Facultad de Teología Curso TBS 031 – Sinópticos Segundo semestre 2013 Profesor: Unidad 8 Eduardo Pérez-Cotapos L. LA OBRA DE SAN LUCAS 1. Antecedentes generales del evangelio según san Lucas 1.1. Lo característico de la obra de Lucas El evangelio de Lc y el libro de Hechos de los Apóstoles constituyen una única obra. Esta afirmación que en la actualidad conoce una aceptación casi unánime fue sugerida en el s. XVII por John Lightfoot (1602-1675), pero sólo ha sido ampliamente aceptada a partir de la obra transcendental de Henry Joel Cadbury (1883-1974).1 Cadbury mostró que ambas obras constituyen un único e interesatante proyecto teológico. Ambos libros tienen un mismo autor, que ha querido ligarlos como dos partes de una única obra (Hechos 1,1). La identidad del destinatario de ambos, Teófilo, reafirma este hecho. Que el evangelio tenga una especie de continuación en Hechos de los Apóstoles es algo que siempre se debe tener presente. Al escribir el libro de los Hechos, Lucas deja entrever que su Evangelio debe ser entendido como parte de una obra histórica. Éste es un rasgo determinante del trabajo teológico de Lucas, a la vez que una novedad absoluta. Para Lucas los Hechos son una suerte de necesario complemento del Evangelio, ya que su obra está orientada en una línea misionera, que encuentra su concreta realización en Hechos.2 Lucas puede ser visto como un humanista deseoso de hacer una obra histórica. Comienza señalando expresamente que ha consultado fuentes y que pretende que su obra sea mejor que las de sus predecesores. Este criterio de calidad Lucas lo sitúa a nivel del orden de la narración. Éste es su propósito; un asunto distinto es ver si efectivamente lo logró desde nuestros criterios actuales. Lucas no era historiador, ni en el sentido antiguo del término, ni menos en el sentido moderno. A esto se suma que las fuentes escritas de las cuales dispuso para componer su historia no eran fuentes propiamente históricas, sino textos kerygmáticos (Mc y Q). Partiendo de estos relatos kerygmáticos, Lucas buscó construir una cierta historia de Jesús. Este propósito sólo podía lograrlo historizando los relatos. Es decir, presentando unidades de predicación como aconteci1 2 LIGHTFOOT, JOHN Horae Hebraicae et Talmudicae. 1658-1674 [= traducción en 4 tt. Oxford: 1859 = A Commentary on the New Testament from the Talmud and Hebraica. Grand Rapids 1979]; CADBURY, HENRY JOEL The Making of Luke-Acts. New York: 1927 (= London: 1968 2); ID. The Style and Literary Method of Luke. Cambridge (MASS) 1920 (= New York: 1969). Curiosamente, a nivel exegético se ha insistido mucho en que Lc-Hechos constituyen una obra indisociable, pero son poquísimos los autores que han trabajado o comentado ambas obras como si fuesen una sola. mientos del pasado. Para ello situó cuidadosamente a Jesús en las coordenadas de la historia civil (cf. Lucas 2,1; 3,1). Dentro de este contexto básico de carácter historizante Lucas califica los hechos del pasado como cumplimiento de un designio de salvación de Dios; un designio que se ha verificado en la historia, de la cual es necesario dar cuenta. Esto hace que su relato pretendidamente histórico esté fuertemente marcado por la fe. Lucas anhela ser un historiador, pero su exposición de la historia nace de una preocupación por la fe y está orientada por ella. Lucas no anhela ser el historiador de un determinado grupo humano, sino el testigo de una fe que anuncia la intervención salvadora de Dios en la persona de Jesús de Nazaret, y que a partir de Él la salvación se ha ofrecido al mundo entero. Lo afirmado sobre el interés histórico de Lucas es válido tanto para el Evangelio como para Hechos. Este último, bajo una más formal apariencia de historia es, en realidad, una exposición destinada a la edificación de los cristianos y a la difusión de la fe entre los gentiles. De aquí que el orden de estos textos no sea, en lo fundamental, un orden cronológico sino catequético. Un indicador privilegiado de este carácter historizador de la obra de Lucas está en la característica «desescatologización» de su obra. Se ha perdido la tensión por el reino de Dios. Éste no es presentado como estando a las puertas, no se está realizando hoy ni es inminente, sino que se lo imagina en un futuro lejano. Por lo mismo, en el tiempo intermedio queda un espacio para la Iglesia. En la obra de Lucas la historia de Jesús aparece por primera vez expuesta como algo plenamente perteneciente al pasado; a un pasado que es necesario tratar como historia. Como el futuro escatologico también se ha alejado, por el abandono de la espera inmediata de la parusía, queda un tiempo para la Iglesia. El tema central de la obra de Lucas será preguntarse qué deben hacer el creyente y la Iglesia en este tiempo intermedio. Este tiempo en el cual la vida de Jesús pertenece al pasado, y en el que ya no se conoce una espera inminente de la Parusía. Justamente en este momento Lucas llama a mirar la historia, a buscar en ella la solidez de lo recibido y a encararla como tarea para el presente desde la exigencia del testimonio y la experiencia de la fuerza del Espíritu (cf. Hechos 1,11: «Galileos, qué hacen ahí, mirando al cielo...»). En un nivel de análisis más coyuntural es sugerente la síntesis de F. Bovon: «El evangelista desea atestiguar las verdad del cristianismo y calmar el recelo de los romanos ante la misión cristiana. Lucas está convencido de que el evangelio no constituye un peligro político. Al contrario, la ética de los cristianos no puede sino hacer el bien a sus conciudadanos paganos. Lucas se empeña, con una mezcla de seguridad e ingenuidad, en hacer que se acepte socialmente a la Iglesia cristiana e insiste en el interés que las autoridades y las clases superiores prestaron desde el principio al mensaje de Pedro y más aún al de Pablo. Defiende también a la Iglesia contra la polémica judía, afirmando que las comunidades cristianas son las legítimas herederas de las promesas de la Escritura. Al mismo tiempo se convierte en el apologeta de la misión paulina contra la oposición judeo-cristiana, subrayando la colaboración armoniosa entre Pedro y Pablo y la conti- 8. Crítica de la Redacción: Lucas — 2 nuidad que reinó entre los doce que se quedaron en Jerusalén y los helenistas que partieron en misión, así como con Pablo».3 En la interpretación de la obra de Lucas se vive una situación contradictoria, en la que se contraponen dos miradas completamente opuestas del sentido de la obra lucana, y que ya han quedado insinuadas en lo que hemos planteado. No es posible entrar en el marco de estos apuntes a tratar a fondo el asunto, aunque hay buenos estudios al respecto.4 Intentando describir someramente ambas posturas podemos señalar: a. Por un lado existe una tendencia amplia y difusa bastante favorable a Lc. Se lo percibe como el evangelio de la misericordia, de los pobres, de María, del lenguaje poético. Se insiste en la belleza de sus relatos y en el carácter humanitario de sus perspectivas. Se valora mucho ciertos temas propiamente lucanos: oración, gozo, pobreza, Espíritu, María... Partiendo de este tipo de temáticas se ha desarrollado también una escuela de interpretación política de la obra de Lucas: el evangelio de los pobres, de la liberación, de los marginados... En definitiva, desde esta óptica se entiende la obra de Lucas como una presentación del mensaje cristiano orientada de manera preferente a los más necesitados, a los marginados por el judaísmo oficial. Desde esta óptica son textos que hablan de la atención de Dios por los que están lejos; de un evangelio que no se deja encasillar y que no es anulado por el rechazo de ningún grupo humano. b. Por otro lado, una parte importante de la exégesis académica ha sido y es muy severa en su juicio sobre Lucas. Lc es el gran acusado del NT. Se le acusa de ser una especie de pervertidor de lo más original del mensaje evangélico, de construir una teología que sería la antítesis estricta de la teología paulina. Lucas habría eliminado las dimensiones de gracia y de tensión escatológica para acomodar la Iglesia a la sociedad. Es decir, para introducir una teología de la salvación que, de facto, suprimiría la teología de la cruz para reemplazarla por una teología de la gloria. Se lo acusa de ser un escrito proto-católico; entendiendo esto de modo muy negativo: Lc habría renunciado a la proclamación original del evangelio de la gracia de Dios, para centrarse en la propuesta de una Iglesia entendida como institución-de-salvación. Los signos exteriores más claros de este desplazamiento de acentos estarían en la pérdida del horizonte escatológico del mensaje cristiano y en la insistencia por justificar las estructuras eclesiales. Personalmente me parece inadecuado este tipo de lectura global de la obra de Lucas, aunque algunos de sus elementos puedan ser válidos.5 3 BOVON, FRANÇOIS El evangelio según san Lucas. t. I pp. 40-41. Buenas síntesis fácilmente asequibles en dos obras católicas: RASCO, E. La teología de Lucas. Origen, desarrollo, orientaciones. Roma: PUG 1976; FITZMYER, J. A. El evangelio según san Lucas t. I, pp. 30-61. 5 Un excelente y muy bien documentado tratamiento del tema, desde perspectiva católica en: FUSCO, V. «La discussione sur protocattolicesimo nel Nuovo Testamento. Un capitolo di storia dell’esegesi» EN HAASE, W. y TEMPORINI, H. (eds.) Aufstieg und Niedergand der römischen Welt (ANRW) II, 26.2. Berlin/New York: Wolfgang de Gruyter 1995, pp. 1.645-1691. 4 8. Crítica de la Redacción: Lucas — 3 1.2. Autor No se conserva el testimonio de Papías sobre Lucas. La tradición eclesiástica, comenzando con Ireneo, atribuye estos escritos a Lucas, el compañero de Pablo. Este Lucas aparece mencionado en Filemón 24, Colosenses 4,14 6 y 2 Timoteo 4,11. En los tres textos Lucas aparece junto a Marcos, ambos como compañeros de Pablo. Ireneo señala que «Lucas, compañero de Pablo, recogió en un libro el evangelio predicado por este» (Louka=j, o( a)ko¿louJoj Pau¿lou, to£ 7 u(p' e)kei¿nou khrusso¿menon eu)agge¿lion e)n bi¿bl% kate¿Jeto). En la misma época el Canon de Muratori señala: «Por lo que se refiere al tercer evangelio según Lucas, Lucas es un médico, que Pablo tomó consigo después de la ascensión de Cristo como un aficionado al derecho, y que lo redactó en su propio nombre y según su convicción, ya que no conoció en vida al Señor; y según todas las informaciones que pudo obtener comenzó su relato con el nacimiento de Juan».8 Partiendo de este testimonio se ha desarrollado una profusa e imaginativa tradición. Del mismo modo como se ha vinculado fuertemente a Marcos con Pedro se ha relacionado a Lucas con Pablo.9 Desde el siglo VI se comenzó a señalar que Lucas habría sido pintor y que habría realizado un cuadro (o varios cuadros) de María.10 No parece verosímil afirmar que Lucas haya sido pintor de obras que actualmente se conserven, pero se puede reconocer que en su evangelio es capaz de describir las escenas con mucha fuerza narrativa, al punto de hacerlas imaginativamente visibles para el lector. 6 Aquí se lo llama médico. Ver además Colosenses 4,10, donde se alude a Marcos. San Jerónimo identifica al anónimo hermano que aparece en 2 Corintios 8,18 con Lucas. 7 IRENEO DE LYON Adversus Haereses III,1,1 («Lucas sectator Pauli, quod ab illo praedicabatur Evangelium in libro condidit»; texto griego conservado en EUSEBIO Historia Ecclesiastica V,8,3). Ireneo parece deducir este dato del estudio de las cartas de Pablo y de Hechos. Cf. Ibíd III,14,1. 8 Fragmentum Muratorianum (siglo II). Texto en Enchiridion biblicum nº 1. El texto citado es muy incierto; de modo especial el segundo oficio de Lucas se presta a diversas lecturas: quasi ut iuris studiosum (como aficionado al derecho; texto del Codex Ambrosianus J.101), quasi itineris studiosum (como experto en viajes; T. Zahn), quasi litteris studiosum (como literato, o secretario; H. Lietzmann). 9 El PRÓLOGO ANTIMARCIONITA dice que Lucas nació en Antioquía de Siria, discípulo de los apóstoles y posteriormente de Pablo, escribió en Acaya (Grecia) y murió en Beocia (Grecia), soltero y sin hijos, a los 84 años, de muerte natural. TERTULIANO Adversus Marcionem IV,2,4-5 señala que Lucas no fue apóstol, sino contemporáneo de los apóstoles, que su maestro fue Pablo y que su evangelio es el de Pablo. CLEMENTE DE ALEJANDRÍA Stromata I,21,145 y ORÍGENES Commentarius in Matthaeum (en EUSEBIO DE CESAREA Historia eclesiástica VI,25,6) repiten los mismos datos. Varios Padres dicen que Pablo habría dado explícitamente su aprobación al texto de Lc, señalando que cuando Pablo habla de mi evangelio (Romanos 2,16; 2 Timoteo 2,8) se estaría refiriendo a Lc. También hay quienes lo identifican con uno de los discípulos de Emaús, cuyo nombre no aparece en los escritos canónicos (GREGORIO MAGNO); o con uno de los 72 discípulos enviados a predicar (PSEUDO-ORÍGENES, EPIFANIO, TEOFILACTO). 10 Al parecer el primero en proponer esta idea es el historiador bizantino TEODORO LECTOR Historia Eclesiástica VI,43, hacia el año 530. Desde el punto de vista histórico-objetivo esta afirmación es insostenible. Sin embargo ella apunta a un aspecto interesante de Lucas: su sensibilidad poética y su capacidad narrativa para presentar las situaciones como verdaderos «cuadros»; cf. RASCO, E. «La singolarità di Luca: salvezza di Dio e responsabilità dell'uomo» en Rassegna di Teología 19(1978)26-42, p. 28. 