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GESTION CULTURAL EN CANADÁ
Fundación Contemporánea
15 octubre 2010
1. Panorámica de Canadá
Geográficamente, Canadá es un país inmenso, con una superficie cercana a los 10
millones de km2, es el segundo país más extenso del mundo. Limitado por tres
océanos: Atlántico, Pacífico y Ártico, su litoral es de 244.000 km., el más largo del
mundo. Por tierra, comparte la frontera más larga del mundo junto con su vecino del sur,
los Estados Unidos, de 6414 km. De este a oeste, el país se extiende sobre 5.500 km. y
atraviesa seis husos horarios. En una superficie de
9 .970.610 km2 viven 33.739.900 personas.
Históricamente, los pobladores originarios de Canadá llegaron desde Asia, atravesando
la franja de tierra que unía Alaska y Liberia, hace unos 40.000 años. En el siglo XV,
antes de la expansión colonial, Canadá estaba habitado por unos 300.000 nativos de
culturas muy diversas que ocupaban todas las regiones del país y vivían, de forma
nómada o sedentaria, de la caza, la pesca o la agricultura.
En el siglo XVI exploradores franceses y británicos recorren América del Norte y, a
principios del XVII, fundan las primeras colonias, aprovechando las grandes
oportunidades ofrecidas por el comercio de pieles. En el siglo XVII, se inicia la rivalidad
comercial entre las colonias de Nueva Francia y Nueva Inglaterra. El conflicto entre
Francia y Gran Bretaña en el siglo XVIII se traslada a las colonias y finaliza con la
victoria británica en 1759.
En 1763, con el Tratado de París, Nueva Francia pasa a ser colonia británica. Pocos
años después, Gran Bretaña reconoce oficialmente el derecho civil francés y garantiza
la libertad religiosa y lingüística de los habitantes de habla francesa de Canadá.
El 1 de julio de 1867, por el Acta de América del Norte Británica, Gran Bretaña reunió
sus provincias de Norteamérica en una sola nación: el Alto y el Bajo Canadá
(actualmente Ontario y Québec), Nueva Escocia y Nuevo Brunswick. A este territorio se
le concedió el título de Dominio de Canadá y se le dotó de un gobierno propio basado
en el sistema parlamentario británico. En años posteriores, se anexionaron territorios y
se crearon provincias que configuran el Canadá de hoy.
En 1931, el Estatuto de Westmister confirmó la plena autonomía política de Canadá. En
1982 se llevó a cabo una importante reforma constitucional y el Acta de América del
Norte Británica de 1867 y sus diversas modificaciones se convirtieron en las Leyes
Constitucionales de 1867-1982, actual Constitución de Canadá.
Canadá es una monarquía constitucional y una democracia parlamentaria. Cuenta con
diez provincias y tres territorios. La Reina Isabel II es la Reina de Canadá y el jefe de
Estado del país. Delega sus poderes en el gobernador general. El poder ejecutivo es
ejercido por el primer ministro y su Gabinete de Gobierno. El poder legislativo reside en
1
el Parlamento que se compone de dos cámaras: la Cámara Alta o Senado y la Cámara
de los Comunes.
La Constitución de Canadá establece el federalismo como forma de gobierno y define
las funciones y los poderes del gobierno federal. Éste se ocupa de asuntos de carácter
nacional, como la política exterior y el comercio internacional, entre otras. Las provincias
tienen competencia en ámbitos tales como la administración de la justicia, los derechos
civiles, la cultura y la educación, entre otros. Cada gobierno provincial posee su propia
Asamblea Legislativa elegida por sufragio universal.
La Constitución establece también una Declaración de Derechos y Libertades que
recoge los derechos fundamentales de toda persona que reside en Canadá. La
Declaración protege la libertad de expresión y de religión, la libertad de circulación, los
derechos lingüísticos y protege al ciudadano frente a una discriminación por razón de
género, raza, etnia y diferencias físicas o mentales, entre otras.
