Iglesia de Dios. Guatemala C.A. Estudios Escriturales La inquisición 1 “LA INQUISICION” Con el término inquisición se identifica al tribunal eclesiástico de la Iglesia Romana para la investigación y descubrimiento de las herejías. En su sentido literal quiere decir: acción de inquirir, indagar o investigar. De manera que interpretando esta palabra literalmente se puede decir: LA INVESTIGACION. Esta inquisición o investigación se estableció para buscar a los herejes, a las personas que no profesaban la fe de la Iglesia Católica Romana. Primera inquisición por el estado Al hablar de inquisición debemos entender las dos clases de investigación que existieron. La primera, que es la que trataremos en este subtítulo fue establecida por el poder civil, por los emperadores Romanos, como por ejemplo desde el tiempo de Valentiniano I (364-375 d. De C.) y de Teodosio I (379-395) estos consintieron en buscar en sus dominios a las personas que no profesaban la religión del estado, que ya para ese tiempo era la fe católica romana. No estamos hablando de las persecuciones que hicieron los Césares Calígula, Claudio, Nerón, etc..., (37 d. De C. en adelante). Nos referimos a los emperadores que fueron posteriores a Constantino el Grande (306-337). Sabemos que después de Constantino la mayoría de emperadores defendió la fe Católica Romana, puesto que se había decretado como la fe del estado, era necesario mantenerla para sostener así el dominio; por lo tanto fueron los emperadores los primeros en consentir en la INQUISICIÓN. Buscaron herejes, cualesquiera que estos fueran: moros, judíos, cristianos. En tiempo de Valentiniano I se persiguió a los Maniqueos y Donatistas, los maniqueos nada tenían que ver con el evangelio, su creencia se derivaba de Maniqueo o Manes, Heresiarca babilónico del siglo III de nuestra era, quien admitía dos principios creadores, uno para el bien y otro para el mal. Siendo su principio doctrinal totalmente opuesto a la fe del estado, resultaban un peligro por lo que salieron leyes estatales contra estos herejes previniendo para ellos hasta la muerte misma. Como los emperadores romanos paganos tenían por deleite torturar a los humanos, no era nada nuevo para los emperadores ya convertidos a la fe católica el establecer la muerte para los contrarios a su credo. Al principio la Iglesia Católica Romana no estuvo de acuerdo en que se diera muerte a los herejes, todavía en el siglo cuarto se opuso a esta barbarie. Debemos hablar la verdad al respecto, no debemos hacer una acusación falsa; a decir verdad la Iglesia Católica Romana no fue la primera en establecer la pena de muerte para el hereje, fue el poder civil. La Iglesia Romana en el siglo cuarto aun acariciaba pensamientos nobles por cuanto aun respiraba ambiente de la primitiva iglesia cristiana de la cual se habían separado. Algunos de los más destacados doctores se opusieron a la pena de muerte, como por ejemplo: Juan Crisóstomo que existió del año 347 al 407 hizo la siguiente declaración: “dar muerte a un hereje equivaldría a introducir en la tierra un crimen inexplicable, Agustín (354-430) decía estar de acuerdo cobrar al hereje multas y cuando mucho imponerle el destierro, pero no la muerte. AñOS MAS TARDE Del ejemplo de los emperadores romanos, se valieron más tarde los reyes de España, Alemania, etc..., para establecer inquisición o sea búsqueda en todo su territorio de los herejes que pusieran en peligro su reinado. Del siglo X en adelante empezaron a surgir varias sectas que se revelaban contra la iglesia oficial de los estados católicos romanos, por lo tanto ya a principios del siglo XII la ejecución de herejes degollándolos o quemándolos era frecuente en Italia, Francia, Alemania, Inglaterra. Se cree que fue Pedro II de Aragón el que decretó en 1197 la pena de muerte en fuego para los herejes que no abandonaron su reino en determinado tiempo. Todas estas persecuciones eran promovidas por el poder civil, no tanto porque los reyes o emperadores les interesara que la gente tuviera una verdadera fe, más bien esa INQUISICION era instrumento político mediante el cual se lograba el exterminio de los enemigos del monarca. SEGUNDA INQUISICIÓN POR LA IGLESIA Cuando la Iglesia Católica Romana vio el crecimiento de diferentes grupos que se basaban en la Sagrada Escritura y que podría ser un peligro a la organización romana, entonces se inició de parte de ella lo que se conoce como SANTA INQUISICIÓN, el diccionario católico la llama: La Inquisición Medieval por haberse establecido en la edad media. Leamos lo que dice el diccionario católico al respecto de la Inquisición Medieval: “Era una institución que se