8. Crítica de la Redacción: Lucas — 4 Ha habido intentos modernos de darle solidez a este dato tradicional mediante una crítica interna del Evangelio. William Kirk Hobart 11 quiso mostrar que el lenguaje de los escritos lucanos delataba el lenguaje técnico de un médico. Su esfuerzo no ha encontrado mucha acogida, particularmente porque se ha llegado a demostrar que en la antigüedad no existía un lenguaje médico especializado.12 La simple supresión por parte de Lc del juicio negativo sobre los médicos que aparece en Mc 5,26 no es argumento suficiente para concluir que el autor de estos escritos deba ser un médico. También ha existido un importante trabajo exegético en orden a mostrar que los «relatos nosotros» de Hechos pertenecerían a alguien que formaba parte de la comitiva de Pablo,13 y que ese alguien sólo podría ser Lucas. Después de muchos esfuerzos y discusiones el asunto no parece ser concluyente. Es cierto que las características propiamente lucanas se dan con fuerza en los relatos nosotros, pero en contra de este argumento está el asunto de la fuerte diferencia existente entre la teología paulina y la lucana. Por otro lado, Lucas parece desconocer las cartas de Pablo. Y más aún, la imagen de Pablo que aparece en Hechos difiere mucho de la imagen de Pablo que surge de sus propias cartas. Es por este lado que parece ir la objeción más radical contra la identificación de Lucas con el compañero de Pablo. Veamos esto con mayor detalle: 1. Lucas presenta a Pablo como un gran taumaturgo (en Hechos 20,9-12, Pablo resucita a Eutico) y un destacado orador. La actividad taumatúrgica está enteramente ausente de las cartas, y en ellas Pablo se presenta a sí mismo como un débil orador (2 Corintios 10,10; 11,6). 2. Lucas presenta las relaciones de Pablo con el judaísmo de un modo muy diferente al que dejan entrever las cartas: • En Hechos Pablo aparece circuncidando a Timoteo (Hechos 16,3), cuando él mismo se gloría de no haber cedido ni circuncidado a Tito (Gálatas 2,3-5). • En Hechos Pablo aparece haciendo un voto de Nazir (cf. Números 6,1-21) que debe cumplir en el Templo (Hechos 18,18; 21,24-26). De esto no hay rastro en las cartas. 11 HOBART, W. K. The medical language of St. Luke; a proof from internal evidence that “The Gospel according to St. Luke” and “The acts of the apostles” were written by the same person, and that the writer was a medical man. Dublin: 1882 [= Piscataway (New Jersey): Gorgias Press 2004, 344 pp.]; HARNACK, A. Lukas der Arzt. Leipzig: 1906. [= Luke The Physician. The Author of the Third Gospel and the Acts of the Apostles. London: Williams & Norgate 1909]. 12 Ciertamente que el lenguaje de Lucas se encuentra en el de los escritos médicos de la antigüedad. Pero este lenguaje también se encuentra, en una proporción más o menos similar, en escritos o en autores que por parte alguna es posible considerar como médicos. De aquí que el argumento en sí mismo sea irrelevante. Sin embargo hay otro indicio que puede tener algún valor. Al escribir, a Lc le gusta imitar el estilo de otras obras literarias. Y en este horizonte el prólogo del evangelio podría verse como una suerte de imitación del prólogo del tratado de medicina de Dioscórides, escrito en tiempos de Nerón: «Ya que muchos, no sólo entre los antiguos, sino también entre los recién llegados, han ido juntando datos sobre la preparación, el poder y los efectos de los remedios, voy a intentar mostrarte, ilustre Area, que sobre este asunto tengo mis ideas, que no son ni necias ni vanas» (citado de acuerdo a GEORGE, A. El Evangelio según san Lucas p. 7). 13 Estos relatos nosotros son: Hechos 11,27b (texto occidental); 16,10-17; 20,5-13; 21,1-18; 27,1 – 28,16. 8. Crítica de la Redacción: Lucas — 5 • Cuando le toman preso en Jerusalén, Pablo es acusado de ser hostil a la Ley (cf. Hechos 21,21.28), pero esto no aparece justificado por lo relatado anteriormente. En el juicio posterior resulta que su único conflicto con los judíos es por el tema de la resurrección. Ello le hace quedar como amigo de los fariseos y distanciado sólo de los saduceos (cf. Hechos 23,8-10). • En términos más globales, Lucas parece desconocer la apasionada defensa que Pablo hace de la justificación por la fe y no por las obras de la Ley. 3. En sus propias cartas, Pablo parece desconocer el Decreto del Concilio de Jerusalén. De hecho, nunca pide a las Iglesia que cumplan lo allí mandado, e incluso en algunos asuntos propone hacer lo contrario.14 De acuerdo al texto de Hechos, Pablo es el portador y encargado de difundir estos acuerdos en las Iglesias. De modo global, todo lo que se refiere a estos episodios está relatado de modo muy diverso en Gálatas 1-2 y Hechos 15. 4. La historia de las relaciones entre Pablo y los apóstoles en el período inmediatamente posterior a su conversión difiere bastante en Hechos y en Gálatas. De modo negativo, todos estos hechos nos permiten concluir que «la imagen de Pablo que hallamos en los Hechos ofrece graves razones para creer que el autor de este libro, y por tanto el autor también del tercer evangelio, no pudo ser el Lucas que acompañó en sus viajes a Pablo».15 O, de modo más radical, que «el autor de los Hechos no puede haber sido de ninguna manera un compañero de Pablo y que tampoco ha tenido ya unas concepciones claras del interés del apóstol».16 De modo positivo, el autor de ambas obras se nos presenta como un cristiano de origen griego, que escribe para griegos. No es un testigo ocular de los hechos, sino un hombre perteneciente a la segunda o tercera generación de cristianos. La opinión común es que Lucas es un autor que escribe para pagano-cristianos provenientes del mundo griego, posiblemente en el ámbito de las iglesias fundadas por Pablo.17 No le preocupa mayormente la geografía de Palestina, y la trata con bastante libertad. Lc omite la mayor parte de las controversias con los fariseos. En el nivel de las imágenes, modifica detalles propiamente palestinenses por otros más conocidos para sus destinatarios.18 Podemos concluir este tema del autor con la síntesis figurativa de F. Bovon: «¿Dónde situar al evangelista? ¿En el gabinete de trabajo de un erudito acomodado, en una de esas villas romanas ganadas para Cristo, y en la que una de las habitaciones ha sido dispuesta como lugar de 14 Por ejemplo, respecto a las carnes inmoladas a los ídolos, comparar lo mandado en Hechos 15,29 con la argumentación que Pablo desarrolla en 1 Corintios 8-10. 15 WIKENHAUSER, A. y SCHMID, J. Introducción al NT p. 571. 16 MARXEN, W. Introducción al NT p. 178. 17 Una postura discrepante es la de Fitzmyer, quien opina que es un judeocristiano, originario de Antioquía, colaborador ocasional de Pablo, aunque no condivida su teología. No cree que se lo pueda reconocer como médico. Cf. FITZMYER, J.A. El evangelio según san Lucas t.I, pp.71-100. 18 Por ejemplo, la parábola de La oveja perdida es «traducida» por Lc como La dracma perdida: Lc 15,4-10 8. Crítica de la Redacción: Lucas — 6 reunión del grupo? ¿En la cámara de un obispo, de un ministro de la Iglesia, encargado de dirigir una comunidad local (en ese caso sería a la vez el autor y el destinatario del discurso de Pablo a los ancianos de Éfeso reunidos en Mileto, Hech 20,18-35)? ¿En el despacho de un maestro cristiano instalado en una de las escuelas paulinas que conocieron los grandes centros del cristianismo de entonces? Dejando libre curso a mi imaginación, pensaría más bien en la situación de un evangelista itinerante, instalado en el puente de un navío o en una casa que le hubiera acogido. Los exégetas no han subrayado suficientemente el hecho siguiente: Lucas se interesa por la fundación, no por la edificación de las comunidades. Una vez que se han bautizado los primeros conversos, Lucas los abandona a su suerte y dirige su atención hacia nuevas conquistas. Su mirada no es la de un director de conciencia, ni la de un pastor en su parroquia. Es la de un misionero de finales del siglo I. La tradición que ve en el evangelista a un compañero de viaje de Pablo ha tenido una fina percepción. Lucas es un paulinista de la línea de los helenistas de Antioquía. Pero un paulinista que desea la unidad con los Doce. Lucas debió formar parte de uno de los equipos de evangelización que después de la muerte de los apóstoles prosiguieron la tarea de éstos. Aunque itinerante, se distingue, sin embargo, de los profetas y evangelistas prácticos, preocupados totalmente de surcar las rutas del Imperio. Aunque activo en la Iglesia, sabe también retirarse – provisionalmente – para ofrecer a sus colegas, a los creyentes y, finalmente, al público cultivado una obra literaria susceptible de suscitar la curiosidad o de consolidar la fe». 19 1.3. Fecha En cuanto a la fecha de origen del evangelio, hay acuerdo casi unánime que es posterior al año 70. Esta afirmación se apoya en textos tales como 21,20-24; 19,43-44; 23,28-31 que parecen tener ante los ojos la experiencia de la destrucción de Jerusalén. Como fecha tope se indica el año 100, ya que Lucas no conoce la colección de las cartas paulinas, la que fue constituida como tal antes del año 100. Como fechas más probables se propone el decenio 80-90. En este sentido, es el más «tardío» de los tres sinópticos, comenzando a vislumbrar ya el horizonte teológico de Juan. El evangelio es anterior al libro de los Hechos. Habitualmente se considera que entre uno y otro hay un cierto período de tiempo. No se trataría de dos obras editadas al mismo tiempo, porque en ese caso sería inexplicable la existencia de un doble prólogo. El prólogo de Hechos supone que Teófilo ha conocido ya el Evangelio. ¿Cuál es este período? ¿Unos 10 años? 1.4. Ambiente y lugar de origen Ya hemos indicado que Lucas escribe para cristianos de ambiente griego, bastante lejanos de las problemáticas internas del mundo judío. El clima espiritual más concreto podría indicárnoslo la preocupación por la historia, tan característica de Lucas. Su época parece ser «un tiempo 19 BOVON, F. «El evangelista Lucas. Retrato y proyecto» en PIÑERO, A. (ed.) Las fuentes del cristianismo pp. 218219. Cuando Bovon califica a Lucas como paulinista no quiere tratar la cuestión del conocimiento que Lucas pueda haber tenido de Pablo, sino proponer un dato muy obvio: que Lucas se presenta como admirador de Pablo, como uno que hace de él un modelo de apóstol. 8. Crítica de la Redacción: Lucas — 7 en el que una gnosis sin historia abandona la relación del mensaje cristiano con la historia». 20 En este contexto, la obra de Lucas se presenta como un llamado de atención sobre el carácter histórico de la revelación y de la tarea de la Iglesia. En el horizonte de un evangelio destinado a los pagano-cristianos, que invita a un compromiso histórico en la tarea de la proclamación del Reino mediante obras y palabras, pueden situarse adecuadamente algunos de los temas predilectos de Lucas: el amor salvador de Jesús por los pecadores, los pobres y despreciados, por los que más necesitan ser tocados por el mensaje del Reino; la alegría que surge al reconocer la presencia de Dios y de su reinado en medio de los acontecimientos concretos; la oración como actitud de referir al Padre todo lo que se va viviendo; etc. De esta perspectiva brota el carácter estrictamente evangélico del material propio de Lc. Respecto al lugar concreto de origen del evangelio, se han propuesto los más variados: Cesarea Marítima (en la costa de Palestina), Acaya (en Grecia, costa norte de la península del Peloponeso), Decápolis (diez ciudades situadas en la Transjordania, a la altura de Samaria y Galilea), Roma. Sin embargo, estas propuestas a menudo no pasan de ser simples conjeturas. Lo único más firme es que se escribió fuera de Palestina, teniendo como destinatarios cristianos de origen pagano.21 Es sugerente la indicación de Bovon: «si es verdad que es ante todo un viajero, la pregunta por el donde escribe pierde su importancia. Roma sigue siendo la hipótesis más verosímil».22 1.5. Lengua y estilo Lucas es un hombre de buena formación literaria, que maneja bien el griego, con un vocabulario abundante,23 con una buena construcción de las frases, con capacidad y conciencia literarias. Un autor con capacidad de reconocer estilos literarios e imitarlos,24 con sensibilidad poética para recoger o crear cánticos e introducirlos en su obra. Desde siempre ha sido reconocido como uno de los mejores escritores del NT, aunque no alcance una altura literaria que lo acerque a los grandes escritores de su época. La lengua de Lucas ha sido muy estudiada. En la línea de la calidad de su redacción y del correcto uso del lenguaje; lo que es particularmente visible en su modo de corregir a Mc. También se ha estudiado el hecho de que su griego tiene un cierto sabor semítico. Esto puede deberse 20 MARXEN, W. Introducción al NT p. 170. Es sugerente la propuesta de Theissen «Mientras el EvMt representa un ambiente judeo-cristiano que se ha abierto a los gentiles, el EvLc es un escrito dirigido a comunidades pagano-cristianas que recuerdan su origen judío» (THEISSEN, GERD La sombra del Galileo. Las investigaciones históricas sobre Jesús traducidas a un relato. Salamanca: Sígueme 1988, p. 265). 22 BOVON, F. El evangelio según San Lucas, t. 1 p. 40. 