738 RESEINAS 738 Vidal llama "barrocos" a autores como Sor Juana Ines de IaCruz, Siguenza y Gongora y Del Valle y Caviedes que logran perforar esta mascara imperialista, acto literario que se relacionaria con la "imitaci6n diferenciada" manierista de Dubois y Luiselli. Por otro lado, habria que extender la conversaci6n que emprende Luiselli cuando plantea la importancia de la imitaci6n diferenciada del Manierismo para el artista criollo. Es decir que se necesitaria un dialogo mayor sobre la manera en que el distinguir por caracterizacion y estilistica entre el Manierismo y el Barroco nos ayuda a entender la complicada relacion entre poder y conocimiento, ideologia, sociedad y literatura dentro de la literatura colonial hispanoamericana. Finalmente, seria interesante considerar las implicaciones, silas hay, de la lectura Manierista para un anAlisis feminista del Primero Sueio de Sor Juana Inds de la Cruz. Grinnell College KATHRYN Joy MCKN1GHT Ross. The Baroque Narrative of Carlos Siguenza y Gongora. Cambridge: Cambridge University Press, 1993. KATHLEEN La complejidad del Barroco de Indias -con sus modelos europeos y autores americanos, sus c6digos que vacilan entre conformidad y excentricidad, su registro de cierta ansiedad criolla- es quiza la caracteristica mis provocativa dentro de la critica literaria. Pero como seiiala Kathleen Ross en la introduccion a su espldndido libro The BaroqueNarrative of Carlosde Siguenzay Gongora, aunque esta complejidad se respeta como rasgo integro de una politica y sociedad colonial hispanoamericana en la disciplina de la historia, generalmente no se respeta en la disciplina de Ia critica literaria. Los criticos literarios suelen simplificar el Barroco de Indias o bien como traza de un nacionalismo latinoamericano incipiente o bien como apdndice del impero modelo espafiol. Ross arguye que esta vision reducida nos deja con una perspectiva muy restringida de Ianarrativa hispanoamericana del siglo diecisiete. El caso del prolifico historiador Carlos de Sigulenza y Gongora, cuyos textos son el objeto de este libro, es ejemplar. La enorme variedad de temas historicos, geogrAficos, sociales y religiosos que trata Siguenza en sus textos ha sido descuidada por la critica. En su lugar, los criticos han elegido mAs bien moldear la figura del autor como emblema de un periodo moderno embrionario, desde la imagen de Irving Leonard del intelectual ilustrado frustrado, hasta la de Lezama Lima del "seflor barroco" quintaesencialmente americano. La tesis de Ross evita esta trampa critica a traves de un nuevo encuentro con el texto narrativo de Siguenza y Gongora que no ubica ni en Ia esfera imperial ni en Ia revolucionaria, sino en un contexto barroco americano que esta en donde el historiador criollo se empei'a en diseflar una historia especial de America, distinguidndola de las visiones mis inmediatas de las cronicas espafiolas del siglo diecisdis. Al desarrollar la tesis, Ross se concentra en el texto Parayso Occidental (Mexico, 1684), pero tambidn entrelaza su con una examinacion solida de la gran cantidad de narrativas que escribi6 Sigulenza. lo anAlisis flujo, RESENVAS73 739 Parayso Occidental es una narraci6n hist6rica que conmemora el centdsimo aniversario de la fundacion de uno de los primeros conventos de Mexico, el de Jesus Maria en 1580. El argumento de Sigiienza plantea en el convento mexicano la evidencia de un traslado hist6rico del plan providencial a la tierra americana, o sea la creacion alli de un verdadero "paraiso occidental". Uno de los aspectos textuales es la forma en que Siguenza glosa y manipula unas vidas de monjas, incluso unas escritas por ellas mismas, dento de su propio argumento. A traves de un anAlisis polifacdtico que recorre la teoria posestructuralista, las teorias historiogrficas mAs recientes sobre el periodo colonial y la critica literaria feminista, Ross nos revela un vinculo esencial en el texto de Sigiienza entre la postura revisionista del autor criollo hacia el Nuevo Mundo y el lenguaje barroco de su historiografla. The Baroque Narrative of Carlos de Siguenza y Gongoratiene cinco capitulos y un epilogo. A traves de estos, Ross nos lieva desde el contexto general de Parayso Occidental hasta la ret6rica especifica del texto, delineado el vaiven ansioso de Siguenza entre la imitaci6n de modelos historiogrAficos