Manuel Comellas Coimbra se casó en 1876 con Matilde Ruiz Grossi con la que tuvo cuatro hijos: Manuel (1877- 1949): Empleado del Consejo Ordenador de Construcciones Navales Militares (La Constructora). Blanca (1878 – 1930) José 1884 – 1956 (Abuelo Comellas) Matilde (1880 -1979) (Tía Tilde) El abuelo José Comellas: José Benigno Pelegrin Comellas Ruiz nació en Ferrol el 20 de diciembre de 1884. Estudió la carrera de derecho en la Universidad de Santiago. En 1907 según «El Eco de Galicia» se organiza una «Estudiantina Universitaria» para recorrer las poblaciones de Galicia en la que participa activamente. En la Junta de la Agrupación, con el cargo de vocal, figuraba el abuelo. A los 25 años, el 9 de Junio de 1910, finaliza sus estudios de Licenciatura en Derecho. (El título esta expedido en 1929 para poder ejercer al cesar como fiscal). Comienza su etapa profesional como Abogado Defensor de la compañía de ferrocarriles. Ante la multitud de reclamaciones que sufría ésta por personas sin muchos recursos decidió abandonar un trabajo que nunca le satisfizo; ya que tenía una verdadera vocación: La Física y la Química. El 25 de abril de 1914 se casa en Neda con «Abueliña» Mª de las Mercedes García-Llera Díaz En 1915 nace su hijo Manuel (tío Lolo) en Neda En 1918 nace su hija mayor Mª del Pilar (Madre), ya en Ferrol. Por Real Decreto Ley de 14 de diciembre de 1927, se le nombra Fiscal de Ferrol dentro del Partido Judicial de Ferrol. En 1928 nace José Luis en Ferrol. 29 de septiembre de 1929 le fue admitida su renuncia al cargo de Fiscal Municipal de Ferrol. Según contaba Abueliña la función de perseguir y acusar y la de conseguir condenas a los más necesitados no le dejaba su conciencia tranquila. Amante de la música tocaba la guitarra y le gustaba cantar jotas. Acompañaba en algunas piezas a la «Abueliña» que tocaba muy bien el piano (dio su primer concierto a los 9 años). Tenía, en su casa, un taller de carpintero digno de un profesional, por no decir del de electricidad y el de la incipiente electrónica. Gran FísicoQuímico aficionado. Construyo una radio-galena que sintonizaba emisoras extranjeras. Durante la 1ª guerra mundial tuvo algún problema por la recepciones de radio por motivos políticos (anglófilo) y ser cuñado de «Tío Guillermo». Posteriormente construyó radios de válvulas, cada vez más evolucionadas. Como recuerdo de su habilidad manual-técnica, alejada de su profesión, es la paciencia empleada en la reparación de un reloj antiguo de pared que los profesionales de toda la ciudad lo daban por inservible, o el anteojo con lente de 50 mm sobre trípode que le construyó al tío José Luis (quien lo diseño). Se murió con la idea de construir un aparato de televisión el mismo año de la fundación de Televisión Española. Se incorpora plenamente como profesor al Colegio Comellas (Sagrado Corazón) en 1929 y que dirigía, con poca fortuna, su hermano mayor Manuel. Tanto es así que el colegio se cierra en 1934 después de 57 años de funcionamiento; en esas fechas se debió de malvender la finca de Mandiá. Con anterioridad, siendo Maruska «de meses» (1931) y debido a la escasa rentabilidad del Colegio Comellas, la familia al completo se traslada a Santiago de Compostela, en donde el abuelo encuentra trabajo como profesor y donde nace su hija menor Memela en 1932. Madre comienza sus estudios de bachillerato en el Instituto de 2ª Enseñanza de Santiago. El abuelo José Comellas dio clases, hasta el comienzo de la guerra civil, en la remodelada Academia Scientia (Montero Ríos 13) Centro Católico de Enseñanza Libre de bachillerato y de primera enseñanza, y en el Academia Gelmirez La familia se