Carta abierta al profesorado y al Señor Rector de la Universidad Nacional de Colombia: El Comité de Representantes Profesorales de la Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá, ante el caso del profesor Miguel Ángel Beltrán, manifiesta: El profesor Beltrán es un destacado colega, docente e investigador, de nuestra Alma Mater, es Sociólogo de la Universidad Nacional de Colombia, licenciado en Ciencias Sociales de la Universidad Distrital, Magíster en Sociología Política de la FLACSO, Doctor en Estudios Latinoamericanos y Posdoctorado del Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad Nacional Autónoma de México. El 25 de julio pasado la Procuraduría General de la Nación, anunció, en comunicado público, que ha sancionado al profesor Beltrán con destitución e inhabilidad por trece años para desempeñar cargos públicos. La Procuraduría General de la Nación sanciona al profesor Beltrán por los mismos hechos por los cuales él fue absuelto por la justicia penal colombiana. Acusado de tener nexos con la insurgencia, el profesor Miguel Ángel Beltrán fue ilegalmente capturado y deportado a Colombia en el año 2009, cuando se encontraba realizando su estancia postdoctoral en México. Privado de su libertad durante dos años largos, el Juzgado Cuarto Penal del Circuito Especializado de Bogotá, lo absolvió y ordenó su libertad inmediata el 27 de Julio de 2011, en sentencia que dice: “PRIMERO- ABSOLVER a MIGUEL ÁNGEL BELTRÁN VILLEGAS identificado con la cedula de ciudadanía No. 79.308.548 de Bogotá y demás condiciones civiles y personales conocidas en el proceso, en relación con la acusación que en su contra fue formulada por los delitos de concierto para delinquir agravado y rebelión, que fuera objeto de la presente investigación, con fundamento en las consideraciones plasmadas a lo largo del presente fallo. SEGUNDO- ORDENAR la libertad definitiva del señor MIGUEL ÁNGEL BELTRÁN VILLEGAS, una vez cobre ejecutoria la presente decisión. TERCERO- COMUNICAR sobre el proferimiento de esta providencia a las autoridades previstas en el artículo 166 del Código de Procedimiento Penal. CUARTO- En firme la decisión, CANCELAR las anotaciones que se hayan registrado ante las autoridades en contra de MIGUEL ÁNGEL BELTRÁN VILLEGAS, con ocasión de este proceso. QUINTOejecutoriada esta decisión, luego de dar cumplimiento, incluso, de enviar copia de esta decisión a la Fiscalía, archívese en forma definitiva las presentes diligencias. Firmado por LUISA FERNANDA LÓPEZ DÍAZ. Juez de conocimiento.” Al recuperar su libertad, el profesor Beltrán recibió amenazas y debió exiliarse. Recordemos que en el año 2004, el profesor y sociólogo Alfredo Correa de Andreis, al salir libre de un montaje judicial similar, fue asesinado. En enero pasado, el profesor Beltrán regresó del exilio y se reintegró a su trabajo en el Departamento de Sociología de la Universidad Nacional, como investigador y docente en pregrado y posgrado. Asombra que el Procurador ahora pretenda destituirlo por los mismos hechos que la justicia penal le ha absuelto de modo claro y terminante. Cierto legalismo podría argumentar que una cosa es lo penal y otra lo disciplinario. Y que la Procuraduría destituye al profesor por falta disciplinaria “gravísima”. Según documento publicado por el Espectador.com, esa falta para la Procuraduría es: "Difundió con sus escritos el pensamiento revolucionario de las Farc; divulgó las ideas del grupo armado ilegal en foros internacionales; organizó eventos en la Universidad Nacional con sentido político invitando a los estudiantes a que se unieran a las filas de las Farc, y pretendió crear un centro de investigación de esa guerrilla".1 ¿Cómo puede el señor Procurador solicitar la destitución del profesor Beltrán por la misma acusación por la que ya fue absuelto y con las mismas pruebas, declaradas inexistentes por la justicia penal? Para justificar la supuesta falta gravísima por la cual pretende destituirle, la Procuraduría cita, además, las actividades y el trabajo de investigación académica sobre el conflicto