22-25 TD54_Maquetación 1 02/09/13 15:32 Página 22 REPORTAJE El formidable boom de los aficionados prácticos De noche sueñan con su grandeza, escasa y tal vez insignificante. Se conforman con apenas uno, o ya puestos a pedir, con dos y un remate, se dicen una y otra vez. De noche, pero también de día. Son anónimos y muy probablemente nunca lleguen a ser conocidos y mucho menos reconocidos, pero viven de una ilusión anclada en una palabra: pasión. Texto: David Plaza Hernández Fotos: Cedidas por aficionados prácticos L as 6:00 h., suena el reloj, comienza una nueva jornada. Una ducha forzosa, un café, zumo, cereales, dulces, tostadas, algo de fruta y rápidamente vestirse y salir pitando. Van a trabajar; o a buscar; o quizás a estudiar, quien sabe. En ese agónico despertar que sufrimos, nuestro cerebro en una reducidísima partícula de tiempo reconecta con los procesos que habíamos suspendido unas horas antes de irnos a descansar. Sin embargo, algunas cosas permanecen inamovibles, como las pasiones que arden en nuestro interior, que anegan hasta nuestros sueños y que son como tormentas permanentes. En el pequeño universo de los aficionados prácticos o de los que quieren serlo hay precisamente eso, sueños que nunca se apagan. Viven de ese crepitar arterial in- 22 confundible. Se sitúan a la contra de lo preestablecido, porque si algo caracteriza al toreo frente al mundo de las rutinas es que las certezas apenas se dan cita. No saben si lo conseguirán, pero extraen sus miedos, alegrías, decepciones con tal de alimentar su gran pasión. Sin pretender compararles con ningún profesional, ellos lo viven con una intensidad a prueba de kilotones. La Fiesta tiene mucho de juego a vida o muerte, así lo viven todos los años infinidad de pueblos del mundo. Cultura popular que no puede ser borrada de nuestro ADN. Gracias a sus hondas y ricas raíces pervive con fuerza. En ese caldo de cultivo se han cocido historias de chicos que buscaban robarle pases a un toro o a una vaca de gran edad y llena de resabios. La honda satisfacción de vencer a esas circunstancias fraguó a veces grandes toreros. Pero los conocidos comúnmente como ‘capeos’, acostumbrados a devorar con ferocidad muchas vidas y del que solo han sobrevivido muy pocos, no tienen mucho que ver con lo que hoy conocemos como aficionados con ganas de torear o de aprender. Aunque en su tiempo sí, ya que solo algunas fiestas camperas, las tapias de las ganaderías y estas improvisadas plazas de pueblo con talanqueras acogían con crudeza los deseos de estos ‘locos apasionados’. En realidad, aficionados prácticos eran ganaderos y poco más. Unas décadas después ya es una práctica globalizada. La crisis ha permitido la expansión de este heterogéneo colectivo que en los últimos años alquilan vacas sin torear y compran becerros a precios muy asequibles. De este movimiento también ha surgido un mercado consistente en profesionales que enseñan la técnica y algunos de los secretos. La ola ha ido haciéndose cada 22-25 TD54_Maquetación 1 02/09/13 15:32 Página 23 vez más grande. El mundo de los aficionados prácticos hoy afronta un período ‘casi de profesionalización’. TOREO DE SALÓN EN CENTRAL PARK Como dice un conocido manifiesto obrero, los aficionados prácticos del mundo se han unido. Algunos hacen ya temporada a ambos lados del Atlántico, otros compiten en bolsines e incluso los hay, como el estudiante de Medicina, Michael Cammarata, que apenas nueve meses de aprendizaje en la escuela de tauromaquia de Madrid, ha conseguido alzarse con el primer certamen internacional celebrado unas semanas atrás en la finca del maestro Dámaso González. El ganador del encuentro global no ha nacido en el barrio de San Bernardo, ni en Chamberí, lo hizo en Virgina, Estados Unidos. Estudia medicina y desea ser cirujano taurino. Otros como Robert Weldon engrosan la lista de norteamericanos amantes de la Fiesta, que peregrinan todos los años a las principales ferias taurinas europeas. Weldon, nació en Royal Oak, Michigan, tiene 41 años y desde hace 20 vive en New York. Graduado en teatro intentó con todo su afán hacer carrera sobre las tablas pero no le fue posible. Sin embargo, el rumbo que llevaba