LAS CLÁUSULAS DE PROVISIÓN DE FONDOS Y CUT THROUGH EN EL DERECHO CHILENO EMILIO SAHURIE LUER * JAVIER CARVALLO PARDO** 1. Introducción El aumento exponencial que han experimentando los riesgos y montos que requieren ser asegurados, y las crecientes complejidades que presenta el reaseguro internacional, han consolidado la modalidad de aseguramiento que se conoce como "fronting"1. En este tipo de contratos, el asegurador celebra el contrato de seguro y asume jurídicamente el riesgo frente al asegurado, pero éste lo cede, virtualmente en su integridad, al reasegurador. El beneficio que recibe el asegurador es la prima del contrato, pero por la transferencia del riesgo, ese precio se destinará principalmente al reasegurador. Para el asegurador, la contraprestación por la suma que percibe efectivamente, luego de pagar el reaseguro, se limita usualmente a resarcir los costos de emitir la póliza y de ejecutar gestiones de carácter administrativo. * Abogado Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. Máster y Doctor en Derecho, Universidad de Yale. Ex Profesor UCV, Universidad de Chile y Pontificia Universidad Católica de Chile. ** Abogado Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. 1 López Saavedra confirma que "fronting" es "una forma particular de contratar un seguro, en la cual el asegurador celebra un contrato de seguro con un asegurado primario, asumiendo un riesgo determinado y percibiendo la prima correspondiente, pero sin retener nada de dicho riesgo o reteniendo una parte muy pequeña del mismo, es decir reasegurando y cediendo prácticamente la totalidad del mismo a su reasegurador" (López Saavedra, Domingo: El Contrato de Reaseguro y Temas de Responsabilidad Civil y Seguros, Argentina 1999, pág. 109). En igual sentido, Osvaldo Contreras señala: "Se conoce con el nombre de "fronting", la modalidad de reaseguro en la cual la totalidad o prácticamente la totalidad del negocio de seguro directo, se transfiere por el asegurador directo a un reasegurador, o más propiamente, cuando el reasegurador le solicita al asegurador que desempeñe la calidad de tal, en un negocio de seguro que el asegurado ha negociado previamente con el reasegurador en forma directa" (Contreras Strauch, Osvaldo: El Contrato de Seguro, Santiago 1999, pág. 191). Por su parte, Juan Achurra define "fronting" como un convenio por el cual un asegurador emite una póliza sobre un riesgo por y a pedido de otro u otros aseguradores con la intención de pasar la totalidad del riesgo por vía de reaseguro al otro u otros reaseguradores" (Achurra Larraín, Juan et al: Las Cláusulas de Cooperación y Control en los Contratos de Reaseguro, en "Revista Aida Chile" N° 14, Santiago 2005, pág. 54). En la práctica, en esta modalidad de aseguramiento, la emisión de la póliza constituye el eslabón final de un contrato de reaseguro negociado y estructurado usualmente por un corredor de reaseguros, que ha actuado siguiendo las instrucciones de su mandante, el asegurado original, sin que la compañía aseguradora tenga mayor intervención en la definición de los términos y condiciones del contrato de seguro. Desde el punto de vista del contrato de reaseguro2, la modalidad del "fronting" conlleva usualmente el control por los reaseguradores de los siniestros que puedan ocurrir, lo que se instrumentaliza mediante la inclusión en el contrato de las llamadas "Cláusula de Control de Reclamaciones" o "Cláusula de Cooperación"3. Ellas tienen por objeto limitar la autonomía del asegurador en el manejo y pago de los reclamos de los asegurados, y en igual medida confieren a los reaseguradores un rol más activo en la dirección de la investigación del siniestro, y en la decisión de pagar o rehusar el reclamo. El grado de preponderancia que adquiere el reasegurador en estas materias dependerá del tenor de la cláusula de control o reclamación que se use y, naturalmente, tiene su razón de ser en que el riesgo asegurado ha sido transferido en su totalidad, o en gran parte, al reasegurador. Naturalmente, el asegurador sigue siendo jurídicamente responsable de las obligaciones que ha asumido en virtud del contrato de seguro, y esta vulnerabilidad explica su interés en ser provisto de fondos por el reasegurador como condición para que nazca su obligación de indemnizar. La inclusión en los contratos de seguro o reaseguro de tales esti2 En general, el contrato de reaseguro es autónomo, pero está relacionado con el contrato de seguro, especialmente en los reaseguros de tipo facultativo, pues el seguro es presupuesto y requisito indispensable para que pueda darse el contrato de reaseguro. No por ello dejan de ser contratos independientes, distintos y autónomos. Los contratos sólo producen efecto entre los contratantes. Los contratos de seguro y reaseguro, independientemente de que el primero constituya presupuesto del segundo, conservan su autonomía jurídica. Botero Morales, Bernardo: Las cláusulas de Control de Reclamaciones —Claims Control Clauses— y de Pagos Directos —Cut Through Clauses— ¿Desnaturalización del Contrato de Reaseguro? Revista IX Congreso CILA Cancún México, noviembre de 2005, pág. 220. 