Una idea | SAP Club 24 El gran invento de los años 50: un caramelo con palo Alrededor de 1950, cuando España no atravesaba su mejor momento económico, los más pequeños del país empleaban la mayor parte de su dinero en unas pequeñas bolas dulces que, aunque eran la perdición de los niños, desesperaban a los mayores. Manos, boca y ropa de estos menores de 16 años quedaban totalmente pringadas debido a que el tamaño de los caramelos no les permitía mantenerlos en su boca hasta el fin. Así fue como nació la magnífica idea de unir un palo de madera a un caramelo, así fue como nació Chupa Chups. Enric Bernat, nieto del que fue el primer fabricante de dulces en España, decidió, con 26 años, crear su propio negocio. Con la experiencia adquirida en sus años de trabajo para confiteros, decidió crear su propia fábrica de dulces: Productos Bernat. Cuatro años más tarde, tomaría el control de Granja Asturias S.A., una compañía que elaboraba alrededor de 200 productos derivados de la manzana. Entonces Bernat tuvo una magnífica idea. Pensó en lo agradable que sería comer un caramelo sin que ello supusiera un engorro, tanto para niños como para padres. Así se le ocurrió la sencilla y a la vez brillante idea de unir un palito de madera al caramelo, de manera que “sería como comerse un caramelo con tenedor”. Así nacía Chupa Chups, producto al que se dedicaría por completo el empresa36 rio, abandonando los 200 productos a los que se dedicaba su fábrica. Gran idea, gran nombre Un gran invento como éste necesitaba obligatoriamente un nombre que estuviese a la altura. El primer nombre que se dio al caramelo fue GOL, pero no contento del todo, Bernat decidió contratar una agencia de publicidad, de la que salieron nombres como PALS, ROLS y CHUPS. Este último fue el que más agradó al confitero, y el nuevo “Chups” comenzó a venderse al precio de una peseta. Aunque en la actualidad parecería un precio más que asequible, en la época este caramelo costaba igual que un periódico. Sin embargo, este precio ayudaba a asociar la marca Una idea | SAP Club 24 a un producto de calidad, a la vez que resultaba muy cómodo a los vendedores, que no tenían que dar cambio. Con el nuevo nombre se creó la canción que sonaría en la radio: “Chupa un dulce caramelo, chupa, chupa, chupa un Chups…”. El efecto de los coros de esta pegadiza canción fue que los pequeños fueran a las tiendas pidiendo “Chupa Chups”, por lo que Bernat decidió continuar con este cambio involuntario y rebautizar su producto estrella como “Chupa Chups”, nombre que se registraría en 1962 y que dos años después adoptaría la propia compañía. Una vez decidido el nombre y adaptada la canción, había que crear un logotipo. Una pequeña niña con trenzas sería la imagen de la compañía durante los primeros años. Sin embargo, a medida que el producto se iba expandiendo por mercados de todo el mundo, se hacía necesario un diseño que fuera más universal, para lo que Enric Bernat se desplazó hasta Figueras en busca del gran pintor Salvador Dalí. En un trozo de periódico y en menos de una hora, este gran genio esbozó el logotipo de Chupa Chups que continúa hasta nuestros días. El diseño era muy sencillo: el nombre se enmarcaba dentro de una margarita, y se colocaría en parte superior del producto, para que fuera más visible. A partir de aquí, este original diseño fue evolucionando hasta 1988, fecha en la que se efectuó el último cambio, de forma que se añadía color a las líneas que formaban la margarita. Gracias a la tecnología Desde sus inicios, la fábrica de Chupa Chups contó con una maquinaria especializada para poder crear el nuevo producto. La innovación en el ámbito de la tecnología ha sido siempre una característica destacada en la trayectoria empresarial de Enric Bernat. Tanto es así que este joven emprendedor fue el primero en producir caramelos de forma industrial, ya que en España los dulces aún se realizaban de forma artesanal. Pero Bernat no se quedó en este gran paso hacia la industrialización, la maquinaria utilizada se ha ido renovando cuando ha sido necesario, para mantener sus fábricas siempre actualizadas. Hoy en día, después de 46 años desde la producción de los primeros Chupa Chups, este espíritu innovador de Bernat aún se mantiene vivo. Apostando por la imagen La imagen corporativa de Chupa Chups adquirió una gran importancia dentro de la compañía. Una vez más adelantándose a la época, Bernat no sólo se preocupó por fidelizar a sus clientes, sino también a sus empleados. De esta forma, todo el personal de ventas seguía un programa de entrenamiento de ocho horas, en el que adquirían los conocimientos necesarios para saber cómo repartir las mercancías, hacer las facturas o presentar el producto. Todo para conseguir que estos empleados se sintiesen totalmente integrados y apoyados por la compañía. Y para marcar la diferencia entre Chupa Chups y el resto de caramelos se utilizó un atractivo expositor que presentaba el producto de una forma distinta. Los caramelos pasaron de la parte de atrás del mostrador al lado de la caja registradora, de manera que la tentación se presentaba muy cerca. Tanto es así que la compañía se comprometió a reponer todos los Chupa Chups que “desapareciesen” debido a esta tentación de tenerlos tan al alcance de las manos. En pocos meses, tiendas de toda España exhibían las deliciosas bolitas azucaradas en sus mostradores. Era el inicio de la expansión de unos caramelos que en la actualidad se han convertido en los más populares y mejor posicionados del mundo. 37