colombiano que ha realizado el profesor Beltrán durante varios años. Aceptar la destitución del profesor Beltrán por investigar el conflicto armado en Colombia, sería negar la posibilidad del trabajo intelectual y académico universitario. Sería poner subjúdice todo el trabajo sobre la historia del conflicto social, cultural y armado en Colombia, que han realizado durante decenios investigadores y académicos de la Universidad Nacional y de muchas otras universidades de Colombia y del mundo. Sería destituir a numerosos profesores y profesoras que trabajamos sobre los conflictos sociales y sus efectos en la vida personal y colectiva y lo hacemos desde diversos ámbitos del pensamiento, la investigación y la creación artística. Sería destituir a la Universidad misma. El trabajo académico del profesor Beltrán sobre el conflicto colombiano hace parte del debate académico sobre la paz en que la Universidad Nacional participa activa y 1 http://www.elespectador.com/noticias/judicial/procuraduria-reitera-sancion-contra-miguel-angel-beltraarticulo-506720 propositivamente al organizar con Naciones Unidas los foros ciudadanos que alimentan las conversaciones de paz de La Habana. Según lo dispuesto en el artículo 23 de la Constitución Política de Colombia y en el artículo 94 del Código Único Disciplinario, la ejecución de la sanción disciplinaria debe hacerla efectiva “el nominador, respecto de los servidores públicos”. En nuestra Alma Mater la facultad nominadora es del señor Rector. Es claro que ninguna actuación administrativa del señor Rector puede realizarse sin considerar la constitucionalidad, la legalidad, la legitimidad y la defensa de la universidad y de la autonomía universitaria. Por todo esto invitamos a la solidaridad con el profesor Beltrán, y exhortamos respetuosamente al señor Rector y al Consejo Superior Universitario de la Universidad Nacional de Colombia a: 1. Hacer las gestiones necesarias para que las oficinas legales de la Universidad, soliciten ante las autoridades colombianas y ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, medidas cautelares para proteger el derecho a la libertad de pensamiento, a la libertad de investigación y el derecho al trabajo del profesor Beltrán. 2. Que igualmente sean demandadas medidas para la protección de los derechos de la Universidad Nacional de Colombia y de su comunidad, a la autonomía universitaria, a la libertad de investigar, de pensar y de publicar. 3. Que una vez sea el señor Rector notificado oficialmente del fallo de la Procuraduría contra el profesor Beltrán, se abstenga de ejecutarlo acogiéndose a la figura de excepción de inconstitucionalidad de este fallo. 4. Que el señor Rector informe a la comunidad universitaria si ha consultado al Régimen Disciplinario Especial del Personal Docente de la Universidad Nacional y al Comité de Asuntos Disciplinarios, acerca de si las actividades académicas y las citas de la producción académica del profesor Beltrán, que hace el señor Procurador en su fallo, son causales de falta gravísima. En conclusión, si es evidente a toda luz humana que a nadie se le puede condenar por los mismos hechos por los cuales fue absuelto; que destituir al profesor Beltrán sería actuar en contra no sólo de la autonomía universitaria, de la libertad de cátedra, de pensamiento, de investigación y de difusión del pensamiento, sino en contra del más elemental sentido común: el humano sentido de lo justo, ¿no debería la Universidad Nacional de Colombia a través de nuestro Rector acogerse a su autonomía y a la constitución, y, dando ejemplo de civilidad, abstenerse de ejecutar esa destitución? Invitamos al profesorado a pronunciarse y a circular cartas y comunicaciones públicas en defensa de la autonomía universitaria, la libertad de cátedra, de investigación y de difusión del pensamiento, libertades amenazadas por la injusticia que se está cometiendo con el profesor Beltrán. Firma, El Comité de Representantes Profesorales de la Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá. Bogotá D.C, 02 de septiembre de 2014