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tema central
revistautopíajunio2012
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tema central
7
Airtor Arjosl
“Lo esencial se está
U
na de las características fundamentales del mundo
globalizado actual
es la tendencia a
la uniformización.
La supresión de
la diversidad jurídica y la creciente
atomización de las relaciones entre los miembros de la comunidad
internacional no son sino síntomas
muy particulares del profundo cambio al que asistimos.
Se dice que el mundo en el que vivimos es complejo e incierto y que las
nuevas formas de relacionarse entre Estados, instituciones y ciudadanos tienen
más que ver con los intereses de mercado y por idearios redactados por organizaciones que nada tienen que ver con lo
que estamos acostumbrados. Ya no se
trata del propio Estado a través del concepto de democracia y del gobierno que
representa los intereses de los ciudadanos que mayoritariamente han votado
por una determinada opción política.
En Europa, asistimos al desmembramiento progresivo de los valores sociales; países como Grecia, Portugal o
Italia caen en manos de la intervención
externa o de la imposición de severas
políticas financieras de ajuste, haciendo
recaer el peso de las mismas en la clase
trabajadora, o lo que es lo mismo, en la
masa que siempre ha soportado el peso
de una responsabilidad ajena.
Es como si regresara la moda de los
gobiernos tecnocráticos. Aprovechando
o no el pretexto de la grave crisis económica, de los altos niveles de desempleo
y el temor a la bancarrota, un determinado país es rescatado por una instancia
superior en la que, en un determinado
momento de su reciente historia, había
cedido parte de su soberanía nacional en
aras de la integración europea.
El rescate supone una inyección
directa de dinero público en la economía del país intervenido, si bien
condicionada a la imposición de medidas que, frecuentemente, consisten en la reducción del gasto social,
en el incremento de los impuestos,
la merma de los servicios públicos
o la atribución del poder a un especialista en economía que se basa en
consideraciones de la misma naturaleza a la hora de afrontar un periodo
de crisis como el que actualmente se
vive en los países mencionados.
Si las medidas de los gobiernos intervenidos se toman en el estrecho umbral de los derechos y las libertades de
los ciudadanos, hay otro registro mediático que les acompaña. Todos han
oído hablar de la amenaza de la prima
de riesgo o sobreprecio que un país
paga para financiarse en los mercados.
Se trata de un índice basado en cifras
meramente especulativas. Con una
presunción de objetividad, que cae por
su propio peso, en cuanto las llamadas
agencias de calificación amenazan con
subir o bajar la nota de un país determinado. Entonces, la prima de riesgo es
capaz de subir por encima del asombro
de todos y cuando un Estado quiere
acudir, por ejemplo, a la emisión de
deuda pública para obtener liquidez, los
intereses a los que tiene que adquirirla
se disparan. Basta con que, esta suerte
de “evaluadores planetarios”, emitan un
informe para que, con ello, se tambalee hasta la mismísima Unión Europea.
Pero la pregunta que debe hacerse es
por qué se otorga credibilidad y argumento de autoridad a agencias de calificación que, en el 2008, fueron las que
otorgaron la máxima nota de fiabilidad
a las hipotecas subprime que se convirtieron en “hipotecas basura” con el
estallido de la crisis.
haciendo visible”
Con prima de riesgo o sin ella asistimos a un espectáculo donde los perjudicados comparten una característica
común: se trata de la clase media, de
trabajadores comunes, de jóvenes sin
futuro y acosados por míseros contratos
laborales cuando no por una situación de
desempleo, de ciudadanos que tienen
que sacar adelante a sus familias, de
economías con graves dificultades para
llegar a fin de mes y sobre los que pesa
la imposición involuntaria de convertirse
en los grandes salvadores de una crisis
de la que no son responsables.
La desesperación e indignación llevaron a que el pasado 4 de abril, Dimitris
Christoulas, un jubilado de 77 años, pusiera fin a su vida pegándose un tiro en
la cabeza, delante del Parlamento griego
en Atenas. Hecho que provocó una marea mediática mundial entre los medios
de comunicación y, como siempre, la palabra “suicidio” es la que destacó por encima de todo, como si el sistema social
en que vivimos no tuviera culpa alguna.
Solo la nota dejada por él y hallada por la
policía ofrecía luz sobre las verdaderas
razones de fondo, puesto que culpaba al
gobierno y a la actual situación del país
de aniquilar “todo vestigio de mi supervivencia, que se basaba en una pensión
decente, por la cual he estado pagando
yo solo durante 35 años (sin el apoyo del
Estado)” y “como tengo una edad que
no me permite una reacción combativa
(…) no puedo encontrar otra solución,
salvo un fin decente, antes de empezar
a buscar comida en la basura para alimentarme”.
españolas, con el fin de reclamar el fin
de un bipartidismo incapaz de resolver
los problemas sociales del país y de un
sistema bancario que está detrás de los
males de la actual crisis económica.
En las bases de este movimiento tiene especial importancia la obra ¡Indignaos! Esta fue escrita por el diplomático
Este no es más que un ejemplo del francés Stéphane Hessel, sobreviviente
verdadero paroxismo de los avasallados, del holocausto y uno de los firmantes
así como uno de los síntomas de la apa- de la Declaración Universal de los Derición y desarrollo de los “indignados”, rechos Humanos. En esa obra -conun movimiento social que ha calado en vertida en un best-seller- se da cuenta
muchos países. Una fórmula de reacción de la pasividad de la sociedad civil, que
contra la homogeneización, la falta de debe “comprometerse en nombre de la
transparencia de los gobiernos, la dicta- propia responsabilidad” y, en clara aludura de los mercados y, en definitiva, de sión de los jóvenes, afirma que “la peor
un feudalismo monetario en pleno siglo de las actitudes es la indiferencia, el deXXI. En España, cir ‘yo no puedo hacer nada, yo me las
los indignaapaño’. Al comportaros así, perdéis
dos reciben
uno de los componentes
el nombre de
esenciales que hacen al
La
movimiento
ser humano. Uno de
globalidel 15-M y
sus componentes
zación tiende
a uniformizar las
comenzaron
indispensables:
relaciones sociales
con la ocula capacidad de
pero también a dejar en
manos de otras instancias
pación mulindignarse y el
su regulación. Las agencias
titudinaria de las
compromiso
de calificación o los rescates financieros pretenden
plazas más repreque nace de ella
irrumpir como fórmulas de
corrección de las injustisentativas en las
como persona
cias sociales y parece
principales capitales
humana”.
que los indignados
no terminan de
“indignarse”.
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Blas Garzón Vera*
U
no de los intelectuales más
influyentes en
la actualidad,
el sociólogo y
filósofo polaco Zygmunt
Bauman, sustenta en sus escritos
y entrevistas que hemos pasado
de una sociedad que se sostenía
en grandes proyectos y certezas
a un mundo por él denominado
como la “modernidad líquida”,
llena de inseguridades y fragilidades, que nos empuja a vivir lo
momentáneo, lo transitorio y lo
individualista. Este y otros pensadores, de alguna manera, han
logrado caracterizar esta sociedad en la que vivimos, sin poder
tampoco vislumbrar el futuro
que nos espera, porque como ya
señalamos, esta es la tónica de la
actual situación.
Bauman sostiene:
… la gente de 30 o 40 años no tiene ni idea de lo que va a pasar con
ella cuando tenga 60 o 70 años.
La planificación del futuro desafía
nuestros hábitos y costumbres, las
capacidades que aprendimos para
superar los escollos del camino.
Por eso la impresión general es
que día tras día, permanentemente, estamos en una encrucijada.
Hay muchos caminos en diferentes direcciones y no sabemos muy
bien qué senderos transitamos.
