23 de abril de 2015 Método de estudio: cualitativo Población participante (muestra): 21 niñas y adolescentes, con edades entre 12 a 18 años. Procedencia: zonas centro, norte, paracentral, oriental y occidental del país Población secundaria (informantes clave): - Madres, padres de familia, docentes, compañeros/as de las niñas, autoridades locales (integrantes de Concejos Municipales de las Alcaldías), ADESCOs, y organizaciones comunitarias. - Actores clave del nivel nacional relacionados con el sector educativo, sector salud, Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos, Procuraduría General de la República, Fiscalía General de la República y Policía Nacional Civil. Técnicas de investigación: Entrevista en profundidad (21 con las niñas/adolescentes) Grupos focales (21 con informantes clave) Entrevista enfocada (10 con actores clave) Identificar las determinantes y el impacto del embarazo, la maternidad y la violencia sexual, en el desarrollo integral de las niñas y las adolescentes con énfasis en la educación. Analizar la situación actual de las niñas y adolescentes embarazadas, madres o que han sufrido violencia sexual, identificando las determinantes estructurales (marcos jurídicos), de servicios (expresados en acceso, cobertura y calidad de los servicios de salud y educación), así como los relacionados con el entorno familiar y los psicosociales, que ocasionan o generan situaciones de discriminación en las niñas y adolescentes en el ámbito educativo. Determinar el impacto del abuso sexual, el embarazo y la maternidad en la discriminación de las niñas salvadoreñas en el ámbito educativo y en la vida de éstas y de su entorno próximo. Identificar las respuestas que las instituciones garantes de derechos están dando al problema de la discriminación de las niñas y adolescentes por embarazo y maternidad, y víctimas de violencia sexual, así como los principales desafíos que estas instituciones enfrentan. Disponer de insumos para la elaboración de propuestas de políticas, programas y acciones orientadas a modificar y mejorar la respuesta y coordinación interinstitucional de los garantes de derechos, frente al problema de discriminación hacia las niñas y adolescentes embarazadas, madres y víctimas de violencia sexual en El Salvador. Principales hallazgos “Como que si uno ya embarazada ya está a la disposición de los demás, como que está pequeña y ya con panza. Entonces como que se siente discriminación por los mismos compañeros o hasta por los mismos profesores”. “Algunas por cómo están en sus hogares. Digo yo que piensan que pueden estar mejor así. Que les va a ir bien. … Otras por el maltrato, por equivocaciones, por violación digo yo” (razones por las que queda embarazada) Embarazo temprano: Las niñas y adolescentes con un embarazo temprano afirman que deben enfrentar: discriminación de la comunidad y en el ámbito educativo rechazo y falta de apoyo familiar abandono de estudios Destacaron anécdotas negativas como el caso de una directora que hacía referencia de las embarazadas de forma humillante en eventos escolares, incluyendo a niñas víctimas de violencia sexual . “Ellos me decían que porque estuviera así no dejara de estudiar, que siguiera porque el estudio es bien importante para la persona y que el hecho de que tuviera al niño no tiene nada que ver con mi desarrollo en la escuela”. “Ella (la Directora) para cada acto cívico que hacía nos sacaba: aquí tenemos tales chicas embarazadas y ellas no pensaron en su futuro. Ella no sabía el caso de algunas sí ellas estuvieron de acuerdo, pero habían dos que habían sido violadas, yo y otra chica” “Una vez íbamos a pasar al frente (a la pizarra). Entonces yo les estaba ayudando a escribir en un cartón. Ellas me dijeron que no querían que estuviera ahí con ellas y me tiraron los cuadernos en el pecho. Yo me sentí mal con ganas de llorar y no les dije nada. Uno de los maestros se me quedó viendo y no les llamó la atención.”(adolescente de 15 años, embarazada que dejó la escuela) No. Partos en menores de 19 años 23,677, 24% 24,494, 25% 23,968, 25% 2011 25,068, 26% 2012 2013 2014 “Uno llega a un punto cuándo sucede eso que hasta su papá, sus hermanos, todo hombre que ve, todos le dan asco, le dan miedo, piensa que le van a hacer lo mismo. Llega uno al punto de quererse quitar la vida cortándose las venas, tal vez tomando veneno, alguna cosa así. También quiere pasar solo encerrada, se siente sucio, piensa que como la gente ya sabe, si sale a la calle la gente lo va a discriminar a uno. Violada esa!, que hay!, que lo comienzan a discriminar. Entonces, si pudiera y hubiera la nocturna yo siguiera estudiando. Yo me quedé hasta el séptimo grado, pero lo que yo quisiera hacer es sacar mi bachillerato y luego con sacrificio ir a la universidad. Ser alguien” (Adolescentes de 18 años, victima de violencia sexual que dejó de estudiar). “Mucho, porque seguir estudiando así normal