V.- ANTECEDENTES HISTORICOS ORIGENES Y PERSPECTIVAS DE LA LEGISLACION SOCIAL COSTARRICENSE * Lic. Oscar Barahona Streber A) INTRODUCCION Disertar nuevamente en público sobre este tema resulta penoso para mí, pues me obliga a hablar en buena parte en primera persona. Pero como soy el último sobreviviente de los que participamos en la elaboración de toda la legislación social de Costa Rica tengo que hacerlo así y ruego a quienes me escuchan no pensar en que padezco del feo vicio de la inmodestia y sí apreciar que la verdad histórica siempre se abre paso, sobre todo si su exposición se acompaña con las pruebas en la mano, como ahora lo haré. Todo lo que aquí expondré está documentalmente comprobado en el libro del Lic. Guillermo Malavassi Vargas intitulado "Los principios cristianos de justicia social y la realidad histórica de Costa Rica", en las cartas originales del Dr. Rafael Angel Calderón Guardia que luego mostraré, en el pergamino que me dieron mis alumnos de la Escuela de Servicio Social, de la que soy cofundador, el 24 de julio de 1942, día en que cumplí 26 años, y en los documentos que doné al Museo Jurídico de la Corte Suprema de Justicia, donde constan los borradores del Código de Trabajo y de la reforma constitucional denominada "De las garantías sociales", que elaboré por expreso encargo de ese querido amigo mío, a quien exclusivamente corresponde el mérito político de la gran obra social realizada en los años cuarentas. B)ANTECEDENTES FUNDAMENTALES Durante el primer cuarto del presente siglo Costa Rica sintió la influencia de la Primera Guerra Mundial y del Tratado de Paz que le puso término, cuya orientación social fue indiscutible. La Liga de las Naciones, la Revista Jurídica de Seguridad Social Constitución de Weimar, la Organización Internacional del Trabajo y la Revolución Rusa fueron hitos -para sólo citar uno pocos- que marcaron un nuevo rumbo. El trabajo ya no se consideró como una mera mercancía y la ley comenzó a protegerlo, mediante un mínimum de garantías en favor de los trabajadores, irrenunciables para éstos. En Costa Rica nació .el Partido Reformista, guiado por el líder General don Jorge Volio; y entre las obras que contribuyó a realizar está la legislación de accidentes de trabajo, en gran parte debido a la tenacidad del entonces Diputado don Julio Padilla, de grata recordación. Años más tarde sobrevino el "crack" de la Bolsa de Nueva York y la época de depresión económica mundial, que también azotó a Costa Rica. La huelga bananera de esa época es uno de tantos episodios de esa conmoción nacional. Pasó el tiempo y llegó al poder, electo por una abrumadora mayoría, el Dr. don Rafael Angel Calderón Guardia, quien gobernó al país durante el cuatrienio 1940-1944. C) ¿CUANDO CONOCI AL DR. CALDERON GUARDIA? Conocí al Dr. Calderón Guardia y a su distinguido padre el Dr. Rafael Calderón Muñoz cuando mi familia vivía en el Barrio de Otoya. Ambos fueron médicos de mi familia y tenían gran sensibilidad social y humana. El Dr. Calderón Guardia sentía las necesidades de los demás como propias. Según lo explica en su libro "El Gobernante y el Hombre", desde joven abogó por la concor- 103 dia social y no por la lucha de clases. Ese pensamiento cristiano orientó, años más tarde, con base en los antecedentes apuntados, toda su obra de Gobierno. Su profesión de médico, adquirida en un medio culto como Bélgica, y sus estudios del Código Social de Malinas y de la Doctrina Social de la Iglesia Católica, especialmente consignada en las Encíclicas papales Rerum Novarum y Quadragesimo Anno, afinaron y racionalizaron su afecto para los desposeídos. Y cuando llegó al país y fue arrastrado por la vorágine de la política, ya tenía en su mente, impresa con claridad, la idea de establecer los seguros sociales, particularmente el llamado "seguro de enfermedad". Ya como Gobernante decidió fundar la Caja Costarricense de Seguro Social y para tal fin se asesoró principalmente del Dr. don Guillermo Padilla Castro, quien