su vida cambió radicalmente un 2 de mayo de 1998. Robert se encontraba en Madrid visitando a su hermana cuando justo ese día tomó la decisión de ver su primera corrida de toros. “Toreaba José Tomás y al verle arriesgar todo por hacer pasar al toro muy despacio y muy cer- Morante impartiendo una clase de toreo a miembros del Club de Aficionados Prácticos. ca de su cuerpo viví una especie de catarsis”, explica. “No entendía nada, pero aquello me conmocionó. Salí de la plaza con unas incontrolables ganas de entender el espectáculo y vivirlo otra vez. Sabía que tenía que volver a España”, nos confiesa. Nada más regresar a New York compró 6Toros6 y con el semanario taurino en una mano y el diccionario español-inglés en la otra intentaba comprender aquello que tanto le había deslumbrado unos días antes. Después “devoré a Corrochano y a Pepe Alameda”, admite, pero comprendió que aprender español era necesario. Robert estudió concienzudamente nuestro idioma. Después se matriculó en la universidad para licenciarse en literatura española e hispanoamericana y gracias a ello encontró trabajo de profesor de español. Ahora en- El estadounidense Robert Weldon con un novillo en México. seña la lengua cervantina en una buena escuela situada en Manhattan. “Siempre digo que los toros me enseñaron el castellano y me cambiaron la vida”. Tanto que desde 1999 ‘hace temporada’ en España. Un año después de aquel episodio iniciático volvió a España, “me pasé cuatro meses viendo toros y siguiendo a José Tomás”, dice. Después ha ido repitiendo, y conociendo ferias, gentes. Bilbao, Santander, El Puerto y Azpeitia son sus plazas predilectas. José Tomás, su ojito derecho. Aunque reconoce que le gustan otros toreros ha tenido la suerte de ver algunas de las mejores tardes de la carrera del de Galapagar. Robert es Miembro del Club Taurino de New York (fundado en 1961) y del algo más joven New York City Club. Y aficionado práctico, en la plaza y en el parque, donde entrena como si de mayor fuese a ser matador de toros. Algunos parques neoyorquinos han visto desde 2001 algunas de sus andanzas. Un buen día cogió los trastos, desdobló un capote, montó la muleta y se puso a torear. La cara de los transeúntes sería un poema, pero Robert no hacía nada raro, “lo veo como un ejercicio”, afirma. Mientras otros “practican yoga o Tai Chi a mí me gusta torear de salón; es mi deporte favorito”. Algunas veces ha tomado el hatillo junto a amigos, también taurinos y se han ido a Central Park, el parque más conocido de la ciudad, a volar los trastos, aunque precisa que habitualmente lo hace en un parque próximo a su apartamento. “Ha habido años que iba dos veces a la semana aunque normalmente no puedo hacerlo con tanta regularidad”, explica. La preparación aumenta cuando tiene en perspectiva torear en la plaza. “Entonces me preparo tres o 23 22-25 TD54_Maquetación 1 02/09/13 15:32 Página 24 REPORTAJE cuatro meses antes. Lo hago de salón y físicamente”, detalla, “y sobre todo correr, ya que si no estoy en forma me quedó sin aire después de tres tandas”. Entre los años 2001 y 2010 se ha probado con vacas en medio mundo. Ha lidiado ocho novillos en distintos festivales celebrados en México. “Allí es fácil hacerlo, se celebran festivales para aficionado prácticos o toreros retirados y si pagas, puedes actuar”, dice. EL SAN ISIDRO DE LOS AFICIONADOS PRÁCTICOS En el mismo continente aunque bastante más al sur se gestó la estructura más profesionalizada de todas cuantas existen a día de hoy. Partían con ventaja ya que en Ecuador había mucha tradición. “Todas las peñas taurinas creadas en Quito a partir de los años 50 y 60 (con el boom que generó la construcción de la nueva plaza monumental y la creación de la feria de Quito como tal), se caracterizaban por que la mayoría de sus miembros eran aficionados prácticos, quienes organizaban de forma permanente festivales benéficos por toda la geografía nacional”, explica el ecuatoriano José María Morán, abogado y aficionado práctico. En los años 70 la competencia entre peñas de aficionados era muy grande, “se llegaron a organizar ya unas primeras series de festejos continuados”, apunta. Sin embargo, puntualiza José