y que la gente y los compañeros (digan): uy! Yo no me acerco a ella. No quieren ser amigos de ella porque para ellas y para ellos se creen más que uno porque nunca les ha pasado eso o alguna cosa así”. (Adolescentes de 18 años, victima de violencia sexual que dejó de estudiar). “Yo me sentía motivada con ganas de llegar a la universidad. Yo decía que iba a ser enfermera, porque me gusta esa carrera. Yo soñaba con mi bachillerato y con la universidad”. (16 años. Víctima de violencia sexual. Dejó la escuela). “Pensaba estudiar, así, hasta que ya mi mamá ya quisiera. Ella pensaba darme el estudio completo hasta la universidad. Yo quería estudiar en la universidad. Utualito si deseara seguir estudiando, pero también tengo que ver por el niño. Tengo que ir a trabajar y así comprarle sus cosas. Siento que ya no puedo seguir estudiando”. (adolescente de 15 años. Embarazada. Dejo la escuela) Delitos contra libertad sexual enero al 01 junio 2014 0 150 229 410 Estupro Violac. Menor e incapaz Agresiones sexuales en menor Elaboración propia a partir de datos de la OIR/PNC. 2014 “Cambia mucho porque ya no se concentra uno en lo que uno quiere, sino que tiene que pensar por ambos, puede ser que ya no pueda estudiar porque tiene que trabajar, peor si es madre soltera. O sea tiene que tratar de darle un techo, comida, vestuario, salud al bebé, ya se dejaría ella en segundo plano” (Adolescente de 17 años que no dejó la escuela). “Ahorita mis planes son que voy a cumplir 18 años y estudiar en la nocturna, si se puede trabajar. Y aunque me cueste pero igual salir del bachillerato” (adolescente de 17 años que si dejó la escuela) Opinión de madres y padres: Lo mas frecuente es que las madres y padres, las castigan sacándola de la escuela. sienten vergüenza o pena por la niña o adolescente por sus cambios físicos debido al embarazo el castigo que les da la escuela es cambiarles el uniforme existen escuelas que expulsan a las niñas y adolescentes embarazadas del turno matutino o vespertino, y las mandan a estudiar en el turno de la noche Las madres de las niñas embarazadas enfrentan presión social. Son tildadas de “alcahuetas”, “orejonas” y “tontas” por apoyar a sus hijas prevalece la decisión de los padres y madres de familia de que la niña debe abandonar sus estudios una vez está embarazada Opinión de docentes El problema más grave es la discriminación por parte de los padres y madres de la embarazada, así como de sus compañeros y compañeras y de las comunidades Reconocieron que el papel de las y los docentes es importante para que las niñas continúen estudiando, ya que la discriminación y el acoso escolar, pueden disminuir con la intervención directa de la maestra o maestro. Las niñas y adolescentes embarazadas se “retiran por voluntad propia”, porque les da vergüenza su estado, porque sienten que no encajan en un ambiente de niñas Falta educación sexual, que todavía muchos maestros ven el tema con prejuicios negativos y que muchos creen que va contra sus principios las alumnas embarazadas ya no responden igual académicamente en la materia de educación física Es un problema cultural, ya que muchas de estas adolescentes y niñas son hijas de mujeres que las tuvieron en su adolescencia y niñez. Falta de educación sexual en padres, madres, hijos e hijas. Falta de confianza y comunicación con las madres y padres, ya que muchos adolescentes al faltar esta mejor piden consejos a sus amistades. Muchas niñas o adolescentes conocen el uso del preservativo, sin embargo, no lo usan porque les da asco. Para las niñas o adolescentes con un noviazgo existe el pedido de la “prueba de amor”, y el mito que no se puede quedar embarazada a la primera relación sexual o si lo hacen de pie no pueden quedar embarazadas. Algunas amistades las inducen a tener relaciones sexuales. Hay más libertad y los valores han cambiado. Las pandillas y otras personas abusan sexualmente de niñas y adolescentes y pueden ser fuente de embarazos. Se debe a una cultura de no denuncia por la inseguridad en que se encuentran, ya que en su calidad de confidentes se enteran de muchos casos y tipos de violencia sexual cometidos dentro de las familias (por parte de parientes cercanos y vecinos) o por pandillas Temían denunciar, se limitan a oír y aconsejar, aducen que es responsabilidad de las familias denunciar; lamentaron que los casos permanezcan impunes y las violaciones, los abusos y las amenazas sigan hasta que las familias huyen del lugar Referente a los casos de violencia sexual por abuelos, hermanos, padrastros y padres, se da el problema que las madres no creen a sus hijas pues les importa más la convivencia “tranquila” con el agresor lo que pone las víctimas en una situación de desamparo total. Los maestros y maestras manifiestan que tienen conocimiento de muchos casos de violencia sexual dentro de la escuela y fuera de ella. En cuanto a cómo les influye la violencia sexual, en