2. Qué es la cultura en Canadá
La cultura en Canadá está principalmente definida por dos características:
En primer lugar, por su carácter multicultural. Se trata de un país donde se integran
no sólo las culturas predominantes del país, la anglófona y francófona, sino también las
culturas de los pueblos de las primeras naciones (metis e inuits), y la de todas aquellas
comunidades que se han ido integrando al modelo de “mosaico cultural”, hoy
representan un 20% de la población. Este modelo, no pretende absorber las diversas
culturas de los recién llegados al país, sino que se intenta respetar las características
culturales de cada grupo. De este modo, se crea y se evoluciona hacia una identidad
cultural enriquecida por las diversas aportaciones de los diferentes grupos que la
componen. La política sobre el multiculturalismo fue implantada en Canadá en 1971 y
se convirtió en ley en 1988. Ley que reconoce oficialmente el carácter multicultural de la
sociedad canadiense.
En segundo lugar, su lo define su carácter bilingüe. El francés y el inglés son los dos
idiomas oficiales del país. El 58% de la población es anglófona y el 22% es francófona.
Canadá creó una ley sobre los idiomas oficiales en 1969 donde se proclama el inglés y
el francés como idiomas oficiales. Esta ley vela por la igualdad de estatus y de derechos
en cuanto a su uso a nivel federal; apoya a las comunidades francófonas y anglófonas
en situación minoritaria y favorece la progresión hacia la igualdad de estatus de uso del
inglés y del francés.
Sin embargo, a nivel provincial, las diferentes provincias y territorios tienen sus leyes
sobres idiomas oficiales. En Québec, la Ley 101, recoge que siendo el francés la lengua
mayoritaria de la población, es la única lengua oficial de la provincia.
El inglés es el único idioma oficial en ocho provincias: Alberta, Columbia Británica, Isla
del Príncipe Eduardo, Manitoba, Nueva Escocia, Ontario, Saskatchewan y Terranova.
Nuevo Brunswik, Yukon, Nunavut y los Territorios del Noroeste son bilingües.
En las últimas décadas Canadá se ha ganado una merecida reputación en la escena
internacional de las artes no sólo por la calidad de sus creaciones sino también por ese
respeto de la individualidad y los intereses culturales de cada cultura. Se puede afirmar
2
que uno de los aspectos más destacados de la actualidad cultural de Canadá es su
carácter multiétnico.
3. La política cultural en Canadá
Las políticas culturales, así como las industrias culturales en Canadá, son un asunto
históricamente importante y han representado un asunto de “soberanía”, de
“supervivencia cultural”. El debate sobre la soberanía cultural en Canadá no es nuevo.
Prueba de ello son las medidas que datan de tiempos de la Confederación, cuando
prevalecían los estilos de vida e influencias culturales europeas, específicamente la
inglesa y la francesa. En 1920, con la introducción de la radiodifusión comercial se dio
inicio a la batalla por la protección de las industrias culturales canadienses con el fin de
hacer frente a la influencia estadounidense y, por otro lado, como una manera de
distinguirse de la cultura de este país. Como resultado, en 1929 se creó la Royal
Comission on Radio Broadcasting, conocida como la Aird Commission, que dio origen a
su vez a la Canadian Broadcasting Corporation (CBC), televisión pública canadiense,
creada en 1936. Desde los años 40, la problemática del incremento de la producción
cultural fue un elemento central de las políticas del gobierno, particularmente a nivel
federal. En 1949 fue creada la Royal Commission on Nacional Development in the Arts,
Letters and Sciences, por orden del Consejo Privado de la Reina, con el fin de emitir
recomendaciones sobre las artes y reconocerlas como de “interés nacional”. Dicha
comisión, conocida comúnmente como la Comisión Massey-Lévesque, presentó en
1951 un informe en el que recomendaba la creación y financiación de una organización
nacional de las artes que fomentara la unidad nacional, la creación de una Biblioteca
Nacional y las iniciativas a partir de las cuales se definieron las líneas directrices de las
políticas de radiodifusión y de televisión en Canadá.
