análisis sintáctico. la oración simple.

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Andrés Gómez Arigita. Dpto. Lengua castellana y Literatura (I.E.S. Conselleria)
ANÁLISIS SINTÁCTICO. LA ORACIÓN SIMPLE.
I. INTRODUCCIÓN. DE LA MORFOLOGÍA A LA SINTAXIS
En un proceso básico de COMUNICACIÓN, un EMISOR se pone en contacto con un RECEPTOR, en un determinado
CONTEXTO, para transmitirle una determinada información en forma de un MENSAJE que circula, a través de un determinado
CANAL, cifrado en un determinado CÓDIGO. En el caso de los procesos de comunicación humana, el principal código empleado
es la LENGUA, que permite la emisión de un tipo particular de mensajes a los que llamamos ENUNCIADOS; tales enunciados
pueden ser de dos tipos: FRASES y ORACIONES, que se diferencian en que las oraciones contienen, al menos, una forma verbal
personal, mientras que las frases carecen de verbo conjugado en forma personal; ejs.: Juan come peras (oración) / ¡Fuera de aquí!
(frase). Por lo que respecta al análisis sintáctico, las oraciones van a ser el objeto de nuestro estudio.
Veamos, ¿qué es la SINTAXIS? La Sintaxis es la parte de la Gramática encargada de estudiar la FUNCIÓN que cumplen
las palabras dentro una ORACIÓN y, en consecuencia, las RELACIONES que se producen entre dichas palabras en la
ESTRUCTURA de dicha oración. El estudio de tal estructura, a partir del reconocimiento de las funciones y relaciones que se
establecen entre sus partes es lo que llamamos ANÁLISIS SINTÁCTICO.
Pero, para poder analizar sintácticamente una oración, previamente debemos saber a qué categoría gramatical
pertenecen las palabras que componen dicha oración; debemos partir, por tanto, del análisis MORFOLÓGICO. La MORFOLOGÍA
es la parte de la Gramática que tiene el siguiente doble propósito:
Por un lado, ANALIZAR las relaciones que se establecen, dentro de una palabra, entre unidades menores que ella;
esto es, analizar cómo está constituida formalmente una palabra. Así, podemos decir que una palabra está
formada por unidades más pequeñas (monemas) como el lexema y, normalmente, uno o más morfemas; ej.: la
palabra “verdoso” está formada por unidades más pequeñas: verd- (lexema) / -os- (morfema) / -o (morfema).
Por otro, CLASIFICAR las palabras en diversos grupos (CATEGORÍAS), según sea su FORMA, su significado y la
función sintáctica que pudieran llegar a cumplir. Este segundo objetivo de la morfología es el que nos interesa para
que podamos empezar a analizar sintácticamente una oración. Repasemos las CATEGORÍAS GRAMATICALES:
Dentro de las categorías gramaticales, debemos distinguir dos grupos:
a) Categorías PALABRA. Coinciden con la palabra gráfica:
SUSTANTIVO (Sust.): palabra que nos permite designar, poner nombre a la realidad (seres, objetos, ideas,
sentimientos…); ejs.: casa, perro, amor, Alberto...
ADJETIVO CALIFICATIVO (Adj. Cal.): expresa una cualidad, una característica del sustantivo al que se refiere;
ejs.: rápido, simpático, grande, gris, madrileño…
DETERMINANTE (Det.): acompaña siempre a un sustantivo. Debemos distinguir dos subtipos:
o Artículo (Art.): acompaña al sustantivo para presentarlo dentro de la oración. Se clasifican en:
determinados (el, la, los, las) e indeterminados (un/ a, unos/ as).
o Adjetivo determinativo (Adj. Det.): acompaña al sustantivo para seleccionarlo dentro del grupo de
realidades a las que se refiere. Se clasifica en: demostrativo (este, ese, aquel…), posesivo (mi, tu, su, nuestro,
vuestro… ), posesivo relativo (cuyo/ a/ os/ as), indefinido (algunos, varios, bastantes… ), numeral (cardinal:
un, dos, tres, doscientos… ; ordinal: primer, segundo, quinto, vigesimocuarto… ), interrogativo y exclamativo
(qué, cuántos… ).
VERBO (V): expresa acciones, estados o procesos que suceden en un tiempo pasado, presente o futuro; ejs.:
cantar, bailando, volveré, habíamos vivido, debo trabajar, has caído en la cuenta…
ADVERBIO (Adv.): palabra invariable –en la mayor parte de los casos- que acompaña a un verbo, a un adjetivo o
a otro adverbio para expresar circunstancias de lugar (aquí, allí, encima, delante… ), tiempo (ahora, mañana,
anoche… ), modo (así, bien, mal, sanamente, rápidamente… ), cantidad (mucho, poco, bastante… ), afirmación
(sí, también, efectivamente… ), negación (no, tampoco… ) o duda (quizás, tal vez… ).
PRONOMBRE (Pron.): palabra que sustituye a un sustantivo o a un grupo de palabras cuyo núcleo es un
sustantivo (sintagma nominal). Se clasifica en: demostrativo (este, ese, aquel…), posesivo (mío, tuyo, suyo,
nuestro, vuestro…), indefinido (alguno, varios, bastantes… ), numeral (cardinal: uno, dos, tres, cuatrocientos,
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mil… ; ordinal: primero, segundo, quinto, vigesimocuarto… ), interrogativo y exclamativo (qué, quién, cuántos… )
y relativo (que, el/ la cual/ es, quien, quienes… ).
PREPOSICIÓN (Prep.): palabra carente de significado léxico que permite enlazar otras palabras expresando
relaciones espaciales, temporales, etc.; ej.: a, ante, bajo, con, contra, de, desde, en, entre, hacia, hasta, para,
por, según, sin, sobre, tras, durante, mediante).
CONJUNCIÓN (Conj.): hace de nexo o unión entre dos oraciones u, ocasionalmente, entre elementos menores
que la oración. Pueden ser: coordinantes (copulativas: y, e, ni, que; disyuntivas: o, u; adversativas: pero, mas,
aunque…; distributivas: bien… bien, ya… ya, ora… ora, tan pronto… como; explicativas: esto es, es decir, o sea…)
o subordinantes (porque, de modo que, a pesar de que…).
b) Categorías SINTAGMA. Un SINTAGMA es un GRUPO de PALABRAS 1 que siempre contiene un NÚCLEO (la palabra
más importante, la que tiene una mayor carga de significado), expresa una IDEA UNITARIA (aunque no siempre
completa) y cumple una FUNCIÓN SINTÁCTICA dentro de una oración. Según sea su núcleo, un sintagma puede ser:
NOMINAL (tiene como núcleo un sustantivo; ejs.: un barco de vapor / Juan / Excelentes alumnos.
VERBAL (su núcleo es una forma verbal; ejs.: habremos andado durante toda la mañana / Paseabas.
ADJETIVAL (su núcleo es un adjetivo; ejs.: seguro de mis palabras / inteligente / verde oliva.
ADVERBIAL (su núcleo es un adverbio; ejs.: encima de mi casa / mañana / aquí cerca.
PREPOSICIONAL (sintagma nominal, adjetival o adverbial que va introducido por una preposición; ejs.: de
Valencia; tras el armario; en el cajón; sin ti; con el destornillador amarillo de la caja de herramientas).
Estructura de los SINTAGMAS:
a) SINTAGMA NOMINAL (SN): tiene como NÚCLEO un SUSTANTIVO (o un PRONOMBRE, ya que este puede sustituir a un
sustantivo, o cualquier elemento sustantivado por un artículo), que puede ir acompañado o no de los siguientes elementos:
Determinante (Det.): es un ARTÍCULO o un ADJETIVO DETERMINATIVO. Puede haber varios determinantes juntos. Ejs.:
El niño
Mis lápices
El amarillo
Todos los chicos
Varios alumnos
Unas profesoras
El volar
Adjunto o Adyacente: es un SINTAGMA ADJETIVAL que complementa, explica o especifica el significado del núcleo del
sintagma nominal, es decir, del sustantivo o nombre al que acompaña. Este sintagma adjetival puede estar formado por
un solo adjetivo o por una estructura más compleja cuyo núcleo es un adjetivo. Ejs.:
Un chico simpático
Aquel caballero tan elegante
Unas películas muy divertidas
Valientes guerreros
Un gran partido
Complemento del nombre (CN): es siempre un SINTAGMA PREPOSICIONAL que complementa, explica o especifica el
significado del núcleo del sintagma nominal, es decir, del sustantivo o nombre al que acompaña. Ejs.:
El tío de Miguel
La mujer de mi hermano mayor
El armario tras la puerta
El niño con el pijama de rayas
Aposición: es otro SINTAGMA NOMINAL que complementa al núcleo sustantivo, al que va unido sin preposición. Puede
ser especificativa (no va entre comas y permite seleccionar un elemento del conjunto al que pertenece; ej.: su prima la
abogada) o explicativa (va entre comas y se limita a señalar algún aspecto referido al sustantivo, sin que sea necesario
para seleccionarlo de entre el conjunto de elementos al que pertenece; ej.: París, la capital de Francia). Ejs.:
Tu hermano, el arquitecto
Javier López
Cavadas, un famoso cirujano
El príncipe Carlos
La calle Esperanza
Una oración. Ejs.: Las montañas que se ven desde aquí. / Mi coche, que desapareció ayer. / El niño cuyo padre vino ayer.
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Si bien, en ocasiones, el sintagma puede estar formado por una sola palabra, que funciona como núcleo de dicho sintagma.