viajó a Chile para estudiar las experiencias de ese país y quien fue el autor del proyecto respectivo, en cuya redacción intervinieron varias personas, además del suscrito. Entre ellas recuerdo al Lic. Ernesto Martín Carranza y al Actuario don J. Walter Dittel. Posteriormente me correspondió, como Jefe del Departamento de Inspección de la Caja y con la activa colaboración del señor Dittel, contribuir decisivamente en la organización de la Institución y en la puesta en marcha de la misma. CH) MI PRIMER CONTACTO CON EL PRESIDENTE CALDERON GUARDIA La suerte me puso en contacto con el Presidente Calderón Guardia. Explicaré cómo ocurrió esto, para que puedan comprender por qué dos trayectorias distintas se juntaron. De la amistad iniciada con el Gobernante nacieron las Garantías Sociales y el Código de Trabajo, que tanta influencia han tenido en el destino nacional durante el último tercio de siglo. Mi familia era medianamente acomodada, pero a mediados de la década de los treinta pasó por serias dificultades económicas. En esa época mi padre fue extrañado ilegal e inconstitucionalmente del país (7 de agosto de 1939), lo cual aumentó la penuria familiar. Me dirigí telegráficamente al Dr. Calderón Guardia, como médico y como amigo de la familia, rogándole interceder ante sus allegados, quienes habían logrado el remate judicial de nuestra casa de habitación, situada 100 metros al Sur del Paseo Colón, donde ahora hay un pequeño hotel. Me llamó a su Despacho. La conversación versó sobre la situación de mi familia y sobre las dolorosas experiencias de mi juventud como abandono de mis estudios universitarios por pobreza y mi trabajo como peón en la zona del Pacífico. En ese entonces yo tenía 25 años y el Presidente casi 41. De este tema pasó él a hablarme de sus proyectos de reforma social y de la conversación nació la idea de robustecer la creación de la Caja Costarricense de Seguro social --cuyo anteproyecto ya estaba elaborándose-- dándole al régimen de los llamados seguros sociales el respaldo de una norma constitucional. Le sugerí entonces la necesidad de completar su obra con un Código Social y del Trabajo y con una reforma constitucional completa que se denominaría "De las garantías sociales". La inquietud quedó sembrada en el ánimo generoso y sensible del Gobernante y fructificó a corto plazo. A los pocos días me llamó, me interrogó ampliamente sobre mis ideas, las cotejó con las suyas propias y en ésa y en sucesivas conversaciones se consolidó la identidad de pensamiento que bajo la guía del Dr. Calderón Guardia y con el mérito histórico que sólo a él le corresponde, habría de originar la reforma social de Costa Rica. Varios costarricenses colaboraron después en la redacción final de los respectivos proyectos. Sin agotar la lista, menciono por ahora al Lic. Ernesto Martín Carranza, al Lic. don José Albertazzi Avendaño y al Lic. Francisco Fonseca Chamier, todos miembros del Congreso durante el cuatrienio 1940-44. D) EL BARRIO DE OTOYA Y LA LEGISLACION SOCIAL La implacable marcha del tiempo destruye cosas, desdibuja recuerdos o ayuda al olvido. Hace varios meses, quizás impulsado inconscientemente por el deseo de poner en N°3 - Abril de 1993 104 duda esa verdad, recorrí el Barrio de Otoya, donde pasé gran parte de mi infancia y de mi juventud. Reconocí la "Casa de las Carruchas", en la que viví muchos años, que todavía existe, revestida de madera muy afectada por el dios Cronos y sin las carruchas vacias de hilo que le dieron su nombre, cuando algún carpintero-arquitecto de la época decidió adornar con ellas su frontispicio. En frente aún está, pero totalmente reconstruida, la casa donde el gran Melico Salazar vivía ensayando a diario su potente voz de tenor. Y atravesando la calle, en forma diagonal, se ve todavía la pulpería "La Flor de Otoya", donde mi madre compraba comestibles para sus siete hijos varones, a veces de "a fiado", por la pobreza que nos abrumaba, la cual guardaba armonía con las penurias de la apacible