Fuentes para la Historia de Moxos Contiendo que entre 1660 y 1880 los Llanos de Moxos, el Beni moderno, fue hogar para una cultura distinta en su historia. Acaba de publicarse libro mío, en inglés, sobre este período. Antes de editar una edición boliviana, quiero aprovechar esta oportunidad de presentar, en homenaje a Gunnar Mendoza, la siguiente descripción bibliográfica que pretende introducir los temas y fuentes principales para la investigación de cultura misional en la historia de Moxos. El término "cultura misional" refiere a modos de vida que resultaron del siglo de presencia jesuitica (1660-1767) en la zona y duraron un siglo después de la salida de los padres. La época de estos modos empezó con la llegada de misioneros a Moxos, lo cual terminó por siempre el auge de cultura completamente autóctona, y terminó con la consolidación de Moxos dentro de la República Boliviana, a medianos del siglo pasado. Sugiero que estos dos siglos, constituyen un período distinto en la historia de Moxos. Se marcó como tiempo de transición, ni completamente autóctona ni europea, en que la genete indígena fue introducida y cambiada por siempre por fuerzas biológicas, económicas, y sociales pero también mantenían facetas de su cultura ante-Jesuita. Sugiero, además, que los siglos de "cultura misional" se divide en tres subperíodos: la primera (1660-1767) de las misiones bajo influencia jesuita; la segunda (1767-1825) de las misiones bajo un regimen segular español; la tercera (1825-1880) bajo el gobierno Boliviano. Fuentes Archivisticas Hasta la fecha, la mayoría de la documentación histórica de Moxos queda inédita. La historia particular de la región y de la administración española dicta una dispersión formidable de los papeles pertinentes. Para aproximar una reconstrucción de la cultura missional, el investigador está obligado de visitar archivos en España, Italia, Perú, y Bolivia. El Archivo General de Indias (AGI) de Sevilla guarda amplios documentos de perspectiva imperial. Las secciones Archivo de Charcas y Archivo de Lima preservan papeles de autoridades civiles, especialmente los gobernadores de Santa Cruz de la Sierra y las relaciones escritas durante los últimos años de la colonia (1767-1810). Además en legajos de Contratación y Indiferente General existen detalles de los lasos entre la Corona española y la Compañía de Jesús: las autorizaciones de salidas misioneros, pagos viaticos, etc. Otro archivo de vista imperial es el Archivum Romanum Societatis Iesus (ARSI) en Roma. Aquí hay documentos de dos tipos pertenicientes a los padres y hermanos jesuitas. Primero autoridades en Roma mantuvieron un archivo de datos personales (fecha y lugar de nacimiento, educación, rangos dentro de la Compañía, lugares de servicio), claves para la historia social de los misioneros. La segunda fuente imprescindible es la sección de correspondencia, principalmente las Cartas Anuales, escritas por el Superior de las Misiones, que da, en forma seriada, los sitios con sus poblaciones y misioneros y una relación de los acontecimientos principales del año. Siguiendo los rangos imperiales, Lima, el sede virreinal para Moxos, conserva, en tres archivos, fuentes de interés. El Archivo General de la Nación del Perú (AGNP) heredó los archivos que confiscaron las autoridades españoles de los Jesuitas después del extrañamiento de 1767. Dentro de la sección Compañía de Jesús juntaron los documentos económicos (censos, cuentas, haciendas) de la orden, los quales esbozan el sistema de apoyo que establicieron los Jesuitas de la Provincia del Perú para sus misiones a riberas del Mamoré. Por motivos ya perdidos la Biblioteca Nacional del Perú (BNL) conserva en su sección de manuscritos registros de correspondencia de misioneros a sus superiores en Lima. Aunque la mayoría de las cartas fueron dañadas por el incendio que sufrió el BNL en 1947, con cuidado se puede extraer algo de las impresiones íntimas de los padres y hermanos. El tercer repósito limeño de interés es el Archivo de Límites del Perú (AdLP), ubicado en el Ministerio de Relaciones Exteriores del Palacio Torre Tagle. Creado con el fin de preparar los alegatos peruanos en juicios de fronteras, el AdLP se creyó de las fuentes de otros archivos. Sin embargo, como se ve de la publicación de Juicio de límites entre el Perú