23 Lc tiene 2.055 términos diversos sobre un total de unas 19.404 palabras. Hechos tiene 2.038 términos diversos sobre un total de unas 18.374 palabras. 24 Lc imita el estilo de la traducción de los LXX, particularmente en los relatos de la Infancia, en los cuales tiene mayor libertad frente al dato tradicional. También imita los Prólogos de estilo de las obras literarias de su tiempo. 21 8. Crítica de la Redacción: Lucas — 8 a una imitación del estilo de los LXX, a un uso de modos de expresión característicos del AT, o al hecho de que los cristianos hayan usado dentro de sus comunidades un tipo de griego en el cual existirían muchas expresiones técnicas de sabor semita. El asunto no está resuelto, y se lo conoce como el tema de los semitismos de Lucas.25 En todo caso, es importante señalar que la obra de Lucas es el escrito de un pastor, preocupado por poner todos los recursos literarios al servicio del evangelio, y no el trabajo de un estilista. Por eso es un estilo que busca la simplicidad, y evita las largas y complejas construcciones, que cansarían al lector. Y por el contrario estructura su evangelio sobre la base de pequeñas unidades, que se encadenan unas con otras en secuencias interrumpidas por sumarios que dan respiro a la lectura. Estas secuencias están encuadradas por ciertos textos-resumen que sirven para recoger el sentido de lo que se va proponiendo, y que orientan la lectura en su intencionalidad profunda. 1.6. Los problemas del texto Es una problemática muy específica y compleja que afecta directamente al libro de Hechos, y de manera algo menor al evangelio. En todo el NT se pueden reconocer tres grandes tradiciones textuales,26 entre las cuales existen algunas diferencias, que permiten reconocer el origen de los diversos manuscritos bíblicos. Sin embargo en la obra de Lucas hay una situación enteramente única en el NT. Ésta consiste en que el texto Occidental difiere considerablemente de los otros. Es un texto más amplio y menos pulido.27 Buscando resolver el asunto, a fines del siglo XIX se propuso la hipótesis de que se trataría de dos «recensiones» del texto, y que ambas recensiones derivarían del mismo autor. El texto Occidental sería una primera versión del escrito, y el texto Alejandrino una segunda versión, o edición definitiva, más pulida tanto en su calidad estilística como en su extensión. Esta postulada prioridad del texto Occidental hoy día no es aceptada por la mayoría de los autores. En la actualidad, para ambos libros se considera como texto original el texto Alejandrino, y se mira el texto Occidental como una consistente reelaboración posterior del mismo del texto alejandrino. Con 25 26 27 Cf. RODRÍGUEZ CARMONA, ANTONIO «Los semitismos de los Hechos de los Apóstoles» en Estudios Eclesiásticos 65(1990)385-401, con buenas indicaciones bibliográficas. Las tres grandes tradiciones textuales del NT son: (1) Alejandrina o Neutral, cuyos principales manuscritos son: P75: papiro Bodmer; ): codex Sinaiticus; B: codex Vaticanus; y C: codex Ephraemi Rescriptus. (2) Occidental, cuyos principales representantes son: D: codex Bezae; traducciones latinas: vetus latina; y syrcur. (3) Bizantina o Cesariense o Koiné, representapa principalmente por: A: codex Alexandrinus; y textus receptus, Como ilustración del problema pueden verse, a modo de ejemplo, los siguientes textos: Lc 5,29; 6,4; 9,55; 10,2.20.41-42; 11,2.8.13.41; 12,19.21.39; 16,9; 17,36; 19,25; 20,20; 21,35; 22,19b-20.43-44.62.68; 23,13.15.17. 35; 24,3.6.12.17.36.40-42.51.52; Hechos 5,28.39; 8,37.39; 11,2.7; 12,10; 13,27.43; 15,7.12; 16,35. 39; 19,1.9. 29; 20,3; 21,25; 24,6; 27,5; 28,29.31. Las variantes «Occidentales» de estos textos pueden encontrarse en las ediciones críticas más completas del NT griego, y las principales en traducción en las notas de la Biblia de Jerusalén, en los lugares respectivos. Principales datos y bibliografía en HEAD, PETER «Acts and the Problem of Its Texts» en WINTER, B.W. (ed.) The Book of Acts in Its First Century Setting t.1 pp.415-444. Obra fundamental: MARTINI, CARLO MARIA Il problema della recensionalità del codice B alla luce del papiro Bodmer XIV. Roma: PIB 1966 (Analecta Biblica 26). 8. Crítica de la Redacción: Lucas — 9 todo, el texto occidental sigue siendo seriamente estudiado, en vistas de reconocer sus originalidades teológicas. En cuanto al Evangelio, existe bastante acuerdo en considerar como interpolaciones de origen occidental 9,55b-56a y 23,17, por lo que habitualmente se las omite en las ediciones críticas; existe una importante duda sobre la autenticidad de 22,43-44 y 23,34. En cambio se considera como originales una serie de pasajes del evangelio que no están presentes en la tradición occidental, y que a veces se las conoce como «no interpolaciones occidentales»: 22,19b-20 y 24,3.6a.12.36b.40.51b-52a. Para el correcto establecimiento del texto original de Lc ha sido de crucial importancia el aporte del papiro Bodmer XIV-XV (P75, del siglo III), con importantes secciones del evangelio. En Hechos de los Apóstoles existen datos muy divergentes entre el texto Occidental y el texto Alejandrino. El primero es un 10% más largo que el segundo, y presenta unas 400 adiciones. Un ejemplo característico e importante es el Decreto del Concilio de Jerusalén. Para el texto Alejandrino se trata de normas de tipo cultual, mientras que para el texto Occidental se trata de un asunto fundamentalmente moral.28 Esta situación se hace más comprensible postulando el texto Occidental como una «interpolación» posterior. Ésta se habría efectuado cuando, perdido ya el sentido de las normas cultuales en un ambiente no judaico, se hizo necesario darles un nuevo valor, un valor de carácter moral. Más allá de este caso característico se pueden percibir algunas tendencias de carácter teológico típicas del texto Occidental. Por ejemplo, a nivel cristológico, se agrega Xristo¿j a la expresión Ku¿rioj ¡Ihsou=j (1,21; 4,33; 8,16; 11,20; 15,11; 16,31; 19,5; 21,13); o se agrega Ku¿rioj a la expresión ¡Ihsou=j Xristo¿j (2,38; 5,42; 10,48; 18,5); o Ku¿rioj es agregado a ¡Ihsou=j (7,55); o se agrega Ku¿rioj y Xristo¿j a ¡Ihsou=j (13,33). Se subraya el rasgo cristológico de los pasajes de confesión de fe o de tipo bautismal (6,8; 9,17.40; 14,10; 18,4.8). Se introducen ulteriores referencias al Espíritu Santo (6,10; 11,17; 15,7.29.32; 19,1; 20,3). Se tiende a enfatizar la sabiduría, autoridad y poder de los apóstoles (5,15; 6,10-11; 9,22; 11,17; 13,8.43; 14,7; 15,7.32; 16,4). También se puede notar una tendencia antijudía consistente. Las ediciones actuales del texto suelen omitir como no auténticos, es decir considerándolos como interpolación Occidental, varios textos: 8,37; 15,34; 24,6b-8a; 28,29. En conclusión: de modo general debe preferirse el texto corto, el Alejandrino. Es lo que hacen las ediciones críticas del NT. Pero en alguna ocasión las variantes Occidentales pueden ser antiguas e interesantes. Por ejemplo, para algunos parecen ser preferibles las lecturas occidentales de Hechos 12,10; 19,9; 20,15; 27,5; 28,16. Es necesario discernir en los casos concretos. 28 Señalo en concreto las expresiones suprimidas (tachadas) y agregadas (en cursiva) por el texto Occidental (el Alejandrino es el que aparece en el todas las ediciones modernas): 15,20 «... que se abstengan de lo que ha sido contaminado por los ídolos, (de la impureza,) de los animales estrangulados y de la sangre, y de no hacer a los demás lo que uno no querría que le sucediera»; 15,29 «... abstenerse de lo sacrificado a los ídolos, de los animales estrangulados, de la sangre, (de la impureza) y lo que no queréis que os suceda, no lo hagáis a otros. Haréis bien, bajo la dirección del Espíritu Santo, guardando estas cosas» 8. Crítica de la Redacción: Lucas — 10 1.7. Algunas problemáticas propias de Hechos de los Apóstoles a. Título: el libro se ha conservado con el título Pra¿ceij tw=n ¡Aposto¿lwn. Ciertamente no es un título dado por su autor, cosa que no se estilaba en ese tiempo. Por otra parte, el título no interpreta plenamente el sentido del libro, ya que parece centrar la temática en la acción de los hombres, de los apóstoles, cuando en verdad lo que a Lucas interesa es la acción de Dios. Es la acción del Espíritu que anima y conduce a la Iglesia lo que concentra su atención. Esto es, por otra parte, lo que lo vincula estrechamente con el evangelio: Jesús fue el único portador del Espíritu, y hoy ese mismo Espíritu es el que anima a la Iglesia. b. Fuentes: un asunto amplia y largamente debatido en el siglo XX es si el autor de Hechos ha utilizado fuentes en la redacción de su obra. Y, en caso positivo, cuáles habrían sido estas fuentes. En el momento actual parece ser un dato probado que el autor de Hechos haya usado algún tipo de fuentes, sean éstas orales y/o escritas. El asunto complejo es el tratar de precisar cuáles habrían sido esas fuentes. Se ha hablado de un diario de viaje llevado por Pablo o sus compañeros, de ciclos centrados en Pedro y Pablo, de una fuente Antioqueña, etc. Sin embargo, todos los intentos por precisar estas fuentes han fracasado. El estado actual de la cuestión se puede sintetizar en los siguientes aspectos: • Ciertamente Lucas ha dispuesto de materiales preexistentes, pero los ha retrabajado seriamente. Todos los textos de Hechos son inequívocamente lucanos, lo que dificulta la distinción de fuentes preexistentes. • Muy probablemente Lucas ha efectuado la composición de Hechos por etapas. «Lucas ha procedido por etapas, al igual que en su evangelio; ha compuesto diversas piezas, que luego ha combinado mediante inserciones y suturas... (Lucas ha efectuado) redacciones de su propia mano, compuestas primero por separado, en el curso de su investigación, que luego junta y entremezcla, con la ayuda de cortes y suturas, para formar un conjunto».29 • No es descartable el que una vez terminada la obra por su autor, ciertos círculos lucanos hayan retocado la obra. Esto encuentra apoyo en la problemática sobre el texto de la obra de Lucas, que ya señalamos anteriormente. Un juicio global y ponderado sobre el problema es el siguiente: «El gran derroche de esfuerzo y de agudeza que la investigación moderna viene haciendo desde decenios para averiguar cuáles fueron las fuentes de Hechos ha conducido a un resultado desalentador, pero no ha sido un esfuerzo inútil, porque nos ha hecho sacar otra consecuencia: la de que la participación del escritor Lucas en la composición de los Hechos fue considerablemente mayor que en la composición del evangelio».30 29 30 BENOIT, P., cit. de acuerdo a GEORGE, A. y GRELOT, P. Introducción al NT p.488. WIKENHAUSER, A. y SCHMID, J. Introducción al NT p.542. 8. Crítica de la Redacción: Lucas — 11 2. Estructura del evangelio según san Lucas El modo que tiene Lucas de utilizar sus fuentes (Mc y Q), metiendo el material no marcano en dos grandes interpolaciones (6,20 — 8,3 y 9,51 — 18,14), debe prevenir contra la búsqueda de estructuras muy sofisticadas. Sin embargo, existe una clara presencia de una gran estructura, de la cual nos ocuparemos a continuación. En la doble obra de Lucas (Evangelio y Hechos) encontramos una estructura manifiestamente centrada en Jerusalén. Ambas partes de la obra tienen más o menos la misma extensión: el evangelio tiene 19.404 palabras, que forman 146 unidades narrativas, Hechos tiene 18.374 palabras, que forman 86 relatos. Ambas partes se encuentran articuladas por el mismo esquema estructural, aunque éste se da en un doble juego: en el evangelio de carácter centrípeto (hacia Jerusalén), en Hechos de carácter centrífugo (desde Jerusalén). Es un esquema de tipo teológicogeográfico, en el cual la ubicación de los lugares tiene sentido en vistas de una finalidad teológica: la salvación se centra en Jerusalén (lugar concreto), que recoge y resume toda la historia de la Salvación. Y desde Jerusalén el evangelio se difunde al mundo entero. Lucas está insistiendo en la historicidad de la salvación. Evangelio 1,1-4: proemio 1,5 — 2,52: evangelio de la infancia 3,1 — 4,13: díptico inicial: 3,1-20: ministerio del Bautista 3,21 — 4,13: presentación de Jesús: bautismo, genealogía, tentaciones 4,14 — 9,50: anuncio del reino a Israel, comenzando por Galilea 9,51 — 19,27: viaje a Jerusalén: 9,51 — 13,21: primera sección: sentido del camino cristiano 13,22 — 17,10: segunda sección: un Dios generoso con los perdidos 17,11 — 19,27: tercera sección: dimensión escatológica 19,28 — 24,53: ministerio en Jerusalén: 19,28 — 21,38: ingreso a Jerusalén y predicación en el Templo 22,1 — 23,56: relato de la pasión 24,1-53: relatos del resucitado Hechos 1,1-5: proemio 1,6 — 5,42: la Iglesia de Jerusalén 6,1 — 12,25: de Jerusalén a Antioquía 13,1 — 28,31: de Antioquía a Roma: 13,1 — 21,16: Pablo, el evangelizador de los gentiles 21,17 — 28,31: Pablo, el prisionero y mártir 8. Crítica de la Redacción: Lucas — 12 Una buena expresión de esta doble polaridad de la obra de Lucas es el hecho que exactamente en el centro de cada una de las dos partes se encuentra un texto crucial, que sirve de resumen a toda ella. En el evangelio se trata de Lucas 15,11-32, la parábola del padre misericordioso que ama a sus dos hijos, y que no quiere que ninguno de ellos quede fuera de la fiesta del reino. En Hechos 15,1-35, el relato de la gran asamblea apostólica habida en Jerusalén en la cual se abren las puertas de la Iglesia para acoger en su seno a los gentiles, sin someterlos al rito de la circuncisión, pero pidiendo respeto por la sensibilidad de los cristianos de origen judío. En la actualidad existe casi universal acuerdo en cuanto a esta estructura geográfica de la obra de Lucas, aunque haya pequeñas divergencias de presentación de un autor a otro, que no vale la pena abordar en este momento. Propongo una estructura concreta. A continuación ofrezco un cuadro global, que permita una mirada sintética de la estructura de toda la obra de Lucas. 