CENTRO DE RECURSOS DE EDUCACIÓN ESPECIAL DE NAVARRA EQUIPO DE CONDUCTA ________________________________________________________________________________________________________________________ TRASTORNO NEGATIVISTA DESAFIANTE (TND) 1. DEFINICIÓN Y CARACTERÍSTICAS El Trastorno Negativista Desafiante (TND en adelante) es un patrón de conducta que se manifiesta en un recurrente rechazo a la autoridad, que dura al menos 6 meses. Suele darse antes de los 9 ó 10 años y viene definido por la presencia de un comportamiento marcadamente desafiante, desobediente y provocador y la ausencia de otros actos que violen la ley y los derechos de los demás. Es habitual que en el desarrollo de los niños aparezcan en algunas etapas comportamientos negativistas, desobediencias, pataletas… Por ello es necesario delimitar cuándo estos síntomas constituyen un trastorno. Para esta clarificación hay que tener en cuenta si la frecuencia, repetición e intensidad afectan a la vida familiar, escolar y social. El trastorno se concreta en un comportamiento hostil, negativo, desobediente y desafiante dirigido a las figuras de autoridad conocidas, en especial dentro de la familia y de la escuela, pudiendo no evidenciarse ante desconocidos. Los niños con TND usualmente son niños hostiles, que se resisten a obedecer, desafían la autoridad, suelen romper las reglas y no siguen las instrucciones o normas de conducta socialmente esperadas para su edad. Los comportamientos más habituales asociados al trastorno son: • Quejas, lamentos, lloros, discusiones, gritos, palabrotas… ante normas y exigencias. • Incumplimiento de encargos y tareas. • Destrucción de objetos propios y ajenos. • Susceptibilidad e irritabilidad. • Enfrentamientos groseros con adultos. • Peleas. La conducta negativista está asociada a una baja autoestima, poca tolerancia a la frustración, mala relación con amigos y eventualmente bajo rendimiento académico. 2. DIAGNÓSTICO El diagnóstico clínico del trastorno ha de hacerlo un profesional del ámbito de Salud Mental. Para ello cuenta con procedimientos e instrumentos para comprobar el cumplimiento de los criterios diagnósticos. En nuestro entorno habitualmente se utilizan los criterios de la clasificación “CIE”, o de la clasificación “DSM”. Según la versión IV del DSM, los criterios para el diagnóstico del Trastorno negativista desafiante [código 313.81] son éstos: A. Un patrón de comportamiento negativista, hostil y desafiante que dura por lo menos 6 meses, estando presentes cuatro (o más) de los siguientes comportamientos: 1. a menudo se encoleriza e incurre en pataletas 2. a menudo discute con adultos 3. a menudo desafía activamente a los adultos o rehúsa cumplir sus demandas ____________________________________________________________________________________________________________ 1 CENTRO DE RECURSOS DE EDUCACIÓN ESPECIAL DE NAVARRA EQUIPO DE CONDUCTA ________________________________________________________________________________________________________________________ 4. a menudo molesta deliberadamente a otras personas 5. a menudo acusa a otros de sus errores o mal comportamiento 6. a menudo es susceptible o fácilmente molestado por otros 7. a menudo es colérico y resentido 8. a menudo es rencoroso o vengativo Nota: Considerar que se cumple un criterio sólo si el comportamiento se presenta con más frecuencia de la observada típicamente en sujetos de edad y nivel de desarrollo comparables. B. El trastorno de conducta provoca deterioro clínicamente significativo en la actividad social, académica o laboral. C. Los comportamientos en cuestión no aparecen exclusivamente en el transcurso de un trastorno psicótico o de un trastorno del estado de ánimo D. No se cumplen los criterios de trastorno disocial y, si el sujeto tiene 18 años o más, tampoco los de trastorno antisocial de la personalidad. 3. EVALUACIÓN PSICOPEDAGÓGICA La evaluación psicopedagógica es un proceso de recogida de datos coordinado por el orientador/a del centro, que tiene por finalidad determinar las necesidades del alumno y las del contexto. Este proceso implica la utilización de diversos procedimientos e instrumentos. En estos cuadros se muestran comparativamente los ámbitos de evaluación para el diagnóstico clínico y para la evolución psicopedagógica. EVALUACIÓN PSICOPEDAGÓGICA DIAGNÓSTICO Sintomatología básica Factores psicosociales Cognitiva Condiciones personales Condiciones del contexto Socio Emocional Curricular Necesidades educativas del alumno Necesidades del contexto ____________________________________________________________________________________________________________ 2 CENTRO DE RECURSOS DE EDUCACIÓN ESPECIAL DE NAVARRA EQUIPO DE CONDUCTA ________________________________________________________________________________________________________________________ 3.1. ÁMBITOS DE LA EVALUACIÓN En cuanto al qué evaluar en un caso de TND, serán de especial importancia los factores conductual y social. La evolución habitual del trastorno suele seguir este patrón de desarrollo: el individuo manifiesta rechazo al entorno; éste rechaza las conductas desafiantes del individuo y éste, a su vez, reacciona al rechazo de forma negativa. Por ello la respuesta del entorno (en este caso principalmente escolar, pero