y Bolivia (1906), los creadores sacaron documentación sólo poco relacionadas con la extensión fronteriza. En sentido cuantitativo y cualitativo, Bolivia guarda la documentación más importante para la reconstrucción de la historia de Moxos. Como en Lima, la capital boliviana tiene su Archivo de Límites en el Ministerio de Relaciones Exteriores. Aquí se ve la otra cara de la batalla de documentos frente al Perú a principios del siglo veinte, reflejada en parte dentro de la publicación que hizo Manuel Vicente de Ballivián y Roxas, Documentos para la historia geográfica de la Republica de Bolivia (1906). El Archivo Nacional de Bolivia (ANB) es, no obstante, el repositorio fundamental para la documentación de Moxos. Durante su administración como director del ANB, Gabriel René Moreno hizo la primera recopilación de documentos de la región y publicó su Catálogo del Archivo de Mojos y Chiquitos (1888, 2nd. ed. 1973) que ha sido la base de las investigaciones seguidas. (Debo mencionar entre parentesis que Gunnar Mendoza hizo otra compilación, que llamó "Mojos Complimentario," bajo la sección Audiendia de Charcas.) Aunque el ANB contiene documentos importantes para el período jesuítico, sus fondos son más ricas para los años después del extrañamiento. La documentación de la época de los gobernadores españoles está dividida entre Sucre y Buenos Aires con la creación del sede virreinal en aquella ciudad hasta 1810. Confieso que no he consultado los fondos de éste, pero los fondos archivados en Sucre son tan ricos de detalle administrativa, económica y social, que no sentí la necesidad de visitar Buenos Aires. Con los comienzos de las guerras patrióticas, la ANB llega a ser la fuente única para la investigación de Moxos. En mis trabajos he consultado las secciones Archivo de Mojos y Audiencia de Charcas, ya mencionadas, y las secciones repúblicanas de Documentos de la Corte Suprema de Justicia (donde aparacen una seria de procesos contra la gente indígena), Ministerio de Hacienda (para asuntos económicos, especialmente durante la época de caucho) y Ministerio de Interior (donde se preserva los padrones del Censo Nacional de 1830, no publicadas hasta la fecha, y el Album Mercado, recién editada por Gunnar Mendoza como Album de paisajes, tipos humanos y costumbres de Bolivia (1991). Fuentes Editadas Obras generales Como ya mencioné, la fundación para cualquiera obra de historia mojeña es el Catálogo de Mojos y Chiquitos . (Para una analysis de la punta de vista de René-Moreno sobre Moxos, ver el ensayo de Fernando Cajías, "Gabriel René-Moreno: su visión sobre Mojos." Signo 18-19 (Mayo-Dec 1986) 137-146) En el proceso de organizar los papeles del ANB, René-Moreno escribió historias de ambas zonas, basadas principalmente en las fuentes que tenía a mano, enfatisando entonces la colonia tardía y republica temprana. Sin embargo este sabio estableció una cronología precisa para los años pos-jesuitas y comentó con agudez sobre la decadencia de los centros bajo la influencia del boom de caucho. Medio siglo pasaría antes de que Moxos vuelva a ser el enfoque de estudio erudíto. En conmemoración del centenario de la fundación del Departamento del Beni, José Chavez Suárez y Manuel Limpias Saucedo, ambos Benianos, editaron obras sintéticas de sus tierras nativas. (notes) Estos señores establicieron una huella seguida por otros hijos del Oriente-entre ellos Alcides Parejas Moreno, Rogers Becerra Casanovas, Rodolfo Pinto Parada, y Antonio Carvalho Urey-- en investigaciones de su patria chica . Hasta la fecha, la obra más importante sobre Moxos, es la publicada por William Denevan. Originalmente publicado en inglés, este estudio es entitulado La Geografía cultural aborígen de los Llanos de Mojos, en su versión boliviana (1980). Denevan ofrece a sus lectores una sumario diligente de las fuentes históricos disponibles hasta la fecha de 1970 y propone su contribución muy original sobre las lomas artificiales de los llanos y sus implicaciones para las culturas prehispanicas de la zona. Fundaciones Pre-Jesuitas Los modos autóctonos de Moxos tienen una base en la literatura arqueológica de la cuenca amazónica. A principios del siglo veinte, el baron sueco, Erland Nordenskiöld, hizo una serie de excavaciones al sur de Trinidad. Sus conclusiones, y más importante las