3 Cardona señala que a la cláusula de control de reclamos es usual en los seguros en que la cedente ha retenido poco o nada del riesgo, y en que los reaseguradores, que finalmente pagarán la totalidad o casi la totalidad del reclamo válido bajo la póliza, buscan mantener el control. Cardona, Christopher, et al: ¿Qué dice realmente una Cláusula de Control de Reclamos? Ámbito y Extensión de las Cláusulas de Control de Reclamos-Revisión bajo la Ley inglesa de la práctica del Mercado de Londres, pág. 1, Insurance and Reinsurance News Wire, Julio de 2010.En igual sentido, Achurra Larraín, Juan, et al: Las Cláusulas de Cooperación y Control en los Contratos de Reaseguro, en "Revista Aida Chile" N° 14, Santiago 2005, pág. 62. Estas cláusulas son relevantes, Juan Achurra expresa que lo son "principalmente para los aseguradores directos, porque en la legislación de todos los países existen normas similares a aquélla que consagra el Código de Comercio de Chile, cuyo artículo 523 inciso segundo prescribe que "el reaseguro no extingue las obligaciones del asegurador ni confiere al asegurado acción directa contra el reasegurador" (Achurra Larraín, Juan, et al: Ob cit., Santiago 2005, pág. 54). Por su parte, Botero indica que estas cláusulas "son incluidas en algunas modalidades de contratos de reaseguro, con el propósito de limitar la autonomía de que, normalmente, con arreglo a la ley o a la costumbre comercial, goza el asegurador en la administración y pago de los siniestros" (Botero Morales, Bernardo: Las Cláusulas de Control de Reclamaciones —Claims Control Clauses— y de Pagos Directos —Cut Through Clauses— ¿Desnaturalización del Contrato de Reaseguro? Revista X Congreso del CILA, pág. 230). Sin duda, estas cláusulas de control o cooperación pueden, de alguna manera, afectar la manera como se aplica concretamente en esos casos el principio según el cual el reasegurador debe seguir la fortuna o suerte del reasegurado. Ver "American Insurance Company v. North American Companyfor Property and Casualty Insurance", de la Corte del Segundo Circuito de los Estados Unidos de América, dictado el 4 de marzo de 1982, resumido en Achurra Larraín Juan, et al: ob cit., Santiago 2005, pág. 62. pulaciones, que otorgan prerrogativas mayores al reasegurador en caso de siniestro, tiene su explicación en la conveniencia —y a veces la ineludible necesidad— que tiene para el asegurador incorporar al contrato mecanismos que protejan su patrimonio ante eventuales disputas por estipulaciones del contrato en cuyo origen no ha tenido mayor injerencia, pues su calidad de parte que asume el riesgo transferido por el asegurado es más formal que real. El mecanismo que usualmente contempla para lograr tal protección es condicionar el pago de cualquier siniestro al asegurado, a que previamente el asegurador sea proveído por el reasegurador de los fondos necesarios. Esta "Cláusula de Provisión de Fondos" se estipula en el contrato de seguro. No obstante que el patrimonio del asegurado se encuentra, en definitiva, resguardado por el reasegurador, en virtud del efecto relativo de los contratos el asegurado está impedido de dirigirse directamente contra el reasegurador. Por ello, interesará al asegurado incluir en los correspondientes contratos alguna estipulación que le faculte a recurrir directamente al reasegurador para requerir el pago de la indemnización de un siniestro, especialmente en caso de insolvencia o quiebra del asegurador, u otras situaciones que puedan en algún momento entorpecer el pago de un siniestro. Tal estipulación es denominada "Cláusula Cut Through". El objetivo de este artículo es, primero, analizar dichas cláusulas y su validez en el en el sistema legal chileno, especialmente a la luz del artículo 523 inciso 2 del Código de Comercio, según el cual "el reaseguro no extingue las obligaciones del asegurador ni confiere al asegurado acción directa contra el reasegurador". Luego, se comentarán las materias más importantes que deben tratar las cláusulas de control de reclamos o de cooperación, y de provisión de fondos. 2. Cláusula de Provisión de Fondos La Cláusula de Provisión de Fondos tiene por objeto proteger al asegurador de una eventual disputa que pueda surgir sobre la validez, aplicación o ejecución de una póliza de seguro en cuya formación no ha tenido mayor intervención, pues sus términos y condiciones reflejan el contrato de reaseguro acordado entre el corredor —actuando en representación del asegurado— y los reaseguradores del riesgo. Como el asegurador no tendrá el manejo, y menos aún el control sobre esa eventual disputa, con frecuencia se estipula en el contrato de seguro que su obligación de indemnizar el siniestro al asegurado sólo es exigible una vez que el reasegurador ha puesto a su disposición los fondos necesarios para ello. Mucho se ha discutido sobre la validez de esta cláusula (conocida en Chile como "Cláusula Z"), pero poco se ha escrito al respecto4, debiéndose destacar las opiniones de Juan Achurra y Osvaldo Contreras. Para ellos, la Cláusula de Provisión de Fondos es válida en tanto se considere como un plazo para el pago, y no como condición de él, pues de otra manera el asegurador quedaría liberado de la obligación de 4 Estas discusiones se han planteado en seminarios, charlas y foros similares, pero prácticamente nada se ha escrito sobre la materia. indemnizar el siniestro por la sola circunstancia de no haber recolectado los fondos del reasegurador5. En nuestra opinión, para determinar la validez de esta cláusula es preciso distinguir si estamos ante un seguro respecto del cual se exige utilizar un modelo de