El TESTIMONIO DE AGRADAR A DIOS Texto Bíblico: Hebreos 11:6 INTRODUCCIÓN: Hoy quiero tratar una verdad que sacudirá el fundamento de nuestra vida. Solamente si la recibimos en nuestro espíritu, seremos bendecidos y edificados. Si usted no la recibe en su espíritu, la va a resistir o rechazar. Y esta verdad tiene que ver con tratar una fortaleza que se encuentra en nuestro corazón, la cual limita el mover de Dios en nuestras vidas. Para ello, permítanme hacerles unas preguntas: o ¿Cuántos tienen el deseo genuino de agradar a Dios? La respuesta obvia es que todos queremos agradar a Dios. o Ahora quiero hacerles una segunda pregunta, ¿Cuántos de ustedes realmente creen que ya agradan a Dios? Son muy pocos los que creen que agradan a Dios. Esta es una realidad sorprendente que puede palparse con claridad en la vida de muchos cristianos. 1. CREER QUE YO YA AGRADO A DIOS ES UN PRE-REQUISITO INDISPENSABLE PARA UNA RELACIÓN SALUDABLE CON DIOS Para tener una relación saludable con Dios debo creer que yo ya le soy agradable; si yo no creo que ya agradé a Dios, y que Dios ya está agradado de mí, no voy a creer que puedo tener una relación saludable con Él; tampoco voy a creer que Él me puede contestar mis oraciones. AGRADAR A DIOS ES UN PRE- EQUISITO SUMAMENTE INDISPENSABLE PARA NUESTRA RELACIÓN ESPIRITUAL CON DIOS. o Se lo ilustro de otra manera: Si yo no creo que agrado a una persona, sino que más bien que le desagrado, no voy a tener la confianza para ir a tal persona a pedirle por un favor. Con la persona a la que uno no le agrada, no se tiene una confianza y libertad para acercarse a ella. De la misma manera, si yo no creo que ya soy agradable a Dios, y que Él está agradado de mí, no tendré la confianza y libertad necesarias para una relación saludable. La realidad es que la mayoría de cristianos queremos agradar a Dios, pero muy pocos de nosotros creemos que ya le agradamos. 2. VIVIMOS EN UNA CULTURA DEL DESAGRADO Para muchos creyentes el desagrado de Dios es un hecho. Y esto se debe a que hemos crecido en una familia que no está agradada de nosotros, con padres y hermanos que continuamente nos han expresado su desagrado. Hemos sido entrenados en la escuela del desagrado. En el trabajo, en la calle, en el tráfico, en las tiendas, en la escuela. Vivimos en una cultura saturada del desagrado. La gente nos mira con desagrado. El mesero en el restaurante nos muestra su desagrado. Dios nos hizo de una manera y estamos desagradados e inconformes con ello. Los hijos nos tratan con desagrado. El conyugue siempre tiene expresiones de desagrado. Y vamos a la iglesia a recibir más desagrado. Y lo que es peor, nosotros mismo nos desagradamos. Es decir, que no nos aguantamos a nosotros mismos. El peor nivel de desagrado es el que tiene que ver con uno mismo, con el desagrado propio. Es por ello que cuando nos relacionamos con Dios, nos cuesta muchísimo trabajo creer que Dios está agradado con nosotros. Ahora, permítanme hacerles una tercera pregunta, ¿Qué es lo que hace que Dios esté agradado de nosotros? o ¿Qué es lo que debemos hacer para agradar a Dios? Para explicar mejor esto veamos Hebreos 11:6. 3. SIN FE ES IMPOSIBLE AGRADAR A DIOS (Hebreos 11:6) Aquí vemos que aparte de la Fe es IMPOSIBLE agradar a Dios. Es IMPOSIBLE gratificarle. Vemos que la única manera de agradar a Dios es por la FE. Es imposible agradarle a través de otro medio. NO hay ninguna otra manera de gratificar a Dios aparte de la Fe. Pero lo que nosotros hemos venido creyendo por mucho tiempo es que Dios no está AGRADADO y mucho menos que Él se agrade de nosotros. Siempre tenemos una mentalidad que Dios no está agradado. 