Normas Supletorias

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TEMA 6 LS NORMAS SUPLETORIAS.
• CONSIDERACIONES GENERALES A LAS MISMAS
Partiendo del artículo 1.1. del código civil, que establece cuales son las fuentes formales del Derecho español,
es decir, la Ley, la Costumbre y los principios generales del Derecho. Cuando hablamos de ley, nos referimos
a toda norma escrita.
Así mismo, cuando se plantea un litigio frente a los tribunales, éstos han de resolverlo aplicando la Ley, la
norma escrita que resulte a aplicar al caso que se trate. Sólo cuando una ley no haya regulado el caso, cabrá
acudir a la costumbre para resolverlo. Y si tampoco ésta ha contemplado tal supuesto, será necesario que los
tribunales acudan a los principios generales del derecho. Por todo esto, la costumbre y los principios generales
del derecho son normas supletorias, puesto que se aplican en defecto de otra norma. Si la costumbre se aplica
en defecto de ley, los principios generales del derecho se aplican en defecto de ley y de costumbre.
LA COSTUMBRE
Es una norma jurídica no escrita, genérica y sectorial, creada e impuesta por el uso social y observada con
convicción de su obligatoriedad.
Así mismo, toda costumbre consta de dos elementos:
El elemento externo u objetivo, que es la repetición de comportamientos en un mismo sentido.
Y un segundo elemento, éste interno y subjetivo, que consiste en la convicción de que tales prácticas so
obligatorias.
A esto se le denomina OPINIO IUIRIS.
Cuando se dan esos dos elementos, nos encontramos ante una norma denominada "costumbre" o "norma
consuetudinaria", que como cualquier otra norma del ordenamiento jurídico, tiene garantizado su
cumplimiento.
Ahora bien, si uno de esos dos elementos falla, ya no podemos hablar de costumbre. Así ocurre con el "uso
social". Se refiere a la reiteración de comportamientos en los que falta el elemento interno. Falta la convicción
de la obligatoriedad de tales comportamientos.
La costumbre, como fuente supletoria se recoge, como se menciona anteriormente, en el artículo 1.1 del
código civil. Así mismo el artículo 1.3 establece los tres siguientes requisitos necesarios para aplicar la
costumbre:
− no exista una norma escrita para el caso que se trate.
• Es necesario que tal costumbre no sea contraria a la moral ni al orden público.
• La costumbre ha de ser probada ante los tribunales, pues no rige respecto a ella el principio de IURA
NOVIT CURIA.
LA COSTUMBRE LABORAL
Está regulada en el artículo 3.4 y 3.1.D del E.T. Así mismo, en el ámbito laboral es sinónimo de costumbre el
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término "uso". De hecho, el artículo que se menciona así lo establece.
Los usos y costumbres se han de distinguir del "uso de empresa", que no son sino meras prácticas que se
observan regularmente por parte de los empresarios y trabajadores de una empresa, pero no son consideradas
como fuente de derecho.
Al no ser normas, su naturaleza es contractual, es decir, parten del contrato de trabajo celebrado entre
trabajador y empresario o empleador. Así mismo, la costumbre laboral tiene carácter subsidiario, siendo éste
más acentuado que la costumbre civil, tal como se desprende del artículo 3.4 del E.T. También puede ser
desplazada la costumbre laboral por leyes y reglamentos, convenios colectivos y contratos de trabajo.
En el ámbito laboral, a diferencia de la costumbre civil, la costumbre tiene carácter local y profesional, según
se desprende del artículo 3.1 del E.T.
Efectivamente, la costumbre de una determinada localidad no puede ser validamente alegada en otra
localidad, ni la costumbre observada en una profesión, puede ser invocada fuera del ámbito de ésa profesión.
Existen dos tipos de costumbre laboral: la costumbre autónoma y la costumbre por remisión. (Articulo 3.4 del
E.T).
La costumbre autónoma es fuente subsidiaria, (en defecto de) y su valor es muy limitado.
La costumbre por remisión, sin embargo, es de aplicación directa, no es subsidiaria, pues adquiere el rango de
la norma que a ella se remite. (Artículo 20.2 del E.T)
LOS PRINCIPIOS GENERALES DEL DERECHO
Están recogidos en el artículo 1.1 del Código Civil y en el artículo 1.4 del mismo:
Los principios generales del derecho se aplicarán en defecto de ley o costumbre, sin perjuicio de su carácter
informador general del ordenamiento jurídico.
Así mismo, son fuente supletoria de segundo grado, puesto que se aplican en defecto de ley y de costumbre.
LA TEORIA NATURALISTA
Según ésta teoría, son principios inspirados por el derecho natural, es decir, normas no escritas, situadas por
encima del ordenamiento jurídico y en los que el mismo se inspira.
TEORIA POSITIVISTA
Según esta teoría, son axiomas, criterios positivizados y que existen en cuanto tales en la medida en que están
incorporados a las normas o a la jurisprudencia de los tribunales.
El Tribunal Supremo acepta ésta teoría, así mismo sólo admite la invocación de los principios generales del
derecho en recurso de casación por infracción de los mismos, cuando éstos se inducen o extraen de la ley o de
la jurisprudencia. Por otra parte, éstos carecen de existencia normativa autónoma. Son por tanto, criterios
positivizados quem, necesariamente se han de contener en la ley o en la doctrina de los tribunales
(jurisprudencia). En el caso del recurso, la norma de que se trate transmite su rango al principio general del
derecho invocado.
El artículo 1.1 de la Constitución establece cuáles son las bases del estado español, que se constituye en "un
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estado social y democrático de derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la
libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político".
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