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b) SINTAGMA ADJETIVAL (S Adj.): tiene como NÚCLEO un ADJETIVO, que puede ir acompañado o no de los siguientes
elementos:
Modificador cuantificador (Mod. Cuant.): acompaña al adjetivo para modificar su significado, según la cantidad en que
se manifieste la cualidad expresada por dicho adjetivo; suele ser un ADVERBIO de CANTIDAD. Ejs.:
Muy ingenuo
Demasiado triste
Bastante pequeño
Nada previsor
Enormemente despistado
Más alegre
Complemento del adjetivo (C Adj.): suele ser un SINTAGMA PREPOSICIONAL que especifica el significado del núcleo del
sintagma adjetival, es decir, del adjetivo. Puede ser, también, una oración introducida por una preposición. Ejs.:
Lento de reflejos
Fácil de recordar
Cercano a esa ciudad
Tonto de remate
Dispuesto a venir conmigo
Residente en Roma
c) SINTAGMA ADVERBIAL (S Adv.): tiene como NÚCLEO un ADVERBIO, que puede ir acompañado o no de los siguientes
elementos:
Modificador cuantificador (Mod. Cuant.): acompaña al adverbio para modificar su significado, según la cantidad en que
se manifieste la circunstancia expresada por dicho adverbio; suele ser un ADVERBIO de CANTIDAD. Ejs.:
Más arriba
Algo lejos
Demasiado pronto
Bastante tarde
Muy bien
Rematadamente mal
Complemento del adverbio (C Adv.): suele ser un SINTAGMA PREPOSICIONAL que especifica el significado del núcleo del
sintagma adverbial, es decir, del adverbio. Puede ser, también, una oración introducida por una preposición. Ejs.:
Lejos de su país
Cerca de aquí
Cerca de ganar la Liga
Delante del coche blanco
Antes de que vinieras
Después de ti
d) SINTAGMA VERBAL (SV): su NÚCLEO es un VERBO y tiene como única y exclusiva función constituir el PREDICADO de la
oración, por lo que su estructura coincide siempre con la de dicho predicado. En cuanto a los elementos que pueden acompañar
al núcleo verbal, los estudiaremos cuando repasemos los complementos verbales (CD, CI, CRV o C Rég., CC, C Ag., Atr., C Pvo.).
e) SINTAGMA PREPOSICIONAL (S Prep.): tradicionalmente, se ha definido como un sintagma nominal introducido por una
preposición, pero ya hemos podido comprobar que, en la práctica, el S Prep. es todo aquel sintagma (ya sea nominal, adjetival o
adverbial) que va introducido por una preposición. Su estructura es la siguiente: Enlace (Prep.) + Término (sintagma introducido por la
preposición) si bien no consideramos el término una función sintáctica, por lo que no creemos pertinente su empleo. Ejs.:
De Valencia
Con mi hermano pequeño
Del programa de televisión
A la ciudad más cercana
A nosotros
Dos conceptos distintos: CATEGORÍA y FUNCIÓN:
No debemos confundir la CATEGORÍA (concepto MORFOLÓGICO que nos permite clasificar las palabras, según su
forma y fuera de un contexto oracional) con la FUNCIÓN (papel SINTÁCTICO que desempeñan las palabras en el contexto de una
oración y en relación con el resto de palabras que componen dicha oración). Así, si se nos propone analizar sintácticamente una
oración, si bien hemos de partir –mentalmente- del previo reconocimiento morfológico de las diversas categorías gramaticales,
deberemos analizar y explicitar las funciones sintácticas que cumplen dichas categorías -no las categorías en sí mismas-.
En este sentido, recordemos que:
Una misma categoría puede desempeñar distintas funciones; ej.: Las plazas de Madrid (CN) / Juan es de Madrid (Atr.)
Una misma función puede estar desempeñada por distintas categorías; ej.: Juan vive cerca (CCL) / Juan vive en Valencia (CCL)
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II. LA ORACIÓN
1. El enunciado y sus clases
Como hemos expuesto en la introducción, cada mensaje que emitimos como hablantes, a partir del código de la
Lengua, se llama ENUNCIADO; como tal, este permite la expresión de un pensamiento completo, es un conjunto autónomo de
palabras que tiene un sentido unitario y que se pronuncia de forma independiente. Podemos distinguir dos TIPOS: frase (carece
de verbo conjugado) y ORACIÓN (contiene un verbo conjugado). De cara al análisis sintáctico, nos centraremos en esta última.
2. Estructura de la ORACIÓN. SUJETO y PREDICADO
2.1. Estructura: básicamente, una oración es la unión de un SINTAGMA NOMINAL (que desempeña la función de SUJETO) y un
SINTAGMA VERBAL (que desempeña la función de PREDICADO). Ej.:
Los montañeros australianos llegaron tarde a la cima
SN (SUJETO)
+
SV (PREDICADO)
2.2. El sujeto:
2.2.1. Definición: es el SINTAGMA NOMINAL cuyo núcleo concuerda en número –y, cuando es posible, en persona- con el
núcleo del SINTAGMA VERBAL y que expresa aquella realidad de la cual se dice o predica algo 2.
2.2.2. Forma: pueden desempeñar la función de sujeto las siguientes categorías y unidades gramaticales:
Un SINTAGMA NOMINAL (formado por un solo núcleo sustantivo, pronominal o sustantivado, o bien
acompañado este por otros elementos; ejs.: Mi hermano mayor llegó ayer. / Marta vive lejos. / Aquellos no me gustan.
Algunos PRONOMBRES PERSONALES TÓNICOS (yo, tú/ vos, usted, él/ ella/ o, nosotros/ as, vosotros/ as, ellos/
as); ejs.: Yo soy tu padre. / Tú no hablas con claridad. / Ella vendrá pronto. / Nosotros queremos más. / Ellos nos engañaron.
En ningún caso pueden desempeñar la función de sujeto ni un pronombre personal átono (me, te, se, nos,
os, se, lo, la, le, los, las, les) ni los tónicos mí, ti, sí, conmigo, contigo, consigo.
Así, en oraciones como: “Me gusta el coche rojo”, el sujeto no puede ser “me” ni “yo” (el sujeto es “el coche
rojo”, porque es el núcleo “color” el que concuerda en 3ª persona del singular con el verbo “gusta”).
Una ORACIÓN; ejs.: Me gusta que me escuches. / Es esencial que ellos presten atención. / Cómo lo hice no te importa.
Cualquier ELEMENTO SUSTANTIVADO (por un artículo); ejs.: Lo barato es caro. / El correr es sano. / Vino un gracioso.
Cualquier CONCEPTO METALINGÜÍSTICO 3; ejs.: “Por” es una preposición. / “Tarde” es un adverbio de tiempo.
El sujeto puede estar formado por dos o más elementos coordinados; en este caso, hablamos de SUJETO
COMPUESTO; ej.: Juan y Alberto fueron a la Universidad.
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A menudo se define el sujeto como la persona o la cosa que realiza la acción del verbo, pero esto no siempre es verdad; por ejemplo , en las
oraciones pasivas, el sujeto no realiza la acción del verbo sino que la padece; ej.: en “Los niños fueron reñidos por el profesor”, el sintagma nominal
que concuerda con el núcleo del predicado (perífrasis verbal “fueron reñidos”) es “Los niños” y estos no realizan la acción de reñir, sino que la
sufren.
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Recordemos que una de las funciones del lenguaje es la metalingüística, que se manifiesta cuando utilizamos el lenguaje para hablar del propio
lenguaje, es decir, es aquella función comunicativa exclusiva de los estudios gramaticales. Por ejemplo, todo el texto que aparece impreso en estas
páginas es metalingüístico, ya que se sirve de la Lengua como código descriptor que permite hablar del funcionamiento de la propia Lengua.
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2.2.3. Reconocimiento 4:
CONCORDANCIA 5 en número –y, a ser posible, en persona- entre su núcleo y el núcleo del predicado (verbo):
o
Señalar el VERBO de la oración; ejs.: El libro grande está sobre la mesa. / Yo estoy aquí. / Me gusta el zumo.
o
Cambiar el NÚMERO del VERBO (si está en singular, pasarlo a plural; si está en plural, pasarlo a singular);
ejs.: * El libro grande están sobre la mesa. / * Yo estamos aquí. / * Me gustan el zumo.
o
Comprobar si, para que se mantenga la concordancia, hay que cambiar el número de otra palabra:

Si tal palabra es el núcleo de un sintagma, dicho sintagma será el sujeto de la oración; en ese caso, tal
vez debamos cambiar también el número de otras palabras que acompañan a dicho núcleo, para que
se mantenga la concordancia interna del sintagma. Si la palabra cuyo número hemos cambiado para
mantener la concordancia con el verbo constituye, en sí misma, un sintagma, dicha palabra es el
sujeto; ejs.: Los libros grandes están sobre la mesa. / Nosotros estamos aquí. / Me gustan los zumos.

Si el sujeto está formado por dos o más elementos coordinados, dicho sujeto concuerda con el verbo
en plural; ejs.: Mi hermano y tu prima se conocieron ayer. / Mi hijo y yo iremos a la reunión. / Tú y él vendréis.
NUNCA va INTRODUCIDO por una PREPOSICIÓN; ej.: en la oración “A mí me gusta el zumo”, el sujeto no puede
ser “A mí”, porque va introducido por la preposición “a”.
En cuanto a su posición, puede aparecer AL PRINCIPIO, EN MEDIO o AL FINAL de la ORACIÓN.
Ejs.: Los viajeros llegaron a la estación. / Llegaron los viajeros a la estación. / Llegaron a la estación los viajeros.
2.2.4. Dos tipos de sujeto: léxico y gramatical. Las oraciones impersonales:
El SUJETO LÉXICO es aquel elemento explícito (sintagma nominal, pronombre personal, etc.) que desempeña la
función de sujeto de la oración; esto es, existe un sujeto léxico cuando el sujeto aparece nombrado en la
oración; ej.: en “El alumno aprobará el examen”, el sintagma nominal “el alumno” es un elemento pronunciado –y,
en este caso, escrito- que realiza la función de sujeto.
En ocasiones, el sujeto de la oración no aparece mencionado (no hay ningún sintagma, pronombre personal,
etc. que asuma esta función), pero podemos deducirlo a partir de las desinencias de número y persona de la
forma verbal que funciona como núcleo del predicado; llamamos SUJETO GRAMATICAL al conjunto de dichas
desinencias verbales que asumen el papel de un sujeto no expresado explícitamente en la oración. Las
oraciones con sujeto léxico tienen, también, por supuesto, sujeto gramatical.
Ej.: en la oración “Vendremos mañana”, no aparece mencionado ningún elemento que realice la función de sujeto, pero la desinencia
del verbo “-mos” hace referencia a una 1ª persona del plural, es un sujeto gramatical que se corresponde con el pronombre personal
“nosotros”; por ello, podríamos decir “(Nosotros) vendremos mañana”. El pronombre personal (en este caso, “Nosotros”) que
podemos deducir a partir del sujeto gramatical se llama SUJETO OMITIDO (S.O.), ya que se trata de un sujeto que, aun existiendo
semánticamente, se omite (no se menciona).