capital de entonces, hará más de 60 años. Más allá, a media cuadra hacia el oeste, perdura la casa elegante y solariega de la familia Calderón Muñoz, donde se inició mi permanente amistad con el Dr. Rafael Angel Calderón Guardia, Benemérito de la Patria. Y a la vuelta, rumbo al norte, está una callejuela, hoy pavimentada, en cuyo fondo un italianito amable y hospitalario, construyó una casa, también de madera, pequeña y acogedora, todavía intacta. El italianito sin vacilar me alquiló esa casa, al precio razonable que apenas podía pagar un estudiante de Derecho, que sólo poseía un vestido que ponerse y que estaba recién casado. Acababa de tomar posesión de la Presidencia de la República el Dr. Calderón Guardia. Como resultado de mis citadas conversaciones con él, en esa casa se gestaron y materializaron la Reforma Constitucional de las Garantías Sociales y el Código de Trabajo. Fueron tres meses de intenso trabajo, día y noche, sin descanso, que afectaron seriamente la estabilidad de mi hogar. Una máquina portátil Remington, legislación mexícana,. colombiana, chilena, española y de otros países, tratados como el del Dr. Mario de la Cueva y muchos otros documentos más ocupaban todo el espacio disponible de la pequeña mesa del comedor, única existente Revista Jurídica de Seguridad Social en el inmueble. Y muy por encima de eso, la decidida voluntad de cumplir con el amigo, cuya sensibilidad social me había ganado a su causa, pues él me solicitó hacer sólo lo que no pudo o no quiso realizar la Comisión que al efecto se nombró. Cuando vi intacta esa casita de mis recuerdos, pensé en que la obra que gestó en su interior también está intacta, después de casi medio siglo. El italianito de marras construyó bien su inmueble. E igual hizo, para beneficio nacional, el Reformador Social de Costa Rica. E) AUTO EXILIO VOLUNTARIO QUE DURO 23 AÑOS Ya como expresidente el Dr. Calderón Guardia decidió salir del país, en octubre de 1944. Me invitó a acompañarlo, en unión del coronel Manuel Rodríguez. Me ayudó a fiNanciar mi viaje, porque aunque mis pobrezas habían disminuido con esfuerzo propio, de otra manera no habría podido acompañarlo en nuestro periplo por Honduras, México y Nueva York, donde nos separamos al cabo de unos 20 meses. El había decidido ausentarse de Costa Rica porque las incomprensiones que produjo la obra social lo obligaron a viajar. Conmigo ocurrió lo propio, con el agregado de que yo deseaba hacer estudios de postgrado y no tener contacto con la penetración comunista que ya se veía venir en el Gobierno y en el país. No puedo olvidar que el 15 de septiembre de 1943 un líder de la extrema izquierda dijo en una gran reunión que se celebró en el Templo de Música en apoyo de la vigencia del Código de Trabajo, palabra más, palabra menos, algo que me impresionó profundamente: "Trabajadores --y blandía en su mano un ejemplar del Código de Trabajo que tanto esfuerzo técnico me había costado--no importa lo que diga este Código, lo único importante es que Uds. ya tienen en sus manos un instrumento de lucha contra los patronos"... De la época en que nos separamos el Dr. Calderón Guardia y yo, después de vivir ambos en Nueva York, arranca la nutrida corres- 105 pondencia epistolar a que de inmediato me refiero. F) CORRESPONDENCIA CON EL DR. CALDERON GUARDIA A partir de 1960 el intercambio epistolar con el Reformador Social de Costa Rica fue constante y nutrido. De ahí nació en él, en forma espontánea, reconocer mi participación en esa obra fundamental para el país y también su testamento político, en que con visión extraordinaria se anticipa a indicar la orientación que debe tener el país y que infortunadamente no existe hoy en día a plenitud. Transcribiré unos pocos párrafos de algunas de las cartas que él me dirigió: destruidas; y, como un acto de justicia, que lo es también de satisfacción para mí, será destacada la cooperación tan valiosa, tan noble y tan comprensiva que usted me proporcionó en esa obra de auténtico