R a m í r e z S a iz , Juan Manuel, (coord.) Normas y prácticas morales y cívicas en la vida cotidiana. México, Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Humanidades de la UNAM y Grupo Editorial Miguel Ángel Porrúa, 1990, 237 pp. En estos tiempos en que reina la confusión y la incertidumbre, el Doctor Pablo González Casanova ha ido lanzando luces a los nubarrones e iluminando pistas para que se pueda hacer tierra, revisar motores y proseguir búsquedas. Esta rara capacidad en estos momentos, mostrada con creces en muchas de sus intervenciones, pero de m anera especial en el encuentro de latinoamericanistas que tuvo lugar en la UNAM en el verano del 90, que arrancó un largo y entusiasta aplauso de más de medio millar de concurrentes, y que fue socializada por el Suplemento del sexto aniversario del periódico La Jom ada, el 19 de septiembre de 1990, puede explicarse, además de las razones que tienen que ver con sus propias aptitudes, por el gran interés y dedicación que Pablo González Casanova ha volcado sobre la realidad latinoame­ ricana. Desde hace años ha propiciado numerosos grupos de investigación y estudio acerca de los temas más variados que tienen que ver tanto con el pasado reciente, pero tam ­ bién con las perspectivas de un futuro por hacer condicio­ nado por los cambios mundiales y regionales. Las investiga­ ciones pluridisciplinarias que han reunido tanto a renombrados científicos sociales como a jóvenes académicos han versado sobre los sistemas políticos, los movimientos sociales, las democracias emergentes, etc. En este movimien­ to analítico se han renovado metodologías y temáticas. Fruto de un seminario dirigido por Pablo González Casanova y coordinado por Ju a n Manuel Ramírez, quien desde hace tiempo ha venido colaborando en este tipo de equipos, es el libro que comentamos. Sociólogos, politólogos, psicólogos y filósofos prominentes de la UNAM, El Colegio de México, el Instituto Latinoamericano de Estudios de la Familia, y del de la Universidad de Guadalajara, realizaron el esfuerzo conjunto de ofrecernos esta obra. El tema abordado es muy novedoso. Prácticamente ha­ bía sido olvidado en las preocupaciones de las investigacio­ nes en ciencias sociales. Por eso mismo se convierte ahora en un estudio pionero. No pocos articulistas confiesan lo inicial del tratamiento. Otra riqueza del conjunto de los estudios es la variedad de ópticas y disciplinas para abordar la distancia entre lo normativo socialmente reconocido y su aplicación en las prácticas de los grupos. Algunos escritos están mejor estructurados que otros; pero el carácter de primera explo­ ración y la complementariedad de unos con otros nos ofre­ cen una publicación con propuestas frescas producto de una indagación rigurosa. Brevemente me referiré a cada uno de los componentes de este conjunto. La introducción (pp. 7-51) de Juan Manuel Ramírez es indispensable para no perderse en el libro. Explica qué se entiende por normas morales y cívicas y nos pone de lleno ante la problemática de la distancia entre el país formal y el real cousiderado desde ese punto de vista. Este escrito introductorio da una visión de conjunto y per­ mite una estructuración del libro. En esta forma nos lleva a través de las normas y prácticas diferenciadas según las clases sociales. Incursiona en el campesinado, entre los obre­ ros, en capas medias y en el empresariado. Desde otra perspectiva examina la relación entre normas y prácticas morales y cívicas a través de las distinciones de género y edad. Así nos coloca de frente ante una doble moralidad que tiene una diferente expresión según las clases y grupos sociales. Se estudia también a la familia de acuerdo a su esquema ideal y respecto a su estructuración real. El trata­ miento de los tópicos de familia, religión y educación no pueden menos que destacarse. Los problemas de los cambios en los valores y actuaciones de liderazgos dominantes cie­ rran esta apretada síntesis, que además de dar cuenta de lo que versarán los artículos es enriquecida con una tematizaCISM o S ción que les da congruencia. Hay una serie de escritos que sí se adentran en lo concerniente a la normatividad moral y la vida cotidiana; otros, dejan un poco de lado la vida cotidiana para privilegiar normatividad y prácticas relativas a una cultura política. Francisco Suárez trata en su escrito “Normas y prácticas del liderazgo político en México, de la élite política a la tecnocracia” (pp. 55-81) las normas y prácticas del liderazgo político en México. Constata una transición de un régimen con normas y prácticas de políticos pragmáticos hacia un sistema de orientación