clasicos y la expresion de su propia perspectiva americana. En muchos casos, el retrato de esta subjetividad criolla -o por el uso de la historia indigena, o por el uso de las vidas de las monjas- esta en conflicto directo con el modelo espaniol, y Sigulenza se ye obligado a contener Ia tension por recursos barrocos de lengua y literatura. Pero como Ross convincentemente muestra, la intervenci6n editorial de Siguenza tiene el fin de subrayar, en vez de borrar, la excentricidad de sus temas. En el primer capitulo, "Culture of the Spanish American Baroque", Ross Ia critica literaria sobre Sigienza y G6ngora en un paradigma que ella llama "the materialist / symbolist controversy", cuyos representates yen el Barroco de Indias como la expresi6n de una dependencia material de la metr6poli, o como la expresion existencialista del autor individual. Persuadida por estudios hist6ricos sobre la cultura de la Colonia mas provocativos situ"a como algo dinarnico y apoyada por una critica literaria que enfatiza el criollismo de Sigulenza, Ross exige un analisis de los textos de Sigulenza que se fije en las preocupaciones de un historiador criollo dentro de su propio ambiente cultural barroco de Ia Colonia. En el segundo capitulo, "A New World Paradise", avanza Ross su teoria de una historiografia criolla con una lectura cuidadosa de la materia preliminar de ParaysoOccidental: Ia "Dedicatoria" al rey espaflol y el "Prologo al letor", dirigido a las monjas de Jesuis Maria. (Estos dos textos se encuentran en los apdndices de The ColonialBaroque Narrative). Aqui sei'ala Ross los varios niveles en los cuales Sigflenza emprende un dialogo con los historiadores espai'oles de la conquista del siglo diecisdis: Ia imagen "Paraiso Occidental" que reinscribe los designios imperiales europeos en un sitio claramente americano, el lenguaje barroco y literario de Sigulenza que en esta materia prima separa del modelo historiogrAfico renacentista, y la inclusion de Siguienza de un lo sujetos p 'blico y femeninos en una historia que de otra manera pretende ser "clAsica". A traves de estos niveles discursivos, Sigulenza desarrolla un sincretismo barroco muy sugestivo. En el capitulo tres, "The Discourse of Paternity", Ross nos presenta la trayectoria de la voz autorial de Sigiienza en el Libro Primero de ParaysoOccidental, que cuenta la historia del convento de Jesus Maria. El anAlisis de Ross desvela el balance dificil en Ia 740 RESENAS 740 narraci6n barroca del historiador criollo entre sus estrategias autoriales y las preocupaciones culturales que ostas revelan. Por ejemplo, vemos como Siguenza intenta ubicar la fundaci6n del convento criollo en la historia indigena para hacerla parecer mas mexicana, haciendo directa conexi6n entre las monjas criollas y las vestales virgenes aztecas. Y vemos tambien c6mo el narrador reine el sitio del convento con la casa de Malintzin o Marina, resaltandola a esta como la salvacion de los indios y por lo tanto como una figura de emulaci6n para las monjas criollas. Pero aunque el objetivo de Siguenza aqui es fabricar una historia criolla para diferenciarla de la espafola, Ross seiala que la violencia de la Conquista se queda reprimida en su narracion, perjudicando esta misma autoridad y enlace arm6nico entre las dos culturas. Finalmente, el lenguaje barroco de Siguenza de exceso y enmendaci6n revela esta paradoja tanto como trata de borrarla. En los dos capitulos finales, "The Discourse of Paternalism" y "Reading the Vidas", trata Ross con las vidas de monjas que aparecen en los Libros Segundo y Tercero de Parayso Occidental. El uso de las vidas de las monjas biograficas, otras autobiogrficas- por Siguenza en su historia criolla introduce una contradiccion muy importante. Aunque Siguenza intenta integrar las vidas ajenas en su texto para retratar una imagen particular de la fe americana, no puede suprimir Ia diferencia entre las vidas y su propio discurso patriarcal. Ross analiza los dos aspectos de esta contradiccion, es decir, las estrategias del autor criollo para establecer su autoridad sobre las vidas (en el capitulo cuatro) y la escritura de la mujer (en el quinto capitulo). Siguenza manipula las vidas en el Libro Segundo a travds de estrategias tomadas de Ia hagiografia, textos ascticos medievales, y ma's frecuentemente, de la literatura para adoptarlas a sus prop6sitos