Neurobiología de la sexualidad femenina

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NEUROBIOLOGIA DE LA CONDUCTA SEXUAL
Fernando Cumba Armendáriz
Medico Residente de PsiquiatrÃ-a
ClÃ-nica Nuestra Señora de Guadalupe, Quito − Ecuador
La neurobiologÃ-a de la conducta sexual involucra esteroides sexuales y neurotransmisores, que incluyen el
sistema nervioso central y periférico con sus efectos en la zona genital. En las mujeres, los estrógenos
participan en el apetito sexual, pero es particularmente importante en la excitación, cuando los niveles de
estrógeno disminuyen, como en la transición menopáusica o el perÃ-odo postmenopausico conlleva a la
atrofia vaginal y la dificultad subsecuente en la vasocongestion y la lubricación. La testosterona parece ser el
esteroide sexual primario involucrado en el deseo sexual y en el inicio de la actividad sexual, mientras la
progesterona puede mediar en el acercamiento hacia la pareja. Sin embargo los estudios que intentan
relacionar los niveles de relacionar los niveles circulantes de testosterona con el deseo sexual han contribuido
resultados no concluyentes.
La función de la testosterona puede, al menos en parte, ser modulada por los neurotrasmisores dopamina y
serotonina por en la via de asociación entre el hipotalamo y las estructuras del sistema lÃ-mbico. Además,
niveles bajos de biodisponiobilidad de testosterona conllevan a los sÃ-ntomas afectivos, como disminución
del humor o irritabilidad persistente y fatiga inexplicada, y cambios de la función sexual, incluyendo
disminución de la lÃ-bido, y del placer sexual.
La Prolactina también influye en la fase de excitación sexual
La Oxitocina esta relacionada a los cambios propios del ciclo menstrual, en la conducta sexual se asocia con
las contracciones perineales y el incremento de la presion de volumen sistólico en el momento del orgasmo.
Los Neurotransmisores asociados con los efectos centrales del funcionamiento sexual son la dopamina que
parece mejorar el deseo sexual y el sentido subjetivo de excitación y en el deseo de la continuación de la
actividad sexual una vez que el estÃ-mulo sexual ha comenzado. La Norepinefrina también está
relacionada con la fase de la excitación al igual que la dopamina y pueden disminuirse o aumentando
mediante el sistema serotoninérgico de neurotransmision.
Los efectos periféricos de la función sexual parecÃ-an ser más complicados. Los estrógenos,
testosterona, y progestágenos liberados por los ovarios o las suprarrenales mantienen la función sexual.
Estos también pueden ser modulados entre si, por ejemplo un incremento en los niveles de estrógeno
puede llevar al aumento de hortmonas sexuales ligadas a globulina (SHBG) con una subsecuente captación
de testosterona libre, por tanto la biodisponibilidad de testosterona disminuye. Ademas la progesterona puede
ser antiestrogenica. La vasocongestión de tejido clitoridio parece ser mediada activamente por el óxido
nÃ-trico y polipéptido intestinal vasoactivo (VIP) una vez que el estÃ-mulo sexual se ha iniciado.
La presencia de niveles adecuados de estrógeno y testosterona aparece ser requerido para que el óxido
nÃ-trico actúe en la vasocongestion ante un estÃ-mulo sexual. Los Estrógeno también influyen en
transmisión nerviosa de las fibras colinergicas que inervan el músculo liso vascular de la vagina y puede
asociarse con la congestión vaginal durante la actividad sexual.
En los tejidos periféricos, la serotonina parece jugar un papel la iniciación de la excitación sexual
mediante los efectos en el tono vascular y el flujo sanguÃ-neo, y potencialmente en el orgasmo facilitando las
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contracciones uterinas.
Bilbliografia
• A.H. Clayton / Psychiatr Clin N Am 26 (2003) 673−682
Correspondencia:
Av. 10 de Agosto 2905 y Selva Alegre Telf: 593 022 521137
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