Siete lugares para entender La Pepa

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Andalucía por descubrir
I Andalucía por descubrir
Siete lugares para
entender La Pepa
En 1812, mientras España permanecía ocupada por
Francia, un grupo de políticos se refugió en Cádiz.
Entonces se fraguó la primera Constitución, cuyo
bicentenario se celebra estos días en la ciudad más
colonial, luminosa y americana del país.
I ¿Cómo llegar?
La Nacional IV Madrid-Cádiz conduce
directamente a la capital salvando las
aguas de la bahía y el puente León de
Carranza. La autopista de peaje A-4 une
Sevilla y Cádiz.
El aeropuerto más cercano es Jerez de I;
Frontera con vuelos directos a Madrid y
Barcelona.
Los trenes de Renfe (www.renfe.com)
apean a sus viajeros al lado de Puerta
Tierra, entrada a la ciudad antigua de
Cádiz.
La Pepa, sobrenombre con el que se conoce el primer texto
constitucional por ser aprobado un 19 de marzo, es el argumento
de una ruta cultural y turística que discurre por los monumentos,
calles, avenidas y miradores más bellos de la capital gaditana.
Pasearemos por la ciudad liberal, por las casas de los diputados,
los cafés donde se celebraban las acaloradas tertulias, los
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monumentos conmemorativos, las iglesias, despachos y paseos
que fueron escenario de uno de los acontecimientos más
importantes de la historia moderna española.
Oratorio de San Felipe Neri
Epicentro de la Constitución de Cádiz de 1812, el Oratorio de San
Felipe Neri acogió el debate y la rúbrica de la Carta Magna. En la
fachada principal destacan las placas colocadas en honor a los
diputados doceañistas durante el primer centenario de la
promulgación del texto. El interior está dispuesto en torno a una
planta elíptica abierta a siete capillas. Su cúpula fue rehecha tras
el terremoto de Lisboa de 1755 que Cádiz padeció en forma de
maremoto. La primera sesión de las Cortes de San Felipe tuvo
lugar el 24 de febrero de 1811 y la última, el 14 de septiembre de
1813. En total, se celebraron 1478. Comenzaron siendo 95
diputados a causa de las dificultades de transitar por un país en
guerra, pero la aprobación en marzo contó con 184 firmas. Al
lado del oratorio se halla el Museo de Las Cortes, cuya pieza
fundamental es la maqueta en madera de caoba realizada por el
ingeniero militar Alfonso Jiménez por encargo de Carlos III.
Plaza de San Antonio
La plaza más señorial de Cádiz, cuadrada, amplia y luminosa,
escenario de juegos, encuentros y acontecimientos sociales. En
origen fue conocida como Campo de la Jara, cuyo pozo abasteció
de agua a la ciudad durante siglos. En el XVII se erigió la ermita
que hoy le da nombre y durante el año constitucional fue lugar
de cita de los más de 200 diputados que se concentraron esos
meses en Cádiz. A ella abren el Casino Gaditano , la Casa
Aramburu o el edificio que es se de la Uned, síntesis de la mejor
arquitectura burguesa de la ciudad.
Palacio de la Diputación Provincial
Ante él se realizó la primera lectura pública de la Constitución de
1812. Punto de partida del recorrido de la proclamación de La
Pepa, este edificio señorial construido con piedra ostionera
(material típicamente gaditano) fue sede de la Aduana desde su
construcción en el último tercio del XVIII. Desde su azotea,
Fernando Vil voló cometas como estrategia para comunicarse con
su ejército, situado al otro lado de la bahía, mientras permaneció
preso en 1823.
Monumento a las Cortes
El gran hemiciclo parlamentario diseñado con motivo del primer
centenario de la Constitución de Cádiz por el arquitecto Modesto
López Otero y el escultor Aniceto Marinas preside la plaza de
España. El Monumento a Las Cortes, Constitución y Sitio de
Cádiz está coronado por un pilar central de 32 metros de alto. Su
alto contenido simbólico contrasta con los edificios que circundan
la plaza. A espaldas se hallan las casas dieciochescas de los
comerciantes gaditanos, coronadas por torres vigías, entre ellas
la llamada Casa de las Cinco Torres, cinco edificio correlativos de
estilo barroco, construidos en 1771.
Murallas de San Carlos
Entre la plaza de España y la Alameda Apodaca se extienden con
vistas a la bahía las murallas de San Carlos, una suerte de
defensas frente a las que se situaban las flotas francesa, inglesa
y holandesa que esperaban atracar en el puerto gaditano. Las
murallas, del XVIII, son obra del ingeniero Antonio Hurtado y
aún guardan algunas de sus 55 bóvedas. Próxima a las murallas
abre la calle Ahumada, cuyo inmueble marcado con el número 18
acogió en 1812 al diputado ecuatoriano José Mejía Lequeríca,
que promovió la libertad de prensa y la abolición de la inquisición.
Alameda Apodaca
Es uno de los paseos más bellos de Cádiz, un borde marítimo
amurallado abierto frente a la bahía y al Atlántico, un remanso de
paz y un resumen de la riqueza botánica que Cádiz posee, fruto
de su íntima relación social y económica con la América
hispana. En la Alameda Apodaca hay dos esculturas
conmemorativas. Una de ellas dedicada al marqués de Comillas,
impulsor de la Compañía Trasatlántica, y la otra a Ramón Power
Guiralt, ¡lustre marino, diputado por Puerto Rico y vicepresidente
de Las Cortes de Cádiz.
Iglesia del Carmen
La iglesia barroca del Carmen, construida a mediados del XVIII
sobre la antigua ermita de la Bendición de Dios, acogió el
solemne Te Deum en acción de gracias por la terminación del
texto constitucional. Al lado abre la calle Bendición de Dios,
donde se halla la casa del diputado Moreno Montenegro y la
iglesia del Beato Diego José de Cádiz, un exaltado clérigo que
quiso romper con cualquier idea ilustrada y abrazar la doctrina
más rígida de la iglesia católica. No le fue mal porque acabó
siendo beatificado en 1894 por el Papa León XIII.
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