2 CIUDADANOS Martes 17.11.15 EL CORREO La demanda de atención a domicilio en Bilbao se disparará al ser ya compatible con las ayudas Balance de la asistencia domiciliaria en 2014 COSTE TOTAL DEL SERVICIO 12.790.097 € [email protected] 6,3% Aportación económica sobre el coste total 806.216 € El decreto que unifica la cartera de servicios en el País Vasco y la renovación del contrato abrirán una nueva etapa para el SAD en 2016 USUARIOS SEGÚN TIPO DE CONVIVENCIA Solos Matrimonio o pareja 60,4% 24,9% Con hijos En familia Otros 5,1% 4,6% 5,0% USUARIOS SEGÚN LA EDAD 11 Menores de 18 3.157 263 18 y 64 años Total de atendidos 84 65 a 69 años 181 70 a 74 años 407 75 a 79 años 80 a 84 años 856 85 a 89 años 856 105 0 200 400 600 800 FRECUENCIA DEL SERVICIO PRESTADO 54 (2,0%) Menos de 14h 134 (4,9%) 260 (9,5%) 13 (0,5%) 727 (26,5%) 20 a 30h 34 a 43h 44 a 54h 55 a 69h 70h o más BILBAO. La ayuda a domicilio en Bilbao afronta una nueva etapa a partir del próximo año. A los cambios que siempre conlleva la renovación del contrato se unirán los derivados del decreto del Gobierno vasco que iguala los servicios sociales en los tres territorios. La normativa, que entrará en vigor a finales de 2016, permite compatibilizar la asistencia domiciliaria con las prestaciones económicas para cuidados en el entorno familiar; algo que ahora es posible en Álava y Gipuzkoa pero no en Bizkaia, donde la Diputación se quedó rezagada en estas políticas. Obligados a elegir, los bilbaínos se han ido alejando de un servicio que ha perdido alrededor de un millar de usuarios: de los 4.000 conta- Eso supone entre 46 y 70 horas al mes para los más afectados, de 21 a 45 para la dependencia severa y un máximo de 22 para la moderada. Menos de una hora al día En la práctica, casi el 60% de los servicios que se prestan en Bilbao no llegan a 19 horas al mes, ni siquiera una cada día de lunes a viernes. El 26% están incluso por debajo de las 14, apenas tres por semana, y este grupo ha ido creciendo en el último año. La intensidad de la asistencia es uno de los aspectos que habrá que analizar en profundidad en los próximos meses. A finales de 2016 coincidirá el vencimiento de la prórroga del actual contrato con la aplicación del decreto del Gobierno vasco que abre una nueva perspectiva. Un mínimo común y obligatorio para toda Euskadi sobre el que las instituciones locales tienen margen de mejora si están dispuestas a asumirlo. Toca sentar nuevas bases para uno de los servicios municipales de mayor coste –el 40% del presupuesto de Acción Social– y el más sensible para los bilbaínos, el único que traspasa las puertas de su hogar. No existe lista de espera. En el perfil de las personas atendidas destaca su edad –siete de cada diez tienen más de 80 años– y el tipo de convivencia, o más bien su falta. El 60% viven so- 394 90 a 94 años Mayores de 94 14 a 19h TERESA ABAJO bilizados en 2010 a los 3.157 atendidos a lo largo del pasado ejercicio. La demanda se ha «estancado» en el último año tras la fuerte caída de 2012 y 2013. Una tendencia que el concejal de Acción Social, Iñigo Pombo, atribuye a la incompatibilidad con las ayudas económicas, ya que casi el 96% de los usuarios se muestran «muy satisfechos» con la labor que realizan las auxiliares para proporcionarles una mayor autonomía personal. Les superan en número los perceptores de la prestación por cuidados en el entorno familiar, que en Bilbao llega a 3.626 hogares. Esto supone que, al abrirles la puerta del Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD), las solicitudes podrían llegar a duplicarse, aunque dependerá de cómo se concreten las condiciones y el régimen de copago. La coincidencia de las dos líneas de apoyo «va a suponer una merma» en una de ellas, advierte Pombo. «No se podrá recibir lo mismo, o menos dinero o menos horas de atención, y tendremos que estudiar con la Diputación cómo se hace». Él cree que para las personas vulnerables «es mejor tener servicios» y en todo caso recortar las ayudas en metálico, porque las horas de trabajo de las auxiliares ya están muy ajustadas. El Ayuntamiento de Bilbao se atiene a los estándares que marca la Ley de Dependencia, «ni menos ni más». 