ilustraciones de las cerámicas recogidas, fueron publicados en L'Archéologie du bassin de l'Amazone (1930). Utilizando la obra de Nordenskiöld (y fuentes lingüisticas) Donald Lathap, en su magnum opus, The Upper Amazon, sugiere que los habitantes prehispanicos de Moxos llegaron de tierras en el medio de amazonica, cerca del Manaus moderno, y que migraron a los llanos en una serie de hondas, cada una echando de las riberas los habitantes previos y esforzandolos de habitar los llanos. (note) De cientificos bolivianos, podemos mencionar la obra de Victor Bustos quien excavó en la zona de Trindiad hace veinte años y de las excavaciones en la cuenca del Beni por Max Portugal Ortiz quien concluye que la gente de la frontera oeste de Moxos fue poblada por gente relacionada con los yungas más bien que las amazonas.(note) Datos lingüísticos para la gente de los llanos están conservados en dos artes preparados por los misioneros tempranos, Pedro Marbán para los Mojos (1701) y Antonio Maggio para los Baures (ca 1730). Síntesis de las fuentes etnohistóricos editados está proveido en el ensayo clásico de Alfred Métraux, "Tribes of Eastern Bolivia and the Madeira Headwaters" (1940), en necesidad de poca revisión más de medio siglo después de su publicación. Estudios de los lomas artificiales aumentan nuestros conocimentos de la gente indígena de Moxos. Clark L. Erickson y Kenneth Lee han examinado los "campos alzados" dedicados a la agricultura.(note) Y la obra de Denevan fue reexaminado y aumentado por los arqueologicos argentinos Berhard Dougherty y Joracio A. Calandra (note). La llegada de misioneros a Moxos fue antecedido por un siglo de contactos europeos. Aunque las primeras entradas se basaron en la sierra, la exploración de los llanos fue íntimamente ligada con la ciudad de Santa Cruz. Por supuesto el estudio pionero del papel de los cruceños en la europeanización del oriente es la obra maestra de Fernando Sanabria Fernández, En busca de El Dorado (1958). Recién la investigación del español, José María García Recio, publicado como Análisis de una sociedad de frontera (1988) extiende la visión de Santa Cruz como motor principal de la economía y sociedad europea en el oriente. El Siglo Jesuítico Los primeros historiadores del período jesuítico en Moxos fueron los mismos misioneros Jesuitas. Una serie de crónicas, dejados por sus autores en forma manuscrita, fueron editadas por primera vez en el siglo pasado y reeditados, en algunos casos, en los últimos años. Entre estas historiadores oficiales podemos mencionar a Diego Francisco de Altamirano (escrito ca. 1700, primera edición imprenta 1891, 2nd. ed. 1979); Joseph del Castillo (ca. 1676, primera ed. 1906); Francisco Javier Eder, (ca. 1772, ediciones imprentas 1791, 1888, 1985); y Diego de Eguiluz ( ca. 1696, edición imprenta 1884). (notes) Una serie de cartas y relaciones editadas amplian las historias. Los alegatos de fronteras de Bolivia y el Perú, arriba mencionados, contienen varios documentos de pluma misionera. Cartas de misioneros mojeños aparecen, también, en la compilación monumental Cartas edificantes y curiosas escritas de las misiones estranjeras y de levante por algunos misioneros de la Compañía de Jesus (1755) editado por Diego Davín. Además, los tomos editados por Mauro Matthei, Cartas e informes de misioneros jesuitas extranjeros en hispanoamérica (19691972), incluyen correspondencia de algunos Jesuitas alemanes situados en Moxos en el siglo 18. Otra clase de documentación primaria en forma editada es la recopilada por el lado Portuguesa, quienes entraron riberas del Itenez al mismo rato que los Jesuitas. Impresiones portugueses de la década de los 1740 se presentan en Memorias para a historia do extincto estado do Maranhão (1874), ed. Candido Mendez de Almeida y Alexandre de Gusmão e o Tratado de Madrid (1950-1963), ed. Jaime Cortesão. La punta de vista brasilera del conflicto fronterizo con Moxos está bien presentada en dos obras recién salidas, Guardiães de fronteira Río Guaporé, século xviii (1989) por Denise Maldi Meireles y Real forte Príncipe da Beira (1985) por José Maria de Souza Nunes. La ouvre del historiador español, Leandro Tormo Sanz, toca principalmente el período jesuitico de Moxos. Sus ensayos tratan de demografía-- "Situación y población de los Mojos en 1679" (1972), "Historia