GENERACIÓN DE MAPAS DE LICUEFACCIÓN A PARTIR DEL SISMO DE FEBRERO DE 2010 María Francisca Falcón*, Paola Ramirez* *Servicio Nacional de Geología y Minería, SERNAGEOMIN Avenida Santa María 0104, Santiago, Chile [email protected], [email protected] RESUMEN. Como resultado, del catastro de los fenómenos de peligros geológicos desencadenados por el sismo del Maule del 27 de febrero de 2010, se pudo comprobar que luego de los daños provocados por el tsunami, el fenómeno geológico más extendido fue la licuefacción de suelos. En este trabajo se identifican los factores geológicos condicionantes de la ocurrencia de licuefacción, y se muestra un mapa de susceptibilidad a escala 1: 1.000.000, para la zona central de Chile. 1. INTRODUCCIÓN. Chile es uno de los países más sísmicos de la Tierra, con un promedio de 1 sismo de magnitud mayor a los 8º Richter cada 10 años durante los últimos 500 años (Petit Breuilh, 2002). Esto se debe a que Chile se ubica en el borde occidental de la placa tectónica Sudamericana, donde la Placa de Nazca se subducta bajo la Placa Sudamericana, y se generan los sismos debido a la liberación de energía producida en la subducción. El sismo de magnitud 8.8 Mw del 27 de febrero de 2010, y su posterior tsunami provocaron daños que significaron la muerte 524 personas y pérdidas económicas estimadas en $30 mil millones de dólares. Este terremoto, de 200 segundos de duración, ocurrió en el límite entre las placas de Nazca y Sudamericana, con una ruptura de 650 km de largo que se extiende desde la fosa chilena hasta unos 60 km de profundidad bajo el área continental, alcanzando por el sur la localidad de Tirúa y por el norte el puerto de Valparaíso (Fig. 1). El área más afectada se ubica en la zona central de Chile, desde la Región de Valparaíso hasta la Araucanía, y corresponde principalmente a las ciudades y localidades del borde costero y de la franja conocida como Depresión Intermedia localizada entre la Cordillera de Los Andes y la Cordillera de la Costa. El Servicio Nacional de Geología y Minería de Chile (SERNAGEOMIN), inmediatamente después del evento sísmico realizó un catastro de los fenómenos de peligros geológicos desencadenados por el terremoto. Como resultado se pudo comprobar que luego de los daños provocados por el tsunami, el fenómeno geológico más extendido fue la licuefacción de suelos. Este fenómeno fue el responsable de parte importante de los daños, principalmente en la red vial, puentes, puertos y carreteras, causando el colapso de infraestructura pública, viviendas, y parte del servicio de agua potable, luz, gas y alcantarillado; agravando más aún la situación posterior al evento sísmico. Se observaron los efectos de licuefacción entre la ciudad de Valparaíso por el norte (Región de Valparaíso) y el Lago Llanquihue por el sur, en el sector de Las Cascadas (Región de Los Lagos), lo que se traduce en una franja de longitud superior a los 800km. Varias son las causas del importante daño que produjo el fenómeno de licuefacción, durante el sismo; las más importantes tienen que ver con el aumento de la vulnerabilidad, en la zona afectada, debido a la alta densidad de población y ocupación. Se estima en alrededor de 13 millones de habitantes, cerca del 80% de la población del país, lo que implicó una cifra estimada de 2 millones de damnificados (más del 10% de la población de Chile), asimismo, la intensiva ocupación de suelos correspondientes al borde costero, humedales y zonas inundables susceptibles de licuefactarse, y que históricamente han sido afectadas por estos fenómenos, anteriormente no constituían alto riesgo puesto que no estaban pobladas. En la actualidad, la alta demanda de suelos para la expansión urbana, requiere de una pronta regulación e incorporación del peligro de licuefacción entre las zonas de restricción de los instrumentos de planificación territorial (planos reguladores comunales e intercomunales) y, en las normas de construcción antisísmica. Estos deben incluir en forma explícita la exigencia de estudios especiales, que determinen las condiciones de mejoramiento de suelos necesarios para el uso urbano en estas zonas. Para dimensionar la distribución y extensión de los suelos susceptibles a licuefactarse, localizados en la zona central de Chile, se elaboró un mapa a escala 1:1.000.000. El objetivo