Octubre 2007 • Numero 112 Una serie regular de notas destacando las lecciones recientes del programa operacional y analítico de la Región de América Latina y el Caribe, del Banco Mundial. Género en Perú: ¿Podemos integrar a la mujer en proyectos de transporte? Luz Caballero y Nerida Alcahuasi El Proyecto de Caminos Rurales (2001-2006), PCR, constituyó un ejemplo de buenas prácticas, en varios aspectos, incluyendo en la parte de igualdad de género. Se intervino en 12 departamentos de los más pobres (50% del país) y se rehabilitaron y mantienen 15.000 km de caminos rurales con microempresas de mantenimiento rural rutinario, cuya gestión se ha transferido totalmente a los gobiernos locales y regionales. Se mejoraron también 7.000km de caminos de herradura que constituyen un modo informal de transporte rural, y son particularmente utilizados por mujeres y niños. Aparte de los impactos en reducción de la pobreza rural y de aquellos asociados a la mejora de las condiciones de transporte (acceso a los mercados, a la salud, a la educación, etc), el proyecto con su componente de descentralización y fortalecimiento institucional, generó otros efectos en las áreas de acción como en el acceso a la información, a la transparencia y la rendición de cuentas. Además, facilitó el ejercicio de derechos civiles como la democracia, fomentó la cooperación, el asociacionismo y la participación; en fin, contribuyó al ejercicio de la ciudadanía por los pobladores rurales. Género fue protagonista a lo largo de todo el proyecto, fue incluido en los objetivos, e incluso sobrepasó las metas esperadas. La mujer rural peruana El 49.2% de la población rural del Perú son mujeres y su realidad es muy similar a la de muchas mujeres rurales del resto del mundo: sobrecarga de trabajo sin remuneración, limitada participación en la toma de decisiones, ausente en el control y acceso a los recursos, analfabetismo y baja autoestima. La particularidad de la mujer rural peruana estriba en la violencia doméstica y la violencia política y social que vivió el país en décadas pasadas y que derivó, junto con otras causas, en un 20% de mujeres jefes de familia. La mujer rural cuando tiene salario en el sector agropecuario este es menor del hombre rural, y aún así, el total de sus ingresos va para el sustento de sus hogares. Accesibilidad de los caminos Pequeñas intervenciones en la infraestructura rural debidamente enfocadas, pueden contribuir al bienestar de la mujer y sus familiares. Primero, el Proyecto, facilitó acceso físico al integrar comunidades rurales con las redes viales y el sistema socioeconómico lo que contribuyó a la disminución del coste de oportunidad del tiempo en la mujer y abrió sus oportunidades de movilidad. Segundo, las mujeres también tuvieron acceso a los recursos económicos al ser miembros asalariados de las microempresas de mantenimiento rural, hecho éste que tuvo un impacto positivo en el bienestar de sus hogares. Tercero, las mujeres fueron partícipes activas en las consultas públicas y disfrutaron también del acceso a la toma de decisiones generando así un sentimiento de ciudadanía y confianza en si mismas. Figura 1 - Com posicón por Género en los Com ites Rurales Viales, indicando el núm ero de m ujeres (1er trim estre 2006) 21.38% Otros 33.17% Fiscal 24% en el Consejo de Direccion 52.08% Facilitador Mujeres 42.25% Tesorero Hombres 18.70% Secretario 4.60% Presidente 0 200 400 600 Total 800 1000 Las Cabezas de Gusano (chamzo) Que verguenza al vestirme con el casco y el chaleco! Todos me criticaban y se reían de mí en el pueblo. Decían que estaba bien fea con semejante atuendo de hombre y que con el casco parecía una cabeza de gusano. Además, me dolían los huesos, las manos se me ampollaban, me acobardaba al trabajar entre hombres en medio de la vía y me costaba madrugar. Pero enseguida, me dejó de doler todo y le saqué valor. Salía orgullosa de mi casa - que me importa el que dirán si tengo un trabajo con el que puedo dar de comer a mis hijos!!! Se escuchó la voz de las mujeres El gran logro del Programa de Caminos Rurales en cuestiones de género fue la mejora de los Caminos de Herradura. No solo por la representación femenina en los Comités Viales Rurales que constituían los equipos de trabajo que rehabilitaban los caminos, sino porque en la priorización participativa de los Caminos a mejorar, las mujeres, que eran quienes más utilizan este tipo de vías, se pronunciaron con entusiasmo y describieron como la falta de accesibilidad y servicios de transporte dificultaban su vida cotidiana. Más aún, se tuvieron en cuenta sus necesidades básicas. Metodología Al comienzo del proyecto, las Microempresas de Mantenimiento Vial Rutinario (MEMVR) solo contaban con un 4% de mujeres miembros. Entonces, se esbozó una “matriz de género”, la cual describía el panorama del momento en distintas áreas: familia, comunidad, microempresas e instituciones. Además, proyectaba unas metas deseables, mostraba los recursos con los que se contaba y las necesidades para alcanzar aquellas metas. Aunque solo se operacionalizó parcialmente, la matriz