tecnocrática, la cual tiene hondas raíces en el autoritarismo. Con este estudio se vuelve a enfatizar lo relativo a la cultura política desde la óptica del análisis de las élites. Se hace ver cómo el partido oficial va quedando cada vez más como una instancia no de recluta­ miento sino auxiliar y agencia electoral. Ha habido un desplazamiento de una mentalidad propiam ente política (con una carrera hecha con base en representación de suje­ tos sociales) a una tecnocrática que ha ido cambiando las normas y los valores en el poder. La anterior m entalidad tenía raíces; la actual, pende de la cúspide y ha perdido arraigo en las masas. Se ha ido imponiendo una mentalidad jerarquizada y elitista. Este estudio es valioso en cuanto que permite apreciar uno de los elementos del actual quiebre y crisis política del grupo en el poder. Teresita de Barbieri en el artículo “Sobre géneros, prác­ ticas y valores: acerca de posibles erosiones del machismo en México” (pp. 83-105) retoma, desde una perspectiva socio­ lógica, la temática enunciada en el título, para profundizar sobre el machismo en México. Este artículo destaca elemen­ tos de la vida cotidiana. La autora identifica los valores más relevantes del complejo cultural machista. La investigadora rastrea los cambios en la sociedad y las nuevas prácticas en torno al trabajo, al uso del tiempo y a las tareas en el hogar. No obstante las evidentes transformaciones, señala la exis­ tencia de un hiato entre las prácticas y los discursos entre las mismas mujeres. El artículo es meticuloso y de excelente calidad. Matilde Luna, a través de su trabajo “El movimiento empresarial por la imposición de una nueva normatividad” (pp. 107-126) nos pone ante un movimiento empresarial que va im poniendo una nueva normatividad sobre todo en la relación entre Estado y sociedad. La autora explora los principios ideológicos y los planteamientos de las cúpulas empresariales que han ido empujando hacia la promoción de una nueva ética. El empresariado, aunque enmascarando su actuación política como acción ciudadana se ha ido reco­ nociendo como actor político. La investigadora sitúa las influencias del discurso del empresariado que hace una apelación a la democracia inmerso en una tradición antico­ munista y con dos fuertes influencias: la de la teoría liberal m arcada o matizada por algunos elementos de la doctrina social de la Iglesia. Los cambios en los valores tienen que ver con un sentido de querer prevenir acciones estatales que p udieran poner en peligro los intereses empresariales. Los grandes empresarios mexicanos han planeado una escalada ideológica. El artículo, se centra en relacionar atinadamente las normas y las prácticas de esta fracción de la burguesía. Desde la psicología Ignacio Maldonado, apoyado en varios estudios clínicos, organiza su artículo “La familia en México: factor de estabilidad o de cambio” (pp. 127-166). Como otros articulistas ofrece elementos teóricos y metodo­ lógicos que serán de utilidad al lector. Señala que precisa­ mente la estructura familiar es la reproductora del machismo. El investigador se adentra en los conflictos entre la estructura de la familia “ideal” y la realidad de la familia. A través de la terapia familiar tipifica y compara estructuras familiares según distintas naciones latinoamericanas. En cuanto al cuestionamiento inicial propone que la familia tiene tendencias tanto a la estabilidad como al cambio. El estudio es novedoso y complementario de los tratamientos de otros estudios en este volumen. El escrito de Francisco Zapata “Moral ‘charra’ y moral ‘democrática’ en los obreros mexicanos” (pp. 167-183) con­ trasta este diverso tipo de normatividades y prácticas. Basa­ do en varios estudios de caso, y enfatizando el discurso ideológico analiza distintos procesos de resistencia al charrismo y de acciones que buscan la democratización de la vida interna de los sindicatos. Se hace ver hasta dónde es perm i­ tida la experiencia de democratización interna y el largo trecho que falta para forjar una auténtica nueva moral en la clase obrera mexicana. No obstante, la experiencia va em ­ pujando hacia esa construcción. El artículo, teniendo cerca­ nía con los fenómenos descritos, no deja de presentar aspectos críticos a los procesos. El análisis político es pene­ trante. Pasando de los tratamientos que privilegiaron aspectos políticos. Graciela H ierro en su escrito “La doble moral burguesa mexicana vs. la nueva moral de la igualdad” (pp. 185-216) destaca la existencia, sobre todo en la moralidad burguesa mexicana, de una doble normatividad según los géneros. Ante esto, indaga