Otras veces, en cambio, no contamos con un sujeto léxico y, desde el punto de vista semántico (por el
significado), tampoco podemos deducir la existencia de un sujeto omitido. En ese caso, estamos ante una
ORACIÓN IMPERSONAL (tales oraciones, semánticamente, carecen de sujeto, son pura predicación de una
realidad extralingüística) y se clasifican en:
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Tradicionalmente, se aconseja, para reconocer el sujeto de la oración, preguntarle al verbo “¿qué?” o “¿quién?”; este sistema, intuitivo y algo
pedestre, no es, en absoluto, científico, por lo que, en principio, no lo recomendamos –si bien, en algún caso extremo, puede resultarnos útil-.
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Debemos tener cuidado con un tipo de concordancia de número entre sujeto y predicado –muy habitual en el registro coloquial- que llamamos
concordancia ad sensum (concordancia por el sentido), cuando el sujeto es un elemento de número singular pero de significado colectivo (gente,
equipo, claustro, consejo, resto, montón, infinidad, mayoría, serie… ); ejs.: El resto pidieron invitaciones. / La mayoría prefieren tu comida.
Este fenómeno es más frecuente cuando el núcleo del sujeto va acompañado, en su sintagma, por un complemento plural; ej.:
El claustro de profesores decidieron aprobar esas medidas.
Un caso especial se produce cuando se otorga valor de conjunción a ciertas preposiciones, lo cual nos pone ante un sujeto compuesto
por dos elementos coordinados; ej.: El tutor con (y) sus alumnos tendrán que solucionar estos problemas.
El fenómeno contrario se da cuando dos sintagmas nominales coordinados entre sí desempeñan la función de sujeto y van pospuestos al
verbo; ej.: ¿Te llamó Pedro o Miguel?
Cuando la función de sujeto es desempeñada por dos o más infinitivos, o bien dos o más proposiciones sustantivas coordinadas, el verbo
siempre concuerda en singular; ejs.: El comer y el rascar es todo empezar. / Que te quedes o que te vayas no tiene importancia.
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o
De fenómeno meteorológico: en efecto, los fenómenos meteorológicos ocurren, sin más, sin que haya un
sujeto que los provoque; ejs.: Llovió mucho ayer. / Mañana nevará en toda la meseta. / Anocheció muy pronto.
No obstante, debemos excluir de la impersonalidad aquellas oraciones en las que, a pesar de enunciarse
un fenómeno meteorológico, este se expresa desde un punto de vista metafórico. Ello puede hacer
posible la existencia de un sujeto gramatical –ya sea este elíptico o no-.
Ejs.: Ayer amanecí cansado (Yo). / Le llovieron las críticas desde todos los sectores.
o
Gramaticalizadas (o gramaticales) con los verbos haber y ser: el verbo “HABER” puede funcionar de dos
modos:
-
Como VERBO AUXILIAR: un verbo auxiliar es aquel verbo semánticamente vacío, carente de
significado léxico, pero que, gramaticalmente, nos permite construir tiempos compuestos, perífrasis,
etc. Cuando el verbo “haber” funciona como verbo auxiliar en un tiempo compuesto (ejs.: he
cantado; habíamos dormido, etc.), la oración NO ES IMPERSONAL.
-
Como verbo SEMÁNTICAMENTE PLENO, el verbo “HABER” expresa existencia de algo o alguien (ejs.:
Hay galletas en el armario. / Hubo muchos participantes en la reunión). En este caso, la oración ES
IMPERONSAL y aquel elemento que, intuitivamente, podemos llegar a creer que es el sujeto es,
realmente, un caso especial de COMPLEMENTO DIRECTO.
Ejs.: en la oración “Hay galletas en el armario”, el sintagma nominal “galletas” no es el sujeto, sino un complemento
directo (CD) que no concuerda en número (“galletas” es plural) con el verbo de la oración (“hay” es singular). Así, nunca
diremos * “Hubieron muchos participantes en la reunión”, ya que “muchos participantes” no es el sujeto y, por tanto, no
ha de concordar con el verbo “haber”.
También estamos ante una oración impersonal cuando el verbo “haber” funciona como verbo
auxiliar en la construcción de una perífrasis verbal de obligación; ej.: Hay que hacer las maletas.
-
Otro caso lo constituyen expresiones temporales con el verbo “ser”, que carecen de sujeto; ej.: Es
tarde. / Es pronto. / Es de día.
o
Reflejas con “se”. Ejs.: Se come bien aquí. (no hablamos de un sujeto determinado; cualquiera que comiera
“aquí” comería bien). / Se trabaja mucho en esta fábrica. (tampoco hablamos de un sujeto en concreto; en
general, hablamos de una acción, la de “trabajar”, que se produce de modo general, sin que se predique
de un sujeto determinado… cualquiera que trabaje en esa fábrica trabaja mucho).
o
d) Eventuales. Son impersonales ocasionales. La impersonalidad depende del contexto. Ej.: Llaman a la
puerta.
Ej.: si un profesor entra en un instituto y pregunta al conserje: “¿Qué hacen mis alumnos de Bachillerato?, claro está que dicho
profesor ha preguntado por un sujeto (“mis alumnos de Bachillerato”); si el conserje responde “No paran de entrar y salir por
la puerta”, dicho enunciado contiene un sujeto omitido por el que ha preguntado el profesor: “(Tus alumnos de Bachillerato)
no paran de entrar y salir por la puerta”. En cambio, si el mismo profesor se dirige al mismo conserje preguntándole “¿Cómo va
la tarde?” y recibe por respuesta “No paran de entrar y salir por la puerta”, dado que el profesor no ha preguntado por ningún
sujeto, en este segundo caso, la oración es IMPERSONAL (EVENTUAL), ya que no hay ningún sujeto sobre el cual se predique la
acción de entrar y salir por la puerta.
Ej.: si en una novela leemos “Los niños, gozosos, celebraban por las calles la Navidad; para pedir el aguinaldo, llamaron a la
puerta”, el enunciado “llamaron a la puerta” es personal porque se refiere a un sujeto “los niños” del que, contextualmente,
hemos hablado antes. En cambio, si suena el timbre de la puerta y alguien dice “Llaman a la puerta”, cognitivamente no
tenemos noción del sujeto del que se dice que “llama a la puerta”… en este caso, estamos ante una oración IMPERSONAL
(EVENTUAL); desconocemos la naturaleza del sujeto de la acción, por lo que no existe tal sujeto.
2.3. El predicado:
2.3.1. Definición: es el SINTAGMA VERBAL que expresa lo que se dice o predica del sujeto, es decir, qué hace el sujeto,
qué es, cómo está o qué le sucede; su núcleo es siempre una forma verbal que ha de concordar con el
núcleo del sujeto.
2.3.2. Estructura:
básicamente, un predicado suele responder a la siguiente estructura:
NÚCLEO (N): es siempre una FORMA VERBAL conjugada que, morfológicamente, puede ser:
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o
Una FORMA VERBAL SIMPLE; ejs.: María vendrá mañana. / Juan es mi primo. / Nosotros te lo proporcionaremos.
o
Una FORMA VERBAL COMPUESTA; ejs.: Hoy he comido tarde. / Aún no habíamos estado aquí. / ¿Has llamado?
o
Una PERÍFRASIS VERBAL: es una construcción constituida por dos o más verbos 6 que se unen para formar
un solo núcleo del predicado con un sentido unitario. El verbo principal (el que aporta el significado léxico
a la perífrasis) va en forma impersonal (infinitivo, gerundio o participio); en cambio, el verbo auxiliar (que
no aporta significado léxico, pero sí los valores gramaticales de tiempo, aspecto, modo, número y
persona) debe aparecer siempre conjugado en forma personal. En algunas perífrasis, el verbo principal y
el auxiliar pueden ir unidos mediante un nexo (preposición o conjunción).
Ej.: en la oración: “Mario va a trabajar en el mercado”, el núcleo del predicado es la perífrasis verbal “va a trabajar”. Si nos
fijamos en la estructura de dicha perífrasis, observaremos que consta, en primer lugar, de un verbo principal que aporta el
significado léxico de la acción descrita (“trabajar”) y que va en forma impersonal (infinitivo); en segundo lugar, hay un verbo
auxiliar (“ir”) conjugado en los valores gramaticales de 3ª persona del singular del presente de indicativo (“va”) y que indica
que la acción de “trabajar” está próxima a realizarse; ambos verbos van unidos por la preposición “a”.
Además, la perífrasis verbal se reconoce por los siguientes rasgos: por un lado, si el predicado contiene
complementos, estos se refieren al verbo principal (al que va en forma impersonal) y no al auxiliar; por
otro, el verbo principal no puede sustituirse por ningún elemento gramatical equivalente.
Ej.: en “Mario va a trabajar en el mercado”, tenemos un complemento (“en el mercado”) que expresa el lugar donde se
desarrolla la acción de “trabajar”, no la de “ir”. Por tanto, “va a trabajar” es una perífrasis verbal. En ca mbio, si decimos
“Mario va a trabajar en coche”, el complemento “en coche” complementa al verbo “ir”, que funciona como núcleo del
predicado (“a trabajar” funciona como un complemento del verbo “ir”, pero no forma con él una perífrasis verbal).
Ej.: en “Pedro viene avisando desde hace tiempo”, “viene avisando” es una perífrasis verbal –y, por tanto, el núcleo del
7
predicado- porque “avisando” no puede sustituirse por un elemento como el adverbio “así” (* “Pedro viene así desde hace
tiempo”) sin que la oración cambie de significado. Pero en “Pedro viene corriendo desde su casa”, “viene corriendo” no es una
perífrasis verbal porque podemos decir “Pedro viene así desde su casa”; el núcleo del predicado será “viene”, mientras que
“corriendo” es una construcción oracional que complementa el significado del núcleo para expresar el modo en que se produce
la acción de “venir”.
Las perífrasis verbales pueden clasificarse según sea su forma impersonal (perífrasis verbales de infinitivo,
gerundio o participio), pero resulta más operativo estudiarlas desde el punto de vista del significado que
aporta el verbo auxiliar; así, los principales tipos de perífrasis verbales se dividen en dos grupos:
a) Aspectuales (indican si la acción verbal está acabada o no):
-
De aspecto perfectivo (la acción está terminada o interrumpida); ejs.:
acabamos de llegar
-
dejará de nevar
ha llegado a ser
De aspecto ingresivo o incoativo (la acción está empezando o a punto de empezar); ejs.:
ha empezado a llorar
va a saltar
se puso a correr
se echó a dormir
-
De aspecto iterativo (la acción se repite); ejs.:
-
De aspecto durativo (la acción está en su desarrollo); ejs.: llevo trabajando
volvió a escribir
solía venir
estamos yendo
b) Modales (indican la modalidad, la actitud del hablante con respecto a la acción principal):
-
De obligación o necesidad; ejs.:
-
De posibilidad, probabilidad, capacitación y permiso; ejs.:
puede llover
6
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deben de ser
tienes que hacer
debes callar
hay que comprender
puedo conducir
A veces se encadenan más de dos verbos –e, incluso, nexos- en una misma perífrasis; ej.: voy a tener que ponerme a estudiar.