Una suerte de no tener un espacio
para todos, el temor a ser excluidos
en todos los ámbitos de la vida; desde el joven profesional que busca
y no encuentra un espacio para su
ejercicio laboral hasta el trabajador
de la fábrica que teme podrá salir en
el próximo despido masivo.
Cultura Moderna
Cultura Tradicional
En este actual contexto de globalización, con mayor frecuencia, escuchamos a los jóvenes decir y sostenerse
que ya no pertenecen a ninguna socie-
Nuevas sensibilidades culturales en los jóvenes del siglo XXI
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dad, estado o nación, que se consideran “ciudadanos del mundo”, sin reglas
ni adscripciones a ningún espacio concreto. Pero, por otro lado, y a raíz de la
actual crisis económica, vemos al mismo tiempo que las fronteras entre países se vuelven a blindar, no es posible
para muchos de estos jóvenes “ciudadanos del mundo” transitar libremente
por este espacio, como tampoco se les
permite participar y beneficiarse de los
logros conseguidos por estas sociedades. De allí surgen las grandes desilusiones y resistencias a temas como por
ejemplo, la participación política.
lenguajes, desarrollo y adaptación de
tecnologías, hasta las más delicadas
sensibilidades que desarrollamos
cuando creamos música, escribimos
poesía o practicamos una danza.
La cultura, como toda actividad humana, es también temporal y móvil,
se transforma como cambia la vida
de las personas que la crean. Lo que
hoy no es reconocido y valorado, el
día de mañana puede llegar a ser una
obra maestra, como muchas veces
ha sucedido. Lo importante es recalcar que, en la actualidad, los jóvenes
están dotados de unas sensibilidades
Frente a este escenario podemos muy particulares, fruto precisamente
contrastar otro. El surgimiento de de todo el desarrollo tecnológico y
nuevos actores en este mundo glo- social tan vertiginoso que vivimos, la
tarea entonces es descubrir
balizado, la
estas capacidades que
emergencia
seguramente ya se
de nuevos conos viene incorlectivos que
La
cultura,
porados.
con justo decomo toda
recho reclaactividad humana,
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en esta sociedad
que hoy no es reconocivivir
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mañana puede llegar
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discriminó. Nos rea ser una obra
todo el mundo,
ferimos a los movimaestra
con recetas ya
mientos étnicos, a los
preestablecidas y
de jóvenes, de mujeres,
siguiendo
lineamiende género, movimientos
tos globales? o ¿queremos
culturales distintos a los establecidos. Al no estar de acuerdo con las romper esquemas, buscando alimen“recetas” planteadas por la sociedad tarnos de nuestra cultura y valores loglobal, emergen nuevas respuestas y cales que seguramente tendrá mucho
actitudes, sobre todo en los jóvenes, que ofrecer a esta sociedad global que
lo que Martín Barbero y otros han lla- ya hemos señalado tiene más debilimado las nuevas sensibilidades. Que dades que fortalezas? Convertirse en
no son otra cosa, sino respuestas movimientos alternativos, que busquen
distintas, para enfrentar la vida en el dar respuestas nuevas a los desafíos
actuales, seguramente toma más traactual contexto global.
bajo y esfuerzo que dejarse llevar por
Precisamente, uno de estos ca- lo establecido, pero allí está el desafío.
minos es el ámbito cultural, que en
Las nuevas sensibilidades y capatérminos muy generales y desde
cidades
de los jóvenes de hoy deuna visión antropológica, serían las
berán
ser
puestas al servicio de una
respuestas que vamos dando los
hombres en cada espacio de tiempo sociedad más humana, más justa,
y territorio en el cual nos situamos, más solidaria y corresponsable con
entendido desde particulares modos los graves desafíos que nos acechan
de vida, costumbres, cosmovisiones, y que son por todos conocidos.
* Administrador Cultural. Magíster en Estudios de la Cultura. Master en Historia de América
Latina.Doctorando en Historia de América Latina – mundos indígenas por la Universidad Pablo
de Olavide (España). Director de Comunicación y Cultura de la Universidad Politécnica Salesiana – Sede Cuenca.
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Santiago García Gago
L AS
TLIC
N
o, no es una
errata,
está
bien escrito,
quisimos decir
TLIC. Suena
extraño porque estamos
acostumbrados a leer TIC. A las
Tecnologías de la Información y la
Comunicación o TIC, también se
las conoce como nuevas tecnologías, aunque ya no son tan nuevas.
Por TIC no entendemos solo Internet y todos los servicios que llegan
por esta red, como los blogs, la Web
y el correo electrónico, los chat y foros, las redes sociales, etc. También
se incluyen las telecomunicaciones
móviles y satelitales, el software
y los medios de comunicación
que usan la red como plataforma para llegar a sus
lectores, radioescuchas
o televidentes.
Y, por si esto fuera poco, la misma
ciudadanía las podía producir.
Estos grandes medios (radio, televisión, prensa) tuvieron por mucho tiempo la palabra acaparada.
Se la apropiaron y solo ellos tenían la posibilidad de opinar. Estos
medios actuaron como filtros que
entregaban únicamente “la información que usted necesita saber”,
como dice una famosa cadena
mundial de noticias televisivas.
Se convirtieron en reproductores de sus “verdades” que, por el
alcance masivo que tienen, impusieron como “la verdad”. Estos
medios quisieron hacernos creer
que nuestra libertad de expresión
se limitaba a cambiar de emisora
o a comprar uno u otro periódico.
Pero las TIC vinieron a cuestionar este modelo comunicacional y
cultural. Se abrieron posibilidades
para beber de nuevas fuentes,
mayores en número y diversidad.
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El esquema tradicional de un
emisor que generaba un mensaje y un receptor que lo consumía
se hizo añicos. Los consumidores
tienen ahora herramientas en sus
manos que les permiten producir
información y opinión. La barrera
entre productores y consumidores
ya no existe. Las TIC nos convirtieron en verdaderos prosumidores.
Radios comunitarias, movimientos sociales y militantes combativos se levantan cada día con la firme convicción de querer cambiar
al mundo. Luchan por el desarrollo, contra los imperios de la megaminería, de las semillas transgénicas o del cuidado de las fuentes
de agua. Para estas luchas usan
tecnología, pero no se dan cuenta
que su uso contribuye también a
los intereses de los imperios contra los que pelean.
Pero, ¿qué tan libres somos de
publicar lo que queremos y como
queremos cuando estas herramientas pertenecen a unos pocos?
Hay que dar también la lucha por
la ‘cultura libre’ y para eso solo se
necesita convicción y decisión política para hacerlo.
Prácticamente, todas las tecnologías que usamos a diario son
privativas. Y privativa no significa
que tengamos que pagar por ellas,
sino que no sabemos cómo funciona el software que instalamos en
nuestra computadora o qué hacen
los dueños de una Red Social con
los datos que compartimos en ella.
Debemos apostar a las TLIC o
Tecnologías Libres de Información
y Comunicación. Usar ‘software libre’ es un primer paso. Pero también ir pensando en alternativas de
comunicación a través de otras redes sociales y plataformas libres.
Al trabajar con un software que
no es “abierto” desconocemos el
funcionamiento interno de ese
programa. Nadie puede mejorarlo
ni adaptarlo a sus necesidades.
Cuando publicamos fotografías
en redes sociales, que no son libres, estamos entregando, por
un acuerdo previo que firmamos
al abrir la cuenta, todas nuestras
imágenes y datos para que otros
los usen a su antojo.
El segundo paso es que todo lo
que produzcamos con herramientas
libres sea también difundido de forma libre y abierta. Hay que terminar
con el copyright y distribuir nuestras
publicaciones con ‘derechos compartidos’ o copyleft. Pero, ¿por qué?