2.1. Estructura del evangelio 2.1.1. Proemio: 1,1-4. Se trata de un prólogo de estilo en el cual el autor se presenta a sí mismo, ofrece su obra y expresa la intención que le ha movido a escribir. 2.1.2. Evangelio de la infancia: 1,5 — 2,52. Hay un riguroso paralelismo entre Juan Bautista y Jesús, que puede vincularse al paralelismo entre Pedro y Pablo en Hechos. Es un procedimiento literario que le gusta bastante a Lucas. En concreto podemos señalar: doble relato de anunciación; encuentro en la visitación, más el Magnificat; doble relato de nacimiento; doble noticia de la circuncisión; doble Canto de reconocimiento: Benedictus, para Juan Bautista; profecías de Simeón y Ana, y Nunc Dimitis para Jesús; doble noticia sobre la vida oculta. Anunciación de Juan 1,5-25 — 1,26-38 Anunciación de Jesús 1,39-45 Visitación 1,46-56 Magníficat 1,57-58 — 2,1-20 Nacimiento de Jesús y visita pastores Circuncisión de Juan 1,59-66 — 2,21 Circuncisión de Jesús Alabanza: Benedictus 1,67-79 — 2,22-39 Presentación al Templo Nacimiento Juan y visita vecinos Alabanza: Ana y Simeón Vida oculta de Juan 1,80 — 2,40 Vida Oculta de Jesús 2,41-50 Visita de Jesús a Jerusalén 2,51-52 Vida Oculta y referencia a María 8. Crítica de la Redacción: Lucas — 13 Como toda la obra de Lucas, el evangelio de la infancia comienza y concluye en Jerusalén, con el niño perdido por tres días, porque «está ocupado en las cosas de su Padre». Ciertamente se alude a la experiencia cristiana de la Pascua de Jesús. En Jerusalén Jesús se pierde por tres días y luego es reencontrado hablando cosas nuevas, en un lenguaje desconocido que es necesario ir entendiendo de a poco.31 Por eso María guarda las cosas en su corazón. En estos capítulos la figura de María juega un rol muy central, ya que es propuesta como modelo de los creyentes, como figura de la Iglesia. Junto a ella están los anawim, los pobres de Yahveh (cf. Sofonías 2,3) que han puesto de manera radical su confianza en Dios. Este texto tiene fuerte dependencia literaria respecto de los LXX. De hecho, Lucas usa aquí el griego semitizante característico de los LXX, y se puede percibir numerosas alusiones bíblicas. En los relatos de infancia podemos reconocer una doble finalidad para Lucas: 1. Presentar a Jesús como el Salvador universal que viene a establecer la Justicia de Dios en el mundo, de acuerdo a sus promesas (cf. Magnificat). Es un tema clásico en la biografía de los grandes héroes: que su infancia es un presagio de su futuro. Están presentes el tema de la alegría por la salvación de Dios y de la acción de gracias; la presencia de los pobres de Yahveh, que representan la más alta encarnación de la fe y la esperanza de Israel; incluso está anunciada la cruz, en la alusión a que Jesús será signo de contradicción, será espada que atraviesa el corazón. 2. Subordinar a Juan Bautista a Jesús, como su precursor (cf. la preocupación por este tema en Hechos 18,25; 19,3-4) 2.1.3. Díptico inicial: 3,1 — 4,13. En estos textos se presenta al precursor de Jesús, y luego a Jesús mismo en una cuádruple relación: con el AT representado en la persona de Juan Bautista, con el Padre y con su pueblo en el bautismo, con toda la humanidad en la genealogía. 3,1-20: ministerio de Juan Bautista. Juan es presentado como el profeta que predica la buena nueva y llama a conversión a un pueblo que se está preguntando qué debe hacer y que se encuentra a la espera del Mesías.32 Juan es el que precede a Jesús, de tal modo que su ministerio debe terminar antes de que comience el de Jesús. Juan es tomado preso «antes» del bautismo de 31 RIUS-CAMPS, JOSEP El éxodo del hombre libre propone una estructura de estos dos capítulos, que titula «Dios nace bajo el poder» que tiene rasgos sugerentes: 1,5-25: Juan Bautista, un hijo no esperado. 1,26-38: Jesús, el mesías esperado. 1,39-56: María entona un cántico de liberación. 1,57-80: Nace el precursor en un entorno familiar. 2,1-20: El mesías nace en la más completa marginación. 2,21-40: Jesús es integrado en el pueblo y religión judía. 2,41-52: Jesús se emancipa de Israel. 32 Lucas 3,10-14, en que Juan explica a cada grupo en particular cómo debe comportarse, y 3,15, en que se habla de la espera mesiánica de Israel, son textos propios de Lucas. 8. Crítica de la Redacción: Lucas — 14 Jesús.33 Para Lucas, Juan es del AT, no de la era mesiánica.34 La presentación del Bautista en Hechos coincide con esta mirada.35 3,21 — 4,13: presentación de Jesús: — 3,21-22: Bautismo de Jesús. En el relato de Lucas el Bautista no interviene en el episodio; por lo cual, más que un momento de reconocimiento mesiánico de Jesús por el precursor, este texto es una experiencia de solidaridad de Jesús con su pueblo que hace penitencia y de respaldo de la misión de Jesús por parte del Padre. De hecho, la voz que viene del cielo cita el Salmo 2,7, salmo de entronización real, y no Isaías 42,1, que alude al servidor sufriente, como hacen Mc y Mateo. Todo el texto está bañado por un clima de solidaridad de Jesús con los suyos y de oración.36 El relato del Bautismo es una efusión del Espíritu Santo que da inicio a la actividad de Jesús, paralela a Pentecostés, efusión del Espíritu que da inicio a la actividad de la Iglesia. — 3,23-38: Genealogía de Jesús. Mediante este texto Lucas presenta a Jesús como hijo de Adán, y no sólo como hijo de David, como hace Mt, haciéndolo de esta manera solidario con toda la humanidad. — 4,1-13: Tentaciones. El tema de las tentaciones es el asunto del cómo realiza Jesús su misión. Debe llevarla a cabo en el vencimiento de sí mismo en medio de la tentación, lo que sin duda alude a la experiencia eclesial, de la tentación planteada en orden a la misión. El episodio culmina en Jerusalén, indicador de la línea centrípeta de la estructura, y aludiendo a la Pasión.37 2.1.4. Anuncio del reino a todo Israel, comenzando por Galilea: 4,14 — 9,50. Esta sección está centrada en Galilea. Lucas sigue básicamente a Mc, pero hábilmente evita todas las salidas de Jesús fuera de la Galilea (cf. Marcos 7,24—8,10, bloque omitido por Lucas). La sección está abierta por una perícopa inaugural que da inicio al ministerio de Jesús (4,16-30). Lo que prepara el cambio de sección no es la confesión de Pedro (como en Marcos), sino la decisión de Jesús de ir a Jerusalén. Es el tema de conversación en la Transfiguración. En 9,51 se insiste con fuerza en la decisión por marchar hacia Jerusalén. 4,14-15: sumario inicial, que presenta a Jesús comenzando su ministerio público impulsado por la fuerza del Espíritu, tal como después lo hará la Iglesia. Se destaca que se extiende su fama (cf. 4,37; 5,15; 7,17; Hechos 2,41; 6,7). Enseña en las sinagogas y todos lo alaban; se trata de un tema muy apreciado por Lucas (cf. 4,22; 8,25; 9,43; 11,27; 13,17; 19,48). Este sumario es comparable al que abre la sección siguiente, 9,51. 33 En el relato. Es decir, el relato de su prisión está situado antes del relato del bautismo de Jesús. Cf. Lucas 16,16 en contraste con Mateo 11,12, que sitúa a Juan Bautista en los tiempos del Reino. 35 Cf. Hechos 10,37: «... todo lo sucedido después que Juan predicó»; 13,24-25: Juan decía «no soy yo ... miren, que detrás de mí viene otro...». 36 Lucas 3,21 «Cuando todo el pueblo estaba bautizándose...». 37 Lucas 4,13: «Acabado todo género de tentación, el diablo se alejó de él hasta el tiempo oportuno». 34 8. Crítica de la Redacción: Lucas — 15 4,16 — 6,16: Presentación de Jesús, que enseña, sana y llama discípulos: — 4,16-30: visita de Jesús a la sinagoga de Nazaret. Esta perícopa cumple el rol literario de presentación del sentido del ministerio de Jesús; semejante en algunos rasgos al rol de los relatos de vocación de los profetas del AT. Aquí se nos presenta el Evangelio predicado y rechazado, pero que a pesar de ello triunfa con la promesa de una liberación definitiva (cf. cita de Isaías 61). Este texto constituye una escena inaugural, simbólica, del ministerio de Jesús, con fuerte influencia redaccional del evangelista. La gracia de Dios es rechazada, lo que nos pone ante la Pasión (4,2829). Sin embargo Jesús se abre camino en medio de este pueblo agresivo y despreciativo y se aleja para seguir su camino, para ofrecerse a los otros, que sí lo aceptarán (4,30).38 — 4,31-44: Jesús enseña y sana en Cafarnaúm. Se trata del día en Cafarnaúm, paralelo a los textos de Marcos 1,21-39. En el día hay tres etapas sucesivas: en la sinagoga, en la casa de Pedro, y la «desaparición del Señor». La punta simbólica de este texto se encuentra en la sanación de la suegra de Pedro: una mujer postrada, enferma, que es sanada y que apenas curada tiene fuerzas para ponerse a servir. Todo culmina con una apertura de la misión ad extra. — 5,1-11: vocación de los discípulos en el episodio de la pesca milagrosa. Lucas posterga el llamado de los primeros discípulos para que estos hayan podido ver previamente la enseñanza y la acción de Jesús. — 5,12-16: curación de un leproso y sumario que alude a la fama generalizada de Jesús. Este texto juega el rol de una suerte de intermezzo: Jesús sana, respetando la legalidad del judaísmo. Texto paralelo a Marcos 1,40-45. — 5,17 — 6,11: serie de controversias, estrictamente paralela a la serie de Marcos 2,1 — 3,6. En esta sección polémica se presenta a Jesús sentado enseñando entre maestros y doctores venidos de Galilea, Judea y Jerusalén (5,17). El texto de la curación del paralítico nos pone ante el asunto del perdón de los pecados; la vocación de Leví y la comida con los pecadores nos pone ante el sentido de la misión de Jesús: es médico, y no juez; el texto del ayuno y de los odres nuevos nos sitúa ante la novedad del reinado de Dios; la polémica en torno a las espigas arrancadas en un día sábado nos sitúa nuevamente frente a la novedad del ministerio de Jesús: es el señor del sábado; finalmente la polémica en torno al hombre de la mano seca, nos ofrece simbólicamente la imagen de la vida nueva que Dios da a quienes se acercan a él, vida que la sinagoga no puede dar. Tal como en Mc, la sección concluye con la decisión de dar muerte a Jesús. — 6,12-16: elección de los Doce, a los que llama apóstoles.39 6,17-49: Sermón de la llanura: — 6,17-19: sumario sobre las muchedumbres que siguen a Jesús. Ellas sirven de auditorio para el discurso que viene a continuación. 38 39 Comparar esta escena con Hechos 28,23-29. Yendo más allá de Marcos, Lucas señala que a los Doce se los llamó apóstoles. Esta es una faceta muy característica de su teología. 8. Crítica de la Redacción: Lucas — 16 — 6,20-49: sermón de la llanura. Inicio de la pequeña inserción de 6,20 — 8,3. Está formado por muchas pequeñas unidades: — 6,20-26: serie de bienaventuranzas y de maldiciones. — 6,27-38: serie de imperativos: amar a los enemigos ... — 6,39-49: secuencia de metáforas y pequeñas parábolas: un ciego no puede guiar a otro ciego…; el árbol bueno da fruto bueno…; la casa edificada sobre roca…. 7,1 — 9,50: el mensaje de Jesús se ofrece a todos, rompiendo las barreras. — 7,1-50: signos que hacen patente la compasión del mesías. Jesús, el profeta anunciado y misericordioso: • 7,1-10: curación del siervo del centurión. • 7,11-17: resurrección del hijo de la viuda de Naím. • 7,18-35: Jesús responde a la pregunta de los discípulos de Juan sobre su mesianismo, da testimonio de Juan y de su rol en la obra salvífica de Dios. Los que no escucharon a Juan tampoco escucharán a Jesús y de este modo han frustrado el plan de Dios sobre ellos. • 7,36-50: una mujer que ha sido pecadora expresa su agradecimiento a Dios por el perdón recibido, en un círculo de fariseos que no entienden su actuar. Notable texto de una parábola que arece conservar su encuadre original; si situación original en la vida de Jesús. — 8,1-21: enseñanza en parábolas, que sirve para expresar quienes son los auténticos seguidores de Jesús; cuáles deben ser sus verdaderas actitudes. • 8,1-3: las mujeres que acompañan a Jesús y lo sirven con sus bienes. • 8,4-15: parábola del sembrador, reflexión sobre los motivos para hablar en parábolas y explicación de la parábola. Es el modelo que sirve para presentar e interpretar las demás parábolas. • 8,16-18: parábola de la lámpara: lo oculto va a quedar de manifiesto. El asunto es cómo transmitir la enseñanza de Jesús al mundo entero; no es un mensaje que deba quedar escondido, oculto. • 8,19-21: los parientes que buscan a Jesús, usado como ocasión para referirse a aquellos que conforman la verdadera familia de Jesús. — 8,22-56: nuevos signos extraordinarios: serie de milagros muy bien trabados entre ellos. • 8,22-25: la tempestad calmada. • 8,26-39: curación del endemoniado en la región de los gerasenos; los demonios son enviados a los cerdos. El que ha sido sanado, por gratitud hacia Jesús quiere hacerse su discípulo, pero no es aceptado; se lo envía a anunciar las maravillas de Dios entre los suyos. • 8,40-56: curación de la hemorroísa y resurrección de la hija de Jairo. 