RECOMENDACIONES 1 El Eneagrama es un modelo que

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RECOMENDACIONES
El Eneagrama es un modelo que representa nueve tipos básicos de personalidad. Cada
uno de estos tipos describe una cosmovisión, incluyendo la particular mirada que cada
uno tiene respecto de sí mismo, de los demás, de las relaciones interpersonales y del
mundo en general. Nos enseña la comprensión del mundo interior como fundamento
causal de la conducta. El Eneagrama nos ayuda a conocer y comprender nuestros rasgos
más arraigados, nuestra relación con los demás y en definitiva, nuestra visión de mundo y
la motivación que está a la base de nuestras conductas. Estos rasgos centrales son los que
están determinando la forma en que tomamos decisiones, la forma de acercamiento que
tenemos al aprendizaje, nuestro estilo comunicacional, y en general, todas nuestras áreas
de desempeño. Por lo tanto, la raíz de nuestro comportamiento se encontrará reflejada
en toda su dimensión en nuestras manifestaciones “eneatípicas” (de nuestra estructura de
personalidad).
Una pregunta que surge muchas veces al intentar definir el Eneagrama es ¿desde dónde
surge la estructura de personalidad?: Hoy existe un consenso bastante amplio respecto de
que al hablar de personalidad, nos estamos refiriendo a una serie de rasgos psicofísicos,
de origen biológico algunos y asociados a la historia de nuestras interrelaciones otros,
sumados al particular uso que hemos hecho de estos rasgos, a través de nuestras
estrategias defensivas y adaptativas.
Algunas teorías de la personalidad harán más énfasis en aquellos rasgos biológicos, otras
en nuestras experiencias aprendidas y otras en la síntesis u ordenamiento particular de las
unas y las otras frente a nuestras estrategias defensivas y adaptativas.
Este poderoso y fascinante mundo de las estructuras de personalidad nos provee de un
mapa muy útil de fortalezas y debilidades que es la base en el diseño de un programa de
trabajo para la Gestión de las Relaciones Interpersonales.
Para efectos prácticos debemos entender que la estructura de personalidad eneatípica
(estructura de personalidad según el Eneagrama) es una combinación de rasgos
heredados y aprendidos organizados de tal forma que resultan de relativa permanencia en
el sujeto.
Esta relativa permanencia permite a otros hacer ciertas predicciones respecto del
comportamiento del sujeto y al sujeto mismo otorga una coherencia interna que le
permite referirse a si mismo como un YO consistente, sin impedirle por esto generar un
plan de desarrollo para sí mismo, basado naturalmente en el cambio.
Dicho de otra forma, la estructura de personalidad es lo que hace diferentes a las
personas, haciéndoles reaccionar como seres únicos frente a estímulos equivalentes, pero
paradójicamente es lo que nos permite agruparlas en conjuntos de rasgos similares y
continuando con la paradoja, es también lo que permite el cambio al mostrarnos con
claridad cuáles son las fijaciones de la estructura.
El Eneagrama: Una herramienta para la Gestión de las Relaciones Interpersonales
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RECOMENDACIONES
El modelo del Eneagrama agrupa los rasgos en nueve grandes conjuntos que se sostienen
en una dinámica interna lógica y de polaridades. En un extremo están las fortalezas y en
otro las debilidades. Cada fortaleza llevada al extremo, se expresa en debilidad. Por
ejemplo, la rigurosidad en su extremo se torna en inflexibilidad, la fuerza en agresividad,
la autonomía en aislamiento, etc.
A continuación se transcriben algunas recomendaciones para cada tipo, entendiendo que
cada tipo puede, conscientemente, acercarse a sus fortalezas y así mejorar sus relaciones
interpersonales:
Si usted es un Uno
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Sea un modelo, no un crítico.
Recuerde que mucho de lo que usted dice será sentido como una crítica, aunque no
sea eso lo que usted quiere decir.
Revise el contexto. Su crítica probablemente es correcta, (después de todo usted es
experto en lo que está mal), pero quizás está sobredimensionada. Probablemente no
ha considerado todo el contexto. Al hacer esto, usted comete un error (¡perdón!).
¿Qué información puede estar dejando afuera (en especial, sentimientos de otras
personas o alternativas distintas de acción)?.
Use su visión de lo ideal y su visión sobre lo que está mal como una guía, no como un
grillete.
Pueden existir muchos sentimientos, juicios y resentimientos reprimidos en usted
porque usted considera que son inaceptables. Atrévase a hacerlos conscientes, ya que
lo hacen parecer mucho más enojado de lo que usted piensa.
Mantenga sus compromisos con usted mismo. Los Uno menos sanos le exigen a los
demás más de lo que se exigen a sí mismos.
Aprenda lo que significa “suficientemente bueno”.
Perdónese usted mismo.
Preocúpese de sus propios asuntos. Tómese vacaciones de su rol de súper responsable
del bienestar moral de los demás.