demográfica de las misiones de Mojos" (1981)-- del conflicto Hispano-Portuguesa-- "La Campaña de Moxos contra los Portugueses del Brasil" (1962)-- y de la cultura de las misiones-- "Una biblioteca perdida entre los llanos del Mamoré" (1960), "El sistema comunalista indiano en la región comunera de Mojos-Chiquitos" (1966). Otros investigadores extranjeros enriquecen el entendimiento de la época jesuitica. El argentino Daniel J. Santamaría y el norteamericano David Block han contribuido ensayos sobre el estado fronterizo y economía de las misiones misiones, "Fronteras indígenas del Oriente boliviano" (Boletín Americanista 28,36(1986) 197-228) y "Links to the Frontier: Jesuit Supply of its Moxos Misisons, 1683-1767" (1980). Los campos de arte y arquitectura están bien representados en la bibliografía de Moxos. Rogers Becerra Casanovos ofrece estudios sobre danza y música, "Orígenes y naturaleza de las danzas y música moxeñas" (1987) y de las artes de la época jesuitica: Reliquías de Moxos (1977) y Retablos coloniales del Beni (1984). De la arquitectura, Mario J. Buschiazzo hizo un estudio importante, Architectura en las misiones de Mojos y Chiquitos (1972), publicado por la Universidad Mayor de San Andrés. En la introducción a su edición de la Breve descripción de las reducciones de Mojos, Josep Barnadas observa que hasta la fecha de 1985 no contaron todavía "... un trabajo general de índole historiográfica sobre Mojos ..." (p.xxi) Lo que no menciona Barnadas es que su propia introducción ofrece una guía fiel a los temas más importantes de la historia mojeña. La recién publicada Mission Culture on the Upper Amazon (1994) dedica la mayoría de sus capítulos a los años jesuitas y llama atención al desarrollo de acomodación entre europeos y indígenas en contraste con la antes llamada "conquista espiritual." Régimen Español El medio siglo de gobernadores españoles (1767-1825) es hoy por hoy el período menos examinado de la historia de Moxos. La compilación Mojos y Chiquitos (1988) publica un corpus de documentos del ANB, principalmente demográficos y económicos. Y Santamaría escribió un estudio valioso sobre la economía mojeña, "La Economía de las misiones de Moxos y Chiquitos (1675-1810)," que concentra en los años de la gobernación española. Sobre el conflicto pos-jesuítica de europeos y la gente indígena, Antonio Carvalho Urey estudia el cacique Pedro Ignacio Muiba de San Javier en su obra Pedro Ignacio Muiba: el héroe (1977). El tema más estudiado del período de los gobernadores es la administración. En el ensayo "Don Lázaro de Ribera, gobernador de la provincia de Moxos (1784-1792)" Alcides Parejas escribe del administrador mejor conocido de la época. Y Ribera tiene su propia palabra con la publicación de su memoria dos siglos inédita, Moxos: descripciones exactas e historia fiel de los indios, animales y plantas de la provincia de Moxos en el virreinato del Perú (1989). Más allá de Ribera, Parejas nos ofrece la edición de su tesis, Historia de Moxos y Chiquitos a fines del siglo xviii (1976). Moxos Republicano La documentación copiosa del ANB se combina con narraciones contemporaneas, relaciones de viajeros bolivianos y estrangeros a la zona, y estudios etnográficos para presentar una vista amplia de la caida de cultura misional en el siglo pasado. El estudio más valioso de estos años es el de James C. Jones, "Conflict between Whites and Indians on the Llanos de Moxos," una etnografía del la comunidad de San Ignacio. La historia clásica de los administradores republicanos, escrita por Limpias Saucedo, está aumentada con la obra de Antonio Carvalho publicada dentro de las publicaciones del Sesquicentenario de la República en 1975. Siguienda la huella administrativa, Janet Groff Greever trata las fundaciones del Departamento del Beni durante la administración de José Ballivián. (José Ballivián y el oriente boliviano. La Paz: Empresa Editora Siglo Ltda., 1987)Y el estudio erudito de las fronteras bolivianas de la inglesa, J. Valerie Fifer (1972, edición española editada en Buenos Aires 1976) examina la zona de Moxos como un teatro de la política repúblicana de mantener sus tierras amazonicas. Con la baja de las restriciones coloniales contra visitantes no españoles y el alto interés de explorar los bosques desconocidos de la cuenca