también social y familiar) será objeto de especial atención en la intervención. A. El alumno a) Dimensión cognitiva y académica. Es importante evaluar las aptitudes generales, aptitudes específicas y los estilos cognitivos, puesto que la implantación de sistemas de autocontrol de la conducta exige mayor destreza cognitiva, mientras que cuando la competencia intelectual es menor los sistemas de control externo se adecuan mejor. Asimismo, las posibilidades de complejizar un sistema de economía de puntos o de abordar un trabajo más autónomo aumentan con la competencia cognitiva. Por otra parte, ha de evaluarse la competencia curricular y el estilo de aprendizaje, para conocer si la respuesta curricular favorece una respuesta comportamental ajustada. b) Dimensión social y emocional. En el TND el sujeto suele interpretar de forma negativa los mensajes que el contexto envía. Las habilidades sociales del individuo y su grado de integración determinarán el tipo de intervención. Asimismo, la autoestima, las atribuciones y expectativas que hace el alumno condicionan el tipo de intervención. c) Dimensión comportamental. Medir la frecuencia, duración, intensidad, tipo y dirección de la conducta nos es imprescindible para objetivar la información, poder comparar las tasas en diferentes momentos o entornos, y así estimar la efectividad de los programas y propuestas, y la evolución de las conductas, mediante el establecimiento de la línea base, objetivos conductuales alcanzables, objetivos intermedios, unidades de conducta… B. El contexto a) Estructura organizativa. El tipo de estructura organizativa de la familia y la escuela condiciona las posibilidades de intervención. b) Clima escolar y familiar El clima que rodee al alumno (relación entre el alumnado, entre el profesorado y el alumnado, relaciones familiares, estilo de autoridad…) hará fluctuar sus conductas en cada momento y cada tipo de clima permite diferentes tipos de intervención. c) Estilo de enseñanza. Los estilos de enseñanza condicionan las interacciones en el aula. Cada profesor tiene una serie de recursos didácticos que pueden encajar mejor o peor con el estilo reactivo del alumnado con TND. d) Experiencia. Un profesorado experto en el tratamiento de este alumnado podrá transferir su aprendizaje al caso, con lo que su intervención será más rica. e) Las cogniciones, atribuciones y expectativas. Las conjeturas sobre el alumno, lo que se espera de él y su trastorno, etc., condicionan su propia intervención, aun de manera inadvertida. ____________________________________________________________________________________________________________ 3 CENTRO DE RECURSOS DE EDUCACIÓN ESPECIAL DE NAVARRA EQUIPO DE CONDUCTA ________________________________________________________________________________________________________________________ 3.2. PROCEDIMIENTOS A. Diseño del plan de evaluación. En función de la información disponible se decidirá en qué áreas se ha de profundizar en la evaluación y se ha de listar los procedimientos e instrumentos para poder organizar este proceso, dejando constancia de los pasos que se han dado y los responsables de cada procedimiento. B. Ejecución del plan de evaluación. Las técnicas, procedimientos e instrumentos de evaluación son los mismos que se utilizan para el resto del alumnado (observación, pruebas estandarizadas, cuestionarios, entrevistas, escalas, pruebas de nivel…). En el caso del TND será especialmente relevante la recogida de conductas diferenciadas en función de contextos diferenciados, a través de la observación directa y de la utilización de registros ajustados a la situación concreta, con las siguientes particularidades: - En previsión de la oposición del alumno/a a cualquier tipo de intervención por parte de los adultos seremos especialmente cuidadosos a la hora de diseñar la forma de proponérsela e informar de los objetivos que pretendemos conseguir con ella. - Algunos de los ámbitos a explorar requerirán la intervención, colegiada o como informantes, de profesionales de salud mental, agentes sociales, familiares, amigos… Será preciso poner especial esfuerzo en establecer mecanismos y procedimientos de coordinación eficaces. Una vez recogida la información, es necesario realizar un análisis funcional donde se determinarán las conductas a trabajar y las variables que las condicionan. 4. RESPUESTA La respuesta en los casos de trastorno de comportamiento se estructura siempre en torno a tres ámbitos principales: 1. Cognitivo-académico-curricular. 2. Afectivo-emocional y social. 3. Comportamental. La intervención se realizará a través de propuestas y programas que pueden abarcar diferentes ámbitos. Por ejemplo, un programa para mejorar sus habilidades de comunicación (ámbito cognitivo) probablemente trabaje el ámbito emocional a la vez, a través del refuerzo de sus progresos. La respuesta que necesita este alumnado se imbrica en la labor escolar, pero también en intervenciones en el ámbito familiar: los programas de entrenamiento a padres en solución de problemas son eficaces, aunque este tipo de programas pueden ser más propios del ámbito clínico. ____________________________________________________________________________________________________________ 4