¿Prefiere estar en lo correcto o participar? Juzgue lo que quiere, pero si su jefe se
siente juzgado por usted, no piense que lo van a invitar a reuniones del círculo más
íntimo. El trabajo no es la Inquisición. Las personas no quieren trabajar con jueces o
moralistas irritantes.
Acepte los errores. Su forma severa y juzgadora puede llevar a sus colaboradores o
colegas a ocultar sus errores y, de esta forma, privarlo de la información,
retroalimentación o sabiduría que usted necesita.
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RECOMENDACIONES
Si usted es Dos
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Vuelva su compasión de Dos hacia usted mismo: ¿Cuáles son sus necesidades reales?
¿Quién le importa de verdad? Tómese un tiempo para descubrir sus verdaderos
sentimientos, intereses, opiniones y deseos. Esto puede implicar mirar adentro de
usted mismo y pasar un tiempo sólo (¡glup!).
Retírese. Deje espacio. Algunas veces las personas necesitan tener su propio espacio y
resolver sus propios problemas. Note su tendencia codependendiente a rescatar a
otras personas y hacer suyos los problemas de ellos. Puede que esta persona no
necesite que la rescaten. No sobre-empatice. Tenga claro dónde termina su
responsabilidad.
Las demás personas no son Dos menos desarrollados: ellos no serán capaces de
anticipar sus necesidades como usted anticipa las de ellos. Sea explícito en pedir lo
que usted necesita, no es tan humillante como parece.
Cuando pueda terminar de trabajar a través de otros, usted habrá solucionado el
dilema central del Dos: independencia versus dependencia. La solución es la
interdependencia: descubrir su importancia en el contexto y ser capaz de recibir lo que
usted realmente necesita.
Asegúrese de enfrentar los aspectos de contenido de su trabajo, no sólo las relaciones.
Los Dos tienden a pensar que sus problemas son de relación; algunas veces es sólo que
no están haciendo su trabajo.
Negocie en forma directa, sin manipular. Usted cree que merece tratos especiales que
calcen con sus relaciones especiales, pero esto sólo mantiene el ‘juego Dos’ que señala
que hay que seducir para lograr lo que usted quiere.
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RECOMENDACIONES
Si usted es un Tres
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Recuerde que el éxito no es prueba de virtud.
Aprenda que existe una diferencia entre lo que usted es y lo que usted hace; y sea
capaz de explicar esa diferencia.
Hágase a un lado y deje que otros dirijan de vez en cuando.
Haga parte de su trabajo el anticipar las posibles objeciones o preocupaciones de la
gente. Mientras usted tiene sus ojos puestos en la meta y camina hacia ella, otros
todavía tiene dudas y ven peligros. ¿Cómo puede satisfacer la necesidad que otros
tienen de estabilidad y seguridad?
Considere un tiempo para las otras personas en su agenda. En vez de decir: “Estoy
ocupado, déjenme tranquilo”; puede decir: “Estoy ocupado, pero mañana en la tarde
tengo tiempo.”
Desarrolle una relación con las fuerzas de la naturaleza. Respete los ritmos naturales y
los procesos, en vez de estar siempre a toda máquina. No abarque más de lo que
pueda apretar, y no insista en tratar de abarcarlo.
Tome consciencia de su tendencia a cerrar demasiado pronto, y de comprometerse
ahora y arreglar los problemas sobre la marcha. ¿Tiene toda la información? ¿Necesita
ser más cauteloso?
Practique el ser honesto. La verdad lo hará libre. Tome consciencia de su tendencia a
adornar las cosas, especialmente de la forma en que usted se muestra frente al resto.
Los Tres pueden trabajar fuertemente si su opción es consciente y no compulsiva.
Pueden entregar mucho a través del quehacer.
Recuerde que “¿Cómo estás?” puede ser una pregunta genuina, no sólo una
formalidad o un formulismo.
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RECOMENDACIONES
Si usted es un Cuatro
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No se rinda. La desesperanza ensombrece al Cuatro. Esfuércese por percibir que no
todo está perdido.
Sus sentimientos no necesitan determinar todo lo que usted hace. Aprenda a
reconocerlos más que a padecerlos, a comunicarlos más que a actuarlos. “Necesito
hablar de algunos temas que me despiertan fuertes reacciones emocionales”. Incluso
puede preferir guardarse algunos sentimientos.
En algún sentido, los Cuatro, que tanto valorizan su sensibilidad, son la versión
emocional del Ocho. Necesitan emociones fuertes para sentirse en contacto con la
realidad. La próxima vez que esté a punto de sucumbir a una marea de sentimientos,
pregúntese por qué. ¿Se ha convertido en un hábito?, ¿Qué está evadiendo?, ¿Lo
común y corriente?, ¿Responsabilidades mundanas? ¿Terminar su trabajo? y ¿Qué
está eligiendo no hacer?
