adámas, que significa invencible o inalterable, es un alótropo –cada una de las formas cristalinas que proceden de una misma base– del carbono donde los átomos de carbono están dispuestos en una variante de la estructura cristalina cúbica, centrada en la cara denominada «red de diamante». El diamante es la segunda forma más estable de carbono, después del grafito. Tiene renombre específicamente como un material con características físicas superlativas, muchas de las cuales derivan del fuerte enlace covalente entre sus átomos. En particular, el diamante tiene la más alta dureza y conductividad térmica de todos los materiales. Estas propiedades determinan que la aplicación industrial principal del diamante sea en herramientas de corte y de pulido. El diamante tiene características ópticas destacables. Debido a su estructura cristalina extremadamente rígida, puede ser contaminada difícilmente por pocos tipos de impurezas, como el boro y el nitrógeno. Pequeñas cantidades de defectos o impurezas, aproximadamente una parte por millón, inducen un color de diamante azul (boro), amarillo (nitrógeno), marrón (defectos cristalinos), verde, violeta, rosado, negro, naranja o rojo. 1458 El diamante también tiene una dispersión refractiva relativamente alta, esto es, habilidad para dispersar luz de diferentes colores, lo que resulta en su lustre característico. Sus propiedades ópticas y mecánicas excelentes, combinado con una mercadotecnia eficiente, hacen que el diamante sea la gema más admirada. Diamantes coloreados de marrón en el Museo Nacional de Historia Natural del Instituto Smithsoniano. La formación del diamante natural requiere condiciones muy específicas. Estas condiciones se encuentran en dos lugares en la Tierra; en el manto de la litosfera bajo placas continentales relativamente estables, y en el sitio de impacto de meteoritos. La mayoría de diamantes naturales se forman a condiciones de presión alta y temperatura alta, existentes a profundidades de 140 km a 190 km en el manto terrestre. 1459 Los minerales que contienen carbono proveen la fuente de carbono, y el crecimiento tiene lugar en períodos de 1 a 3,3 mil millones de años, lo que corresponde, aproximadamente, del 25% al 75% de la edad de la Tierra. Diagrama esquemático de un camino kimberlítico Los diamantes son llevados cerca a la superficie de la Tierra a través de erupciones volcánicas profundas por un magma, que se enfría en rocas ígneas conocidas como kimberlitas y lamproitas. Kimberlita Una vez que los diamantes han sido transportados a la superficie por el magma en una chimenea volcánica, pueden ser erosionados afuera y dispersados en un área grande. Una chimenea volcánica que contiene diamantes es conocida como una fuente primaria de diamantes. 1460 Las fuentes secundarias de diamantes incluyen a todas las áreas donde hay un número significativo de diamantes, erosionados de su matriz de kimberlita o lamproíta, y acumulados por la acción del agua o el viento. Estos incluyen depósitos aluviales y depósitos en líneas costeras existentes y antiguas, donde los diamantes tienden a acumularse debido a su tamaño y densidad similares. Los diamantes también han sido encontrados rara vez en depósitos dejados atrás por glaciares (notablemente en Wisconsin e Indiana); sin embargo, en contraste con los depósitos aluviales, los depósitos glaciales son menores y, en consecuencia, no son fuentes comerciales viables de diamante. No todas las chimeneas contienen diamantes, e incluso menos aún, contienen suficientes diamantes para hacer el minado económicamente factible. Los diamantes también pueden ser producidos sintéticamente en un proceso de alta presión y alta temperatura que simula aproximadamente las condiciones en el manto de la Tierra. Algunos materiales distintos al diamante, incluyendo a la zirconia cúbica y carburo de silicio son denominados frecuentemente como simulantes de diamantes, semejando al diamante en apariencia y muchas propiedades. Se han desarrollado técnicas gemológicas especiales para distinguir los diamantes sintéticos y los naturales, y simulantes de diamantes. 1461 Históricamente, los diamantes eran encontrados sólo en depósitos aluviales en el sur de la India. India lideró la producción mundial de diamantes desde el tiempo de su descubrimiento, aproximadamente en el siglo IX a.C. hasta mediados del siglo XVIII d.C., pero el potencial comercial de estas fuentes había sido agotado a finales ese siglo, y desde aquel tiempo, la India fue gradualmente eclipsada por Brasil, donde en 1725 se hallaron los primeros diamantes no provenientes de la India. Mina sudafricana en la localidad de Cullinam La producción de diamante de depósitos primarios (kimberlitas y lamproítas) empezó sólo en la década de 1870, tras el descubrimiento de los campos de diamantes en la República Sudafricana. La producción ha aumentado con el tiempo, y ahora se ha minado un acumulado total de 4.5 mil millones de quilates desde la fecha. Interesante es el hecho de que el 20% de dicha cantidad se haya minado sólo en los últimos 5 años, y durante los últimos diez años, nueve minas nuevas hayan empezado la producción, mientras cuatro más están esperando ser abiertas pronto. La mayoría de estas minas están ubicadas en Canadá, Zimbabue, Angola, y una en Rusia. En los Estados Unidos, se ha encontrado diamantes en Arkansas, Colorado, y Montana. En el 2004, el descubrimiento de un diamante microscópico en los Estados Unidos condujo al muestreo en bruto de pipas de kimberlita en un lugar remoto de Montana. 