póliza depositado ante la Superintendencia de Valores y Seguros de Chile, o si nos encontramos ante un contrato de seguro cuyas condiciones generales y cláusulas las partes pueden convenir libremente. La Ley de Seguros Chilena, contenida en el Decreto con Fuerza de Ley N° 251, de 19316 (en adelante, Ley de Seguros), obliga en la contratación de un seguro a utilizar modelos o formularios de condiciones generales o cláusulas que hayan sido previamente incorporados al Depósito de Pólizas que lleva la Superintendencia7, salvo las siguientes excepciones: a) que el asegurado sea una persona jurídica, y la prima anual convenida no sea inferior a U.F. 200; o b) que la póliza corresponda a un seguro de transporte o de casco marítimo o aéreo8. La misma ley exige, para la validez de estas situaciones excepcionales, que la póliza respectiva sea firmada por los contratantes (además de otros requerimientos exigidos en la Norma de Carácter General N° 124, de 2001, dictada por la Superintendencia de Valores y Seguros). Como lógica consecuencia de lo anterior, en las situaciones que por mandato legal debe contratarse el seguro sobre la base de un Modelo de Póliza Depositado, las partes no pueden modificar los términos, cláusulas y condiciones generales del Modelo Depositado a través de una condición particular, o mediante la inserción de Endosos Especiales, como sería el caso de la Cláusula de Provisión de Fondos. El Depósito de Modelos de Póliza tiene por objeto que el órgano fiscalizador ejerza cierto control9 en situaciones en las que se infiere que el legislador considera que el asegurado no tiene poder negociador suficiente y que requiere de protección (como es el caso de las personas naturales y las personas jurídicas que contratan seguros de cuantía menor, cuyo precio o prima es inferior a UF 200 anuales). Por ello, no obstante que las condiciones particulares de un seguro deben prevalecer por sobre las generales10, en ausencia de alguna de las excepciones de la Ley de Seguros que permita contratar un seguro sin emplear algún modelo de póliza o cláusula depositada en la Superintendencia, la estipulación que contravenga las condiciones generales del modelo depositado, restringiendo la responsabilidad del asegurador frente al asegurado, adolecerá de nulidad por objeto ilícito11. Por el contrario, estimamos que las partes puedan válidamente 5 Achurra Larraín, Juan, et al: ob cit, Santiago 2005, pág. 74. 6 El texto de la Ley de Seguros se encuentra contenido en el DFL N° 251, de 1931, que ha sido objeto de diversas modificaciones, siendo la última la Ley N° 20.255, de 17 de Marzo de 2008. 7 Artículo 3 letra e), Ley de Seguros. 8 Id. 9 La ley faculta a la Superintendencia para prohibir un modelo de póliza que, a su juicio, no cumple con los requisitos de legalidad, claridad u otras normas exigibles. 10 Es principio general del derecho que lo general debe prevalecer sobre lo particular. Ver Guzmán Brito, Alejandro: Las Reglas del Código Civil de Chile sobre Interpretación de las Leyes, pág. 149 y siguientes, Santiago 2007. 11 Las restricciones a la libertad contractual deben considerarse pertenecer al ámbito del orden público. De acuerdo al artículo 1462 del C. Civil, hay objeto ilícito en todo lo que contraviene el derecho público chileno. pactar una Cláusula de Provisión de Fondos si se trata de una póliza que puede convenirse libremente por no exigirse el empleo de un Modelo de Condiciones Generales previamente depositado en la Superintendencia. La razón es que en tal situación rige plenamente la autonomía de la voluntad. El legislador indica expresamente los casos que eleva una norma a la calidad de imperativa o de orden público. Así ocurre, por ejemplo, en el artículo 29 de la Ley de Seguros, norma que declara nulo el acuerdo de someter las cuestiones litigiosas que se susciten con motivo de los contratos de seguro y de reaseguro a una jurisdicción distinta de la chilena. Pero ello no ocurre respecto del pacto de provisión de fondos, de manera que debe concluirse que, si bien es ajena a la naturaleza del contrato de seguro, las partes pueden convenirla en los seguros regidos por la plena libertad contractual. En tales casos, el asegurador sólo podrá ampararse en esta cláusula si demuestra haber realizado todas las gestiones necesarias para obtener el pago del reasegurador, las que deberían corresponder a las previstas en el contrato, o al menos a las gestiones que cabe exigir a un asegurador diligente, pues de otra manera la cláusula de provisión de fondos sería una condición meramente potestativa, que sería nula por depender de la sola facultad del asegurador. Otra posible hipótesis es considerar que la Cláusula de Provisión de Fondos infringe los artículos 28 de La Ley de Seguros y 523 inciso segundo del Código de Comercio. Según la primera norma, el reaseguro no altera el contrato celebrado entre el asegurador directo y el asegurado, y el pago de la indemnización no puede diferirse a pretexto del reaseguro. La segunda establece que el reaseguro no extingue las obligaciones del asegurador. Sin embargo, estas disposiciones no prohiben que se pacte en contrario de ellas: no son normas de orden público. En cambio, si es de orden público la norma que establece, con las excepciones que indica, la regla de contratación mediante Modelos Depositados. Su objeto es, precisamente, cuidar la fe pública y el funcionamiento del mercado de seguros, protegiendo al contratante que no está en condiciones de conocer cómo opera el sistema internacional de seguros y reaseguros, ni tampoco de modificar los términos de contratación que ofrecen los aseguradores. 