8. Crítica de la Redacción: Lucas — 17 — 9,1-50: últimas etapas del ministerio en Galilea; respuestas al ministerio de Jesús. • 9,1-6: envío en misión de los Doce, que continúan la obra de Jesús. • 9,7-9: Herodes quiere ver a Jesús. Lucas omite el relato de la muerte de Juan, dando por supuesta y conocida su muerte. • 9,10-17: multiplicación de los panes. Lucas omite todo el resto de la sección de los panes de Marcos (Marcos 6,16 – 8,26), evitando así el acoso a los discípulos por su incomprensión. • 9,18-21: confesión de Pedro en Cesarea. • 9,22-27: primer anuncio de la Pasión y enseñanza sobre las condiciones para seguir a Jesús. • 9,28-36: transfiguración. Lucas orienta este texto hacia la pasión por medio de la indicación de que Jesús hablaba con Moisés y Elías «de su partida (eãcodoj), que estaba por cumplirse en Jerusalén»; esto es materia propia de Lucas. • 9,37-43a: curación del niño endemoniado, al bajar del Tabor. Los discípulos que han permanecido al pie del monte han sido incapaces de sanarlo. • 9,43b-45: segundo anuncio de la pasión. • 9,46-50: los discípulos no entienden el camino de la pasión: discuten sobre quien es el mayor y quieren prohibir a otros el uso del nombre de Jesús. 2.1.5. Viaje a Jerusalén: 9,51 — 19,27. Ésta es la sección más propiamente lucana, constituyendo algo así como el 40% del evangelio. Aquí está la mayor parte del material propio y del material Q (9,51 — 18,14 es la gran interpolación). Para armar el esquema del viaje a Jerusalén Lucas se inspira libremente en el texto de Mc y aprovecha el espacio literario que le ofrece Mc 10,1, al hablar de una retirada de Jesús hacia Judea y Transjordania. Partiendo de aquí Lucas desarrolla amplísimamente esta sección, haciéndola la más propiamente suya. Su gran insistencia está es la temática del viaje, en la condición de ir de viaje.40 En esta sección se plantea un asunto importante: ¿qué función desempeña este viaje en la presentación que Lucas hace de Jesús? El viaje no parece ser simplemente un recuerdo históricobiográfico, ni tampoco un simple artificio literario. Detrás del relato de este viaje parece haber un concepto de la misión cristiana y el apostolado. Para Lucas Galilea es el lugar del llamado de los apóstoles y de la constitución del grupo apostólico. Allí se sitúan los primeros testigos, los verdaderos testigos, es decir, aquellos que han recorrido todo el camino de Jesús, desde los tiempos de Juan Bautista.41 Es en este momento de Galilea que se expresa la voluntad de seguir a Jesús. Luego, en el viaje, se explicita lo que Lucas entiende por ser cristiano. Esto es seguir a Jesús, o 40 41 Cf. Lucas 9,51-53.56.57; 10,38; 13,22.33; 14,25; 17,11; 18,31.35; 19,1.11.28; y más adelante 19,29.36.41.45. Cf. Lucas 1,2: «...los que desde el principio fueron testigos...»; Hechos 1,21-22: «...hombres que anduvieron con nosotros todo el tiempo que el Señor convivió con nosotros...». 8. Crítica de la Redacción: Lucas — 18 más claramente, seguir un camino.42 La fe es camino (o(do¿j). Jesús también recorre este camino. Por lo mismo, en la Transfiguración habla con Moisés y Elías de su eãcodoj = «éxodo», del término de su camino, que se llevará a cabo en Jerusalén. El viaje nos estaría mostrando de modo privilegiado este rasgo dinámico de la concepción del testigo y de la historia de la salvación que tiene Lucas. El viaje viene a ser así una categoría dinámico-espacial para entender la acción de Jesús. La imagen del viaje también le sirve a Lucas para insistir en el tema del retardo de la Parusía. El viaje apunta a algo que aún no se ha alcanzado, pero que ya se goza, en algún modo. En la primera parte (Galilea) Lucas insiste en la presencia del Reino, en su irrupción mediante las acciones salvíficas de Jesús. En el viaje Lucas insiste en el no turbarse por la demora del Reino, en saber esperarlo vigilantes.43 Junto a esto, la sección contiene enseñanzas de Jesús sobre los diversos aspectos de la vida cristiana: amor al prójimo, escucha de la palabra de Dios, conversión radical, renuncia a todo por Jesús, oración, amor concreto por los pobres.44 En definitiva, el viaje tiene un aspecto eclesial: prefigura el camino post-pascual de la Iglesia y la vida cristiana en el mundo. Por lo mismo se inicia con tres relatos de vocación (9,57-62) y un nuevo envío misionero, de los setenta y dos (10,1-16). El camino de Jesús, y especialmente la actitud con la cual lo asume, es el camino de cada discípulo (cf. 9,23: seguir a Jesús cada día). No es fácil estructurar esta sección del viaje, ya que se trata de una serie de unidades de carácter fundamentalmente parenético. Un posible modo de estructuración es a partir de las indicaciones sobre el desarrollo del viaje que se encuentran en 13,22 y 17,11. 9,51 — 13,21: primera sección del viaje. Lucas presenta lo que significa la existencia cristiana según la voluntad de Jesús. ¿Qué es ser discípulo? ¿Cómo anunciar la Buena Nueva? ¿De qué modo manifiesta Dios su amor? Se trata del sentido del camino cristiano. — 9,51-56: Jesús es rechazado por una aldea de samaritanos. — 9,57-62: tres breves relatos de vocaciones, al parecer frustradas, que nos ponen en el horizonte de las radicales exigencias para iniciar el camino con Jesús. — 10,1-24: la misión de los setenta y dos discípulos: • 10,1-16: envío misionero y discurso de misión. • 10,17-20: el regreso de los enviados, y el auténtico motivo de alegría. • 10,21-24: acción de gracias de Jesús al Padre por la difusión del evangelio entre los pequeños de esta tierra. 42 Sobre el tema del camino cf. Hechos 9,2; 19,9.23; 22,4; 24,14.22. Sobre el tema del vigilar, trabajar, ser activos, ver Lucas 12,1-32.33-34.35-47; 13,1-9.22-30; 14,15-24; 17,20-37; 19,11-27. 44 Sobre el amor concreto por los pobres ver especialmente: Lucas 10,21-22.25-42; 11,1-13; 12,13-32; 14,25-33; 16,1-31; 17,1-10; 18,1-8.15-17.18-30; 19,1-10. 43 8. Crítica de la Redacción: Lucas — 19 — 10,25 — 11,13: características de los verdaderos discípulos: • 10,25-37: pregunta del maestro de la Ley sobre la observancia de la Ley; y respuesta de Jesús con la parábola del Buen Samaritano. La misión cristiana y la recomprensión del sentido del amor al prójimo. •10,38-42: Marta y María: dos auténticas discípulas de Jesús, que se han puesto al servicio de Jesús, aunque por caminos diversos. • 11,1-13: la oración de los discípulos: Padre nuestro, parábola del amigo inoportuno, eficacia de la oración. — 11,14-54: controversias con los fariseos, que ponen en cuestión el sentido profundo del viaje de Jesús a Jerusalén: • 11,14-26: controversia sobre la obra de Beelzebul y su modo de actuar. • 11,27-28: bienaventuranza sobre los que escuchan la palabra de Dios y la guardan. • 11,29-32: la señal de Jonás. • 11,33-36: dos logia sobre el tema de la lámpara, que ponen ante la polaridad luz y tinieblas. • 11,37-54: controversias con los fariseos y legistas: dando todo lo que se tiene en limosna todas las cosas serán puras (11,41). Los fariseos en cambio se preocupan de la pureza exterior; por eso ¡Ay de ustedes...! — 12,1 — 13,21: es necesario estar preparados para la crisis que viene, ya que los discípulos encontrarán contradicciones tanto desde el interior como desde el exterior. • 12,1-12: ser capaces de profesar la fe sin temor. • 12,13-21: no vivir confiados en la seguridad de las riquezas, la parábola del rico insensato. • 12,22-34: abandono en la providencia de Dios y dar todos los bienes en limosna. • 12,35-48: estar preparados para cuando vuelva el Señor; parábolas de los siervos que esperan a su señor con las lámparas encendidas y del siervo que ante la tardanza de su señor entra en una vida desordenada y se pone a golpear a sus compañeros. • 12,49-59: la inminencia de la crisis: «He venido a traer fuego a la tierra...». Esta crisis divide las familias. Necesidad de estar atentos a los signos de los tiempos. • 13,1-9: necesidad de penitencia para todos. Parábola de la higuera estéril, a la que por misericordia del viñador se la cuida por última vez, a ver si da fruto. • 13,10-17: curación de una mujer encorvada, un sábado en una sinagoga. • 13,18-21: parábolas del grano de mostaza y del poco de levadura: lo pequeño se hace grande. 8. Crítica de la Redacción: Lucas — 20 13,22 — 17,10: segunda sección del viaje. Ésta es la parte central del evangelio. Su temática básica es la generosidad de Dios para con aquellos que estaban en la perdición. Esta generosidad de Dios, sin embargo, no impide que algunos puedan cerrarse a ella. Por lo mismo, en esta sección se enumeran los obstáculos para la salvación: el amor al dinero, la envidia del pueblo elegido y el relajamiento de los cristianos frente al retardo de la Parusía. — 13,22: sumario que muestra a Jesús atravesando ciudades camino de Jerusalén. — 13,23 — 14,35: el camino que conduce al Reino: • 13,23-24: necesidad de entrar por la puerta estrecha. • 13,25-35: Israel rechaza al enviado de Dios, por lo que otros son invitados al Reino: - 13,25-30: rechazo de los judíos que han obrado la injusticia e invitación al banquete del Reino de los paganos. Los últimos serán los primeros. - 13,31-33: astucia de Herodes y necesidad de que un profeta muera en Jerusalén. - 13,34-35: lamento por Jerusalén que mata a los profetas y a los enviados de Dios. • 14,1-6: curación de un hidrópico en sábado. • 14,7-24: palabras sobre los invitados al banquete, con una suerte de doble sentido, ya que tienen un mensaje moral y a la vez insinúan el modo de actuar de Dios. - 14,7-11: no elegir los primeros puestos: todo el que se ensalce será humillado... - 14,12-14: cuando des una comida no invites a los que puedan pagarte. - 14,15-24: parábola de los invitados al banquete. Israel anhela entrar en el banquete del Reino, y está invitado a él, pero en este momento está desoyendo la invitación que Jesús le dirige, y por lo mismo están entrando otros. • 14,25-35: las condiciones para el discipulado: dejarlo todo por Jesús. — 15,1-32: parábolas de la misericordia de Dios por los perdidos: • 15,1-3: introducción que ambienta las parábolas que siguen. • 15,4-7: parábola de la oveja perdida. • 15,8-10: parábola de la dracma perdida. • 15,11-32: parábola del Padre que ama por igual a sus dos hijos, y que quiere que ambos participen de su gozo y entren en su fiesta. — 16,1 — 17,10: palabras sobre la percepción de la urgencia del momento presente, que hace necesario el desapego de las riquezas para ponerse al servicio de los hermanos: • 16,1-31: es indispensable estar atento al momento que se vive y saber ocupar bien los bienes, de esto depende el futuro: - 16,1-8: parábola del administrador infiel, o la astucia del hombre que supo entender la urgencia del momento en el cual podía salvar su vida o perderla. 8. Crítica de la Redacción: Lucas — 21 - 16,9-13: los discípulos y el uso de las riquezas: no se puede servir a dos señores. - 16,14-15: reproche a los fariseos por ser amigos de las riquezas. - 16,16-17: el Reino y la Ley. - 16,18: el matrimonio es indisoluble. - 16,19-31: el rico condenado y el pobre Lázaro: el caso del hombre que no supo entender los signos de Dios; los que no han escuchado a Moisés no creerán aunque un muerto resucite; hay una clara referencia a la muerte de Jesús. — 17,1-10: el cuidado por los hermanos, que implica una necesidad de renovación interior: • 17,1-3a: evitar el escándalo de los pequeños. • 17,3b-4: corrección fraterna, sabiendo perdonar de manera ilimitada. • 17,5-6: el poder de la fe, ¡Señor auméntanos la fe! • 17,7-10: parábola del empleado que a la vuelta del trabajo debe ponerse al servicio de su amo. Siervos inútiles somos... 17,11 — 19,27: tercera sección del viaje Se trata fundamentalmente de parábolas orientadas hacia la dimensión escatológica. — 17,11: sumario de viaje que sitúa a Jesús en los confines entre Galilea y Samaria. — 17,12-19: diez leprosos sanados, pero de los cuales sólo uno vuelve para agradecer la curación, y éste es un samaritano, un extranjero. — 17,20 — 18,8: la venida del reino de Dios. •17,20-21: ¿Cuándo vendrá el reino de Dios? El reino ya está en medio de ustedes. • 17,22-37: la crisis escatológica del día del Hijo del Hombre. • 18,1-8: parábola del juez inicuo y la viuda insistente. Cuando venga el Hijo del Hombre, ¿encontrará fe en la tierra? — 18,9 — 19,27: las actitudes de los que están esperando la llegada del Reino: • 18,9-14: parábola del fariseo y el publicano, dicha a los que se tenían por justos y despreciaban a sus hermanos. • 18,15-17: Jesús y los niños; recibir el reino de Dios como niño. • 18,18-30: el peligro de las riquezas para acoger el reino: - 18,18-23: el joven rico, a quien el llamado a seguir a Jesús lo entristece. - 18,24-27: el peligro de las riquezas. - 18,28-30: recompensa prometida a quienes lo han dejado todo por el Reino. • 18,31-34: tercer anuncio de la pasión. • 18,35-43: curación del ciego de Jericó, que sigue a Jesús glorificándolo. 