bien nacional para dejarla situada dentro de ese limite; de esa manera impedir el afán de quienes pretenden apropiarse de la paternidad de nuestro Código de Trabajo, de nuestra Caja de Seguro Social, de nuestro esfuerzo por hallar un equilibrio indispensable de fuerzas de producción. En su carta del 9 de noviembre de 1966 me dice: "Ojalá que su siempre ocupado tiempo le deje espacio para un estudio minucioso de tales agregados (se refiere a proyectos de reforma al Código de Trabajo), pues pienso que no todos habrán sido emitidos con la ponderación y el tino, y particularmente con el hondo cariño a la obra de bien social, que fueron marca indeleble en el estudio previo a la promulgación; y con esto, repito mi gratitud y mis elogios para usted como colaborador de excepción. "Su afectísimo amigo, R. A. Calderón Guardia". El 10 de febrero de 1967 el Dr. Calderón me escribió con relación a lo que luego fue su testamento político: ''Mi querido y buen amigo: Así, le estimaría mucho preparar dicho esquema o proyecto de artículo, permitiéndome agregar o interpolar consideraciones que pudiera haber dejado sin anotar, como las que se refieren a su labor tan valiosa y que yo quiero hacer constar por razón de justicia, para la Historia; escrito en acuerdo mutuo tendría mayor exactitud y fuerza ex positiva, como se necesita para dejar las cosas bien en claro. Usted está como muy pocos enterado de la verdad y entiende la conveniencia de exponerla en el momento más oportuno. Un abrazo cordial de su afectísimo amigo, R.A. Calderón Guardia. " "Con el afecto de siempre lo saluda su amigo, R..A.. Calderón Guardia". En su carta del 25 de enero de 1967 me escribió lo siguiente: ''Mi apreciado y querido amigo: Estoy informado que la Caja de Seguro Social editará un folleto y me pedirá una opinión mía para incluirla. Con todo gusto la concederé, por escrito, con mi firma al pie, porque es una oportunidad excelente para puntualizar hechos y fijar verdades destinadas a la historia; señalaré mi pensamiento y la gestación de las Garantías Sociales, su desarrollo, las razones que les dieron vida, la lucha mantenida y la inclusión, al fin, dentro de la Constitución de Costa Rica como un medio realmente eficaz de impedir que fueran desarticuladas, transformadas o G) EL TESTAMENTO POLlTICO DEL REFORMADOR SOCIAL DE COSTA RICA El 15 de septiembre de 1968, con motivo del vigésimo quinto aniversario del Código de Trabajo, se publicó en La Nación el testamento político del Dr. Calderón Guardia, cuyo proyecto preparé a petición de él hecha por escrito en las cartas pre-insertas. En la realidad era tan íntima y profunda nuestra compenetración ideológica que sólo observaciones formales le hizo, con la salvedad de que el último párrafo en que reconoce públicamente mi participación en la reforma social del país es de exclusiva concepción y redacción de él. 106 N°3 - Abril de 1993 Creo oportuno trascribir algunos párrafos de ese documento histórico: "Los que analicen la historia de nuestra querida Costa Rica, durante este siglo, notaron que se puede dividir en dos etapas. La primera es la referente a la afirmación de nuestra estabilidad política y de nuestras instituciones fundamentales, vale decir, la del desarrollo más intenso del civismo, de la cultura, de la juridicidad y del respeto a la ley que caracterizan a los costarricenses. La segunda etapa es la relativa al tránsito que se inició en 1940 de una democracia puramente política hacia una democracia con contenido más social y más humano. Las conquistas sociales que afortunadamente se lograron en esa época han influido mucho en la historia de nuestro último cuarto de siglo y han llegado a convertirse en parte indisoluble y esencial de la democracia costarricense. " "Pero la historia es un proceso dinámico, que no puede pararse en ningún momento. Es necesario insistir en lo que acabo de decir; los orígenes de nuestra legislación social y las dudas que debió resolver el gobernante que logró su promulgación. Y