3. Cláusula Cut Through ("CCT") La CCT tiene características propias12, pero se emplea también 12 Según López Saavedra, por la cláusula "Cut Through" el asegurado original "recibe el beneficio de tener una vía legal para, en caso de siniestro, poder reclamarle el pago de una indemnización al reasegurador de su asegurador" (López Saavedra Domingo, et al: El Contrato de Reaseguro y Temas de Responsabilidad Civil y Seguros, Argentina 1999, pág. 64). Para los aseguradores es importante conocer su validez en las jurisdicciones donde podría ser invocada. Según Cardona, en Inglaterra ello dependerá "de los términos en que la misma esté redactada", pues en el derecho inglés "no hay disposición alguna que impida su utilización; la cláusula en cuestión no ha sido materia de consideración en la jurisprudencia inglesa y su exitosa operación no presenta grandes dificultades..."; citado por López Saavedra, Domingo, et al: El Contrato de Reaseguro y Temas de Responsabilidad Civil y Seguros, pág. 64. Expresa además que, "de acuerdo a los textos más difundidos, se trata de una cláusula que se inserta en el contrato de seguro —pero que afecta al reaseguro— por la que el asegurado, asegurador y reasegurador convienen que entre el primero y el tercero existan ciertas relaciones contractuales directas, de las que surgen, a su vez, determinados derechos y obligaciones" (Id. pág. 65). Seguro y reaseguro son contratos independientes pero estrechamente relacionados, y nada impide que sus estipulaciones especiales sean comunes, de manera de ser concordantes y armoniosas. Botero ilustra el propósito que originalmente tuvo esta cláusula en la práctica anglosajona. Señala: "En el libro Reinsurance del College of Insurance de Nueva York se definen las cláusulas Cut Through como "Anexo a una póliza de seguro suscrita entre un asegurador y un tomador de seguro en el cual se establece que, en el evento de insolvencia del asegurador, cualquier parte de una pérdida amparada bajo el contrato de reaseguro sea indemnizada directamente por el reasegurador al tomador del seguro" (traducción libre)". Seguidamente, agrega que "el anexo de Cut Through, se le denomina en la forma descrita por cuanto el mismo establece que el pago de la reclamación como contrapartida a la Cláusula de Provisión de Fondos, puesto que esta estipulación habilita al asegurado para reclamar directamente del reasegurador el pago de la indemnización a que tiene derecho de acuerdo a la póliza original de seguro, pese a que el asegurado usualmente no se encontrará contractualmente vinculado con el reasegurador. Normalmente, el ámbito de aplicación de la CCT se limita a casos de insolvencia o quiebra del asegurador que ha emitido la póliza. Pero nada impide que las partes acuerden extender su aplicación también a otras situaciones, como la negativa injustificada del asegurador a pagar una indemnización que ha sido aprobada por el reasegurador. Ello podrá hacerse insertando las cláusulas apropiadas tanto en el contrato de seguro como en el de reaseguro, y en este último caso, tal será una estipulación a favor del asegurado, quien de esa manera queda facultado para vincularse al reasegurador en el momento que expresa o tácitamente acepte la estipulación. Tratándose de una estipulación acordada por las partes del contrato, y no prohibida por la ley, la CCT es válida en el derecho chileno13. En la medida que la CCT solamente se hubiese acordado en el contrato de reaseguro, su naturaleza jurídica respecto del asegurado será la de una estipulación a su favor, institución contemplada en el Artículo 1449 del Código Civil: "Cualquiera puede estipular a favor de una tercera persona, aunque no tenga derecho para representarla; pero sólo esta tercera persona podrá demandar lo estipulado; y mientras no intervenga su aceptación, expresa o tácita, es revocable el contrato por la sola voluntad de las partes que concurrieron a él. Constituyan aceptación tácita los actos que sólo hubieran podido ejecutarse en virtud del contrato". Así, en el contexto de dicha norma, la CCT estipulada por el asegurador y el reasegurador a favor del asegurado, con quien el reasegurador no tiene una relación contractual, se perfecciona al reclamar el asegurado la indemnización del seguro directamente al reasegurador. En ese momento, se entenderá que acepta la estipulación hecha en su favor, naciendo —por tanto— el vínculo contractual que le permitirá adquirir la calidad de acreedor del reasegurador. Si tal pacto solamente se incluye en el contrato de seguro, y no se replica igual estipulación en el contrato de reaseguro, para tal situación el contrato de seguro podrá contemplar en sus cláusulas una promesa del asegurador de ceder a su asegurado, todos sus derechos y acciones en contra del reasegurador. La CCT guarda armonía con el artículo 84 de la Ley de Seguros. Esta norma establece que, en caso de quiebra del asegurador, los pagos por reaseguros "beneficiarán a los asegurados cuyos créditos por siniestros preferirán a cualesquiera otros que se ejercieren contra el "corta a través" de la ruta usual de pago del reasegurador al asegurador y a renglón seguido del asegurador al asegurado, sustituyéndola por el pago directo por parte del reasegurador al tomador del seguro". Así entonces, la extensión real que se da a esta cláusula es más amplia. Botero Morales, Bernardo: ob. cit., México, noviembre 2005, pág. 239). 