Posteriormente, el gobierno federal emitió la Canada Council Act en 1957, con la que se
estableció el Canada Council for the Arts /Le Conseil des arts du Canada (Consejo
Canadiense de las Artes) a imagen de la experiencia británica del British Council. Su
objetivo era impulsar y promover la producción artística de Canadá. Con el fin de llevar
a cabo esta labor, el Consejo ofrece una serie de estímulos a los artistas canadienses
profesionales y las instituciones artísticas de trabajo interdisciplinario, danza, arte
mediático, música, artes visuales, performances, escritura y edición. Éste es
administrado por el Ministerio de Patrimonio Canadá y anualmente presenta un informe
a la Comisión de Patrimonio Canadá de la Cámara de los Comunes del Parlamento.
A lo largo de los años otras comisiones fueron creadas para dar recomendaciones
sobre esta necesidad. Todos ellos coincidían en dos aspectos básicos: en primer lugar,
la promoción de la cultura debía provenir de fondos públicos y el gobierno debía crear
leyes que la protegieran. En segundo lugar, el apoyo cultural debía otorgarse sin
motivos políticos y las agencias culturales gubernamentales debían mantener una
distancia con el proceso político. Finalmente, en estas investigaciones se llegó a la
conclusión de que la actividad cultural era de gran importancia para el carácter y el valor
del modo de vida y de la supervivencia de una identidad canadiense.
A principios de los 70, Gérard Pelletier, secretario de estado del Primer Ministro
Trudeau, introdujo una política de “democratización y descentralización” diseñada para
responder a las diversas realidades provinciales y territoriales de Canadá. De este
modo se pretendía abordar la política cultural desde un concepto unificado.
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Este fue el momento en que hubo una explosión de interés por parte de las provincias y
territorios en asuntos culturales. Saskatchewan creó su primer consejo de las artes
provincial en 1948, seguido de Alberta, que estableció una rama responsable de cultura
en 1959; más tarde, Québec creó el ministerio de Asuntos Culturales en el 61, el
Consejo de las Artes de Ontario en el 63, el de Manitoba en el 65, Nueva Escocia y
Terranova en el 73, agencias en la Isla del Príncipe Eduardo y la Columbia Británica en
1974 y el ministerio en Nuevo Brunswick en 1975. Cada una de las provincias y
territorios tiene actualmente un ministerio responsable de la cultura, en algunos casos
ligado a la educación, turismo o desarrollo comunitario y también todos tienen un
consejo de las artes cuyo mandato es la gestión de las ayudas y servicios a las artes.
Actualmente, existen 3 niveles de gobierno: federal, provincial y municipal, incluso 4
cuando existe un gobierno regional, que trabajan activamente en cultura. La cultura es
una responsabilidad compartida y cada nivel del gobierno desarrolla sus propias
prioridades y programas en su marco político y con sus propios presupuestos.
Instrumentos de la cultura a nivel federal
En este apartado hablaré sobre dos: el ministerio de Patrimonio Canadá y el Consejo de
las Artes de Canadá.
El Ministerio de Patrimonio Canadá (Canadian Heritage/Patrimoine Canada) es el
organismo responsable de establecer, a nivel federal, las políticas de temas culturales
de importancia pan-canadiense. En 1993 hubo una reorganización ministerial y el
antiguo ministerio de comunicación pasó a llamarse Ministerio de Patrimonio Canadá. El
ministro actual de Patrimonio Canadá e Idiomas Oficiales es James Moore que cuenta
con dos Secretarios de Estado: Rona Ambrose, se ocupa de los asuntos relacionados
con la mujer y Gary Lunn se encarga de deportes.
