Entrevista a María Suárez Responsable de voluntariado de Cruz Vermella. María Suárez es coordinadora de voluntariado de Cruz Roja. Cuando llegamos a la sede en Santaigo de Compostela, nos recibe con una sonrisa y nos hace pasar a su despacho. Responde a todo lo que le preguntamos sin dudar ni dejar de mostrar su entusiasmo en ningún momento. Le gusta lo que hace. Y tiene mucho que contarnos ¿Tenéis voluntarios suficientes o os ocurre como en otras asociaciones que tienen excedente? Tenemos execedente. Yo creo que en esta época de crisis y de paro a la gente no le llega el presupuesto económico para formarse. Entonces una de maneras de hacer algo y aprender es el voluntariado. Contamos con 270 personas voluntarias que vienen como mínimo a hacer actividad una vez a la semana. Por ejemplo, en el caso de emergencias sanitarias, las guardias de marzo están cubiertas. Estamos de guardia viernes, sábado, domingo y lunes en dos turnos, que es cuando más emergencias hay, poqrue no tenemos partidas presupuestarias para poder sustentarlo más días. Ahí está cerrado el cupo de voluntarios, pero sí que tengo plazas en el programa de alimentos, de empleo a inmigrantes, en el de mayores también tenemos algún perfil... Pero sí es verdad que ahora estamos un poco «hasta arriba». (...) Por ejemplo, el programa de búsqueda activa de empleo está a veces desbordado por la gente que viene los martes por tarde y los jueves por la mañana, porque podemos recibir 30 personas en apenas dos horas. Cada persona quiere ser atendida con tiempo, por eso los voluntarios no consiguen atenderlos a todos y a veces citamos a personas fuera del horario. ¿Nos podrías contar tu experiencia y tus motivaciones para ser voluntaria antes de pertenecer a la Cruz Roja? Yo pertenezco a una familia donde los valores solidarios son importantes. Antes que yo, mi madre fue voluntaria de Cruz Roja. Las referencias era muy buenas y en cuanto cumplí los 18 años decidí venir para prestarme a lo que hiciera falta. Heché una mano con las campañas de juventud con los juguetes que la gente dona, estuve en ocasiones puntuales en primeros auxilios... Hice un poco de todo en cada uno de los programas. Sí que es verdad que hace un montón de años que pertenezco a Cruz Roja. Cuando yo llegué había pocas cosas: juventud, socorros, mayores y poco más. El resto de los programas fueron viniendo poco a poco: el programa sin techo, ayuda de empleo a emigrantes... ¿Han cambiado tus motivaciones? Yo creo que el voluntariado es un feedback. Tú estás aquí prestando ayuda a alguien o a algo. Yo creo que en el fondo si tiene que haber un interés altruísta, pero también soy consciente de que yo voy, hago mi labor voluntaria, y al mismo tiempo obtengo una gratificación personal, tengo exeriencia personal (sobre todo si hago una carrera en el ámbito social) y es verdad que en el caso de Cruz Roja tenemos un paquete formativo para el voluntariado muy amplio. Esto es necesario porque los voluntarios aunque tengan formación en el área tienen que tener unas pautas sobre como actuar en determinadas situaciones. Ahora la Xunta ha sacado una nueva ley en la que se reconoce la experiencia del voluntariado como experiencia profesional. A través del curriculum europeo se va a reconocer. Nosotros tenemos que contabilizar a cada voluntario las horas que hace y en qué programa. ¿No tenéis miedo de que se apunte la gente por interés, solo para engordar el curriculum? Para evitar eso nosotros hacemos una entrevista personal a cada uno de los voluntarios. Habitualmente yo hago las entrevistas, pero también hay voluntarios que las hacen. Son exahustivas y si no quedamos convencidos con la primera hacemos una segunda. Hay mucho voluntario cursillista. Tratamos de explicar, sobre todo en los cursos del área sanitaria que es la más fuerte, que esos cursos implican unas prácticas. Para que te den la acreditación tienes que hacer un número de horas de prácticas voluntarias. No siempre admitimos a una persona voluntaria. Más o menos, intentamos explicarles que a lo mejor no tienen un hueco en Cruz Roja, que a lo mejor hay otra entidad en la que pueden cuadrar. A veces las personas se rebotan y tratamos de llevarlo como podemos. ¿Qué criterios seguís? Yo creo que en una entrevista se ve si una persona realmente tiene interés. Si insiste mucho en un departamento determinado, en la formación... Los podemos poner a prueba, incorporarlos y comprobar el compromiso que muestran (si vienen, si son puntuales...). Es una labor muy difícil y a veces juega un papel importante la intuición. Hago preguntas muy concretas y las entrevistas pueden durar 30 o 40 minutos a veces. Actualmente no tenemos ninguna actidad que no implique el trabajo con personas. A veces llegan personas derivadas de salud mental que pueden valer, y tenemos voluntarios del Proyecto Hombre que están en la fase de insercción con los que estamos muy contentos. Pero siempre sale alguna persona rana, es inevitable. ¿Cómo ves la situación del voluntariado en Santiago? En general las actividades están muy bien cubiertas y hay grupos de voluntarios que funcionan estupendamente. Hay a lo mejor otras actividades para las que nos cuesta encontrar personas voluntarias porque tienen que tener unas características determinadas, como los voluntarios que van a los domicilios de los mayores. A grandes rasgos, me siento muy contenta de la labor que cada uno hace y no nos cansamos de dar las gracias a los voluntarios, porque son el pilar fundamental sin el cual no sería factible la actividad. Aunque sean grupos bastante grandes, han hecho una piña. Hay personas que, ya siendo voluntarias, se apuntan para colaborar en otros ámbitos, por lo que no pueden participar muchas veces todas las semanas porque hay que darle actividad a las demás personas que lo demandan. Hay gente más o menos empática, pero eso no las hace menos válidas. Manejamos mucho voluntariado universitario. Yo creo que el 60% del voluntariado que nosotros tenemos son personas universitarias que fluctúan mucho porque no pueden comprometerse: se van después del período escolar, vienen los exámenes... Eso lo tenemos en cuenta. Yo creo que la situación está muy, muy bien. Hasta ahora teníamos que estar todo el día pidiendo voluntarios y cuando ahora lelga una persona se extraña porque tengamos excedente de voluntarios. Esto es ahora, a lo mejor dentro de un mes y medio o así estamos de nuevo saliendo en los medios de comunicación pidiendo voluntariado.