No le dé vuelta a sus problemas. En vez de eso, mueva su cuerpo. Eso es un buen
consejo para todos nosotros. La medicina oriental y la bioenergética occidental
enseñan que la depresión es una baja del flujo de energía corporal, para la cual el
movimiento es una respuesta adecuada.
¿Estará tachando a sus colegas de superficiales como una forma de desconocer las
contribuciones genuinas que ellos hacen?
¿Qué datos “duros” sobre el proceso de su negocio ha dejado para otros miembros de
su organización? Manejar esa información práctica puede ser un trampolín para su
intuición y su creatividad en los negocios.
La capacidad de colaborar y de enfocarse en las consideraciones prácticas pueden
hacer de su proyecto algo más sólido.
No tome todo tan a la personal. Punto.
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RECOMENDACIONES
Si usted es un Cinco
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La vida laboral es colaborativa. Alinéese con personas orientadas a la producción, para
que sus ideas puedan concretarse.
Verifique el efecto que tiene su comunicación en los demás. A usted, le puede parecer
que está compartiendo ideas útiles aunque algo complejas; para los demás, usted
puede estar apareciendo como un “sabelotodo”, arrogante y con aires de
superioridad.
Arriésguese a mostrar su postura primero.
Arriésguese a mostrar su postura. Las demás personas no leen la mente - al menos no
tanto como usted.
No se quede siempre escondido y seguro en un rincón. Considere que la alternativa
más valiente –hacer explícitos sus verdaderos sentimientos y opiniones- puede ser la
mejor.
Escuche a los demás. Trate de abandonar el hábito de pensar qué es lo que va a decir
mientras la otra persona está hablando.
Verifique si ve con algún grado de desprecio la consideración de factores humanos en
la planificación. Esta actitud puede ser contraproducente cuando los planes que se
realizan involucran a personas.
Aprenda a distinguir la diferencia entre el secreto y la privacidad. Es adecuado que
usted mantenga su privacidad, pero no necesita mantener todo en secreto.
Esfuércese por hacer que las demás personas –su jefe, sus compañeros de trabajoconozcan sus planes, sus necesidades, sus límites, etc. No desaparezca sin mayores
explicaciones.
Haga saber a sus colegas que usted es parte del equipo, que usted apoya los objetivos
grupales y que quiere ayudar. Hágales saber cuándo y de qué forma usted se
encontrará disponible. Pregunte: “¿Hay algo más que necesiten saber?”.
Sea generoso con su tiempo, su preocupación, su energía. Cuando un Cinco es
generoso y da abiertamente, se nutre a sí mismo.
Su silencio habla a gritos, y puede no estar diciendo lo que usted quiere que diga.
Tómese un tiempo para compartir sus procesos internos: “Necesito un poco de tiempo
para pensar acerca de esto o para reunir más información.” O bien: “Así es como
llegué a estas conclusiones.”
Busque la moderación en todas las cosas. Especialmente, la moderación.
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RECOMENDACIONES
Si usted es un Seis
• Busque su propia autoridad interna. Algunos Seis evitan la angustia de sus eternas
dudas asumiendo que su líder posee todas las respuestas y ellos ninguna.
• Practique confiar. Cuando un Seis busca razones para confiar en los demás (en lugar
de desconfiar), generalmente las encuentran. La ‘experiencia de la confianza’ puede
provocar grandes cambios en un Seis; más allá de que el mundo sea o no sea
confiable.
• No se asuste de ser ‘el abogado del diablo’; apuntando a los posibles aspectos
negativos de los proyectos. Use sus habilidades para advertir acerca de lo que no va a
funcionar. Muestre dónde estarán los problemas y las posibles caídas. Pero hágalo
conscientemente, no en forma compulsiva o atemorizada.
• Aprenda a dar las gracias. Los Seis tienen problemas para agradecer. Sienten que si
agradecen se pondrán por debajo de los demás.
• Defina objetivos positivos, no pierda su tiempo sólo en defenderse de lo que puede
andar mal.
• Use “y” en lugar de “pero”; como en “comprendo tu idea ...y ¿has considerado también
esta posibilidad?”
• Para evitar acusar tanto a los demás, dedíquese a tratar de solucionar el problema en
vez de tratar de buscar a los culpables.
• Como dijo Samuel Johnson: “Nada nunca será intentado, si todas las posibles objeciones
antes deben ser solucionadas.”
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RECOMENDACIONES
Si usted es un Siete
• Pregúntese: ¿Cuáles son los posibles problemas de este proyecto? Luego piense en
formas de manejarlos.
• No se sobrecomprometa. Los Siete tienden a sobrecomprometerse porque les gusta
no defraudar a las personas en el momento.
• Dé pequeños pasos prácticos para concretizar su visión.
• Estabilícese y ponga los pies en la tierra. Para poder volar, es necesario estar
conectado al planeta. Para algunos Siete, esta conexión puede ser su familia o las
demandas rutinarias de su trabajo.