el desarrollo integral de las niñas y adolescentes y en su proyecto de vida, de acuerdo a las maestras, un proyecto de vida requiere de motivación en la cual intervienen muchos factores del entorno. Según los testimonios de docentes, el impacto psicológico en las niñas afectadas por la violencia sexual es devastador La incapacidad de las niñas/adolescentes para enfrentar la maternidad por inmadurez mental, la cual les conlleva a tomar decisiones como huir de la casa hasta suicidarse; y, por ende, la inmadurez física la cual implica un embarazo de riesgo hasta la necesidad de practicar una cesárea. Otras consecuencias: la discriminación familiar y social hasta la expulsión de las iglesias, la desvalorización como niña por la pérdida de la virginidad, la obligación a trabajar y responsabilizarse de otro ser humano, el derrumbe de sus planes de vida con la consecuencia de quedarse estancada en su desarrollo integral. Algunos maestros señalaron el riesgo de la repetición del embarazo temprano en las generaciones siguientes. El embarazo tiene implicaciones negativas para las niñas y adolescentes, principalmente en la continuidad de sus estudios, su rendimiento educativo debido a los estresores sociales, esto genera una actitud menos positiva hacia la continuación de los estudios. Pocas jóvenes creen que sus proyectos previos al embarazo pueden ser alcanzables, esto, según su percepción solo ocurre en aquellas niñas o adolescentes que cuentan con apoyo familiar Las barreras que mayormente limitan el acceso a la educación de niñas y adolescentes son culturales y económicas; la violencia y acoso que experimentan en sus lugares de vivienda además del acoso escolar, hace que muchas decidan no continuar estudiando La dependencia económica y social dificulta continuar con sus proyectos de vida de las niñas y adolescentes cuando se embarazan a temprana edad, debiendo trabajar para la manutención propia y de su hijo e hija Se percibe poco conocimiento y apropiación del derecho a la educación y la prohibición de cualquier tipo de discriminación de las estudiantes embarazadas por parte del personal docente y de dirección de los Centros Escolares. No existen políticas efectivas que garanticen a las niñas y adolescentes embarazadas o víctimas de violencia su derecho a continuar con sus estudios en un clima de respeto y apoyo institucional. la falta de programas de becas o políticas del cuidado que facilitarían asumir la carga reproductiva de las madres adolescentes que desean seguir estudiando, principalmente los centros de lactancia materna y centros de cuidado para niños y niñas pequeñas. Las niñas y adolescentes consideraron que se les brinda poco apoyo por parte de la comunidad educativa y de otras instancias para seguir adelante con sus proyectos de vida y de desarrollo; consideran que por el contrario muchas veces son estigmatizadas y discriminadas Ningún testimonio de los compañeros de escuela habla de la responsabilidad del padre de la criatura en la mayoría de los casos; quizá debido a que se ha internalizado el concepto machista de que la responsabilidad de los hijos e hijas es de la mujer. Si bien gran parte del personal docente contribuye al ejercicio del derecho a la educación de las estudiantes embarazadas, en muchos casos se incumple la Ley General de Educación, la LEPINA, y la ley de la Carrera Docente, que prohíben la expulsión y cualquier tipo de discriminación de la alumna embarazada, cambiarlas al turno de la noche o vespertino, mandarlas a educación a distancia, ponerles un uniforme diferente -con medias en lugar de calcetas. Se reiteran denuncias por discriminación entre el personal docente y direcciones de centros educativos, aunque muchas veces sucede de una manera sutil para evitar ser denunciados ante el Ministerio de Educación. El Artículo 76-A, de la de las Reformas de Ley General de Educación dicta: “Se prohíbe en los centros educativos del país, la adopción de medidas que impidan, limiten o perturben el inicio o continuidad normal de los estudios de las alumnas embarazadas o durante su período de lactancia, las autoridades de dicho centro determinarán según el caso, las medidas de apoyo a las alumnas embarazadas con el objeto de que continúen con sus estudios. Las autoridades del respectivo centro educativo, autorizarán los permisos médicos que en razón del embarazo sean necesarios para garantizar la salud física y psíquica de la alumna embarazada, así como el bienestar fetal y la salud del recién nacido y lactante, durante la gestación y el período de lactancia. No obstante lo anterior, para acceder al grado superior, las alumnas embarazadas deberán cumplir con los requisitos de evaluación establecidos por el Ministerio de Educación. En cuanto a la maternidad, esta constituye el cambio de vida en las niñas y adolescentes ya que ellas tienen que asumir las actividades propias que ya tenían en sus hogares