en torno a la nueva moralidad que pretenden los grupos feministas. El escrito, de carácter filosófico, presenta las diferencias existentes entre sectores de la burguesía que se rigen ya por una moralidad conser­ vadora burguesa, ya por corrientes de tipo hedonista. En todas ellas descubre como constante la desigualdad existente entre el deber ser según la diferencia sexual. El estudio tiene el mérito de apoyarse en varios estudios psico-sociales. El escrito de María Luisa Tarrés “Las clases medias ante la democracia ‘sui géneris’ y la ‘democracia restringida’. Reflexiones en torno al caso de Ciudad Satélite” (pp. 217236) se adentra en una dem anda que ha prendido últim a­ mente con fuerza no sólo entre clases medias: el reclamo democrático. Siendo sectores donde el tradicional control corporativizante del estado mexicano ha sido muy débil, y que ya no están dispuestos a dejar hacer, m uestran claros signos de un proceso de politización que la autora analiza pertinentem ente. En esta forma se destacan los nuevos valores y sus consecuentes prácticas. Sin caer en fáciles explicaciones que endosan todo a la situación de crisis, la investigadora intenta encontrar la dinámica del comporta­ miento en la historia de la comunidad que va fraguando una fuerte identidad local y que a través de una organización propia propicia una socialización política. Normas y prácticas morales... nos remite a costumbres reguladas por valores socializados. Esta característica conlle­ va lo que destacó Durkheim, esa solidaridad que compele a los individuos a contener los impulsos individualizantes egoístas. El concepto de injusticia, y de manera particular de injusticia social se inscribe de manera especial en el conjunto de la normatividad moral de la sociedad. También en este catálogo se encuentran todas las valoraciones en torno a los derechos humanos. Los grupos humanos pueden aceptar una normatividad común, pero tienden a privilegiar prácti­ cas que favorecen sus propios intereses. Sobrevienen ideologizaciones justificativas de acciones lesivas a derechos de otros que oscilan entre cinismos y ocultamientos. Última­ mente el predominio del neoliberalismo ha erosionado va­ loraciones comunitarias y solidarias, para hacer prevalecer ópticas excesivamente individualizantes que entronizan una explotación salvaje y una opresión que se presentan como condiciones naturales y ya sin remedio ni alternativa posible, más con la propagandización de la caída del socialismo autoritario. Se plantea que no hay más salida que el refugio de la vida cotidiana reducida a sus expresiones más privatizantes, que abandona la política a las élites poderosas. Si los socialismos autoritarios habían confinado a los individuos a sus prácticas familiares ante la totalización de la vida por el estado, el neoliberalismo pretende también confinar y redu­ cir a eso a los grandes grupos sociales, desarticulándolos y entregando la conducción política sólo a los tecnócratas, iniciados y conocedores de los misterios de la nueva revolu­ ción industrial y de sus sofisticados instrumentos. Así unos m anejarán el tiempo social y otros lo adaptarán sometida­ m ente a sus ritmos particulares. Si es cierto que los macrosujetos sociales previos, que se habían privilegiado como únicos a p artir de la segunda revolución industrial ya no pueden encabezar la realización histórica, se ha postulado pero no se ha probado contundentemente el que no existan sujetos (que el hombre esté como marioneta de una estruc­ tu ra o de fuerzas que le impidan su autonomía). La acción social de los movimientos sociales indican la presencia de múltiples sujetos, pero también la poca capacidad de esa diversidad dispersa. Una normatividad social por crear, la de una convergencia amplia puede ofrecer una insospecha­ da potencialidad a un nuevo sujeto plural, capaz de encon­ tra r vías auténticam ente participativas, democratizadoras, libertarias y emancipadoras. La investigación de normas y prácticas morales en el resto de la construcción de esta convergencia ayudará a entender y potenciar mecanismos y dinamismos sociales. Jorge Alonso CIE SA S-Occidente ARIZPE, Lourdes, Cultura y desarrollo: una etnografía de las creencias de una comunidad mexicana. México, Porrúa/El Colegio de México, 1989, 286 pp. Este último libro de la destacada antropóloga mexicana Lourdes Arizpe intenta inaugurar una “etnografía general del pensamiento mexicano” a través de una consideración específica de la “cultura” y la “modernización” en una región aceleradam ente urbanizada. En parte, el libro decepciona en varios aspectos por su ambiciosa agenda. Sin embargo,