• Aprenda a asumir las consecuencias de sus opciones en lugar de ‘bajarse del carro’ o
cambiar de opción a mitad de camino.
• No todas las ideas que le vienen a la cabeza necesitan ser expresadas.
• Refrene su tendencia a burlarse de otras personas, a tratarlos en forma descuidada, y
a decirles que se animen. Cuando se sorprenda a sí mismo haciendo esto, considérelo
como un indicio de que su paranoia se está ‘cocinando’ en algún lado. ¿De qué tiene
miedo exactamente?
• Prepárese para optar y decidirse por una sola alternativa. No es posible elegirlas
todas.
• Tenga cuidado con su tendencia a racionalizar, a justificar un fracaso o una falta ética
sin hacerse responsable.
• Aprenda a escuchar a los demás sin estar pensando en la próxima cosa inteligente que
usted va a decir.
• ¡Trabaje! Termine lo que se comprometió a hacer. Desarrolle hábitos de autodisciplina. Sea organizado. Priorice sus quehaceres.
• Utilice sus dones de Siete: haga muchas preguntas, genere alternativas, visualice
cómo el esquema se verá en el futuro. Mantenga la energía del grupo.
• Practique la sobriedad mental. No se emborrache con ideas. Saboréelas lentamente
en una cena de pragmatismo.
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RECOMENDACIONES
Si usted es un Ocho
• Sentirse perjudicado no es lo mismo que ser perjudicado. Controle su impulso
automático a contraatacar, hasta que haya verificado la situación.
• Conviértase en un Ocho aún más poderoso expandiendo su arsenal a través de dos
nuevas conductas: escuchar de verdad, y negociar.
• Elija sus batallas. Pregúntese: ¿Vale la pena? Antes de atropellar a alguien,
pregúntese si desea afrontar las consecuencias (como tener que pedir disculpas o ser
despedido).
• Para mucha gente, sus amenazas, peroratas y pataletas son simplemente inefectivas,
no importa cuánto usted las disfrute. Sea específico en cuanto a qué acción está
requiriendo por parte de la otra persona.
• No asuma que está bien invadir a los demás. En lugar de eso, pida permiso. Sea
diplomático: “¿Puedo entrar?” “¿Puedo ofrecer una sugerencia?”. Y escuche la
respuesta.
• Encuentre formas de favorecer la expresión de los talentos de los demás de manera
que puedan unirse a su equipo con un sentimiento de pertenencia y autonomía, más
que como ‘mano de obra pagada’. En lugar de dejar permanentemente en evidencia
sus debilidades, use su poder de Ocho para potenciarlos positivamente.
• Tome consciencia de que sus impulsos por humillar a otro pueden ser signo de
inseguridad en su capacidad de mantener el control, de temor a exponerse o temor a
mostrar sus propias debilidades.
• Tome consciencia de que sumergirse en la rabia o en los placeres sensuales, puede ser
una forma de arrancar de problemas reales.
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RECOMENDACIONES
Si usted es un Nueve
• Nunca vuelva a preguntar lo que necesita hacer después. Mejor pregunte lo que
necesita terminar después. Y termínelo. Aun cuando las distracciones lo tienten,
aprenda a terminar cualquier cosa que haga, aunque sólo sea para practicar
autodisciplina.
• Escriba una declaración de propósitos (al estilo de un Uno) para cada uno de sus
proyectos, de manera de clarificar hacia dónde se dirige y por qué. Haga lo mismo
con su vida. Manifieste sus intenciones con claridad. La noción romántica de vivir la
vida en un fluir, sin objetivos, es una falsa promesa para un Nueve.
• Aprenda de los Cuatro. Esté dispuesto a tolerar el ‘dolor’ de desear y de anhelar.
Tómese algo de tiempo para decidir lo que quiere. Luego hágalo saber cuanto antes a
los demás, como una forma de comprometerse a sí mismo a la acción.
• No deje alternativas menos deseables dando vuelta. Considérelas o elimínelas. No
postergue las decisiones que pueden ser tomadas, no las arrastre indefinidamente. Es
más ordenado y menos confuso tomar la decisión y seguir adelante.
• Pregúntese ante cada problema que le toca enfrentar: ¿Es este mi problema, o he
asumido como propio el problema de otro, innecesariamente? Sea claro con respecto
a cómo sus objetivos y responsabilidades son distintos de los de los demás. ¿Por qué
no entregarle a los demás el poder de resolver sus propios problemas?
• Focalice. Aunque usted quiere relacionar todo con el cuadro global, esto puede no ser
siempre apropiado. Focalizar puede permitirle resolver más fácilmente algunos
problemas.
• Diga lo que tiene que decir sin calificar o rebajar su propio mensaje. Cuando se
escuche a sí mismo en un error, deténgase. Aprenda a ser específico y directo. Y no
se sienta obligado a repetir las cosas. Confíe en que la gente lo está escuchando.
• No evada los requerimientos de toma de decisiones por parte de sus colaboradores.