Principalmente porque todas
nuestras ideas o escritos no dejan
de provenir de otras ideas, de opiniones, de cosas que alguna vez
leímos. La cultura se construye colectivamente y la colectividad debe
regresar. Y no quiere decir que por
eso perdamos la autoría o el reconocimiento de lo que hicimos.
Las licencias Creative Commons, por ejemplo, permiten elegir de qué forma distribuyes tus
canciones, artículos o libros. La
gente debe atribuir la autoría y tú
autorizas o no, el uso comercial de
la misma o la posibilidad de hacer
obras derivadas como una traducción a otro idioma. Así tus obras
pueden correr libres por Internet y
fomentar la distribución abierta de
la cultura. Pero el autor siempre
mantiene la autoría, incluso, puede registrar la obra en los institutos de propiedad intelectual de su
país, para que si algún “vivo” quiere plagiarla, podamos demostrar
nuestra autoría.
Cientos de universidades e instituciones del mundo entero, hasta
el Banco Mundial, están usando
este tipo de licencias. La gente lee,
copia y aprende.
En este siglo XXI, el mundo libre
se construye con cultura y TIC libres... ¡con TLIC!
1
En el libro La tercera Ola, de 1979, el escritor
y futurólogo Alvin Toffler predice el alto grado
de interacción que existirá en el futuro entre
productores y consumidores y bautiza este nuevo
rol dentro de la comunicación como prosumidor.
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MSc. César Andrade Martínez.
s
e
t
ian
d
u
t
s
e
¿rebeldes, libertinajes o avasallados?
D
ecir que un
adolescente es rebelde es una
tautología,
es una repetición
inútil, porque adolescencia y rebeldía van íntimamente unidas.
Tanto que quien en esa etapa no
lo es en algún grado no parece
ajustado a su realidad. Por tanto,
los padres no deben extrañarse
de los comportamientos que realizan, pues es como esperar que en
verano haga calor. Siendo así, los
padres y profesores no deben extrañarse de que sean turbulentos.
Probablemente ellos, nosotros, fuimos también rebeldes y contestones
aunque con distintos matices porque
fueron otras épocas.
Alguien ya ha dicho que no hay que
relacionar rebeldía con violencia, estoy
totalmente de acuerdo. No tienen nada
que ver. La rebeldía es propia de la adolescencia, siempre ha sido así. Algunos
adolescentes son más rebeldes que
otros y en diferentes aspectos. La rebeldía se acrecenta cuando la sociedad o
sus padres quieren imponerles límites,
para los adolescentes estos no existen,
no les afectan. Por ello es que algunos
cometen actos de violencia, pero no es
conveniente generalizar.
La cuestión es saber sobrellevarlo
con paciencia y ejercer una labor de
contención hasta un cierto nivel. Si es
esperado y natural que los adolescentes sean batalladores y se afirmen de
esa forma frente al avasallamiento del
poder adulto, también es previsible que
los padres y profesores cedan en aspectos secundarios aunque fuercen lo
esencial, la obediencia a los límites que
deben imponerles sencillamente para
que esos chicos no crean que puedan
hacer siempre lo que les venga en gana.
Contener las presiones es bueno para
todos, para los jóvenes porque aprenden que uno no puede salirse siempre
con la suya, que en la vida hay límites
que es preciso respetar para facilitar la
convivencia entre las partes.
La rebeldía se trata de una situación animal aunque no lo parezca,
el joven tiene que penetrar en el
círculo de influencia a fuerza de
demostrar que es lo suficientemente rudo para ello, de ahí
la imagen de rebelde de la
juventud. En la actualidad el vacío de valores ha incrementa-
do significativamente el aspecto violento
de la rebeldía juvenil pero esta etapa no
necesariamente tiene que serlo. La rebeldía bien encauzada puede generar movimientos sociales que cambian la visión de
los pueblos y les dan un mejor futuro.
Pero también debemos analizar a jóvenes estudiantes que hacen tambalear
nuestra hasta entonces firme vocación
magisterial. Auténticos galimatías que
no logramos descifrar. Fuentes de canas
verdes, blancas o de cualquier otro color. Catalizadores que aceleran nuestra
incipiente calvicie. Agentes coadyuvantes para transformar esa discreta colitis
nerviosa en úlcera galopante. Pequeños
bandoleros que inclusive nos escamotean el sueño tranquilo y reparador, pues
nos develamos pensando en como buscarle la solución al “problema” de tal o
cual estudiante.
Esta no solo es una vivencia de
este lado del mundo, también, de otros.
Susan Eloise Hinton nació en Tucsa
(Oklahoma-EE.UU.) en 1950. Estudió
sus primeros años en el Hill Rogers High
School de su ciudad natal. Muy pronto,
abandonó su carrera de escritora para
casarse, pero llevó los recuerdos y las
vivencias de sus años de estudiante,
para plasmarlos en sus obras con personajes y conflictos de aquel entonces.
Con solo 16 años se lanzó a la fama con
su obra “Rebeldes” (titulo original “The
Outsiders”), que fue traducida inmediatamente a muchos idiomas por la editorial Santillana de México en el año 2003
y llevada al cine por el director Francis
Ford Coppola.
Seleccionado como “mejor libro dirigido a los jóvenes”, “Rebeldes” trata de
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un niño huérfano llamado Ponyboy Curtis que es un “greaser” (de clase baja),
que vive con sus dos hermanos, Darry
y Sodapop. Ponyboy pertenece a una
banda de amigos que incluye a Johnny
Cade, Steve Randle, Winston Dallas
(Rally) y Two-Bit.
Una noche, después de haber ido
al autocine con Dally y Johnny y haber
conocido a dos chicas “socs” llamadas
Cherry y Marcia (los “socs” son la banda
rival de los “greasers”, es decir los de la
clase alta), Johnny y Ponyboy deciden
quedarse un rato en el solar, pero se
quedan dormidos. Al cabo de unas horas, Johnnny le despierta a Ponyboy y le
dice que se vaya a su casa para que sus
hermanos no se preocupen por él.
Los dos amigos se van corriendo
varias manzanas hasta que llegan a un
parque a descansar, hasta que aparecen
unos “socs”, los cuales cogen a Pony e
lo intentan ahogar en la fuente del parque. Johnny no soporta ver a los “socs”
haciéndole aquello a su amigo, entonces, coge su navaja y mata a Bob, el jefe
del grupo enemigo. Ponyboy y Johnny
huyen hacia un lejano poblado y se esconden en una iglesia abandonada, para
cambiar su apariencia: los dos se cortan
el cabello y Pony se lo tiñe de rubio.
Días después, ambos son visitados
por Dally y juntos van a desayunar, cuando vuelven a la iglesia (convencidos que
deben regresar a casa para explicarlo
todo), se produce un incendio dentro del
lugar y unos niños quedan atrapados.
Los jóvenes deciden ingresar a la iglesia
y consiguen sacar a unos por la ventana;
cuando Pony sale, las vigas se caen y
una le da en la espalda y lo deja herido:
es llevado al hospital por Dally.
Mientras esto ocurría en el pueblo,
todos se preparaban para la gran pelea
que se desarrollaría en el solar. Johnny
agoniza y Dally espera ir
a la pelea con la navaja de
Two-Bit. Él acude al enfrentamiento y cuando terminan –ganan
los “greasers”–, regresan al hospital
a ver a su amigo antes de morir; este
como último deseo le propone Pony que
sea el nuevo jefe del grupo.
Después de varios años, prosigue la
vida de Ponyboy en la escuela. Antes era
muy listo por lo que le habían adelantado
un curso, pero ahora ha aflojado mucho
y como le va mal en los estudios, el profesor de lenguaje le dice que si quiere
aprobar, tiene que hacer una redacción
libre de no menos de cinco páginas sobre algo que considere realmente importante. Así que Pony escribe su redacción
sobre toda esta historia; en poco tiempo
fue considerada una famosa obra. Así
termina la obra de esta autora.