dejó entrever la latente exclusión femenina y la visión de equidad de género. Los esfuerzos de inclusión arrancaron con la revisión de los procedimientos, términos de referencia, manuales y guías de las MEMVR, con el fin de detectar y eliminar • Octubre 2007 • Numero 112 requisitos restrictivos a la participación femenina, así como extendiendo e incentivando la convocatoria laboral hacia la participación de todos y todas. Se puso énfasis en la capacitación y sensibilización con enfoque de género realizando talleres y módulos diferenciados de capacitación, uno a microempresarios y microempresarias de MEMVR y otro dirigido a operadores del proyecto. Además, se elaboró un Plan de Acción de género: con presupuesto propio, con metas, como el establecimiento de un porcentaje de participación femenina; con objetivos, como la equidad de género, y con un seguimiento a través de los puntos focales de género. El ambicioso objetivo del 10% de participación femenina en las microempresas fue ampliamente rebasado al final del proyecto, llegando a alcanzar un 24%. Criterios de elegibilidad para trabajar en las microempresas Algunos de los criterios iniciales de selección de un microempresario eran: ser alfabeto, tener experiencia en construcción o albañilería, tener dotes de mando y aptitud o experiencia empresarial. Para lograr equidad de género, se adaptaron algunos y se eliminaron otros. Ya no fue necesario ser alfabeto, y se incluyó un criterio socio-económico con objeto de dar prioridad a las mujeres cabezas de familia, pues ellas suelen ser las que menos medios económicos poseen. La experiencia en las tareas agrícolas y gestión doméstica así como la participación activa en asociaciones se tuvieron en cuenta en los procesos de selección. Con objeto de atraer candidatas, la divulgación y publicidad de la oportunidad laboral que se presentaba con las MEMVR expresamente invitó a las mujeres, demostrando que ellas también eran aptas para trabajar en este sector. Además, por medio de cuotas mínimas de participación, 10% de microempresarias, se garantizó la no discriminación femenina. Rompiendo moldes La idiosincrasia de las comunidades rurales, el comportamiento machista, la ignorancia sobre la opinión de la mujer, la falta de información, la vergüenza y modestia femenina, su falta de confianza, son entre otras, barreras de género que se encontraron al comienzo del proyecto, principalmente por tratarse de un sector tradicionalmente ocupado por varones. El proyecto contribuyó al proceso cambio social en las comunidades rurales Colegas mujeres: las grandes ventajas En las MEMVR las mujeres fomentan la transparencia en la gestión de la tesorería, generan confianza, inspiran moral, limpieza e higiene, compañerismo y cooperación. Su alto grado de responsabilidad asegura y aumenta la calidad de los trabajos y los descansos durante la jornada laboral disminuyen en número y en tiempo. Los colegas hombres dejan de beber en el trabajo y están mejor alimentados, pues las colegas mujeres mantienen su rol doméstico en las cuadrillas y se suelen encargar de hacer la comida. La mujer “obrero” La tradicional visión de la construcción en general como algo viril dificulta la inclusión de consideraciones de género en este sector. Sin embargo, en el proyecto de Caminos Rurales, las mujeres demostraron plena capacidad para desarrollar los arduos trabajos de la rehabilitación de caminos y se adaptaron con éxito a los cuadrillas. De hecho, con escasas salvedades relacionadas con fuerza física (por ejemplo el movimiento de grandes piedras), los esfuerzos en las tareas a realizar son bien similares a las faenas agrícolas. En los equipos formados por ambos sexos, la división de tareas por habilidades produce sinergias en el equipo. Esto es, las mujeres terminan realizando las tareas para las que están más calificadas, como por ejemplo: la limpieza de plataformas o conservación de señales; mientras, los hombres se centran en la reparación de muros secos o encauzamiento de cursos de agua. Empoderamiento de la mujer La mujer rural suele tener bajos recursos, está sometida al abuso del marido alcoholico , a sufrir violencia doméstica y un analfabetismo que limita su desarrollo personal, de modo que las posibilidades de la mujer de salir de su entorno son mínimas y han de ser impulsadas por programas ad hoc. La interacción de la mujer con grupos ajenos a la esfera doméstica fue posibilitada por su participación en las MEMVR y en los Comités Rurales Viales. El salario que percibían como miembro de las MEMVR les dio seguridad y control de los recursos económicos con los que hacer pequeñas compras y también la posibilidad de crear pequeñas empresas generadoras de ingresos extra para mejorar el bienestar para sus familias. Impacto en la Democracia Tanto a través de sus procesos participativos, involucrando a mujeres como a través de la mejora del accesso, el PCR contribuyó a favorecer la práctica de la democracia, hecho este que se puso de manifiesto en las pasadas elecciones nacionales en las que el aumento de la participación en los departamentos de