de este mapa es orientar la zonificación del peligro de lucuefacción y de susceptibilidad de los suelos a la licuefacción, a mayores escalas, lo cual debe ser visto como un objetivo prioritario de las autoridades, para prevenir la pérdida de vidas humanas, el daño patrimonial y grandes pérdidas a la infraestructura pública y privada, ante futuros sismos. Definición y causas de la licuefacción: La licuefacción es un proceso natural mediante el cual determinados tipos de suelo pierden bruscamente su resistencia mecánica ante una carga dinámica rápida como puede ser un sismo o, en menor medida, una tronadura. La pérdida de resistencia mecánica del suelo implica que este se comporta momentáneamente de modo similar a un fluido, siendo capaz de migrar generando importantes deformaciones en el sustrato. La licuefacción se genera principalmente en suelos arenosos y areno limosos saturados en agua, usualmente ubicados cerca de ríos, borde costero u otros cuerpos de agua, donde existe un nivel freático muy superficial. Además, sucede en los suelos que poseen baja compactación, por ejemplo, aquellos terrenos ubicados donde antes existieron lagos o lagunas. De igual importancia es la licuefacción en rellenos antrópicos deficientemente trabajados, principalmente, sobre zonas de humedales. Cuando ocurre un sismo, la vibración eleva la presión de agua en los poros del suelo y si esta llega a igualar o superar la fuerza de contacto entre los granos, la resistencia del suelo se reduce a cero, experimentando licuefacción. En este caso, la capacidad de carga del suelo es nula y, efectivamente, el suelo se comporta durante la sacudida como un líquido y cualquier estructura cimentada en él se hunde o sufre asentamientos diferenciales (INGEOMINAS, 2003). Algunos factores que condicionan el fenómeno de licuefacción son: Origen del suelo. Los suelos depositados por procesos fluviales, litorales y eólicos se sedimentan fácilmente y sus granos tienen poca probabilidad de compactarse, de modo que se licuarán con facilidad. Los depósitos glaciales, generalmente, ya son bastante densos y tienen menor probabilidad de licuarse. Suelos compuestos por roca no son licuables. Distribución del tamaño de los granos. La arena uniformemente graduada, de grano muy grueso a medio tiene mayor probabilidad de licuarse, mientras que las arenas limosas finas y las gravas lo hacen bajo cargas cíclicas muy severas. Profundidad de las aguas subterráneas. Mientras más cerca de la superficie se encuentre el nivel de las aguas subterráneas (nivel freático), mayor será la probabilidad de que ocurra licuefacción. Edad del depósito. Los suelos jóvenes (menos de 3.000 años) son débiles y no cohesivos, de modo que tienen mayor probabilidad de licuarse comparado con aquellos más antiguos donde han actuado procesos de compactación y cementación natural. Dichos procesos incrementan su resistencia. Amplitud y duración de la vibración del terreno. La licuefacción de suelos bajo condiciones de tensión provocadas por un terremoto aumenta con la magnitud y la duración del sismo. Por esta razón, sismos pequeños licuarán únicamente los suelos más próximos al epicentro, mientras que ante un sismo de magnitud mayor será posible reconocer licuefacción a distancias muy grandes. En el caso del sismo del 27 febrero de 2010 se observó licuefacción hasta al menos 400 km de distancia del epicentro (Valparaíso). Peso del recubrimiento y profundidad del suelo. Las tensiones entre partículas aumentan a medida que aumenta la presión del recubrimiento (a mayor profundidad). Mientras mayor sea dicha tensión menor será la probabilidad que ocurra licuefacción. Por lo general, se ha observado que la licuefacción ocurre a profundidades menores de 9 m y, rara vez, a mayores de 15 m. Efectos de la licuefacción: El fenómeno de licuefacción se manifiesta en la superficie del terreno por la formación de grietas, hundimientos de terreno, asentamientos diferenciales de estructuras, “golpes de agua” (surgimiento de agua) y volcanes de arena. Los dos últimos son producto del súbito aumento de la presión de agua de poros ocasionada por la vibración, forzando a que este fluido fluya rápidamente a la superficie. Si el flujo asciende lo suficientemente rápido se generan “golpes de agua”. Al mismo tiempo, el agua ascendente puede transportar