Carta a un joven estudiante de Odontología

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Carta a un joven estudiante de
Odontología
Dr. José Sanfilippo B.
Depto. de Historia y Filosofía de la Medicina. Fac. de Medicina, UNAM.
¡Me dijeron que quieres estudiar Odontología…!
¿Para qué quieres ser dentista?
¿Crees que te vas a volver millonario rápidamente?
¿Para tener status?
¿Por qué es una profesión en la que no se trabaja tanto
y eres tu propio jefe?
¿Por qué es una carrera en la que no vas a saber de matemáticas, de historia, de todas esas materias aburridas
y tontas de la preparatoria?
Estás mal. Esos no son suficientes motivos para ser dentista, odontólogo o estomatólogo.
L
a profesión odontológica es mucho más que
eso. El estudiante de ésta debe aprender
muchas cosas de todas las áreas de las
ciencias, tanto puras como aplicadas, ya
que ésta no es una ciencia, sino que es una
mezcla de varias de ellas como la física, la
química, la biología y las matemáticas, así como sus aplicaciones en los avances tecnológicos de punta. Cabe mencionar que todos los conocimientos y descubrimientos
que se hicieron para la fabricación de las naves espaciales
y de todo lo que fue y es el programa espacial, han tenido
su aplicación en diversas ramas odontológicas.
Como te decía, si huías de las matemáticas, aquí las vuelves a encontrar. Las vas a utilizar para medir los medicamentos que vas a recetar, para hacer los cálculos en las
restauraciones ortodóncicas o en la cirugía máxilo-facial.
La física es otra de las disciplinas de las que continuamente se utilizan, para el cálculo de las fuerzas que se aplican
en la alineación de las piezas dentales o en el equilibrio
que deben tener las prótesis. Y qué decir de la química,
cuando se tienen que hacer las mezclas de los diferentes
productos que se utilizan cotidianamente o el conocimiento de las propiedades de las diferentes sustancias para
conocer y utilizar las actividades secundarias o evitar las
reacciones de los elementos químicos.
6 Odontología
Actual / año 5, núm. 59, Marzo de 2008
La biología también está presente en diferentes momentos de la práctica odontológica, por ejemplo cuando
tienes que emplear derivados de ciertas plantas que forman parte de algunos productos dentales, o de algunos
minerales que se transforman en sustancias útiles para
restaurar algunas partes de la boca.
Y qué decir de la medicina, debes conocer mucho de ella,
puesto que es importante tener los elementos necesarios
para identificar diversas enfermedades a partir de manifestaciones bucales, que pueden ser la diferencia entre
la vida y la muerte. Eso es la estomatología.
Y hablando de ojo clínico, también debes tener ojos de
artista, pues en esta profesión se requiere tener buen
gusto, sentido del color y de la estética, para poder identificar las distintas tonalidades del color del esmalte, o
bien, el tamaño y forma de los dientes, la distancia que
hay entre uno y otro maxilar, en fin, desarrollar una habilidad artística.
En este sentido, también es importante conocer de todas
las demás disciplinas humanísticas, para tener los que se
llama “una cultura” satisfactoria, esto es, que sepas de
pintura, escultura, literatura, música, política, finanzas,
etcétera, porque vas a tener que tratar cotidianamente
con personas (los pacientes) de diferentes clases sociales,
profesiones, conocimientos, intereses, en fin, con una
variedad interminable de “mundos” a los que hay que
enfrentarse diariamente de manera satisfactoria.
Pero, todavía hay más. Todas las profesiones tienen cuatro facetas en donde se puede uno desarrollar; en la
odontología estas son:
Asistencial
Consiste en poner en práctica todos los conocimientos adquiridos en las aulas, en las conferencias, en los
congresos, en las revistas y en todos los mecanismos a
nuestro alcance que nos puedan dar el saber necesario
para resolver satisfactoriamente los problemas de salud
de las personas que acuden a nosotros para que se los
resolvamos.
Investigación
que es una de las áreas más olvidadas en la odontología
mexicana, ya que no se tiene ni la preparación ni el interés
para incursionar en ella, La investigación no forzosamente se tiene que hacer en un laboratorio de punta, sino
que también se puede realizar en el consultorio o en las
comunidades, ya que hay una cantidad infinita de tópicos
que pueden ser líneas de investigación de primera, y que
son necesarias conocer.
Docencia
Es una parte muy importante del desarrollo de toda profesión, y que no siempre es bien aceptada, pues hay quien
opina que la llevan a cabo aquellos que han fracasado en
el desarrollo de su carrera, pero es exactamente al revés,
ya que sólo el que tiene una gran experiencia es capaz de
transmitirla a generaciones posteriores, es más, una de
las obligaciones que tiene todo profesionista es que entre
más sabe más tiene que compartirlo con los demás.
Difusión del conocimiento
Esta última, y no por ello la menos importante, es la
difusión del conocimiento, es decir (en el mismo sentido
que las líneas del apartado anterior) es importante dar a
conocer los resultados de las investigaciones realizadas,
las inquietudes planteadas en la práctica cotidiana, las
nuevas teorías o rectificaciones a las técnicas ya sabidas,
etcétera. Esto es lo que permite que el conocimiento
pueda avanzar y no se quede a nivel de sectas secretas
o de reuniones de amigos. Es importante que lo que se
haga novedoso se de a conocer y se ponga al alcance de
las mayoría de la gente.
Cómo ves, querido amigo, ser dentista no es cualquier
“baba de perico”, no es una profesión que te permita
ganar dinero rápidamente, ya que para alcanzar esta
meta es necesario trabajar mucho -y en ocasiones hasta
gratis- para poder acreditar “tu nombre”, y entonces cotizarte bien. Tampoco es una carrera para salir del paso,
pues como viste hay que estudiar mucho y siempre…
¡toda la vida!
En fin, si después de todo esto aún te quedan ganas para
seguir adelante con tu loca idea, debes tener en cuenta
otro aspecto más.
Toda actividad humana tiene dos caminos. Uno ser el
mejor y dos irla llevando. Para el segundo no hay más
comentario que recordar que el merolico es de origen
dental.
Pero para la primera acepción sí hay algo que decir. Las
profesiones se pueden practicar como profesionista o
como profesional. El profesionista es el que lleva a cabo
su actividad siguiendo al pie de la letra todos los cánones
establecidos, no se sale de lo que está señalado por el
paradigma y es obediente a lo que los maestros dicen.
En cambio el profesional, además de hacer todo lo anterior realiza su actividad con un alto sentido ético, respetando a los demás como personas únicas y dignas; tiene
como meta hacer una pequeña aportación para lograr
que su profesión crezca, alcance mayor dimensión y se
coloque mejor en el concierto de los saberes humanos. No
le importa el que dirán, ni las envidias, ni maledicencias,
le importa que lo que hace cada vez sea mejor.
Sí con todo esto estás de acuerdo y aún quieres cursar por
esta carrera, entonces podrás ser, con gran satisfacción,
un gran estomatólogo.
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