Israel y los territorios ocupados: Amnistía Internacional publica su

Índice AI: MDE 15/102/2001/s
Servicio de Noticias 198/01
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Israel y los territorios ocupados: Amnistía Internacional publica su
informe sobre la intifada y pide que se preste atención a los
derechos humanos al reactivarse los esfuerzos diplomáticos
Paralelamente a la intensificación de la actividad diplomática respecto a
la crisis en Israel y los territorios ocupados crece el número de víctimas:
durante los dos últimos meses murieron unos 150 palestinos, lo que
significa que el balance semanal de víctimas mortales palestinas ha
aumentado más del doble desde el 11 de septiembre de 2001. Durante
este mismo periodo murieron al menos 15 civiles israelíes.
El nuevo informe de Amnistía Internacional, Vidas truncadas: un
año de Intifada (MDE 15/083/2001/s) analiza los acontecimientos de
un año de intifada frente a las normas universales de derechos humanos
que deberían regir las acciones de las autoridades. El informe describe
homicidios ilegítimos, cometidos tanto por Israel como por los grupos
armados palestinos, torturas, juicios injustos, demolición de viviendas y
aislamiento de poblaciones, y lamenta la actitud de aceptación de una
situación intolerable que se da en Israel y en la comunidad internacional.
El informe rinde homenaje a las organizaciones no gubernamentales
y a los periodistas cuando afirma que las organizaciones de derechos
humanos palestinas, israelíes e internacionales han investigado los
homicidios y otras violaciones de derechos humanos que deberían haber
investigado las autoridades, y han estado en los controles o junto a las
casas amenazadas por el fuego artillero, ocupando el lugar de los
observadores de derechos humanos que la comunidad internacional
debería haber enviado hace mucho tiempo.
El documento condena al gobierno israelí, que ha respondido a la
intifada matando palestinos y bombardeando las ciudades palestinas. En
flagrante violación del derecho a la vida, Israel sigue aplicando una
política intencionada de asesinar palestinos sospechosos de planear
atentados contra israelíes. Más de 40 palestinos han sido ejecutados
extrajudicialmente en ataques donde también murieron unos 20
transeúntes.
La Fuerza de Defensa Israelí (FDI) afirma siempre que los muertos
eran «terroristas». Periodistas y organizaciones de derechos humanos,
como los que investigaron el ataque de la FDI contra Beit Rima, donde
murieron cinco palestinos y fueron demolidas tres viviendas el 24 de
octubre de 2001, informan de que en muchos homicidios no parece que
haya habido fuego palestino contra las fuerzas israelíes.
Además, en lo que va de año las autoridades israelíes han cortado
los vínculos con el mundo exterior de prácticamente todas las ciudades y
pueblos palestinos. Cientos de viviendas palestinas han sido demolidas, y
se ha prohibido a los palestinos desplazarse por ciertas carreteras en los
territorios ocupados. Se ha castigado colectivamente a todos los palestinos
que viven en los territorios ocupados militarmente por Israel, es decir, a
más de tres millones de personas.
El informe de Amnistía Internacional condena también a los grupos
armados palestinos que han disparado deliberadamente en zonas
residenciales y contra vehículos con matrícula israelí, y que han hecho
estallar bombas contra civiles en centros comerciales y restaurantes.
Una gran proporción de los muertos y heridos han sido niños: más
de 160 niños palestinos y al menos 32 niños israelíes han muerto.
El informe afirma que, como las autoridades israelíes no investigan
todos los homicidios, se ha producido una aceptación de los homicidios
ilegítimos y de la impunidad de quienes han hecho un uso ilegítimo de la
fuerza. Entretanto, la Autoridad Nacional Palestina tampoco ha
investigado las circunstancias de cada muerte ni ha detenido a los autores
de homicidios ilegítimos.
«Esta falta de investigaciones, esta precipitación en tratar como si
fuera una guerra una situación que debería haberse controlado mediante
la aplicación de las normas de actuación policial, y los homicidios
deliberados perpetrados por ambos bandos suponen una aterradora
degradación del valor de la vida humana», afirma Amnistía
Internacional.
Con las ciudades y pueblos aisladas del mundo exterior por las FDI,
pocos son los que pueden desplazarse para investigar las circunstancias de
los homicidios. Los palestinos tienen prohibido viajar por las principales
carreteras de Cisjordania, y los israelíes se arriesgan a ser víctimas de un
homicidio arbitrario a manos de algún grupo armado palestino.
Según el informe, la comunidad internacional ha hecho
declaraciones cada vez más duras, pero no ha tomado las medidas
necesarias para garantizar que israelíes y palestinos respeten las normas
de derechos humanos y el derecho internacional humanitario.
«Los derechos humanos parecen ocupar un lugar muy poco
prioritario en la agenda internacional en un momento en el que
precisamente deberían volver a recuperar todo el protagonismo para que
el proceso de negociación logre resultados duraderos. La presencia de
observadores internacionales puede ayudar mucho, reduciendo la tensión
de las situaciones y proporcionando más protección a palestinos e
israelíes. Por tanto, deben ser enviados sin más demora.»
\FIN
Documento público
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