Tradicionalmente, las formas verbales no personales (infinitivo, gerundio y participio) pueden funcionar como otro tipo de pa labras. Así, se
entiende que el infinitivo es el sustantivo verbal, ya que suele comportarse sintácticamente como un sustantivo (ej.: en “Correr es sano”, el
infinitivo “correr” funciona como un elemento sustantivo por el que se puede sustituir: “El aceite es sano”); por su parte, el gerundio funciona como
un adverbio verbal (ej.: en “Vino corriendo”, el gerundio “corriendo” opera como un adverbio de modo y, por lo tanto, puede sustituirse por “así”:
“Vino así”); por último, el participio es el adjetivo verbal (ej.: el participio de “aburrir” es “aburrido”, que coincide con el adjetivo “aburrido”).
8
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o
Una LOCUCIÓN VERBAL: es la combinación de uno o más verbos con otro tipo de palabras que, por su uso
constante, se ha fosilizado y tiene un significado unitario, funciona como un solo núcleo verbal. Ejs.:
caer en la cuenta
darse cuenta
tener en cuenta
echar en cara
echar de menos
dar el brazo a torcer
En ocasiones, una locución puede confundirse con una perífrasis, ya que ambas pueden llegar a tener una
estructura muy similar; ej.: en “La fruta se ha echado a perder” o “Juan se dio a conocer aquel día”, los núcleos
del predicado son sendas locuciones verbales pero, en primera instancia, aparentan ser perífrasis de
infinitivo. Para identificar una locución, por tanto, debemos conocer los siguientes rasgos:

En las locuciones que contienen más de un verbo, no hay uno principal y otro auxiliar; ambos forman
un conjunto unitario referido a un sujeto y al que se refieren los posibles complementos.
Ej.: en “Pepe dio a entender su disgusto”, “dio a entender” es una locución, una unidad que se refiere a un sujeto
(“Pepe”); por otro lado, el complemento “su disgusto” no complementa únicamente al verbo que va en forma
impersonal (“entender”), sino a todo el conjunto (“dio a entender”).

En las locuciones verbales no es posible sustituir la forma no personal por otra (en las perífrasis sí).
Ej.: “echar a perder” es una locución porque no es posible sustituir “perder” por “ganar” u otro verbo.
Ej.: “tener que hacer” es una perífrasis porque “hacer” puede sustituirse por “ir”, “decir”, “comer”…

Las locuciones verbales, normalmente, se pueden expresar con un solo verbo; esto nunca es posible
en las perífrasis; ejs.: las locuciones “echar a perder” → “estropear” / “dar a entender” → “insinuar”.
MODIFICADOR ORACIONAL (Mod.): es un ADVERBIO o LOCUCIÓN ADVERBIAL de AFIRMACIÓN (Mod. Afirm.:
sí, también…), NEGACIÓN (Mod. Neg.: no, tampoco…), DUDA (Mod. Duda: quizás, acaso, tal vez…) o DESEO
(Mod. Deseo: ojalá…) que refuerza o modifica el significado del verbo aportando un valor modalizador.
COMPLEMENTO: es un elemento gramatical que complementa o sitúa la información aportada por el verbo; es,
por tanto, un complemento del verbo dentro del sintagma verbal (esto es, dentro del predicado). En un mismo
predicado puede haber varios complementos (CD, CI, CRV o C Rég., CC, C Ag., Atr., C Pvo.).
2.3.3. Dos tipos de predicado: nominal y verbal:
El PREDICADO NOMINAL (PN): expresa una CUALIDAD o ESTADO que se dice del SUJETO. Su estructura es:
VERBO COPULATIVO + ATRIBUTO (+ COMPLEMENTOS)
Ej.: [Mi hermano mayor] (SUJETO) [es (VERBO COPULATIVO) muy paciente (ATRIBUTO)] (PREDICADO NOMINAL)
El núcleo del predicado nominal es un verbo copulativo (o semicopulativo), acompañado de un atributo. Este
predicado puede llevar, además, ocasionales complementos circunstanciales (ej.: Javier está feliz en Navidad),
rara vez un complemento indirecto (ej.: Sara me resulta simpática) y nunca un complemento directo.
o Los VERBOS COPULATIVOS son aquellos verbos semánticamente vacíos (carentes de significación) cuya
única función es la de establecer la unión (cópula) entre un sujeto y un atributo suyo. Son verbos
copulativos: ser, estar, parecer, resultar, semejar 8… pero también perífrasis verbales en las que el verbo
principal (el que va conjugado en forma impersonal) es copulativo o semicopulativo (ejs.: llegar a ser, llegar
a parecer, deber ser, deber de ser, deber de estar, tener que ser, seguir siendo…).
 Los verbos copulativos por excelencia son ser y estar, pero no siempre funcionan como copulativos (no
siempre unen un sujeto con su atributo); ejs.: Juan está en clase. (no hay atributo, “en clase” no es una
cualidad que predicamos del sujeto). / La guerra fue con Francia. (“con Francia” no es un atributo de “La
guerra”). En tales casos, estos verbos no se comportan como copulativos, sino como predicativos.
o El ATRIBUTO es un rasgo, una característica, un estado o cualidad que se predica del sujeto. De hecho, en
sentido general, el D.R.A.E. define “atributo” como “cada una de las cualidades o propiedades de un ser”. El
atributo, por tanto, expresa una forma de ser o estar la realidad (esa realidad es el sujeto).
8
Realmente, los únicos verbos copulativos son “ser” y “estar”; “parecer”, “resultar”, “semejar”, etc. son verbos semicopulativos, no carecen de
significado pero funcionan sintácticamente como verbos copulativos, uniendo un sujeto con su atributo.
9
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 Forma: pueden desempeñar la función de atributo las siguientes unidades gramaticales:
-
Un SINTAGMA ADJETIVAL; ejs.:
Juan es simpático. / Pepe parece más alto. / Pedro estaba muy emocionado. / Mi tío es tonto de capirote.
-
Un SINTAGMA NOMINAL; ejs.:
Su marido es médico. / Paco es nuestro profesor. / El Mulhacén es el pico más alto de la Península Ibérica.
-
Una CONSTRUCCIÓN PREPOSICIONAL; ejs.:
Su novia es de Madrid. / Esta pera parece de plástico. / Francisco es de los que se lo piensan.
-
Un ADVERBIO de MODO; ej.: Juan es así.
-
Un PRONOMBRE; ejs.: Juana lo es. / ¿Quién es Juana?/ Yo soy esa.
-
Una CONSTRUCCIÓN de INFINITIVO; ej.: Querer es poder.
-
Una ORACIÓN de RELATIVO: Yo soy el que te escribía aquellas cartas.
 Reconocimiento:
-
Semánticamente, expresa una cualidad o rasgo del sujeto que, sintácticamente, se une a él a
través de un verbo copulativo.
-
Al carecer el verbo copulativo de significado, si eliminamos el atributo, la oración resulta
semánticamente incompleta y sintácticamente agramatical; ejs.:
María es pianista. → * María es. / Él parece un millonario. → * Él parece. / Pedro está alegre. → * Pedro está.
-
Se puede sustituir por el pronombre neutro “lo”; ejs.:
Él está cansado. → Él lo está. / Juan parece uno de esos anunciantes que salen en la tele. → Juan lo parece.
-
Cuando el atributo es un sintagma nominal o adjetival, su núcleo suele concordar en género y
número con el núcleo del sujeto; ejs.: Tu hijo es muy listo. / Mi hermano es profesor de matemáticas.
-
En aquellos casos en los que, tanto sujeto como atributo sean sintagmas nominales debidamente
concretados, se suele considerar atributo el elemento que aparece en segundo lugar; ejs.:
La capital de España es Madrid (el sujeto es “La capital de España” y el atributo “Madrid”).
Madrid es la capital de España (el sujeto es “Madrid” y el atributo “la capital de España”).
Raquel es la hermana de Ernesto (el sujeto es “Raquel” y el atributo “la hermana de Ernesto”).
La hermana de Ernesto es Raquel (el sujeto es “La hermana de Ernesto” y el atributo “Raquel”).
El PREDICADO VERBAL (PV): expresa una acción o proceso que realiza el sujeto o que le afecta. Su estructura:
VERBO PREDICATIVO CUALQUIERA + (COMPLEMENTOS)
Ej.: [Mi hermano mayor] (SUJETO) [canta (VERBO PREDICATIVO) en el coro de la iglesia (COMPLEMENTO)] (PREDICADO VERBAL)
El núcleo del predicado verbal es un verbo predicativo, que puede ir acompañado o no de complementos.
o Los verbos predicativos son aquellos semánticamente plenos (dotados de significado) y expresan acciones o
procesos. Son todos menos los que son copulativos (ser, estar, parecer, resultar, semejar, llegar a ser…). Por
tanto, la mayoría de los predicados son predicados verbales.
10
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2.3.4. Los complementos verbales: como hemos visto, el verbo, como núcleo del sintagma verbal (que cumple la función
de predicado) puede ir acompañado de uno o más complementos que completan o enmarcan la información
aportada por el verbo; ej.:
El payaso regalaba / caramelos de fresa / a los niños / en la feria / todos los fines de semana.
El predicado de esta oración es “regalaba caramelos de fresa a los niños en la feria todos los fines de semana”; “regalaba” es el núcleo
verbal y va acompañado de cuatro complementos que añaden informaciones o matizan el significado de dicho núcleo: “caramelos de
fresa” nos indica qué es lo que era regalado; “a los niños” expresa quién se beneficiaba indirectamente de la acción de regalar; “en la
feria” precisa en qué lugar se producía dicha acción y, por último, “todos los fines de semana” nos indica el tiempo.
2.3.4.1. El COMPLEMENTO DIRECTO (CD): es el complemento verbal que nombra aquel elemento sobre el que
recae directamente la acción del verbo; ej.: en la oración “El payaso regalaba caramelos de fresa a los niños en
la feria todos los fines de semana”, “caramelos de fresa” es el elemento sobre el que recae directamente la
acción del verbo “regalar”, es aquello que es regalado.