¿Conocida la historia de Ponyboy,
creen ustedes que se les puede conceder total libertad a los estudiantes
que no tienen la capacidad de resolver
racionalmente el problema de la propia
conducta?
Entre la dirección recta de la disciplina o el libertinaje disolvente; entre el
alumno sujeto al respeto de sus profesores o el alumno inconstante e insolente:
¿Cuál merece respeto y consideración
para concederles derechos y libertad
de acción? Una cosa es hacer lo que a
los estudiantes les venga en gana, sin
respeto para nadie; y, otra cosa es que
el estudiante tenga la capacidad de resolver racionalmente el problema de la
propia conducta.
“La adolescencia “necesita alas”;
pero también necesita “frenos” cuando tratan de salirse de su órbita. Si se
permite todo se pierde el concepto de
responsabilidad de los mayores, con el
consiguiente peligro irreparable” explica
Nélida Rebollo de Montes, Profesora
y periodista, distinguida con el Premio
Benefactora de la Cultura de Argentina,
ganadora de la “Pluma de Oro” y de la
“Faja de Honor”, entregadas por la Sociedad Argentina de Escritores, al destacarse por sus valiosos artículos de su
profesión periodística.
Rebollo dice que hay que dejarlos
que actúen, cuando su responsabilidad lo permita; así la relación con los
profesores estará de acuerdo con los
méritos de la conducta de los alumnos. Los estudiantes deberán comprender desde el ingreso a los establecimientos educativos a respetar
las leyes y reglamentos que se inspira
en normas generales del Derecho y
que no pueden ser desconocidos por
ningún motivo.
Los comportamientos que inducen a
la rebeldía, en la etapa juvenil, están influidos, entre otras cosas, por la necesaria salida de la protección parental, que
se produce en algunos jóvenes de forma
airada, hasta que logran encontrar sus
propias claves. Si la ruptura se realiza de
una manera fluida y natural, no necesitan rebelarse. Algunos investigadores lo
achacan a los cambios que se producen
en el cerebro, aún en desarrollo entre los
12 y los 25 años.
Según un estudio realizado por los
neurólogos Jay Giedd y Paul Thompson,
del National Institute of Mental Health, de
la Universidad de California, el área del
cerebro especializada en dotar de prudencia a los comportamientos, no madura plenamente hasta los 25 años.
Las pruebas realizadas a 1.800 adolescentes estadounidenses, revelaron
que los cambios más bruscos se producen a nivel del lóbulo frontal, donde se
localizan las funciones superiores del razonamiento y la voluntad o la capacidad
de tomar decisiones. La sociabilidad y el
autocontrol también se pueden ver afectados por estos cambios.
Así, un ejemplo de rebeldía juvenil,
es realizarse un tatuaje o “piercing”,
escribir “grafitis”, pertenecer a una
pandilla o vestirse de alguna manera
especial, inclusive dentro de sus etapas de estudiantes secundarios y universitarios. Es una forma provocadora
de mostrar a la sociedad que empiezan a ser dueños de su propio cuerpo
y de expresar el avasallamiento e imposición del que son victimas por parte
de la sociedad a la que pertenecen.
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15
Fabricio Rauber
Sebastián Aráuz
D
¡Que viva
la lucha!
Uno de los aspectos principales de las marchas radica en que, aparte de mostrar demandas específicas,
lleva a la sociedad hacia la reflexión sobre los problemas que la originaron.
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esde los inicios
Arbolito. Bajo la consigna del respede la sociedad y
to a la vida, la dignidad y al agua, a
pese al carácter
este grupo de gente ni la clásica lludialéctico de la
via inesperada capitalina les aplacó
misma, ha exisel deseo de ser escuchados. Según
tido una particudice Mauricio Panqui “se movilizan
laridad que, a di- junto a los pueblos que luchan por
ferencia de otras, con el pasar de defender la dignidad de cada uno,
los años, se ha hecho cada vez
sus intereses democráticos y resistir
más fuerte. La injusticia y la desfrente a las amenazas que la constiigualdad entre sus miembros, así tución democrática manifiesta en las
como la lucha por prevalecer soconcesiones mineras y del agua”.
bre el otro siguen siendo pan de
cada día entre quienes vivimos
Al mismo tiempo, en el casco coen comunidad. Asimismo, ante
lonial, una concentración multituditales abusos y circunstancias, las naria de personas, que acudieron
muestras críticas y reflexivas que al llamado de Rafael Correa para
buscan un
defender la democracia y la Revocambio
lución Ciudadana, promulno han
gaban su incondicional
cesado; ni
apoyo al Régimen,
U
n
o
cesarán.
esto también pese
de los aspecMuchas de
al frío y la lluvia,
tos principales de las
ellas con
quizá, menos
marchas radica en que,
triunfos
intensa gracias
aparte de mostrar demandas
sobre los
a la gelatina
específicas, lleva a la sociedad
hombros.
caliente, que
hacia la reflexión sobre los
un
grupo de
problemas que la origiEl pasado 22
simpatizantes
naron.
de marzo será rede gran corazón
cordado en la ciudad
-y bolsillo- daban
de Quito, un tanto más
a los asistentes. Para
que en el resto de Ecuador,
Juan de la Torre, miembro
el día de las marchas. Aquel jueves, de la Organización Comando País,
miles de personas se concentraron los simpatizantes estuvieron preen la capital ecuatoriana para apo- sentes para defender la democracia
yar y defender consignas, ideologías amenazada por los golpistas (PAy, a juicio de ellos, la verdad. Luego CHAKUTIK, MPD, entre otros) que
de catorce días de marcha, activis- se movilizaron para tratar de desestas de la CONAIE, el Frente Popular, tabilizar al Gobierno con sus levantaPachakutik y otros cientos de par- mientos y manifestaciones. Un puetidarios ingresaron por el sur de la blo simpatizante del Régimen se unió
ciudad hasta el tradicional parque El para apoyar la democracia actual.
tema central
17
Ahora bien, partiendo de tal
acontecimiento político-social y
de las declaraciones recogidas a
miembros de cada uno de los polos en cuestión podemos constatar
la existencia de un rasgo común
que se advierte en posiciones antagónicas: cada colectivo desea
mostrar su posición y exigencias a
la opinión pública.
Desde la perspectiva oficialista se defiende el proceso, desde
la otra se ecucha el grito: “Rafa,
Rafa, resultaste una estafa”. Son
las posturas, visiones y expectativas las que se exponen en acciones como estas, las marchas son
una expresión de anhelos, exigencias o concordancias.
El ejemplo señalado de marzo
22 es una clara señal del espíritu combativo de los colectivos en
aras del bienestar común, del deseo de unas relaciones no avasa-
llantes y equitativas, de lo que significa la lucha social.
A lo largo de la historia son varios
los grandes momentos de expresión
colectiva. Veamos: 1 de mayo de
1886, Woodstock; mayo de 1968,
concentraciones junto a Martin Luther King, y en nuestro país la Revolución Juliana. Todas ellas, con sus
características, son el vivo testimonio de la denuncia ante una realidad
social desigual y discriminante.
El sociólogo Dimitri Madrid indica que:
Las manifestaciones vienen
del proceso de la lucha de clases
en sociedades que son clasistas.
Se ha configurado una estructura
de poder capitalista. Alrededor del
capital se va configurando los enfrentamientos de clases en relación
a los intereses que en cada sector
están presentes. Estos enfrenta-
mientos de clases se expresan a
través de formas políticas, como
movilizaciones o manifestaciones,
un grupo humano que protesta desde la perspectiva del ejercicio de
un derecho político y levantar sus
reivindicaciones. El ejercicio social
se expresarse en movilizaciones y
manifestaciones. La democracia y
el voto, como símbolos, son procesos excluyentes, en este sentido, la
manifestación es el campo de lucha
al cual los explotados, postergados
y oprimidos recurren cuando sus
derechos son violentados.