1462 El Cullinan, conocido como Estrella del Sur, es el mayor diamante hallado en toda la historia del que se tenga conocimiento. Procedía de una mina sudafricana y pesaba 3106,75 quilates (621,35 gramos). Fue hallado por Frederick Wells, gerente de la superficie de la Premier Diamond Mining Company en el pueblo Cullinan, 40 km al este de Pretoria (provincia de Gauteng, Sudáfrica) el 25 de enero de 1905. La piedra fue nombrada en honor de sir Thomas Cullinan, el propietario de la mina de diamantes. Mientras que el nombre de Estrella del Sur, se basa en la novela de Julio Verne La estrella del Sur, donde Estrella del Sur es el nombre del diamante de mayor quilate del mundo. El diamante en bruto fue entregado como obsequio en su cumpleaños al Rey Eduardo VII, quien ordenó tallarlo en 1906. Se obtuvieron un total de 150 piedras talladas, que fueron ordenadas y bautizadas según su peso como Cullinan I, Cullinan II, Cullinan III, etc. El Cullinan I, que se encuentra engastado en el Cetro de la Cruz, fue el mayor diamante tallado del mundo hasta 1985, cuando fue desplazado por el Golden Jubilee (Quincuagésimo Aniversario). Mientras, el Cullinan II, el otro gran diamante procedente del Cullinan original, es el principal atractivo de la Corona 1463 del Estado Imperial Británica, joya conservada en el Museo de la Torre de Londres. El Cullinan III y IV eran llamados por la Reina María como Chips (Esquirlas), los cuales fueron incorporados a un broche, donde el Cullinan IV se suspende del Cullinan III. Un Kokoshnik procedente de Rusia es una de las piezas más célebres y valiosas de la colección británica de joyas reales. Esta pieza fue realizada el año 1888 con ocasión de las bodas de plata de los príncipes de Gales, el futuro rey Eduardo VII de Inglaterra y la princesa Alejandra de Dinamarca. La obra fue encargada por lady Salisbury y sufragada por los 365 pares del reino. La joya fue realizada en el taller del prestigioso joyero Garrard. La pieza seguía el estilo de los kokoshniks rusos, unas piezas típicas de las labradoras rusas que la corte de los zares había transformado en preciosas joyas. La princesa 1464 de Gales conocía el estilo porque su hermana, la zarina Dagmar de Rusia (María Fyodorevna) poseía uno. Contiene sesenta barras de platino incrustadas de 488 diamantes, los dos más grandes pesan 3,25 quilates. La tiara de la gran duquesa Vladimir, Maria Pavlova, es la más conocida y utilizada tiara de la colección real británica. Maria Pavlova, era una de las grandes coleccionistas de joyas de la corte de los zares. Tía del zar Nicolás II de Rusia poseía una colección impresionante de joyas, muchas de las cuales fueron compradas tras su muerte por la reina María de Teck el año 1921. Las joyas de la gran duquesa serían sacadas de Rusia tras la revolución de 1917 y recuperadas por su propietaria. Esas joyas pasaron a su hija la gran duquesa Helena de Rusia, princesa de Grecia tras la muerte de la gran duquesa el año 1920. La Corona de la Reina Isabel de Inglaterra, contiene el diamante más antiguo conocido: Koh-i-noor (‘montaña de luz’), que había sido descubierto en 1304 y que terminó siendo ofrecido a la reina Victoria. Este diamante cuenta con una leyenda según la cual los hombres y mujeres que lo porten obtendrán gran poder pero los primeros morirán trágicamente. El Koh-i-noor, de 105 quilates, 21,6 gramos, fue tallado de nuevo en 1851 y, antes de que fuese elaborada la corona de la Reina Isabel, ya había sido utilizado en las coronas de las reinas Alejandra de Dinamarca y María de Teck. La India, Pakistán e Irán han reclamado su devolución. 1465 Réplica en vidrio del Koh-i-Noor original en el museo Kunstareal en Múnich, Alemania El Museo del Diamante de Amberes exhibe la Luna de Baroda, el collar con un diamante amarillo de 24 quilates, en forma de pera, que Marilyn Monroe lució en la promoción de la película "Ellos las prefieren rubias"; el anillo de compromiso que el príncipe Rainiero de Mónaco le ofreció a Grace Kelly; la gargantilla en forma de serpiente que le perteneció a la diva del cine mexicano María Félix y el aparatoso collar que Nicole Kidman exhibió en una escena de la película "Moulin Rouge". Muy distinguidas las de Liz Taylor y una lucida por Madonna. Luna de Baroda Se considera que la nobleza británica posee la colección de joyas más valiosa del mundo. 1466