OPINIÓN DEL CUERPO DE INVÁLIDOS MILITARES AL DE MUTILADOS DE GUERRA POR LA PATRIA MUTILADOS DE GUERRA POR LA PATRIA Cuerpo de Inválidos en el siglo XIX. Emblema y militares del Cuerpo, con uniforme. C uando leí en la revista “Ejército”, número 850 del mes de enero/febrero de 2012, el mensaje institucio­ nal del Jefe del Estado Mayor del ­Ejército referente a nuestros “he­r idos en combate”, no pude reprimir una sensación de alegría que hacía mucho tiempo no había sentido revisando las noticias sobre nuestras Fuerzas Armadas. Esa sensación de alegría au­ mentó con la esperanza de que se puede hacer realidad lo que leí en el párrafo siguiente, cuando el JEME aludió al apoyo que se me­ recen las familias de los militares. ¿Estaremos a las puertas de una atención social a la familia militar muy olvidada en muchos aspectos? Pero es muy conveniente escuchar estas palabras (o leerlas) de boca de quien en un no lejano futuro necesitará ese apoyo cuando su situación se haya modificado sus­ tancialmente, cuando de JEME o de cualquier otro alto mando militar se pasa –sin apenas darnos cuenta– a ser un miembro de las llamadas clases pasivas, es decir, a ser un retirado con un pasado militar más o menos brillante, pero sin ningún futuro, salvo el que te pueda deparar la Providencia. Pero, volviendo a lo de los “heridos en combate”, es recon­ fortante pensar que a nuestros mutilados o minusválidos como consecuencia de las heridas su­ fridas en las mal llamadas “ope­ raciones de paz”, no tengan, por obligación, que darlos de baja el Ejército correspondiente y que de esa manera se trunque una vida militar joven, llena de ilusiones y de compromisos para con España. Es tal el número de puestos de trabajo que estas personas pueden ocupar en los Ejércitos –de acuerdo con la situación específica de cada uno de ellos– que la rela­ ción sería interminable. MILITARES 95 13 MARZO 2012 MUTILADOS DE GUERRA POR LA PATRIA – HISTORIA. (Soldados Viejos y Estropeados). Cuando el JEME expuso en aquel mensaje que se va a tratar de impulsar una normativa para ellos con objeto de que estos heridos sigan “desempeñando cometidos dentro del Ejército”, me cupo la duda de si esa decisión sería res­ paldada o no por la política del ministerio de Defensa. Todos recordamos cuando en un tiempo no muy lejano, aquel Cuerpo de Mutilados de Guerra por la Patria fue suprimido de la organización militar por el simple hecho de ser una entidad prove­ niente de una guerra civil a la que se acogieron no sólo los mandos OPINIÓN Cristo de los Mutilados. militares heridos y mutilados en aquella guerra sino, posteriormen­ te, aquellos militares que sufrían heridas o mutilaciones en manio­ bras, ejercicios, etc. O en conflictos como los del Sahara o Ifni. Si de verdad se va a propiciar la normativa a la que antes nos referimos para integrar a nuestros “heridos en combate” en los Ejér­ citos; si fuera preciso crear una Hermandad o Asociación especí­ fica para ellos, llegamos a la con­ clusión de casi siempre: el trata­ miento que desde el poder político se debe dar a las Fuerzas Armadas y a la Guardia Civil de España es una cuestión de Estado. No se pue­ de actuar sobre ellas en función de los intereses o la ideología de tal o cual partido político. Y mucho menos desde aquellos partidos po­ líticos que son, prácticamente, los únicos, por ahora, con posibilidad de gobernar en España. Hemos dicho y leído en estas mismas páginas en ­numerosísimas ocasiones, que la normativa referi­ da a los militares debe ser riguro­ samente, extraordinariamente bien meditada y pensada para que la misma sea considerada siempre con una visión que tiene que ex­ ceder a los simples intereses par­ tidistas. El peso específico dentro del estado de las FAS y la Guardia Civil es infinitamente supe­ rior al del interés ideológico de cualquier partido político. De ahí que hoy veamos cómo, de nuevo, parece que el sentido común vuelve a imponerse sobre reacciones par­ tidistas que un día negaron el pan y la sal a un Cuerpo de Mutilados que creyeron era su enemigo. Y lo suprimieron. Sin más. Aquella duda que me surgió cuando el JEME envió un mensaje, en el sentido de si sus palabras serían respaldadas por el poder político, quedó despejada cuando leí la entrevista que el diario “La Razón” hizo al nuevo ministro de Defensa el pasado 5 de febrero. En ella, el señor Morenés dijo tex­ tualmente: “Creo que en materia de personal es muy importante también tener en cuenta a los mutilados y su vinculación con los Ejércitos. Me parece evidente que si quieren estar vinculados tienen que estarlo, por su propia moral y por la moral que emana de ellos, y porque los mutilados son muy útiles”. Absolutamente lógico. Extraor­ dinariamente práctico. Humana­ mente irreprochable. En definitiva, algo natural cuando, como en este caso, se tiene sentido de Estado. Y no deseos de venganza u odios viscerales. ¡Enhorabuena, señor Ministro! Teniente PELAYO ESPAÑA MILITARES 95 14 MARZO 2012 Medalla de Sufrimientos por la Patria. Es la medalla de los heridos en acto de servicio, en paz o en tiempo de guerra. ACIME, Asociación Española de Militares y Guardias Civiles con Discapacidad, del CERMI. Que representa a los Inválidos y Mutilados Militares, al suprimirse el Cuerpo de Mutilados. En el BOD Nº 53 de 15 de marzo de 2012, se ha publicado la Orden Ministerial 16/2012, de 14 de marzo, por la que se regula la adscripción de personal militar a unidades del Ministerio de Defensa en especiales circunstancias. La Ley 39/2007, de la Carrera Militar, amplía la posibilidad al militar profesional que haya cesado en su relación de servicios profe­s ionales con las FAS por insuficiencia en las condiciones psicofísicas en acto de servicio.