13 López Saavedra: "Forzoso es reconocer que se trata de una cláusula que rompe con un principio muy arraigado en el Derecho de Seguros y en el de Reaseguros, cual es que el asegurado es ajeno al contrato de reaseguro —existente o no, válido o nulo— y que el asegurador cedente es el único y verdadero deudor frente a aquél. De allí que muy abundante y destacada doctrina nacional e internacional se ha inclinado por la validez de este tipo de cláusulas". Agrega que "... en la medida en que su funcionamiento no afecte o ponga en peligro legítimos derechos de terceros, no vemos cuál es la razón valedera para considerar que tales estipulaciones no sean consideradas como perfectamente válidas" (López Saavedra, Domingo, et al: ob. cit., Argentina 1999, pág. 65). asegurador...". Ello refuerza la conclusión de la validez de la CCT, pues la preferencia y privilegio que otorga al asegurado por un siniestro respecto a las indemnizaciones adeudadas por el reasegurador a su respecto, no causan desmedro a la masa de acreedores. Por consiguiente, ninguna norma impide que el asegurado pueda reclamar el pago directamente al reasegurador. Al no perjudicar a la masa un reclamo directo del asegurado al reasegurador, la CCT no adolece de causa o vicio que pueda justificar su revocación, rescisión o nulidad. La norma citada no reconoce expresamente la validez de la CCT, pero ésta es armónica con dicha norma, que establece la preferencia de los asegurados para recibir las sumas debidas por el reasegurador. Por ende, no se producirá la infracción de una norma de orden público, como son en general las que establecen preferencias o privilegios. Concluimos entonces que, bajo determinadas circunstancias, es válido en Chile incluir en un contrato de seguro una Cláusula de Provisión de Fondos, y que es igualmente válido incluir en un contrato de reaseguro una Cláusula Cut Through. En ambos casos, claro está, deberá además cumplirse con las formalidades y requisitos que la misma ley establece para los contratos a los cuales se incorporan esas cláusulas14. 4. Elementos de las Cláusulas de Provisión de Fondos y Cut Through Habiendo concluido que estas cláusulas son válidas, parece conveniente adentrarse más en sus elementos y características. 4.1. Cláusula de Provisión de Fondos Introduce cambios importantes en el contrato de seguros, pero tal cláusula no afecta su esencia, pues se ha transferido el riesgo al asegurador, si bien sujeto a determinadas condiciones. Pero lo transforma en un contrato complejo, que incorpora elementos del mandato remunerado. Como primer aspecto, estimamos necesario que la Cláusula de Provisión de Fondos estipule claramente su objetivo y la razón por la que ha sido adoptada, pues de esa manera será conocida la verdadera intención de los contratantes. Por ello, es conveniente dejar constancia que la Póliza se emite en cumplimiento de los términos, condiciones y precios acordados directamente entre el asegurado y el reasegurador, y que tales términos son conocidos y aceptados por el asegurado. También es conveniente establecer, con precisión, que el principal efecto que tiene la cláusula en el contrato de seguro es que la obligación del asegurador de 14 No debe perjudicar a otros acreedores del asegurador, significar un incumplimiento fiscal, ni alterar las calidades respectivas de las partes como asegurador y reasegurador. Además, expresa López Saavedra que "este tipo de cláusulas no puede ser presumida ni inferida a partir de otras cláusulas contractuales y la misma debe ser expresa, clara y de indudable interpretación, por cuanto se trata a una excepción a un principio fundamental, cual es la inexistencia de acción directa entre asegurado y reasegurador". Expresa también que esta cláusula no libera al asegurador de responsabilidad, posición que compartimos en la medida que no exista una Cláusula de Provisión de Fondos, pues ella puede condicionar la responsabilidad del Asegurador. Sobre la Cláusula Cut Through, López Saavedra señala específicamente que ella "no libera al asegurador de su obligación de pago total de la indemnización, si ésta le fuera reclamada por su asegurado. En rigor, el reasegurador sólo se convierte en una suerte de deudor solidario del asegurador cedente, por supuesto hasta el límite de su participación en el riesgo asumido. Por lo tanto, la cláusula "Cut Through", salvo algún caso de excepción, jamás podría liberar al asegurador cedente de su obligación de indemnizar la totalidad del siniestro a su asegurado —si el reasegurador no paga—, aun cuando tal solución estuviera prevista en la propia cláusula, en cuyo caso tal previsión resultaría nula" (López Saavedra, Domingo: ob. cit., Argentina 1999, págs. 66 y 67). indemnizar un siniestro sólo será exigible por el asegurado en el momento en que aquél recibe del reasegurador los fondos necesarios para ello15. Como segundo aspecto, la cláusula debiera contemplar una forma de cumplimiento alternativo de la obligación del asegurador de indemnizar un siniestro cubierto. El asegurado no puede esperar indefinidamente que el asegurador reciba la