Patrimonio Canadá se ocupa de las políticas y programas relacionados con la cultura,
artes, patrimonio, idiomas oficiales, ciudadanía y participación, aborígenes, juventud y
deporte, industrias culturales, identidad canadiense, multiculturalismo, idiomas oficiales
y deportes que se agrupan en tres grandes áreas:
Cultura: que gestiona las artes (Consejo canadiense de las artes, Fondo para la
representación de las artes en Canadá y el Fondo para los espacios culturales de
Canadá). Copyright (volveremos sobre este tema). Comunicaciones, Canadian
Broadcasting Corporation, industrias culturales (libros, películas, discos, nuevos
medios); actividades culturales internacionales; patrimonio y museos.
Identidad: idiomas oficiales, intercambios, estudios canadienses, visitas reales y
símbolos canadienses; grandes eventos, celebraciones y exposiciones; idiomas y
cultura aborígenes y derechos humanos.
Deporte: organización de eventos deportivos en Canadá e internacionales; participación
deportiva y excelencia y asistencia a los atletas.
Patrimonio Canadá es una de las carteras más grandes del gobierno canadiense con 19
organizaciones, además del ministerio. La mayoría de los programas se gestionan a
través de entidades independientes, entre las que cabe destacar el Consejo
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Canadiense de las Artes, la corporación canadiense para la comunicación (CBC),
Telefilm Canada y la Oficina Nacional del Film.
La cultura, como ya he mencionado, es una responsabilidad compartida en Canadá
entre el gobierno federal, que contó en 2006-2007 con un presupuesto de 3.710
millones de dólares canadienses, las provincias y territorios, que destinaron ese mismo
año 2.560 millones de dólares canadienses y las municipalidades que destinaron 2.390
millones.
Dentro del presupuesto federal, el ministerio cuenta con una dotación de 140 millones
de dólares canadienses. Con este presupuesto, gestiona 34 programas de financiación,
cinco oficinas regionales y los gastos generados por el funcionamiento. La cartera, que
integra, además de las instituciones independientes, la red de museos, bibliotecas y
archivos nacionales, entre otros, cuenta con un presupuesto de 270 millones de dólares
canadienses.
El impacto económico directo del sector de las artes y la cultura se ha estimado en 46
mil millones de dólares canadienses del Producto Interior Bruto de Canadá en 2007,
que constituye un 3.8% del PIB total del país. Este sector empleó en ese mismo año a
662,000 personas, que representa el 3.9% del empleo nacional. En cuanto a
exportaciones de bienes y servicios culturales, se estima que están alrededor de los 5
mil millones anuales.
Socialmente, el sector juega un papel importante en la vida de los canadienses. El 94%
está orgulloso de su cultural y su identidad.
El gobierno no se olvida de la cultura durante la crisis. Es por ello que, en el Plan de
Acción Económico de Canadá, se anunció que se invertiría más de medio millón de
dólares canadienses en arte y cultura, incluyendo inversiones que irían directamente a
las organizaciones culturales y a los artistas canadienses. También incluye 60 millones
de dólares canadienses en dos años para apoyar la mejora, renovación y construcción
de instalaciones de patrimonio y arte. Además, el gobierno ha anunciado más de 875
millones de dólares canadienses en gasto de arte y cultura que se renovará en los
próximos cinco años.
Quisiera resaltar cuatro acciones que el Ministerio de Patrimonio Canadá lleva a cabo,
dos de ellas por su actualidad y las otras dos por su importancia.
1. El programa de los pueblos aborígenes en Canadá y su idioma. Este grupo
que representa el 4% de la población de Canadá, que se encuentra repartido en
800 comunidades por todo el territorio y habla 86 idiomas, muchos de ellos en
peligro de desaparición, es de particular relevancia.
La División de Asuntos Aborígenes del ministerio tiene como objetivo dar a los
aborígenes una voz en la sociedad canadiense y animar a las comunidades a
tomar el control en asuntos importantes para ellos. Se gestionan 15 programas
que se centran en reforzar la identidad cultural, fomentar la participación
completa de los pueblos aborígenes en la vida canadiense y apoyar la
continuidad de las culturas e idiomas aborígenes como elementos vivos de la
sociedad canadiense.