Como menciona Agustín Cueva en su Teoría de las clases
sociales, las marchas son efectos específicos de determinados
modos de producción en cierta
fase de la historia, determinan y
asignan posiciones estructurales
a individuos determinados. El
pueblo está inserto en tal organización jerárquica y cuando los
revistautopíajunio2012
18
pocos intereses de los grupos
tradicionalmente violentados son
trastocados; la mejor manera de
expresar nuestra inconformidad
frente al sistema democrático,
son las manifestaciones.
Las marchas, las manifestaciones pacíficas y argumentadas,
como señala Luis Macas en el boletín número 42 del Instituto Científico de Culturas indígenas, “son en
sí generadas desde los intereses
de las nacionalidades y los pueblos, que son derechos legítimos
e históricos que no han sido ejercidos desde el reconocimiento del
Estado y la sociedad dominante”.
Es decir, es un proceso de denuncia y exigencia de estados legítimos y necesarios en contra a lo
establecido, de acuerdo al criterio
de los manifestantes.
En EE.UU, Europa y Asia, principalmente, sin mencionar que
sean los únicos sitios pero si los
de mayor incidencia, los indignados alzan su voz en contra del
depredador modelo económico
y político que se maneja actualmente. En nuestra ciudad, Isabel
Masson menciona que “la sociedad es hipócrita y que las mujeres
aún son parte de una cadena de
abusos, que es necesario romper
con el círculo denigrante de la violencia y, desde la propia vivencia
de la mujer, fracturar la sociedad
machista donde vivimos”, esto en
alusión a la marcha de las putas,
una concentración en rechazo a la
persistente violencia de género en
nuestra sociedad.
En Bolivia, las manifestaciones
y huelgas sindicales presionan al
primer mandatario, Evo Morales,
para un alza salarial. Allá por el
Medio Oriente, los egipcios pugnan por un nuevo modelo de gestión democrática.
La voz de la mayoría se alza
ante las condiciones establecidas
que atienden a los intereses de
sectores específicos. A lo largo de
la historia, la no sumisión y el espíritu de lucha ha sido el principal motor para ir en contra de la corriente
del status quo. La injustica y el desequilibrio, en lugar de amilanar a la
población, nutre de fuerza y determinación para luchar por un mejor y
más mundo ecuánime.
El vasallaje no es más que una
herramienta cadavérica de pequeños grupos acostumbrados a vivir
a cuestas del otro. Hoy, cuando la
máscara se ha caído y la cortina de
humo es insuficiente, la lucha social,
hija primogénita del sufrimiento y
respuesta primera ante el descaro
de los privilegios, sigue siendo la
abanderada del cambio hacia una
realidad donde todos “como cínicamente los grandes poderes también
hablan” seamos iguales.
tema central
19
Jorge Dávila Vázquez
La Guerra
de las
Generaciones
E
mpecemos por aclarar: no soy un generacionista, ni de esos
que dividen la realidad
y la historia en sucesivos grupos humanos,
que son los que mueven el mundo. Pero, evidentemente,
en la literatura se da la aparición de
ciertos conglomerados de poetas,
narradores y prosistas en general,
agrupados por afinidades de edad, a
veces de condición social, de ideales
y de visión estética, y que actúan en
un tiempo dado, factible bajo la nominación de “gestión generacional”.
Por dar un ejemplo, quienes tenemos hoy alrededor de sesenta años,
pertenecemos a lo que se ha dado en
llamar la Generación del setenta, porque en esa década iniciamos nuestra
actividad creativa. Este, nuestro conjunto de literatos y, más ampliamente,
de artistas, tuvo una cierta beligerancia
hacia los creadores precedentes, pero
no excesiva, pues –como decía Efraín
Jara– parece ser que hay generaciones parricidas, que quieren terminar
con todo lo anterior, porque lo consideran viejo, caduco, parte del pasado;
otras que asimilan la labor de quienes
los precedieron, refinan sus procedimientos y producen algo nuevo, pero
que tiene vínculos con lo anterior.
Así, quienes estuvieron ligeramente
antes de nosotros –y fueron casi nuestros contemporáneos– los Tzántzicos
(emergidos entre inicios y mediados
de la década del sesenta) y siendo
todos ellos bastante jóvenes y muy ligados a la izquierda, habían declarado
su propia guerra, desconociendo a la
generación inmediata anterior y al resto de la literatura patria y sus autores;
ellos hicieron, en más de un caso, irrisión de su obra, desdeñándola, desconociéndola del todo y salvando solo a
contados nombres, como unos pocos
treintistas, en especial Jorge Icaza y literatos posteriores como César Dávila
Andrade, Rafael Díaz Ycaza o Efraín
Jara Idrovo, por ejemplo.
La mayoría de nosotros heredamos su iconoclastia, pero moderada,
y reconocimos los valores de todos
aquellos grandes escritores por ellos
menospreciados, como los importantes humanistas de la Compañía de
Jesús, Espinosa Pólit, Miranda Riva-
revistautopíajunio2012
20
deneira o Sánchez Astudillo y poetas
de la categoría de Francisco Tobar
García, Francisco Granizo Ribadeneira o Manuel Zabala Ruiz; asimismo,
de algunos otros, más jóvenes, estrictamente contemporáneos suyos y
nuestros. Todos que emergerían con
mucha fuerza a mediados de los setenta, pero que se presentaban entonces como de ideología diferente,
más o menos agrupados en torno a la
revista Ágora y que fueron, en su momento, escarnecidos y desdeñados,
como los excelentes líricos Javier
Ponce o Bruno Sáenz Andrade.
Los Tzántzicos, en su empeño por
destruir todo lo que consideraban
obsoleto, conservador o jesuítico, utilizando en particular su arma, la revista Pucuna, feroz en sus ataques, insultos de grueso calibre y eventuales
juicios certeros, metieron en el mismo
saco obras y autores de segunda
categoría, como muchos de los que
constituían los Grupos “Caminos” o
“América”, con otros que eran genuinos valores de nuestra literatura, que
una crítica más equilibrada y objetiva
habría de valorar en su justa trascendencia –tiempo después–; en la plástica ocurrió cosa parecida.
El empeño demoledor del Tzantzismo casi no dio lugar a una genuina
producción literaria de calidad. Estaban en el grupo o en sus alrededores,
algunos nombres claves de lo que sería la genuina literatura ecuatoriana de
los setenta en adelante, como Euler
Granda, Raúl Arias, Rafael Larrea, Ulises Estrella, Sergio Román, Francisco
Proaño y Alejandro Moreano y sus dos
ideólogos y ensayistas claves, que
empezaron a desarrollar su obra ya en
ese ajetreado tiempo y en la cáustica
Los
Tzántzicos,
en su empeño por
destruir todo lo que
consideraban obsoleto,
conservador o jesuítico,
utilizando en particular su
arma, la revista Pucuna,
feroz en sus ataques,
insultos de grueso
calibre y eventuales
juicios certeros
Pucuna, precisamente: Agustín
Cueva y Fernando Tinajero. Pero,
en general, era más
el momento del grito
que del canto, del puño
en alto que de la obra bella
y sabiamente construida.
Y hablando de iconoclastas, bastante antes de los Tzántzicos ya se había
dado un gran enfrentamiento literario
en las letras del Ecuador, con la emergencia de la llamada Generación del
Treinta, que barrió con toda la literatura anterior, con una pasión juvenil tan
grande y tan desbordada, que el crítico Renaud Richard afirmaba que la del
30 fue la única generación parricida de
la literatura ecuatoriana.