1 4. CADA UNO DE NOSOTROS USAMOS UN MEDIDOR EQUIVOCADO PARA SABER SI DIOS ESTÁ AGRADADO DE NOSOTROS O NO. La mayoría de los cristianos responderán que agradan a Dios porque oran, ayunan, van a la iglesia, leen la Biblia y hacen un poco de buenas obras. Muchas veces hacen una lista de las cosas que ellos hacen o tratan de hacer para agradar a Dios. Las cosas que hacemos no son las cosas que determinan si le agradamos o no a Dios, Muchas veces pensamos que el agrado de Dios por nosotros está determinado por lo que hacemos. Si pensamos de esa manera, yo estoy seguro que Satanás tendrá motivos más que suficientes para condenarnos y acusarnos porque ninguna de nuestras acciones puede agradar a Dios. En la sociedad y sistema que vivimos, el estándar para agradar a alguien es totalmente basado en lo que HACEMOS o dejamos de hacer. Por ejemplo, en el trabajo te pagan por lo que haces. En la educación te evalúan por lo que haces. En el deporte, por lo que haces. En la competencia, por lo que haces. En la mayoría de familias, por lo que haces. Es más, el amor es medido por lo que haces. Esa es la MEDIDA O ESTANDAR de cómo opera el mundo. Y es la esencia de cómo se opera según la carne. Pero cuando venimos a Dios nos encontramos un estándar, sistema o medida muy opuestos. Y vemos que la manera de agradarle a Dios es solamente por medio de la Fe. “Pero sin FE, es imposible agradar a Dios”. Si crees que Dios te ama basado por tu comportamiento, por lo que tú haces, entonces constantemente tendrás un sentir de incompleto, de inferioridad, y de insuficiencia. 5. ENOC AGRADÓ A DIOS (Hebreos 11:5) “POR LA FE Enoc fue traspuesto para no ver muerte”. Cuando vemos el poder de Dios manifestarse en una persona, lo primero que nos preguntamos, es ¿qué fue lo que esa persona hizo para merecerse esos milagros? o ¿Qué fue lo que hizo para lograr ese mover de Dios? Siempre estamos pensando y midiendo con el estándar equivocado. En el caso de Enoc, nos preguntamos qué fue lo que él hizo para hallar testimonio de agradar a Dios. Pero la respuesta según las Escrituras es que es que él agradó a Dios por la Fe. Él caminó con Dios, llegó a ser amigo de Dios y aún fue traspuesto sin ver muerte, todo por medio de la Fe, porque es imposible agradar a Dios aparte de la fe. Enoc caminó siempre en la Fe al punto que no vio muerte. 6. ABEL HALLÓ TESTIMONIO QUE ERA JUSTO (HE. 11:4). “Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín”. Abel alcanzó testimonio que era justo no por logros, sino por la Fe. Él dio una ofrenda que era demostración de su fe. Ciertamente hubo obras envuelta porque la fe sin obras está muerta, pero era pura fe. Su ofrenda era más excelente que la de Caín porque era una ofrenda de Fe. De acuerdo a la medida de nuestra santidad nosotros pensamos que agradamos a Dios y que Él nos dará su poder. “Más santidad más agradar y por lo tanto más el mover de Dios”. Entre mejor comportamiento y obediencia, mejor es la unción. Tenemos esta mentalidad que Dios nos ama y nos usa basado en el obrar y en el comportamiento. Y la mayoría de nosotros venimos a la iglesia, oramos y damos los diezmos tratando de agradar a Dios para lograr que Él nos bendiga y lograr que Él nos dé Su favor. Tratamos de agradar a Dios por nuestras acciones, logros y nivel de santidad. Pero nuestras acciones NUNCA serán lo suficientes ni agradables delante de Dios. Si Dios nos usará por nuestra santidad a nadie usaría. Si fuese sido por el testimonio de la familia patriarcal, Dios no los hubiera usado: Abraham puso en peligro a su propia esposa, mintiendo, para salvarse él mismo. Tuvo una sierva por mujer aparte de su esposa; Jacob – Suplantador y mentiroso. También se casó con dos hermanas y tuvo por mujer a las dos siervas de ellas; David adulteró, asesino, mintió. Sus hijos dejaron mucho que desear; Pedro negó al Señor en su momento de mayor necesidad aún cuando había asegurado que daría su vida por Él. Y nosotros podemos decir: “Bueno yo no hago estos pecados tan grandes pero por lo menos me esfuerzo.” Con esto queremos decir que agradamos a Dios, porque nos creemos mejores que ellos de alguna manera. FUE EL FARISEO QUIEN SE CREYÓ MEJOR QUE EL PUBLICANO (Lc. 18:9-14). 