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2. En segundo lugar, y en referencia al mandato del ministerio de velar por el
bilingüismo, Patrimonio Canadá, junto con el Consejo de ministros de
educación de Canadá, firmaron un protocolo de acuerdo para la enseñanza de
idiomas minoritarios y segundo idioma. Este programa cuenta con un
presupuesto de 10.340 millones de dólares canadienses en cuatro años y su
objetivo es alentar a los individuos a aprender ambos idiomas oficiales de
Canadá y descubrir la riqueza cultural asociada a estos idiomas a través del
contacto lingüístico y cultural intensivo.
3. También quiero mencionar, dada la actualidad del tema, la recientemente
lanzada Ley de Modernización del Copyright, que quiere crear un
acercamiento nivelado, protegiendo el trabajo de los creadores al mismo tiempo
que se reconocen los intereses de los consumidores canadienses. Este proyecto
de ley es flexible y adaptable a cambios en la tecnología, proporciona nuevos
derechos, protección y herramientas para fomentar los modelos de nuevo
negocio, entre otras medidas. El gobierno es consciente de que el copyright es
una fuente de gran actividad económica en Canadá y sabe que para que la
economía digital florezca, se necesita una amplia estrategia que incluya un
marco de copyright moderno. Este proyecto de ley hace frente a los retos a los
que se enfrentan los dueños de los derechos de autor y al mismo tiempo legitima
muchas actividades diarias de los canadienses en la era digital. Por otro lado,
esta ley trabaja para convertir a Canadá en un destino atractivo para la inversión
de capital internacional; equipa a los negocios con nuevas opciones legales que
les permiten proteger la propiedad intelectual, fomentando así la innovación
continua y la inversión en Canadá.
4. Finalmente, El ministerio se enfrenta actualmente al reto del impacto de la
revolución digital en la cultura canadiense. El ministro Moore en una
conferencia de finales de 2009, dijo que el gobierno apoyará los modelos
tradicionales cuando sea pertinente pero que desea impulsar al sector hacia las
ventajas que ofrecen las plataformas emergentes. El gobierno desea que la
industria canadiense aproveche al máximo la revolución digital. Con este
objetivo, por ejemplo, se creo la Canada Media Fund, nacida de una asociación
público-privada que apoya un acercamiento efectivo y moderno a la producción y
distribución de los programas canadienses en todas las plataformas y al que fue
destinado 310 millones de dólares del gobierno federal.
La segunda herramienta principal, a nivel federal, es el Consejo de las Artes de
Canadá. Se trata de una corporación, como ya he mencionado antes, constituida en
1957 por una ley parlamentaria. El objetivo principal de este organismo es promover el
estudio y disfrute de la producción de las artes. Para cumplir este mandato, el consejo
ofrece una variedad de ayudas y servicios a los artistas y a profesionales y
organizaciones de las artes. El consejo mantiene un secretariado para la Comisión
canadiense para la UNESCO y administra otros programas y premios.
El Consejo de las Artes de Canadá cuenta con un consejo administrativo de 11
personas nominadas por el Consejero Gobernador. El Consejo de las Artes tiene muy
en cuenta las opiniones de artistas y de profesionales de las artes de todas las
provincias y territorios de Canadá. Cada año el Consejo llama a aproximadamente 750
miembros para jurados o evaluaciones para la atribución de ayudas. El Consejo también
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trabaja en estrecha colaboración con las agencias y ministerios culturales federales y
provinciales.
