Invertir en los procesos de cadena de Suministros en Venezuela

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Invertir en los procesos de Cadena de Suministros en
Venezuela: ¿Lujo o necesidad?
Hoy en día, enfrentarse a normativas y regulaciones que se establecen en
Venezuela ha distorsionado la forma de gestión operativa de las cadenas de
suministros de las compañías. Es común observar que las adaptaciones a los
cambios presentes conlleven a abandonar los procesos y a no poder cumplir con
el suministro de bienes y servicios con la misma regularidad que anteriormente se
podía.
Sin embargo, estos escenarios de cambios constantes también representan
oportunidades para algunas industrias para despegarse de la competencia,
invirtiendo en soluciones en la cadena de suministros que reduzcan costos y
aumenten la frecuencia de reposición de existencias a los clientes. En
conversaciones con Gerentes de varias organizaciones líderes en el mercado
Venezolano, se identificaron las siguientes áreas o patrones de mejora
coincidentes:

Disponibilidad de personal capacitado

Actualización tecnológica (automatización)

Integración oportuna entre áreas y departamentos

Comunicación efectiva con proveedores y clientes

Procesos disciplinados, pero flexibles

Cultura organizacional proactiva y abierta al cambio
En numerosas ocasiones se observan fuerzas Gerenciales realizando actividades
muy operativas, cuando en realidad su principal función es proponer cambios
significativos a los procesos y buscar la manera de agregar valor tanto al cliente
como a los accionistas de la empresa. Más que un gasto, las capacitaciones deben
considerarse como inversiones (incluso como un indicador de retención), aun
cuando persista el temor de muchas empresas de que el mismo exceso en
capacitación implica que otras organizaciones “absorban” a los líderes.
La falta de actualización tecnológica es otro de los grandes puntos de atención,
quizás porque se percibe la automatización como un costo y no como una
inversión, quizás por la falta de recursos internos o externos especializados en
para la implementación de sistemas de información o desarrollos, o quizás, y la
causa más probable, es la falta de entendimiento de muchas directivas de las
ganancias en tiempo y costos que puede producir en el mediano y largo plazo este
tipo de soluciones. Quienes no inviertan en tecnología eventualmente serán
ampliamente superados por competidores que si sepan aprovecharla. No se puede
ganar una carrera a un Ferrari montando todavía en bicicleta.
Las desconexiones entre áreas y departamentos vienen no solo en deficiencias en
diseño de procesos, sino en problemas estructurales de departamentos en
empresas. En Venezuela aún es poco común ver un área de Cadena de
Suministros que comprenda una gerencia de compras, almacenes, logística,
producción y ventas bajo un mismo líder que logre el mejor flujo de materiales o
servicios. Por el contrario, es común ver el área de compras y logística como
parte del área de Administración y Finanzas, el área de ventas unida a mercadeo,
producción como una Gerencia aislada, y dado que todos reportan a distintos
jefes, no hay comunicación efectiva entre quienes más lo necesitan.
Este artículo expone como al
contrario de la creencia popular
venezolana, la focalización de la
cadena de suministro como principal
generador de valor tanto para el
cliente como para el accionista
puede generar la gran diferencia en
enfrentar economías cambiantes.
La cadena de suministro y
operaciones están experimentando
una reestructuración radical y
cuando cumplan con el reto de
mejorar el rendimiento en un mundo
cambiante, se encontrará un
Equilibrio entre las necesidades
crecientes de la agilidad y capacidad
de respuesta, al tiempo que reducen
los costes y aumentan los
beneficios.
Invertir en los procesos de Cadena de Suministros en
Venezuela: ¿Lujo o necesidad?
La falta de comunicación efectiva, tanto con proveedores como con clientes,
muchas veces es pasada por alto, pero posee consecuencias de alto impacto al
mediano plazo. Exceptuando las compañías telefónicas y tecnológicas, es poco
común en Venezuela ver departamentos de atención al cliente, que controlen
pedidos y aclaren dudas en cuanto a cantidades, tiempo de entrega esperados,
gestionen devoluciones y además reciban retroalimentación que ayude a
proporcionarle al consumidor final lo que realmente necesitan. Igual de poco
común es ver departamentos dedicados a la comunicación con proveedores,
especialmente cuando la disponibilidad de insumos o materia prima es complicada
de gestionar oportunamente.
Tanto la falta de procesos disciplinados como de cultura organizacional proactiva y
abierta a cambios van directamente relacionadas, ya que para hacer que los
procesos funcionen adecuadamente, hay que preparar a las personas que integran
a la organización. Muchas organizaciones incluyen en agenda proyectos de
documentación de procedimientos y evaluaciones de riesgos en sus controles, los
cuales una vez evaluados y determinadas las debilidades de cada proceso, las
iniciativas nunca se ejecutan. Como consecuencia, los trabajadores sienten que la
empresa no se está dirigiendo a ningún lado y pierden la motivación por participar
en cambios que bien podrían beneficiarlos, tanto a ellos como la organización. Las
empresas proactivas y abiertas a cambios están dispuestas a realizar las
modificaciones que sean necesarias para obtener mejores resultados.
La gran pregunta a realizar es la
siguiente, sumando todos los
desperdicios de tiempo, esfuerzo,
materiales y personal que ocasionan
estos inconvenientes ¿Es posible
que aún creamos que invertir en
solventarlos sea un lujo? Cualquier
respuesta afirmativa sería negar la
realidad. Objetivamente hablando,
una empresa que haya superado
estas enfermedades, sería
considerada no sólo de las mejores
del país, sino una organización de
clase mundial.
Autor
Rusbeli Almeida, Gerente de
Servicios de Asesoría
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