como la obra de todo gobierno debe ser, entre otras cosas, exégesis constante de la historia, para aprovechar sus enseñanzas y estar en capacidad de trazar metas inmediatas a los pueblos, que les permitan a éstos ser artífices de su propio engrandecimiento y construir conscientemente el destino que merezcan, estimo que es procedente declarar que ya ha llegado la hora de propulsar en forma más metódica y vigorosa el desarrollo económico del país, para así complementar y perfeccionar, sobre una base más sólida aún, los progresos que Costa Rica ha alcanzado en el campo social. " "El propósito esencial del verdadero desarrollo económico es obtener la elevación constante del nivel de vida de toda la población, principalmente de las clases media y trabajadora. Los bienes y servicios que emanen del crecimiento económico nacional deben beneficiar al mayor número posible de costarricenses y traducirse en un Revista Jurídica de Seguridad Social aumento del ingreso real de toda la población. Los empresarios tienen derecho a percibir crecientes utilidades, como un estímulo para su gestión; los consumidores tienen derecho de comprar artículos y servicios de buena calidad y a precios razonables; y los trabajadores tienen derecho a lograr mayores ingresos, con un poder adquisitivo estable. Y todo esto debe irse realizando gradualmente, conforme aumenten la producción y la productividad nacionales. Por otra parte, el nivel de vida de la población sólo puede ser elevado si crecen las actividades industriales, agrícolas, comerciales y financieras del país. En consecuencia, la aplicación del concepto de verdadero desarrollo económico abarca a todos los sectores del país e implica un esfuerzo de carácter nacional, en que la población entera debe participar; y también significa que los costarricenses debemos trabajar más y mejor, tener más fe en la creación propia y descansar menos en la ayuda estatal." "En Costa Rica resulta inaplazable, en concordancia con los principios ya expresados, crear un nuevo espíritu y una mística, para lograr una producción y una productividad mayores, dentro del estimulante clima de la libertad En el país hay un excesivo reglamentismo, un gran número de trabas y controles innecesarios y, quizás, poca confianza en la libertad de empresa, entre otras razones, porque no se comprende a fondo el carácter creador y progresista de este concepto. Es evidente que la labor concreta de producir y distribuir bienes y servicios corresponde a los empresarios, a los trabajadores y demás personas relacionadas con los procesos de producción y distribución de la riqueza; y que es necesario precisar y delimitar cuándo el intervencionismo estatal es sano y cuándo, antes que un estimulo constituye un freno para el normal y fecundo desenvolvimiento de aquellos procesos. Asimismo es indispensable iniciar cuanto antes el proceso tendiente a eliminar el reglamentismo excesivo y todos los obstáculos artificiales que existen 107 para la creación y financiación de empresas privadas. " "Creo firmemente en la libertad de empresa y en la conveniencia de abolir los monopolios y privilegios institucionales que entraban el progreso de l país; y a mi juicio no deben escatimarse esfuerzos para conseguir la plena vigencia de estas normas fundamentales, que son sinónimo del desarrollo democrático de la economía. Las empresas particulares merecen estímulo, así como las utilidades legítimas que ellas buscan. Hay que crear un clima moral, legislativo y de incentivos económicos, para que surjan constantemente en Costa Rica nuevas empresas y para que se consoliden las existentes, ya que esa es la única manera libre de obtener un alto nivel de empleo en el país. La población costarricense crece a un ritmo acelerado y si no nos preocupamos todos los ciudadanos y el Gobierno, de crear más fuentes de trabajo, principalmente a través de la empresa privada, nuestro ritmo de crecimiento económico puede decrecer sensiblemente, así como el actual