María, la primera generación fue decayendo, una larga travesía que ha encontrado su particular oasis en los hijos de ‘aquellos locos’. El rebrote se produce en 2007 cuando un grupo de aficionados prácticos organizaron dos festivales seguidos, en beneficio de unas obras de caridad. Alternaron “más de catorce prácticos”, quedándose fuera de los carteles otro gran grupo. “Nos sirvió para percatarnos por un lado, del inmenso interés que existía en el Ecuador por la afición práctica; y, por otro, sobre la necesidad de encontrar un espacio para que toda esa afición pudiera dar rienda suelta a su pasión por la tauromaquia”, explica Morán. Fue entonces cuando en 2008 organizaron la primera Feria del Aficionado Práctico (FAP) con una doble motivación: “reconocer la riquísima tradición de aficionados prácticos existente en el Ecuador y promover a su vez que las nuevas generaciones tuvieran la oportunidad de seguir esa estela”. El éxito fue absoluto, más de 80 ‘soñadores’ alternaron en cinco fines de semana consecutivos pudiendo dar muerte a los becerros lidiados. La FAP se convirtió en el San Isidro 24 Feria de Aficionados Prácticos que se celebra desde 2008 en Ecuador. Dámaso González enseña a torear. Convivencia con aficionados de todo el mundo. del toreo para los aficionados prácticos, una programación que todos los años se divide en dos niveles. Según el conocimiento y capacidad se celebran festivales nocturnos con picadores para los más noveles, que lidian vaquillas; mientras que los expertos dan muerte a erales a plena luz del día. En todos estos espectáculos hay un jurado encargado primero de elegir finalistas y posteriormente un ganador por cada categoría. Ecuador no se cruzó de brazos ante el brutal ataque del gobierno de la República que intentó –y continúa– queriendo prohibir los toros en todo el país, consiguiéndolo solo en la capital –y por un estrecho margen– que el toro no muriera en la plaza. Especialmente por las calles de Quito donde grupos de gente joven salieron a manifestarse, pintaron grafitis en la madrugada, vistieron estatuas, torearon de salón en las calles y defender voto a voto la tauromaquia durante la última consulta popular. La FAP se financia gracias a aportaciones de empresas privadas más el de los propios aficionados prácticos, que pagan una inscripción y el coste del animal que van a lidiar. Por su parte, los festivales a muerte donan a la organización el valor de las carnes, a efectos de que con la venta de las mismas se financie la compra de las reses a lidiar en cada una de las finales- La Feria ha valido además para “valorar en justa medida la importancia de todo lo que hacen los toreros profesionales”. José María cree que también ha supuesto “crear nuevas generaciones de aficionados a los toros”. Cada año aumenta la cifra “de nuevos niños y chavalitos desconocidos que ahora quieren torear en la FAP y que se han convertido en promotores y defensores a ultranza de la tauromaquia”. Gracias a ellos, el activismo taurino en PORTUGAL Y ESPAÑA En Portugal en cambio hubo que guiar el camino. Con la creación hace tres temporadas de la Academia de Campo Pequeño para jóvenes aspirantes, Rui Bento, gerente del coso lisboeta, vio la posibilidad de abrir también las puertas del templo arquitectónico de Campo Pequeño, reinaugurado en 2006, a aficionados. Los profesores y futuros matadores de toros comparten espacio con niños y no tanto pero con unas extraordinarias ganas de aprender a torear. “Lo hicimos para que conocieran todo lo que significa el toreo y entender al toro”, explica Rui. Padres e hijos, personas de distintas edades, de 30, 40 y 50, buscan conocer el misterio. Gente singular, como el embajador de Perú en Por- 22-25 TD54_Maquetación 1 02/09/13 15:32 Página 25 El mal tiempo no es obstáculo para estos ‘locos apasionados’. Muchos profesionales se han volcado con este movimiento. Un aficionado practicando el toreo de salón. tugal, entre otros, vuelan sus trastos con el afán de ponerlo en práctica ante los animales y sentir la emoción de pasar las embestidas de una becerra. Rui Bento cree que gracias a estas iniciativas, que han ido replicándose por muchos puntos del mapa mundial