República de Colombia Corte Suprema de Justicia CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SALA DE CASACIÓN CIVIL JESÚS VALL DE RUTÉN RUIZ Magistrado ponente STC9764-2014 Radicación n.° 11001-02-03-000-2014-01421-00 (Discutido y aprobado en sesión de veintitrés de julio de dos mil catorce) Bogotá, D.C., veinticuatro (24) de julio de dos mil catorce (2014) Decide la Corte la acción de tutela instaurada por Alba Liliana y Luis Fernando Echeverry Arias contra la Sala Civil Familia del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Pereira. ANTECEDENTES 1. Los gestores reclaman protección constitucional de sus derechos fundamentales al debido proceso, defensa, acceso a la administración de justicia y doble instancia, que dicen conculcados con ocasión de los autos de 13 de diciembre de 2013 y 31 de enero de 2014, proferidos por la Corporación encausada en el juicio ordinario promovido por ellos, por Luz Aleida, María Lucelly Echeverry Arias y por Radicación n.° 11001-02-03-000-2014-01421 -00 Fabiola Arias de Echeverry contra la EPS Salud Colombia S.A. y la Clínica Los Rosales S.A. En consecuencia, solicitaron dejar sin efectos los referidos proveídos y, en su lugar, ordenar al estrado criticado acceder a la nulidad pedida «al haberse configurado y demostrado la causal de interrupción del proceso consagrada en el numeral 2° del artículo 168 del Estatuto de los Ritos». 2. En apoyo de tal solicitud adujeron, en síntesis, que confirieron poder a una profesional del derecho con el fin de que los representara en el proceso referido, en el cual fue dictada sentencia desestimatoria de su pretensión por el Juzgado Cuarto Civil del Circuito de Pereira, por lo que radicaron recurso de apelación, del que conoció el Tribunal accionado, y que cuando estaba corriendo el término para sustentar la alzada su gestora judicial «presentó fuertes mareos, vómito y diarrea», por lo cual el galeno que la examinó la incapacitó con reposo en cama por tres días. Agregaron que a continuación y de manera oportuna su apoderada solicitó la nulidad de lo actuado con base en la causal 5ª del artículo 140 del C. de P.C., por interrupción del trámite, pero la Corporación accionada denegó tal petición con auto de 13 de diciembre de 2013, el que recurrido en reposición fue mantenido el 31 de enero siguiente. Por último señalaron que dichas decisiones comportan indebida valoración probatoria, pues su abogada aportó la 2 Radicación n.° 11001-02-03-000-2014-01421 -00 incapacidad médica aludida, así como una constancia de un hotel de Pereira en la cual consta que no utilizó una reserva para hospedarse en tal ciudad en la misma época en que fue incapacitada, ya que reside en Manizales, lo que evidencia la gravedad de la situación que padeció; y que no es de recibo la consideración de la Colegiatura accionada según la cual debió sustituir el poder, ya que cuando fue incapacitada sólo restaban dos días para sustentar la apelación que interpuso contra la sentencia de primera instancia y el expediente es voluminoso y complejo. 3. La Corte admitió a trámite la demanda de la referencia, dispuso tener en cuenta como prueba la documental aportada por el accionante, requirió copia de las piezas procesales pertinentes y ordenó librar las comunicaciones de rigor. CONSIDERACIONES 1. En virtud de su finalidad tutelar exclusiva de los derechos fundamentales y sus características residual y subsidiaria, la constante jurisprudencia ha puntualizado la procedencia excepcional del amparo respecto de actuaciones y providencias presencia de judiciales, una única irrefutable y exclusivamente actuación ilegítima en no susceptible de corregir mediante los mecanismos ordinarios previstos en la ley, en cuanto no se oriente a sustituir, desvirtuar e infirmar los medios, recursos, acciones e instrumentos normales de protección o defensa del derecho, desconocer e invadir la órbita de los jueces naturales, 3 Radicación n.° 11001-02-03-000-2014-01421 -00 ejercer sus funciones, discrepar de sus decisiones y, naturalmente, siempre que se ejerza en término razonable. 2. En el presente asunto, el amparo deprecado no está llamado a prosperar, como quiera que las providencias que generan la inconformidad de los accionantes, examinadas desde la perspectiva ius fundamental, no reflejan un proceder abiertamente contrario al ordenamiento jurídico, puesto que se encuentran edificadas en argumentaciones que no resultan caprichosas o antojadizas, de tal suerte que las decisiones allí adoptadas no pueden ser interferidas por la jurisdicción constitucional. En efecto, para confirmar el auto que denegó la nulidad que por interrupción del proceso deprecaron los demandantes en el juicio objeto de la queja constitucional, la Corporación judicial convocada encontró que la incapacidad médica aportada por la profesional del derecho que los representó no evidenciaba que ésta hubiese padecido enfermedad grave, al punto que le impidiera superarla para ejercer la actividad defensiva encomendada, como lo señala el numeral 2° del artículo 168 del Código de Procedimiento Civil. En efecto, esa Colegiatura adujo lo siguiente: Como se anotó en la providencia impugnada, con fundamento en providencia de la Sala de Casación Civil de la Corte Suprema de Justicia, es grave la enfermedad que imposibilita al apoderado no solo para movilizarse de un lugar a otro, sino que le impide superar lo que a él personalmente le corresponde; es decir, la interrupción se produce por una 4 Radicación n.° 11001-02-03-000-2014-01421 -00 dolencia que en razón a su intensidad e irresistibilidad no le permite superar sus efectos para cumplir su labor como abogado. En este caso, el médico particular que atendió de urgencia a la apoderada de la parte demandante, plasmó en su historia clínica los síntomas que la paciente describió como mareo, vómito, diarrea sin sangre ni moco y cólicos de abdomen. … Del contenido de tal documento no se infiere que la referida abogada hubiese presentado dolencias de características tales que le hayan impedido física e intelectivamente desarrollar su actividad como profesional del derecho, porque reposo en cama no puede equipararse a imposibilidad para movilizarse y el especialista que la atendió no mencionó que hubiese perdido la paciente su capacidad intelectiva. De otro lado, el escrito con el que debía requería de su presentación personal Sala de acuerdo con el último inciso del de Procedimiento Civil y por lo tanto, tercero. sustentar el recurso no en la secretaría de la artículo 252 del Código podía remitirlo con un A juicio de la apoderada recurrente, en razón a la complejidad del asunto, no contaba con facultades para concentrarse y redactar el escrito respectivo. Sin embargo no puede pasar por alto esta Sala que el recurso de apelación contra la sentencia proferida se concedió por auto del 17 de septiembre de 2013, en esta Sala se admitió el 11 de octubre siguiente y el 23 del mismo mes se le concedió el término de cinco días para que lo sustentara. Por lo tanto, desde aquella primera oportunidad ha debido empezar a prepararlo, si como lo dice, requería analizar los testimonios que rindieron médicos, personal de enfermería, las patologías de la víctima que le ocasionaron la muerte y estudiar jurisprudencia de altas cortes. Esos argumentos no justifican la revocatoria del auto impugnado porque no es lo delicado de la cuestión que se debatió en el proceso lo que produce su interrupción, sino la grave enfermedad del abogado que lo imposibilita física e intelectivamente para desarrollar su labor, lo que como se ha dicho, en este caso no se demostró. Pero es que además, si se estaba frente a asunto complejo, que requería del análisis de pruebas técnicas y de jurisprudencia de acuerdo con los argumentos de la impugnante, ésta ha debido preparar sus alegatos, o por lo menos empezar a hacerlo, desde fecha anterior a aquella en que se produjo su 5 Radicación n.° 11001-02-03-000-2014-01421 -00 incapacidad. Sin embargo, parece que postergó esa labor para los dos últimos días con que contaba para cumplir la carga, aunque para la misma época tenía programado asistir a un seminario en esta ciudad, como lo plasmó al alegar la nulidad y sustentar el recurso que ahora se decide, sin que lo hubiese podido hacer por las dolencias que presentaba. También alega que ni siquiera podía sustituir el poder a ella otorgado, porque el médico le recomendó reposo en cama, pero, se repite, el documento que aportó para demostrar ese hecho no permite inferir con seguridad que su enfermedad fuera grave, ni que estuviese imposibilitada para movilizarse y así como le resultó posible, por sus propios medios, asistir a cita médica particular el 31 de octubre, también podía presentarse ante notario a autenticar el memorial por medio del cual sustituyera el poder o solicitar que tal acto se cumpliera en su domicilio. (fls. 19 a 22 precedentes). Lo anterior evidencia, como inicialmente se anotó, que las decisiones frente a las cuales los gestores enfilan su reclamo, están guiadas por un criterio que no ofrece reparo en el marco de esta acción constitucional, máxime si guardan concordancia con la jurisprudencia que sobre el punto esta Corte ha expuesto, pues en un asunto de contornos similares consideró: ha dicho la Corte de manera reiterada, que la patología que estructura la ‘interrupción’, es aquella que impide al apoderado ejecutar los actos ‘(…) atinentes a la realización de la gestión profesional encomendada, bien por sí solo o con el aporte o colaboración de otro. Será grave, entonces, la enfermedad que imposibilita a la parte o al apoderado en su caso, no sólo la movilización de un lugar a otro, sino que le resta oportunidad para superar lo que a él personalmente le corresponde” y que el numeral 2º del artículo 168 del C. de P. C. “se refiere a aquellos quebrantos que generan la imposibilidad absoluta de utilizar el término de que se trate durante la gravedad de la afección, como también la misma imposibilidad de valerse de los medios legales otorgados por la ley para evitar la preclusión de dicho término, porque a quien está en condiciones de desenvolver sus facultades intelectivas, así las puramente físicas hayan sufrido desmedro (...) no 6 Radicación n.° 11001-02-03-000-2014-01421 -00 le es dado tenerse por excusado en orden a encauzar su actividad profesional, ya que ésta puede satisfacerse provisionalmente si se apela al remedio de la sustitución del poder -o inclusive, se agrega, el consistente en avisar si fuere el caso al apoderado principal para que lo reasuma- sin que procedimientos semejantes impliquen deslealtad con el patrocinio en el pleito (...) (CSJ, auto de septiembre 19 de 2012, rad. 2004 00263 01 resaltado fuera de texto). Observa entonces, la Sala, que la autoridad acusada no incurrió en las providencias en comento en el defecto que se le pretende atribuir, toda vez que sus inferencias obedecen al ejercicio propio de sus funciones, sin que puedan tildarse de arbitrarias o antojadizas y si bien eventualmente pudiera disentirse de ella, no se erige en razón suficiente para conceder el amparo, pues como de vieja data lo tiene dicho la Sala «no constituye vía de hecho las meras discrepancias que se tengan con las interpretaciones normativas y las apreciaciones probatorias en las decisiones judiciales, por ser ello de competencia de los jueces»1. 3. Por manera que se denegará la protección pedida. DECISIÓN Con fundamento en lo expuesto, la Corte Suprema de Justicia, en Sala de Casación Civil, administrando Justicia en nombre de la República y por autoridad de la Ley, NIEGA el amparo solicitado. 1 Cfr. sentencia de 21 de julio de 1995, exp. No. 2397. 7 Radicación n.° 11001-02-03-000-2014-01421 -00 Comuníquese mediante telegrama a los interesados, y si la decisión no es impugnada, remítase el expediente a la Corte Constitucional para su eventual revisión. Por secretaría devuélvase el expediente al juzgado origen. JESÚS VALL DE RUTÉN RUIZ Presidente de Sala MARGARITA CABELLO BLANCO RUTH MARINA DÍAZ RUEDA ÁLVARO FERNANDO GARCÍA RESTREPO FERNANDO GIRALDO GUTIÉRREZ 8 Radicación n.° 11001-02-03-000-2014-01421 -00 ARIEL SALAZAR RAMÍREZ (Ausencia justificada) LUIS ARMANDO TOLOSA VILLABONA 9