Forma: pueden desempeñar la función de CD las siguientes unidades gramaticales:
o Un SINTAGMA NOMINAL; ejs.: Inés pintó un cuadro muy bonito ayer. / Mañana visitaremos Burgos.
o Un PRONOMBRE PERSONAL ÁTONO (me, te, se, nos, os, lo, la, los, las y, como veremos, en
algunas ocasiones, le, les); ejs.: David lo vio. / Abrázame. 9 / Pepe te insultó. / ¿Nos saludarás?
o Una ORACIÓN SUBORDINADA; ejs.: Quiero que vengas. / No sé cuándo iré. / ¿Recuerdas qué día es?
o Una CONSTRUCCIÓN PREPOSICIONAL: la única preposición que puede introducir un CD es la
preposición “a”, y siempre que dicho CD se refiera a un ser humano debidamente determinado o
a una cosa o animal personificados por la intención comunicativa del hablante o la naturaleza
semántica del verbo. Ejs.:
Decimos “Llevo una caja de fruta en mi furgoneta”, pero no * “Llevo tu hermano en mi furgoneta”, sino “Llevo a tu
hermano en mi furgoneta”, ya que “tu hermano” es un ser humano concreto, debidamente determinado.
Obsérvese que hay una diferencia entre decir “Quiero mi gato” y “Quiero a mi gato”; en el primer caso, el CD se
refiere a un animal que no hemos personificado, sino que tratamos como un objeto que nos ha sido arrebatado y
estamos reclamando (del mismo modo que diríamos “Quiero mi lápiz”), mientras que en el segundo, empleamos el
verbo “querer” como sinónimo de “amar” y la proyección de dicho sentimiento sobre “el gato”, de algún modo, lo
personifica, por lo que debemos introducir el CD mediante la preposición “a”.
Por el contrario, decimos “Se busca camarero” y no * “Se busca a camarero”, ya que el ser humano que es buscado
no es concreto, no está debidamente determinado; por lo tanto, deberemos prescindir de la preposición “a”.
Reconocimiento:
o SUSTITUCIÓN por los pronombres átonos lo, la, los, las.10 Este pronombre debe concordar en
género y número con el núcleo del sintagma que funciona como CD.
Ejs.: “He roto tu lápiz”. → “Lo he roto”. / “Vimos a tus sobrinas”. → “Las vimos”.
o
TRANSFORMACIÓN a PASIVA: si se transforma en pasiva una oración activa que contiene un CD,
este se convierte en sujeto paciente de la oración pasiva.
Una oración ACTIVA es aquella en la que el sujeto realiza la acción del verbo (es activo); ej.: en la
oración “El profesor explicó el tema”, tenemos un sujeto (“El profesor”, cuyo núcleo concuerda en
número y persona con el del predicado) que realiza la acción expresada por el verbo, es un sujeto
activo.
Por el contrario, una oración PASIVA es aquella en la que el sujeto no realiza la acción del verbo
(no es activo), sino que la recibe o sufre (es un sujeto paciente), lo cual se expresa a través de un
núcleo verbal formado por la perífrasis ser + participio; ej.: en la oración “El tema fue explicado por
9
Obsérvese que, cuando el pronombre personal átono va en posición enclítica (detrás del verbo), va unido al verbo formando una sola palabra.
10
Este procedimiento no es del todo concluyente, ya que existe un fenómeno llamado leísmo que puede llevarnos a confusión: en ocasiones,
empleamos los pronombres le, les como complemento directo (ejs.: Ayer le vi. / Ayer les vi.); es lo que llamamos leísmo. Este uso inadecuado del
pronombre le es admitido por la R.A.E. tan sólo cuando el CD se refiere a un ser humano masculino singular; ej.: en la oración “Vi a tu primo”, el CD
“a tu primo” puede sustituirse, tanto por “lo” como por “le” (“Lo vi” o “Le vi”, ambas formas son correctas); en cambio, en “Vi a tus primos”, no es
correcto decir * “Les vi”; tampoco se admite, en “Vi a tu prima”, decir * “Le vi”, ni en “Abrir el libro”, “Le abrí”.
11
Andrés Gómez Arigita. Dpto. Lengua castellana y Literatura (I.E.S. Conselleria)
el profesor”, el sujeto que concuerda con el verbo es “ El tema”, pero este no realiza la acción de
explicar, sino que la recibe directamente; este hecho viene expresado a través de la perífrasis
verbal ser (fue) + participio (explicado), que funciona como núcleo del predicado.
Toda oración activa que contenga un CD se puede expresar, también, en forma pasiva; de este
modo, si el CD de una oración activa es aquel elemento sobre el que recae directamente la
acción del verbo, cuando transformemos dicha oración en pasiva, el CD ha de convertirse,
forzosamente, en el sujeto paciente que recibe directamente la acción del verbo 11.
Ej.: la oración activa “El profesor explicó el tema” contiene un CD (“el tema”), que es aquel sobre el que recae
directamente la acción de explicar (es aquello que es explicado); por ello, podemos expresar este enunciado de
forma pasiva: “El tema fue explicado por el profesor”, en que el CD de la oración activa (“el tema”) ha pasado a ser
el sujeto paciente que recibe directamente la acción de explicar (expresada por la perífrasis verbal “fue explicado”).
Ej.: lo mismo ocurre en “El profesor riñó a los alumnos”; el CD de esta oración activa es “a los alumnos”, por lo que,
si expresamos este enunciado de forma pasiva: “Los alumnos fueron reñidos por el profesor”, el sujeto paciente
pasa a ser el sintagma “Los alumnos”, que ha perdido la preposición “a” (recordemos que el sujeto nunca puede ir
introducido por una preposición).
Todo ello nos invita a resumir: el CD de una oración activa es el sujeto paciente de su
correspondiente pasiva.
o
Un PREDICADO NOMINAL (verbo copulativo + atributo) nunca puede contener un CD. En efecto,
hemos definido el CD como aquel elemento sobre el que recae directamente la acción del verbo;
dado que el núcleo verbal de un predicado nominal es copulativo (carece de significado léxico y
no expresa acción alguna), en dicho tipo de predicado no existe acción alguna que pueda recaer
sobre ningún CD.
2.3.4.2. El COMPLEMENTO INDIRECTO (CI): es el complemento verbal que designa aquel elemento sobre el que
recae indirectamente la acción del verbo, el destinatario de dicha acción, aquel que, indirectamente,
recibe el daño o provecho de la acción del verbo; ej.: en la oración “El payaso regalaba caramelos de fresa a los
niños en la feria todos los fines de semana”, “a los niños” es un sintagma que nos indica quién se beneficia
indirectamente del hecho de que el payaso regale caramelos de fresa.
Forma: pueden desempeñar la función de CI las siguientes unidades gramaticales:
o CONSTRUCCIÓN PREPOSICIONAL INTRODUCIDA SIEMPRE por la PREPOSICIÓN “A”
de:
-
12
seguida
Un SINTAGMA NOMINAL (en este caso, el CI puede duplicarse opcionalmente con un
pronombre personal átono me, te, le, nos, os, se, les; esta duplicación se exige siempre en
el caso de que este sintagma se anteponga al verbo: “A mí me gustan las flores”); ejs.:
Traje un pastel a mi amigo. / Daré mi libro a Juan. / Me dieron el dinero a mí. / No lo cuentes a nadie.
-
Una ORACIÓN SUBORDINADA; ejs.:
No di importancia a que no vinieras. / Daremos un premio a quien llegue antes.
o Un PRONOMBRE PERSONAL ÁTONO (me, te, le, nos, os, se, les); ejs.:
Me dieron un premio. / Te lanzaré el balón. / Le mandaste una carta a Felipe. / Cuéntanos 13 la verdad.
11
Ya hemos apuntado que el núcleo del predicado de una oración pasiva tiene siempre la forma de la perífrasis verbal ser + participio. No
olvidemos que el significado léxico de una perífrasis verbal lo aporta el verbo conjugado en forma impersonal; de este modo, en una oración pasiva,
la acción sufrida por el sujeto viene expresada por el participio; ej.: en la oración “El tema fue explicado por el profesor” es el participio (“explicado”)
el que expresa léxicamente la acción realizada que sufre el sujeto (“El tema”).
12
Tradicionalmente, se ha entendido que las preposiciones que pueden introducir un CI son “a” o “para”; moderna mente, se entiende que los
sintagmas introducidos por la preposición “para” y que designen el destinatario de la acción deben analizarse –como veremos- como Complemento
Circunstancial de Destinatario (CC Destin.).
13
Obsérvese, de nuevo, cómo el pronombre enclítico se funde con el verbo formando una sola palabra.
12
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Reconocimiento:
o SUSTITUCIÓN por los pronombres átonos le, les 14. Este pronombre debe concordar en número
con el núcleo del sintagma que funciona como CI.
Ejs.: Entrega el informe a tu jefe. → Entrégale el informe.
El profesor explicó la lección a los niños. → El profesor les explicó la lección.
o
Siempre va INTRODUCIDO por la PREPOSICIÓN “A”, salvo cuando se trata de un pronombre
personal átono (me, te, le, nos, os, se, les); ejs.: Di la razón a Daniel. / Nos dieron la razón.
o
Si la oración contiene un CD desempeñado por un pronombre personal átono lo, la, los, las, el CI
no se sustituye por le, les, sino por el pronombre “se”, que siempre ha de preceder al pronombre
que funciona como CD. Este recurso permite evitar la llamada cacofonía entre dos pronombres
juntos que suponen la duplicación malsonante del fonema lateral /l/; ej.: en la oración
“Entregaron el premio a los ganadores”, tenemos un CD (“el premio”) que puede sustituirse por el
pronombre átono “lo” (“Lo entregaron a los ganadores”); si también sustituimos el CI por el
pronombre átono correspondiente, la oración sería cacofónica (* “Les lo entregaron”), lo cual
obliga a reemplazar el CI por “se” (“Se lo entregaron”).
o
Si transformamos la oración en pasiva, el CI permanece invariable; ej.:
El padre dio el dinero a su hijo. → El dinero fue dado por el padre a su hijo.
2.3.4.3. El COMPLEMENTO CIRCUNSTANCIAL (CC): es el complemento verbal que expresa una condición o
circunstancia en la que se desarrolla la acción (o estado o proceso) del verbo; ej.: en la oración “El payaso
regalaba caramelos de fresa a los niños en la feria todos los fines de semana”, “en la feria” es un sintagma que nos
indica el lugar en el que se desarrollaba la acción de regalar, mientras que “todos los fines de semana”
puntualiza la circunstancia de tiempo en que se producía dicha acción.