historiograficos. Es especialmente barroca (y divertida) Ia transformacion picaresca que sufre el caso de la Madre Marina de la Cruz. Originalmente una historia oral, el confesor de la monja y aun otra monja la adaptaron a sus propios diseflos de que Sigiienza la embelleciera en su texto como una "picara a divino" antigua asi -algunas antes (114). El caso de Marina, presentada por Sigtienza lo como un "nuevo modelo" para las monjas y por extension el Nuevo Mundo, termina por sugerir una lectura multiple de textos. Esta lectura multiple es a su vez una serial del impulso barroco del historiador, Sigileaza, y de la emergencia de una voz narrativa hispanoamericana que combina historia y ficcion, hechos y exageraciones. Finalmente, Ross estudia unos manuscritos originales de las monjas del convento carmelita de San Jose glosados por Siguienza en Parayso. (San Jose fue fundado en 1616 por unas mujeres insatisfechas con Ia regla mAs suelta de Jesuis Maria; el convento carmelito luego se identificaria con lo peninsular, aunque Siguenza intenta representarlo en su texto como un parto noble de una madre criolla, una esplkndida extension de su "paraiso" americano (Ross 103). En los textos de Inds de la Cruz y Mariana de la Encarnacion, encuentra Ross los hilos de dos discursos -uno politico conservador de las monjas carmelitas y otro que cuenta las experiencias privadas incluso misticas de e e las mujeres. Esta experiencia mistica inefable del tiempo es un discurso que Ross interpreta por medio de la critica feminista como sugestiva del tiempo y espacio de la mujer, que representa el desaflo de las vidas femeninas ante el discurso autorial de Siguenza. Porque dste, impelidndose a probar su propia validez como historiador de la RESENIAS74 741 verdad, se obliga a controlar la diferencia de las vidas femeninas a traves del uso excesivo de detalles temporales y cronol6gicos, y tambien a travds de la intervencion directa de su voz moralizante sobre la virtud de las monjas. Pero como Ross sefala, el encuentro de los manuscritos originales con el control editorial de Siguenza aparece de nuevo en el lenguaje barroco del texto: "the difference of the nuns' texts overflows the boundaries, goes beyond the walls set around it, and creates the baroque narrative of Parayso Occidental" (188). Encuentros, entonces, entre diversas historias, geografias, nacionalismos, conventos, discursos y gdneros producen el exceso barroco del motivo historico general de Carlos Sigtienza y G6ngora en Parayso Occidental. Estos encuentros, como los que sigue cuidadosamente Kathleen Ross, no son nada faciles, y requieren la enmienda de un lenguaje barroco y literario para que se mantenga la narracion historica criolla de Siguenza en claro diailogo con los historiadores espafloles del siglo diecisdis. El analisis de Ross sostiene que es hnicamente este lenguaje barroco de Siguenza el que termina por ser consistente en el texto, sugiridndonos una teoria literaria para los escritores barrocos coloniales que se funda en el ambiente cultural que les da animo y a menudo ansiedad. Finalmente, este enfAsis de Ross en la historia del periodo barroco -no solo como contexto historico, sino tambidn en las preocupaciones historiograficas de Siguenzame parece sumamente fructifero para la historia literaria de America Latina, porque nos hace refinar nuestras ideas sobre un periodo que ofrece poderosas contingencias en si. Una vez que se entienda mejor este periodo y sus textos, se podran iluminar mejor sus enlaces con los periodos precedentes y siguientes. Especialmentesugestivo, por ejemplo, es el criollismo de Sigiuenza y otros autores del Barrocode Indias. Aunque no podemos ver en sus obras un presagio claro de la modernidad, sera interesante comparar las luchas y dificultades discursivas que tuvieron estos escritores con las de los autores criollos de despues de Ia Independencia. El estudio de Ross verdaderamente nos aleja del impulso de resolver la de los textos barrocos de Indias; al reves, nos permite disfrutarla como evidencia de una sociedad y cultura criollas en formacion, desde Ia presencia y perspectiva femeninas de la Apoca, hasta las pretensiones, ansiedades y racismo de los ma's complejidad criollos, diseflando su propia version, por muy barroca que sea, de George Mason University lapatriaamericana. LISA RABIN