A veces, los empleados necesitan dirección, y los clientes necesitan respuestas (no
sólo amabilidades y aceptación y confianza en que “todo andará bien”).
• Como persona centrada en lo global, puede darse el lujo de contratar personas que se
preocupen de los detalles y del seguimiento de los proyectos.
• No lo entregue todo: el crédito, la autoridad, la responsabilidad, los méritos.
• La armonía y las buenas relaciones le corresponden por derecho de nacimiento, pero
no las necesita siempre y en todo momento. Existen muchos otros criterios para
juzgar la efectividad del equipo de trabajo.
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RECOMENDACIONES
A continuación se transcribe una serie de recomendaciones a considerar si usted tiene
dificultades con alguien con quién trabaja, y ha identificado su eneatipo:
Si usted trabaja con un Uno
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El orden es importante. Para un Uno, la forma es parte del mensaje. Las informaciones
deben estar ordenadamente empaquetadas y categorizadas.
Recuerde que las personas del tipo Uno son formales y valorizan la educación y la
cortesía.
Sea puntual. Para las personas del tipo Uno es vital cumplir con los plazos. Si su retraso
hace que ellos se atrasen, difícilmente lo olvidarán.
Utilice los canales formales. La estructura administrativa sirve para mantener el orden,
una prioridad para el Uno.
Reconozca sinceramente sus errores. La mayoría de los Uno están dispuestos a olvidar
las faltas por errores de criterio, cuando son reconocidas. Pero las faltas producto de
malos hábitos, desorganización o malas intenciones (como encubrimiento de
problemas o manipulaciones), les resultan más difíciles de olvidar.
Juegue de acuerdo a las reglas. A los Uno les gusta la estructura y la claridad en los
trabajos e informes. Si usted es el jefe, explique claramente cómo quiere las cosas. Si
su jefe es un Uno, averigüe exactamente cómo él quiere las cosas y hágalo
exactamente así.
Hágale preguntas abiertas (“¿Qué pasaría si …?¿Qué haría usted en este caso ...?”).
Plantear un desacuerdo a un Uno no hace más que rigidizar su postura, porque le hace
sentir que usted está cuestionando sus valores y criterios.
Cuando se sienta descalificado, recuerde que el Uno sólo está tratando de ayudar.
Pídale permiso a su colaborador Uno antes de hacerle una crítica. Los Uno no toman
bien la crítica, pero son buenos para dar permiso.
Argumente su posición sobre un marco teórico objetivo y consistente. Los Uno quieren
saber los criterios que hay detrás de los argumentos.
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RECOMENDACIONES
Si usted trabaja con un Dos
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Privilegie el contacto cara a cara.
No escatime en felicitaciones, aprobación y muestras de afecto (siempre y cuando
sean auténticas). Si bien los Dos perciben la adulación manipuladora, ellos esperan
genuina admiración por sus habilidades interpersonales, su buen corazón y sus deseos
de ser serviciales. Si usted es el tipo de persona (por ejemplo un cinco) que no cree en
felicitar a las personas sólo por hacer su trabajo, recuerde que la esencia de la vida
para un Dos es el aplauso emocional; se vuelven vengativos si se les niega.
Nunca avergüence a un Dos. Los Dos temen a la humillación.
No exagere al manifestarle sus necesidades a un Dos. Siempre están prestos a saber
cómo satisfacer sus necesidades mejor que usted mismo.
Lo que más le gusta escuchar a un Dos es: “Oh, nunca lo hubiera podido hacer sin ti”.
Lo que menos le gusta es: “Mejor lo hago yo sólo”.
No trate de descubrir las necesidades del Dos como ellos descubren las suyas. Nunca
va a poder ganarle, y, de cualquier forma, para un Dos resulta incómodo recibir. Deje
que el Dos satisfaga sus necesidades hasta el límite en que le sea cómodo. Esa es la
forma en que los Dos construyen relaciones.
Casi todo Dos estará agradecido si usted le pide favores, pues así sienten que
expanden su esfera de influencia.
No espere que un Dos de respuestas lastimeras a preguntas cómo: "¿Qué puedo hacer
para ayudarte?" Un Dos respondería: “Yo soy la persona que satisface las necesidades
de otros. Yo me preocupo por los demás; no los demás por mí”.
No se moleste cuando vea a un Dos haciendo vida social en el trabajo. Esa es la forma
en que ellos recargan sus pilas e incluso la forma en que hacen su trabajo. Los Dos
saben que conectarse con otras personas es una parte importante de sus
responsabilidades.
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RECOMENDACIONES
Si usted trabaja con un Tres
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Póngase en la fila. No será capaz de lograr la atención del Tres, a menos que haga una
cita para reunirse. No espere dejarse caer en su oficina a conversar. Está ocupado.
Esté preparado para ir directo al grano. No malgaste el tiempo del Tres. Hable rápido.
