ADRI UN FINAL FELIZ Había una vez una niña ¡muy muy! lista que se llamaba Carla, era española pero vivía en África. Ella cada mañana iba al colegio, se levantaba a las 7:00 de la mañana, aunque algunas veces no podía ir porque tenía que ayudar a su madre a trabajar. A Carla le gustaba mucho el cole pero su padre no le dejaba ir aunque ella iba a escondidas. Una noche tenía que ayudar a su madre y no pudo porque tenía que hacer deberes. Por la mañana se levantó para que su padre no se diera cuenta que iba al colegio pero su madre se dio cuenta de todo y la persiguió hasta el colegio y se lo dijo a su padre y éste le pegó una torta y la metió a un colegio interno de España. Al cabo del tiempo la fue a recoger su tía. Se la llevó a su casa, a la cima de la montaña. Carla se puso a llorar de alegría porque vio a su tía Antonia. Su tía Antonia tenía un colegio a lado de su casa. Cuando Carla vio el colegio se puso a llorar y su tía Antonia le dijo porque lloras y Carla no respondía, aunque al cabo del tiempo se dijo a su tía que la apuntara al colegio que cuando fuese grande estudiaría enfermería. Al cabo del tiempo el padre de Carla enfermó y lo ingresaron en un hospital de España. Ese hospital resultó que estaba Carla. El padre de Carla era su paciente. Carla no sabía que era su padre porque no lo veía bien. Cuando Carla lo operó se dio cuenta que era su padre y se puso a llorar y éste le pidió disculpas y estaba agradecido porque su hija había estudiado en el colegio.