nivel de ocupación, lo cual traerá inevitables desajustes y perjuicios políticos y sociales. "Naturalmente, es necesario recordar que el concepto de libertad de empresa lleva implícito el de responsabilidad social. La empresa privada merecedora de estímulos y de protección debe ser sólo la que cumpla con sus deberes ante los trabajadores, mediante un tratamiento adecuado para éstos; ante los consumidores de sus productos o servicios, que por lo tanto deben ser de buena calidad y a precio razonable; y ante el Estado, mediante el cumplimiento fiel de las leyes que le sean aplicables. En síntesis, el mundo contemporáneo está agitado por cambios profundos, unos realizados y otros en gestación, y la empresa privada debe tener la necesaria responsabilidad social, si quiere surgir con renovado vigor de esas transformaciones. Más aún: esta característica de la empresa privada moderna se pone de relieve aún antes de su creación, ya que hoy en día el empresario, antes de decidirse a realizar determinada empresa, debe preguntarse primero, cómo va a 108 servir a la comunidad con su proyecto y después le corresponde inquirir qué utilidades va a ganar como consecuencia de haber cumplido con esa misión de servicio o utilidad social." H) MONSEÑOR SANABRIA Y LA LEGISLACION SOCIAL No puedo concluir estas palabras sin rendir de nuevo público homenaje al Ilmo. y Revdo. Monseñor Víctor Manuel Sanabria, cuyo apoyo a la reforma social fue decisivo para lograr su promulgación. En las páginas 245 y 246 del libro citado, cuyo autor es el Lic. Guillermo Malavassi Vargas, se relata una anécdota que demuestra la firmeza de principios y la gran estatura intelectual de ese recordado y querido amigo y en qué consistió parte de su gran intervención en pro de esa reforma trascendental. 1) PERSPECTIVAS DE LA LEGISLACION SOCIAL COSTARRICENSE No veo bien el futuro de la legislación social nuestra, pues se comienza a apartar de sus fuentes originales y sus propósitos empiezan a olvidarse. Hay que reconocer que esa obra es de muchos costarricenses y que, en consecuencia, es patrimonio nacional y que no pertenece ni a una clase, ni a un partido ni a una persona en particular. Los trabajadores deben verla y defenderla como propia. Pero los empresarios también, puesto que al garantizarse la paz social ellos se protegen. Y asimismo hay que admitir que antes de introducirle nuevas enmiendas lo conveniente es que todos nos concentremos en el desarrollo económico del país; y que cualquier reforma que se haga debe ajustarse a sus principios básicos, uno de los cuales es que la legislación social constituye sólo un mínimum de garantías sociales que debe ser ampliado, de acuerdo con las posibilidades de cada empresa, en forma voluntaria, sin intervención del Estado, por medio de los pactos y convenciones colectivos de trabajo. N°3 - Abril de 1993 J) HACIA UNA NUEVA CONCIENCIA EMPRESARIAL No hay democracia donde no exista conciencia democrática. Y no hay conciencia democrática en un país donde los empresarios no den el buen ejemplo, evolucionando hacia etapas superiores de su quehacer productivo y de los fines de su capacidad creadora. estímulos al sindicalismo, ni con mayores cargas u obstáculos para los patronos, que sólo contribuyen a desestimular la producción, y, en segundo término, que ese desarrollo económico debe lograrse a base de empresa privada con responsabilidad social, que es la que verdaderamente se necesita en Costa Rica. Más claro aún: la democracia no surge por la imposición desde arriba (las esferas de poder) hacia abajo (los gobernados). La democracia opera cuando se generaliza la conciencia democrática en un país, o sea, cuando todos o la mayor parte de los ciudadanos piensan y sienten en términos democráticos por medio de la educación y del ejemplo que den sus gobernantes, ya que gobernar es dirigir, orientar, liderear no sólo con palabras, sino con hechos también. Estimo que hay que seguir educando al empresario costarricense, que va en general