partículas de arena hasta la superficie donde son depositadas formando montículos de arena, a los que por analogía se les denomina “volcanes de arena” (Figs. 2 a 5). La pérdida de cohesión del suelo permite que este se pueda movilizar, diferenciándose varios tipos de desplazamientos asociados a la licuefacción: Flujos de tierra: Los materiales del suelo se desplazan rápidamente cuesta abajo en un estado licuado, a veces causando coladas de barro o avalanchas. Propagación lateral: Tipo de remoción en masa en que se produce desplazamiento limitado de las capas superficiales del suelo a favor de pendientes suaves o hacia superficies libres, como por ejemplo, en márgenes de ríos y taludes de terrazas fluviales. En este tipo de desplazamientos, a menudo ocurre que las capas subsuperficiales están revestidas de cubiertas antrópicas, como por ejemplo asfaltos. Cuando las capas más profundas se licuan, las capas superficiales antrópicas, generalmente, se mueven lateralmente en bloques, tanto durante como después del sismo, provocando una deformación permanente del suelo y ruptura de las cubiertas. Flotación: Objetos enterrados en el suelo bajo licuación son desplazados. Es común que tanques, buzones o tuberías de alcantarillado ascienden a través del suelo y floten en la superficie. Pérdida de resistencia de soporte: Reducción de la capacidad de soporte de los cimientos debido al debilitamiento del material del suelo subyacente o colindante. A menudo provocan que las estructuras se hundan o dañen. METODOLOGÍA Y ALCANCES DEL TRABAJO Considerando los factores que condicionan los fenómenos de licuefacción: origen del suelo, distribución del tamaño de los granos, profundidad de las aguas subterráneas, edad del depósito y profundidad del suelo, y la observación de que estos fenómenos de licuefacción se repiten en una misma zona cada vez que un sismo de gran envergadura afecta este territorio, se consideró muy pertinente efectuar un mapa de todo el territorio que permita mostrar las áreas susceptibles de sufrir licuefacción debido a las características de sus depósitos. Utilizando SIG se les asignó a las unidades geológicas un peso determinado que permitiera mostrar su susceptibilidad a la licuefacción, el cual se muestra en la Tabla 1. Adicionalmente, mediante superposición de mapas se elaboró un buffer para la red hidrográfica de primer orden (ríos y lagos) con un ancho de 100 m, que es un valor conservador de acuerdo a lo observado en terreno para la ocurrencia de fenómenos de propagación lateral. Al aplicar la metodología desarrollada a todo el territorio nacional, considerando la base geológica disponible a escala 1:1.000.000, y cotejando con el catastro de daños observados el año 2010, se obtuvo el Mapa de Chile de Susceptibilidad a la Licuefacción (Figura 6). Tabla 1: Factores asignados a las unidades geológicas: Alto Medio (3) (2) Unidades geológicas Origen del suelo Granulometría o tamaño de partícula Edad del depósito Bajo (1) Depósitos no consolidados Depósitos sedimentarios litorales actuales, depósitos fluviales activos, depósitos lacustres y de remoción en masa, rellenos antrópicos (relaves), depósitos eólicos y deltaicos. Arenas limpias, finos limosos, arenas con finos o arenas con gravas y finos Depósitos coluviales y de remociones en masa Holoceno-Pleistoceno HolocenoPleistoceno Gravas arenosas Nulo (0) Roca Terrazas marinas, fluviales, lacustres y de remoción en masa, depósitos glaciofluviales, morrénicos y fluvioglaciales Composición variable entre finos limoarcillosos y arenas con gravas Pleistoceno-Plioceno En el mapa se identifican zonas críticas en todo el territorio nacional, que reúnen las condiciones de alta susceptibilidad, es decir, son suelos con un alto potencial para generar procesos de licuefacción. Estas zonas de alta susceptibilidad se concentran en: 1) Depresión intermedia (entre las cordilleras de la Costa y Andina), debido entre otros factores a la presencia de gran cantidad de depósitos de cenizas volcánicas; 2) Planicies litorales (al poniente de la cordillera de la Costa), por la presencia de marismas y humedales costeros 3) Áreas ribereñas de ríos, lagos y reservoreos artificiales de agua. En la depresión intermedia es donde se concentra la mayor cantidad de población y consecuentemente las grandes ciudades de