Benjamín Carrión, interesante promotor de la cultura y su cambio en el
país, saludó emocionado la aparición
del libro manifiesto y emblema, Los
que se van, de tres autores jovencísimos: Demetrio Aguilera Malta, Enrique Gil Gilbert y Joaquín Gallegos
Lara, que apareció justamente en el
año 30 del siglo XX. Se trataba de una
colección de cuentos que no tenían
absolutamente ningún vínculo con el
relato anterior, que introducían bravamente el mundo del cholo y del montubio, con una aspereza, una sexualidad desenfadada, una fuerza venida
de la selva, la tierra y del mar, con una
violencia, que hería las sensibilidades
de una burguesía culta y de aires refinados y aspiraciones europeas; todo
en un lenguaje directamente inspirado en lo popular.
El crítico Seymour Menton llamó a
ese momento de la narrativa ecuato-
riana “el reino
de la mala palabra”. Lo interesante era que
tanto los narradores de Los que se
van, como los del grupo de Guayaquil, que se
sumaban a ellos, el novelista
Alfredo Pareja Diezcanseco y el teórico del conjunto y quizás el mayor de
los cuentistas de entonces, José de la
Cuadra; más los narradores de la Sierra, Jorge Icaza, Pablo Pablo Palacio, Ángel Felicísimo Rojas, y los más
jóvenes: Alfonso Cuesta y Cuesta,
Alejandro Carrión, Pedro Jorge Vera,
Arturo Montesinos Malo y César Dávila Andrade –que descollarían en el
período siguiente, llamado de la Transición, por su prosa lírica, su ahondamiento en la psicología de los personajes o sus francas rupturas con la
literatura denunciante y bravía de los
treintistas plenos–, todos ellos mantuvieron en su producción el espíritu del
cambio; así, la literatura ecuatoriana
rompió para siempre con los moldes,
las formas expresivas y las temáticas
de los patriarcas decimonónicos y de
sus seguidores.
Se puede, por supuesto, hablar de
muchos enfrentamientos entre jóvenes productores de cultura y arte y sus
predecesores, pero creo que estos
dos momentos que hemos enfocado
brevemente en estas líneas, son los
claves en la historia literaria del Ecuador en el Siglo XX y significaron, en alguna medida, una guerra entre generaciones, porque aunque nada se ha
dicho sobre ello, porque casi no tiene
trascendencia en nuestras letras, la reacción fue, a veces, bastante violenta,
sobre todo en el terreno de la palabra.
tema central
21
Andrés Delgado
H
ay varias cosas
que me molestan
del mundo donde
vivo; están unas
pocas: el hambre,
la pobreza, el crimen, la guerra, la
violencia y la desigualdad. El asunto
es que con muchas otras personas
compartimos el mismo sentimiento,
con diferente intensidad. Sin embargo, lo que marca mi vivencia respecto
a estas realidades es el conocer directamente la causa de las mismas.
Hace algunos meses, cuando se
daba el movimiento de ocupación y
asistía –cansado después de rendir
un examen en la universidad–, me
encontré con docenas de personas
indignadas sobre el hecho; entonces
argumenté sobre la inaceptabilidad de
este mundo que al conocer las causas
de los problemas y realizar investigaciones exhaustivas para obtener las
soluciones, no actúa. Pero, ¿por qué?
Seamos Realistas,
hagamos
lo imposible
Las cosas están mal, la tasa de
desempleo cada vez es más alta, la
especulación financiera pone en juego la vida de millones de personas, la
clase media está siendo desplazada,
mientras el 1% más rico sigue acumulando poder. Adicionalmente, la degradación ambiental jamás había llegado
a niveles tan altos, la economía entera
está basada en un crecimiento exponencial de recursos que en la realidad
son escasos y el cambio global pondría en peligro nuestra supervivencia
sobre el planeta. Si lo consideramos
bien las cosas no solamente están
mal, sino cada vez peor. ¿Cómo resolvemos este problema?
Para cambiar el mundo, basta
estar de acuerdo
Desde hace aproximadamente dos
años, en forma continua, he trabajado
con miles de voluntarios en todo el planeta, para hacer de esta una sociedad
revistautopíajunio2012
22
mejor. De frente a este gran reto he
organizado y dirigido algunos eventos,
asistido a otros, colaborado en proyectos; he sido atacado y también defendido –lo cual es hermoso dada la gran
presión que muchos sufrimos por enfrentar lo establecido–. La conclusión
más idónea que he obtenido es que lo
único necesario para poder cambiar
este mundo es “estar de acuerdo”.
Querer “estar de acuerdo” no es
nada nuevo, ya se ha mencionado
alegóricamente en el relato de la
Torre de Babel. En la vida real, se
ha intentado con el Esperanto (un
idioma que pretendía ser universal
a base de su estructura simple),
pero esta unión solamente se lo ha
logrado mediante el uso del método
científico. La ciencia es más que un
conjunto de conocimientos; es una
forma de pensar que los corrige,
continuamente, que evoluciona.
La única democracia real es la
elección de las ideas por sí mismas
Cuando dos ingenieros conversan, ellos se ponen de acuerdo muy
fácilmente, sin importar cuál es su origen, religión, opinión política, equipo
de fútbol favorito, preferencia sexual,
etc.; la razón es que la ciencia nace
de nuestra, cada vez más específica,
forma de entender la realidad.
Así, se puede reunir un equipo internacional para construir un transbordador que nos lleve de viaje al espacio
o que nos ayude a sacar a gente que
accidentalmente quedó encerrada en
una mina; puede generar métodos eficaces para decidir qué medicamento
es mejor para nosotros si tenemos
una enfermedad dada o elaborar un
método para purificar el agua en lugares donde ocurren desastres ambientales que limitan su disponibilidad.
Actualmente, la producción mundial de comida supera al consumo
existente en aproximadamente un 30
por ciento; si aplicáramos tecnología
de punta para la producción agrícola
–donde se consume menos del 1%
de agua y de superficie– acabaríamos
con el hambre y la sed del mundo. De
acuerdo con un panel interdisciplinario
liderado por el MIT (Massachusetts
Institute of Technology), aproximadamente 200.000 exajulios –casi 3.185
veces la demanda de electricidad en
2008– se pue-den aprovechar usando las tecnologías actuales. Podemos
proveer energía para todos.
La ciencia puede proveer abundancia para todos... para siempre.
A la gente no se le enseña a pensar, sino a reflejar su cultura
Hay dos puntos de inflexión importantes a aclarar en este punto. La
ciencia aplicada tiene historia de haber
dañado tanto a la naturaleza como a la
humanidad. Un ejemplo claro de ello
son los desastres ambientales causados en Ecuador y el Golfo de México,
debido a los derrames de petróleos o
las mismas armas de guerra. Es imprescindible entender que estos no son
atributos inherentes a la ciencia; es lo
que pasa cuando se aplica pensando
en el lucro y no en la humanidad, el
planeta, el presente, el futuro y la interdependencia que estos tienen. Es por
esto, que si tuviera que definir un norte
para la humanidad entera, este sería:
la aplicación global del método científico para beneficio ambiental y social
con una perspectiva a largo plazo.
Solo un cambio cultural nos ayudará a perpetuar una sociedad sana.
Ese es nuestro ADN y si bien no podemos educar a todas las personas, una
minoría significativa puede tener un
impacto tremendo dentro de la percepción pública, mutar la forma como la
gente ve las cosas hacia algo que sea
compatible con la Tierra donde vivimos
y con la paz que todos necesitamos.
tema central
23
Daniela Garzón Hugo.
