| 29 FOTO: KATYA GORKER TENDENCIAS | LATERCERA | Sábado 28 de marzo de 2015 FOTO: KATYA GORKER RR El lago Cucao, en el oeste de la Isla de Chiloé. RR Vista de los Palafitos de Gamboa en Castro. Hay varios palafitos en la zona que se están transformando en hoteles. riodismo porque las papas le dejan más. Pero de pronto, me dice: “esa abuelita le canta a las papas”. María Norma Aguilar Alarcón es una historia aparte. Le bajó el amor por las papas cuando niña y comenzó a cultivarlas, coleccionarlas y a componerles canciones. “Cuando las cocinaba, me daba mucha lástima comérmelas”, dice y se tapa la cara. Tiene 70 años, se sabe los nombres de todas las variedades: la cigüeña, la morena, la cascabel, la cabrita. ¿Y por qué hay que cantarles a las papas? “Yo les canto porque las encuentro bonitas y les sacó canciones, po!”. Dejo Castro para visitar a Elena Bochetti, quien se define como conservacionista y vive desde el año 91 en una acogedora casa de subsidio insertada en sus 11 hectáreas cerca del Lago Huillinco. Hace tres años abrió Bosque Piedra, un sendero que hizo con fondos de Conaf en el que hace visitas guiadas para los turistas extranjeros que le mandan desde los palafitos y desde el exclusivo hotel Tierra Chiloé en Rilán. “El turismo es nuestro futuro”, dice Elena mientras discutimos sobre la tensión entre conservación y desarrollo. Su tesis es que el turismo es una industria limpia que puede beneficiar directamente a los locales si se hacen las capacitaciones necesarias para que se integren a la industria con calidad -actualmente casi el cien por ciento de la infraestructura turística es de afuerinos. Al mismo tiempo, el turismo promueve la conservación porque valora lo autóctono y necesita del patrimonio natural y cultural de la isla como atracción. Pero conservar patrimonio tiene que ser rentable para todos. Si las hijas de las señoras que hacen tejidos con el proceso original –hilado y tejido a mano, uso de tinturas naturales - ven que sus madres venden en treinta mil pesos la frazada que les toma dos meses hacer, no van a querer aprender ese oficio, dice. “Los oficios no se pierden si se respeta el precio justo”, dice Elena. Lo mismo con las papas, las tejuelas, los bosques, los servicios, explica y agrega: “Hay mucha gente que está trabajando en esa línea y la verdad es que son exitosos. Los que ponen un hostal palafito les va bien, la que tiene un restaurante, aunque sea con nuevas recetas, pero con cocina local también. Entonces tenemos clara la respuesta del público. Para allá va la cosa”. Regreso a Ancud. Han pasado ya casi dos semanas desde que llegué al archipiélago y mi auto está cargado de tesoros. Me detengo en el mercado para comprar dos kilos de ostras –a 1.200 el kilo- y seguir a Duhatao, una playa que se forma entre la desembocadura del río del mismo nombre y el Pacífico. Ahí la marea sube y baja y deja ver cuevas y playas llenas de conchas de locos. No hay turistas y cada tanto pasan familias a caballo recolectando algas. Muchos de los locales subsisten con la extracción de la Luga que les compran en 500 pesos el kilo y luego se exporta para cosméticos. Camino de playa en playa con el agua hasta las rodillas admirando paredones de bosques nativos y el azul prístino del mar entre las rocas. Pasa un pudú y veo una vertiente que llega al agua. Cerca de mi carpa me encuentro con el dueño de las tierras y le digo que nunca he visto un lugar más lindo. “Yo vendo un campito por aquí”, me dice. Un par de horas después estamos en el terreno con vista al mar y le digo que lo quiero. T RECOMENDACIONES U Dormir en un palafito: Palafito Azul y Palafito Waiwén en la zona de palafitos de Gamboa, Palafito Verde en palafitos de Pedro Montt. U Experiencia de lujo: Tierra Chiloé. U Para perderse cerca del mar: Cabañas Tajamar, Duhatao. U Casa por temporada: La torre de Pauldeo, Ancud. U Mejores mercados de artesanía: Dalcahue y Chonchi, donde solo permiten artesanía chilota. U Textiles con diseño: Taller Kelgwo, de Marcia Mansilla Cárdenas, en Ancud. U Familia artesana: Fedima del Carmen Llancalahuén trabaja lana en telar y su marido Guillermo Cayún es el creador de los famosos chanchitos tallados. Quilipulli, Chonchi. T.99106320 U Mejor plato: Conchal, pasta rellena de machas a la parmesana, en El Mercadito en Castro. U Buena apuesta culinaria: Restaurante Rucalaf, entrando a Rilán, Castro. U Mejor cocinería: Dalcachue. U Mejor terraza: Mar y Canela, Castro. U Mejor visita guiada en bosque nativo: Bosque Piedra, camino Huillinco a Cucao, Km. 5. U Ostras japonesas crudas: Restaurante Marcelo en Quinchao y Los Troncos en Curaco de Velez.