desarrolló en la primera parte del siglo XIII, cuando se habían establecido tribunales eclesiásticos para juzgar a las personas acusadas de pertenecer a la secta de los ALBIGENSES. De acuerdo con los decretos del Concilio francés de 1229, que se reunió bajo un delegado de Gregorio IX, debía establecerse en cada parroquia un tribunal de la Inquisición, formado por un sacerdote y dos laicos. Estos tribunales locales, bajo la jurisdicción del obispo, fueron reemplazados por LA INQUISICION PAPAL, instituida directamente bajo GREGORIO IX y confiaba por él a los Dominicos. Entre 1230 y 1235, Gregorio IX envió jueces o inquisidores (generalmente dominicos) a varias partes de Europa para oír casos de herejes sospechosos. Estos jueces constituyeron la INQUISICION MEDIOEVAL. Aunque designados por la Santa Sede, los inquisidores solo podían trabajar con la cooperación del obispo diocesano. Cuando un hereje acusado era presentado ante la Inquisición, sin confesaba y se arrepentía, se le daba un castigo ligero (por ejemplo una peregrinación). Si el acusado permanecía obstinado en su herejía, era entregado a las autoridades civiles para que lo castigaran, porque el ESTADO CONSIDERABA LA HEREJIA COMO UNA OFENSA CIVIL.” (Página 149-150). Este párrafo que copiamos literalmente del diccionario católico revela claramente como la Iglesia Romana inició la llamada SANTA INQUISICION en el siglo XIII, esta fue distinta a la iniciada por el poder civil. Este primer movimiento de búsqueda en el siglo XIII fue en contra de los Albigenses. Estos fueron una secta religiosa que se propagó hacia siglo XI por el sur de Francia a los alrededores de la ciudad de Albí, de allí el Visítenos en: www.iglesiadedios.com.gt Llámenos Tels. (502) 24364503, (502) 24321040 Iglesia de Dios. Guatemala C.A. Estudios Escriturales La inquisición nombre de ellos Albigenses, eran conocidos también como los Cataros. Sus raíces doctrinales venían del maniqueísmo que enseñaba el dualismo absoluto, a saber que hay dos principios opuestos. Estos rechazaban al sacerdocio católico considerándolo como un sacerdocio pagano. El Papa Inocencio III ordenó una cruzada el año 1209 en contra del los Albigenses, a esa cruzada la llama el diccionario católico –guerra santa-. Los cruzados se apoderaron de Beziers, de Carcasona y consiguieron sobre los Albigenses las victorias de Muret y de Tolosa. Esta guerra desastrosa terminó en 1229 con el tratado de París, durante la regencia de Blanca de Castilla. Notemos como en esa parte la Iglesia Romana no actuó conforme lo establecido en los santos evangelios, su actuación fue totalmente contraria a los principios pacificadores del Divino Maestro. El Señor explicó en su santa doctrina que si hay personas contrarias a la fe se les dejase así está escrito en Mateo 15:14 “...Dejadlos: son ciegos guías de ciegos”. Terminada esa guerra santa (¿?) la iglesia romana emprendió la inquisición o la búsqueda de los Albigenses que lograron escapar, así dice el diccionario católico: “...El tribunal de la inquisición se estableció poco después con el objeto de extirparla...”. De aquí en adelante la inquisición papal quedó establecida. Gregorio IX determinó establecer definitivamente la inquisición en ocasión de una ley del emperador Federico II que renovaba la legislación romana y aplicaba a los herejes la misma pena que existía en la legislación romano-cristiana (¿?) contra los maniqueos. Aceptó para toda la iglesia en 1231 la ley imperial que reflejaba un modo de pensar general en toda la cristiandad. Este decreto papal ayudaría maravillosamente a llevar acabo la SANTA INQUISICION (¿?) la búsqueda de todo aquel que no creyera como toda la cristiandad para regresarlo al modo de creer católico o para castigarlo con la muerte misma. Muchas obras se han escrito en las que se describen las crueldades de la inquisición, pero no citaremos ninguna de ellas para no convertir este estudio en un ataque. Citaremos el mismo diccionario católico para que razonemos lo que ellos mismos dicen al respecto. “La justicia que impartía la inquisición era comparable a la de los tribunales civiles de aquel tiempo, pero era bárbara si se la juzga a la ley de las normas modernas. AL ACUSADO SE LE NEGABA DEFENSOR; el testimonio de herejes y de excomulgados era aceptado contra él...”. Esto revela claramente que la Iglesia Romana usó de la barbarie de los paganos. Ella misma confiesa que no eran juicios en el amor de Dios, no eran juicios en principios y normas cristianas, mas bien eran juicios mundanos. Y ¿por qué razón? Porque la Iglesia Romana estaba sentada sobre el poder civil (Apocalipsis 17:3) ambos formaban un solo cuerpo “...los reyes de la tierra fornicaron con ella...”