E
¿Te
acomodas
a la Moda?
n estos últimos
años, la moda ha
tomado el control
del Planeta, pero
sobre todo se ha
vuelto prioritario
en el mundo de los
jóvenes. ¿Quién no ha querido
vestirse bien o ser el primero en
estrenar alguna prenda “fashion”?
Cada postura razona su posición.
Los primeros resguardan la idea de
que “te tratan como te miran: pues en
esta sociedad donde vivimos, todos te
observan detenidamente y te critican
de pies a cabeza”. Entonces, según
ellos, no puedes vestirte mal; tienes
que mostrar que posees “glamour”,
que sabes de moda. Eso te da una
categoría en la sociedad.
Para una gran parte del mundo
estar a la moda es una obligación.
En tiempos remotos las cosas fundamentales eran la alimentación y
la educación; pero en la actualidad
vestir bien es considerado como
una necesidad.
Los detractores creen que no se necesita de “trapos caros” para ser mejores. Pues, tu capacidad intelectual
y personal muestra lo que eres –la
esencia humana– no el cómo te vistes.
Para tener éxito en una empresa de
nada te sirve un terno de diseñador, si
no tienes la capacidad para manejarla.
Cada uno ansía vestir mejor que
otro. Nadie quiere quedarse atrás.
Hay veces que sale algo nuevo y no
tenemos dinero para comprarlo, pero,
es tanta la afición por la moda, que
hacemos todo para tenerlo en nuestras manos.
Las universidades, últimamente,
se han convertido en verdaderas pasarelas, pues los estudiantes ya no
le ven tan solo como un lugar donde
van a enriquecer su conocimiento,
sino como “un lugar donde recibimos
clases, pero donde también hay que
ir con ropa diferente todos los días”
–según sus propias declaraciones–.
¿Y, qué pasa si repites? Pues, te conviertes en el blanco de la crítica.
Sin embargo, esta nueva actitud
universitaria es validada y repudiada;
así surge una división entre quienes
siguen la moda tal cual viene y a quienes les importa un comino la misma.
revistautopíajunio2012
24
Cada uno tiene la razón pues defienden sus prioridades y puntos de
vista. Sin embargo, la problemática
es que siempre habrá una minoría
defensora del resalte de la apariencia
y un poco en los bandos que están en
contra de esta. ¿Pero analizando minuciosamente, qué te define el cómo
eres o cómo te vistes?
“La moda” es un término que puede
variar de acuerdo a la visión de cada
persona, puesto que para lo que unos
es hermoso a otros les parece espantoso. Vivimos en un mundo globalizado y que ha evolucionado en muchos
aspectos pero se ha deteriorado en
otros. Han nacido las subculturas
como “emos”, “raperos” y muchas
más. Ellos tienen estilos propios, su
visión de la moda es diferente y se
basa en lo que cree su subcultura;
visten de manera muy poco común.
Algunos por ello son marginados del
resto del mundo: aquellos que llevan
una moda diferente. En este sentido,
la moda causa discriminación.
A veces, criticamos y desvalorizamos nuestros países latinoamericanos
por seguir en proceso de desarrollo;
culpamos a los malos gobiernos; pero
no somos capaces de analizar y darnos cuenta que si seguimos ocupando
el lugar más bajo del desarrollo es por
nuestra propia responsabilidad, pues
lo que priorizamos en nuestras vidas
no son más que cosas vanas; es decir,
nos hemos convertido en meros consumidores de los países desarrollados
y hemos obviado la creatividad y la autogeneración de ideas.
Sin darnos cuenta poco a poco nos
vamos aniquilando como personas,
pues nos estamos acostumbrando a
ser uno más del montón. Tenemos
que dejar de lado este materialismo
que nos consume diariamente. No
permitamos que un atuendo nos identifique. Mostremos lo que somos por
dentro, nuestra esencia como personas. Dejemos de juzgar el cómo se
visten los demás; no seamos más
parte de este juego de la moda, que
solo te obliga a comprar y gastar en
cosas de valor fugaz. No te conviertas
en un ser carente de valor espiritual.
No cabe duda la moda evoluciona a
la velocidad de la luz al mismo tiempo que el valor y la esencia de las
personas se deteriora. Sin embargo,
reflexiona que al igual que la ropa y
los accesorios la pobreza y miseria
también están de moda; es momento de cambiar y analizar el lugar que
esta ocupa en nuestras vidas.
tema central
25
Yolanda Flores
H
ay un panel imaginario convocado
por una hermosa
palabra “el diálogo”, que puede ser
una invitación, un
buen principio o
también un principio de algo incierto.
Estamos en una contienda que convoca. A un lado el saber del maestro
en su reconocimiento del no saber de
la mano con la filosofía de Ranciere,
y del otro estoy yo, desde aquellos
que no tienen voz en la obra, desde
el educando, el explicado, el que no
sabe, el que debe aprender, el que
debe comprender, pero que a su favor tiene muchas preguntas.
Diálogos con
Jacques Ranciere
en su polémica obra:
Y en ese intento son lanzadas
las cartas, el tema es el texto de
Ranciere que lleva un nombre
que de por si es desafiante: “El
maestro ignorante”.
Para el presente diálogo utilizaré la definición etimológica de “ignorancia”, como “falta de” “o desconocimiento de”, que se refiere a
falta de acción y no a un adjetivo
calificativo. Este texto más que dar
respuestas pretende plantear dudas, provocar desconstrucciones.
Aquí, me limitaré a tratar solo los
temas que permitan ser entretejidos por mi experiencia personal
como estudiante que retoma este
rol luego de una larga travesía…
Quienes quieran seguirme tendrán que recurrir al libro, que lo pueden conseguir en internet, o conformarse con esta pequeña descripción
del personaje principal. Su nombre
es Joseph Jacotot, quien ejerció en
retórica, en la enseñanza, la política, el derecho, la instrucción militar,
fue diputado, entre otras. Este es el
maestro que abrirá la frontera imaginaria del saber. Joseph es solicitado
como maestro con el limitante de que
revistautopíajunio2012
26
sus nuevos alumnos desconocen el
idioma del maestro, el francés. Joseph se lanza a la aventura, apoyándose en una obra cuya temática es de
interés de los alumnos: “Hizo enviar
el libro a los estudiantes a través de
un intérprete y les pidió que aprendieran el texto francés ayudándose
de la traducción. A medida que fueron llegando a la mitad del primer libro,…” y ¡oh sorpresa! Los estudiantes logran hacer un buen trabajo, sin
tener conocimientos previos de esta
lengua al decir de Joseph “como lo
abrían hecho muchos franceses”.
Queda a partir de entonces en
cuestión “el orden explicador” derrumbando significados de la necesidad de la explicación y el explicador. Y Joseph tiene dos argumentos
para elucidar este hecho. “Hay una
necesidad de explicaciones” dice, y
“nadie conoce más de lo comprendido”, esto significa que para que
haya más necesidad debe haber
más explicaciones, de lo contrario
no hay la necesidad. Y se pregunta:
“¿es primero la necesidad? ¿O es
primero la explicación?”
Es mi momento y la respuesta
es que las dos son imprescindibles y pueden interrelacionarse
una como consecuencia de la otra.
Y así resolvemos el problema de
¿quién es primero? Aunque esto
no elimina el asunto de lo que pasa
con “la necesidad de saber” planteada por Joseph. Y después de
una gran certeza surge la pregunta desde los estudiantes: “¿Quién
puede saber mejor que yo lo que
necesito?” Aquí es cuando a uno le
toca realmente ser un artista. Pueden haber mejores ideas, pero esta
es la mía y quiero lanzarla. La respuesta es hacerlo con arte…
He descubierto que este asunto
parece que tiene relación con el
guion en una obra de teatro. He
descubierto que la vida misma se
asemeja precisamente al reparto,
dónde puede ser grave un atraso,
un mal entendido… El quién soy
va a depender de dónde estoy.
Con solo salir a la calle y caminar
tengo el papel de peatón, esto me
permite saber donde dirigirme, si
voy a un banco entonces soy un
cliente y también tengo un espacio y talvez una cola que respetar,
si voy a la universidad tengo sitios
donde estar: aulas, corredores,
oficinas, en donde existen conductas establecidas… Si camino
con amigos y amigas también tengo sitios a donde ir.
Pero, mi lío está pendiente. Si
tengo tantas necesidades como
roles, entonces ¿qué tan constructivo es dejar que los demás sepan
más sobre mi “necesidad de saber”,
cuando no conocen mi ser sin las
máscaras sociales impuestas? He
ahí un reto. Aprender a utilizar los
roles, pero sin descuidar que de vez
en vez es bueno quedarse desnudo mirándose al espejo. Admirarse
sin representaciones, sin que el otro
decida lo que soy. ¿Dónde está el
umbral que debo cruzar para desacostumbrarme a la decisión de
quienes no me conocen? ¿Cuándo es ese momento de cruzar? ¿O
será que no es un instante sino un
largo camino donde el caminar se
vuelve un arte? …
En este proceso donde construyo
mis necesidades de “saber”, solo ahí
podré coincidir con aquello que los
maestros buscan: ¡Que yo como estudiante necesite “saber”!
Agradezco a Ranciere, a Joseph, a los estudiante y al arte, este
intento de responder a una “necesidad de saber” encontrada en un
acto de reflexión.
tema central
27
Liseth Correa
REBELIÓN Y SUMISIÓN:
una dicotomía que viven los jóvenes
COLOMBIA
27
marzo
Se realizó en Medellín un
ferviente llamado a los jóvenes para
“construir desobediencia y conciencia
para la deconstrucción de las prácticas
hegemónicas”.
2012
ECUADOR
10
marzo
El pasado sábado 10 de
marzo, en Quito, se generó una
concentración en el Arco del Triunfo,
en las avenidas Patria y Amazonas. El
nombre de la marcha llama la atención:
“Marcha de las Putas”. La razón de esta
es la de presión ejercer frente al abuso
sexual y de género.
2012
CHILE
12
mayo
Más de 15.000 estudiantes
chilenos se reúnen en Santiago, pronunciando un reclamo por la
educación y su afinidad con la utilidad y el
lucro. Ese día se desencadenan una serie
de incidentes a favor de la educación
gratuita y de calidad en Chile.
2011
ECUADOR
09
dic.
Decenas de jóvenes irrumpen en las instalaciones de las
entidades públicas llevando consigo
algunos regalos simbólicos. ¿Quiénes
son estos jóvenes? Son indignados en
contra de los actos ilícitos, el abuso de
poder y la corrupción
2005
E
stas son algunas de
las noticias colgadas en la web que
evocan la rebelión
juvenil por los derechos. ¿Qué hicimos
nosotros cuando
estos eventos acontecieron? Si te
consideras un joven indiferente al
entorno, debes saber que hasta
la indiferencia es una reacción
defensiva ante situaciones que
provocan malestar.
Miguel Noboa, del sexto Periodismo de la UPS, comenta que es
natural que un joven, al sentirse sometido por muchos factores, empieza
a cuestionar su entorno. “Yo me he
sentido sometido frente a sistemas
políticos, incluso dentro de la familia
o a partir de formas de socialización
entre los jóvenes” afirma.
Cuando los jóvenes son subordinados a los patrones de convivencia, pueden reaccionar con rebeldía
y una de las razones es la búsqueda
de identidad; es decir, establecer diferencias entre la adultez y la juventud;
no obstante, la oposición puede darse
como un mecanismo de lucha frente
a injusticias sociales o a la violación
de derechos. ¿Pero cuáles son las
maneras de ejercer insurgencia?
Martina Morell, psicóloga de la
Universidad Rovira I Virgili en España, asegura que los jóvenes pueden
ejercer dos maneras de rebelión: la
primera es abierta, es decir, en la cual,
existe confrontación, y la segunda es
una rebelión pasiva; esta última re-
sulta más irritante y difícil de controlar.
José Juncosa, director de la carrera
de Antropología de la UPS, comenta
al respecto “en mi experiencia como
docente veo que los jóvenes no discuten cosas, no podría suponer que el
no discutirlas implica que se sujetan a
ellas, pero lo que uno ve es una resistencia pasiva que no pasa por la confrontación, sino por la afirmación de lo
que quieren, construyéndola en espacios distintos; creo que la resistencia
más fuerte es la que no se deja ver,
porque no se deja identificar, definir”.
El sistema impone modos de comportamiento, en medio de ambientes
tecnológicos y científicos, que paradójicamente facilitan el desenvolvimiento
social, pero al mismo tiempo lo coartan
y homogenizan. José Juncosa menciona que no se puede ocultar la fuerza
neoliberal para imponer parámetros en
la cotidianidad, negarlo resultaría ingenuo. “El problema radica en que el ser
consumidor nos defina, por otro lado
tampoco hay que desestimar la capacidad para confrontarlo; adultos y jóvenes somos prisioneros del consumo y
no veo grandes apuestas que quieran
escapar a esta tendencia” comenta.
Si la hegemonía impone todo el
tiempo paradigmas, ¿podemos los
jóvenes ser originales? A pesar de
las contradicciones en el entramado social, José destaca que muchas
culturas juveniles se desmarcan de
los conceptos, de las cosmologías
tradicionales y las estéticas. Aunque
acota con insistencia que existen
propuestas alternativas o diferentes
a lo establecido y propuestas altera-
revistautopíajunio2012
28
Si la hegemonía
impone todo el tiempo
paradigmas ¿podemos los
jóvenes ser originales?
tivas, aquellas que tienen capacidad
de cambiar.
La rebeldía corre un grave peligro
en sí misma, las ideas que se promueven en ocasiones terminan en el
dogmatismo, de esa manera, “no se
está cambiando nada, se ratifica el
punto de vista más tradicionalista, al
considerar que hay un lugar donde
está la verdad y la existencia de una
persona que la posee”.
Para ejercer frente al entorno se
requiere unión. ¿Existe sentido comunitario en los jóvenes? “Sí. Yo creo
que los jóvenes tienen otras pautas
de asociación comunitaria, es difícil
imaginar a un estudiante que no pertenezca a una red, que no forme par-
te de un proyecto” dice
José Juncosa. Menciona
también la diferencia entre la
participación política de los jóvenes y
la movilización orgánica de estos, refiriéndose esta última a la estructura
sostenida de representación nacional.
En Ecuador, los jóvenes no están muy
orgánicamente movilizados “creo que
es por la sospecha que tienen de que
finalmente las formas de representación terminan por no representarles,
convirtiéndose en cargos de prestigio”
opina el entrevistado.
Un debate frecuente gira en torno al
rol que juegan las nuevas tecnologías.
Cabe recalcar que estas no únicamente generan alienación, también constituyen un medio de expresión alterno,
tal es el caso de “Yo si
puedo ser un héroe ¿y tú?”
Un grupo de jóvenes ecuatorianos, en busca de una sociedad mejor,
quienes han creado un sitio web para
proponer ideas y compartir experiencias en contra de las injusticias y la
corrupción en el país.
En sí, sentir contradicciones en medio
del sistema es común en la mayoría de
personas; los jóvenes están inmersos
en él y las reacciones son diversas, ya
que continúan siendo súbditos de una
organización y una lógica establecidas,
hasta que los días parecen tomar tonalidades distintas a través de las rebeliones más profundas, aquellas que emiten actitudes desde la cotidianidad y el
trato más básico con el entorno.
tema central
29
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