RICARDO, José G.-Correspondencia Comercial. La Habana. Cultural. S. A., 1955. . No levanto falso testimonio cuando afirmo que suele darse el caso del escritor o ensayista puesto en el trance de redactar un suelto periodístico y fracasar lameutablemente en tan modesto em­peño. De la misn1a manera, n1ás de un literato falla con frecuen­cia en el propósito de escribir una carta llana y sencilla, sobre todo si es de índole comercial. De ahí que sea plausible el adve­nimiento público de un libro intitulado "Correspondencia Comer­cial Moderna", publicado por el profesor José G. Ricardo, en la Cultural S. A., continente de un estudio práctico ele la correspon­dencia en el mundo actual de los negocios, así como una clara y amena exposición de la psicología de la carta comercial. Entre los editores figuran los señores José Als y J. Maldonado: coordinador, el prestigioso publicista señor Miguel Salvat; clirecto1· de producción Julio Arriola; Director de tipografía José M. Cerro; técnico de tipografía Miguel A. Sama; técnico de en­ cuadernación Osear Yero. La obra, en su conjunto y en pormenores está presentada y desarrollada con método, diafanidad y grata exposición. Claro es que no resulta fácil escribir cartas comerciales dota­das <le cierta personalidad, por no decir que originalidad o ele­gancia. Pesan sobre este género epistolar los prejuicios y anatemas de quienes se sienten n1ás bien inclinados a escribir cartas de amor o filosóficas. Pero todo radica, en ve1·dad, en la calidad mental de quien re­ d acta el doctnnento. Al corresponsal n1ás o menos rutinario sólo se le ocurrirá, co1no dice el señor Ricardo, repetir aquello de: "Muy señor mío: Obra en nuestro poder su grata del 28 ppdo. y de la cual acuso recibo", etc. Pero éstos ele hoy son tiempos diferentes, que requieren en el corresponsal ciertos at1·ibutos -naturales o adquiridos- ele sensibilidad y hasta ele i1naginación, sin que esto quiera decir que haya de ser un poeta o ensayista. Porque, si sus cartas se orientan al deseo de pron1over las ventas de un pro­ ducto, por ejemplo, ha de tener habilidad -natural o cultivada en el aprendizaje- para atraer ]a atención del destinatario, para in­ citar su interés por comprar la mercancía y para estitnular sus po­ sibilidades de transacción en sun1a. Por ello, dicho escritor de carta comercial ha ele tener ciertas cualidades de publicitaria, de anunciante, de p1·opaganclista hábil y oportuno; exponiendo sus jdeas de manera ordeuacla y eficaz desde el principio hasta el fin del docu1nento. Este libro que comentamos trata ele despejar los prejuicios, y los juicios falsos a posteriori, en relación con la "Corresponden­ cia Comercial", señalando como en nuestros días se orienta hacia ,-leterrninados nortes no sólo técnicos y forn1ales, sino también de textura interioi: o mental, inclusive el conocimiento cabal del ne­ gocio al cual se dedica. El libro no solo contiene orientaciones y lineamientos, consejos y aclaraciones, sino tan:1bién 1nodelos alta­ Jnente ilustrativos del tema y de cada uno de los aspectos de la actividad económica d e referencia. A.M. B. -218-