Entregue un resumen ejecutivo. Puede adjuntar los datos de respaldo, pero no haga
que sea necesario leerlos. Enfatice los resultados y las líneas de acción.
No interrumpa a un Tres en movimiento. En vez de eso, acóplese a su marcha. No se
transforme en un obstáculo.
Haga lo que dijo que iba a hacer. El ‘Hacer’ es el área en que los tres se sienten más
cómodos. Si usted falla en el área de su mayor preocupación, aténgase a las
consecuencias. Saque adelante el trabajo.
Establezca claramente los parámetros del éxito. Explicite exactamente cómo se
evaluará el desempeño.
Los Tres quieren estar seguros que sus esfuerzos han sido notados y recompensados.
Prefieren la retroalimentación clara; esa es la razón por la que se esfuerzan.
Especialmente les gusta escuchar que lo que están haciendo muy bien.
A los Tres les gustan los planes de corto plazo, las fechas límite o, por lo menos, puntos
intermedios de feedback. Detestan las expectativas difusas, o las responsabilidades
sin fronteras definidas.
No compita con un Tres, colabore. (A menos que usted sea su competidor. En cuyo
caso debe asegurarse de desarrollar una ventaja competitiva).
No dependa del apoyo emocional de un Tres por un trabajo bien hecho. Lo que ellos
esperan es un trabajo bien hecho.
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RECOMENDACIONES
Si usted trabaja con un Cuatro
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A los Cuatro les gustan los procesos, no las metas rígidas. Dígales: “Cuéntame el
cuento” o “Dibújame el cuadro”, no “Vamos directo al grano”. Eso permitirá que el
Cuatro le transmita importante material impresionístico.
Sea cuidadoso al ofrecer recompensas. No ofrezca dinero o beneficios extra para
tratar de persuadir al Cuatro de abandonar su visión. No va a llegar a ningún sitio si le
dice: “Hazlo rápido y tómate algunos ‘atajos’ si es preciso. Así te llevarás un buen
bono”.
Reconozca la profundidad y autoconsciencia especial del Cuatro. (En general los
Cuatro no necesitan que usted los ayude a sentirse especiales, pero les gusta que los
demás lo noten). Si quiere que un Cuatro trabaje duro y bien, muéstrele cómo el
proyecto necesita de su toque especial. Es vital el entusiasmo del Cuatro para el éxito
del proyecto.
Nunca minimice los sentimientos de un Cuatro. Nunca pregunte: “¿Cómo puedes
sentir eso?”. Nunca le diga a un Cuatro que se “aliviane”, “que mire el lado positivo” o
le sugiera que algo “no es grave”. Sólo logrará que el Cuatro se aferre más a sus
sentimientos.
No presuma de saber cómo dejar contento a un Cuatro; los Cuatro deben encontrar su
propio camino. Acepte el misterio.
Sea empático más que ayudador. El estilo ‘levantador de ánimo’ del Dos resulta
estresante para un Cuatro. En vez de darle a un Cuatro la solución, permítale
expresarse.
Si usted le pide a un Cuatro que modere la intensidad de sus sentimientos, a él le
parecerá que le está pidiendo que sea deshonesto. Es mejor pedirle que amplíe el
foco de su consciencia para considerar más información.
La idea creativa lo es todo. Los Cuatro quieren sentir que sus ideas creativas han sido
escuchadas, comprendidas y valorizadas.
Sea muy claro con respecto a qué se está comprometiendo. Los Cuatro son muy
sensibles ante la posibilidad de ser abandonados.
Deje que el Cuatro haga hermosas las cosas.
El Eneagrama: Una herramienta para la Gestión de las Relaciones Interpersonales
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RECOMENDACIONES
Si usted trabaja con un Cinco
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Los Cinco aman la información. Quieren esa porción especial de conocimiento que va a
mostrarles el punto principal o que les va a provocar un ‘insight’ relevante. Es la
versión mental de la ‘ventaja competitiva’ del Tres. Al comunicarse con un Cinco,
incluya toda la información de respaldo que sea posible. Los Cinco gozan con los
detalles. Lo que puede ser demasiado trivial para usted, puede ser el elemento central
para un Cinco.
Las reuniones pueden ser difíciles para un Cinco. Entréguele toda la información que
pueda antes de la reunión: qué se va a discutir, quién va a asistir, qué se va a decidir,
y, especialmente, que se le va a pedir a él. Si es posible, los Cinco prefieren decidir
después de la reunión.
Si usted hace preguntas más allá de los límites acordados, los Cinco pueden
experienciar un cuestionamiento normal como un interrogatorio. Sea directo, preciso
y conciso.
No llene todos los silencios con conversación. Un Cinco cuyo silencio fue interrumpido
espetó: “¡Estoy pensando! ¿Usted nunca piensa?”.
Los Cinco necesitan privacidad. Un Cinco que trabajaba en un cubículo, recibía sus
llamados telefónicos importantes debajo de su escritorio.