provisión de los fondos para pagar el siniestro. Por ello, debe contemplarse una obligación alternativa, exigible al asegurador, para el evento que el reasegurador rechace el siniestro, o dilate sin razón la remesa de los fondos. Con este propósito, la cláusula puede contemplar una cesión de derechos como mecanismo de cumplimiento alternativo a la obligación del asegurador de indemnizar el siniestro. Por otra parte, para que se entienda perfeccionada la cesión del asegurador al asegurado, se requerirá proceder a la notificación del reasegurador como deudor cedido. Ello permitirá al asegurado iniciar por su cuenta el reclamo al reasegurador de la indemnización que pretende16. Un tercer aspecto se refiere a las obligaciones del asegurador bajo esta modalidad de contratación. La inclusión de una Cláusula de Provisión de Fondos transforma el contrato de seguro en un contrato que, si bien no pierde su esencia, incorpora elementos que pertenecen a otros tipos contractuales, especialmente el mandato remunerado. Este contrato más complejo impone las siguientes obligaciones al asegurador (algunas pertenecen a la naturaleza o incluso a la esencia de las obligaciones que el contrato de seguro impone al asegurador, en tanto que otras son ajenas a ellas y se asemejan al contrato de mandato o a una promesa de cesión de derechos): 1. Administrar el proceso de liquidación del siniestro, apegándose estrictamente a las disposiciones del contrato de reaseguro; 2. Requerir de pago al reasegurador, una vez que se haya determinado por el Liquidador la procedencia y cuantía del siniestro; 3. Transferir oportunamente al asegurado los fondos que reciba de parte del reasegurador; y 4. Eventualmente, ceder al asegurador los derechos y acciones que tenga contra del reasegurador, o bien iniciar acciones judiciales en contra del reasegurador, en caso que se niegue injustificadamente a pagar el siniestro que se reclama. En este caso, se debe considerar, adicionalmente, el reembolso de los costos y gastos en que el asegurador incurra por este concepto. Un cuarto aspecto se refiere a la eventual insolvencia o quiebra del 15 Por la importancia que atribuimos a esta última disposición, estimamos conveniente transcribir el texto que usualmente se emplea, con algunas modificaciones que hemos incorporado: "El asegurador estará obligado al pago en dinero de un siniestro, en la medida que reciba la correspondiente provisión de fondos de parte de las entidades que reaseguran la presente Póliza. Si dichos fondos representaren una parte de la suma reclamada, el asegurador sólo estará obligado al pago de la cantidad efectivamente recibida". 16 La estipulación que sugerimos contemplar para los efectos de lo que hemos denominado "cumplimiento alternativo" puede ser del tenor siguiente: "Si los reaseguradores no pagaren por cualquier causa o motivo, el asegurador cumplirá su obligación indemnizatoria para con su asegurado mediante la cesión a éste último de todos los derechos y acciones que tuviere en contra de los reaseguradores". Naturalmente, el reasegurador podrá tener un apoderado designado ante la Superintendencia con facultades para ser emplazado, de acuerdo al artículo 16 de la Ley de Seguros, o bien podrán designar un apoderado especial para dicho reaseguro específico. asegurador o uno o más de los reaseguradores. La Cláusula de Provisión de Fondos debe prever tales situaciones. Para el caso de quiebra o insolvencia del asegurador, ello debe hacerse incorporando la CCT como parte de la Cláusula de Provisión de Fondos o como disposición independiente. En lo que se refiere a la quiebra de uno o más reaseguradores, parece innecesario algún pacto especial, pues tal situación necesariamente coloca al asegurador en posición de invocar la provisión de fondos como condición para que sea exigible su obligación de indemnizar. Sin embargo, bien podría darse el caso que, como parte de los acuerdos de esta negociación, se convenga que corresponde al asegurador asumir la proporción reasegurada de la entidad insolvente o fallida, en virtud del mejor conocimiento que tiene de la industria aseguradora y reaseguradora17. En tal caso, la insolvencia o quiebra del reasegurador sería una excepción a la aplicación de la Cláusula de Provisión de Fondos, por lo que tal cláusula no eximiría al asegurador de su obligación de indemnizar al asegurado. La libertad contractual permite tal pacto, si bien, como se verá seguidamente, ello cambia significativamente el propósito que originalmente se ha dado a la CCT. 4.2. Cláusula Cut Through (CCT) La situación normal será que el asegurador indemnice el siniestro al asegurado, y luego reclame al reasegurador el reembolso que corresponda. Esta obligación del reasegurador no se extingue en caso de insolvencia o quiebra del asegurador y, en tal caso, el pago del siniestro debe hacerse al liquidador de la quiebra. Así, el producto del reaseguro incrementará el activo de la quiebra, para beneficiar a los acreedores de acuerdo a las preferencias que establezcan los respectivos sistemas legales. En su origen, la CCT tuvo por objeto permitir que el asegurado reclamare directamente al reasegurador el pago de un siniestro, en caso de insolvencia o quiebra del asegurador. En efecto, la CCT típicamente otorga una acción de naturaleza contractual directa en contra del reasegurador y permite que, en casos de quiebra