8. Crítica de la Redacción: Lucas — 22 • 19,1-10: Zaqueo, el hombre que busca a Jesús, y encontrándolo lo recibe con alegría y renuncia a sus bienes. • 19,11-27: parábola de las minas, dicha en las cercanías de Jerusalén para aquellos que pensaban que el reino de Dios aparecería de un momento a otro; y que por lo mismo no aprovechaban el don de Dios. 2.1.6. Ministerio en Jerusalén: 19,28 — 24,53 Es la meta del largo viaje de Jesús. El momento de la entrega plena del Señor y de su rechazo total, pleno. Lucas sitúa todos estos acontecimientos en Jerusalén, incluso las apariciones del resucitado y la ascensión. Esto contra Mc, que las sitúa en Galilea.45 Se pueden distinguir tres subsecciones: 19,28 — 21,38: ingreso triunfal en Jerusalén y predicación en el Templo. Sigue de cerca a Mc, pero rompiendo el esquema de los tres días (cf. 19,47-48) y reemplazando el tema marcano de la higuera estéril por el lamento sobre Jerusalén que no ha conocido el tiempo de la visita de Dios (19,41-44). — 19,28-40: entrada mesiánica de Jesús en Jerusalén. — 19,41-44: lamento sobre Jerusalén que no ha conocido el tiempo de la visita de Dios. — 19,45-46: expulsión de los mercaderes del Templo. Jesús toma posesión del Templo, y purificándolo lo hace suyo. — 19,47 — 21,4: enseñanza en el Templo: • 19,47-48: sumario: enseñaba todos los días en el Templo. • 20,1-8: ¿Con qué autoridad haces esto? • 20,9-19: parábola de los viñadores homicidas. • 20,20-26: ¿Se debe pagar tributo al César? • 20,27-40: la resurrección de los muertos: Dios es un Dios de vivos, no de muertos. • 20,41-44: el mesías es Señor de David. • 20,45-47: prevención contra los escribas, falsos maestros. • 21,1-4: la viuda pobre echa todos sus haberes en el arca del Templo. — 21,5-36: discurso sobre la inminencia del fin: las consecuencias que acarreará a Jerusalén el no haber escuchado al profeta de Dios. • 21,5-6: introducción: no dejarse engañar por la majestuosidad de las piedras del Templo de Jerusalén, ya que no quedará nada de ellas. • 21,7-11: signos que anuncian la inminencia del fin. 45 Cf. el hábil tratamiento de Marcos 16,7 efectuado en Lucas 24,6 8. Crítica de la Redacción: Lucas — 23 • 21,12-19: las persecuciones a los discípulos. • 21,20-24: juicio sobre Jerusalén y su ruina. • 21,25-28: signos cósmicos que anuncian la venida del Hijo del Hombre. En ese momento levanten la cabeza, anímense, porque llega su salvación. • 21,29-33: de la higuera hay que aprender a discernir los signos del nuevo tiempo. • 21,34-36: hay que estar atentos y listos para el momento de la venida del reino. — 21,37-38: sumario sobre la actividad de enseñanza de Jesús en el Templo. 22,1 — 23,56: relato de la Pasión. Buen humanista, Lucas pone en boca de Jesús en la última cena un verdadero discurso de adiós, o Testamento (22,21-38). Es un discurso semejante al que Lucas pone en boca de Pablo en Hechos 20,17-38. En ambos casos está el interés por el futuro de la comunidad/Iglesia, una indicación especial sobre el rol ministerial, y la insistencia en que los pastores deben conformarse al estilo de Jesús en el ejercicio de su ministerio, que es de servicio. — En el relato de la Pasión están muy presentes los elementos propiamente parenéticos; es decir, la presentación de personajes o actitudes que son ejemplares para la vida del creyente: · Pedro es perdonado por Jesús después de su traición. La mirada que Jesús dirige a Pedro arrepentido, volviéndose hacia él, (22,61) es un texto propio de Lucas. · El ejemplo del Buen ladrón que se convierte (23,39-43). · La presentación de Jesús como el hombre que muere rogando por quienes lo crucifican; tema propio de Lucas (23,34).46 — En el episodio de la crucifixión está plásticamente expresada la imagen lucana de la crisis final de Israel. Jesús muere entre dos ladrones, ambos israelitas. Uno que lo injuria y ridiculiza su pretensión mesiánica, el otro que la reconoce y se transforma en ese mismo momento en testigo privilegiado de la fe. En Lucas es el buen ladrón quién en el momento crucial reconoce el mesianismo de Jesús, mientras que el Centurión sólo reconoce en Él a un hombre justo (esto en fuerte contraste con el rol asignado por Mc al Centurión). Esta presentación de la crucifixión es una magistral contraposición entre el Israel creyente y el Israel infiel. Pero Lucas, misionero nato, deja abierta la puerta de la excusa: el Israel infiel lo hace por ignorancia (23,34).47 Por lo mismo, ya en la misma escena de la crucifixión los judíos muestran signos de arrepentimiento y conversión: la multitud que un momento antes, agresivamente injuriaba a Jesús, se aleja «golpeándose el pecho» (Lucas 23,48, texto propio de Lucas), insinuando desde ya la posibilidad de una conversión. — 22,1-38: la última cena: • 22,1-13: preparativos para la última cena. • 22,14-20: la cena pascual y la institución de la eucaristía. 46 47 Lucas vuelve sobre este tema en la presentación de la muerte de Esteban, protomártir, en Hechos 7,59-60. El mismo tipo de argumento es puesto por Lucas en boca de Pedro en Hechos 3,17 y 13,27. 8. Crítica de la Redacción: Lucas — 24 • 22,21-23: anuncio de la traición de Judas y discusión de los discípulos. • 22,24-30: discurso de Jesús: • 22,24-27: ¿quién tiene la precedencia entre los discípulos? El que sirve. • 22,28-30: rol de los discípulos en la realidad del reino. • 22,31-34: anuncio de la negación de Pedro, y su rol de confirmar a los hermanos. • 22,35-38: las dos espadas. — 22,39 — 23,25: arresto y juicio de Jesús. • 22,39-46: agonía en Getsemaní. • 22,47-53: Jesús es tomado prisionero. • 22,54-62: negaciones de Pedro. • 22,63-65: burlas a Jesús. • 22,66-71: Jesús es juzgado por el Sanedrín. • 23,1-7: Jesús es interrogado por Pilato. • 23,8-12: Jesús ante Herodes. • 23,13-25: nuevamente Jesús es interrogado por Pilato, y luego es condenado. — 23,26-56: crucifixión y muerte de Jesús: • 23,26-32: el camino al calvario, con las mujeres que lloran al paso de Jesús. • 23,33-34: la crucifixión. • 23,35-38: ultrajes recibidos en la cruz. • 23,39-43: los dos ladrones crucificados junto a Jesús, y diálogo con el buen ladrón. • 23,44-49: muerte de Jesús y reacciones de la gente. • 23,50-56: sepultura de Jesús. 24,1-53: relatos del resucitado. Los relatos de resurrección de Lucas se articulan en tres pasos: tumba vacía, aparición a los discípulos de Emaús, aparición a los Once. Hay un crescendo, en el cual sólo al final los discípulos abren los ojos, creen y se llenan de alegría. Los dos relatos de aparición están ligados a la experiencia del comer en común. El libro concluye con el relato de la ascensión (texto propio de Lucas). Este relato nos sitúa ante la experiencia del resucitado que se aleja de los discípulos, pero les envía el Espíritu Santo como auxilio para la misión. El relato, que se encuentra repetido en el inicio de Hechos, sirve de bisagra entre ambos libros. Todo termina en el Templo de Jerusalén, tal como había comenzado (aparición del ángel a Zacarías). — 24,1-12: la tumba vacía: encuentro de las mujeres con el ángel, comunicación del hecho a los apóstoles y visita de Pedro a la tumba vacía. 8. Crítica de la Redacción: Lucas — 25 — 24,13-35: los discípulos de Emaús. — 24,36-43: aparición a los discípulos. — 24,44-49: últimas enseñanzas de Jesús a los discípulos, sobre el tema de la misión. — 23,50-53: la Ascensión. 2.2. Estructura de Hechos de los Apóstoles Así como el evangelio es centrípeto respecto de Jerusalén, Hechos es centrífugo. Jerusalén es el lugar desde el cual se inicia la predicación a todas las naciones: Lucas 24,47 y Hechos 1,8. En el libro se pueden distinguir tres grandes secciones: 2.2.1. Proemio: 1,1-5 En un estilo semejante al inicio del evangelio dedica la obra y resume lo tratado en el evangelio. 2.2. La Iglesia de Jerusalén: 1,6 — 5,42 En estos capítulos se delinea un retrato estático e idealizado de la Iglesia de Jerusalén. En el retrato idealizado no interviene para nada el tiempo. Es algo así como una comunidad modelo que se propone a la contemplación para ser imitada. Aquí todo está equilibrado y en paz. La comunidad en su interior, y también con respecto a su medio ambiente. Es cierto que hay pequeñas culpas, o pequeños problemas, pero estos no llegan a ser auténticos conflictos. Es el caso del comportamiento de Ananías y Safira, rápida y severamente castigados (5,1-11), cuyo mal comportamiento es compensado por el de José, llamado Bernabé (4,36-37). También está la indicación de un cierto temor de parte de los judíos (5,13), que no se juntan con los cristianos. Por sobre estos conflictos prima la serenidad y la paz. Incluso los actos de las autoridades judías están llenos de sensatez: 5,27-41 en que destaca la equilibrada actitud del Sanedrín como tal y la profunda reflexión de fe de Gamaliel. En estos capítulos todo es gozo y paz, proclamación del Evangelio y conversiones masivas. Entre los cristianos existe la más profunda unidad (cf. 2,44; 4,32; 5,42). Los tres sumarios sobre la vida de la primera comunidad constituyen una suerte de estribillo del espíritu de esta primera sección: 2,42-47; 4,32-35; 5,12-16. — 1,6-26: los hechos fundantes: ascensión y reconstitución del grupo de los Doce. — 2,1-47: venida del Espíritu Santo sobre la comunidad reunida, primera predicación y primeras conversiones. Concluye con un sumario sobre la vida de la comunidad. — 3,1-26: curación de un tullido en la puerta del Templo y discurso de Pedro. — 4,1-37: primera persecución: los apóstoles son conducidos al Sanedrín, pero salen airosos y la comunidad continúa su crecimiento. — 5,1-16: conflictos al interior de la comunidad: Ananías y Safira, y sumario de la vida de la comunidad. 8. Crítica de la Redacción: Lucas — 26 — 5,17-42: nuevamente los apóstoles son puestos en prisión, pero salen milagrosamente de ella y Gamaliel viene en su defensa. 2.2.3. De Jerusalén a Antioquía: 6,1 — 12,25 El equilibrio anterior y la idealización se rompen bruscamente. Entramos en una historia más dinámica y realista. Afloran reales conflictos. En el interior de la comunidad surgen conflictos entre helenistas y hebreos (6,1-7). El conflicto con los judíos se radicaliza, llegando a la muerte de Esteban (6,8 — 8,3) y de Santiago (12,1-2), y a la prisión de Pedro (12,3-17). Es decir, las relaciones con los judíos se hacen abiertamente hostiles. Esta ruptura del equilibrio inicial invitaexige a la Iglesia que emprenda un camino de expansión del evangelio, una actividad de predicación misionera. Esteban predica en Jerusalén (6,8-12). Felipe parte a predicar hacia las zonas de Samaria, Gaza y la región costera de Palestina (8,4-40). Después de su conversión Pablo predica en Damasco (9,20-25). Pedro va a predicar a las regiones de Lida y Joppe (9,32-43), llegando hasta Cesarea Marítima,48 donde por primera vez acoge en la fe a paganos, en la persona del centurión Cornelio (10,1 — 11,18). Esta dinámica misionera no sólo expande físicamente a la Iglesia, sino que le permite ahondar en su propia misión, encontrarla más plenamente en relación con el mundo, no encerrada en sí misma. El encuentro más pleno con la misión conduce a la Iglesia a un nuevo concepto de sí misma, que se traduce en un nombre nuevo: cristianos (11,26), es decir, partidarios del mesías. De acuerdo a la estructura geográfica de Lucas, esto se traduce en una comunidad nueva, la comunidad de Antioquía. En ella la Iglesia aparece con un rostro nuevo: integrando en su seno a griegos. La descripción de esta comunidad es semejante a las anteriormente efectuadas de la comunidad de Jerusalén (11,19-26). Es una Iglesia nueva, aunque no independiente. Ella es juzgada y valorada en su fe por la Iglesia de Jerusalén, que se hace presente por intermedio de Bernabé. A la vez, la nueva comunidad de Antioquía manifiesta su solidaridad con esa Iglesia-Madre mediante la comunicación de bienes (11,27-30). Esta nueva Iglesia necesitaba también de catequistas nuevos que la orientasen. Bernabé, enviado por la Iglesia de Jerusalén, es el que busca a este nuevo catequista, en la persona de Pablo, al cual expresamente va a buscar a Tarso (11,25-26). En estos episodios está nítidamente expresada la idea inicial, ya presente en los capítulos 1-5, de la comunidad cristiana que vive en la comunión de bienes, la escucha de la Palabra y la sumisión a los Apóstoles. — 6,1-7: institución de los Siete y sumario de crecimiento. — 6,8 — 8,3: historia de Esteban, el primero de los Siete. Comienza la persecución. — 8,4-40: historia de Felipe, el segundo de los Siete. — 9,1-31: conversión y primeros pasos de Pablo; sumario de crecimiento. — 9,32 — 11,18: la misión de Pedro en la costa de Judea y Samaria. 48 En la ciudad estaban acantonadas las tropas romanas, y era a la vez la ciudad de residencia del Gobernador. 8. Crítica de la Redacción: Lucas — 27 — 11,19-30: la nueva comunidad de Antioquía. — 12,1-25: prisión de Pedro, muerte de Herodes, y retorno de Bernabé y Saulo a Antioquía. 