Chile (Santiago, Rancagua, Curicó, Talca, Chillán, Los Ángeles), además se encuentra la red vial principal (carretera Norte-Sur) y los principales puentes que cruzan los ríos. Por otra parte las planicies litorales concentran la actividad portuaria y también grandes ciudadespuertos como Arica, Mejillones, Caldera, Coquimbo-La Serena, Valparaíso-Viña del Mar, San Antonio, Constitución, Concepción-Talcahuano. Además de gran cantidad de pequeños poblados costeros. En las áreas ribereñas de ríos, la infraestructura principal en riesgo son los puentes, ya que estos permiten la conectividad del país, como es el caso de los puentes que cruzan el río Bio-bío. RESULTADOS Considerando las restricciones de la metodología empleada, asociadas a la escala de la información geológica existente, la zonificación de las áreas susceptibles de ser afectadas por fenómenos de licuefacción, es consistente con la mayor parte de las observaciones. Se observa una gran coincidencia entre las áreas susceptibles de ser afectadas por fenómenos de licuefacción registradas en la cartografía de peligros de licuefacción elaborados a escalas 1:50.000 – 1:10.000, con posterioridad al sismo del 27 de febrero de 2010 y el resultado obtenido en este trabajo. Por otra parte, este mapa permite tener una visión nacional de las zonas más vulnerables a los fenómenos de licuefacción con el objetivo de orientar y planificar estudios de detalle, los cuales servirán para incorporar dentro de los instrumentos de planificación territorial este peligro geológico como zonas con restricciones a la construcción. Finalmente, esta información debe ser integrada en el diseño de políticas públicas orientadas a la prevención y mitigación de los graves daños humanos y estructurales que causan los fenómenos asociados a la licuefacción. Figura 1. Zona de ruptura del terremoto del 27 de Febrero de 2010, donde se muestra la extensión de la ruptura (650 km) y las principales ciudades de Chile. El polígono rojo muestra la extensión del área afectada por licuefacción (Modificado de Universidad de Chile). Figura 2: Volcanes de arena originados por la licuefacción de los suelos, en Concepción (Gentileza de Rodolfo Núñez). Figura 3: Daños ocasionados por las grietas, en calles y redes de servicio eléctrico y de agua, en Concepción (Gentileza de Rodolfo Núñez). Figura 4: Agrietamiento y propagación lateral en las orillas de laguna Cahuil. Figura 5: Colapso de Puente licuefacción de sus fundaciones. Tubul, por Figura 6: Mapa de Susceptibilidad a la Licuefacción en Chile Central. REFERENCIAS De Buen, A., 1993. Estudio hidrogeológico Regional del área San Carlos-Concepción, entre las latitudes 36° y 37° Sur. Memoria para optar al título de Geólogo. Universidad de Chile. Inédito. Falcón, M.F, et al. 2012. Peligro de licuefacción: Área Concepción-Talcahuano-HualpénChiguayante. Region del BioBío. Servicio Nacional de Geología y Minería. Carta Geológica de Chile, Serie Geología Ambiental, 1 mapa escala 1:50.000 (En edición). Falcón, M.F.; Ramirez, P. 2012. Sectores críticos para la ocurrencia de licuefacción en Chile: una mirada desde la experiencia del sismo del 27 de febrero de 2010. In IV Conferencia Internacional de Peligrosidad, Riesgo Geológico e Ingeniería Sísmica y de Desastres. Santiago de Cuba, Mayo 2012. 9 p. INGEOMINAS, 2003. Memoria explicativa del mapa de zonificación geotécnica por Licuación del área urbana del Municipio de Tumaco y sus zonas aledañas. Bogotá, Colombia. Petit Breuilh, M.E. 2002. El efecto de los desastres naturales en las ciudades chilenas: siglos XI al XX. Servicio Nacional de Geología y Minería. Chile. Informe Inédito. Poblete, 1967. Subsuelos del centro de Concepción, en relación con el Diseño Antisísmico. Memoria para optar al Título de Ingeniero Civil, Universidad de Chile. Inédito. SERNAGEOMIN. 2002. Mapa Geológico de Chile. Versión Digital. Publicación Geológica Digital N° 4. SERNAGEOMIN. 2004. Base Geológica escala 1:1.000.000. Mapa geológico de Chile: versión digital. Publicación geológica digital, No. 7. CD-ROM, versión 1.0. Vivallos, J; Ramírez, P.; Fonseca, A. 2010. Microzonificación Sísmica de la ciudad de Concepción, Región del Biobío. Servicio Nacional de Geología y Minería, Carta Geológica de Chile, Serie Geología Ambiental 12, 3 mapas en una hoja escala 1:20.000. Santiago.