o insolvencia del asegurador, el pago de la indemnización debida por el reasegurador se efectúe directamente al asegurado. Este mecanismo, usado con frecuencia en la práctica internacional, evita las dilaciones propias del proceso de quiebra, así como también la obligación de contribuir a los gastos de administración de la quiebra o de la liquidación. Como se ha indicado, estimamos que la CCT tiene plena validez y aplicación en caso de insolvencia o quiebra del asegurador, de acuerdo con el párrafo 2 del artículo 84 de la Ley Chilena de Seguros. De acuerdo con esta norma, el asegurado tiene preferencia absoluta por sus créditos respecto de siniestros amparados por un reaseguro, por lo que la CCT no causa perjuicio al resto de los acreedores. Sin embargo, en algunas jurisdicciones la CCT infringe las normas que regulan la quiebra y el reparto de los activos del fallido. En tales casos el reasegurador ha debido asumir un doble pago: primero al asegurado que invoca la CCT, y luego a la quiebra en virtud de reclamaciones del liquidador que son aceptadas judicialmente y 17 De conformidad al artículo 16 de la Ley de Seguros, el reaseguro de los contratos celebrados en Chile podrá efectuarse con entidades extranjeras de reaseguro clasificadas por agencias clasificadoras de riesgo a lo menos en categoría de riesgo BBB o su equivalente. benefician a la masa de acreedores. Por ello, el examen de la CCT debe ser cuidadoso, y debe considerar si ella va a ser invocada en alguna jurisdicción que no contempla, a favor del asegurado, una preferencia similar a la establecida en la ley chilena respecto de los siniestros amparados por el reaseguro. En los sistemas legales que no otorgan tal preferencia al asegurado, las indemnizaciones que paga el reasegurador deben ingresar al activo de la quiebra, para repartirse entre todos los acreedores. Por ello, es necesario armonizar la CCT con las normas que regulan las quiebras y los derechos de los acreedores, y determinar si la CCT podrá ser válidamente invocada en la correspondiente jurisdicción. A pesar que ese fue su propósito original, en la práctica contemporánea la CCT no se encuentra limitada a las situaciones de quiebra o insolvencia del asegurador. El desarrollo de coberturas sofisticadas, y de elevadas cuantías que no pueden ser asumidas por los aseguradores directos locales, ha incrementado el uso de Cláusulas de Provisión de Fondos, lo que ha tenido como contrapartida incluir una CCT, que permite al asegurado reclamar directamente en contra del reasegurador no sólo en caso de quiebra o insolvencia del asegurador directo, sino además en situaciones de rechazo de un reclamo. Jurídicamente, esta cláusula busca integrar el contrato de seguro con el de reaseguro, dos contratos relacionados pero independientes, otorgando derechos al asegurado en el contrato de reaseguros, que de otra forma sería una res inter altos acta para él. Por cierto, en este último aspecto la CCT no presenta duda sobre su validez, como ocurre respecto de los casos de quiebra. El tenor de cada cláusula debe ajustarse a las necesidades propias del caso. En general, es conveniente introducir en el texto de la CCT una disposición que exprese, con precisión, el momento en que nace el derecho del asegurado para dirigirse directamente contra el reasegurador. La CCT debe ser congruente con lo estipulado en la Cláusula de Provisión de Fondos, particularmente en lo que se refiere a los aspectos reseñados más arriba. Existiendo ésta última, lo usual será que la CCT opere por el solo hecho de no ponerse los fondos a disposición del asegurador. Por su parte, en el sistema chileno las posiciones de las partes deben manifestarse dentro del proceso de liquidación. De esta manera, podrá acordarse que el derecho que confiere la CCT puede ejercerse si el asegurador, siguiendo las instrucciones del reasegurador, impugna el informe del liquidador que acepta la cobertura al siniestro, o acepte la recomendación del liquidador en orden a negar tal cobertura. Es también conveniente precisar en la cláusula acaso el asegurado podrá optar entre dirigir sus acciones contra el asegurador, o ejercer el derecho que le otorga la CCT para dirigirse contra el reasegurador. Finalmente, en la práctica la CCT se incluye en el reaseguro, o bien en la póliza directa. En nuestra opinión, es conveniente que la CCT se incluya en ambos instrumentos, esto es, en el contrato de reaseguro, para vincular al reasegurador, y también en la póliza de seguro directo, mediante una provisión específica. 4.3. Estipulaciones relacionadas con la prima Es conveniente, para el caso de quiebra o insolvencia del asegurador, que la CCT contenga normas relativas a la prima de seguro. Las situaciones que se presentan son diversas y complejas. Así, es posible que la prima de seguro o parte de ella esté devengada y no pagada al asegurador. Puede también ocurrir que el asegurado haya pagado la prima al asegurador, y que éste no hubiese remesado las sumas que correspondían al reasegurador antes que fuese declarado en quiebra. De acuerdo al artículo 559 del Código de Comercio, declarada la quiebra del asegurador, el asegurado puede solicitar la rescisión del contrato de seguro o exigir que el concurso afiance el cumplimiento de las obligaciones del asegurador fallido. Pero las primas devengadas antes de la rescisión del contrato deberán ser