Clasificación:
o Tiempo (CCT): Ayer vino el cartero. / Las clases empezarán dentro de unos días. / Llegas tarde.
o Lugar (CCL): Había allí demasiada gente. / Mi grupo tocará en un pequeño auditorio. / Eva vive arriba.
o Modo (CCM): Haz el ejercicio con paciencia. / No hablas correctamente. / Yo no camino así.
o Cantidad (CC Cant.): Este verano he viajado mucho. / Trabajas poco. / Comió abundantemente.
o Compañía (CC Comp.): Ven conmigo al concierto. / Ayer estuve aquí con tu hermano. / Iré sin ti.
o Instrumento (CC Instr.): Hice los deberes con este bolígrafo. / Se golpeó con el mueble de la cocina.
o Causa (CC Causa): Se alegró mucho por tu ascenso. / Celebró una fiesta con motivo de su cumpleaños.
o
Finalidad (CC Fin.): Te lo regalaré para tu alegría. / No vine para esto. / Madrugaré para ir a trabajar.
o
Destinatario (CC Destin.): Lo he traído para tu tía. / Ha llegado este paquete para ti.
o
Además, existen otros complementos circunstanciales con significado concesivo (“Tu amigo vino a
la reunión a pesar de su desacuerdo”), condicional (“Lo haré con una condición”), etc.
Forma: pueden desempeñar la función de CC las siguientes unidades gramaticales:
o UN SINTAGMA ADVERBIAL; ejs.: Llegaremos tarde. / Vives muy lejos. / Ocurrió cerca de aquí.
o Una CONSTRUCCIÓN PREPOSICIONAL formada por una PREPOSICIÓN cualquiera seguida de:
-
Un SINTAGMA NOMINAL; ejs.: Iremos a tu casa. / Luis vive en Bilbao. / Lo hice por él. / Llegó una
carta para ti. / Llegaremos tarde por tu culpa. / He de viajar hasta la ciudad más lejana del país.
-
Una ORACIÓN SUBORDINADA; ejs.: Te llamaré para que vayas. / Se fue con el que le cayó mejor.
o Un SINTAGMA NOMINAL; ejs.: Venía los jueves. / Aquellos años vivieron en Barcelona.
o
Una ORACIÓN SUBORDINADA; ejs.: Tu amigo llegó cuando te fuiste. / No iré porque estoy cansado.
o ATENCIÓN: un SINTAGMA ADJETIVAL NUNCA puede cumplir la función de CC.
14
De modo similar a lo que ocurría con el leísmo, en ocasiones, en el registro coloquial caemos en los llamados loísmo y laísmo, esto es, el empleo
de los pronombres personales átonos lo, la, los, las como CI (* La dije la verdad.). Este uso es totalmente incorrecto y no lo acepta la R.A.E.
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Reconocimiento:
o Muchos complementos circunstanciales (CCT, CCL, CCM) se pueden sustituir por un adverbio:
Ejs.: Llegó al tercer día. → Llegó entonces. / Viviré en tu casa. → Viviré allí. / Hazlo con cariño → Hazlo así.
o Una oración puede contener varios complementos circunstanciales; ej.:
Iré mañana en coche con mi hermano al ayuntamiento para la tramitación de su certificado.
o Puede eliminarse de la oración sin que esta resulte agramatical; ej.:
Beatriz trabaja mucho todos los días en el banco → Beatriz trabaja.
2.3.4.4. El COMPLEMENTO DE RÉGIMEN VERBAL (CRV o C Rég.): es un complemento del verbo introducido
siempre por una preposición y exigido por dicho verbo para completar su significación; ejs.: Juan se
arrepintió de su decisión. / ¿Aún crees en las hadas? / Nuestro triunfo depende de tu esfuerzo. / Me decido por el azul.
En principio, sin este complemento la oración resulta incorrecta o cambia de sentido. Si bien, en algunos
casos, el CRV se presupone o puede deducirse del contexto, por lo que no es necesario mencionarlo.
Ejs.: Ya no me acuerdo de aquello. → Ya no me acuerdo. / No te rías de mí. → No te rías.
Forma: pueden desempeñar la función de CRV las siguientes unidades gramaticales:
o
Una CONSTRUCCIÓN PREPOSICIONAL formada por una PREPOSICIÓN seguida de:
-
Un SINTAGMA NOMINAL; ejs.:
Te confundí con tu padre. / Tu trabajo carece de valor. / Confía en mí. / Me arrepiento de aquello.
-
Una ORACIÓN SUBORDINADA; ejs.:
Te informo de que tienes que estudiar más. / Me niego a asumir esa responsabilidad.
Reconocimiento:
o
Siempre va introducido por una PREPOSICIÓN.
o
SUSTITUCIÓN por una estructura formada por la PREPOSICIÓN que introduce el CRV seguida de
un pronombre tónico (ej.: “eso”); ejs.:
Me dedico a la enseñanza. → Me dedico a eso. / Me arrepiento de lo que te dije. → Me arrepiento de eso.
o
NO es SUSTITUIBLE por los pronombres átonos lo, la, le, los, las, les, se; ejs.:
Me avergüenzo de mi actitud. → * Me lo avergüenzo. / Confiamos en su trabajo. → * Lo confiamos.
o
En ausencia de un contexto, su eliminación hace que la oración resulte agramatical o cambie de
significado; ejs.:
Mi decisión depende del resultado. → * Mi decisión depende. / El libro trata sobre cocina. → * El libro trata.
o
Puede aparecer junto a otros complementos e, incluso, en oraciones pasivas; ejs.:
Separemos la verdad de la mentira. / Preciso de tu apoyo para ello. / Ellos fueron informados de tu decisión.
Verbos que suelen construirse con CRV:
Arrepentirse (de), avergonzarse (de), carecer (de), coincidir (con/ en), confiar (en), contar (con), creer
(en), dedicarse (a), depender (de), desistir (de), disponer (de), entretenerse (con), negarse (a), pensar
(en), preocuparse (por/ de), prescindir (de), quejarse (de), tender (a), tratar (de/ sobre), versar
(sobre)…
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2.3.4.5. El COMPLEMENTO AGENTE (C Ag.): en las oraciones pasivas, es el complemento que designa aquel
elemento que realiza la acción que recibe un sujeto paciente. Por lo tanto, si transformamos una oración
pasiva en activa, el C Ag. de la oración pasiva se convertirá en sujeto de la activa; ej.:
El tema fue explicado por el profesor (PASIVA). → El profesor explicó el tema (ACTIVA).
Forma y reconocimiento: el C Ag. es siempre una CONSTRUCCIÓN PREPOSICIONAL introducida por
la PREPOSICIÓN “POR” (“El ladrón fue detenido por la policía”), por las LOCUCIONES PREPOSICIONALES
“POR PARTE DE” o “POR OBRA (Y GRACIA) DE” (“Las medidas disciplinarias fueron aprobadas por parte de
todo el claustro”) y rara vez por la PREPOSICIÓN “DE” (“Era conocida de todos su fuerza de voluntad”).
Aparece normalmente en oraciones pasivas y, como hemos apuntado, se convierte en sujeto activo
cuando transformamos dicha pasiva en activa. Ello nos permite no confundir este complemento con
un CC (ej.: en la oración “Andaremos descalzos por el parque”, la construcción preposicional “por el
parque”, si bien va introducida por la preposición “por”, no es un C Ag., ya que no designa el
elemento que realiza la acción del verbo ni la oración tiene un significado pasivo).
2.3.5. Los complementos del verbo y del sustantivo: algunos complementos presentes en el predicado dependen del
verbo, pero también complementan a un núcleo sustantivo con el que concuerdan en género y número. Son:
2.3.5.1. El ATRIBUTO (Atr.): ya lo hemos estudiado, a propósito del predicado nominal.
2.3.5.2. El COMPLEMENTO PREDICATIVO (C Pvo.): en ocasiones, un atributo del sujeto puede ir unido a él, no a
través de un verbo copulativo, sino por medio de un verbo predicativo. Este atributo concuerda en género
y número con el sujeto y complementa, a la vez, el significado del verbo.
Ej.: en la oración “El toro cayó muerto”, el sintagma adjetival “muerto” es un atributo (una cualidad, un estado) del sujeto “El
toro” (con el que concuerda en género masculino y número singular) y va unido a él a través de un verbo predicativo (“cayó”)
cuyo significado complementa, para indicarnos el modo (cómo “cayó”). ATENCIÓN: recordemos que un sintagma adjetival
nunca puede funcionar como complemento circunstancial; aunque el adjetivo “muerto” exprese el modo en que se desarrolla
la acción verbal, nunca deberemos analizarlo como CC de Modo, sino como Complemento Predicativo (C Pvo.).
Forma: pueden desempeñar la función de C Pvo. las siguientes unidades gramaticales:
o Un SINTAGMA ADJETIVAL; ejs.:
Julio vino muy contento a la reunión. / Ana sonrió feliz. / Pedro, satisfecho, nos habló de su trabajo.
o Una CONSTRUCCIÓN PREPOSICIONAL formada por la PREPOSICIÓN “DE” (o el adverbio “COMO”
con valor preposicional) seguida de un SINTAGMA NOMINAL. No confundir con un CRV; ej.:
Pedro trabaja como profesor en una escuela de adultos. / Sergio juega de delantero centro.
Reconocimiento:
o Aparece siempre con VERBOS PREDICATIVOS (semánticamente plenos).
o Si es un SINTAGMA ADJETIVAL, su núcleo concuerda en género y número con el núcleo del
SINTAGMA NOMINAL al que complementa; ejs.:
Carlos llegó cansado a casa. / Sara llegó cansada a casa.
Carlos llegó muy contento a casa. / Sara llegó muy contenta a casa.
2.3.5.2.1. El COMPLEMENTO PREDICATIVO DEL COMPLEMENTO DIRECTO (C Pvo. del CD): en ocasiones,
el C Pvo., además de complementar al verbo, funciona como atributo, no del sujeto, sino de un
CD. Es lo que llamamos C Pvo. del CD; ejs.:
Ej.: en la oración “Tus amigos vieron contenta a María” hay un CD (“María”), del que se expresa una cualidad o
atributo (“contenta”; obsérvese que “contenta” no complementa ni concuerda con el sujeto “Tus amigos”, sino
con el CD “María”) que, a su vez, complementa el significado de un verbo predicativo (“vieron”); el sintagma
adjetival “contenta”, por lo tanto, es un C Pvo. del CD.