amazona, llegaron expediciones a Moxos recordativos de las primeras entradas europeas del siglo décimosexto. El primero de llegar fue el savant frances, Alcide Dessalines d'Orbigny quien vió las misiones a fines de su período próspero y dejo una relación magestral de la arquitectura, economía, y sociedad de la cultura missional circa 1830. En la huella de Oribigny lleagaron una serie de otros: frances, ingleses, norteamericanos-- botanicos, exploradores, empresarios, agentes de empresas comerciales, ingenieros contratados por gobiernos sudamericanos-- todos fascinados por los estacionamientos mojeños y inquietos por su decadencia evidente. Estos visitantes, en orden cronológico se llamaban Hugues Algernon Weddell (1853), William Lewis Herndon and Lardner Gibbon (1854), Franz Keller (1875), C. Barrington Brown and William Lidstone (1878), y Edward Mathews (1879). La literatura secondaria del período enfoque algo de la economía, especialmente el "boom" del caucho, acontecimiento primordial de la historia del siglo pasado. Fifer publicó una investigación del papel de la Casa Suarez como la empresa primordial del boom, y Rogers Becerra Casanovos hizó un estudio más general en su El Imperio del caucho (1984). Huecos El antescrito sumario debe sugerir que nos hace mucho para completar una historia definitiva de Moxos. En forma de conclusión ofrezco mis opinones de las lacunas principales y una agenda de investigación. Nos hace falta una fundación firme de trabajo arqueológico. Es significante que las excavaciones de Nordenskiöld siguen ser la base de de obras de prehistoria de Moxos. Nuevos proyectos serán necesarios para resolver problemas tales como el tamaño de poblaciones prehispánicas y la identidad de los constructores de los campos alzados. Los primeros contactos europeos nos presentan dificultades. La palabra Moxos sigue un variante de las leyendas de El Dorado. Entonces relaciones de expediciones en busca de Moxos aparecen en los archivos que no tienen nada que ver con las cuencas del Beni y Mamoré. Además las relaciones hechas de estas expediciones son tan vagas que son casi imposibles de localizar con exactitud. Sin embargo estos primeros años son importantes, mientras asumimos que de esta fecha empezó el contagio de pestes europeos en la gente indígena de la zona. La época de los misioneros es, a mi punta de vista, la mejor entendida. Tenemos ya una comprensión de la expansión de los centros jesuíticos, de niveles de población indígena y europea del período, y de las actividades económicas de las misiones. Entendemos en forma esbozo los cambios sociales que sufrieron la gente indígena en los centros misionales. Sin embargo los datos interpretados hasta la fecha han sido, en su mayor parte, datos agregados de otras fuentes-- sumarios de población, por ejemplo. Tal vez el descubrimiento de papeles mantenidos en los centros misimos, archivos de forma parroquial de nacimientos y difuntos que muestran lazos familiares, alterarán las conclusiones de hoy día. El período pos-jesuítico está reciente estudiado en forma económica y administrativa. Pero estos años marcaron el comienzo de conflictos agudos entre la gente indígena y sus gobernadores europeos, años de confrontación y rebellión abierta ocalsional. Otros estudios como el hecho de Carvalho Urey del liderazco de los conflictos serían interesantes leer. También la ouvre del argentino Daniel Santamaría demuestra que los archivos porteños tienen documentos de mucho valor para la reconstrucción de la historia de la colonia tardía. La época republicana en Moxos todavía falta su narrador. Una parte del hueco es documental. Los fondos del ANB están truncados por las luchas intestinos del tercer quarto del siglo décimoctavo. Me alegro de notar que los archivos de la Casa Suárez están situados en una institución pública y disponibles para consultación.(ver "Centro de Documentación e Información de la Universidad del Beni," en Simposio sobre las misiones jesuitas en Bolivia (La Paz: Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, 1987), 215-217.) Estos papeles deben luminar no solo las funciones de la empresa multinacional sino también las condiciones de vida dentro de las barrancas, las maneras de recluta de braceros, y el impacto del "boom" en la gente indígena de los centros de Moxos.