y además la crianza de su hijo o hija, además tienen que buscar la forma de sufragar los gastos que ella y su descendencia ocasiona. Esto la lleva a una sobrecarga de trabajo y una sobrecarga emocional, dificultando así su desarrollo educativo y personal. El factor cultural es importante ya que son madres solteras, consideradas por la comunidad como personas de calidad inferior o menos valiosas de por sí por ser mujeres. No hay esfuerzos sistemáticos y coordinados interinstitucionalmente para dar seguimiento a los casos de violencia sexual, embarazo y maternidad adolescente, el seguimiento lo hace el MINSAL durante el control prenatal solamente, no hay apoyo psicológico, después del parto salen del sistema como sujetos, cuando mucho se sabe de la criatura por los controles infantiles, y de allí en adelante para el sistema se convierte en la “mamá”, se le deja de ver como la adolescente con necesidades específicas de esa etapa de la vida En relación a la violencia sexual las niñas y adolescentes, muchas viven con temor de ser violentadas en sus comunidades. Entre las víctimas, un factor común es que cuando cuentan lo sucedido a la mayoría de madres o parientes no les cree, y cuando son los padrastros, generalmente la madre las acusa a ellas de propiciar el incidente y no al agresor. Las niñas y adolescentes participantes víctimas de violencia sexual tenían planes de vida, sin embargo algunas dejaron de estudiar después del hecho de la violencia sexual, ellas se conforman con metas menores que las que se habían trazado, esto se da por la desvalorización que ellas sufren, ya que el discurso social es que las mujeres valen por su “honra” que ellas al perder su virginidad por la violencia sexual perdieron su honra, su dignidad El estigma social negativo generado por la violencia sexual dentro de la comunidad y en las instituciones educativas también les violenta sus derechos. A nivel familiar y comunitario se reiteró el factor de “provocación” por parte de las niñas víctimas con el cual justifican la violencia sexual, existen concepciones de “violación justa o injusta”, olvidándose de la situación del poder físico, la diferencia de edad y la autoridad social que representa el hombre, las relaciones de poder, lo que agrava la El Ministerio de Educación debe poner en marcha un proceso de sensibilización dirigido a la comunidad educativa, priorizando al personal docente, a fin de garantizar el cumplimiento de la normativa de protección de los derechos de la niñez y específicamente lo relativo a garantizar el derecho a la educación de niñas y adolescentes embarazadas a fin que no sean objeto de expulsiones, discriminación o violencia debido a su condición. Por otra parte, debe diseñar lineamientos de apoyo y soporte a las niñas y adolescentes embarazadas; facilitarles el sistema de matriculación en el sistema escolar y debe estudiarse la posibilidad de flexibilizar el criterio de matriculación hasta los 18 años para educación a distancia. garantizar una Educación Integral en Sexualidad a fin de brindar información basada en evidencia científica al estudiantado y docentes, por lo que se requiere que el Estado lleve a cabo una reforma curricular. Se debe trabajar el proyecto de vida con las niñas y adolescentes embarazadas, que les permita visualizar nuevas opciones para sus vidas en los diferentes ámbitos tanto educativas como laborales. El Ministerio de Educación debe divulgar el Protocolo de actuación en casos de acoso y abuso sexual en las comunidades educativas, con el personal docente, estableciendo los mecanismos necesarios para garantizar que sea de obligatorio cumplimiento EL CONNA debe asumir un rol protagónico en la defensa de los derechos de las niñas y adolescentes en general y en especial de quienes han sido víctimas de delitos relativos a la libertad sexual. Debe fortalecer las coordinaciones interinstitucionales necesarias y vigilar que las mismas cumplan con sus competencias establecidas en la LEPINA y en otras normativas nacionales. Le compete a la Fiscalía General de la República investigar los casos de niñas embarazadas a fin de aplicar la normativa penal existente. Al Ministerio de Justicia garantizar que los mismos tengan una pronta justicia y la PNC brindar la seguridad que se requiere Es imprescindible el impulso de campañas de prevención de la violencia sexual a todo nivel y en las cuales se involucren las diferentes instituciones públicas, de cara a su erradicación El Instituto Salvadoreño para el Desarrollo de la Mujer (ISDEMU) como ente rector, la Procuraduría General de la República y el CONNA debe garantizar que las diferentes instituciones públicas den cumplimiento efectivo a las normativas Ley de Igualdad, Equidad y Erradicación de la Discriminación hacia la Mujer, la Ley Especial Integral para una Vida libre de Violencia para las Mujeres y la Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia.