Estimados compañeros, Recibimos con alarmante preocupación pero lamentablemente sin sorpresa, la novedad de la votación favorable a la separación de Dilma Rousseff por 180 días del cargo de primera mandataria. Nuestro rechazo es rotundo: se trata de la consumación del ataque cobarde propinado a la democracia brasileña, que echa por tierra el mandato popular a través del cual 54 millones de brasileños consagraron por vía de las urnas a Dilma Rousseff como presidenta. El voto a favor de Dilma, fue también un voto en favor de la democracia. A través de un asedio constante desde hace meses, hoy se ha erigido a un vicepresidente con menos de 2% de respaldo popular como el cabeza del Poder Ejecutivo en Brasil, apoyado por los sectores más rancios del conservadurismo y la derecha sospechados de corrupción y crímenes fiscales. A este golpe contribuyó parte del empresariado y la clase media, que no quiso entender y afrontar las reglas del juego democrático que los relegaron del poder por vía legitima. Hubo juicio, pero no hubo crimen, por tanto hubo golpe. Es un golpe que repercute a toda la región por su intensidad: sienta el peor precedente para las aspiraciones democráticas y de justicia social de los pueblos. Frente a este escenario, no podemos caer en la resignación, sino que cabe esforzarnos por replantear nuestra estrategia para recomponer el campo popular, que es la única alternativa viable para hacer realidad nuestras aspiraciones de crear sociedades más justas, apalancadas por la acción colectiva concreta y organizada, la movilización, la defensa de derechos adquiridos y la conquista de nuevas garantías siempre por la vía de la democracia y las instituciones. La unidad y la organización son el camino a la victoria, lo sabemos por experiencia propia en toda América Latina. Más que nunca, fuerza en la lucha, cuentan con nuestro más sincero apoyo. Hoy decimos, Lutar e resistir! Adolfo "Fito" Aguirre Secretario de Relaciones Internacionales CTA - Autónoma