2.2.4. De Antioquía a Roma: 13,1 — 28,31 Partiendo de esta Iglesia nueva se da un nuevo paso: llegar con el Evangelio al mundo entero. Antioquía envía misioneros a Bernabé y Pablo, que recorren largamente el mundo, guiados por el Espíritu Santo, proclamando el Evangelio a todos los hombres. Aquí el relato cambia de estilo. Se acaban los episodios poco situados temporalmente y los sumarios de hechos más o menos indefinidos, para entrar en el relato del itinerario de viaje de Pablo y los suyos. Prácticamente desaparece todo el resto de los personajes.49 El relato termina con la entrada de Pablo en Roma. Esto significa la llegada del Evangelio al corazón del mundo, y la manifiesta apertura del Evangelio a todos, luego del rechazo de Israel (cf. 28,25-28). — 13,1 — 21,16: Pablo, el evangelizador de los gentiles. • 13,1-3: el Espíritu escoge a los nuevos misioneros, en Antioquía. • 13,4 — 14,28: primer viaje misionero. • 15,1-35: controversia en Antioquía y asamblea en Jerusalén. Se asumen los desafíos planteados por la misión. • 15,36 — 18,22: segundo viaje misionero. • 18,23 — 21,16: tercer viaje misionero, centrado en Éfeso. — 21,17 — 28,31: Pablo el prisionero y mártir. • 21,17 — 23,22: prisionero en Jerusalén, ante el Sanedrín. • 23,23 — 26,32: prisionero en Cesarea, ante el procurador romano. • 27,1 — 28,31: viaje a Roma y prisión allí. La entrevista final con los judíos de Roma constituye una suerte de cierre teológico de la obra (28,25-28). 3. Algunos acentos teológicos del evangelio 3.1. La intención de Lucas «¿Qué pretende Lucas poner de relieve? En líneas generales: 1. En el Evangelio, explicitar el proceso y consecuencias de la venida, aún discreta, del reino de Dios en la persona de Jesús; en los Hechos, exponer el desarrollo de la proclamación de Jesucristo, resucitado y entrado en su reino. Los eventos de estas dos realidades corresponden a la historia; y la palabra del autor, la doble obra, al testimonio de él. 49 Incluso Pedro, que sólo aparece mencionado en 15,7, en el Concilio de Jerusalén. 8. Crítica de la Redacción: Lucas — 28 2. Respecto a las diversas concepciones del cristianismo, a Lucas le interesa proclamar la seguridad (a) sfa¿leia) del mensaje (kerigma) y cómo se propaga (relato): el Evangelio y los Hechos han sido escritos para que puedas comprobar (por medio de esta doble obra) la solidez de las palabras (predicación, más catequesis) en las que has sido instruido: ni una simple prueba por la historia (que podría conducir a un triunfalismo), ni un simple testimonio (que podría llevar a un espiritualismo inadecuado). 3. Respecto a los judíos, Lucas insiste en la relación Escritura-cumplimiento en Jesús: Estas son palabras que os hablé cuando aún estaba entre vosotros, porque es necesario que se cumpla todo lo que se halla escrito en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos sobre mí (24,44); Hoy se ha cumplido esta Escritura ante vosotros que la escucháis (4,21). 4. Respecto a Roma y al helenismo, Lucas proclama la universalidad del mensaje y la salvación que aporta el cristianismo (Hechos 10,34-35); la obra lucana tiene indudables aspectos apologéticos, de propaganda y deseo de publicidad».50 La obra de Lucas está fuertemente teñida por la experiencia del mensaje cristiano como mensaje estrictamente evangélico. Esto se traduce en un doble plano: la experiencia-testimonio del Evangelio, y la urgencia por proclamar este evangelio a todos los hombres. 3.2. La experiencia de la novedad del evangelio En el nivel de la experiencia del evangelio, Lc destaca algunos rasgos típicos: a. Afirmación de que el reino ya está presente y activo en medio de los hombres. Donde está Jesús, allí está presente el reinado de Dios (17,20-21, propio de Lc). De aquí la fundamental urgencia por definirse ante el reino presente. El reino ya está aquí. Hay que optar, y rápido, sin vacilaciones.51 En Hechos, este tema se expresa en la experiencia de que el Espíritu precede a los evangelizadores, quienes se encuentran con que la gente ya antes de la llegada de los misioneros ha recibido el don del Espíritu Santo.52 b. La primera y quizá más privilegiada expresión de esta presencia del reino es el gozo del reino, la alegría. El evangelio viene a proclamar la acción de Dios en favor de los hombres, el rostro misericordioso del Padre. Anuncio que conduce a la alabanza y a la fiesta.53 c. Un aspecto particular del gozo del reino es la proclamación que Lc hace de que es posible orar. Es decir, que tenemos el inmerecido privilegio de poder dirigirnos al Padre y que Él nos escuche misericordiosamente. En Lucas la oración jamás es obligación, sino gozoso privilegio 50 BOVON, F. «El evangelista Lucas. Retrato y proyecto» en PIÑERO, A. (ed.) Fuentes del cristianismo p. 213. 9,62 y 16,1-8, ambos textos propios de Lc. 52 Cf. Hechos 10,44-48: Pedro en casa de Cornelio; también 15,8. 53 Cf. los diversos cánticos del evangelio de la Infancia; 12,32 «No temas pequeño rebaño...» (propio de Lc); 15,432: las tres parábolas de la misericordia. 51 8. Crítica de la Redacción: Lucas — 29 ofrecido a los creyentes.54 Lucas también presenta a Jesús como un modelo de oración, hasta el punto de hacer de este elemento un rasgo muy propio de su evangelio.55 d. El reino presente y gozoso se caracteriza por ser un reino de perdón. El Dios del reino es un Dios tremendamente liberal, capaz de perdonar sin límites, a lo cual debe seguir la respuesta de amor del creyente que se sabe perdonado.56 El fruto más claro de este perdón es la confianza plena puesta en Dios, que permite entrar en una dinámica de comunidad ajena a todo temor e inseguridad, compartiéndolo todo. En esta línea, las comunidades de Hechos son claves. En la capacidad de hacerse comunidad se manifiesta la acogida interior del amor y el perdón de Dios.57 e. Por último, un signo cuasi sacramental y privilegiado de este carácter del reino es el que esté ofrecido en primer lugar a los pobres, a los pecadores, a las mujeres, a los enfermos. A todas las categorías de personas excluidas de la sociedad; los que no tienen en quien confiarse ni a quien pedir apoyo son los que más se alegran por el regalo del reino. Son los que lo experimentan más claramente como don gratuito que los llena de gozo.58 Aquí se entronca con mucha claridad de sentido la misión a los gentiles, luego de que otros han rechazado el regalo del reino.59 En esta misma línea se debe situar la muy particular sensibilidad de Lc frente a las mujeres. En su evangelio la figura de María aparece particularmente destacada, y junto a ella una amplia serie de otras mujeres a las cuales sólo Lc presta atención.60 También en sus parábolas propias aparecen algunas mujeres.61 Lucas no sólo se ocupa con amplitud de las mujeres, sino que lo hace con una gran sensibilidad. Esto se deja ver especialmente en el cuidado con que las presenta y en la configuración de un cuerpo de seguidoras de Jesús (8,1-3). Esto rompe las normas habituales del judaísmo más riguroso, imperante en Palestina.62 54 Cf. 11,5-8 (propio de Lc); 11,9-13 (// Mt 7,7-11); 10,38-42: Marta y María (propio de Lc); en Hechos las imágenes de la comunidad reunida en oración. 55 En Lc Jesús ora a su Padre antes de cada momento importante: 3,21: bautismo; 5,16: sumario; 6,12: elección de los Doce; 9,18: confesión de Pedro; 9,28-29: transfiguración; 11,1: enseñanza del Padre Nuestro; 22,32: por Pedro; 22,41-46: huerto de Getsemaní, indicando el contenido; 23,34: en la cruz, también indicando contenido. 56 Cf. 7,41-43, texto propio de Lc: ante el Dios siempre dispuesto a perdonar, el hombre debe responder con la plenitud de su amor. 57 Dos grandes textos de perdón propios de 7,36-50: la pecadora perdonada; 23,40-43: el buen ladrón. 58 Cf. el estilo de las bienaventuranzas de Lc, en contraste con las de Mt. 59 Cf. 14,15-24: Parábola de los invitados a la boda, con el triple llamado de Dios: al corazón de Israel, a los marginados de Israel, a todos los que quieran entrar. 60 Solamente Lc trae noticias de: Isabel: 1,5-66; Ana, la profetisa: 2,36-38; la viuda de Naim: 7,11-15; la pecadora perdonada: 7,36-50; Juana y Susana: 8,3; Marta y María: 10,38-42; mujer del pueblo que declara bienaventurada a María: 11,27; «hija de Abraham» encorvada: 13,11-16; «Hijas de Jerusalén» 23,27-31. 61 Dracma perdida: 15,8-10; Viuda insistente: 18,2-5. 62 Lo mismo vale para el episodio de Marta y María, en el cual Jesús pierde el tiempo conversando con mujeres, según la mentalidad patriarcal de la época. 8. Crítica de la Redacción: Lucas — 30 3.3. La ineludible tarea misionera de los creyentes Partiendo de la experiencia vivida del evangelio, Lucas plantea la urgente tarea de proclamar el evangelio del reinado de Dios por toda la tierra. Es la tarea propia de la Iglesia, es lo característico de este tiempo. H. Conzelmann ha estudiado minuciosamente este asunto. Señala que en Lc se puede reconocer a un teólogo de la historia que periodifica la historia en tres grandes momentos: 1º preparación: AT; 2º ministerio de Jesús; 3º tiempo de la Iglesia. Esta historia está como en tensión entre la creación y la parusía, la plena manifestación del reinado de Dios. El ministerio de Jesús se caracteriza por ser una suerte de anticipo de la Parusía, ya que durante este tiempo Satán está ausente, está casi vencido, como lo será definitivamente en el momento de la parusía (cf. 4,13). Con este esquema teológico centrado en la presencia-ausencia de Satán, Lucas está realzando el ministerio de Jesús como una presencia actual y operante del reino, a la vez que está abriendo espacio para un tiempo de la Iglesia. Reconociendo la validez fundamental del esquema de Conzelmann, parece necesario hacer ciertas correcciones. Más que el tema Satán-Reino, como tema estructurador de la obra, el tema central es el anuncio del reino, la proclamación del evangelio. Poniendo esto como eje, se pueden recuperar mejor dos momentos claves para el anuncio del evangelio: Juan Bautista, como bisagra entre el AT y el NT (cf. 16,16), y la Ascensión de Jesús, como bisagra entre el tiempo de Jesús y el tiempo de la Iglesia, entre Lc y Hechos. Podemos llegar al siguiente esquema: Creación Historia de la Salvación ┌─── Preparación: AT │ │ ┘ ├───── Juan Bautista ┐ │ │ │ ┌─ Ministerio de Jesús: Evangelio – Lucas │ │ │ │ └─── Evangelización ─│ ├─ Ascensión del Reino │ │ └─ El tiempo de la Iglesia – Hechos de los Apóstoles Parusía El tiempo de Jesús revela tipológicamente el tiempo de la Iglesia. Entre ambos se va haciendo realidad el Reino y va siendo proclamado a todos. El ministerio de Jesús tiene algo particular, en cuanto a que allí el Reino ya está presente en semilla, por la ausencia de las tentaciones. Jesús no es tentado (cf. Lc 4,13) y protege a los apóstoles, lo que no pasará posteriormente. 4. La intención de Hechos de los Apóstoles 4.1. Aspectos generales Buena parte de la problemática actual sobre Lc se puede resumir en una contraposición entre un Lucas-historiador y un Lucas-teólogo. Esta problemática que se puede constatar en el Evangelio es mucho más fuerte en Hechos. Para muchos, Hechos es un libro fácil, posible de 8. Crítica de la Redacción: Lucas — 31 abordar sin muchas elucubraciones y con fruto fácil de comprensión. Es decir, «en resumen, una simple narración de sucesos históricos, aunque capaces de encerrar numerosas riquezas teológicas y espirituales».63 En un lenguaje y sensibilidad más clásicos, se trata de ver a Lucas como el historiador concienzudo y el artista elegante, casi sin preguntarse por el sentido del texto, por su intencionalidad. El debate contemporáneo se concentra en el Lucas-teólogo, que escribe por motivos muy profundos, que estructuran su trabajo. No todos, sin embargo, lo aceptan. Las posturas más tradicionales tienden a sumar al Lucas-historiador algunos motivos de tipo religioso o práctico (apologético). Lo que se olvida es que en la antigüedad la historia nunca fue un fin en sí misma. Descubrir la intencionalidad de los Hechos es ver el motivo por el cual el autor selecciona su material y el modo como estructura su narración; pero con clara conciencia de que la historiografía helenística no sacrificaba la verdad al carácter edificante de la narración. El valor de la narración histórica estaba precisamente en destacar el carácter típico, programático, ejemplar, de los hechos pasados para la forma en que el hombre actual debe conducir su vida. La intención de Lucas en Hechos ha sido vista desde cuatro perspectivas: a. El problema del retardo de la Parusía: Lucas intentaría darle un estatuto mundano a un cristianismo que en sus orígenes era exclusivamente escatológico. Esto supone valorar positivamente el tiempo de la Iglesia. Se puede decir que esta valoración está presente en Hechos, pero no es un simple sustituto (o salida de último momento) frente a una parusía que no llega. El tiempo de la Iglesia se hace necesario por la misión a los paganos 64 y se apoya en la experiencia de la conducción del Espíritu Santo. b. Justificar la relación entre Israel, la Iglesia y los paganos. Es decir, frente a una Iglesia que comienza a predicar casi exclusivamente a los paganos Lucas se siente necesitado de defender la continuidad entre la fe de Israel y la fe de la Iglesia. Este problema sería el asunto básico, el nudo teológico de Hechos. Lo veremos más adelante. c. Una finalidad apologética de tipo jurídico-político frente al Imperio Romano. El Imperio reconocía y aceptaba con un estatuto claro al Judaísmo. La nueva religión buscaría un estatuto para sí misma, insistiendo en su continuidad con el Judaísmo. Solicitando amparo bajo su manto. En general, se trata de una opinión con pocos adherentes. d. Finalidad polémica frente a las herejías nacientes en el interior del cristianismo; herejías fundamentalmente de tipo gnóstico. Es igualmente una opinión poco aceptada. Planteando las cosas positivamente. Es insuficiente una visión de Hechos desde una finalidad genéricamente histórica o genéricamente edificante. Lucas no ha escrito una Historia de la Iglesia, pero tampoco una obra de edificación. El asunto del retardo de la Parusía es el horizonte general en el cual se sitúa su obra. Pero no es el fin específico de la misma. Este retardo no es el punto central; «este problema constituye solamente el horizonte general, el presupuesto, trazado 63 64 FUSCO, V. «Hechos de los Apóstoles» p. 724. El tema de anunciar el Evangelio hasta los confines del mundo (cf. Hechos 1,8) ya está presente en Mc 13,10. 