taurino, la Fiesta se abre a la sociedad, se comunica mejor y de paso abre la posibilidad a que se incorporen nuevos aficionados, que tanta falta hacen. Eso y sacar nuevos toreros, de momento en la Academia de Campo Pequeño creen estar en la buena dirección con Diogo Pesseiro y Sergio Nunes. El caso español es curioso. La acertada idea de popularizar el toreo sacándolo a la calle, tiene varias caras de las que han salido magníficos e innumerables proyectos. La gran demanda ha origi- nado la creación de escuelas, seminarios o cursos para aficionados prácticos. Uno de los más conocidos es el que gestionan el matador de toros Eduardo Dávila Miura, Nacho Moreno de Terry y Rafael Peralta Revuelta. Pero la idea como tal no fue exactamente de ninguno de los tres. Eduardo cuenta que el germen del Club de Aficionados Prácticos fue cosa de su mujer. “Estábamos en el club deportivo Pineda de Sevilla y mi mujer me dijo: qué pena, en un club tan grande, con tantos socios y con actividades para casi todo y que no hubiera nada taurino”. Al poco tiempo, Eduardo habló con la junta directiva y les propuso dar clases de toreo de salón. “La sorpresa”, relata, “es que se apuntaron bastantes niños”, pero aún fue mayor “cuando a los dos meses de empezar vienen los padres de los niños a pedirme que abriera un grupo para mayores”. Después vino la creación del Club de Aficionados Prácticos. Cursos intensivos de tres días por toda España, siempre con una misma estructura: los dos primeros días aprender nociones básicas de toreo (capote, muleta y suerte de matar) y el último día ponerlas en práctica delante de una vaca. “No hace falta ningún conocimiento previo”, advierte el torero sevillano, “los cursos son para gente que nunca ha cogido una muleta y para los que quieren perfeccionar su técnica”, dice. Gente de todas edades, “desde una señora con 65 años a chicos con 18”. En total más de 1.200 personas han pasado ya por las manos del Club de Aficionados Prácticos. Espartinas fue la punta de lanza. La inesperada respuesta les hizo replantearse rápidamente el proyecto y desde hace dos años han incorporado a Espartinas un circuito de entre siete y diez. “Puerto de Santa María, Olivenza y Valdemorillo los dos últimos años. Este año hemos arrancado en Albacete, Pamplona, Mérida…”. Eduardo agradece las facilidades que han puesto toreros, ganaderos, empresarios y propiedades de las plazas: “todas las figuras a las que hemos llamado nos han dado un gran apoyo: desde Espartaco, Curro Romero, El Cid, Morante, Dámaso González, Galloso, El Juli, Talavante, Pablo Hermoso… También están las empresas de las plazas. Y, por supuesto, los ganaderos porque terminar el curso con un tentadero en una finca es un privilegio. Juan Pedro, Lagunajanda, Manolo Vázquez, casa de El Juli, de Pablo Hermoso, de Talavante… nos han abierto las puertas de sus casas”, concluye. Eduardo está completamente sorprendido por el alcance y la grandeza que tiene la Fiesta, como torero en activo era algo que no se imaginaba. Ahora, con el Club le sale ese sentimiento de aficionado práctico que él tuvo antes de querer ser torero. Y le fascina ver cómo fluye el toreo en personas de todo el Mundo que nunca habían tenido contacto con él. Por último, se encuentra la parte solidaria en la que siempre estuvo el toreo y que el club tiene muy en cuenta. “Para nosotros es fundamental”, contesta. “Allá donde nos han llamado hemos ido con capotes y muletas a enseñar el toreo. Hemos estado en la cárcel de Sevilla, a colegios, a residencias de ancianos, de niños desfavorecidos. Y estamos abiertos a ir al sitio que nos llamen” en una labor de ‘evangelización’ a favor de la Fiesta que no tiene precio. 25 26 TD54_Maquetación 1 02/09/13 15:35 Página 26 FOTOGRAFÍA Aficionados prácticos La FAP está considerada el San Isidro de los aficionados prácticos. Una aficionada prueba sus conocimientos ante una becerra. Los más novatos, con animales más pequeños. Algunos muestran un innato sentido del toreo. También los hay más experimentados. Aficionados de muchas artes del mundo acuden a Ecuador. 26 El toreo de salón es fundamental. El movimiento de aficionados prácticos está popularizando el toreo.