TEMA MÉDICO N°. 50 INTOXICACIÓN ALCOHÓLICA AGUDA (IAA) 1-Conceptos básicos: Cada vez es más habitual en nuestro país la costumbre en adolescentes y adultos jóvenes de consumir volúmenes importantes de alcohol en poco tiempo, en forma compulsiva, antes o durante festejos nocturnos (bebedor social), con la consecuente intoxicación aguda y posible estado de coma alcohólico que obliga a la internación. Se hace indispensable crear conciencia sobre el riesgo de muerte o daño grave que esto implica, mayor aún si se suman otras sustancias tóxicas (cannabis, anfetaminas, sedantes, opiáceos, alcohol de quemar, cocaína, pasta base, etc.). El alcohol es probablemente la droga más antigua que se conoce y actualmente su ingestión representa un gran problema médico y social. De las personas que consumen alcohol (el 90% de la población) un 10% se pueden considerar alcohólicos. La intoxicación alcohólica aguda es frecuente tanto entre los bebedores sociales como entre los alcohólicos crónicos. En la población joven no presenta beneficios como los observados en los mayores de 50 años, dado que a bajas dosis, puede reducir el riesgo de padecer problemas cardiovasculares. A los peligros de la intoxicación aguda se le añaden los traumatismos y accidentes relacionados con este hábito, los que son mayores si se asocian a otras drogas. El alcohol está relacionado con la mitad de los accidentes automovilísticos con conductores jóvenes, y con otro tipo de accidentes mortales como heridas de armas, incendios, caídas, ahogamiento, homicidios, suicidios, violencia doméstica y social. 1 El alcohol está presente en gran número de productos y bebidas, siendo frecuente la ingestión accidental de los mismos por los niños, debiendo sospecharse en todo pequeño en estado de coma o hipoglucemia. La intoxicación alcohólica aguda (IAA) tiene la misma importancia que cualquier otra intoxicación, es tan frecuente y está tan impregnada en nuestra cultura que se tiene tendencia a banalizarla, por lo que deben de evitarse términos tales como "borrachera", que pueden minimizar el problema y evitar la atención adecuada de una intoxicación que puede ser potencialmente mortal. 2 – ¿Qué pasa tras la ingestión de alcohol? La cantidad de alcohol ingerida es proporcional a la graduación alcohólica de la bebida y al volumen consumido. Tras su ingestión es rápidamente absorbido por el estómago y luego por el intestino. Se distribuye por el 90% de los tejidos siguiendo al agua y es casi completamente inactivado en el hígado. Los alcohólicos crónicos pueden metabolizar el alcohol con doble rapidez. La alcoholemia (alcohol en sangre) se eleva si aumentan las velocidades de absorción y distribución, y se reduce si se incrementan las velocidades de destrucción y eliminación del alcohol. 2 La alcoholemia determina la medida directa de etanol en sangre o indirectamente en el aire espirado. Varía según diferentes factores dietéticos, genéticos, hormonales, farmacológicos y metabólicos: En general se absorben más rápidamente las bebidas de moderada graduación (vinos), y contribuyen la motilidad intestinal aumentada, el ayuno, la ingestión de alimentos en pequeña cantidad y los alimentos ricos en hidratos de carbonos. Disminuyen la absorción las bebidas de alta graduación (inhiben la motilidad intestinal), la reducción de la acidez gástrica, la ingestión de grandes comidas, el aumento de la diuresis. El alcohol produce tolerancia (requiere cada vez mas dosis para igual efecto), y adicción psíquica y física (el paciente necesita ingerirlo). 3 – ¿Qué síntomas aparecen luego de la ingesta de alcohol? Los signos clínicos observados después de la absorción, son la consecuencia de los niveles de alcoholemia alcanzados y de los efectos de ésta sobre los órganos, especialmente en el sistema nervioso y corazón. El alcohol deprime el sistema nervioso, aún en dosis pequeñas, más que a cualquier otro sistema del organismo. Su efecto dosis-dependiente sobre las neuronas y los neurotransmisores puede llevar al coma y muerte. El resultado en líneas generales sería estimulación inicial, a pequeñas dosis, e inhibición a grandes dosis. Los efectos son proporcionales a la 3 concentración de alcohol y son más marcados cuando la concentración está en ascenso que en descenso. Jamás debe beberse alcohol si se está en tratamiento con ingestión de medicamentos, dado que pueden potenciar su acción o inhibir la del fármaco. La intoxicación etílica aguda se puede manifestar bajo tres formas clínicas definidas: A – Intoxicación aguda leve no complicada (75%): Aliento alcohólico. Incoordinación psíquica y de la marcha. Imprecisión de gestos, torpeza. Mareos, vómitos. Alteración de la agudeza visual. Aumento de la frecuencia respiratoria y cardiaca. Rubor de extremidades y cara. B - Intoxicación aguda moderada, con excitación psicomotriz (18%): Fases alternas de tristeza y agresividad. Euforia, locuacidad. Exaltación de la imaginación, desinhibición. Afectación de la vigilia, percepción, memoria y razonamiento. Excitación. C - Coma alcohólico (7%). Desde falta de reactividad hasta el coma. Descenso de la temperatura corporal. Dilatación de las pupilas. Disminución del tono muscular, frecuencia cardiaca y tensión arterial. Abolición de los reflejos y depresión respiratoria. Amnesia del episodio. La clínica de la intoxicación varía según los niveles de alcoholemia. Así inicialmente con 20-30 mg/dl se afecta el control de movimientos finos, el tiempo de reacción y hay deterioro de la facultad crítica y del estado de 4 humor e imposibilidad para conducir. Entre 50-100 mg/dl hay deterioro leve o moderado del conocimiento, dificultad para grandes habilidades motoras (torpeza y caídas). Con más de 150 mg/dl el 50% de las personas pueden estar muy intoxicadas con imposibilidad de pararse y de hablar, grave deterioro mental y físico. Entre 200-300 mg/dl, nauseas, vómitos, visión doble, estupor y falta de respuesta a estímulos. Por encima de 300 mg/dl generalmente produce coma. 4 - ¿Cuáles son las complicaciones más frecuentes asociadas a la ingesta de alcohol? Las complicaciones más frecuentes y graves de la IAA son: Traumatismo encéfalo craneano (TEC). Aspiración de contenido gástrico por vómitos (la causa de la mayoría de las muertes). Convulsiones. Descenso de la temperatura corporal. Arritmias cardíacas. Descenso de los niveles de glucosa en sangre (mayor en alcohólicos crónicos y diabéticos). Gastritis aguda hemorrágica. Hepatitis y pancreatitis agudas alcohólicas. 5 - ¿Qué actitud debemos tomar ante un individuo con IAA? A través de una consulta médica se podrá determinar la complejidad del cuadro y el nivel de atención necesaria. Intentar proteger a la persona para evitar traumatismos. Impedirle la conducción de vehículos o maquinarias. Adoptar medidas de seguridad y evitar auto agresión. Indagar por la existencia de otros posibles tóxicos asociados. Mantenerlo bien abrigado para evitar la hipotermia. La intoxicación alcohólica aguda es una urgencia médica y puede ser letal. Siempre que ocurra no se debe subestimar el cuadro, y debe 5 consultarse a un médico o concurrir a una Guardia de Urgencias para su diagnóstico, control y tratamiento adecuado. Siempre, con posterioridad a una intoxicación alcohólica aguda se debe motivar al individuo para su concientización y, en casos crónicos para el inicio de tratamiento de deshabituación. 6