Ej.: lo mismo ocurre en “Encuentro tu propuesta muy interesante”; hay un CD (“tu propuesta”) al que se atribuye
una cualidad (“muy interesante”) que complementa, a su vez, al verbo predicativo (“Encuentro”).
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Forma: pueden desempeñar la función de C Pvo. del CD:
o
Un SINTAGMA ADJETIVAL; ejs.:
Notamos a Marta un poco triste. / Traje envuelto un regalo. / Entregaré relleno el impreso.
o
Un SINTAGMA NOMINAL; ejs.:
Han nombrado director a Juan. / Te han elegido capitán del equipo.
o
Una ORACIÓN SUBORDINADA; ejs.:
Ayer te vi venir del colegio. / La policía descubrió al ladrón entrando en la casa.
III. EL ANÁLISIS SINTÁCTICO
1. Las funciones sintácticas
Ya hemos apuntado que las funciones sintácticas son los papeles sintácticos que desempeñan las categorías dentro
de una oración. Dentro de tales funciones, podemos distinguir tres tipos:
1.1. ORACIONALES: las funciones oracionales son el SUJETO y el PREDICADO. Ejs.:
Tu madre es muy simpática. / La promesa de nuestro jefe nos ilusionó a todos. / A mí me gusta el zumo de limón.
Sujeto
Predicado
Sujeto
Predicado
Predicado
Sujeto
1.2. DE SINTAGMA: son aquellas funciones que desempeñan los componentes de un determinado sintagma (palabras u otros
sintagmas) en el interior de dicho sintagma. En este sentido, debemos distinguir entre palabras o sintagmas dentro de:
Un SINTAGMA VERBAL: en el interior de este sintagma (que, recordemos, coincide con el predicado de la oración),
podemos encontrar palabras o sintagmas que desempeñen las funciones de NÚCLEO, MODIFICADOR y
COMPLEMENTO (CD, CI, CRV, CC, C Ag., Atr., C Pvo.):
Un SINTAGMA NOMINAL, ADJETIVAL, ADVERBIAL o PREPOSICIONAL: en el interior de estos tipos de sintagma
podemos encontrar palabras o sintagmas desempeñando las funciones de núcleo y demás componentes que pueden
acompañar o no a dicho núcleo. En efecto, en el ejemplo anterior, hemos identificado las diferentes funciones
sintácticas que cumplen los diversos sintagmas dentro de un sintagma verbal, pero si analizamos el SV en un nivel
mayor de concreción, tenemos que, además del núcleo verbal (“entregó”):
o
“la notificación” (que cumple la función de CD dentro del sintagma verbal) es un SINTAGMA NOMINAL (su NÚCLEO es el sustanti vo
“notificación”, que va acompañado del DETERMINANTE “la”).
o
“al juez” (que cumple la función de CI dentro del sintagma verbal) es un SINTAGMA PREPOSICIONAL (va introducido por la
PREPOSICIÓN “a”, que desempeña la función de ENLACE y forma una contracción con el DETERMINANTE “el” para presentar el
NÚCLEO “juez”).
o
“esta mañana” (que cumple la función de CCT dentro del sintagma verbal) es un SINTAGMA NOMINAL (su NÚCLEO es el sustantivo
“mañana”, que va acompañado del DETERMINANTE “esta”).
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De este modo, entenderemos el análisis sintáctico como un juego de muñecas rusas; así, trataremos de analizar,
palabra por palabra, cada uno de los componentes de la oración (desde las funciones oracionales se SUJETO y
PREDICADO hasta las funciones de sintagma que operan, tanto dentro de sujeto y predicado, como en el interior de
tales funciones de sintagma), siendo conscientes de que podemos encontrar sintagmas anidados en otros sintagmas,
dentro de los cuales desempeñan una función sintáctica:
1.3. EXTRAORACIONALES: son las funciones que desempeñan determinados elementos sobre la oración completa y no sobre
alguno de sus componentes. Se encuentran fuera de la oración y modifican, complementan, amplían o restringen el
significado, no de un solo componente, sino de toda la oración.
Forma y posición: podemos encontrarlos al principio, a mitad o al final de la oración, siempre separados por comas:
Desgraciadamente, no pudo ir al convite. / No pudo, desgraciadamente, ir al convite. / No pudo ir al convite, desgraciadamente.
Tipos:
o
o
VOCATIVO (Voc.).: elemento de llamada (apelativo) que permite reclamar la atención del oyente. No debe confundirse con el sujeto;
ejs.: Julio, pásame (tú) la sal. / Hijo mío, no te preocupes (tú). / ¡Ven (tú) aquí, sinvergüenza!
ATRIBUTO ORACIONAL: es un adverbio o locución adverbial que permite valorar lo que se dice en la oración.
Ej.: en la oración “Felizmente, vivió muchos años”, el adverbio “felizmente” no funciona como CC de Modo, no nos permite decir
cómo se produce la acción de vivir, sino que nos permite valorar como un hecho feliz el que alguien viviera muchos años. En cambio,
si enunciamos “Vivió felizmente muchos años”, “felizmente” sí que funciona como CCM, indica cómo se produce la acción de vivir.
o
TÓPICO o TEMA: elemento que, al principio de la oración, anuncia aquello de lo que se va a hablar.
Con respecto a lo que me preguntas, no sé qué decirte. / Arguiñano, ese sí que es un buen cocinero. / En cuanto a ti, no hablemos.
o
COMPLEMENTO DE LA ENUNCIACIÓN: elemento que expresa la actitud moral del hablante con respecto a su enunciado; ejs.:
Sinceramente, me quedé de piedra. / Con franqueza, no sé qué pensar. / En honor a la verdad, fue así.
o
CIRCUNSTANTE: ejerce de complemento circunstancial de toda la oración aportando valores condicionales, concesivos, causales,
finales, etc.
Ejs.: En ese caso, me quedaré. (condicional) / A pesar de mi desacuerdo, iré a la reunión. (concesivo).
2. Pautas para el análisis sintáctico de la oración simple
a)
b)
c)
d)
e)
Localizar el núcleo del predicado (forma verbal).
Localizar el sujeto mediante la prueba de concordancia de número (y persona) con el verbo. Identificar el núcleo de dicho sujeto y analizar la
estructura restante mediante la identificación de las funciones de sintagma que operan en su interior.
Identificar (si los hay), por este orden, los complementos del verbo en el predicado: CD, CI, CC (identificar su tipo), CRV, C Pvo. y C Ag. Si el verbo
es copulativo, localizar el atributo (Atr.). A partir de aquí, distinguir entre PREDICADO NOMINAL (PN) y PREDICADO VERBAL (PV).
Analizar la estructura interna de los sintagmas que funcionan como complementos verbales.
Clasificar la oración según el dictum y el modus, como veremos en el siguiente punto.
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IV. LA CLASIFICACIÓN DE LAS ORACIONES.
Cuando un hablante emite un enunciado, debemos distinguir entre lo que dice (dictum, que se manifiesta en el
contenido y la naturaleza morfosintáctica de dicho enunciado) y su actitud ante lo que dice (modus, es decir, la modalidad del
enunciado). En este sentido, el análisis sintáctico de una oración no está completo sin haber clasificado dicha oración según el
dictum y el modus.
A. Clasificación de las oraciones según el dictum
1. Según tengan sujeto (gramatical) o no:
1.1. IMPERSONALES: semánticamente carecen de sujeto, son pura predicación de una realidad extralingüística. Pueden ser:
De fenómeno meteorológico. Ejs.: Llovió mucho ayer. / Mañana nevará en toda la meseta.
Gramaticalizadas con los verbos haber y ser. Ejs.: Hay galletas en el armario. / Es tarde.
Reflejas con “se”. Ejs.: Se come bien aquí. / Se trabaja mucho en esta fábrica.
Eventuales. Ej.: Llaman a la puerta.
1.2. PERSONALES: tienen un sujeto gramatical que concuerda en número y persona con el núcleo del predicado (el verbo). Ese
sujeto, además, puede ser léxico (si aparece nombrado) u omitido (S.O.). Las oraciones personales, a su vez, pueden ser
ATRIBUTIVAS o PREDICATIVAS.
2. Según el tipo de predicado:
2.1. ATRIBUTIVAS: también llamadas copulativas, presentan un sujeto al que se atribuye una cualidad expresada por un
predicado nominal (VERBO COPULATIVO + ATRIBUTO). En este caso, el núcleo del sujeto es un verbo copulativo (ser, estar,
parecer, resultar, semejar, llegar a ser…) que no expresa ninguna acción, sino que permite la unión (o cópula) de un sujeto con
su atributo (cualidad, característica, estado del sujeto). Su estructura, por tanto, es:
SUJETO + PREDICADO NOMINAL. Ej.: El tío de Manuel es muy simpático.
2.2. PREDICATIVAS: Su estructura es: SUJETO + PREDICADO VERBAL; esto es, el núcleo del predicado es un verbo predicativo,
que expresa una acción o proceso que se predica del sujeto. Ej.: El tío de Manuel trabaja mucho en su taller.
Las oraciones predicativas, a su vez, pueden ser ACTIVAS, PASIVAS o PSEUDORREFLEJAS.
3. Según el sujeto realice la acción del verbo o no:
3.1. ACTIVAS: el sujeto es activo, realiza la acción del verbo. Ej.: El profesor explicó el tema.
Las oraciones activas, a su vez, pueden ser TRANSITIVAS o INTRANSITIVAS.
3.2. PASIVAS: el sujeto es paciente, no realiza la acción del verbo sino que la recibe. El núcleo del predicado es una perífrasis
verbal del tipo SER + PARTICIPIO. Ej.: El tema fue explicado por el profesor.
Si se menciona aquel elemento que realiza la acción recibida por el sujeto, tal elemento recibe el nombre de
Complemento agente (C Ag.); ej.: El tema es explicado por el profesor.
Si no se menciona el agente, estamos ante una pasiva truncada. Ej.: El tema es explicado (por el profesor).
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Si la pasividad se expresa mediante el pronombre personal átono “se”, siempre que el elemento que recibe la acción
concuerde en número y persona con el verbo, estamos ante una pasiva refleja (oración con forma activa, pero de
significado pasivo) 15.
Ej.: en la oración “Se aprobaron los presupuestos” se observa cómo “los presupuestos” concuerda con el verbo “aprobaron” (si, por ejemplo,
cambiamos el número del verbo al singular “aprobó”, debemos cambiar, también, el número de “los presupuestos” al singular “el
presupuesto”. Estamos ante una oración pasiva, en la que “los presupuestos” es el elemento que recibe la acción de aprobar; de hecho, este
enunciado podría expresarse “Los presupuestos fueron aprobados”. En este tipo de pasiva, analizaremos el pronombre “se” como marca de
pasiva refleja.