Cierre la puerta y no reciba llamados cuando esté reunido con un Cinco,
especialmente si se conversa acerca de un punto sensible. Genere un espacio
emocional y físicamente seguro.
Sietes, Cuatros y otros: no esperen fuegos de artificio emocionales en respuesta a sus
grandes ideas (a decir lo menos). Y no se ponga aún más entusiasta para tratar de
lograr una reacción. Sólo obtendrá más indiferencia, o algo peor.
A un Cinco le gusta sentirse bien preparado, avísele de cualquier cosa con mucho
tiempo de anticipación. En una empresa, el gerente general anunció a su equipo que
se realizaría un taller de eneagrama dentro de un mes. Uno de los gerentes de su
equipo, un Cinco, exclamó: “¡Pero! ¡Esa es la primera noticia que tengo de esto!”
Como en la vieja máxima: “Dígales qué les va a decir. Dígalo. Luego dígales qué les
dijo.”
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RECOMENDACIONES
Si usted trabaja con un Seis
• Mantenga su palabra. Nada es mejor para la relación con un Seis que la sensación de
que lo que usted dice es verdad; de que usted es íntegro y confiable. Sea cuidadoso
con lo que usted se compromete, y luego cumpla meticulosamente todos los aspectos
de su compromiso. Los Seis buscan, ante todo, congruencia entre lo que usted dice y
lo que usted hace.
• No asuma que puede ganarse rápidamente la confianza de un Seis. Casi siempre la
confianza es algo que se establece a través del tiempo. Los Seis están atentos a ver si
usted cumple con sus compromisos, aún los más pequeños.
• No se trabe en una discusión de ganar o perder, acerca de un tema sobre el cual un
Seis ya está decidido. No podrá ganarle. Más que confrontarlo directamente,
propóngale ideas alternativas o muéstrele opiniones de más personas.
• No exagere. No sobreactúe ni minimice su posición o la de su oponente. Sólo cuente
las cosas tal y como son. Los Seis tienen un tremendo temor de ser engañados de
cualquier manera.
• Sea claro con respecto a sus lealtades y alianzas. El Seis, inconscientemente, divide el
mundo entre los buenos (nosotros) y los malos (ellos). Una vez que el Seis lo ha
aceptado como parte del equipo, asumirá sus batallas como las suyas. Si sospecha
deslealtad, puede ser brutal.
• Exprese sus intereses mezquinos. Los Seis quieren saber qué se trae usted entre
manos. Les aclara el pensamiento. Pero nunca intente pedirle a un Seis que le
muestre sus propias motivaciones más íntimas, puede ser un acto temerario.
• Aderece lo positivo con algunos aspectos negativos. El entusiasmo ilimitado puede
asustar a un Seis. Esto incluye, especialmente, los elogios frontales. El Seis se
preguntará por qué está tratando de congraciarse con él.
• No consuele o reasegure a un Seis asustado. Nunca le diga: “¡No te preocupes por
eso!” Los Seis desconfían de cualquiera que sugiera que sus sospechas no son
justificadas o que trate de hacerlos sentir mejor. Cuestionarán su sinceridad o su
buen juicio. Es mucho mejor decirle a su empleado Seis, “Tienes razón, es una
preocupación legítima. ¿Qué consideras que deberíamos hacer al respecto?”
• No lo mande demasiado. Lo peor que se le puede decir a un Seis es, “Lo harás porque
soy tu jefe.” Si quiere que un Seis haga algo, comparta sus procesos mentales y dele
razones.
• Si trabaja con un Seis, esté preparado para funcionar como su “confirmador” de la
realidad, durante sus ataques inevitables de duda.
• Exponga un plan claro, con alternativas de acción que se adelanten a los problemas,
en caso de que no todo salga bien. A los Seis no les gustan las sorpresas. Las Seis
quieren seguridad y predictibilidad. Quieren datos de respaldo.
• Aunque un Seis tenga problemas con usted, comprenda que él básicamente tiene
problemas consigo mismo. ¿Puede confiar en sí mismo o en usted?, ¿Cómo puede
sobrevivir en un mundo peligroso y decepcionante? Esta es una lucha interna. Sus
sufrimientos son auto inflingidos. El problema pasa a usted cuando el Seis trata de
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RECOMENDACIONES
culparlo de sus malos sentimientos acerca de sí mismo. Cuando las cosas andan
realmente mal, es cuando usted comienza a experimentar los mismos sentimientos
del Seis: dudoso de sí mismo, perseguido, incomprendido y enojado. No se lo crea.
• Sea franco para admitir cuando se encuentra en problemas. Los Seis entienden los
problemas; viven en ellos. La mayor parte de los Seis sanos querrán ayudarlo,
especialmente si usted se encuentra en una posición de desmedro.