668 (24,4%) 886 (32,3%) Fuente: Ayuntamiento de Bilbao :: GRÁFICO L.Q. H ace un año, un estudio demográfico encargado por el Ayuntamiento de Bilbao a la UPV consiguió transformar en titulares una evidencia cargada de implicaciones: Bilbao envejece a un ritmo mucho más preocupante que entrañable. Según los expertos, en 2030 la ciudad tendrá veintisiete mil habitantes menos y casi un tercio de su población superará entonces la edad de jubilación. El asunto es decisivo, lo que quiere decir que consigue ser importante y urgente al mismo tiempo. No debería ser solapado por la sucesión de urgencias pirotécnicas que constituye hoy la PABLO MARTÍNEZ ZARRACINA UN DESAFÍO peor versión de la política. Además de buscar el modo de contener en lo posible el envejecimiento, se impone la necesidad de afianzar los mecanismos que permitan atender a una pobla- Porque dar buena impresión ya no cuesta tanto, ofrecemos nuestros servicios al mejor precio. Periódicos Catálogos Revistas Folletos comerciales Programas culturales y festivos... 94 452 34 00 Solicite presupuesto sin compromiso [email protected] www.bepsa.es ción en la que cada vez habrá más ancianos y personas dependientes. Entre lo que queda en la mano del Consistorio, el servicio de ayuda a domicilio es una de las cosas que conviene afianzar. Martes 17.11.15 EL CORREO CIUDADANOS 3 LAS FRASES los, uno de cada cuatro en pareja y el 5% con sus hijos, según la memoria de 2014. Las mujeres son amplia mayoría, por encima del 70%. Hay un colectivo importante, más de un tercio del total, con un grado de dependencia severa, que necesita hasta once horas de apoyo semanal para permanecer en su domicilio. Las cuentas del SAD revelan que el coste fue de 12,7 millones el año pasado y los usuarios pagaron el 6% del total. Su aportación nunca pue- de superar el 20% de la renta neta mensual y en el 60% de los servicios la cuota es inferior a 25 euros al mes. En cuanto al Ayuntamiento, ¿habrá un mayor desembolso en esta nueva etapa? El área de Acción Social todavía no ha empezado a hacer números, aunque al poner la lupa sobre recursos y necesidades será inevitable tocar este tema. «Hay que mirarlo todo, más barato es difícil que salga», dice Pombo. «Debemos asumir el concepto, que es un servicio muy importante porque permite que la gente que quiera se pueda quedar en casa» en lugar de ir a una residencia. Además de la compatibilidad con las ayudas económicas, se estudiará incluir «catering y avances tecnológicos» para aprovechar mejor el tiempo que las trabajadoras pasan con los usuarios. El futuro estará condicionado no tanto por el envejecimiento de la población –«hay que decir alto y claro que envejecer es un logro social»– como por otras «derivadas. Está aumentando mucho el número de personas que viven solas. La familia se está disgregando, es más pequeña y hay mucha más movilidad geográfica», describe el concejal. En este escenario, «la Administración debe tener claro cuál es el modelo a defender, y también es muy importante la labor del tercer sector». El interés de este servicio radica en que con él se acompaña en su propia vivienda a personas que por edad o enfermedad presentan distintos grados de dependencia. Se sabe que a estas personas les beneficia permanecer en su entorno y conservar la máxima autonomía. El servicio abarca las tareas domésticas y también las tareas relacionadas con el bienestar del usuario en lo tocante a higiene, vestido o medicación. Hasta ahora, tres mil vecinos reciben esta