3.3. PSEUDORREFLEJAS: el sujeto no realiza ni recibe la acción del verbo (ni es activo ni paciente); un proceso se produce en el
interior del sujeto, sin que este sea responsable del mismo.
El núcleo del predicado es un VERBO PRONOMINAL. Este tipo de verbos ha de conjugarse, forzosamente, con un pronombre
personal átono (me, te, se, nos, os, se) que representa al sujeto de la oración. Son pronominales verbos como: arrepentirse,
quejarse, jactarse, atreverse…; ej.: Juan se arrepintió durante varios años. / Nos quejaremos al encargado. / No me atrevo a decírtelo.
4. Según el predicado contenga o no un complemento directo:
4.1. TRANSITIVAS: el predicado contiene, al menos, un complemento directo (CD). De hecho, llamamos verbos transitivos a
aquellos que suelen necesitar un CD para completar su significación. Pueden ser ABSOLUTAS (cuando el CD es independiente del
sujeto), REFLEXIVAS O RECÍPROCAS; ej.: Mañana comeremos macarrones.
4.2. INTRANSITIVAS: carecen de complemento directo. El núcleo del predicado es un verbo intransitivo, es decir, que no necesita
un CD para completar su significación; ej.: Marta sonrió muy feliz.
5. Dos subtipos de las transitivas: las REFLEXIVAS y las RECÍPROCAS:
5.1. REFLEXIVAS: el sujeto y el término de la acción hacen referencia al mismo elemento. Esto es, el sujeto realiza una acción que
recae, directa o indirectamente, sobre sí mismo. El verbo va acompañado de un pronombre personal átono (me, te, se, nos, os, se)
que hace referencia al sujeto. Pueden ser:
Directas: el sujeto realiza una acción que recae directamente sobre sí mismo. En tal caso, el pronombre personal átono
se analiza como CD.
Ej.: en la oración “Juan se lava”, el sujeto (“Juan”) realiza una acción (“lava”) que recae directamente sobre él mismo (repr esentado por el
pronombre “se”). Por lo tanto, enunciar “Juan se lava” equivale a decir “Juan lava a Juan”, en que “Juan” es, a la vez, sujeto (“ Juan”) y CD (“a
Juan”). Si el pronombre “se” hace referencia a “Juan”, deberemos analizarlo como CD.
Ej.: Marta se peina.
Indirectas: el sujeto realiza una acción que recae indirectamente sobre sí mismo. En tal caso, el pronombre personal
átono se analiza como CI.
Ej.: en la oración “Juan se lava las manos”, el sujeto (“Juan”) realiza una acción (“lava”) que, si bien recae directamen te sobre un CD (“las
manos”), afecta también al propio sujeto (“Juan”), que recibe, indirectamente, el daño o beneficio de la acción del verbo. Po r lo tanto,
enunciar “Juan se lava las manos” equivale a decir “Juan lava las manos a Juan”, en que “las manos” es el CD y “Juan” es tanto el sujeto
(“Juan”) como el destinatario indirecto de la acción (“a Juan”). Si el pronombre “se” hace referencia a “Juan”, deberemos ana lizarlo como CI.
Ej.: Marta se peina el pelo.
15
Debemos tener cuidado con construcciones de este tipo: “Se castigará a los culpables”; aparentemente, “a los culpables”, como sintagma que
designa el elemento sobre el que recae la acción de un verbo acompañado de la marca “se”, puede llegar a confundirse con el sujeto de una pasiva
refleja… pero no es así, ya que –recordemos- el sujeto nunca puede ir introducido por una preposición. Esta oración es una impersonal refleja.
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5.2. RECÍPROCAS: en este caso, el verbo expresa una acción que dos o más sujetos (o un sujeto colectivo) se intercambian
mutuamente. El verbo va acompañado de un pronombre personal átono plural (nos, os, se) que hace referencia a tales sujetos.
Pueden ser:
Directas: la acción que se intercambian los sujetos recae directamente sobre sí mismos. En tal caso, el pronombre
personal átono se analiza como CD.
Ej.: en la oración “Juan y Marta se saludan”, hay dos sujetos (“Juan” y “Marta”) que se intercambian una acción (“saludan”). Por lo tanto,
enunciar “Juan y Marta se saludan” equivale a decir, por un lado, “Juan saluda a Marta” (en que “a Marta” es el CD) y, por otro, “Marta
saluda a Juan” (en que “a Juan” es el CD). Si el pronombre átono “se” hace referencia a “Juan” y “Marta”, deberá analizarse como CD.
Ej.: lo mismo ocurre con el sujeto colectivo “los jugadores” en “Los jugadores se insultaron” o con “la gente” en “La gente se insultó”.
Ej.: Mi hermano y su novia se conocieron hace varios años.
Indirectas: la acción que se intercambian los sujetos recae indirectamente sobre sí mismos. En tal caso, el pronombre
personal átono se analiza como CI.
Ej.: en la oración “Pedro y Alberto se dieron golpes”, ambos sujetos (“Pedro” y “Alberto”) se intercambian una acción (“diero n”) que recae
directamente sobre el CD “golpes” (en pasiva, “golpes fueron dados”) e, indirectamente, sobre “Pedro” y “Alberto”, que se convierten en CI de
la acción del verbo. Esto es, enunciar “Pedro y Alberto se dieron golpes” equivale a decir, por un lado, “Pedro dio golpes a Alberto” (donde
“golpes” es CD y “Alberto” es CI) y, por otro, “Alberto dio golpes a Pedro” (donde “golpes” es CD y “Pedro” es CI) Si el pronombre átono “se”
hace referencia a “Pedro” y “Alberto”, deberá analizarse como CI.
Ej.: lo mismo ocurre en el sujeto colectivo “los niños” en “Los niños se pasaron los balones”.
Ej.: Mi hermano y su novia se mandaron cartas de amor.
Un caso especial de las recíprocas indirectas es aquel en el que el pronombre personal átono funciona como CRV.
Ej.: la oración “Juan y Pedro se pelean” equivale a enunciar, por un lado, “Juan pelea con Pedro” (donde “con Pedro” es un CRV) y, por otro,
“Pedro pelea con Juan” (donde “con Juan” es un CRV). Dado que el pronombre personal átono “se” está sustituyendo a “con Pedro” y “con
Juan”, funcionará también como CRV.
6. Esquema de la clasificación de oraciones:
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B. Clasificación de las oraciones según el modus
La modalidad oracional es la actitud del emisor ante el contenido de su enunciado, que condicionará la estructura
de dicho enunciado. Según la modalidad, una oración puede ser:
1. Enunciativa (declarativa o aseverativa): oración de modalidad no marcada (modalidad Ø) en la que se afirma o niega un
hecho, sin expresar actitud alguna ante él. El contenido de estas oraciones se centra en el referente, en el contexto
extralingüístico, por lo que está al servicio de la función referencial. Lingüísticamente, tienen los siguientes rasgos:
Verbo en modo indicativo.
Entonación sostenida con inflexión descendente.
Ausencia de recursos expresivos.
A su vez, las oraciones enunciativas pueden ser:
1.1. Afirmativas: oraciones nucleares de la Lengua, carecen de marcas lingüísticas de modalización; ej.: La silla del salón es
blanca.
1.2. Negativas: poseen una marca de negación; ej.: Los burros no vuelan.
2. Interrogativa: el emisor espera una respuesta verbal por parte del receptor. Las oraciones interrogativas pueden ser:
2.1. Totales: sólo tienen dos respuestas posibles (sí/ no); ej.: ¿Vienes al cine?
2.2. Parciales: preguntan por un elemento del enunciado; el hablante solicita información sobre un hecho que conoce
parcialmente y, para ello, utiliza una partícula interrogativa (pronombre, adverbio, etc.) que representa
catafóricamente el referente por el que pregunta; ej.: ¿Quién ha venido? / ¿Dónde está mi estuche?
2.3. Indirectas: contienen una proposición subordinada sustantiva y no posee signos de interrogación; ejs.: Dime qué
quieres. / No sé si vendré. / Te pregunto cuánto vale.
3. Exhortativa o imperativa: expresa una orden o mandato que espera del receptor una respuesta no verbal. Este tipo de
oraciones se relacionan directamente con la función apelativa del lenguaje; pueden ser afirmativas (ej.: Ven aquí) o negativas
(ej.: No vengas) y su verbo puede conjugarse en modo imperativo (ej.: Trae el lápiz) o subjuntivo (ej.: Venga aquí).
Este tipo de oraciones también pueden construirse mediante:
Presente o futuro de mandato; ejs.: Me echas esta carta. / No matarás.
Infinitivo o gerundio; ejs.: ¡A callar! / ¡Andando!
Interrogativa de ruego; ejs.: ¿Puedes darme fuego?
4. Desiderativa u optativa: el hablante expresa un deseo cuyo referente no es verdadero ni falso. Su verbo va en subjuntivo y
suele incluir marcas enfáticas (ojalá, así…) o la conjunción “que”; ejs.: Ojalá apruebes. / Así te parta un rayo. / Que tengas suerte.
Se clasifican en:
4.1. Potenciales: el deseo es realizable en mayor o menor grado. Ej.: ojalá esté.
4.2. Irreales: el deseo no es realizable en modo alguno. Ej.: ojalá fuese tú.
5. Dubitativa: el hablante expresa duda sobre un hecho y la posibilidad de que sea afirmativo o negativo. Incorpora adverbios
de duda (quizá, acaso, tal vez…).
Si el verbo va en indicativo, la duda queda atenuada por una posible certeza; ej.: Quizá está ahí.
Si el verbo va en subjuntivo, se intensifica la duda; ej.: Quizá esté ahí.
6. Exclamativa: tiene un carácter afectivo que pondera (valora) lo expresado por el enunciado. Esta modalidad va
estrechamente ligada con la función expresiva del lenguaje y es compatible con el resto de modalidades. Se trata de oraciones
que suelen ir introducidas por partículas exclamativas (pronombres o adverbios) y que se identifican fácilmente gracias a los
signos ortográficos de admiración. Otros recursos exclamativos pueden ser las interjecciones (propias: ¡ay! / impropias: ¡cielos!).
7. Realizativa o performativa: en este caso, el solo hecho de enunciar algo supone su realización; ejs.: Os declaro marido y mujer. /
Doy por inaugurados los Juegos Olímpicos.
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