El Consejo, que se creó por el Parlamento como organismo independiente, crea sus
propias políticas y toma sus decisiones dentro de los parámetros del Canada Council
Act. Gestiona sus inversiones y controla sus gastos y ayudas. Responde ante el
Parlamento a través del ministerio de patrimonio Canadá y en ocasiones es llamado a
presentarse ante comisiones parlamentarias, particularmente ante la comisión
responsable de cultura de la Cámara de los Comunes. Sus cuentas son auditadas por el
Auditor General de Canadá y se incluyen en el informe anual del consejo al Parlamento.
El Consejo contó con un presupuesto de 182.2 millones de dólares canadienses del
Parlamento en 2008-2009, de los cuales 158 se destinaron a los diferentes programas
de ayuda, que se dividen en 7 secciones: artes integradas, artes mediáticas, danza,
literatura, música, teatro y artes visuales. Estos programas se amoldan y modifican
dependiendo de las necesidades de la comunidad de las artes.
En cuanto a la ayuda que otorga a las actividades internacionales, el Consejo tiene dos
opciones: programas dirigidos, en los que solo las obras presentadas en el extranjero se
admiten y los programas no dirigidos, donde la actividad internacional es una opción. El
programa dirigido supone aproximadamente un tercio de la financiación y los no
dirigidos dos tercios. En el año 2008-2009 este programa ha recibido, en sus dos
componentes, un total de casi 12 millones de dólares canadienses.
En la última década, el Consejo de las Artes recibió nuevos fondos del gobierno federal
en diferentes ocasiones. En 2006-2007 recibió una dotación extraordinaria de 20
millones de dólares canadienses y en 2007-2008 30 millones. Estos fondos han
permitido al consejo incrementar el apoyo a los organismos artísticos que reciben
subvenciones de funcionamiento. También, y en respuesta al incremento continuo del
número de solicitudes, ha implantado un sistema electrónico de tratamiento de las
solicitudes; ha favorecido la creación de una red de colaboración entre los organismos
provinciales y territoriales de apoyo a las artes; ha acentuado las actividades
promocionales para responder a la necesidad de incrementar la participación del público
en las actividades artísticas. Finalmente, el Consejo ha expresado su voluntad de
asumir un papel más proactivo en las artes, contribuyendo a la mejora federal del apoyo
a las artes.
4. Canadá en el exterior
A nivel federal, la promoción de las artes canadienses en el extranjero está actualmente
centralizada en las diversas ayudas que el Consejo de las Artes de Canadá ofrece y
que ya hemos presentado.
Por otro lado, el ministerio de asuntos exteriores de Canadá gestiona el programa
Understanding Canada a través del Consejo Internacional de Estudios Canadienses,
una entidad sin ánimo de lucro, creada en 1981. El objetivo de esta iniciativa es
promover el conocimiento sobre la sociedad y la cultura canadiense en el extranjero a
través de estancias en Canadá de profesores y estudiantes internacionales que, de
regreso a su país escribirán artículos, impartirán cursos o escribirán tesis doctorales
sobre algún tema canadiense en el ámbito de las ciencias humanas y sociales. Este
programa también tiene un componente de apoyo a la organización de seminarios sobre
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Canadá o de actividades con contenido canadiense organizadas por instituciones
académicas extranjeras. Se trata de un programa que lleva funcionando varias décadas
y que ya ha favorecido la formación de muchos expertos y generaciones de estudiantes
sobre la realidad social canadiense.
Finalmente, cabe destacar que para Canadá, los acuerdos culturales son esenciales
para la proyección de su imagen internacional y generan un impacto positivo en sus
relaciones bilaterales. El primer acuerdo cultural internacional de Canadá fue firmado en
1965 con el gobierno de Francia. Con España lo firmó en 1989. Con base a la firma de
estos acuerdos de cooperación, generalmente se celebran reuniones bianuales,
conocidas como Comisiones Mixtas, en las que se hace una revisión del estado actual
de la cooperación entre los países signatarios y se da un impulso y seguimiento a la
cooperación en la materia. Actualmente Canadá tiene firmados 94 acuerdos bilaterales
en materia cultural.
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