8. Crítica de la Redacción: Lucas — 32 ya desde el principio (Hechos 1,1-11), pero no la finalidad específica que indujo a Lucas a proseguir el relato hasta la llegada de Pablo a Roma».65 El tema o intención de Hechos está en el asunto de la salvación de Dios que alcanza a toda la humanidad. Es el tema que vincula Lc con Hechos (Lc 24,47-48 y Hechos 1,6-8). Es el tema final de Hechos (28,25-28): resumen teórico de su dinámica. No se trata de afirmar un genérico universalismo, sino de predicar la apertura a los paganos en continuidad con la historia de salvación vivida en Israel. Se trata de la relación de la Iglesia con los paganos y con Israel. Problema que no puede ser resuelto prescindiendo de uno de los dos polos. Es decir, no basta con decir: la llamada a los paganos es consecuencia de la incredulidad de Israel. Para Lucas, la incredulidad de Israel ha obligado a la Iglesia a dirigir su predicación a los paganos. «El problema que preocupaba a Lucas y a sus lectores parece ser el de la legitimidad de una Iglesia que se proclama heredera de las esperanzas de Israel, pero en la que de hecho entran los paganos y quedan fuera los judíos».66 El asunto sólo podía ser enfrentado mediante una reconstrucción de los acontecimientos históricos que justificaban el cambio. Pero la simple reconstrucción histórica no basta. Se debía narrar y al mismo tiempo interpretar teológicamente a la luz de la Escritura estos sucesos. Esta situación nos insinúa que en Hechos no encontramos ni un simple relato histórico, ni tampoco un tratado abstracto de teología. Es una teología que pasa a través de la narración y de la interpretación de la misma llevada a cabo mediante «discursos» de los personajes que en ella intervienen.67 Estos discursos constituyen un tercio de la extensión de Hechos, y sin duda no son anotaciones taquigráficas de los discursos originales de los apóstoles a los cuales se les atribuyen.68 Esta problemática básicamente eclesiológica anuda los temas de Hechos: el anuncio kerygmático de Jesús muerto y resucitado, y el material parenético que quiere urgir a un compromiso de vida, personal y comunitario. «El evangelista de los grandes horizontes – desde Adán al Reino, desde Jerusalén hasta los confines de la tierra – es también el evangelista de lo cotidiano».69 4.2. Los discursos de Hechos Los discursos de Hechos tienen una importancia y un rol muy especiales. Como ya dijimos, no son meros apuntes taquigráficos, ni representan ideas de los autores en cuya boca son puestos.70 En ellos está presente la teología de Lucas, aunque sin llegar a ser simples creaciones a partir de la nada. Lucas asume ciertos modelos de predicación o de argumentación por él conocidos. Ciertos modos típicos de abordar el asunto, con un cierto crescendo, a medida que se avanza en el 65 FUSCO, V. «Hechos de los Apóstoles» p. 730. FUSCO, V. «Hechos de los Apóstoles» p. 731. 67 Éste suele ser un recurso característico de la historiografía antigua. 68 Se debe anotar que cada uno de estos discursos tiene una lógica interna y una coherencia en su desarrollo. Son textos bien construidos, unidades autónomas, y no meras agrupaciones de perícopas originariamente independientes, como es el caso de los llamados discursos en los evangelios. 69 FUSCO, V. «Hechos de los Apóstoles» p. 731. 70 Señal de esto, es que hay discursos de Pedro y de Pablo que son muy semejantes entre sí. 66 8. Crítica de la Redacción: Lucas — 33 relato. Son algo así como pausas reflexivas, o momentos interpretativos del desarrollo del curso de los relatos, efectuados a partir de un esquema que procede de la predicación de la comunidad, del kerygma. «Los discursos de los Hechos son parte integrante de la propia labor literaria de Lucas y no reflejan discursos históricos, no son tampoco resúmenes de tales discursos. Los discursos de los Hechos son composiciones literarias de Lucas que deben entenderse como predicaciones suyas dirigidas a su propia época: predicaciones que tienen la finalidad de dilucidar el sentido de los hechos narrados por él».71 En el conjunto de los discursos de Hechos debemos distinguir dos tipos: los discursos kerygmáticos, que poseen una condición muy especial, y los demás discursos, que son de una tipo más propiamente redaccional. 4.2.1. Los discursos kerygmáticos. En el marco de la tarea eclesial de la proclamación del Reinado de Dios ocupa un lugar muy especial el primer kerygma de la Iglesia. Éste es el más venerable testimonio del cómo la Iglesia reaccionó ante la resurrección de Jesús y la proclamó al mundo. En Hechos encontramos los llamados Discursos kerygmáticos. Son antiquísimos esquemas de predicación de la Iglesia, que no corresponden a discursos históricos concretos, sino a formas habituales de presentar el mensaje cristiano. Estos discursos tienen carácter tradicional, con un esquema muy fijo, aunque no se puede descartar alguna presencia de elementos teológicos de tipo lucano. El autor no está haciendo obra de erudición histórica, sino dando cuenta de la forma en que la Iglesia ha anunciado y anuncia el mensaje evangélico. En concreto, se trata de los siguientes textos: • cuatro discursos completos a los judíos, en los cuales se aborda el problema de la relación con Israel: 2,14-36; 3,12-26; 10,34-43; 13,16-41. • dos fragmentos de discursos a los judíos: 4,8-12; 5,29-32. • dos fragmentos de discursos a los griegos: 14,15-17; 17,22-31. Hay dos grandes tipos de esquema usados por los discursos kerygmáticos para presentar el mensaje cristiano. Ellos responden a los distintos destinatarios del mismo, que necesitan el mensaje les sea entregado de diverso modo. a. Discursos a los Judíos. En ellos se da un esquema similar, en cuatro pasos: • La proclamación de Jesús se sitúa en continuidad con el AT, se sitúa dentro de la Historia de la Salvación. Esto implica situar concretamente a Jesús, en ocasiones poniéndolo en relación con Juan Bautista. • Se plantea un contraste: a este Jesús que los judíos mataron Dios lo resucitó. La resurrección/exaltación de Jesús es el cumplimiento de las escrituras. En este paso se da un abundante uso de argumentos escriturísticos. La resurrección es la glorificación de Jesús, su señorío. Es precisamente esto lo que se proclama. 71 WIKENHAUSER, A. y SCHMID, J. Introducción al NT pp. 559-560. En Hechos 1,19, en un discurso a los apóstoles, Pedro dice que el campo que Judas compró con el dinero recibido por la traición de Jesús «se llamó en su lengua Haqueldamá, es decir: Campo de sangre»; es Lucas que está hablando a lectores griegos. 8. Crítica de la Redacción: Lucas — 34 • A partir de la resurrección de Jesús se proclama que ahora la salvación está más cerca; es decir, que es accesible. En Jesús tenemos abierta la posibilidad de la salvación. Ésta se traduce en el presente en el perdón de los pecados. Y en una perspectiva de futuro, en el anuncio de la inminencia de la parusía; que puede acontecer en cualquier instante, ya que a partir de la resurrección de Jesús están dadas todas las condiciones para ella. • En consecuencia con lo anterior, se llama a la conversión, a la meta¿noia. Se trata de una conversión que no es prioritariamente ética. Es un llamado a entrar en el camino de Dios, a adoptar una actitud acorde con el actuar de Dios manifestado en el ministerio mesiánico de Jesús; especialmente se trata de tener una actitud acorde con la resurrección de Jesús, que constituye la acción más importante de Dios, que determina el curso de la historia al establecer a Jesús resucitado como Señor y juez del universo. b. Discursos a los gentiles. Sólo tenemos dos trozos incompletos de este tipo de discursos, pero en ambos se da un mismo esquema:72 • Revelación del Dios vivo por medio de la naturaleza, de un Dios que está orientado al bien del hombre. Se trata de un Dios creador de un mundo ordenado, que lo deja entrever. Hay una creación que por su perfección es transparente de Dios. • Ahora viene el juicio de Dios, lo que queda de manifiesto en el hecho de la resurrección de Jesús, constituido Juez universal. 4.2.2. Los demás discursos. Junto a estos discursos de carácter más tradicional hay otros creados por Lucas con mayor libertad. Los más importantes son: • 7,1-53: discurso de Esteban. Se trata de una severa diatriba contra el Templo y la interpretación de la Ley. Estos son puntos particularmente conflictivos, que tocan los problemas del culto y de las normas político-morales. • 15,1-21: diversos discursos pronunciados en el Concilio de Jerusalén, que tienen como tema básico la circuncisión. • 20,18-35: Pablo a los presbíteros de Éfeso. Típico discurso de adiós, o testamento espiritual, en el cual Lucas presenta el modelo del apóstol cristiano. • 22,1-21; 24,10-21; 26,1-23: apologías de Pablo prisionero ante las autoridades. Mediante el conjunto de estos discursos, Lucas nos está entregando su propia clave de lectura de la historia que presenta. Nos está explicitando su teología. Los discursos cumplen la función literaria de ser una suerte de diálogo entre el autor y sus lectores. Diálogo en el cual el autor comenta los hechos que ha narrado y explica su propia lectura de los mismos. Por lo mismo, en 72 El carácter tradicional de este esquema puede ser corroborado por su uso en 1 Tesalonicenses 1,9-10 y especialmente en Romanos 1,18 – 3,31: Dios que se manifestó en la creación a los gentiles, y en la ley a los judíos, pero ambos no supieron reconocerlo y por eso están bajo la cólera de Dios; pero ahora se nos ha manifestado la justicia de Dios en Jesús, y por medio de la fe en Él se obtiene la salvación. 8. Crítica de la Redacción: Lucas — 35 todos los discursos se trata de la teología de Lucas, no del recuerdo de lo dicho por determinado personaje en un cierto momento preciso. 4.3. Los milagros de Hechos En Hechos también se concede importancia a los milagros, tal como en Lc. En esta postura se puede reconocer un doble motivo: a. Lo mismo que Mc, Lc considera el milagro como un elemento constitutivo de la salvación traída por Jesús y proclamada por la Iglesia. Ellos hacen patente la presencia del Reino. Los milagros se vinculan a las palabras, precediéndolas. Las palabras son explicación del signo milagroso. Cf. Lc 10,9: los enviados en misión deben sanar a los enfermos de la casa en que lleguen, y luego proclamar la cercanía del Reino, como explicación del signo realizado. Así está planteado también en Hechos, donde los discursos explican sucesos extraordinarios.73 b. Los milagros son presentados como signos que manifiestan la presencia de Dios, que avala a sus enviados, orienta la historia y le da unidad salvífica. Jesús está lleno de una fuerza de salvación que le impulsa a actuar, a sanar (Lc 5,17; 6,19), a realizar los prodigios de la era escatológica (Hechos 2,17-21.22), que los discípulos hacen en nombre de Jesús (Hechos 3 – 5). Los milagros de Pablo confirman que sobre él está actuando el poder de Dios. En Hechos los milagros son expresión clara de que es Dios quien dirige la historia de la salvación y respalda a los misioneros. Ellos cumplen misiones especiales avaladas por Dios. Sin distinguir en exceso milagros de hechos extraordinarios, este conjunto de signos expresa que por medio de Cristo y los apóstoles Dios está conduciendo eficazmente la historia de la salvación. Es la fuerza de Dios la que lo está orientando todo. Más allá de los acontecimientos extraordinarios, en Hechos hay una serie de sumarios que van presentando la vida de la comunidad y el desarrollo de la Iglesia. Estos sucesos extraordinarios son también expresión de la fuerza de Dios que conduce a la Iglesia en su vida y a los mensajeros del Evangelio en sus caminos. Destacan los tres grandes sumarios de la primera parte, que se refieren a la forma de vida de la comunidad de Jerusalén: 2,42-47; 4,32-35; 5,11-16. A lo largo de todo el libro hay sumarios más breves que van dando cuenta del irresistible avance del Evangelio: 1,14; 6,7; 9,31; 12,24; 16,5; 19,20; 28,30-31. La vida de la Iglesia y de los misioneros conducidos por el Espíritu puede ser considerada un hecho teológicamente asimilable a los milagros; es decir, una manifestación extraordinaria de la fuerza salvífica de la palabra de Dios que hace posible una nueva forma de vida. 73 Por ejemplo: 2,14ss explica el suceso de Pentecostés; 3,12ss. y 4,8ss. la curación del paralítico; 14,15ss. la curación del cojo. Hay casos en los cuales el discurso no explica el sentido de un milagro, sino de un hecho simbólico: 5,29ss. la prohibición de hablar; 10,34ss. Pedro que entra en casa de un gentil; 17,22ss. la existencia de un altar dedicado a un dios desconocido. 8. Crítica de la Redacción: Lucas — 36