2 La auto-justificación es el peor de los pecados. Este es el síndrome farisaico de confiar en sí mismos como justos. Pero la verdad es que, aparte de Jesús, Dios nunca ha tenido uno digno delante de Él, que pueda usar por medio de logros (Mt. 3:17). Dios nunca ha tenido aparte de JESÜS, una vasija santa y perfecta para Él llenar porque haya sido perfecta. Dios nunca nos usará basado en logros. Eso nunca funcionará. O somos perfectos ciento por ciento, o tenemos fe en el Salvador, de que Dios me acepta, me ama y se mueve a mi favor, por la justicia perfecta del ÚNICO PERFECTO: JESÚS. Sólo somos cien por ciento perfectos en CRISTO. No por obras. PERO ENTONCES USTED SE PREGUNTARÁ: ¿DEBO VIVIR COMO QUIERA? No mis queridos hermanos, porque el que verdaderamente ha creído, quien verdaderamente TIENE FE, se santifica. Veamos el testimonio de Enoc. ENOC TUVO TESTIMONIO QUE AGRADÓ A DIOS. Otra versión dice “que se le había sido testificado por Dios mismo”. Esta palabra testimonio significa que no sólo Dios estaba agradado de Enoc, sino que Enoc lo pudo percibir. Para Enoc era una realidad de que Dios estaba agradado de él. ¿Significa esto que Enoc andaba diciéndole a la gente que él agradaba a Dios? No mis hermanos. Un TESTIMONIO es algo que se puede percibir, que se puede ver. Si no se ve, si no es escucha, si no se percibe, entonces, no es testimonio. En otras palabras, el primer FRUTO DE LA FE, es la santificación (Ro.6:22). Aquí vemos que primero es la fe y luego la santificación. Esto lo corrobora Santiago en el cap. 2:17: “la fe sin obras, es muerta”. Si no tengo obras, es porque no tengo fe. ¿Cómo puedes decir entonces que has creído en Jesús, y andas desordenadamente y sin amar a tu prójimo? No eso no es fe, y si no es fe, no hay obras. Fue por la fe que Enoc fue trasladado al cielo para no ver muerte; Y NO FUE HALLADO (en la tierra), PORQUE DIOS LO TRASLADO; porque antes de ser trasladado recibió testimonio de haber agradado a Dios. ¿Y cómo agradó a Dios? La respuesta es: “Por la fe”. Fue por fe que él caminó con Dios, fue por fe que él se santificó. No es suficiente que Dios este agradado de nosotros sino que nosotros mismos lo PERCIBAMOS. Él agradó a Dios por medio de la Fe y recibió testimonio del mismo Dios que estaba agradado, porque por fe él caminó. CONCLUSIÓN: Si caminamos en Fe en la obra de Jesucristo, agradamos a Dios por medio de Jesucristo, entonces Dios mismo nos dará TESTIMONIO por su Espíritu que Él está agradado de nosotros. Nuestra fe tiene que producir tal testimonio dentro de nosotros. NO somos aprobados por los títulos, logros, ministerios, obras, talentos o habilidades, no agradamos a Dios por nada de esto, sino solamente por medio de la Fe en Jesús. Antes de ver el mover de Dios en tu vida, sea sanidad, provisión, respuestas a problemas, dirección, etc, necesitas PERCIBIR en tu espíritu que Dios está agradado de ti, PORQUE HAS CREÍDO EN LA OBRA DE LA CRUZ. La mayoría de la gente piensa que blasfeman de Dios si dicen que agradan a Dios, porque ellos piensan que es por obras que agradamos a Dios. Este concepto equivocado de lo que significa agradar a Dios, está grabado en el corazón del hombre, y es parte de la naturaleza o esencia humana; piensan que el agradar a Dios es por nuestros logros, comportamiento y obrar. ¿Sabes por qué no creemos que Dios esté dispuesto a contestarnos cualquier necesidad? Porque no creemos que ya le hemos agradado por FE EN CRISTO. Cuando uno le pregunta a la gente ¿Hace Dios milagros? ¡Ellos responde ¡Si! ¿Está Dios dispuesto a responderme? ¡No! ¿Por qué? Porque no creemos que ya le hemos agradado. USTED Y YO AGRADAMOS A DIOS POR LA FE EN CRISTO JESÚS. 3