traslada a Cée al comienzo de la guerra civil, donde el abuelo trabaja como profesor en el colegio mantenido por la Fundación «Fernando Blanco de Lema» como profesor de Física y Química. Madre finaliza, a los 19 años, el 6º grado de bachillerato presentándose por libre (Examen en La Coruña) en 1938 Casa en Cee, al lado del Casino, en donde vivieron Colegio de la Fundación y nómina del Abuelo El abuelo trabajó, como químico, en la Sociedad Española de Carburos metálicos SA (Cée) hasta su incautación por el «Consejo Ordenador de Minerales de Interés Militar» en 1940. Siguió vinculado a la empresa en el departamento de contabilidad hasta su traslado a Ferrol. En ese mismo año Madre hace las prácticas de Magisterio de primaria en la Escuela Nacional de Niñas de Cée y José Luis comienza sus estudios de bachillerato en el colegio de la Fundación donde comienza a despuntar. El 16 de febrero de 1941 fueron testigos del temporal más virulento del siglo XX con olas gigantescas en altura y longitud. En agosto de 1941 los problemas económicos del Colegio de Cée hace que la familia, sin recursos económicos, se traslade —espoleados por Madre: «Os moriréis de hambre vosotros, ¡Yo no! ¡Me voy a Ferrol»— . Nuevamente en Ferrol ocupan una vivienda en la primera manzana de la Calle San Carlos de Esteiro. El tío José Luis (Joe) continua sus brillantes estudios de bachillerato en el colegio «Tirso de Molina» El abuelo, de la mano de su hermano Manuel y a través de un antiguo alumno del Colegio CComellas, que era personal directivo de La Sociedad Española de Construcción Naval de Ferrol —donde trabajaba su hermano Manuel— encuentra un nuevo empleo como «Técnico Especialista en aparatos eléctricos de precisión». Fue quien montó el primer aparato de radar en el crucero Canarias. Complementaba su trabajo con clases particulares en su domicilio. Empujado por Padre se anima a recuperar su carrera como Fiscal. En 26/09/1945 gana la plaza y es nombrado «Fiscal Comarcal de Serantes». El 20 de diciembre de 1954 se jubila por edad como Fiscal (OM 13/12/1954) Fallece en Ferrol en la casa de San Carlos (Esteiro) el 27 de febrero de 1956 a los 71 años. Abueliña: María de las Mercedes García-Llera Díaz, hija de Eustaquio y Manuela Díaz Rodriguez. Nació en 1890, falleció el 9 de enero de 1969. De grandes convicciones religiosas mantuvo toda su vida la devoción a la Virgen del Perpetuo Socorro y a María Auxiliadora y ya en el barrio de Esteiro a la Virgen de las Angustias y a pesar de cambiar de domicilio al quedarse viuda y trasladarse desde la calle San Carlos (Carlos III) a la calle Magdalena mantuvo su relación con la parroquia y el barrio. Durante años después de su fallecimiento muchas personas la recordaban por su carácter bondadoso y hacían mención siempre como «Doña Mercedes». De gran sensibilidad, amaba la música. Su carrera como concertista de piano se truncó al casarse y dedicarse por entero a la familia. Cuando llegaba a su casa de la calle Magdalena, ya viviendo con nosotros en Plaza de España, solía tocar una pieza al piano: Polonesas de Chopin, List, Mozart… eran familiares para nosotros. Al casarse tío José Luis, se trasladó a vivir con los Cardona, a la casa de la Plaza de España hasta el fin de sus días. Dejó un gran e indeleble recuerdo entre la mayoría de sus nietos. Anécdotas de Abueliña: Aportación de Memela: «¿De la Abueliña, qué puedo decirte? Era una santa, es su rasgo principal. Desde pequeñita, según contaba ella, la pusieron a tocar el piano. Su profesor era Yánez, que vivía en la calle Magdalena. Tenía 8 horas diarias de piano con la vigilancia de su abuelita y cuando se le cansaban los