Documento descargado de http://www.elsevier.es el 19/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Radiología. 2012;54(1):102---103 www.elsevier.es/rx IN MEMORIAM Dr. José Bonmatí Bonmatí Excelentísimo señor D. JOSÉ BONMATÍ BONMATÍ General médico del ejército del aire Cruz, placa y gran cruz de la orden militar de san hermenegildo Cruz y gran cruz de la orden del mérito aeronáutico Ex-secretario y ex-presidente de la sociedad española de radiología Secretario, xiii congreso internacional de radiología Secretario de la fundación xiii congreso internacional de radiología Chairman of the international comision of rules and regulations International society of radiology En posesión de diversas condecoraciones nacionales y extranjeras Falleció cristianamente en madrid El día 9 de enero de 2012 D. E. P. Sus hijos, M.a Carmen, M.a José, Nieves M.a , José Gerardo, Ángel Luis, Elvira y Ana M.a ; hijos políticos, Benjamin Conner, Beatriz Miralles y Ramón Guardiola; nietos, James B. Lawrence, Miguel y Marcos B. Conner, Carla y Nieves Bonmatí; primos, sobrinos y demás familia RUEGAN una oración por su alma. El funeral por su eterno descanso se celebrará en la parroquia de la Concepción de Ntra. Sra. (calle Goya, 26) el viernes 13, a las diecinueve horas. (3) El Dr. José Bonmatí Bonmatí falleció de madrugada el lunes 9 de Enero de 2012, en casa y a la edad de 90 años. Pepe Bonmatí ha sido un referente personal y profesional para muchos de nosotros. Su vida personal va ligada al trato exquisito que dispensó a sus conocidos como persona respetuosa y respetada, recta y amena, caballero elegante de alta sensibilidad intelectual, amante del terruño alicantino y del nuevo mundo americano. Su vida profesional transcurrió ligada a la Radiología, dónde alcanzó las mayores distinciones y logros. 0033-8338/$ – see front matter doi:10.1016/j.rx.2012.01.003 Desde Hondón de las Nieves, su cuna y guía de plenitudes, se traslada al acabar nuestra Guerra Civil a Madrid, donde se licencia y doctora (con una Tesis sobre las neumonías y anatomía lobar pulmonar) por la Universidad Complutense. Pronto reconoce que debe aprender Radiología de verdad y, del Hospital del Aire, pasa por Atlanta como Residente ‘‘in Radiology’’ en el Emory University (1952-53). Pese a estar profundamente impresionado y atraído por la seriedad y eficiencia del trabajo en los Estados Unidos, debe volver a España y, para no despegarse de su pasión americana, ejerce durante 37 años (1955-92) como Radiólogo y Consultor en Radiología en el USAF Hospital de la Base Aérea de Torrejón. Fue además Jefe del Servicio de Radiodiagnóstico del Hospital del Aire (1958-80) y Director General Médico en los últimos 5 años (1980-1985). En su faceta docente destaca como conferenciante ameno y organizador de las célebres Sesiones Científicas mensuales de la SERAM que desde 1965 hasta 1970 aglutinaron en Madrid a la intelectualidad radiológica española. Esta vena docente se manifestó también como Profesor Agregado de Radiodiagnóstico en la Universidad Complutense (197480). En nuestra sociedad ha sido Presidente de su Comisión Científica (1965-69), Secretario (1969-74) y Presidente de la Sociedad (1974-77). La Fundación Española de Radiología era como una hija suya. Le dio comienzo, cariño, tiempo, dedicación y orden, engrandeciéndola desde sus inicios. Su carrera profesional fue unida a su ascenso en la carrera del Ejército del Aire, en el que llegó a ser General Médico Director del Hospital del Aire. Sus actividades se esparcieron bien pronto por todo el mundo. Viajero incansable, en sus múltiples viajes desplegaba una enorme capacidad de aunar amistad con ciencia por el norte de África, Norteamérica y Canadá, toda Europa, América Central y del Sur. Pocos de nosotros habremos viajado tanto y dado más charlas internacionales en esos pletóricos 50 años suyos (1946-1996). Esa actividad le acarreó obligaciones (1973-95, miembro y Chairman de la International Commission on Rules and Regulations) y numerosos e importantes reconocimientos (1973, Medalla de Oro, del XIII Congreso Internacional de Radiología; 1976, Honorary Fellow of the American Documento descargado de http://www.elsevier.es el 19/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. IN MEMORIAM College of Radiology; 1977, Miembro de Honor de la SERAM; 1977, Medalla de Oro XIV International Congress of Radiology; 1988, Medalla de Oro de la SERAM; 1989, Médaille Antoine Béclère del VII Congres International Radiologie;1995, Medalla Boris Rajewski de la European Association of Radiology;1998, Medalla de Oro de la Fundación XIII Congreso Internacional de Radiología). Pepe Bonmatí, Don José, era una persona entrañable y singular. Fue además un hombre recto, justo, exigente y muy respetuoso para con todos. Su amor a la vida se evidencia en los muy diversos cultos por lo exquisito y los múltiples planes y temas que le asediaron durante toda su existencia y a los que fue dando solución y completitud. Vivió apasionadamente la construcción del árbol genealógico de la familia Bonmatí, llegando nada menos que al 1605, a Pere Bonmatí, que fue Justicia de Elche. Orgullosamente reconocíamos que en nuestra familia la nobleza no había hecho, todavía, acto de presencia. Nuestra nada apasionante historia a él le apasionaba, como debe ser cualquier actividad que transforma lo mundano en sublime. Su trabajo monumental le llevo a aprender paleoescritura y a leer con soltura textos manuscritos casi invisibles en el valenciano y castellano de los siglos XVII y XVIII. La genealogía y la historia fueron de la mano en su tiempo libre durante muchos años. De retos profesionales hacía obras monumentales. Así, de estancias en Houston 103 pasó pronto a indagar sobre los primeros usos de la radiografía para localizar el alojamiento de las balas en los heridos por arma de fuego durante la guerra hispanoamericana de Cuba (1898). Y de viajes a Perú (el primero en 1978) se veía envuelto en asesorías sobre las heridas óseas por arma blanca para desvelar si los huesos atribuidos a Francisco Pizarro en la Catedral de Lima pertenecían al conquistador, misterio que finalmente aclaró. Enamorado amante mironiano, su pasión por Gabriel Miró le llevaba a leerlo en el patio trasero de la casa de su Hondón natal siempre que se acercaba la Semana Santa. Las Figuras de la Pasión del Señor y su amor por la palabra de este alicantino universal, acompañaron muchas horas de serena tranquilidad. La obra de Miró compendiaba para él la sabiduría de la vida en unas bellas páginas de las que sacó la elegancia de las frases bien hechas. Y al final la poesía le devolvió la ilusión de vivir. Sus restos reposan ya en Hondón de las Nieves, su tierra alicantina. Queridísimo amigo, que no eches en falta el respetuoso abrazo y entrañable reconocimiento de todos nosotros. Hoy me parece que sobra cualquier otra palabra escrita. Dr. Luis Martí Bonmatí