pagadas al liquidador para beneficio de la masa de acreedores. Por su parte, el reasegurador que no ha recibido el pago de la prima de reaseguro, podrá excusarse de cumplir su deber de pagar la indemnización reclamada directamente por el asegurado en virtud de la CCT. Para soslayar estas dificultades, es conveniente que la CCT autorice al reasegurador para deducir de las indemnizaciones que deba con ocasión de siniestros, todo o parte de las primas por el reaseguro que se encuentran devengadas y no pagadas. Simultáneamente y sin perjuicio de la subrogación del asegurado por el pago de la prima de reaseguro (en virtud de las normas de pago con subrogación), el reasegurador cedería al asegurado todos sus derechos y acciones respecto de tales primas adeudadas por el asegurador, facilitando el reclamo del asegurado en la quiebra por las primas que el asegurador fallido adeudaba al reasegurador. Debe notarse que no existe preferencia que beneficie a los créditos del reasegurador por las primas adeudadas por el asegurador, de manera que el monto a recuperar será incierto y probablemente insuficiente para cubrir el total adeudado por el asegurador fallido. 5. Ley y Jurisdicción El artículo 29 de la Ley de Seguros establece que las cuestiones litigiosas que se susciten con motivo de los contratos de seguros y reaseguros regulados por dicha ley, se encuentran sujetas a la jurisdicción chilena. Esta norma es imperativa y no puede ser derogada por el acuerdo de las partes. De esta manera, si bien existe libertad contractual para acordar la ley aplicable, las controversias deben ser resueltas por los tribunales chilenos18. Naturalmente, esta norma legal puede originar conflictos de 18 El artículo 29 es claro al establecer que es nulo cualquier pacto en el contrato de reaseguro en que se convenga una jurisdicción distinta a la chilena. Dentro del concepto de jurisdicción nacional debe comprenderse también el arbitraje comercial internacional que contempla la Ley N° 19.971, con la flexibilidad que permite en cuanto a la persona del árbitro, el idioma del arbitraje, lugar de audiencias, etc. Ver, en general, Picand Albónico, Eduardo: Arbitraje Comercial Internacional, Santiago 2005. Un aspecto relevante puede plantearse en torno a la potencial responsabilidad de un Corredor de Reaseguros que conociendo (o "debiendo saber", pues en Chile la ley se presume conocida por todos) la prohibición establecida por el ya referido artículo 29 de la Ley Chilena de Seguros, intermedia un contrato que omite la cláusula de jurisdicción o simplemente pacta en contrario del referido artículo 29, pacto que bajo la ley chilena es nulo. En este caso podría incurrir en error u omisión, la que podría hacerse efectiva en la garantía depositada para caucionar el correcto desempeño en Chile de las actividades de los corredores de reaseguro, según prevé el artículo 16 de la Ley de Seguros (Carvallo Pardo, Javier: Últimas Tendencias jurisdicción si el reasegurador carece de establecimiento o bienes en Chile en los que se pueda ejecutar un fallo chileno (sin perjuicio que se haya designado un representante a quien pueda emplazarse)19, dificultándose más aún la posición del asegurador si el contrato de reaseguro no hace referencia a la norma imperativa del mencionado artículo 29. 6. Conclusiones La Cláusula de Provisión de Fondos es una herramienta indispensable en el seguro moderno, que hace posible la contratación de riesgos sofisticados y cuantiosos con aseguradores locales, cuando éstos no están preparados para asumirlos sin la protección que otorga dicha cláusula. Su relevancia en el mercado asegurador chileno justifica una acuciosa evaluación de sus diversos elementos, y la preparación de un texto adecuado, que responda a las necesidades de las partes. La CCT es la contrapartida necesaria cuando se estipula una Cláusula de Provisión de Fondos. Constituye una garantía para el asegurado si el asegurador local no ofrece la fortaleza financiera o el nivel de calificación de riesgo requerido. A diferencia de otras jurisdicciones en las cuales la CCT puede estar en conflicto con las leyes que regulan la quiebra, la validez que tiene en Chile permite usarla de manera eficiente, otorgando al reasegurador un alto grado de certeza de que no se verá expuesto a reclamos duplicados en caso de quiebra del asegurador. Además, la CCT incrementa la garantía del asegurado que, frente a un reclamo válido, la indemnizarían será satisfecha. Estas cláusulas permiten al asegurador chileno participar en negocios en los cuales de otra manera tendría difícil acceso. Pero presentan las complejidades que hemos descrito. Requieren de una cuidadosa elaboración para que permita al asegurador, asegurado y reasegurador obtener las ventajas que brindan y los objetivos buscados. de la Jurisprudencia Internacional en Materia de Reaseguros, charla organizada por Aida, Septiembre 25, 1996, pág. 11 y siguientes y Achurra Larraín, Juan, et al: ob cit., pág. 16). 19 El artículo 16 de la Ley de Seguros exige que las entidades extranjeras de reaseguro con las cuales se celebra un contrato de reaseguro en Chile, designen un representante con facultades incluso para ser emplazado en juicio. Si el reaseguro se efectúa a través de un corredor de reaseguro inscrito en la SVS, no es necesaria tal designación, entendiéndose que el corredor lo representa legalmente.