deditos, le daba con una varilla suavemente en la mano para que continuase tocando». «Cuando mi padre la cortejó, ella tenía que estar entre cortinas (costumbre de la época) mientras mi padre paseaba (pasear la calle), ese era el pre noviazgo y como mi padre no veía muy bien y ella, inquieta, se cansaba de estar entre las cortinas, ponía una escoba con algo encima como si fuera ella, y el abueliño, pasea que te pasearas, por delante de la galería» «Fue criada sólo para tocar el piano. Cuando se casó no sabía hacer nada de nada de las labores de casa. Un día la muchachita le pidió permiso para irse a una boda y ella quiso hacer la comida: huevos fritos con patatas fritas, pero no sabía encender el fuego; y dale que dale que no le encendía la piña, pues el fuego se conseguía (lo recuerdo) con piñas partidas en dos, y ella la ponía con el lomo para arriba y claro se le apagaban todas. Para solucionar el problema fingió que le dolía mucho la cabeza y bajo una de las muchachitas de los abuelos que vivían encima, y ella miró como lo hacía, el lomo de la piña para abajo y así aprendió». «Era amiga de todo el mundo, visitaba a ancianos, ancianas etc. Siempre llegaba tarde para hacer la comida al abuelo José y lo entretenía con vinillo y pan (eso, ya en mis tiempos). Cuando iba a la Plaza (mercado), le encantaban los charlatanes, y cuando oía el cañonazo de las 12 corría a todo correr para darle la comida; y como siempre le ponía el periódico, el pan y el vino». «Otro día que fue a misa a las Angustias, como siempre, notaba que tenía dificultad para entrar en la Iglesia; hasta que una señora le dice: "Pero doña Mercedes a donde va usted con el cajón del polvo. La costumbre era bajarlo cuando iba a Misa, pero se le olvidó». [En más de una ocasión asó los zapatos en el horno; ya que los metía para secarlos los días de lluvia.] «Caritativa no la había más, todo el mundo la quería. Anécdotas hay las que quieras. Era muy dada a los seriales de la radio. La víspera de morir mi padre, estaban oyendo una en la que descubría que la asesina era la criada. Cuando estaba mi padre de cuerpo presente dijo: “Menos mal, Pepiño, que te has ido sabiendo que la muchacha era la asesina”». «Lo pasó muy mal económicamente y se puso durante años el hábito de la Virgen del Carmen para no tener que comprarse ropa. Era muy despistada, siempre perdía los paraguas, los dejaba en la primera tienda y tu madre siempre le reñía. Un día llego feliz a tu casa y le dijo a tu madre Mª del Pilar hoy traigo el paraguas: ¡Mamá hoy no has llevado el paraguas!» «Juanciño, esto no es para escribir, pero es para que te rías de los despistes de tu abuela. Os contaba cuentos [jugaba con nosotros a las cartas]. Dormía en el cuarto de estar con cuatro de tus hermanas y ella feliz. Le encantaba la rasqueta, que la peinaran… Tus hermanas hasta le hacían la trenza. Ella feliz, siempre fue encantadora y todos los días os traía algo: o cacahuetes, o caramelos, rosquillas...» «Fue una mujer de una Fe profunda y muy consecuente con el Evangelio; lo practicó al dedillo haciendo feliz a todos que la conocían: "Pasó haciendo el bien", así de sencilla fue su vida». Los abuelos Mercedes y José, tuvieron 5 hijos: 08/08/1915 Lolo Manuel José Eustaquio Emiliano (Neda) 03/06/1918 Madre (Ferrol) 16/10/1928 José Luis (Ferrol) 11/11/1930 Mª de los Dolores: Maruska (Ferrol) 19/04/1932 Memela: Mª de las Mercedes Maximina Antonia (Santiago) 08/08/1915 Lolo: Manuel José Eustaquio (Neda) 03/06/1918 Madre (Ferrol) 16/10/1928 José Luis (Ferrol) 11/11/1930 María de los Dolores: Maruska (Ferrol) 19/04/1932 Memela: Mª de las Mercedes Maximina Antonia (Santiago)