por muy buen camino, pues está comprendiendo que para mantener y desarrollar nuestra democracia es indispensable sentir y pensar en términos democráticos. Y también creo que, si se compara la actual conciencia empresarial, con la que había desde comienzos de siglo hasta la década de los cuarenta, se puede concluir en que se ha caminado un largo trecho en la dirección correcta. Los empresarios costarricenses empiezan a darse cuenta de estas profundas realidades y a demostrar generosidad y sensibilidad social. Todavía hay casos entristecedores de empresarios para quienes únicamente cuentan las utilidades de su empresa, realizadas a como haya lugar. Pero la tendencia general es alentadora y va en el sentido de aceptar la legislación social y propiciar su cumplimiento; y en algunos casos ejemplares yendo más allá, mucho más allá, del mínimum de garantías sociales que ella significa. Y esto no sólo por razones internas. Los cambios profundos que se han operado y se siguen sucediendo en el resto del Planeta han tenido y tendrán creciente influencia en Costa Rica. El movimiento pro libertades democráticas que toma fuerza en los países detrás de la demolida Cortina de Hierro, en Argelia, en la China Comunista, y en otras regiones del Globo, originado por las necesidades económicas y estimulado por el avance tecnológico sin precedentes que experimenta la Humanidad, especialmente en Estados Unidos, está produciendo una simbiosis entre el capitalismo rígido de siglos idos y un socialismo que ya es anticuado. Y esto conducirá al respeto y al desarrollo del concepto de libertad de empresa que lleva implícito el de responsabilidad social; y al respeto del principio de que el Estado debe estar al servicio y desenvolvimiento de la persona humana, y no al revés. En el citado testamento político del Dr. Rafael Angel Calderón Guardia, hay dos conceptos fundamentales en los que voy a insistir porque la mayor parte de los costarricenses, calderonistas o no, han ignorado o no conocen. En primer lugar, que lo que está a la orden del día NO es hacerle más reformas a la legislación social, sino lograr un desarrollo económico creciente en beneficio de todos, porque esta es ahora, cuando existe esa legislación, la manera más eficaz de ayudar a las clases económicamente débiles. Es evidente, valga el ejemplo, que el día que se logren las metas nacionales de estabilidad monetaria y tributaria y de abatimiento de la inflación -lo que equivale a dar mayor poder adquisitivo a los salarios- los trabajadores mejoraran su nivel de vida; y que esto no se logra con falsos Revista Jurídica de Seguridad Social El país lo que necesita son mejores empresarios, mejores trabajadores y, particularmente, mejores ciudadanos, conscientes todos de la necesidad de armonizar intereses para que haya mayor producción y mayor productividad de artículos y servicios de calidad creciente, dentro del estimulante clima de la libertad y con beneficio individual y nacional. 109 ¿Será esto un simple ideal irrealizable? Creo que la práctica demostrará lo contrario, antes de que termine este siglo veinte, que ha sido excepcional en cambios inesperados y en lecciones trascendentales para toda la Humanidad. NOTA (*) Este trabajo es una síntesis de la disertación pronunciada ante la Cámara de Comercio de Costa Rica, el 15 de mayo de 1991. Dada la importante participación que el autor tuvo en los inicios de la legislación social de Costa Rica, el Consejo Editorial de la Revista Jurídica de Seguridad Social ha estimado adecuado publicar este trabajo, como un contribución para el estudio de los antecedentes históricos de este fundamental aspecto de la vida nacional. Por razones obvias, el texto conserva el tono coloquial de una exposición directa. La Clínica de Santa María de Dota atiende una zona altamente productiva en ganado y café, con una población económicamente activa próxima al 50 por ciento, y que además es sede de una importante reserva forestal. 110 N°3 - Abril de 1993