SPLIT Es la segunda ciudad más grande de Croacia 221 456 habitantes (censo del 2007) Importante puerto pesquero y naval del Adriático. Declarada Patrimonio de la Humanidad. En el año 293 el emperador Diocleciano, originario de Salona, decidió construir una majestuosa residencia, en la que pasó los últimos años de su vida y fue enterrado allí en el 313. El Palacio de Diocleciano tardó 10 años en ser construido con piedras traídas de la isla de Brac. El palacio es más bien una pequeña ciudad. Tras la muerte de Diocleciano, el palacio sufrió un largo periodo de desidia y abandono. A principios del siglo VII, después de que la cercana ciudad romana de Salona fuera saqueada por los ávaros (nómadas de Asia central), los refugiados convirtieron el palacio en una ciudad fortificada y el mausoleo de Diocleciano en la catedral de la ciudad. La ciudad era completamente neolatina a finales del siglo VII. Ha estado bajo el dominio de Roma, Venecia, Austria, Francia, Italia y Yugoslavia. La Unesco la declaró Patrimonio de la Humanidad en 1979. Edificios de interés: El casco histórico se halla dentro de los muros del Palacio de Diocleciano. El Palacio de Diocleciano tiene planta rectangular (característica del castro romano). Los muros permanecen casi intactos, en algunas zonas alcanzan 28 m de altura y 2 m de espesor. En el centro de los muros, se abren las cuatro puertas, unidas entre sí por el cardo (de este a oeste) y el decumano (de norte a sur) Puerta Áurea era la puerta principal de entrada al palacio( norte). Frente a ella destaca la imponente estatua del obispo Gregorio de Nin, obispo croata del siglo X, principal impulsor de la escritura glagolítica. Indispensable es tocar el dedo gordo de la estatua Se dice que trae buena suerte. El corazón del palacio es el peristilo, patio central del palacio, con su majestuosa columnata cubierta con arcos, a cuyos lados se alza un palacio gótico y otro barroco. En el lado sur del peristilo se encuentra el protiro, que da paso a los aposentos imperiales; entre las columnas destacan dos pequeñas capillas. El vestíbulo, de planta circular y cubierto con una cúpula, era la antecámara de los aposentos imperiales, de los que tras la Segunda Guerra Mundial, solo quedó la entrada al tablinio. En cambio, se conserva el corredor que atraviesa las bodegas hasta la puerta de Bronce ( entrada de servicio a la residencia imperial, abierta sobre el muelle). En el lado sur del palacio se pueden contemplar 38 de las 52 columnas que sostenían el monumental pórtico, cuyos arcos fueron tapiados a mediados del siglo XVIII para construir nuevos palacios. La catedral. Se accede desde el peristilo. Construida como Mausoleo de Diocleciano y consagrada en el siglo VII. El edificio ha mantenido casi intacta la -1- original planta octogonal; el único añadido es el coro del XVIII. El techo estuvo sustentado por columnas de estilo corintio, de las que hoy se conservan 24. Junto a la catedral se alza un campanario de estilo románico-gótico(siglos XIII-XIV). A los pies de la torre, frente el peristilo, se conserva una esfinge egipcia de granito negro (siglo XV a. C.); en cambio los leones que la acompañan son de la época del campanario La portada muestra unas magníficas puertas de madera (1214), dividida en 28 recuadros y tallada con escenas de la vida de Jesús orladas con motivos florales En el interior destaca un doble orden de columnas corintias unidas por espléndidas cornisas; merece especial atención el friso orlado de medallones con el retrato del emperador Diocleciano y la emperatriz Prisca. Desde el peristilo, el estrecho callejón de San Juan conduce hasta el baptisterio de San Juan, pequeño edificio rectangular, de estilo corintio, y en la antigüedad templo de Júpiter. Está precedido por una esfinge de basalto negro (siglo XIV a. C.), una columna paleocristiana (siglo V) y un sarcófago renacentista (1533). Destaca en su interior una gran pila bautismal en forma de cruz. El tramo oriental de la decumana es hoy una plaza prolongada por el peristilo hasta la puerta de Plata, tras la cual se extiende el mercado de la ciudad Partiendo del peristilo hacia el oeste se halla el Palacio Cimbro (siglo XVII) y continuando por la calle se llega a la puerta de Hierro, en cuyo pórtico se levanta una pequeña iglesia con un curioso campanario lombardo. Esta puerta, sobre la que se alza la torre del Reloj, comunica la ciudad vieja con la ciudad nueva. -2-