. Continuamos leyendo en el diccionario católico en su artículo “Inquisición” página 150 “...Se 2 usaban torturas crueles para obtener la confesión. Las sentencias de muerte (generalmente quemados en la hoguera) no eran raras, aunque de ninguna manera tan numerosas como algunos historiadores llenos de prejuicios quieren hacer aparecer...”. No obstante que en el último renglón trata de suavizar el concepto de sus actitudes; el dato que da es suficiente claro para comprender que en la Iglesia Católica Romana se ha cumplido fielmente Apocalipsis 17:6 “...Y vi la mujer embriagada de la sangre de los santos y de la sangre de los mártires de Jesús...”. En España principió la inquisición el año 1478 y terminó en 1834. Durante 356 años se llevó acabo esta búsqueda sin que nadie se opusiera. Y si contamos desde que la inició Gregorio IX en el año 1232, nos da una etapa de 602 años durante los cuales bebió sangre. Nos decía el diccionario católico que en la inquisición se usaron torturas crueles para obtener la confesión. El mismo revela la crueldad con que fueron tratados los – no católicos-. Quiere decir que la caridad descrita en 1ª. Corintios 13 la desconocían totalmente. ¿Cómo era posible que la Iglesia Romana predicara el amor cristiano, si practicaba la tortura?, ¿Qué representarían los sacerdotes y frailes? A una organización religiosopolítica que en el afán de mantener su dominio no le importaba cometer las más horribles torturas. Lo que menos podían representar era al Salvador del mundo. Algunas historias relatan que después de las torturas algunos herejes preferían aceptar la reconciliación con la Iglesia Romana. ¿En qué estado moral podrían aceptar el reconocimiento estas personas? ¿Qué clase de fe les quedaría después de la dura experiencia? Era una aceptación falsa, sin embargo esos prosélitos entraban a los millones que siempre ha tenido la Iglesia Romana. Millones sí, pero de gente inconversa. Y qué diremos de las sentencias a muerte, las cuales generalmente como dice el diccionario católico eran quemados en la hoguera. Efectivamente la hoguera era el sistema usado en aquel entonces para ejecutar a los criminales, por esto no justifica para que la Iglesia Católica, la que pretendía predicar el santo evangelio usara el mismo sistema. Nadie está autorizado para dar muerte, mucho menos los discípulos de Jesús. La Sagrada Escritura dicta severa sanción para quienes derraman sangre desde el tiempo genésico: “...De mano del varón su hermano demandaré la vida del hombre...” (Génesis 9:5). Jehová aborrece las manos derramadoras de sangre inocente. (Proverbios 6:16-17). El Señor Jesucristo vino a establecer un evangelio de paz, de salvación y jamás autorizó a los dirigentes de la iglesia para que se enseñorearan de la congregación con crueldad y muerte. Desde luego que la Iglesia Romana trata de explicar porqué razón estableció la inquisición, leamos lo que dice el diccionario católico: “...El principio de la inquisición puede ser justificada considerando que la iglesia se defendía por estos medios de lo que consideraba un peligro mortal. Las crueldades e injusticias que algunas veces resultaron de la aplicación del principio, se comprenden por la mentalidad de la época y nada tienen que ver con la validez de la enseñanza dogmática de la iglesia...”. En ninguna parte de la Sagrada Escritura encuentra apoyo la Iglesia Romana para justificar este argumento por las siguientes razones: Visítenos en: www.iglesiadedios.com.gt Llámenos Tels. (502) 24364503, (502) 24321040 Iglesia de Dios. Guatemala C.A. Estudios Escriturales La inquisición 1. Porque la bienaventuranza es para los perseguidos (Mateo 5:10-12). 2. Porque la bienaventuranza es para los pacificadores (Mateo 5:9). 3. Porque estaba predicho que los discípulos de Cristo sufrirían persecución. (Mateo 10:16-22). 4. Porque a los discípulos de Cristo matarían (Juan 16:1-3). 5. Porque los discípulos de Cristo tienen la mente de Cristo (1ª. Corintios 2:16). De manera que el argumento que presenta el diccionario católico en lugar de convencer, confirma una vez más que la inquisición a todas luces fue producto de un clero no convertido a la verdad de Dios. EL NUMERO DE VICTIMAS Señalar número de víctimas sería muy aventurado, no citaremos las citas tan grandes que dan algunos historiadores porque causa pavor. Para evitar exageraciones citaremos las palabras de uno de los defensores de la inquisición, don Marcelino Menéndez y Pelayo, eminente polígrafo español, dice así en su obra Historia de los Heterodoxos españoles: “...En cuanto a números, hay que desconfiar mucho. Las cifras de Llorente (repetidas por el señor Amador de los Ríos) descansan en la Palabra de aquel antiguo secretario del Santo Oficio, tan sospechoso e indigno de fe ya que no tiene documentos para comprobarlo. ¿Quién le ha de creer cuando rotundamente afirma que desde 1481 a 1498 perecieron en las llamas 10,220 personas? ¿Por qué no puso los comprobantes de ese cálculo? El libro verde de Aragón solo trae 69 quemados con sus nombres. Y según el registro de Carbonell en Cataluña solo hubo 25. 