acción del PCR fue ampliamente superior a la media nacional (4%). La tabla abajo adjunta lo ilustra. El caso de la mujer es particularmente exitoso, ya que el aumento de votos femeninos llegó a alcanzar un 13% en el departamento de Huancavelica. Figura 2 - Tareas en el Mantenimiento Vial Rutinario Periodo de vida 4 anos Rehabilitación Mantenimiento Rutinario (600 US$/Km) Diario y Permanente Mantenimiento Periódico Cada 4 años Consiste en intervenciones rutinarias para evitar el deterioro de la vía. Son tareas principalmente manuales: Bacheo Limpieza de Plataforma Limpieza de Cunetas Limpieza de Badenes Limpieza de Zanjas de Coronación Encauzamiento de pequeños Cursos de agua Reparación de Muros Secos Repacación y Limpieza de Pontones Desquinche Roce y Limpieza Conservación de Señales Vigilancia y Control Mantenimiento de Emergencia Octubre 2007 • Numero 112 • Departamentos Incremento (elecciones 2006 con respecto al 2002) Total Hombres Mujeres TOTAL PERÚ 4% 3% 4% Huancavelica 10% 7% 13% Ayacucho 9% 7% 12% Huanuco 7% 5% 9% Apurímac 7% 6% 9% Cusco 6% 5% 6% Cajamarca 5% 5% 5% Ancash 5% 4% 6% Pasco 5% 4% 5% Puno 4% 3% 4% San Martín 4% 5% 4% Junín 2% 1% 4% Impacto en la ciudadanía Si bien las mujeres que viven en el área del proyecto participan en la economía de su entorno, participan poco en toma de decisiones de las actividades comunitarias, especialmente la mujer indígena. Unas por la falta de educación formal y autoestima y otras por ser monolingües (Quechua), las mujeres rurales tienen especiales dificultades para participar en los procesos de decisión de sus comunidades y expresarse publicamente. El hecho de incentivar la participación continua de las mujeres en todas las actividades, tanto aquellas de capacitación en mantenimiento vial, como en talleres de género y en las consultas participativas contribuyó a generar una conciencia ciudadana y política entre las mujeres. En una ocasión, durante un taller en el que participaban mujeres rurales, una de ellas comentó:“Yo no sabia que tenia derechos” Provias Descentralizado, una apuesta por la inclusión social La diferencia de Provias Descentralizado con otras agencias de transporte es la naturaleza multidisciplinar de su personal: ingenieros, economistas y sociólogos, entre otros, forman parte de sus recursos humanos. La voluntad institucional hacia la integración de la mujer tanto en sus políticas como en sus proyectos, fueron claves para el éxito de la iniciativa de género. Se sensibilizó y capacitó en temas de género al personal, tanto dirección, personal central como a aquellos en las oficinas descentralizadas y promotores externos. Se crearon puntos focales de género en el nivel descentralizado que reportaban a un punto focal central y se mantuvo un equipo de especialistas en género durante todo el proyecto. Tal cual, el proyecto, ha fomentado a una cultura de inclusión dentro de la propia agencia ejecutora, y tanto el empeño de sus directivos y profesionales como su competencia y buen hacer nos hace presagiar que los esfuerzos de inclusión social se mantendrán en el tiempo. Logros y desafíos: sostenibilidad A la hora de reducir personal en las MEMVR , las mujeres son las primeras que salen y además el paso del tiempo, junto a la falta de refuerzo, seguimiento, mecanismos de incentivos y sanción, asi como el creciente grado de descentralización de responsabilidades, funciones y recursos hacia los gobiernos locales, ha inducido una tendencia regresiva en la participación de la mujer en las MEMVR. A medida que las MEMVR accedan al mercado libre, la decisión de integración residirá en los aspirantes/as. Se ha podido constatar, que la mujer microempresaria que permanece a lo largo del tiempo trabajando en la carretera dentro de las cuadrillas de mantenimiento vial es una mujer con alto grado de autoestima y autoafirmación. En algunos casos, las mujeres están tan incómodas trabajando en la carretera con varones que abandonan el trabajo; en pocos casos, ahorran y deciden invertir en otras actividades generadoras de ingresos. En cambio, algunas MEMVR abren turnos de rotación para que las mujeres con dificultades económicas y especialmente para que las madres solteras tengan algún ingreso. La reciente nueva ley peruana de igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres es una excelente herramienta a utilizar para asegurar la continuidad de los esfuerzos de equidad de género impulsada por el Proyecto de Caminos Rurales II. ******** Sobre los autores Luz Caballero es consultora Socio-Ambiental en la unidad de transporte de LAC y Nerida Alcahuasi es el punto focal de género en Provias Descentralizado. El articulo ha sido revisado por Lizzy Dasso (Especialista Senior en Desarrollo Social y Sociedad Civil en la Oficina del Banco Mundial en Lima), Nicolas PeltierThiberge (TTL del Proyecto), y Edgar Quispe ( Director de Provias Descentralizado) “en breve” es producido por Equipo de Gestión del Conocimiento de la División de Operaciones para la Región de América Latina y el Caribe del Banco Mundial - http://www.worldbank.org/lac • Octubre 2007 • Numero 112