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RECOMENDACIONES
Si usted trabaja con un Siete
• Esté preparado para el intercambio rápido. Los Siete hablan rápido y piensan en
círculos alrededor de toda la gente. Dese cuenta que el Siete habla de posibilidades,
no de compromisos. Si usted quiere compromisos, póngalo por escrito. Un apretón
de manos y una gran sonrisa de Siete no son suficientes.
• Comprométase con los sueños del Siete. Deje que el Siete comparta con usted su
visión y su entusiasmo. Los Siete se sienten apoyados por el compromiso de los
demás con su individualidad, su experimentación y su creatividad. No corte sus alas a
través del juicio prematuro, o la focalización en los detalles.
• Haga muchas preguntas. A los Siete les encanta formular hipótesis y responder a
ellas.
• Demuéstrele al Siete cómo sus sueños pueden funcionar. A ellos no les gusta hacer el
trabajo sucio. Si es posible, dele permiso para encontrar a alguien que lo haga por
ellos.
• Ayude al Siete a ser ‘contenedor’ en lugar de ‘colador’, a través de la aplicación de
límites y plazos. Pero resista la tentación de jugar el rol del ‘pesado autoritario’, que
ahuyentará al Siete. Llegue a acuerdos ‘bi-laterales’.
• Comparta su problema con el Siete en lugar de pensarlo secreta o privadamente. A
los Siete les gusta ser parte del proceso; y lo que usted ve como un problema, para él
puede ser una interesante oportunidad.
• Reconozca que para un Siete, las descripciones de cargo pueden ser vagas. Si usted
quiere que un Siete sea el responsable oficial, los deberes, las tareas, las
responsabilidades y las consecuencias tienen que estar meridianamente claras.
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RECOMENDACIONES
Si usted trabaja con un Ocho
• Esté ahí. A los Ocho no les gusta cuando una persona está ‘a medias’.
• Exprésese. A los Ocho les gustan las noticias rápidas y directas. No se eche para atrás,
no ‘dore la píldora’.
• No se queje. Los Ocho no quieren recibir excusas, ellos quieren resultados.
• Los Ocho quieren ser respetados. Como los Dos, ellos quieren ser reconocidos por sus
contribuciones especiales.
• Si usted ha sido atacado por un Ocho, no contraataque. Eso no les da más alternativa
que aniquilarlo a usted de vuelta. Reconozca explícitamente el poder del Ocho, pero
sin debilitarse, y reconociendo su propio poder a la vez.
• Nunca le diga a un Ocho lo que él no puede hacer. Atraerá lava hirviendo sobre su
cabeza mientras el Ocho procede a ejecutar aquello que usted dijo que él no podía
hacer.
• Explique los problemas en términos de blanco y negro. Los Ocho tienen poca
tolerancia para las sutilezas o los contextos filosóficos.
• ¿Es necesario que pelee con él?, Si no, cierre el trato sin llegar a la confrontación. Esa
cláusula, ¿es esencial para el trato?, Si lo es, explíquele al Ocho que lo es, y prepárese
a respaldar su posición.
• Aunque sea duro, los Ocho siempre prefieren que usted les diga la verdad en forma
directa cuando se están equivocando. No se reserve su malestar y resentimiento. El
silencio les provoca estrés. Mucho mejor sacar todo afuera, para así poder arreglarlo.
• A los Ocho les gusta estar a cargo de su feudo, el que naturalmente tratan de
expandir. Si no quiere que su empleado Ocho esté permanentemente mordiendo sus
tobillos, establezca límites claros y prepárese a que él los ponga permanentemente a
prueba (no podrá evitarlo si es un Ocho).
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RECOMENDACIONES
Si usted trabaja con un Nueve
• Los compromisos de los Nueve son blandos y llenos de contratiempos. Confírmelos
en un memo con acciones de seguimiento.
• No confunda el silencio de un Nueve con que él está de acuerdo. Y no
necesariamente se quede con un “sí” como sola respuesta.
• A los Nueve les molesta la pomposidad y la pretensión, tanto como a los Ocho.
Naturalmente humildes, los Nueve quieren que usted también lo sea.
• Establezca metas claras para el desempeño. Los Nueve se tornan vagos y olvidadizos
cuando se trata de acuerdos, así que es conveniente tenerlos por escrito; aún mejor si
es el mismo Nueve el que los escribe. Subraye los plazos y los momentos en que
serán evaluados. Si su jefe es un Nueve, usted mismo debería asumir la
responsabilidad de escribir su propia descripción de cargo si la requiere.
• Los Nueve se ven a sí mismos como poco importantes. Esa es una de las razones por
las que no terminan bien las cosas. Necesitan que se les recuerde que sus tareas son
importantes, que ellos son importantes, y que hay gente que depende de que ellos
hagan su trabajo.
• Una de las mejores formas de comprometer a un Nueve con un programa es
preguntarles por lo que ellos piensan. Esto les permite focalizarse (eso sí, debe
esperar con calma por la respuesta).
• No sea dominante o controlador, a los Nueve los resiente. Trabaje colaborativamente
con ellos.
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