3 señala 2,000 víctimas, sin reparar que el otro historiador Marineo Sículo las refiere a diferentes años. Con este otro dato del defensor de la inquisición comprendemos que no solo fueron 94 víctimas, él mismo admite que en diferentes años llegaron a 2,000. Esto mismo nos hace pensar: ¿a cuánto llegaría el número de víctimas en el transcurso de los 600 años que duró la inquisición? Si no existen cifras en los libros de los recuentos, el número exacto sí está en el libro de Dios, porque escrito está: “...Alto está mirando sobre alto y uno MAS ALTO ESTA SOBRE ELLOS...” (Eclesiastés 5:8). Agrega el Salmo 139:12 “Aun las tinieblas no encubren de ti y la noche resplandece como el día, lo mismo te son las tinieblas que la luz...”. Todo lo oculto hecho por la Inquisición fue visto por el ojo divino y él conoce bien el número de víctimas, será en el día del juicio en que estos tribunales y el clero de ese entonces darán cuenta de toda esa sangre derramada. “...En el día que juzgará el Señor lo encubierto de los hombres conforme a mi evangelio por Jesucristo...” (Romanos 2:16). Allí serán quitados los capuchones de los verdugos, allí estarán los inquisidores y los ejecutados, será el momento de entregar cuentas delante del que todo lo sabe. No obstante todo lo hecho por el clero inconverso no debe movernos a ira ni a venganza, todo lo contrario al pueblo católico debemos amarlo, el pueblo en sí ha sido inocente, porque el pueblo no sabe lo que el clero ha hecho. Todos estos datos deben servirnos para no estar jamás bajo la dirección de un sacerdocio inconverso y a la vez nos hace ver la importancia de hablar a la gente católica que aún está bajo la tutela de un sacerdocio que jamás ha servido a Dios conforme lo demanda la Sagrada Escritura. LA MODERNA INQUISICION Que les parece la fantástica defensa de don Pelayo. SOLO 69 QUEMADOS en Aragón y 25 EN CATALUÑA. Como que si fueran perrillos a los que era necesario exterminar. Desde el tiempo del desaparecido Juan XXIII y Pablo VI la iglesia católica Romana ha establecido una moderna –búsqueda- entre el pueblo evangélico, pero ahora ya no en el mismo sistema de tortura y hoguera. ¿Con qué derecho la inquisición ejecutó a estas 94 personas en España? ¿Quién dio autoridad a la Iglesia Romana para sentenciar a estas pobres víctimas? El único que le autorizó fue el poder civil. Ahora está buscando a los evangélicos para darles el abrazo de madre y llamarlos a su regazo. Y no solo a los protestantes, sino a todo lo que no es católico. Todo esto lo hace no porque desee la conversión de las almas, sino para tener siempre la primacía. Ella quiere ser ahora el centro de la infinidad de sectas existentes en la religión cristiana. Esa sangre derramada en España y en todos los demás países donde se llevó acabo esta bestial –búsqueda- clama delante del divino, como dice en Apocalipsis 6:9-10 “...Y cuando él abrió el quinto sello, y debajo del altar las almas de los que habían sido muertos por la Palabra de Dios y por el testimonio que ellos tenían. Y clamaban en alta voz diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre de los que moran en la tierra?. Esa sangre no está olvidada. Si para don Pelayo no significa nada, para el juez divino clama justicia. Ninguna muerte quedará en tinieblas, todo será aclarado en el día del juicio. Está cumpliendo lo escrito en Apocalipsis 18:7 “...Yo estoy sentada reina y no soy viuda y no veré llanto...”. Querido lector, jamás apoye el llamado ecuménico que está haciendo la Iglesia Católica Romana, pues sería buscar el regazo de la MADRE, sí, pero LA MADRE DE LAS FORNICACIONES Y ABOMINACIONES DE LA TIERRA. Apocalipsis 17:5. La Iglesia de Dios le recuerda que la Sagrada Escritura es lámpara a nuestros pies que ilumina nuestro camino. Deje que la Sagrada Escritura le conduzca por el sendero de la vida. Sigue diciendo el defensor de la inquisición: son Marcelino Menéndez y Pelayo: “...Y si tuviéramos datos igualmente precisos de las demás inquisiciones, mal parada saldría la cuenta que hace Llorente, quien en un solo año en 1481 Visítenos en: www.iglesiadedios.com.gt Llámenos Tels. (502) 24364503, (502) 24321040