ayuda en su propio hogar. Serán más cuando la nueva Ley de servicios sociales haga compatible el acceso a la ayuda en casa con el cobro de una prestación económica para cuidados en el entorno familiar. Se abre por tanto un nuevo periodo en la atención a las personas dependientes. Y coincide con el vencimiento del contrato del servicio de ayuda a domicilio. En el último pleno se habló a este respecto de las limitaciones del mismo, sobre todo de las relacionadas con las horas que se le dedican a cada usuario y que, por tanto, cotizan los trabajadores. Es un ejemplo de la clase de elementos que quizá convenga ajustar. Atender mejor a quienes hoy lo necesitan servirá para poder atender en un futuro cercano desafíos mayores y todo apunta que bastante inapelables. Iñigo Pombo Concejal de Acción Social «Lo preocupante no es el envejecimiento, que es un logro social, sino el aumento del número de personas que viven solas» «Al compaginarse con la prestación económica habrá una merma, y yo soy partidario de reducir más el dinero que las horas» «En el nuevo contrato vamos a estudiar incluir catering y avances tecnológicos» Dos hombres participan en una presentación del servicio de ayuda a domicilio. :: JON RODRÍGUEZ «La mayoría de las trabajadoras no llega a la jornada completa» La reducción de horas crea tensiones laborales y a finales de este año vence el convenio para casi medio millar de empleadas :: T. ABAJO BILBAO. No se puede hablar del Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD) sin mirar al otro lado de la puerta, a las mujeres que acuden a atender a las personas mayores para facilitarles la vida cotidiana. En Bilbao son 474 y trabajan para dos empresas: Aurrerantz y Aztertzen, adjudicatarias del concurso público convocado en 2012 y actualmente en prórroga. Ambas se reparten el mapa de la ciudad para cubrir las solicitudes de los barrios y su contrato seguirá vigente hasta finales de 2016. Pero un año antes, dentro de poco, toca renovar el convenio colectivo, y ya se ha constituido la mesa de negociación con representantes de ELA, CC OO, UGT y LAB. EN CIFRAS 474 trabajadores, la inmensa mayoría mujeres, prestan el servicio de ayuda a domicilio en Bilbao, adjudicado a dos empresas. XA urrerantz Sociedad Coopera- tiva. Cubre las zonas de SantutxuBolueta, Casco Viejo, San Francisco y La Peña. También Deusto-San Ignacio y Centro-Indautxu. XA ztertzen Servicios Sociales. Trabaja en dos sectores: UribarriZurbaran y Otxarkoaga-Txurdinaga; Irala-San Adrián-Rekalde-Peñascal y Zorroza-Basurto-Altamira. El convenio de la asistencia domiciliaria siempre ha sido especialmente sensible por la naturaleza de un trabajo que realizan en su inmensa mayoría mujeres y que tiene una incidencia directa en el bienestar de personas vulnerables. Desde hace años, además, la reducción de horas viene creando tensiones laborales. «La mayoría de las trabajadoras no llega a la jornada completa», afirma Gaizka Miguel, de ELA. Para muchas «el tiempo de trabajo efectivo es de 30 horas incluyendo desplazamientos, o incluso de 20, 25, 15... hay gente que está en condiciones muy precarias», asegura. Aunque el problema «es general en Bizkaia», la situación en Bilbao se sigue con especial atención por el número de afectadas y el peso cualitativo de la ciudad. Miguel incide en que «es el Ayuntamiento el que decide el número de horas de atención» y confía en que la nueva etapa que se abrirá el año que viene traiga consigo una intensificación de un servicio «fundamental para la sociedad. Con solo una hora, ¿a qué te da tiempo?», se pregunta. «Y no engañemos a la gente con el discurso, a veces no se gasta todo lo que está presupuestado». Sobre la mesa de las negociaciones se pondrán también «los años de congelación» y otras condiciones, «como los 2,57 euros que se pagan por trienio de antigüedad».